I NDICE
CAPITULO 1. BABILONIA, CUNA DE FALSAS RELIGIONES. — Principio de Babilonia. Nimrod, su primer rey. — Un poderoso cazador — Un rebelde en contra de Dios. Su esposa SemĂramis.
Su hijo Tammuz, falsificaciĂłn. — Un relato bĂblico e histĂłrico de cĂłmo la Babilonia pagana se dispersĂł entre las naciones, y fue absorbida por el Imperio romano y, finalmente, mezclada con la cristiandad
en Roma. — Una mezcla que produjo la ruina
CAPITULO 2. CULTO A LA MADRE E HIJO. — La 9
mezclĂł con otras doctrinas de la Iglesia caĂda.
TĂtulos paganos aplicados a MarĂa
CAPITULO S. CULTO A MARIA. — En cuanto a la preeminencia dada a MarĂa en la Iglesia desertora. La Inmaculada ConcepciĂłn. — La virginidad perpetua y la ascensiĂłn de MarĂa, teorĂas consideradas a la luz de las Escrituras. — El Rosario. — Su ori- 19
gen e historia
CAPITULO 4. SANTOS, SANTORAL Y SIMBOLISMOS. ¿QuiĂ©nes son los santos? ¿ Debemos orar a ellos? — DemostraciĂłn de que la adoraciĂłn a los santos es una continuaciĂłn de la devociĂłn pagana a dioses y diosas del paganismo. El uso de Ădolos, imágenes, retratos pinturas como objetos 32
de adoraciĂłn. La aureola 46
La reina Semiramis y su hijo-dios, Tammuz. CĂłmo se desarrollĂł su adoraciĂłn bajo distintos nombres y formas en varios paĂses. CĂłmo se
CAPITULO 5. OBELISCOS, TEMPLOS Y TORRES.
Significado de los antiguos obeliscos. Su uso
ISBN o - 916938 - x enfrente de los templos paganos. El obelisco frente a San Pedro, en Roma. La historia de las colinas vaticanas. Edificios extravagantes y costosos. — La torre de Babel. — Torres religiosas. 59
CAPITULO 6. ¿ES LA CRUZ UN SIMBOLO CRIS.
TIANO? — El amplio uso del SĂmbolo de la cruuz. Su antiguo origen. — Su historia entre tribus paganas. Sus distintas formas y significados
CAPITULO 7. CONSTANTINO Y LA CRUZ. La
visiĂłn de la cruz en el puente Milviano. «Con versiĂłn» de Constantino, demostraciĂłn de ser un fraude. Historia del descubrimiento de Helena, de la «verdadera» cruz
CAPITULO 8. LAS RELIQUIAS DEL ROMANIS- MO. — Piezas de la verdadera cruz y sus reliquias examinadas. — DemostraciĂłn de su falsedad. — El uso de reliquias para «consagrar» una iglesia.
Una supersticiĂłn pagana. — El origen de la idea.
CAPITULO 9. FRAUDE RELIGIOSO. Peregrina-
ciones. — Venta de indulgencias. — Ventas de Tetzel en Alemania. — Lutero. La Reforma. — El purgatorio. Su origen y leyenda. Pago por oraciones. AdoraciĂłn a Moloch
CAPITULO 10. ¿FUE PEDRO EL PRIMER PA El supremo pontĂfice del paganismo.
La petra-romana, sumo sacerdote de los misterios.
Las «llaves» mĂsticas. Janos. La tiara.
La mitra del dios-pez. AdoraciĂłn a DagĂłn.
El palio. La «silla» de Pedro. Estatua de JĂşpiter cambiando su nombre a estatua de Pedro.
Beso a un Ădolo. Transportar a un Ădolo.
Procesiones papales. Los «abanicos» de fabelo.
CAPITULO 12. INMORALIDAD PAPAL. — La historia impura de la corte papal. La visita de Lutero a Roma. — El Papa femenino
CAPITULO 13. ¿SON INFALIBLES LOS PAPAS? El Concilio de 1870. — El juicio de Formoso y Esteban. PresentaciĂłn de las contradicciones de
la teorĂa de la «infalibilidad» ComparaciĂł de Cristo y los papas. — El mĂstico nĂşmero 666
CAPITULO 14. LA INHUMANA INQUISICION.
PersecuciĂłn de los protestantes. — El potro de tormentos. La virgen de hierro y otros instrumen tos de tormento descritos. — Persecuciones en Beziers, Lavaur, Orange, ParĂs, etc.
CAPITULO 15. SEĂ‘ORES SOBRE LAS HEREDA-
DES DE DIOS. — Cardenales. — El origen de su
Oficio. — Sus vestiduras rojas. — Obispos. — Los
74 puntos de vista escriturales y tradicionales, com parados. El «clero, gobierno de la Iglesia. — El ministerio de los ancianos en la iglesia local. TĂtulos religiosos 170
CAPITULO 16. EL CELIBATO SACERDOTAL.
87 La doctrina cĂ©libe de Babilonia. — Su historia e inmoralidad. El confesionario. Su origen y
propĂłsitos. — Sacerdotes con ropas negras. El sĂmbolo del sol en la tonsura182
CAPITULO 17. LA MISA. TransustanciaciĂłn.
94 Su significado, origen e historia. — La obra «ter minada» en el Calvario, contrastada con la misa. La comuniĂłn, la «hostia» redonda, una descripciĂłn del sĂmbolo redondo del sol y su uso en el paga nismo. — Las letras mĂsticas I. H. S. — El drama misterioso. — La cena del Señor y la misa, com-
100 paradas 193
CAPITULO 18. TRES DĂŤAS NOCHES. — signo de Jonás. ¿Se crucificĂł a Cristo en viernes?
¿En quĂ© dĂa _fue la resurrecciĂłn ? 215
CAPITULO 19. PESCADO EN VIERNES Y EL FES-
TIVAL DE LA PASCUA. El pescado, un sĂmbolo de fertilidad. — Su relaciĂłn con la diosa ma dre y el viernes. Los festivales de Pascua.
Huevos, conejos y los panes en cruz. — Cultos del
122
amanecer».
Cuaresma
CAPITULO 20. LOS FESTIVALES DE INVIERNO. 142 ¿En quĂ© Ă©poca naciĂł Cristo? La Navidad.
Regalos, árboles y costumbres, DĂa de san Juan. — DĂa de la AscensiĂłn. — DĂa de misa de velas. — CĂłmo se continuaron los dĂas paganos en la Iglesia desertora. CĂłmo se volvieron a nom brar y cĂłmo se les dio una apariencia externa
154 de cristiandad236
CAPITULO 21. EL MISTERIO DE LA MEZCLA. Una breve reseña de la mezcla. — CĂłmo se ocultĂł. Mezclas en el Antiguo Testamento, comparadas.
La verdadera cristiandad se debe basar en la Bi-
162 blia, no en las tradiciones. — SalvaciĂłn solamente por medio de Cristo 248
3
,94,
EL PAPA CELEBRANDO MISA EN EL ALTAR MAYOR DE LA IGLESIA DE SAN PEDRO EN ROMA ¿Tienen los papas y los curas realmente poder para cambiar el pan y el vino en el cuerpo y la sangre de Cristo durante el misterioso ritual de la Misa? (VĂ©ase el capĂtulo diecisiete).
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BABILONIA: CUNA DE FALSAS
RELIGIONES
La misteriosa religiĂłn de Babilonia ha sido simbĂłlicamente descrita en el Ăşltimo libro de la Biblia como una mujer de mala fama. A travĂ©s de una viSiĂłn, el apĂłstol Juan vio a una mujer vestida de pĂşrpura y escarlata y adornada con oro y piedras preciosas y de perlas; tenĂa un cáliz de oro en sus manos, lleno de abominaciones y de la suciedad de su fornicaciĂłn; en su frente tenĂa un nombre escrito: Misterio, Babilonia la Grande, la madre de las fornicaciones y de Zas abominaciones de la tierra (Apocalipsis 17: 1-5).
¿Cuál es el significado de esta extraña visiĂłn que fue dada a Juan? Es conocido muy bien que en el lenguaje simbĂłlico de la Biblia, una mujer representa a una iglesia. La verdadera Iglesia, por ejemPIO, es semejante a una esposa, una virgen casta, una mujer santa y sin mancha (Ef. 5:27 y Apoc. 19: 7-8). Pero como un acentuado contraste con la verdadera Iglesia, la mujer de nuestro texto es descrita como una mujer sucia y corrompida o, usando mejor el lenguaje de la Biblia, diremos que es una ramera. Es evidente que el sistema religioso aquFdĂŞScrito, es un sistema falso, una iglesia corrompida y caĂda. En letras mayĂşsculas, la Biblia la llama «Misterio, Babilonia».
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Cuando Juan fue inspirado a escribir la revelaciĂłn, Babilonia —como ciudad— habĂa sido destrui da y dejada en ruinas. Desde entonces ha continua-
do estando perdida y desolada, habitada solamente por animales salvajes; tal como lo anunciaron los profetas (Is. 13:19-22 Jer. 51:62). Pero aunque la ciudad de a 1 onia fue destruida, hemos de ver que la religión de Babilonia continúa y está muy bien representada en muchas naciones de este mundo.
Y, como Juan hablaba una religiĂłn, bajo el sĂmbolo de una mujer llamada Babilonia, es evidente que se refiere a una religiĂłn babilĂłnica. ¿Pero cuál era esta antigua religiĂłn babilĂłnica? ¿CĂłmo tuvo ¿QuĂ© significado tiene en estos tiempos?
Volvamos las páginas del tiempo al perĂodo pasado, poco despuĂ©s del Diluvio. En aquellos dĂas el hombre comenzĂł a emigrar desde el oriente. «Y aconteciĂł que al ir viajando al oriente, hallaron una llanura en la tierra de Shinar y quedáronse a morar allĂ» (GĂ©n. 11:2).
Fue en esta tierra de_ Shinar que la ciudad de Babilonia fue construida, y esta tierra se llegó a conocer más tarde como Babilonia y aún más ade lante como Mesopotamia.
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AquĂ los rĂos Tigris y Eufrates habĂan almacenado ricos depĂłsitos de tierra que podĂan producir grano en abundancia. Sin embargo, existĂan ciertas desventajaSJ1as cuales tenĂan que afrontar las gentes que habitaban esa tierra. Esta estaba sobrepoblada de animales salvajes, los cuales eran un peligro conStante para su seguridad y paz (Ex. 23:2930). Obviamente, cualquier persona que pudiese pro porcionarles protecciĂłn contra estas bestias salvajes, recibirĂa gran clamor de parte de su gente.
Y asĂ en este punto, un hombre grande y pode roso, cuyo nombre era Nimrod, apareciĂł en escena. Se hizo famoso como un gran cazador de bestias salvajes. La Biblia nos dice: a Nimrod: Ă©ste comenzĂł a ser poderoso en la tierra. Fue un vigorozo cazador delante de Jehová; por lo cual se dice: AsĂ como Nimrod, vigoroso cazador delante de Jehová» (GĂ©n. 10:8-9 . Estos versos contienen un significado muy importante, el cual es raramente notado: es el hecho de que Nimrod fue un «poderoso cazador», lo cual le hizo famoso dentro de aque-
llas gentes • primitivas. Como lo declaran las Escrituras, se volviĂł poderoso en la tierra, era un Ifder famoso en los sucesos del mundo. «Nimrod era tan poderoso y era tan grande la impresiĂłn que causĂł en la mente de los hombres, que el oriente está lleno actualmente de tradiciones de sus extraordinarias proezas.»l
Habiendo obtenido gran prestigio entre las gentes, Nimrod estableciĂł un sistema para obtener me jor protecciĂłn. En vez de pelearse constantemente salvajes, ¿por quĂ© no organizar a la gente en ciudades y rodear Ă©stas de rnĂ™FäIIäs para ¿por quĂ© no organizar estas ciudades en un.eino-y escoger un rey para que
I. Historia antigua en luz de la Biblia (Ancient History in Bibie Light), p. 54.
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reine sobre ellos? Evidentemente, este era el pensamiento de Nimrod, iporque la Biblia nos dice que organizĂł dicho reino! «Y fue la cabecera de su reino Babel y Erech y Accad y Calneh, en la tierra de Shinar» (GĂ©n. 10:10). Y asĂ el reino de Nimrod fue establecido como el primer reino mencionado en la Biblia.
Todos estos adelantos hechos por Nimrod pudieron haber sido buenos, pero Nimrod fue un «reinante no temeroso de Dios». La Escritura dice que era «poderoso». No solamente indica que se hizo famoso y poderoso polĂticamente, sino que la expresiĂłn tambiĂ©n tiene un significado hostil. Esta expresiĂłn viene del hebreo Gibor, que significa «tirano», mientras que el nombre Como lo dice la Enciclopedia judĂa, Nimrod fue aquĂ©l quien hizo a las gentes rebelarse en contra de Dios».l
Esta misma naturaleza rebelde de Nimrod puede verse tambiĂ©n en la expresiĂłn de que era un poderoso cazador «ante Jehová». La palabra «ante» en este caso, tambiĂ©n denota un significado hostil. En otras palabras, Nimrod se estableciĂł «ante Jehová», la palabra «ante» como traducciĂłn de la palabra en hebreo, que significa «contra» Jehová.2
Pero no solamente estaba contra el verdadero Dios, sino que también era un sacerdote de idolatyýa_diabólica y de atrocidades de la peor clase, taVðomo hemos de verlo. Finalmente, Nirnrod, el rey-sacerdote de Babilonia, murió. De acuerdo a las leyendas, su cuerpo fue corùõen pedazos y quemado y los pedazos fueron vanas áreas. Prácticas similares se mencionan en
29 y 1.0 S, 11:7). La muerte de Nimrod fue muy lamentada por la gente de Babilonia. Pero aun cuan-
1. vol. 9, p. 309.
2. Strong's Concordance. cp. NĂşm. 16:2; 1.0 Cr6. 14:8;
2.0 crĂł. 15:10.
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do Nimrod habĂa muerto, la religiĂłn babilĂłnica, en la cual Ă©l tuvo una parte tan prominente, continuĂł y se desarrollĂł aĂşn más, bajo el esposa.
DespuĂ©s de la muerte de Nimrod, su esposa, la reina Semiramis, Io proclamĂł como el dios-Solar. Más tarde, cuando esta mujer adĂşltera e idĂłlatra dio a luz a un hijo ilegĂtimo, proclamĂł que su hijo, Tammuz de nombre, no era más que el mismo Nimrod renacido (vĂ©ase la ilustraciĂłn de Tammuz en el arte clásico). Ahora, la reina-madre de Tammuz, sin duda que habĂa escuchado la profecĂa de la venida del MesĂas, que nacerĂa de una mujer, pues esta verdad era muy conocida desde el principio (v. GĂ©n. 3: 15). Satanás habĂa engañado primero a una mujer, Eva; pero más tarde, a travĂ©s de una mujer, habrĂa de venir el Salvador, nuestro Señor Jesucristo. Satanás, el gran falsificador, sabĂa tambiĂ©n mu, cho del plan divino.—vue asl que comenzĂł a suplandel verdadero plan, siglos antes de la venida de JesĂşs.
La reina Semiramis, como un instrumento en manos de Satanás, reclamaba que su hijo fue concebido de una forma sobrenatural y que Ă©l era la semilla prometida, el «salvador del mundo». Pero no solamente era el pequeño adorado, sino que tambiĂ©n la mujer, la madre, lo (o más) que el hijo. Como podremos ver en las páginas siguientes, Nimrod, Semiramis y Tammuz fueron usa.
