LA BALADA DE "FRIDGED TEDDY"



 ¡Alabado sea el Gran y Poderoso Fridge Teddy! Las cosas han funcionado tremendamente bien, e incluso voy a reĂ­rme el Ăşltimo de ese viejo murciĂ©lago loco de al lado. SĂ© que servir al MagnĂ­fico Esplendor que es Fridge Teddy es lo importante, pero la forma en que esa anciana siempre me frunce el ceño a travĂ©s de la ventana de su cocina, siempre mirándome como si pensara que estoy tramando algo... difĂ­cilmente puedes Ă©chame la culpa si me complace que parezca tonta. Y Fridge Teddy dice que le he servido bien, asĂ­ que eso es lo que importa, ¿no?

Antes de venir aquĂ­ a la cabaña de la tĂ­a Violet, no entendĂ­a lo de Fridge Teddy. Se suponĂ­a que solo ayudarĂ­a a la tĂ­a Violet a hacer un poco de jardinerĂ­a. Me ofreciĂł cafĂ© cuando lleguĂ© y me agradeciĂł por venir tan temprano en el dĂ­a. Y me di cuenta de Fridge Teddy por primera vez cuando nos sentamos a charlar sobre rollos de canela reciĂ©n hechos. Pero Fridge Teddy es sabio y me ocultĂł su verdadera forma. Solo vi un osito de peluche diminuto que estaba sujeto a la puerta del refrigerador por un imán pegado a su espalda. En la parte superior izquierda habĂ­a un grupo de pequeñas mariposas de plástico, y en la parte inferior derecha habĂ­a un pequeño letrero que proclamaba "Este desastre es un lugar". Fridge Teddy me dejĂł todo claro.

La tĂ­a Violet explicĂł que un amigo anciano se habĂ­a enfermado y que la tĂ­a Violet tendrĂ­a que pasar el dĂ­a en el hospital. Dijo que intentarĂ­a volver a tiempo para ayudar con el jardĂ­n, pero que al menos me prepararĂ­a una deliciosa cena más tarde. Me puse un viejo par de guantes de cuero y crucĂ© el patio trasero para examinar la situaciĂłn. El jardĂ­n estaba cubierto de maleza alta y me di cuenta de que arrancarla tendrĂ­a que ser la primera prioridad. CreĂ­ ver a la anciana de al lado mirándome desde la ventana de la cocina, pero luego las cortinas se cerraron y no le prestĂ© más atenciĂłn.

Me sumergĂ­ en la maleza y comencĂ© a arrancarla del duro suelo rocoso. El dĂ­a se volviĂł cálido y despuĂ©s de varias horas decidĂ­ que era hora de un descanso. Mientras regresaba a la cabaña por un vaso de agua, no pude evitar notar que la anciana de al lado me miraba una vez más desde detrás de sus cortinas floreadas, frunciendo el ceño como si fuera un ladrĂłn o algo asĂ­.

EntrĂ© a la cocina y revisĂ© la nevera. HabĂ­a una bandeja llena de hielo, asĂ­ que llevĂ© el hielo al fregadero y girĂ© la bandeja de plástico para liberar los cubos de sus espacios individuales. Naturalmente, algunos saltaron por los aires y aterrizaron en el fregadero, pero uno saltĂł por el borde de la encimera y cayĂł al suelo. No pensĂ© que fuera importante en ese momento. ¿No es eso tonto?

EncontrĂ© un vaso grande y echĂ© varios cubitos de hielo. DespuĂ©s de llenar el vaso con agua fresca, volvĂ­ a llenar los espacios vacĂ­os en la bandeja de plástico y girĂ© para volver a colocar la bandeja en la nevera. Mi pie cayĂł sobre el cubo de hielo olvidado y de repente me encontrĂ© cayendo hacia atrás cuando mi zapato se deslizĂł sobre el hielo. La parte de atrás de mi cabeza se estrellĂł contra el borde del mostrador, y hubo un destello cegador de dolor. SentĂ­ como si picos irregulares de electricidad de repente rodearan todo mi cráneo, ondas de agonĂ­a insoportable que irradiaban hacia cada terminaciĂłn nerviosa. Y luego estaba tirado en el piso de la cocina, mirando al benevolentemente sonriente y perdonador Fridge Teddy.

