El hotel embrujadoCuando tenĂa 15 años, viajĂ© a Europa con mi familia. Nos quedamos en Ettal, Alemania, en una pequeña posada por algunas noches. Mis padres tenĂan una cama doble en el segundo piso, mis hermanas tenĂan la habitaciĂłn doble al lado de la suya, y tuve la suerte de tener una habitaciĂłn individual para mĂ solo en el otro extremo del pasillo.
Tan pronto como subĂ al corredor en donde se encontraban nuestros dormitorios, recuerdo que me sentĂ como si hubiera entrado en una especie de pared con mala energĂa. Me sentĂ tan nervioso e inquieto al estar ahĂ; pero lo deje pasar culpando a mi imaginaciĂłn hiperactiva. DormĂ la primera noche sin otro problema que el de despertarme varias veces. A la mañana siguiente en el desayuno, una de mis hermanas mencionĂł que se habĂa sentido realmente incĂłmoda en el pasillo, el aire que se respiraba era casi aplastante.Me desconcertĂł darme cuenta de que no era el Ăşnico que se sentĂa extraño.
Más tarde esa noche, estaba durmiendo tranquilamente, cuando alrededor de las 2 de la madrugada, me despertĂł algo que me arrancĂł las mantas y me arrojĂł de la cama , sujetándome por el tobillo. Al principio pensĂ© que alguien habĂa entrado en mi habitaciĂłn, porque cuando me volvĂ hacia lo que me habĂa agarrado, pude divisar una enorme forma negra entre la oscuridad, como si un hombre estuviera en mi habitaciĂłn. EncendĂ frenĂ©ticamente la luz, solo para descubrir que no habĂa nada allĂ. La ventana estaba cerrada por dentro, no habĂa nadie en el armario o en el baño, y mi habitaciĂłn tambiĂ©n estaba cerrada por dentro. Me quedĂ© despierto el resto de la noche, asustado, jugando Cooking Mama en mi consola DS.
A la mañana siguiente, estamos desayunando y mi hermana mencionĂł que estuvo despierta la mitad de la noche, porque pensĂł haber visto a una persona recargada contra la pared de la habitaciĂłn, pero cuando encendiĂł la luz no habĂa nadie allĂ. Fue una experiencia extraña y espeluznante.
Nos fuimos ese dĂa, asĂ que no pude experimentar nada despuĂ©s de eso, pero hasta el dĂa de hoy me asusta pensaren ello.
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