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dos por Satanás para producir una falsa religiĂłn —que a veces parece ser como la verdadera—, y su sistema corrompido llenĂł al mundo.
La mayorĂa de la idolatrĂa babilĂłnica era acarreada a travĂ©s de sĂmbolos —por eso era una religiĂłn misterio—. El becerro de oro, por Ăąn—šïñbĂ°fõde Tammuz, hijo del dios-Solar. Como se consideraba que Nimrod era el dios-Solar o Baal,
el fuego era considerado como su representante en la tierra. Se encendĂan candelabros y fuegos ritua listas en su honor, como lo veremos más adelante.
TambiĂ©n se simbolizaba a Nimrod por medio de sĂmbolos solares, peces, árboles columnas y animales.
Siglos más tarde, Pablo dio una descripciĂłn que detalla perfectamente el camino que la gente de Babilonia siguiĂł: «Porque habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios ni dieron gracias; sino que se hicieron tontos en sus razonamientos y su necio corazĂłn fue entenebrecido, DiciĂ©ndose ser sabios, se hicieron necios y tornaron la gloria de Dios incorruptible, en algo semejante a la imagen del hombre corruptible y de aves y de animales cuadrĂşpedos y de serpientes..., los cuales cambiaron la
verdad de Dios por la mentira, honrando y sirviendo a la creaciĂłn en vez de al Creador, el cual es
bendito por los siglos. AmĂ©n... Por esto Dios los entregĂł a afectos vergonzosos» (Rom. 1:21-26).
Este sistema de idolatrĂa se esparciĂł de Babilo- nia a las naciones, pues fue de este sitio de donde fueron los hombres dispersados sobre la faz de la tierra (GĂ©n. 11:9). Como salĂan de Babilonia, llevaban coñßÍgo—su idolatrĂa misteriosos. cual}hasta hoy en dĂa encontra mos evidencias de esta religiĂłn de Babilonia, ya sea de una o de otra forma, ien «todas» las religiones
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falsas de la tierra! En verdad, Babilonia fue la madre -Ela precursora— de las falsas religiones e idolatrĂas que se desparramaron por toda la tierra. Como lo declaran las Escrituras, «porque todas las naciones han bebido del vino de su fornicaciĂłn» (Jer. 51:7 y Apoc. 18:13).
Además de la prueba escrita de que Babilonia fue la madre, el nido de religiones paganas, también tenemos el testimonio de conocidos historiadores; por ejemplo, HerQd_Qto, el viajero mundial e historiador de la antigüedad. El presenció la religÿón-mis terio y sus ritos en numerosos pmses y menciona cómo Babilonia fue el nido original del cual todo
sistema de idolatrĂa proviene.l
Bunsen dice que el sistema religioso de fue derivado de Asia y «del Imperio primitivo de Babel». En su conocido trabajo titulado NĂnive y sus ruinas, Layard declara que tenemos el testimonio unido de historia profana y sagrada, que la idola trĂa originĂł en el área de Babilonia el más antiguo de los sistemas religiosos.2
Cuando Roma se convirtiĂł en un imperio mundial es un hecho conocido que ella asimilĂł dentro de su sistema a dioses y religiones de todos los paĂses paganos sobre los cuales reinaba.3 Como Babilonia era el origen del paganismo de estos paĂses, podemos ver cĂłmo la nueva religiĂłn de la Roma pagana no era más que la idolatrĂa babilĂłnica que se desa rrollĂł de varias formas y bajo diferentes nombres en las naciones a las que fue.
Teniendo todo en cuenta, notamos que fue du rante el tiempo del dominio de Roma que el ver-
I. Historia de Herodoto (Her. 2, p. 109).
2. vol. 2, p. 440.
3. Testamento de Roma (Legacy of Rome), p. 245.
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dadero Salvador, Cristo JesĂşs, naciĂł, viviĂł entre los
hombres, muriĂł y resucitĂł de entre los muertos. Entonces ascendiĂł al cielo, enviĂł al EspĂritu Santo y la Iglesia del Nuevo Testamento fue establecida en la tierra. i Y quĂ© gloriosos dĂas fueron esos! Basta solamente con leer el libro de los Hechos para ver cuánto bendijo Dios a sus genes en esos dĂas. Multitudes se añadĂan a la Iglesia, la verdadera Iglesia. Grandes hechos y maravillas se hacĂan como confir maciĂłn de Dios a su Palabra. La verdadera cristiandad estaba ungida por el EspĂritu Santo, y barrĂa a la idolatrĂa como el fuego en la pradera. Rodeaba las montañas y cruzaba los mares. Hizo que temblaran y temieran los tiranos y reyes. iSe decĂa de aquellos cristianos que habĂan volteado al mundo de arriba para abajo! AsĂ era su mensaje y su espĂritu, lleno de poder.
No habĂan pasado muchos años cuando comenzaron a proclamarse algunos hombres como «señores» sobre el pueblo de Dios, tomando el sitio del EspĂritu Santo; en vez de conquistar por medios espirituales y verdaderos —como lo habĂan hecho en los primeros dĂas—, Ă©stos empezaron a sustituir la verdad e implantar sus propias ideas y mĂ©todos. Se comenzaron a hacer intentos por unir el paganismo con la cristiandad, inclusive en los dĂas cuan do el Nuevo Testamento era escrito, porque Pablo menciona que «...el misterio de iniquidad ya está obrando» (2.a Tes, 2:7). El nos previene que ha ae venir una «apostasĂa» y que muchos «apostatarán de la fe, escuchando a espĂritus de error y a doctrinas de demonios» (2.a Tim. 4:1). iEstas son las doctrinas falsas de los paganos! Para el tiempo en que Judas escribiĂł el libro que lleva su nombre, le fue necesario amonestar al pueblo a que «luchen tenazmente por la fe que ha sido una vez dada a los
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santos», porque algunos hombres se habĂan metido disimuladamente y estaban tratando de cambiar la verdad que habĂa sido dada por Cristo y los apĂłstoles, por falsedades (Jud. 1:3-4).
El cristianismo se encontrĂł frente a frente con el paganismo de Babilonia establecido en diversas formas en el Imperio romano. Aquellos cristianos
rehusaron tener algo que ver con esas costumbres y creencias. Como resultado de esto, sufrieron mu-
chas persecuciones. Demasiados cristianos fueron acusados falsamente, arrojados a los leones, quema dos en estacas y torturados en muchas otras formas. Pero despuĂ©s comenzaron grandes cambios a sucederse. El emperador de Roma profesĂł haberse convertido. ' Se dieron Ăłrdenes imperiales por toda Ro ma para que las persecuciones cesaran. Se dieron grandes honores a los obispos. La Iglesia comenzĂł a recibir aceptaciĂłn y poder. iPero se tenĂa que pagar un alto precio por todo esto!
Se hicieron muchas concesiones al paganismo. En vez de que se separara la «Iglesia» del mundo, Ă©sta se hizo parte de Ă©l. El emperador, mostrando favoritismo, demandĂł un sitio de preeminencia en
la iglesia, puesto que en el paganismo los emperadores eran considerados como dioses. De ahĂ en ade-
lante, comenzaron a surgir mezclas de paganismo con cristianidad, como lo saben todos los historia dores.
Tan alarmante como pueda parecer, el mismo pa ganismo que se originĂł en Babilonia y se habĂa ya esparcido por las naciones, fue simplemente mezclado con el cristianismo —especialmente en Roma—. Esta mezcla produjo lo que hoy en dĂa se conoce como la Iglesia CatĂłlica Romana, como han de probar las páginas siguientes.
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No es nuestra intenciĂłn tratar de ridiculizar a nadie con cuyas creencias no estamos de acuerdo.
Al sea contrario, un llamado es nuestro a toda persona deseo sincero que tiene que una este fe libroge- 2
abandonen nuina —no importa las doctrinas su afiliaciĂłn babilĂłnicas religiosa— y sus para concep-que CULTO A LA MADRE E HIJO
tos, regresen a la Biblia y a la fe que una vez fue dada a los santos!
Uno de los ejemplos más sobresalientes de cĂłmo el paganismo babilĂłnico ha continuado hasta nuestros dĂas, puede verse en la forma en que la Iglesia Romana inventĂł el culto a MarĂa, para reem plazar el "antiguo culto a la diosa-madre de Babilonia. Como dijimos en el capĂtulo anterior, despuĂ©s de la muerte de Nimrod, su adĂşltera esposa dio a luz a un hijo del que afirmĂł habĂa sido concebido sobrenaturalmente. ProclamĂł que Ă©ste era un dioshijo; que era Nimrod mismo, su lĂder, que habĂa renacido y que tanto ella como su hijo eran divinos.l Esta historia era ampliamente conocida en la antigua Babilonia y se desarrollĂł en un culto bien establecido, el culto de la madre y el hijo. Numerosos monumentos de Babilonia muestran la diosa madre Semiramis con su hijo Tammuz en sus brazos.2 (VĂ©ase ilustraciĂłn.)
I. Two Babylons (Dos Babilonias), p. 21. 2. Enciclopedia de religiones. Vol. 2., p. 398.
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Ahora, cuando el pueblo de Babilonia fue disperso en las varias áreas de la tierra, llevaron consigo el culto a la divina madre y al dios-hijo. Esto explica por quĂ© todas las naciones en tiempos pasados adoraban a la divina madre y a su hijo de una u otra forma, iaun siglos antes de que el verdadero Salvador, nuestro Señor Jesucristo naciera en este mundo! En los diversos paĂses donde se extendiĂł este culto, la madre y el hijo eran llamados de dife• rentes nombres debido a la divisiĂłn de los lenguajes en Babel, pero la historia básica seguĂa siendo la misma.
Entre los chinos, se llamaba a la diosa madre «Shingmoo» o «Santa Madre», y se representa con un niño en los brazos y rayos de gloria alrededor de su cabeza.l Los germanos veneraban a la virgen «Hertha» con un niño en los brazos. Los escandinavos la llaman «Disa» y tambiĂ©n la representan con el niño en los brazos. Los etruscos la llamaban «Nutria»; en India, la «Indrani», que tambiĂ©n era representada con un niño en los brazos (vĂ©ase ilustraciĂłn), y tambiĂ©n, entre los druidas, adoraban a la «Virgo Paritura» como a la «Madre de Dios».2
La madre babilĂłnica era conocida como «Afrodita» o «Ceres», por los griegos; Nana, por los sumerios, y como «Venus» o «Fortuna» por sus devotos en los viejos dĂas de Roma; su hijo era conocido como «JĂşpiter».3 La ilustraciĂłn muestra a la madre Y al hijo como Devaki y Crishna (Krishna).
1. Las religiones paganas (The Heathen Religion), p. nĂşm. 60.
2. Mitos bĂblicos (Bibie Myths), p. 334.
3. Dos Babilonias, p. 20.
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Por algĂşn tiempo, Isi, la «gran diosa» y n su hijo Iswara, han sido venerados en la India, donde se han erigido grandes templos para su culto.4 En Asia la madre era conocida como «Cibeles», y su hijo como «Deoius». «Pero no tomando en cuenta su nombre o lugar —dice un escritor—- Era la esposa de Baal,. la reina-virgen del cielo quien dio fruto sin haber concebido.»5
Cuando los hijos de Israel cayeron en apostasĂa, ellos tambiĂ©n se descarriaron con este culto de la diosa-madre. Como podemos leer en el libro de Jueces 2: 13, «Y dejaron a Jehová y adoraron a Baal y a Astaroth». Astaroth era el nombre bajo el cual la diosa era conocida por los hijos de Israel. Da vergĂĽenza el pensar que aun aquellos que conocĂan al Dios verdadero, se alejaban de El y adoraban a la madre pagana. Pero eso es exactamente lo que hicieron.l Uno de los tĂtulos bajo el cual era la diosa
4. Ibid., p. 20.
5. Extrañas sectas y cultos curiosos, p. 12.
1. Jueces 10:6, 1.0 Sam. 7:3-4; 12:10; 1.0 Reyes 11:5; 2.0 Reyes 23:13.
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conocida por los israelitas, era el de «Reina del Cielo», como leemos en JeremĂas 44:17-19. El profeta JeremĂas los reprendiĂł por venerarla, ipero ellos se rebelaron a pesar de su advertencia, y fue asĂ como trajeron sobre sĂ mismos una plena destrucciĂłn por la mano de Dios!
En Efeso, la gran madre era conocida como «Diana»; iel templo dedicado a ella en esa ciudad era una de las Siete Maravillas del Viejo Mundo! Y no solamente en Efeso, sino tambiĂ©n a travĂ©s de Asia y del mundo entero era venerada la divina madre (Hch. 19:27),
En Egipto, la madre babilónica era conocida como Isis, y hijo como Horus. Nada es más común, en los monumentos religiosos de Egipto, que el infante Horus sentado en el regazo de su madre (véase ilustración).
El culto a la madre y al hijo era conocido tambiĂ©n en Inglate rra en tiempos pasados, pues en 1747 se encontrĂł un monumento religioso en Oxford, de origen pagano el cual exhibe a una mujer alimentando a un infante. «AsĂ vemos —dice un historiador—, que la virgen y el hijo eran venerados en tiempos anteriores desde China hasta Bretaña... y aĂşn en MĂ©xico la madre y el hijo eran venerados.»2
Este culto falso se esparció desde Babilonia a varias naciones, con diferentes nombres y formas; finalmente, se estableció en Roma y a través del Imperio romano. Dice un notable escritor de esta épo-
2. Mitos bĂblicos, p. 334.
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ca: «El culto a la grandiosa madre... era muy popular en el Imperio romano. Existen inscripciones que prueban que los dos [madre e hijo] recibĂan honores divinos, no solamente en Italia —especialmente en Roma— sino tambiĂ©n en las provincias, particularmente en Africa, España, Portugal, Francia, Alemania y Bulgaria».l
Fue durante este perĂodo de culto prominente a la madre divina, que el Salvador, nuestro Señor Jesucristo, fundĂł la verdadera Iglesia del Nuevo Testamento; iY quĂ© gloriosa era la Iglesia en esos dĂas!
Pero la que una vez fue conocida como la «Iglesia», abandonĂł su fe original en el tercer y cuarto siglos y cayĂł en la gran apostasĂa que los apĂłstoles habĂan anunciado. Cuando vino esta «apostasĂa». se mezclĂł mucho paganismo en medio de la cristiandad. Se aceptaban en la Iglesia a paganos no convertidos y en numerosos casos se les permitĂa continuar muchos de sus ritos y costumbres paganos sin restricciĂłn alguna; en ocasiones se hacĂan algunos cambios con el fin de que estas creencias paganas parecieran similares a una doctrina cristiana.