Al darme cuenta de que el Poderoso y Exaltado Fridge Teddy me habĂ­a otorgado la iluminaciĂłn y me habĂ­a elegido como un sirviente digno, inmediatamente comencĂ© a preguntarme quĂ© podrĂ­a hacer para servir a su difusa majestad. ¡Y me di cuenta de que habĂ­a estado arrancando malas hierbas no porque el jardĂ­n necesitara flores, sino porque el MagnĂ­fico FrigorĂ­fico Teddy necesitaba MALEZAS! En su sabidurĂ­a infinita e insondable, me habĂ­a hecho servirlo incluso antes de que fuera consciente de su dominio supremo sobre todo el universo. Ahora que era consciente de la verdadera naturaleza de mis esfuerzos, estaba decidido a producir una gran cantidad de malas hierbas con la esperanza de complacer al Grande. ArrancarĂ­a hasta la Ăşltima maleza del suelo, las apilarĂ­a en el frente de la casa y las secarĂ­a.

El dĂ­a era caluroso y el trabajo agotador, pero a media tarde habĂ­a quitado todas las malas hierbas del jardĂ­n. AmontonĂ© una gran cantidad de ellos en el frente de la casa en preparaciĂłn para las Llamas ceremoniales de tediosidad, que Fridge Teddy prometiĂł que arderĂ­a en un arco iris mágico de colores, incluso azul. ¿No es asombroso? La casa de al lado estaba lo suficientemente lejos para que la pequeña bruja me observara ya sea que estuviera en la parte delantera o trasera de la propiedad de la tĂ­a Violet. AsĂ­ que, por supuesto, habĂ­a continuado mirándome fijamente y frunciendo el ceño de vez en cuando, como si le disgustara que yo siguiera existiendo. Simplemente la ignorĂ© y continuĂ© trabajando para servir a mi nuevo amo.

El montĂłn de hierbajos se secaba al sol de la tarde y me tomĂ© un momento para admirar el montĂłn desde la ventana de la sala. Fue en ese preciso momento que llegaron los 'basuras'. Arrastraron el pequeño basurero de metal de la tĂ­a Violet a la parte trasera de su camiĂłn y lo tiraron dentro. ¡Y luego se dirigieron hacia mi montĂłn de malas hierbas! Y me di cuenta de la terrible verdad... estos no eran realmente basureros, ¡estas dos figuras parecidas a humanos eran en realidad sirvientes de una horrible monstruosidad malvada que intentaba destruir el fuego ceremonial de mi Cherished Fridge Teddy! Tuvieron que ser detenidos. ¡¡¡Tuve que hacer algo!!!

Cuando se agacharon para recoger mi montón de hierba sagrada, les grité desde la puerta principal.
"¡Oigan, muchachos! ¿PodrĂ­an ayudarme con algo aquĂ­?"
Se miraron el uno al otro con expresiones de perplejidad y leve diversiĂłn, y luego cruzaron el camino hacia la puerta principal. Les hice un gesto para que me siguieran, explicándoles que habĂ­a un viejo congelador en el porche trasero que no podĂ­a levantar y necesitaba ayuda. Cuando lleguĂ© a la puerta trasera, saquĂ© una pala de jardĂ­n del montĂłn de herramientas de jardinerĂ­a de tĂ­a Violet. Uno de los hombres estaba empezando a decir algo acerca de que no habĂ­a un congelador en el porche, pero lo golpeĂ© con la paleta y dejĂł de hablar y comenzĂł a gorgotear en su lugar. El otro de los dos estaba gritando y girando para correr, pero lo atrapĂ©.

