ORACIÓN A JESÚS MISERICORDIOSO

 Esta preciosa oración a Jesús misericordioso es inspirada en un momento de mucha paz espiritual, y nace del amor y la confianza en nuestro amado Señor Jesús que siempre está de nuestro lado, atento a que lo reconozcamos a que lo invitemos a hacer parte de nuestra vida y a que seamos dignos de su presencia y su misericordia. 



 
No dudes en acudir a él, él siempre está esperando que lo invites a tu vida, que lo hagas parte de tu familia, que le des el lugar que merece y así él también nos dará el lugar que nos merecemos.
Amado Señor Jesús misericordioso, hinco mis rodillas y abro mi corazón y mis brazos ante ti para saludarte en este día, para glorificarte y alabarte hasta que mi corazón sea impregnado con la dulzura de tu presencia y tu amor infinitos.
 
Imagino tu mirada dulce puesta sobre está humilde sierva (o), porque sabes que estoy ansiosa (o) de recibir tu misericordia, tu paz y tu amor celestial.
 
Te doy gracias porque siento tu presencia en mi vida y la de mi familia en este y todos los días, porque eres el suministro abundante de nuestra mesa y de nuestro espíritu, porque eres el camino que nos lleva siempre hacia nuestro mayor bien, porque eres la luz que nos despiertas en los momentos de oscuridad y temor.
 
Porque a través de las cosas más sencillas de la vida, como el canto de los pájaros, el amanecer cada día, el aire que nos rodea, el oxígeno que respiramos, el amor de una familia y muchas otras cosas que están siempre presentes y a veces por eso se hacen invisibles, nos permites valorar lo que es realmente importante.
Jesús misericordioso, te pido que llegues con todos tus presentes a las personas más necesitadas de ellos; a los pobres de corazón, a los violentos, a los enfermos, a los que perdieron la alegría y no tienen motivos para vivir, a los enfermos mentales, a los que viven en soledad, a los que no conocen el amor, a los desamparados, a los huérfanos, a los desahuciados y a los que viven en guerra.
 
Jesús misericordioso, envuelve con tu mirada y tu luz protectora a todos mis amigos y familiares, a todas las personas que hacen parte de mi vida, en especial a mis hijos, padres, cónyuge, hermanos, sobrinos, etc. para que sean libres de cualquier atadura maligna, para que sean limpios de corazón, para que sus vidas sean bendecidas en todos los aspectos y siempre estén rodeados de las mejores personas y acontecimientos. Que llueva sobre ellos y a través de ellos a muchas más personas bendiciones de salud, amor, abundancia y felicidad.
 
Jesús misericordioso, entra en mi hogar porque sé que, con tu llegada, llegarán también la paz, la armonía, la abundancia, el amor, la tolerancia, la alegría, la buena convivencia, la salud y el respeto, desplazando para siempre la discordia, la escasez, los problemas fraternales y conyugales, y toda manifestación de oscuridad que pudiera presentarse.
 
Señor Jesús, te doy infinitas gracias porque acudes a mí y atiendes mi llamado a través de esta oración, puedo verlo y sentirlo, puedo confiar con total despreocupación en tu ayuda y en tu presencia permanente en mi hogar y en mi vida, puedo andar en la paz de saber que me estás protegiendo y acompañando en todo momento.
 
Amén.

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