Uno de los mejores ejemplos de esta clase de paganismo lo podemos tener en la forma en que la iglesia profesante permitĂa a los paganos el continuar el culto a la diosa madre isolamente con una poca diferencia y con otro nombre! HabĂan muchos paganos que se sentĂan atraĂdos al cristianismo, pero era tan fuerte en sus mentes la adoraciĂłn a la diosa madre, que no la querĂan abandonar. Entonces los lĂderes de la Iglesia buscaron una similitud en la cristiandad con el culto de los idĂłlatras paganos para poder atraerlos en gran nĂşmero y asĂ añadirlos a ella. ¿Pero a quiĂ©n podrĂan usar para reemplazar a la diosa madre del paganismo? Pues claro que a MarĂa, la madre de JesĂşs; era la persona más lĂłgica que podĂan escoger. ¿Por quĂ©, entonces, no permitir
1. The Golden Bough. vol. 1, p. 356.
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que los paganos continuaran sus oraciones y devociones a su diosa, llamándola con el nombre de Ma. rĂa, en lugar de los nombres anteriores con los cuales ellos la conocĂan? Esto le daba al culto idĂłlatra de los paganos la «apariencia» de cristianismo y de esta forma, ambos bandos podĂan estar satisfechos e incorporarse asĂ a la Iglesia romana.
Y es esto exactamente lo que sucediĂł. Poco a poco, el culto y doctrinas que habĂan sido asociados con la madre pagana, vinieron a ser aplicados a MarĂa. AsĂ, el culto pagano de la «madre» continuĂł dispersándose dentro de la Iglesia profesante.
Es obvio que este culto a MarĂa no era sĂłlo la veneraciĂłn que se merece la más bendita entre las mujeres, la madre humana del divino Salvador, sino que, al contrario, no era más que una continuaciĂłn del viejo culto pagano a la madre. Porque a pesar de que MarĂa, la madre de JesĂşs, era una buena mu.jer, dedicada y temerosa de Dios, y fue escogida especialmente para engendrar el cuerpo de nuestro Salvador, no fue nunca considerada como una per. sona divina o como diosa por la verdadera Iglesia primitiva. Ninguno de los apĂłstoles, ni JesĂşs mismo, dieron alguna vez a entender que se deberĂa venerar a MarĂa. Como lo indica la «Enciclopedia Británica», durante los primeros siglos de la Iglesia no fue puesto ningĂşn Ă©nfasis en MarĂa.l No fue sino hasta la Ă©poca de Constantino, la primera parte del siglo IV, cuando alguien empezĂł a ver a MarĂa como a una diosa. Pero aun durante ese perĂodo, tal idolatrĂa era denunciada por la Iglesia, lo cual es evidente en las palabras de Epifanio, quien denunciĂł a ciertas mujeres de Tiro, Arabia y otros sitios por rendir culto a MarĂa como a una diosa verdadera y hacerle ofrendas en su capilla. Pero unos años más tarde, el culto a MarĂa no solamente era permitido por lo
1. vol. 14, p. 309.
2
que es actualmente conocida como la Iglesia CatĂłlica, sino que vino a ser una de sus doctrinas principales y lo continĂşa siendo hasta hoy dĂa.
Como Roma habĂa sido por mucho tiempo el centro del culto a la diosa del paganismo, no debemos extrañarnos de que Ă©ste fuera uno de los primeros sitios donde el culto a MarĂa se estableciĂł dentro de Este es un hecho que revela abiertamenculto a MarĂa fue el resultado directo de la influencia pagana.
Otra ciudad en donde el culto idĂłlatrapagano a la madre era popular fue Efeso, y ahĂ tambiĂ©n se hicieron intentos por mezclarlo con la cristiandad. En Efeso, desde tiempos primitivos, la diosa - madre era llamada Diana (Hch. 19). En dicha ciudad los paganos la veneraban como la diosa de la virginidad y la maternidad.2 Se decĂa que ella representaba los poderes generadores de la naturaleza, por lo cual se la representaba con muchos senos. Una torre de Babel adornaba su cabeza.
Cuando se tienen creencias durante siglos, por Io general no
2. Enciclopedia bĂblica Fausset, P. 484.
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es fácil abandonarlas. De modo que cuando llegĂł la apostasĂa, lĂderes de la iglesia de Efeso razonaron que si permitĂan a los paganos continuar su adoraciĂłn a la diosa-madre, los podrĂan atraer a la «iglesia». AsĂ, entonces, en Efeso se incorporĂł el culto a la diosa pagana y se mezclĂł con el cristianismo. Se sustituyĂł el nombre de Diana por el de MarĂa y los paganos continuaron orando a la diosa-madre. Conservaron sus Ădolos con la imagen de ella y la iglesia profesante permitiĂł que los adorasen junto con Cristo. Pero no es mezclando de esta forma el cristianismo con el paganismo el camino de Dios pa ra ganar convertidos.
Cuando Pablo llegĂł a Efeso todavĂa no se habĂa infiltrado el paganismo. La gente era verdaderamen te convertida y en esos dĂas al convertirse al cris tianismo destruĂan las imágenes de la diosa-madre (Hch. 19:24-27). iCuán trágico fue que esta iglesia aceptara y aĂşn adoptara la idolatrĂa abominable de la diosa-madre disfrazándola bajo el hábito de la cristiandad! Finalmente, cuando el culto a MarĂa se
hizo una doctrina oficial de la Iglesia Católica, en el año 431 d. de C., fue precisamente en el Concilio de Efeso, la ciudad de la diogana pagana Diana. Es obvia la influencia pagana que indujo al Concilio a tomar esta decisión.
Otro sitio del culto idĂłlatra a la diosa-madre fue AlejandrĂa (Egipto). AquĂ era conocida bajo el nombre de Isis. Cuando el cristianismo se propagĂł hasta AlejandrĂa, se hicieron convenios similares a los que se habĂan adoptado en Roma y Efeso. El culto idĂłlatra-pagano a la madre fue cuidadosamente inyectado a la «cristiandad» por los teĂłlogos de la iglesia en dicha ciudad. Ahora, el simple hecho de que haya sido en ciudades como AlejandrĂa, Efeso y Roma donde la idolatrĂa pagana se mezclĂł primera26 mente con la cristiandad, muestra de manera definitiva la continuaciĂłn directa del antiguo paganismo.
Esto prueba más aĂşn que el culto a MarĂa no es más que el antiguo culto popular a la diosa-madre pagana y se puede confirmar notando los tĂtulos que se le confirieron a MarĂa asĂ como la forma ritual de sus cultos.
Por ejemplo, MarĂa es frecuentemente llamada «la Madonna». iEste tĂtulo no tiene absolutamente nada que ver con MarĂa, la madre de JesĂşs! En cam bio, esta expresiĂłn es la traducciĂłn de uno de los tĂtulos por los cuales la diosa babilĂłnica era conocida, y Nimrod vino a ser conocido como Baal. El tĂtulo de su esposa, la divinidad femenina, serĂa el equivalente a Baalti. En castellano esta palabra equi-
vale a «mi Señora»; en latĂn, Mea Domina, y en italiano, en una forma bien conocida, es Madonna.l
Entre los fenicios, la madre-diosa era conocida como «Nuestra Señora de los Mares»,2 y aĂşn este tĂtulo se aplica a MarĂa a pesar de que no hay absolutamente ninguna conexiĂłn entre MarĂa y el mar en los evangelios.
Las Escrituras claramente indican que sĂłlo hay un mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre (19 Tim. 2:5). A pesar de esto, el catolicismo romano enseña que MarĂa tambiĂ©n es «mediadora», y es por esto que las oraciones a ella forman una parte muy importante en el culto catĂłlico. ¿Pero cĂłmo fue que MarĂa vino a ser conocida como «mediadora»? Nuevamente tenemos la influencia del paganismo, pues la madre-diosa de Babilonia tenĂa nombres como «Mylitta», que significa «la media. dora». Y asĂ esto tambiĂ©n pasĂł a la iglesia apĂłstata, ila cual hasta hoy en dĂa habla de MarĂa como mediadora!
I.. Dos Babilonias, p. 20.
2. Diccionario bĂblico Harper, p. 47.
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aplicado Otro tĂtulo a MarĂa que es el proviene de «Reina del del paganismo Cielo». En y nin-fue fundĂł un colegio isiaco allĂ. Y para mostrar hasta
MarĂa madre gĂşn reina la madre lugar del pagana siquiera de cielo; del JesĂşs Nuevo que pero hubiera era sea Testamento este o adorada nacido. tuviera tĂtulo siglos lo que se SĂ, poseĂa dice ser hacĂa antes que nombradala de muchoMarĂadiosa-que plo quĂ© donde cionar «cristiandad» «que punto hoy el hecho estaba está estaba romana, localizada de situado que mezclado necesitamos Isis en la era BasĂlica las el adorada paganismo colinas solamente de en san vaticanas,un con Pedro,men-tem-la
raba tiempo, a la en «reina los dĂas del cielo» de JeremĂas, y practicaba que el ritos pueblo que eranado- Dios» el centro en aquella de la Iglesia forma.2que adora a la «madre de
sagrados para ella. Como podemos leer en JeremĂas AquĂ encontramos que los tĂtulos «reina del cie-
7:18-20, «Los hijos recogen la leña y los padres en- lo», «nuestra señora de los mares», «mediadora», cienden el fuego y las mujeres amasan la masa para «madonna», «madre de Dios» y otros más —que anhacer tortas a la "reina del cielo"». Y en este con- tes se atribuĂan a la diosa-madre pagana— fueron texto, es interesante notar que actualmente las mu- poco a poco aplicados a MarĂa. Tales tĂtulos indican jeres de Paphos (Cipre), hacen ofrendas a la virgen claramente que el supuesto culto a MarĂa de hoy es MarĂa, como reina del cielo, en las ruinas del anti- en realidad una continuaciĂłn del culto a la diosa guo templo de AstartĂ©.l pagana. Pero existen todavĂa más pruebas que se Como hemos visto, el nombre de la diosa-madre pueden observar en la forma en que se representa
en Egipto era Isis y su hijo Horus (Osiris). Pues a MarĂa en el «arte» de la Iglesia apĂłstata.
bien, uno de los tĂtulos por los cuales Isis era cono- Tan bien fijada en la mente pagana estaba la ima-
cida tambiĂ©n, era el de «Madre de Dios». Más tarde gen de la diosa-madne con el niño en los brazos, que este tĂtulo fue aplicado a MarĂa por los teĂłlogos de cuando los dĂas de la apostasĂa llegaron, «la antigua AlejandrĂa? Nuevamente este era un intento obvio estampa de Isis y de Horus fue finalmente acepta para hacer aparentar a la cristiandad semejante al da, no solamente entre la opiniĂłn popular, sino por viejo paganismo con la adoraciĂłn a su diosa. Bien sanciĂłn episcopal, como el retrato de la virgen y su
sabemos que MarĂa era la madre de JesĂşs, pero so- hijĂł».l Se adjuntaron representaciones de Isis y su lamente en el sentido de su naturaleza humana. El hijo en un marco de flores. Esta práctica tambiĂ©n tĂtulo catĂłlico y el significado original de Ă©ste tras- fue aplicada a MarĂa, quien casi siempre es mostracendieron y pusieron a la sencilla y humilde madre da en la misma forma, como bien lo saben los estudel Señor en una posiciĂłn exaltada ajena al Nuevo diantes del arte medieval.
Testamento. Y en la misma forma se sigue instru- La diosa egipcia Isis era frecuentemente repreyendo a los catĂłlicos actualmente. sentada como parada en la «Luna creciente» con El culto a Isis no fue limitado a Egipto. Se intro- «doce» estrellas alrededor de su cabeza.2 Incluso dujo en Roma en el año 80 a. de C. cuando Sulla esto fue adoptado para MarĂa, pues en casi todas las
in 1. our El Christianity), paganismo en p. nuestra 133, cristiandad (The Paganism 1. El hombre y sus dioses (Man and his Gods), p. 216.
2. El paganismo en nuestra cristiandad, p. 130.pág. 2. 49.Egipto de Kenrick. Vol. 1, p, 245; Isis Descubierta,
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iglesias catĂłlicas romanas del continente europeo, se pueden ver cuadros de MarĂa en la misma forma. La ilustraciĂłn que se acompaña (impresa tal como está en el Catecismo Oficial de Baltimore, EE.UU.), lmuestra a MarĂa con las doce estrellas alrededor de su cabeza y la Luna creciente bajo sus pies!
Para satisfacer las mentes supersticiosas de los gentiles, lĂderes de la Iglesia apĂłstata trataron de hacer a MarĂa similar a la diosa del paganismo y exaltarla a una superficie divina, para competir con la madre-pagana. Y de igual manera se hicieron estatuas de MarĂa —a pesar de que las Sagradas Escrituras prohĂben tal práctica—. En algunos casos, las mismas estatuas que habĂan sido veneradas como Isis (con su hijo), fueron simplemente cambiadas de nombre y se dieron a conocer como MarĂa y su hijo Cristo, de modo que continuara el antiguo culto. «Cuando el cristianismo triunfĂł —dice un autor—, estas pinturas y figuras se convirtieron en la Madonna y su hijo, sin interrupciĂłn alguna: nin-
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gĂşn arqueĂłlogo podrĂa actualmente asegurar si alguno de esos objetos representa a la una o a la otra.»l Todo esto demuestra a quĂ© grado se han rebajado los lĂderes apĂłstatas para tratar de unir el paganismo con el cristianismo. La mayorĂa de esas figuras con distintos nombres han sido adornadas con joyas en la misma forma en que lo están las imágenes de las vĂrgenes hindĂş y egipcia.
MarĂa, la madre de JesĂşs, no era rica; al contrario, era pobre. Entonces, ¿de dĂłnde vinieron las joyas y coronas que se ven en las supuestas estatuas de ella? Obviamente, tales representaciones no son cristianas; son de origen anterior al cristianismo,
Y asĂ, por compromisos unos muy evidentes y otros más disimulados, el culto a la antigua madre de los paganos fue continuado dentro de la «Iglesia» de la apostasĂa con el nombre de MarĂa, a quien se sustituyĂł en lugar de la otra. i Y este cambio ha venido engañando al mundo entero!
I. El paganismo en nuestra cristiandad, p. 129.
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CULTO A MARIA
Tal vez la prueba más significativa de que el culto a MarĂa no es otra cosa que la continuaciĂłn del culto pagano a las diosas de diversos nombres y no a la bendita madre del Señor (siempre bien amada pero no adorada por los verdaderos cristianos), es que en la religiĂłn pagana la madre era adorada tanto como su hijo o más. AquĂ hay una clave muy importante para ayudarnos a resolver el misterio contemporáneo de Babilonia. El verdadero cristianismo enseña que el Señor JesĂşs, y solamente El, es el Camino, la Verdad y la Vida, que solamentb El entre todas las criaturas de la tierra, ha podido vivir una vida sin mancha de pecado; y El es quien debe ser exaltado. Nunca su madre. Pero el catolicismo romano, demostrando la influencia del paganismo en su desarrollo, exalta a la madre tambiĂ©n y en muchas formas, la madre es más honrada que el mismo Hijo.
Bien sabemos que muchos han de tratar de negar que la Iglesia CatĂłlica atribuye una posiciĂłn divina a MarĂa. Pero al viajar alrededor del mundo, ya sea en una majestuosa catedral o en una capilla provinciana, la estatua de MarĂa ocupa el puesto primordial. Al recitar las oraciones del Rosario y del «Ave MarĂa», se repiten Ă©stas nueve veces más que el «Padrenuestro». Se acepte o no, el nombre de MarĂa
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es más importante en el catolicismo. En forma similar a la Babilonia del pasado, la diosa-madre es glorificada hoy en dĂa en la Babilonia del presente; solamente que se usa el nombre de MarĂa en vez de otros nombres bajo los cuales era conocida la diosa. Al catĂłlico se le enseña que la razĂłn por la cual se debe orar a MarĂa, es porque ella lleva las peticiones de sus adoradores a su hijo JesĂşs, y como es su madre, El contesta la oraciĂłn para complacerla. Con esto se deduce que MarĂa tiene más compasiĂłn, más comprensiĂłn y más bondad que su Hijo, el Señor JesĂşs. Ciertamente, tal suposiciĂłn es una blasfemia y va completamente en contra de las enseñanzas de las Escrituras. Sin embargo, esta idea es frecuentemente repetida en los escritos catĂłlicos.