DespuĂ©s de guardar los cuerpos en una habitaciĂłn libre, dejĂ© la paleta ensangrentada sobre la mesa de la cocina y regresĂ© a la puerta principal para asegurarme de que mi montĂłn de hierba estaba a salvo. La vieja malhumorada de al lado estaba mirando con enojo al camiĂłn de la basura que corrĂ­a junto a mi acera sin ningĂşn basurero presente. ¿Los habĂ­a visto entrar? Probablemente lo habĂ­a hecho. Pero no importaba... Fridge Teddy cuidarĂ­a de mĂ­, y todo estarĂ­a bien. Fue entonces cuando se detuvo la furgoneta de reparto.

ParecĂ­a una furgoneta de reparto normal, y el hombre que saliĂł de ella tambiĂ©n parecĂ­a completamente normal. Incluso tenĂ­a un paquete dirigido a mi tĂ­a Violet. Pero cuando se acercĂł a la puerta principal, asintiĂł hacia el montĂłn de hierba y sonriĂł.
"Eso es un gran lĂ­o que tienes ahĂ­" se riĂł entre dientes.
¡Y me di cuenta de que era uno de ELLOS! Me obliguĂ© a sonreĂ­r con calma mientras abrĂ­a la puerta principal.
"Dime, ¿podrĂ­as ayudarme con algo aquĂ­?" Yo preguntĂ©.
Cuando llegamos a la mesa de la cocina, agarrĂ© la paleta de jardĂ­n y me di la vuelta rápidamente. El 'repartidor' chillĂł horrorizado e instintivamente comenzĂł a alejarse. CortĂ© salvajemente con la paleta. Pero para mi gran sorpresa, de alguna manera lo perdĂ­ por completo con mi primer golpe, y de repente se lanzĂł hacia la puerta principal. Lo atrapĂ© justo antes del umbral.

Al mirar por la puerta principal, pude ver al viejo murciĂ©lago de la puerta de al lado, mirando por la ventana a la camioneta de reparto que ahora se habĂ­a unido al camiĂłn de la basura para quedarse desatendida frente a mi casa. Realmente estaba empezando a molestarme, y fruncĂ­ el ceño mientras volvĂ­a mi atenciĂłn al 'repartidor'.

EmpecĂ© a levantar el cuerpo, con la intenciĂłn de arrastrarlo a la habitaciĂłn libre con los demás, pero me di cuenta de que la puerta principal aĂşn estaba abierta. Al levantarme para cerrarla, notĂ© que un niño se acercaba en bicicleta. Se detuvo justo frente a la casa y se apeĂł de su bicicleta. ¡Ahora estaba caminando hacia la puerta principal! La cerrĂ© de golpe y comencĂ© a meter rápidamente el cuerpo en un pequeño armario cerca de la entrada. Este niño podrĂ­a ser otro siervo malvado empeñado en interferir con los planes de mi Gran FrigorĂ­fico Teddy, pero aĂşn no podĂ­a estar seguro. AsĂ­ que guardĂ© el cuerpo y me volvĂ­ hacia la puerta con lo que esperaba fuera una expresiĂłn tranquila. El chico tocĂł y abrĂ­ la puerta tan casualmente como pude.

"Hola, señor. ¿Violet Stevens está en casa? Normalmente me paga los jueves".
Y me tendió un sobre que decía "Steadsville Herald-Tribune" en el frente. Me quedé inmóvil, esperando la inspiración del osito de peluche que todo lo sabe. Y luego el niño se volvió hacia el montón de hierba y sonrió
. "
Y me di cuenta de que todo estaba bien. Sonreí ampliamente y comenzaba a darle la bienvenida al niño cuando la puerta del armario se abrió. No la había cerrado bien, y el cuerpo del 'repartidor' cayó pesadamente al piso de la entrada. , la paleta de jardín todavía sobresalía de su pecho. Los ojos del niño se abrieron como platos y por un momento su boca se aflojó. Luego se concentró en mí y su voz temblaba mientras hablaba.
"Soy... ummmmm... ..... Te lo digo.
Dio media vuelta y corriĂł hasta el final de la acera, saltando sobre su bicicleta y pedaleando hacia la oscuridad creciente. HabĂ­a perdido la nociĂłn del tiempo con todo lo que habĂ­a estado pasando, y me sorprendiĂł que se hubiera hecho tan tarde. Pronto oscurecerĂ­a, y pensĂ© en lo maravillosas que serĂ­an las Grandes Llamas Ceremoniales de la Terrura. My Magnificent Fridge Teddy iba a estar muy orgulloso de mĂ­.

Naturalmente, la espeluznante anciana de al lado todavĂ­a me miraba siniestramente desde la ventana de su cocina. Y yo estaba desconcertado. ¿QuĂ© habĂ­a querido decir el chico? 'NarraciĂłn'? ¿Decirle a quiĂ©n quĂ©? Pero entonces mi Mighty Exalted Fridge Teddy me dio la sabidurĂ­a para entender. ¡El chico se lo iba a decir a TODOS! ¿Decirles quĂ©? ¡QuĂ© bien habĂ­a SERVIDO A MI SEĂ‘OR! Me sentĂ© de rodillas frente al refrigerador, tratando de explicarle al Mighty Fridge Teddy que solo habĂ­a estado cumpliendo con mi deber, solo dándole los elogios y la atenciĂłn que tanto se merece. Pero el FrigorĂ­fico Teddy, en su incomprensible sabidurĂ­a, explicĂł que en verdad le habĂ­a servido bien, y que todo el mundo celebrarĂ­a mi devociĂłn.

Afuera está oscuro ahora y hay luces rojas y azules que brillan a travĂ©s de las cortinas. Creo que es una fiesta de algĂşn tipo. Y puedo escuchar a alguien gritando por un megáfono para que salga de la casa. ¡Debe ser una fiesta para MĂŤ! Miro por un hueco en las cortinas y hay coches por todas partes, ¡coches de policĂ­a! Debe haber mucha gente muy importante viniendo a mi fiesta para que haya tantos policĂ­as. Y debe ser una fiesta sorpresa porque muchos policĂ­as están escondidos detrás de sus autos, pero se asoman cada poquito y los puedo ver. Luego veo a la tĂ­a Violet, y ella está saludando y gritando algo pero no puedo escucharla por el hombre con el megáfono. Ella está tratando de correr hacia la cabaña, pero un par de policĂ­as la están reteniendo. No deben querer que arruine la sorpresa.

Me miro en el espejo junto a la puerta para asegurarme de que mi cabello está bien, y luego me agacho y saco la paleta del jardĂ­n del baĂşl del 'repartidor'. ¡Si todas estas personas han venido a honrar mi devociĂłn por el Exaltado FrigorĂ­fico Teddy, seguramente querrán admirar el instrumento con el que he protegido sus sagradas yerbas! Levanto la paleta ensangrentada por encima de mi cabeza y me estiro para abrir la puerta principal.

Y sĂ© que no deberĂ­a preocuparme por esa anciana malhumorada de al lado, pero me doy cuenta cuando empiezo a abrir la puerta que todavĂ­a está parada allĂ­ mirando por la ventana, sin siquiera molestarse en esconderse detrás de esas terribles cortinas floreadas por más tiempo. Bueno, dĂ©jala ver esta magnĂ­fica reuniĂłn y contemplar con asombro cĂłmo soy celebrado como un hĂ©roe. Debe sentirse tan tonta en este momento. Creo que está un poco loca, para ser honesto.

Empujo la puerta para abrirla por completo y doy un paso adelante. Pronto será el encendido de las Grandes Llamas Ceremoniales de Teddiosity, que Fridge Teddy promete que arderá en un arco iris mágico de colores, incluso azul. ¿No es asombroso? Estoy tan feliz.


Publicar un comentario

0 Comentarios