Un notable escritor catĂłlico romano, Alfonso Ligorio, escribiĂł que las oraciones son más efectivas cuando se dedican a MarĂa, en vez de a Cristo. Y el hecho de que sus escritos lleven el sello de aprobaciĂłn de la Iglesia CatĂłlica, es evidente, ya que fue canonizado como «santo» por el papa Gregorio XIV en 1839 y fue declarado «Doctor» de la Iglesia CatĂłlica por el papa PĂo IX,
En una parte de sus escritos, Ligorio describe una escena imaginaria en la cual un pecador ve dos escaleras colgando del cielo. MarĂa está a la cabeza de una y JesĂşs en la otra. Cuando el pecador trata de subir por la de JesĂşs, ve la cara furiosa de El y cae derrotado. iPero cuando sube la escalera de MarĂa, lo hace rápida y fácilmente, y es bienvenido por ella, quien lo introduce en el cielo y lo presenta a Cristo! Entonces todo va bien. Esta descripciĂłn es para demostrar cuánto más fácil y efectivo es el ir a Cristo a travĂ©s de MarĂa.l
1. Catolicismo romano, p. 147.
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Este mismo escritor catĂłlico dijo que el pecador que se aventura a ir directamente a Cristo, puede encontrarse con la presencia de su ira. Pero si va a orar a la «virgen», ella sĂłlo tendrá que mostrar a Jesucristo «los senos que le dieron de mamar», y su furia se calmará inmediatamente.l Ciertamente tal idea va contra las Escrituras. El caso es que las Escrituras nos dan una ilustraciĂłn que niega rotundamente esta aseveraciĂłn: «Bienaventurado el vientre que te trajo y los pechos que mamaste», dijo una mujer a JesĂşs; pero El le contestĂł diciendo: «Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios y la guardan» (Lc. 11:27-28).
Obviamente, la idea de que JesĂşs era persuadido a contestar una oraciĂłn porque MarĂa le mostrase los pechos que mamĂł, es contraria a las Escrituras. Pero tal idea de los pechos no era extraña en los cultos de la diosa-madre pagana. Se han descubierto imágenes que muestran frecuentemente sus pechos desproporcionados con su cuerpo, de una manera extraña. O, como en el caso de Diana, ipara demostrar su «fertilidad», se le ilustra con unos cien senos!
El catolicismo ha intentado aĂşn más exaltar a MarĂa a una posiciĂłn netamente divina con la nueva doctrina de la «Inmaculada ConcepciĂłn», Tal enseñanza no es otra cosa que un esfuerzo más para hacer a MarĂa semejante a la diosa del paganismo, pues en los viejos mitos, ila diosa tambiĂ©n se creĂa que habĂa nacido de concepciĂłn sobrenatural! Estas viejas fábulas variaban, pero todas hablaban de in. cidentes sobrenaturales en conexiĂłn con su entrada al mundo. Enseñaban que era superior a todo mortal ordinario, que era divina. Y asĂ, poco a poco, era necesario enseñar que MarĂa tambiĂ©n entrĂł a este mundo de una manera sobrenatural, ipara hacer que
1. Dos Babilonias, p. 158.
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las enseñanzas acerca de ella concertaran con las del paganismo!
El elemento sobrenatural en las enseñanzas de la Iglesia CatĂłlica Romana sobre MarĂa, es de que ella naciĂł sin pecado original. Pero de este nacimiento no nos dicen nada las Escrituras. Acerca de MarĂa, la Biblia dice que fue una mujer virtuosa y temerosa de Dios, favorecida y escogida por El, una virgen, pero tan humana como usted y yo. Y, como humana, era miembro de la raza caĂda de Adán. Como las Escrituras declaran, «Por cuanto todos pecaron, están destituidos de la gloria de Dios». La Ăşnica excepciĂłn de esto es nuestro Señor Jesucristo. Como todo el mundo, MarĂa necesitaba de un Salvador y esto fue plenamente admitido por ella misma, cuando dijo: «Y mi espĂritu se alegrĂł en Dios, mi salvador». Obviamente, si MarĂa necesitaba de un Salvador, entonces no era salvadora. Si necesitaba de un Salvador, ella necesitaba ser salva, recibir perdĂłn, ser redimida como todos nosotros. En resumen, la divinidad de nuestro Señor no radica en el hecho de que su madre haya sido una persona exaltada o sobrehumana. No; al contrario, es divino porque El es el Ăşnico Hijo de Dios, concebido por obra y gracia del EspĂritu Santo. Su divinidad viene del Padre celestial, no del carácter sobrehumano del instrumento que Dios usĂł para su entrada en el mundo.
Debemos comprender que fue JesĂşs quien naciĂł de concepciĂłn sobrenatural, no su madre. La idea de que MarĂa era superior a otros seres humanos, fue enfáticamente rechazada por el mismo JesĂşs. Un dĂa, mientras predicaba: «...su madre y sus hermanos estaban fuera. Y le dijo uno: He aquĂ tu madre y tus hermanos están afuera, quieren hablarte. Y JesĂşs respondiĂł al que esto le decĂa: "¿QuiĂ©n es mi madre y quiĂ©nes son mis hermanos?" Y extendiendo su mano hacia sus discĂpulos, dijo: "He
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aquĂ mi madre y mis hermanos. Porque todo aquel que hiciere la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ese es mi madre, y hermano y hermana"» (Mt. 12:46-50). Claramente podemos ver que si servimos al Señor, si hacemos su voluntad, estamos en la misma categorĂa espiritual que MarĂa. Ciertamente, esta unidad en Cristo nos enseña igualdad a los ojos de Dios rechaza la idea de que MarĂa fuese una persona sobrenatural.
Sin embargo, el romanismo adoptĂł del paganismo la idea de orar a la divina-madre, de modo que tuvo que enseñar que MarĂa era una persona sobrenatural; de lo contrario, ¿cĂłmo podrĂa ella escuchar las oraciones que le dirigen cada dĂa los catĂłlicos de todo el mundo, recitando el AvemarĂa, el rosario, las letanĂas de la virgen bendita y otras más? Multiplique el nĂşmero de estas oraciones por el nĂşmero de catĂłlicos que las recitan cada dĂa. ¿Se ha imaginado que MarĂa tendrĂa que escuchar 46.296 peticiones por segundo? Y esto es un cálculo conservadore Está claro que nadie más que Dios puede hacer esto. Sin embargo, los catĂłlicos creen que MarĂa escucha todas estas oraciones y entonces, por necesidad, itienen que exaltarla a una posiciĂłn divina, sea bĂblica o no!
Tratando de justificar tan innecesaria exaltaciĂłn de MarĂa, los lĂderes catĂłlicos han buscado algĂşn fundamento bĂblico para sostener esta creencia. Las palabras de Gabriel a MarĂa «Bendita tĂş entre las mujeres» (Lc. 1: 28) han sido frecuentemente referidas a este respecto. Seguramente que las palabras de Gabriel indican que MarĂa fue favorecida de Dios; pero no la hicieron una persona divina, simplemente porque fue «bendita entre las mujeres», pues mil trescientos años antes fue pronunciada una bendiciĂłn similar a Jael, mujer de Heber Cineo (Jc. 5:24). La Biblia, sencillamente, nos demuestra que MarĂa
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era «bendita entre las mujeres», pero esto no significa que debemos adorarla, orar a ella o hacerla una diosa.
Antes de PentecostĂ©s MarĂa estaba reunida con los discĂpulos esperando la promesa del EspĂritu Santo. Leemos que los apĂłstoles «perseveraban unánimes en la oraciĂłn, con las mujeres y con MarĂa, la madre de JesĂşs y con sus hermanos» (Hch. 1:14). Ciertamente, las Escrituras no dicen que los discĂpulos estaban orando a MarĂa; la ilustraciĂłn que acompaña —tal como es vista en los catecismos catĂłlicosl— intenta dar a MarĂa una posiciĂłn central. Pero como sabe todo estudiante bĂblico, los discĂ-
pulos en esa ocasiĂłn no estaban mirando a MarĂa; estaban buscando que el Cristo resucitado, quien habĂa ascendido al cielo, les enviase el don del EspĂritu Santo. NĂłtese tambiĂ©n que en el dibujo, no solamente están los discĂpulos mirando a MarĂa, sino que tambiĂ©n el EspĂritu Santo (en forma de paloma) se ve volando sobre ella. De acuerdo a las Sagradas
I. Catecismo oficial de Baltimore (NĂşmero 2). LecciĂłn nĂşm. II.
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Escrituras, la Ăşnica persona sobre quien el EspĂritu Santo descendiĂł en esa forma fue sobre el mismo JesĂşs, no sobre su madre. Por otra parte, y aunque parezca increĂble, la diosa-virgen pagana, bajo el nombre de Juno, era frecuentemente representada con una paloma en su cabeza, como tambiĂ©n lo eran AstartĂ©, Cibeles e Isis.L Y asĂ, la influencia pagana en tales cuadros, aparece de un modo bien claro.
Otro intento por glorificar a MarĂa —exaltarla a un plano que la Escritura no le otorga— puede notarse en una doctrina catĂłlica, conocida como la perpetua virginidad de MarĂa. Esta enseña que MarĂa continuĂł virgen toda su vida. Pero tal doctrina no fue nunca enseñada por Cristo o por sus discĂpulos. Como lo explica la Enciclopedia Británica, la doctrina de la perpetua virginidad de MarĂa no fue enseñada sino hasta cerca de trescientos años despuĂ©s del regreso de nuestro Señor al cielo. No fue sino hasta despuĂ©s del Concilio de Calcedonia, en el año 451, que esta infundada suposiciĂłn fue aprobada oficialmente por Roma.2
Al contrario de las enseñanzas catĂłlicas, la Biblia muestra claramente que MarĂa no continuĂł como virgen a travĂ©s de toda su vida. La Biblia enseña que nuestro Señor Jesucristo naciĂł de la virgen MarĂa —concebido en virginidad y nacido sobrenaturalmente (Mt. 1:23)—. Enfáticamente creemos en el nacimiento virginal de JesĂşs. Pero despuĂ©s del nacimiento de El, MarĂa dio a luz a otros hijos, los hijos naturales de su uniĂłn con JosĂ©, su esposo.
En Mateo 1:25 leemos que JesĂşs fue el hijo «primogĂ©nito». La Biblia no dice que MarĂa haya parido a un solo hijo, sino que nos dice que JesĂşs fue su primer hijo. El hecho de que JesĂşs fuera el primogĂ©nito, indica que despuĂ©s nacieron de MarĂa otros
1. Doane, p. 357,
2. vol. 14, p. 999.
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hijos. Siempre en el lenguaje lĂłgico normal, un primero requiere un segundo.3 Pero fuera de esta lĂnea de razonamiento, las Escrituras no dejan lugar a dudas del hecho de que MarĂa tuvo otros hijos despuĂ©s del nacimiento de JesĂşs. Sus nombres son anotados en la Biblia, como sigue: «Jacobo, JosĂ©, SimĂłn y Judas» (Mt. 13:55). Además de estos hermanos, el versĂculo siguiente menciona a las hermanas de JesĂşs. Las gentes de Nazareth dijeron: «¿...y no están todas sus hermanas con nosotros?» La palabra «hermanas» está en plural, de modo que sabemos que tu, vo por lo menos dos hermanas. Pero si nos fijamos un poco más, veremos que el pasaje indica que JesĂşs no sĂłlo tenĂa dos hermanas, sino que por lo menos tenĂa tres. Notemos que el versĂculo habla de «todas» sus hermanas. Por regla general, cuando nos referimos solamente a dos personas, decimos «ambas» y no «todas» ellas, Esto, definitivamente, implica que la expresiĂłn se refiere a tres o más hermanas. Si entonces añadimos tres hermanas y cuatro hermanos además de JesĂşs, resulta que MarĂa, tuvo ocho hijos.
El Señor JesĂşs naciĂł de MarĂa sobrenaturalmente, por un nacimiento virginal, los otros siete hijos que ella tuvo, nacieron normalmente; fueron engendrados por su esposo JosĂ©. Pero la actitud catĂłlica es que JosĂ© conservĂł a MarĂa como virgen por el resto de su vida. Sin embargo, ella fue virgen segĂşn las Escrituras «solamente» hasta despuĂ©s del nacimiento de JesĂşs. JosĂ© no la conociĂł hasta que pariĂł a su hijo primogĂ©nito y lo llamĂł JesĂşs. JosĂ© no conociĂł a MarĂa hasta despuĂ©s del nacimiento de JesĂşs. Pero más tarde, JosĂ© y MarĂa tuvieron uniĂłn matrimonial y dieron a luz a varios hijos tal como lo enseñan las Escrituras. Estudiando lo que la Bi-
3. La palabra prototok08, que usa el evangelio, significa claramente primer nacido.
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blia enseña, nos damos cuenta de que la doctrina de la perpetua virginidad de MarĂa es completamente falsa.
Durante los dĂas de la apostasĂa —para hacer más clara la identificaciĂłn de MarĂa con la madre-diosa que las naciones venĂan adorando hacĂa cientos de años—, algunos exagerados admiradores de MarĂa comenzaron a enseñar que el cuerpo de MarĂa nunca sufriĂł corrupciĂłn, sino que ascendiĂł a los cielos al igual que Jesucristo y que allĂ sentada hoy en dĂa, como la «Reina del cielo» para recibir culto y oraciones. No fue sino hasta este siglo que la doctrina de la ascensiĂłn de MarĂa se proclamĂł oficialmente como una doctrina de la Iglesia CatĂłlica Romana. Fue tan sĂłlo en el año 1950 que el papa PĂo XII declarĂł que el cuerpo de MarĂa no sufriĂł corrupciĂłn, sino que fue llevado al cielo. Obviamente, dicha doctrina de la ascensiĂłn de la virgen, no es parte de la doctrina del Nuevo Testamento.
He aquĂ las palabras de uno de sus admiradores. san Bernardo, que favorecen la posiciĂłn catĂłlica en este aspecto «En el tercer dĂa, despuĂ©s de la muerte de MarĂa, cuando los apĂłstoles se juntaron alrededor de su tumba, la encontraron vacĂa. El cuerpo sagrado habĂa sido llevado al paraĂso celestial. La tumba no tuvo poder sobre alguien inmaculado. Pero no fue sificiente que MarĂa haya sido recibida en el cielo; ella no era cualquier ciudadano ordinario; tenĂa aĂşn mayor dignidad que el más alto de los arcángeles. MarĂa habĂa de ser coronada reina del cielo por el Padre Eterno; ella habĂa de tener un trono a la mano derecha de su hijo. Ahora, dĂa tras dĂa, hora tras hora, ella está orando por nosotros, obteniendo gracia para nosotros, preservándonos del peligro, protegiĂ©ndonos de la tentaciĂłn, llenándonos de sus bendiciones».
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Bien puede decirse que el culto a MarĂa en su plenitud, está basado en esta creencia de que ella ascendiĂł a los cielos. Pero la Biblia no dice nada en absoluto de tal «ascensiĂłn de MarĂa». Al respecto, Juan 3: 13 dice: «Y nadie subiĂł al cielo, sino el que descendiĂł del cielo, el Hijo del Hombre, que está en el cielo, nuestro Señor Jesucristo». El es quien está sentado a la diestra de Dios Padre. El es quien es nuestro Mediador. El es quien nos llena de bendiciones, ino su madre!
La Biblia no dice nada de Orar a una mujer, sea MarĂa o cualquier otra. Este culto falso es repetidamente prohibido en la Biblia. Las verdaderas oraciones deben ser dirigidas a nuestro Señor mismo, «Porque. hay an Dios asimismo un mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre» (l.a Tim. 2: 5). La simple idea de «orar a MarĂa» como mediadora y como «reina del cielo», no es más que un paganismo disfrazado con el nombre de MarĂa.
Junto con las oraciones a «MafĂa» está el rosario, el cual, como hemos de ver, es igualmente de origen pagano. Como un instrumento, el rosario es una ca-
dena con quince series de pequeñas bolitas; cada serie está marcada por una bola más grande. Los bordes de la cadena se juntan con una medalla con la efigie de MarĂa. De esta medalla cuelga una cadena corta al final con una cruz.
Los objetos en el rosario son para contar oraciones, las cuales son repetidas una tras otra. Tal instrumento —muy bien conocido— forma parte importante del culto catĂłlico. Pero como tantas otras cosas en la Iglesia CatĂłlica, el rosario no es un ins41
trumento cristiano sino una invencióón pagana. Mucho antes de que existiera una Iglesia Católica, el rosario era ya usado comúnmente en casi toda nación pagana.
Se encontrĂł un medallĂłn en Citium (Chipre) que habĂa sido colonizado por los fenicios, el cual tiene un cĂrculo de cuentas que se semejan al rosario. Este rosario fue usado en el culto a AstartĂ©, la diosa-madre, cerca de ochocientos años antes de Cristo. Este mismo «rosario» se puede ver en muchas de las monedas encontradas que se usaban en Fenicia.
Los bramas han usado desde hace mucho tiempo rosarios con cientos de canicas. Los adoradores de Vishnu dan a sus hijos rosarios de 108 canicas. Un rosario similar es usado por millones de budistas en la India y en el TĂbet.l Los musulmanes constantemente oran por los noventa y nueve nombres de Alá con su rosario Tasbih de 99 canicas.2 Los adoradores a Siva tienen un rosario con el cual repiten, si es posible, todos los mil ocho nombres de su dios.3
Cuando los misioneros catĂłlicos visitaron la India, JapĂłn y MĂ©xico por vez primera, sitios Ă©stos en los cuales el nombre de Cristo jamás se habĂa escuchado, ise sorprendieron al encontrar rosarios usados por los paganos! Los adoradores del demonio en el TĂbet y China usan rosarios para sus rituales. Los rosarios son frecuentemente nombrados en los libros sagrados de los hindĂşes.4 El rosario era usado en la Grecia asiática y tal es el objeto con canicas visto en las estatuas de la diosa Diana.5 Escritos de
1. La cruz en tradiciĂłn, historia y arte, p. 21.
2. Enciclopedia de religiones, Vol. 3, p. 203.
3. -Ibid., p. 203.
4. Doane, p. 344.
5. Las dos Babilonias, p. 187.
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dos y tres . siglos antes de Cristo mencionan el uso del rosario dentro de varias religiones paganas. Y no solamente estaba el rosario en evidencia en todos estos paĂses y dentro de todas estas religiones que hemos mencionado, sino que tambiĂ©n era usado en los dĂas del paganismo en Roma, en donde las mujeres se adornaban el cuello no solamente por razones ornamentarias, sino como recordatorio de oraciĂłn en sus religiones paganas. La palabra «collar», Monile, significa «recordatorio»' es decir, medio para recordar.
Nadie puede negar el hecho de que el instrumento del rosario era usado en la Ă©poca precristiana y por religiones no cristianas. Incluso la misma Enciclopedia CatĂłlica, dice: «En casi todos los paĂses nos encontramos con algo similar al rosario para contar las oraciones».
De todas maneras, ni Cristo ni los apĂłstoles enseñaron nunca a orar empleando algĂşn instrumento u objeto para contar las oraciones. El memorizar oraciones y luego repetirlas una y otra vez mientras que contamos las canicas, realmente se convierte en un ejercicio de memoria en vez de una expresiĂłn espontánea del corazĂłn. Considerando que su uso no tiene base bĂblica y que su origen proviene de tribus aborĂgenes paganas, el rosario no es más que otro ejemplo de cĂłmo el paganismo fue mezclado con la religiĂłn catĂłlica.
La oraciĂłn más frecuentemente repetida y la prin. cipal del rosario, es el «AvemarĂa», que se dice de la siguiente forma: «Dios te salve, MarĂa; llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tĂş eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, JesĂşs. Santa MarĂa, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. AmĂ©n».
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Recitar el rosario completo ocupa quince minutos. equiere la repeticiĂłn del AvemarĂa 53 veces, del Padrenuestro 6 veces, 5 misterios, 5 meditaciones de los misterios, 5 glorias y una repeticiĂłn del llamado «Credo de los ApĂłstoles». Bien, notemos en dĂłnde está puesto el Ă©nfasis. ¿Cuál es la que se repite más frecuentemente? La oraciĂłn a MarĂa. El caso es que el AvemarĂa es repetido nueve veces más que el Padrenuestro. Pero, preguntamos, ¿es más importante o efectiva una oraciĂłn compuesta por hombres* y dirigida a MarĂa nueve veces, que una oraciĂłn enseñada por JesĂşs y dirigida a Dios mismo? Tal Ă©nfasis en la «madre» indica claramente la mezcla del pĂ ganismo en el sistema de Roma.
El repetir una oraciĂłn una y otra vez es indicado en la Biblia como una práctica del paganismo. Por ejemplo, oraciones repetidas se ofrecĂan a Diana en conexiĂłn con su culto en Efeso. Estas oraciones consistĂan de una corta frase religiosa, repetida una y otra vez; tal como podemos ver en Hechos 19:34. En este pasa,je, los idĂłlatras de la diosa-madre «...todos gritaron casi por dos horas: grande es Diana de los efesios». Todos gritaban esto una y otra vez, y al igual que estos adoradores de Diana, usaban frases repetidas en su culto, asimismo hoy dĂa, la mis. ma clase de oraciĂłn no bĂblica continĂşa en la Iglesia CatĂłlica aplicada a MarĂa. Pero Jesucristo se oponĂa radicalmente a la práctica de repetir oraciones una y otra vez y asĂ lo expresĂł: «Y cuando ores —dijo—, no uses vanas repeticiones como lo hacen los gentiles, porque ellos se imaginan que han de ser oĂdos
* La alegaciĂłn catĂłlica romana de que son las palabras con que el ángel saludĂł a MarĂa, sĂłlo es en parte cierta, pues sĂłlo dos palabras son de labios angĂ©licos y todas las demás que cambian bastante el texto y el sentido del mensaje del ángel Gabriel a MarĂa fueron añadidas por los inventores del rosario romano. — Nota; Ed.
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por su uso de muchas palabras. No os hagáis, pues, semejantes a ellos, porque vuestro Padre sabe de quĂ© cosas tenĂ©is necesidad antes que vosotros pidáis» (Mt. 6:7-13). En este pasaje nuestro Señor, en tĂ©rminos claros, nos pide no orar repitiendo la misma oraciĂłn una y otra vez. JesĂşs declarĂł enfáticamente que esto era ritualista. Debemos creerle y obedecerle a El.
De todas las oraciones del rosario, la Ăşnica que es tomada directamente de la Biblia, es el «Padrenuestro». Pero aun esta oraciĂłn no debe repetirse una y otra vez, pues es a continuaciĂłn de habernos dicho El que no usáramos repeticiones y muchas palabras como lo hacen los paganos, que dice en el siguiente versĂculo: «De esta manera debĂ©is orar: Padre nuestro, que estás en los cielos...». Y les dio a los apĂłstoles esta oraciĂłn breve como ejemplo. En el mismo párrafo en que les indicĂł no repetir palabras en vano, el Señor JesĂşs dio esta oraciĂłn como algo opuesto al tipo de oraciones de los paganos; sin embargo, en desobediencia directa a las Escrituras, los catĂłlicos son enseñados a repetir esta preciosa oraciĂłn una y otra vez en lugar de imitarla. Y si el Padrenuestro no debe repetirse, cuánto menos debe. mos repetir la más breve oraciĂłn hecha por hombre y dirigida, no a Dios, sino MarĂa, la madre humana de JesĂşs,
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SANTOS, SANTORAL Y SIMBOLISMOS
Además de las oraciones y devociones ofrecidas a MarĂa, los catĂłlicos. romanos tambiĂ©n dan honores y oraciĂłn a varios «santos». Estos santos, segĂşn la Iglesia CatĂłlica, son mártires o gentes notables e la «Iglesia» que han muerto y los Papas los han designado como «santos». En este capĂtulo hemos de ver, sin lugar a dudas, que la idea de orar a los santos no es más que una continuaciĂłn de viejas devociones que los paganos daban a los dioses y diosas de su religiĂłn, desde tiempos atrás. Pero antes de abordar estas evidencias, fijĂ©monos en las Sagradas Escrituras y veremos lo que ellas enseñan acerca de los santos.
De acuerdo con la Biblia, todo verdadero cristiano es un santo. No hay ninguna indicaciĂłn de que una persona pueda ser hecha santa despuĂ©s de su muerte. No es el Papa quien hace a los santos. Es asunto de Dios. En las Escrituras, los santos siempre son gentes vivientes, nunca muertos. Por ejemPIO, cuando Pablo escribiĂł a los efesios, se les dirigiĂł de esta forma: «A los santos y fieles en Cristo JesĂşs que están en Efeso» (Ef. 1:1). Su carta a los Filipenses, dice: «A todos los santos en Cristo JesĂşs que están en Filipos» (Fil, 1:1). Los antiguos cristianos en la iglesia de Roma fueron llamados santos (Rom. 1:7 y 16: 15), como tambiĂ©n lo fueron
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los cristianos que vivĂan en Corinto (l.a Cor. 1:24 y
De modo que si queremos que un «santo» ore por nosotros, debemos encontrar a un cristiano y pedirle que se una en oraciĂłn con nosotros. Pero si tratamos de comunicarnos con personas que han muerto, ¿quĂ© más puede ser sino una forma de espiritismo? La Biblia, repetidas veces, condena todo propĂłsito de comunicarnos con los muertos, pues es un acto satánico (v. Is. 8:19-20). Sin embargo, muchos recitan el «Credo de los ApĂłstoles» que dice «Creo en la comuniĂłn de los santos», y piensan que esto se refiere no sĂłlo a los vivos sino tambiĂ©n a los muertos. «Una ayuda mutua, satisfacciĂłn, oraciĂłn y otras buenas obras, una comunicaciĂłn mutua» (Nueva Enciclopedia CatĂłlica, Vol. IV, p. 41).
Pero las Escrituras están contra la idea de que los vivos pueden ser favorecidos o beneficiados por oraciones a los muertos, o a travĂ©s de ellos. Tal enseñanza es completamente ajena a la Biblia. Entonces, ¿cĂłmo entraron estas cosas a la Iglesia Romana?
De nuevo debemos mirar a la «madre» de las religiones falsas —Babilonia—. AllĂ, desde Ă©pocas pasadas, encontramos que las gentes oraban a muchos dioses y les daban honra. De manera que el sistema babilĂłnico se desarrollĂł hasta que tuvo casi cinco mil dioses y diosas.l En la misma forma en que los catĂłlicos creen en los «santos», los babilonios creĂan que sus dioses y diosas habĂan sido una vez hĂ©roes vivientes en la tierra, y despuĂ©s de muertos habĂan pasado a un plano más elevado.2
«Cada dĂa y cada mes estaban protegidos por una
I. En el principio, p. 65.
2. Enciclopedia de religiones, Vol. 2, p. 78.
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divinidad particular.»3 Algunos de estos dioses y diosas estaban asociados con las temporadas, otros con ciertos eventos de la vida y aun otros con varias ocupaciones de trabajo.
Desde Babilonia —tal como toda otra forma de idolatrĂa de la gran «madre»— se diseminĂł el culto a estos «dioses» por las naciones. Los budistas de la China, por citar uno de muchos ejemplos, tienen su «culto a varias divinidades, como el de la diosa de los marineros, el dios de la guerra, los dioses de varias vecindades u ocupaciones».l
Cuando Roma conquistĂł el mundo este sistema de dioses y diosas fue infiltrado en la misma forma dentro de la religiĂłn pagana de Roma. Brighit, por ejemplo, era diosa de la poesĂa y los herreros; Juno Regina, era la diosa de la femenidad, el matrimonio y la maternidad; Minerva era la diosa de las escuelas de sabidurĂa, de los mĂşsicos y de los artesanos; Venus era la diosa del amor sexual y el nacimiento; Vesta era la diosa de los panaderos y fuegos sagrados; HĂ©rcules era el dios del vino y el gozo; Mercurio era el patrĂłn divino de los mercaderes y oradores y ladrones; Opus era la diosa de la fortuna; Bellona era la diosa de las batallas; los dioses paganos Castor y Pollux eran los protectores de Roma y de los viajeros del mar; Apolo era el dios de la medicina y la salud; Cronos era el dios del tiempo y guardián de los juramentos, y Jano era el dios de las puertas y entradas?
Y asĂ, las ideas babilĂłnicas de los dioses y las diosas, asociados con diferentes dĂas y eventos de la vida, se establecieron en la Roma pagana. Más
3. La Historia del mundo, según historiadores, vol. 1, pág. 518.
I. Historia de los cultos mundiales, p. 621.
2. Durant, vol. 3, p. 61-63; Culto del Mundo, p. 179; Vida en el mundo romano, p. 377.
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tarde, cuando vino la apostasĂa, esta misma práctica entrĂł en la «iglesia» de Roma. Como los nuevos creyentes del paganismo se resistĂan a abandonar la vieja costumbre de orar a diversos «dioses», de no ser que encontraran algo similar en la cristiandad, estos dioses y diosas simplemente recibĂan un nombre nuevo y se les llama «santos». Exactamente igual como en el culto pagano estos cristianos fieles fallecidos eran asociados con varias ocupaciones, cada cual con su dĂa especial, naturalmente, sin poder consultarles si aceptaban o no el encargo papal. De este modo la antigua creencia pagana continuĂł y sigue siendo una parte muy importante de la Iglesia CatĂłlica. Esto puede verse . en la siguiente tabla de santos catĂłlicos patronos de diversas ocupaciones y sus dĂas especiales.
Actores San Genis 25 agosto
Arquitectos Santo Tomás 21 diciembre
AstrĂłnomos San Corninico 4 agosto
Atletas San Sebastián 20 enero
Aviadores Ntra. Señora de Loreto IO diciembre
Panaderos Santa Isabel 19 noviembre Banq ueros San Mateo 21 septiembre
Barberos Santos Cosme y Damián 27 septiembre
Limosneros San Alejandro 17 julio
Libreros San Juan de Dios 8 marzo
Albañiles San Esteban 26 diciembre
Constructores San Vicente Ferrer 5 abril
Carniceros San Adrián 28 septiembre
ChĂłferes San CristĂłbal 30 agosto
Comediantes San Vito 15 junio
Cocineros Santa Marta 29 julio
Dentistas San Apolinar 9 febrero
Doctores San Lucas 18 octubre
Editores San Juan Bosco 31 enero
Pescadores San Andrés 30 noviembre
Floristas Santa Dorotea 6 febrero
Obreros Santiago el Mayor 25 julio
Cazadores San Humberto 3 noviembre
Abogados San Ives 19 mayo
Mercaderes San JerĂłnimo 30 septiembre Mineros San Francisco de AsĂg 4 octubre
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Notarios Santa Cecilia 22 noviembre Cáncer Santa Peregrina
abril Sordera San Mauricio
25 abril Enfermedades de los senos Santa Agata
18 octubre Enfermedades dĂ© los ojos Santa LucĂa
29 septiembre Enfermedades de garganta San Blas
24 marzo Epilepsia y nervios San Vito
15 noviembre Enfermedades de los pies San VĂctor
12 marzo Fiebre
Gota
VesĂcula
Dolor de cabeza
Enfermedades , del corazĂłn
Locura
Esterilidad
Enfermedades de la piel San Jorge
San Andrés
San Liberio
San Daniel
San Juan de Dios
Santa Dimpna
San Giles
San Roque
Músicos Santa Bárbara 4 d iciembre
Enfermeras San Marcos Evangelista
Pintores Santa Catalina
PolicĂas San Lucas
Carteros San Miguel
CientĂficos San Gabriel
Cantantes San Alberto
EstenĂłgrafos San Gregorio
Estudiantes San Genesio 25 agosto
Sastres Santo Tomás de Aquino 7 mayo Cobradores San Bonifacio 5 junio de impuestos San Mateo 21 septiem bre
Profesores San Gregorio el Grande 12 mayo
1 2 3 4 5 6
Dia 2 Manuel Basili Sta Cenoveva St ntus Sta Ep del Senyor La Iglesia CatĂłlica tambiĂ©n tiene «santos patronos» para las siguientes situaciones:
7 8 9 10 11 12 13
Ram on P. Bap de Jesús St Marcel'li st Guillem St A St Victona st Hilan Mujeres estériles San Antonio
Bebedores San Nicolás
14 15 16 17 18 19 20 Niños San Dominico
Animales domésticos San Antonio Abad
St de N. St Pau St Marcel St Antcru A Sta. Marganda St Canut St SebastlĂĄ Emigrantes San Francisco Problemas familiares San Eustaquio
21 22 23 24 25 26 27 Fuego San Lorenzo
Inundaciones San ColĂłn
Sta St Vicenç St ilde¶ons St Francesc S. Conv. de TimoteuTifus Sta de Angela truenos Santa Bárbara
St Pau Tempestades y
Amantes San Rafael
28 29 30 31 Solteronas San Andi•Ă©s
St Toma. dl St Pere N. St joan Bosco Dia IOMmvant Dia 1 ? Nova Dia24 Creixent Pobres San Lorenzo
Mujeres encinta San Gerardo
La ilustraciĂłn adjunta indica cĂłmo los calenda- TelevisiĂłn Santa Clara rios catĂłlicos designan ciertos dĂas para sus «san- TentaciĂłn Santa GervasioCirĂaca tos» Además de los «santos» que están dedicados a Captura de ladrones Santa San Felicitas Tener hijos
ciertas ocupaciones, los catĂłlicos son exhortados a Obtener esposo San JosĂ© orar a los siguientes «santos» para ayuda respecto Obtener esposa Santa Ana a estas enfermedades: Encontrar objetos San Antonio Anacoreta
Artritis Santiago Sin duda alguna, el sistema catĂłlico de los santos Mordida de perro San Humberto patrones no es más que una continuaciĂłn de las Mordida de vĂbora Santa Hilaria antiguas creencias paganas en dioses dedicados a
Ceguera
San Rafael dĂas, ocupaciones y a varias necesidades de la vida.
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Como el culto a los santos es en realidad una con- El antiguo templo mejor conservado que se halla tinuaciĂłn de estos dioses falsos, iel romanismo es en Roma, es el PanteĂłn, el que en antiguos tiempos hallado culpable del pecado de adorar a «otros dio- era dedicado (de acuerdo con la inscripciĂłn en el ses» fuera del Dios verdadero! , una práctica que es portal) a «Jove y todos los dioses». Sin embargo, condenada repetidas veces en las Escrituras. Ă©ste fue consagrado de nuevo por el papa BonifaEste mĂ©todo de sustituir «santos» en cambio de cio IV «a la madre de Dios y todos los santos». Otro «dioses» paganos, se hizo tan popular, que para el templo pagano en Roma, el cual estaba consagrado siglo x 25.000 santos habĂan sido canonizados por la anteriormente a la Bona Dea (la buena diosa), fue Iglesia CatĂłlica Romana. Al mezclar las dos religio- «cristianizado» y dedicado a la virgen MarĂa. En un nes, tanto los paganos como los que profesaban ser sitio anteriormente consagrado al dios Apolo, ahora cristianos, aumentaron el nĂşmero de imágenes deexiste el templo de san Apolinar, y donde antes hala Iglesia Romana. bĂa estado el templo de Marte, actualmente se en Pero para hacer menos obvia tan aparente mez- cuentra la iglesia de san MartĂn.2 cla, siempre que era posible, ilos lĂderes del roma- En un intento más de unir el paganismo a la nismo sustituĂan un nombre de resonancia cristiana cristiandad, ilĂderes de la Iglesia apĂłstata enseñaque fuera similar al nombre del viejo dios pagano ron que JesĂşs naciĂł en una cueva! Claro está que que reemplazaba. Por ejemplo, la diosa Victoria de no hay autoridad escrita para indicar tal cosa. Al los Alpes-Bajos ifue nombrada como santa Victo- contrario, la cueva que es mostrada en BelĂ©n como ria! La diosa pagana Osiris fue nombrada santa Ono- el lugar de nacimiento de JesĂşs, es hoy una capilla Iria; Cheron, como san Cesarino; Artemis, como san en la cual el dios babilĂłnico Tammuz era adorado. ArtĂ©mides; Dionisio, como san Dionisio; Apolo, co- Esto fue mencionado por JerĂłnimo, notable escri mo san Apolinar, y Marte como san MartĂn.l tor cristiano del siglo IV.3
La diosa pagana Brighit (considerada como la hija en del sus dios-Sol, brazos) la fue cual simplemente era representada nombrada con un «santahijonismo Y asĂ, muriĂł a travĂ©s solamente del para Imperio renacer romano, en la el Iglesiapaga-
BrĂgida». En los dĂas del paganismo, su templo prin-CatĂłlica Romana. Templos y capillas fueron camcipal en Kildare era servido por vĂrgenes, quienes biados de nombre y su culto continuĂł —pasando cuidaban de los fuegos sagrados. Cuando ocurriĂł ahora de dioses a santos cristianos—. Al mezclar to la apostasĂa de la Iglesia con la incorporaciĂłn del do este paganismo con el cristianismo, no solamenpaganismo, el templo se convirtiĂł en un «convento». te continuĂł la devociĂłn a los viejos Ădolos paganos, Sus vĂrgenes se hicieron «monjas». Y continuaronsino tambiĂ©n la costumbre de construir y venerar atendiendo el fuego ritual dedicado a la diosa; sĂłlo imágenes. En algunos casos la misma estatua que que ahora era nombrado el «fuego de santa BrĂgi-habĂa sido adorada como un dios pagano, fue nom-
da».2brada como un santo cristiano iY la devociĂłn con tinuĂł! Una estatua de JĂşpiter, por ejemplo, fue un
1. El hombre y sus dioses, p. 227; Durant, p. 745; Doa-
ne, p. 396. 2. Mitos bĂblicos, p. 396.
2. Festivales, santos dĂas y dĂas de santos, p. 26.3. EpĂstola Ad Paulinum.
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poco cambiada y se le llamĂł Pedro (como veremos en el capĂtulo siguiente).
Otros Ădolos y estatuas fueron «cristianizados» y la idolatrĂa satánico-pagana siguiĂł ahora disfrazada. A travĂ©s de los siglos, más y más estatuas han sido adoptadas y veneradas hasta que actualmente hay iglesias en Europa que contienen dos, tres y cuatro mil estatuas.l Ya sea en las impresionantes catedrales o en pequeñas capillas o ermitas construidas en las afueras de grandes ciudades antiguas, en los tableros de automĂłviles o frĂamente sonrientes en imágenes colgadas de una cadenita sobre los pechos de prostitutas.
En todos estos sitios se pueden encontrar en
abundancia los Ădolos del catolicismo. Y el uso de tales Ădolos e imágenes identifica claramente a la Iglesia CatĂłlica Romana como una continuaciĂłn del paganismo, no de la Iglesia pura, sin contaminaciĂłn, de la cual hablan las Sagradas Escrituras.
El uso de los Ădolos —no importa el nombre que se les dĂ©— es babilĂłnico; porque como lo menciona Herodoto, Babilonia fue la cuna de la cual todo sistema de idolatrĂa se desparramĂł entre las naciones, a pesar de que Dios repetidamente ha advertido a su pueblo no seguir la práctica de usar Ădolos en sus cultos.
La Biblia dice: «No te harás imagen, ni ninguna semejanza de cosa que estĂ© arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra» (Ex. 20:4). «No harĂ©is para vosotros Ădolos, ni escultura, ni os levantarĂ©is estatua, ni pondrĂ©is en vuestra tierra piedra pintada para inclinaros a ella» (Lev. 26:1). «Ni los idĂłlatras heredarán el reino de Dios» (l.a Cor. 6:9-10). «Hijitos, guardaos de los Ădolos» (l.a Jn. 5:21).
1. Enciclopedia de religiĂłn y Ă©tica, art. «Idolos e imágenes».
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Claramente, las Escrituras están contra el uso de los Ădolos e imágenes en el culto de la iglesia. La iglesia del principio, la verdadera Iglesia, nunca los usĂł. Pero cuando vino la «apostasĂa» y se mezclaron el paganismo y la cristiandad, se hizo un uso comple to y libre de los viejos Ădolos paganos los cuales here dĂł la «Iglesia». Los lĂderes apĂłstatas de la Iglesia sintieron que como alguna de estas estatuas eran tan valiosas —algunas de ellas estaban cubiertas de oro y plata— deberĂan ser rededicadas y continuar usándolas. ¿Pero quĂ© dice Dios acerca de este razonamiento? «Las esculturas de sus dioses quemarás en el fuego, no codiciarás plata ni oro de sobre ellas para tomarlo para ti, porque no tropieces en ello, pues es abominable a Jehová tu Dios» (Deut. 7:25).
Los israelitas, no sĂłlo debĂan destruir los Ădolos de las naciones gentiles que conquistaban, sino que, además, debĂan «destruir todas sus pinturas» (NĂşmeros 33:52). Estas eran las pinturas de las divini dades paganas. De modo que no solamente es con denado por las Escrituras el uso de los Ădodos, sino que como las pinturas son veneradas con frecuencia en forma supersticiosa, Ă©stas tampoco tienen virtud alguna como culto verdadero. Es extraño que algunas religiones condenen el uso de las estatuas y, sin embargo, ihagan uso pleno de pinturas de las mismas! ¿Pero cuál es la diferencia? La estatua es tridimensional mientras que la pintura es una superficie plana. Pero ninguna fue usada por los apĂłstoles o la Iglesia del Nuevo Testamento. No fue sino hasta el siglo v
que las pinturas de MarĂa, Cristo y los «santos» o los icĂ’nos o imágenes de relieve comenzaron a hacerse y a usarse como objeto de adoraciĂłn.
Y asĂ como los paganos ponĂan un redondel o aureola sobre las cabezas de sus dioses, de igual manera la Iglesia apĂłstata continuĂł esta práctica, y asĂ puede verse cĂłmo san
AgustĂn es representado en li bros catĂłlicos con un disco so bre su cabeza. Todos los «san tos» del catolicismo se representan igual. Para ver que es, ta práctica fue tomada del paganismo debemos notar el di bujo de Buda, el cual tiene, tambiĂ©n, el sĂmbolo del redondel alrededor de su cabeza. En realidad, esta práctica es babilĂłnica. Los artistas y escultores de la vieja Babilonia ponĂan el disco o aureola alrededor de cualquier personaje que que-
rĂan representar como a un dios o diosa.l Esta cos tumbre continuĂł dentro de las religiones paganaS hasta los dĂas del Imperio romano. La ilustraciĂłn demuestra la forma en que los romanos ilustraban a Circe, la diosa pagana hija del Sol, con un redondel sobre su cabeza. De su uso pagano en Roma, el mismo sĂmbolo pasĂł a la Roma papal y ha continuado hasta hoy en dĂa, como es evidente por las
1. SĂmbolos antiguos paganos y modernos cristianos, pág. 35.
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miles de pinturas y cuadros de «MarĂa Ăż de los santos».
Cuando llegĂł la apostasĂa se hicieron pinturas que suponĂan ser semejanzas de Cristo, con «rayos dorados» alrededor de su cabeza. Esta era exactamente la misma forma con la que el dios-Sol de los paganos habĂa sido representado por varios siglos. Otro intento de unir el paganismo con el cristianismo. Hoy dĂa, tanto las iglesias catĂłlicas como las protestantes (en su mayorĂa) hacen uso de cuadros de Cristo. Pero las Escrituras no nos dan una descripciĂłn de las facciones fĂsicas de JesĂşs. No fue hecha ninguna pintura de El durante su vida en la tierra. La Iglesia de los primeros cuatro siglos no tenĂa pinturas de El. Es evidente que las llamadas pinturas de Cristo, al igual que las de MarĂa y los santos, sĂłlo son un producto de la imaginaciĂłn de
los artistas. Haciendo Ăşnicamente un corto estudio del arte religioso, podemos encontrar que en diferentes siglos y nacionalidades se hallan muchos y diferentes cuadros de Cristo distintos unos de otros. Obviamente, no todos pueden tener la apariencia de Cristo.
Supongamos que alguien que nunca lo ha visto a usted, que no conoce sus facciones y no tiene for-
ma alguna de conocer su apariencia, idecide pintar
un cuadro suyo! Es natural que el resultado será
algo que no se parecerá en nada a usted. Suponiendo que su nombre sea puesto debajo del cuadro y que se le dijera al pueblo que es usted, ¿apreciarĂa usted esto? iClaro que no! i Tampoco podemos pensar que Cristo ha dado su aprobaciĂłn a los conceptos que han tenido los hombres de lo que ellos «piensan» que era su apariencia!
Yo sĂ© que el escribir estas cosas no es popular. iPero creo que todos podemos estar de acuerdo en que no hay hombre —ni aĂşn el mejor artista del
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mundo— que pueda captar al Señor en su plena y verdadera gloria! Cualquier pintura, aun en su máxima grandeza, no es más que un pobre sustituto, sĂłlo una imagen o Ădolo en forma modificada, y Ă©sta nunca podrĂa mostrar la verdadera magnificencia de nuestro Señor. Los que verdaderamente adoran a Dios deben hacerlo «en espĂritu y en verdad» (Juan 4:24) y la veneraciĂłn de pinturas, imágenes o Ădo los, no nos ayuda —como se pretende— a un culto más fervoroso y verdadero, sino que, por el contrario, lo impide.
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OBELISCOS, TEMPLOS Y TORRES
Dentro de las antiguas naciones paganas, no solamente fueron hechas estatuas de los dioses y diosas de forma humana, sino que muchos objetos eran venerados y tenĂan un significado simbĂłlico, oculto y misterioso. Un ejemplo de esto se puede ver en el culto a los antiguos obeliscos, uno de los cuales podemos ver en la ilustraciĂłn que se acompaña.
Diodoro dice que la reina Semiramis erigiĂł un obelisco en Babilonia de 130 pies de altura.l En esta forma podemos notar que los obeliscos eran usados en la religiĂłn babilĂłnica. Pero es en Egipto que su uso fue más preeminente, Como es sabido, Egipto llegĂł a ser una gran fortaleza del paganismo y de los antiguos misterios religiosos. Hay un gran nĂşmero de estos viejos obeliscos todavĂa en Egipto, aunque en su mayorĂa han sido removidos y llevados a otras naciones. Uno de ellos está situado en el Parque Central de
1. Enciclopedia de religiones, Vol. 3, p. 264.
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Nueva York, otro en Londres, y muchos de ellos (como hemos de ver), ifueron transportados a Roma!
Originalmente estos obeliscos se asociaban con el culto al dios Sol. Eran sĂmbolos de Baal o de Nimrod.2 Aquellas gentes —habiendo rechazado el conocimiento del' verdadero Creador—, al notar que el sol daba vida a las plantas y al hombre, comenzaron a pensar en Ă©l como Dios, el gran otorgador de la vida. Mas no solamente eran los obeliscos sĂmbolos del sol; tambiĂ©n eran reconocidos como sĂmbolos sexuales. Aquellas gentes se daban cuenta que a travĂ©s de relaciones sexuales se producĂa vida. Y por esta razĂłn —como es sabido por todo aquel que ha estudiado— el falo, Ăłrgano reproductivo masculino, fue tambiĂ©n reconocido (igual que el sol) como un sĂmbolo de vida y, por ende, un sĂmbolo del diosSol. iDe ahĂ el significado del obelisco! 1
Considerando el denigrante significado de los obeliscos, no debe sorprendernos que su uso fuese prohibido por la Biblia. La palabra «imágenes», que aparece en nuestra Biblia, es traducida de varias palabras diferentes con distinto significado. Una de Ă©stas palabras -es matzebah, que significa «imágenes altas», es dĂ©cir, obeliscos. Esta palabra es usada en 1.0 Reyes 14:23, 2 0 Reyes 18:4 y 24: 14, JeremĂas 43: 13 y Miqueas 5:13. Otra palabra original que se usaba frecuentemente, refiriĂ©ndose a los obeliscos, es hammanim, que significa «imágenes del sol», es decir, imágenes dedicadas al sol u obeliscos. Esta palabra se encuentra en el texto original de IsaĂas 17: 8 y 27:9.
Para que estos obeliscos pudieran presentar mejor su simbolismo pagano eran erigidos verticalmente. AsĂ que apuntaban hacia el sol. La posiciĂłn era
2. Fausset, p. 511.
I. Enciclopedia de religiones, p. 33. SĂmbolos paganocristianos, antiguos y modernos, p. 99.
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erecta, con el fin de simbolizar al falo. Al considerar cuán importante era esta posiciĂłn erecta del obelisco, para aquellos que veneraban los misterios, es interesante notar lo que Dios declarĂł en cuanto a tan falso culto. Dijo que sus «imágenes» obeliscos— «no se levantarán» (Is. 27:9). Podemos darnos cuenta, asĂ, de la oposiciĂłn del Señor a estos ne fandos sĂmbolos.
Cuando los israelitas infieles mezclaron cultos paganos con su culto al verdadero Dios, itambiĂ©n construyeron «una imagen del celo en la entrada del templo! (Ez. 8:5). Esta imagen era probablemente un obelisco, el sĂmbolo fálico; porque, como lo dice Scofield en su comentario a este capĂtulo, «se habĂan entregado a cultos fálicos».l Esta práctica de erigir obeliscos a la entrada de los templos paganos, fue una costumbre establecida en aquella Ă©poca. A la entrada del templo de Tum se encontraba un obe lisco igual que al frente del templo de Hathor, «el aposento de Horus» (Tammuz) .2
Al considerar el uso del obelisco a la entrada de los templos en el viejo paganismo, no debe sorpren-
demos el hallar «exactamente» lo mismo en la BabiIonia moderna, ila Iglesia CatĂłlica Romana! SĂ, no solamente eran puestos estos obeliscos a las entra-
das de los templos de los idĂłlatras del sol, sino que al frente de la entrada de la catedral de San Pedro, en Roma, ihallamos el sĂmbolo idĂ©ntico hoy en dĂa! La foto de la página anterior nos muestra la Igle- sia de San Pedro —como la iglesia «madre» de todo el cristianismo—, iY al frente de ella el obelisco o imagen del celo, sĂmbolo del falo! He aquĂ una increĂble clave para ayudarnos a identificar a la BabiIonia moderna.
1. Biblia Scofleld, 847, nota.
2. Enciclopedia de religiones, p. 33.
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¿CĂłmo ha sido que un objeto tan abominable haya sido puesto ahĂ? Cuando lo estudiamos, descubrimos que al propagarse la religiĂłn misteriosa a Roma, junto con ella llegĂł el uso de obeliscos como un sĂmbolo. Y no solamente fueron los obeliscos hechos y erigidos en Roma, sino que los mismos obeliscos egipcios fueron trasladados a Roma a un gran costo y luego fueron erigidos por los emperadores y dedicados al dios-Sol, en dĂas paganos. Y este fue el caso del obelisco que actualmente está situado ante la BasĂlica de San Pedro.
No es solamente una copia de un obelisco egipcio, Fino que es el mismo obelisco que era adorado en Egipto tiempos atrás! CalĂgula, en los años 37-41 despuĂ©s de Cristo, hizo transportar este obelisco desde HeliĂłpolis (Egipto) hasta su circo de las colinas del Vaticano, donde actualmente yace la Catedral de San Pedro.l HeliĂłpolis, la ciudad de donde fue transportado originalmente este obelisco, no es más que el nombre griego de Beh-Semes, iel cual era el centro egipcio de adoraciĂłn al sol de tiempos atrás! Y es este el sitio del que dice la Biblia que «...además quebrarán las estatuas de Beth-semes que es en tierra de Egipto y las casas de los dioses de Egipto» (JeremĂas 43:13).
De tal forma que el mismo obelisco que una vez estuvo en el antiguo templo pagano, centro del paganismo egipcio (HeliĂłpolis o Beth-semes), ahora está situado ante el templo que es el centro del paganismo moderno, la llamada Catedral de San Pedro, la iglesia «madre» del catolicismo. Esto parece más que una coincidencia. Aquel obelisco de granito rojo del Vaticano mide 83 pies de altura (132 pies con sus cimientos) y pesa 320 toneladas. En 1586, para ase-
1. Harper's diccionario bĂblico, p. 500; Enciclopedia catĂłlica, vol. 13, p. 371.
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gurarse de que el obelisco estuviese situado directamente a la entrada de la Catedral, fue movido a una corta distancia de donde está hoy situado, en la Plaza de San Pedro, por orden del papa Sixto V. No era tarea fácil el mover este pesado obelisco, especialmente en aquellos dĂas. Muchos hombres se negaron a hacer esta tarea, especialmente cuando el Papa pronunciĂł la pena de muerte si el obelisco era soltado y roto.2 Tal sentencia indica por sĂ misma cuán importante consideraba el Papa y su pueblo al Ădolo tan abominable.
Finalmente, un hombre llamado Domenico Fontana, aceptĂł la responsabilidad de mover y erigir el obelisco del Vaticano. Con 45 montacargas, 160 caballos y un grupo de 800 hombres, comenzĂł el trabajo de recolocaciĂłn. La fecha fue el primero de septiembre de 1586. Las multitudes llenaron la extensa plaza. Mientras el obelisco era removido, la gente que estaba allĂ —bajo pena de muerte— fue obligada a mantenerse en silencio hasta que se terminĂł la recolocaciĂłn. Nuevamente notamos la importancia que la Iglesia Romana atribuĂa a este Ădolo. Finalmente, despuĂ©s de que casi fracasan en su intento, el obelisco fue levantado, sonaron cientos de campanas y rugieron los cañones y la multitud gritĂł entusiasmada. Se dedicĂł al Ădolo a la «cruz», celebraron una
misa y el Papa pronunciĂł una bendiciĂłn para los trabajadores y sus caballos.l
El dibujo que se adjunta indica cómo la Catedral de San Pedro y su plaza circular están localizados en forma de cruz. En el centro de la plaza (A) está situado el obelisco pagano. Esta plaza circular está formada por 284 columnas en estilo dórico, iY costó aproximadamente un millón de dólares! iEl
2. Monumentos antiguos de Roma, p. 175-177.
1. Ibid., p. 177.
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labra— era un «sitio de adoraciones divinas» (Vaticinia). Se dice que este nombre proviene del nombre de la deidad Vaticanus, quien tenĂa su sitio preeminente en esta colina.l
Más tarde la colina fue usada para los festivales anuales en honor a Attis o Tammuz, hijo de la Gran Madre. En este festival se cortaba un pino y se le ataba a su tallo una efigie del dios. Esta efigie era más tarde enterrada en una sepultura. Estos ritos son aĂşn ejecutados en todo paĂs catĂłlico, ritos que son una mezcla del antiguo paganismo con la cristiandad. Como algunos de los ritos antiguos en honor a Tammuz, eran eventos similares a los que le sucedieron a Cristo (tales como su muerte, entierro, etc.). Paganismo y cristianismo fueron unidos «casi sin interrupciĂłn», ya que estas ceremonias eran celebradas en un santuario de la colina vaticana, que fue más tarde poseĂda por los catĂłlicos romanos y la Iglesia madre de San Pedro, que está situada actualmente en el mismo sitio.
AsĂ como los lĂderes catĂłlicos tomaron otras cosas del paganismo, no debemos sorprendernos que tambiĂ©n copiaran la idea de construir templos elaborados y costosos, tales como su iglesia principal, la de San Pedro. Esta iglesia es considerada como la más grande de la cristiandad. La Iglesia mundana pensĂł en construir tal templo, un templo de mayor esplendor que aquellos de la antigua religiĂłn romana. Y asĂ, simulando el diseño del PanteĂłn de la Roma pagana —sĂłlo que más elaborado—, San Pedro fue completado finalmente a un costo estimado en '150 millones de dĂłlares! Y hasta hoy en dĂa, muchos todavĂa suponen que Dios quiere que su pueblo le construya costosos y elaborados templos de ado1. Antiguos monumentos de Roma, p. 75.
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raciĂłn. i Tanto es asf, que la construcciĂłn de iglesias se ha convertido en un gran negocio!
¿Pero está de acuerdo con las Escrituras el usar miles o a veces millones de dĂłlares en un edificio lujoso? ¿Enseñaron esto Cristo y sus discĂpulos? ¿Cuál es el plan de Dios en cuanto a esto? Sabemos que Dios dirigiĂł a su pueblo, bajo el reino de SalomĂłn, para construir un templo en el tiempo del Antiguo Testamento y el Señor decidiĂł hacerse presente en Ă©l. Pasando al Nuevo Testamento, el EspĂritu Santo no habita en templos hechos de manos (Hechos 17:24). Ahora el Señor habita dentro de su pueblo —su verdadera iglesia— por medio de su EspĂritu. Pablo dice asĂ: «¿No sabĂ©is que sois templo de Dios y que el EspĂritu de Dios mora en vosotros? (l.a Cor. 3:16).
Comprendiendo esta verdad, la Iglesia primitiva llena del EspĂritu nunca construyĂł templos de piedra y acero. Ellos procedieron a predicar el mensaje del Reino, el mensaje de ese glorioso y venidero Reino. Nunca se le dio Ă©nfasis al edificio en sĂ. iEllos nunca hicieron campañas financieras ni demandaron ofrendas para poder construir un templo más lujoso que el vecino! iNo! Su tiempo y su dinero lo pusieron en propagar el mensaje, no en un edifiCio. iTanto es asĂ, que no hay testimonio de que antes de los años 222-235 d. de C., se hubiese construido algĂşn templo!l
Claro está que no tratamos de decir que el tener un edificio como iglesia estĂ© mal. Sin duda alguna, que el motivo por el cual no se construyeron templos antes fue porque a los primeros cristianos no se les permitĂa tener tĂulos de propiedad debido a la persecuciĂłn que sufrĂan. De lo contrario, estamos seguros que se hubieran construido algunos edificios
I. Manual bĂblico Halley.
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sencillos. No con fines de ostentaciĂłn. No hubieran tratado de competir con el estilo de los templos esplendorosos de los paganos, tales como los de Diana en Efeso o el PanteĂłn de Roma.
Pero la Iglesia apĂłstata de Roma, por razĂłn de su mezcla con el mundo, llegĂł a obtener gran poder y riquezas bajo el reino de Constantino. Siguieron como modelo el construir edificios eclesiásticos de gran lujo y valor —un ejemplo que se ha prolongado hasta nuestros dĂas—. Sus edificios eran más elaborados y costosos de lo necesario. Y esta idea se ha arraigado tanto en la mente del pueblo, que la palabra iglesia, para una gran mayorĂa, significa un edificio; mientras que la verdadera interpretaciĂłn que hallamos en la Biblia nos indica que la iglesia es un grupo de personas que alaban a Dios y quienes son templos del EspĂritu Santo.
Actualmente la mayorĂa de los templos valiosos que han sido construidos a travĂ©s de los siglos, destacan una torre. Y preguntamos, ¿por quĂ©? La mayorĂa de las iglesias catĂłlicas romanas tienen una torre. ¿Por quĂ©? ¿Por quĂ© las iglesias protestantes, en su mayorĂa, siguen este ejemplo de destacar una torre en conexiĂłn con sus templos de adoraciĂłn? Cada generaciĂłn de constructores ha copiado a la generaciĂłn anterior sin siquiera investigar sobre el origen de esta idea.
Algunas torres eclesiásticas han costado fortunas
al construirse. Los millones de dĂłlares que se han invertido en estas torres hubieran podido ser usados en la propagaciĂłn del evangelio o en ayudar a los necesitados. Parece obvio que el Ăşnico motivo de construir tales torres es el de lucirlas. Claro está que la Biblia no nos enseña a construir dichas torres. Nuestro Señor nunca construyĂł esta clase de estructuras cuando estuvo en la tierra, ni tampoco instruyĂł a sus discĂpulos de esta manera cuando re-
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gresĂł con su Padre. Entonces, ¿cĂłmo comenzĂł esta tradiciĂłn de torres arquitectĂłnicas?
Todos estamos familiarizados con la gran torre de Babel y sabemos de cĂłmo Dios se enojĂł en contra de ellos. Hemos tambiĂ©n notado cĂłmo se expandieron otras ideas desde Babilonia, ¿PodrĂa ser este el origen de construir una torre en relaciĂłn con los templos religiosos? Durante los primeros dĂas de Babilonia, el pueblo dijo: «Vamos, edifiquemos una ciudad y una torre, cuya cĂşspide llegue al cielo» (GĂ©nesis 11:4). Sin duda alguna que la expresiĂłn «que llegue al cielo» fue para indicar gran altura. Esta misma expresiĂłn la encontramos en Deuteronomio l : 28, que menciona grandes ciudades cuyas murallas se levantan «hasta el cielo». De igual forma, la torre de Babel fue planeada para que tuviese gran altura. iPero no debemos suponer que estas construcciones de Babel eran con el fin de elevarse hasta el cielo, donde está el Trono de Dios! iNo! iSu deseo no era estar ante la presencia de Dios! Al contrario, hay suficientes evidencias que indican que la torre estaba relacionada con su religiĂłn, con su culto al sol.
Los historiadores se refieren a Babel como un Zigurat (una torre con pequeñas pirámides que van indicando diferentes historias). De todos los majestuosos monumentos de Babilonia, la grandiosa torre de Ziggurat fue sin duda alguna una de las construcciones más espectaculares de su era, elevándose majestuosamente sobre su gran muralla de miles de torres. Alrededor de la vasta plaza se separaban recámaras para los viajeros y tambiĂ©n para los sacerdotes que vigilaban el Zigurat. Koldewey llamĂł a esta colecciĂłn de estructuras «el Vaticano de BabiIonia».l Aunque Babilonia era conocida por su grandiosa torre del pasado, tambiĂ©n tenĂa otras numerosas torres por las cuales tambiĂ©n se la conocĂa.
I. Antiguos templos y ciudades.
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Se cree que uno de los significados del nombre de la diosa AstartĂ© (Semiramis), escrito como AshtTart, quiere decir «la mujer que edificaba torres»? La diosa Cibeles (quien tambiĂ©n ha sido identificada como Semiramis), era conocida como la diosa portadora de torres. La primera (dice Ovid) que edificĂł torres e ciudades y por lo cual fue representada con una corona en forma de torre sobre su cabeza, como tambiĂ©n lo fue Diana (vĂ©ase la ilustraciĂłn de Diana en el capĂtulo Dos). En el simbolismo de la Iglesia CatĂłlica, ila torre es un emblema de la Virgen MarĂa! 3 Encontramos entonces una conexiĂłn definitiva dentro de la adoraciĂłn a la diosa-madre y las torres de la religiĂłn babilĂłnica.
Algunas de las antiguas torres fueron construidas por motivos militares —torres de guardia—, ipero la mayorĂa de las torres construidas en el Im perio babilĂłnico fueron exclusivamente religiosas y asociadas con el culto al sol y unidas al templo! En aquellos dĂas, un extranjero que entraba a la ciu dad de Babilonia no tenĂa dificultad alguna en loca lizar el templo, pues segĂşn se dice, encima de las casas de techos planos «...podĂa verse la torre con claridad». Cada poblaciĂłn del Imperio babilĂłnico tenĂa su templo y Ă©ste su torre.l Ya hemos visto cĂłmo un cierto nĂşmero de ideas se originaron en Babilonia y luego se propagaron por las naciones, ipor lo cual no es difĂcil darnos cuenta que Babilonia fue tambiĂ©n la cuna de las torres religiosas! Es aĂşn más probable cuando consideramos que fue durante la edificaciĂłn de la gran torre de Babel que comenzĂł la divulgaciĂłn a travĂ©s de la emigraciĂłn de los hombres, sobre la faz de la tierra, que llevaron consigo la idea de la torre. Y a pesar de que al paso de los años
2. Dos Babilonias, P. 307.
3. Diccionario de sĂmbolos, p. 326.
1. La grandeza de Babilonia, p. 335.
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estas torres religiosas se han desarrollado de diferentes formas y en distintos paĂses, flas torres continĂşan de una o de otra manera! Notemos cĂłmo son usadas las torres por las diferentes religiones del mundo:
Las torres han sido parte de las religiones de los chinos por mucho
tiempo. La ilustraciĂłn acompañante indica una de ' las muchas «pagodas» (el derivado de este nombre es «diosa»). En cuanto a las torres usadas por la religiĂłn hindĂş, leemos: desplazadas sobre grandes templos, hay grandiosas pagodas o torres... elevándose altamente sobre los alrededores, en todo sitio podĂan ser vistas por el pueblo y de tal manera, su devociĂłn a su culto idĂłlatra
aumentaba... Un gran nĂşmero de estas pagodas tienen cientos de pies de altura y están cubiertas de esculturas que representan escenas de la vida de los dioses del templo o de eminentes santos».l
llb
1. Historia de los cultos del mundo, p. 269.
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Entre los musulmanes, también, aunque en forma un poco diferente, se pueden ver las torres religiosas.
La ilustraciĂłn indica numerosas torres llamadas minaretes en La Meca. Torres de este estilo fueron tambiĂ©n usadas en la famosa iglesia de Santa SofĂa, en Constantinopla.
El uso de las torres también se llevó a cabo en el cristianismo católico y protestante. La torre de la gran catedral de Colonia se eleva 515 pies sobre el nivel de la calle, mientras que la catedral protestante de Ulm, también en Alemania, mide cerca de 528 pies de altura. No solamente en grandiosas catedrales, sino aun en pequeñas capillas, está incluida en su diseño una torre de cualquier clase. Y la única razón por la que se hace esto es simplemente por tradicion, una tradición nunca investigada.
En la cima de estas torres religiosas, una cĂşspide frecuentemente apunta al cielo. En realidad el ápice o capitel nos es tan familiar y se usa tan generalmente, que su origen nunca nos preocupa, es, simplemente, una forma modificada del obelisco del cual hablamos en la primera parte este capĂtulo. Cuantiosos escritores mencionan cĂłmo el ápice o capitel originalmente no fue más que otra forma de obelisco, un sĂmbolo del falo.2 Actualmente, existen especĂmenes fantásticos de sĂmbolos que fueron ori ginalmente fálicos: cĂşspides en las iglesias y obeliscos. . . , todos mostrando la influencia de antepasados idĂłlatras.l
Al final de la cúspide o capitel de las iglesias es tá situada, invariablemente, una cruz. Las costosas catedrales y edificios de los que hemos hablado en
2. Isis descubierta, p. 5. SĂmbolos antiguos paganos y cristianos modernos, p.• 14.
1. Costumbres de la Humanidad, p. 55.
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¿ES LA CRUZ UN SIMBOLO CRISTIANO?
La cruz es reconocida como uno de los sĂmbolos más importantes de la Iglesia CatĂłlica Romana. Se luce sobre las cĂşspides de torres y techos de iglesias. Puede verse en sus altares, muebles y vestidos eclesiásticos. La estructura de la mayorĂa de las iglesias catĂłlicas está diseñada en forma de cruz. Todo hogar, hospital o escuela catĂłlicos, tienen la cruz como adorno en sus paredes. En todas partes, la cruz es honrada notablemente y se adora en cientos de formas.
De igual manera el signo de la cruz es usado frecuentemente en los ritos catĂłlicos. Cuando un infante es bautizado, el sacerdote hace la señal de la cruz sobre su frente, y dice: «Recibe el sello de la cruz sobre tu frente». Durante la confirmaciĂłn, el
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dato es sellado con la cruz. En el dĂa del MiĂ©rcoles de Ceniza, las cenizas son usadas para hacer un signo de la cruz sobre la frente de los peregrinos. Al entrar al edificio eclesiástico, ungen sus dedos pulgares de la mano derecha en «agua bendita» y hacen la señal de la cruz sobre la frente, el pecho y ambos hombros, de tal manera que imitan la imagen de la cruz. El mismo signo se hace antes de las comidas. Durante la misa, el sacerdote hace la señal de la cruz 16 veces y bendice el altar con la misma señal 30 veces. Las iglesias protestantes, en su mayorĂa, no creen en hacer la señal de la cruz con los dedos. Tampoco se arrodillan ante ella o la hacen objeto de adoraciĂłn. Han llegado a reconocer que tales cosas son supersticiones y no tienen fundamento bĂblico. Pero han usado la cruz en sus torres y techos de sus iglesias, en pĂşlpitos y en otras muchas formas. De manera que de una forma u otra, el cristianismo —tanto catĂłlico como protestante— res. petan la cruz como emblema del cristianismo. El hecho de que nuestros templos estĂ©n adornados con ella es en sĂ mismo un sĂmbolo cristiano. Pero preguntamos: ¿Es la cruz en la cual perdiĂł su vida nuesa tro Salvador, algo digno de adoraciĂłn? ¿Debemos lucir el instrumento de muerte de nuestro Señor y enorgullecernos de Ă©l? ¿Enseña la Escritura acaso que debemos poner siempre la cruz en nuestros edificios o llevarla en nuestro cuello?
Personalmente, nunca he rechazado el uso de la cruz en las iglesias o en su mobiliario. Como otros, he razonado que es un sĂmbolo cristiano. iPero un estudio de evidencias histĂłricas revela claramente que la cruz es un sĂmbolo de origen pagano! Los cristianos primitivos no consideraban la cruz como un sĂmbolo de honor o de virtud, sino como un «Ăˇrbol maldito», un instrumento de «vergĂĽenza» y de muerte (Heb. 12:2). No tenĂan su confianza en la
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cruz. Al contrario, su fe estaba puesta en lo que «se realizĂł» en la cruz; iY a travĂ©s de esta fe conocĂan de su pleno y completo perdĂłn de pecados!
Fue en este sentido que los apĂłstoles predicaron acerca de la cruz y se regocijaban en ello (l.a Cor. 1:
17-18). Referencias bĂblicas como la citada, nunca mencionan a un pedazo de madera o de plata que pudiĂ©ramos portar en nuestro cuello o en la mano. El mensaje de los apĂłstoles fue sobre Aquel que fue colgado y muriĂł en la cruz. Cuando hablaban de la cruz se referĂan al sufrimiento en el Calvario, al sacrificio supremo que allĂ se realizĂł. Pero la Iglesia primitiva nunca considerĂł el portar una cruz como protector u objeto de buena suerte o como objeto de adoraciĂłn. iNo! Este uso de la cruz vino mucho más
tarde.
No fue sino hasta que el cristianismo comenzĂł a mezclarse con el paganismo, que la cruz comenzĂł a reconocerse como un sĂmbolo cristiano. Fue en el año 431 d. de C. que se introdujo el uso de cruces en iglesias y recámaras; mientras que el uso de las cruces en las cĂşpulas no llegĂł sino hasta el año 586 d. de C.I En el siglo XI la imagen del crucifijo fue introducida y su culto fue aceptado por la Iglesia de Roma.2 No fue sino hasta el segundo Concilio de Efeso que se ordenĂł la posesiĂłn de crucifijos en los hogares.3 El uso de la cruz, por lo tanto, no fue una doctrina de la Iglesia Primitiva. No fue parte de «la fe que fue una vez dada a los santos». ¿Entonces, de dĂłnde proviene?
En las siguientes páginas deseamos dar pruebas históricas de que la cruz fue un objeto de adoración siglos antes de la Era Cristiana. Hemos de ver que la cruz es señal babilónica y que su introducción en
1. Libro de datos Harper.
2. Fausset, p. 145.
3. La cruz en el arte y la tradiciĂłn histĂłrica, p. 157.
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la Iglesia profesante fue un intento más de mezclar el paganismo con la cristiandad.
Siglos antes de la Era Cristiana, la cruz ya era venerada como un sĂmbolo religioso por el pueblo de Babilonia. Esto se prueba en sus más antiguos manuscritos.4 Los historiadores dicen que es un sĂmbolo asociado con Tammuz.5 ¿Pero quĂ© significado tenĂa el sĂmbolo de la cruz en Babilonia, y cĂłmo fue asociado con el nombre del falso «salvador» Tammuz?
El sĂmbolo de la cruz —en su forma original— proviene de la primera letra del nombre Tammuz, la «T». «El mismo signo de la cruz que venera la Iglesia de Roma hoy en dĂa, fue usado en los Misterios de Babilonia —dice Hislop—. Aquello que es ahora conocido como la cruz cristiana, no fue originalmente un sĂmbolo cristiano, sino el sĂmbolo mĂstico Tau de los caldeos y egipcios —la forma original de la T—, la inicial de Tammuz, la cual fue usada en una gran variedad de formas como un sĂmbolo sagrado, como un amuleto sobre el corazĂłn; era marcada en
las vestimentas oficiales de la Roma de hoy.»l
Desde Babilonia, el sĂmbolo de la cruz se propagĂł a Egipto, donde monumentos preservados hasta
4. Doane, p. 342.
5. Lo grande que fue Babilonia, p. 496, 498.
I. Dos Babilonias, p. 197.
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nuestros dĂas, dan abundantes evidencias de su uso allĂ. En cualquier libro sobre Egipto que muestre los antiguos monumentos y las paredes de los templos, se pueden ver los reyes y los dioses de esos tiempos portando cruces en sus manos. La ilustraciĂłn adjunta muestra iCĂłmo algunos de los dioses de Egipto en su forma misteriosa —parte humana y parte animal— portan cada uno una cruz!
La siguiente ilustraciĂłn es tomada de un edificio de Amenophis IV en Tebas (Egipto). A la derecha, el
rey está orando. Notemos el cĂrculo solar con una forma de misterio del dios solar debajo de Ă©ste. Dice un conocido historiador, refiriĂ©ndose a Egipto: «AquĂ hallamos, en su forma intacta a travĂ©s de miles de años y por medio de los jeroglĂficos más sagrados, a la cruz en diversas formas, pero en especial la
conocida como "la cruz de Egipto" o cruz de Tau, en su forma de T, frecuentemente con un cĂrculo o redondel sobre ella. Aunque este sĂmbolo mĂstico no era peculiar en esta naciĂłn, sĂ era un objeto de reverencia en Caldea, Fenicia, MĂ©xico y todas las otras naciones antiguas de ambos hemisferios».l
Al propagarse por las naciones, el culto crucifista tomĂł otras formas, y fue usado de diversas ma neras. Dentro de China, «la cruz es reconocida como
I. La cruz en tradiciĂłn, arte e Historia, p. 2, 3.
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uno de los objetos más antiguos; es representada en sus pintada sobre las lámparas usadas para iluminar los más sagrados sitios de sus templos»?
La cruz ha sido un sĂmbolo sagrado en la India por espacio de muchos siglos entre la gente no cristiana. Al norte de esta naciĂłn la cruz es usada para marcar los jarrones de agua sagrada que se extraen de los rĂos Indus y Ganges. En el sur, la cruz se usa como un emblema de los santos sin cuerpo de Jaina. En el oriente «veneraban el sĂmbolo del crucifijo siglos antes de que el Señor se hiciera presente en la tierra».3 En la parte central de esta naciĂłn han sido descubiertas dos rudimentarias cruces de pie dra que datan de siglos antes de la Era Cristiana. Una de estas cruces mide más de 10 pies de altura y la otra más de 8 pies.4 Entre los hindĂşes la cruz era considerada como sagrada para su dios Agni.5 Los budistas y otras numerosas sectas de la India marcaban a sus seguidores con la señal de la cruz sobre sus cabezas.
En el continente africano, «en Susa (Abisinia), los indĂgenas sumergen cruces en el rĂo Gitche. Las mujeres de Kabyle, aunque son musulmanas, se hacen tatuajes en forma de cruz entre los ojos. En Wanyamwizi, o Tierra de la Luna, los habitantes decoran sus paredes con cruces. Los yaricks, que establecieron una lĂnea de reinos desde el NĂger hasta el Nilo, llevaban pintada en sus escudos la señal de la cruz».l
Notamos, por lo expuesto, ique la cruz se usaba entre numerosas tribus paganas de Africa que no tenĂan conocimiento alguno de Cristo!
2. Ibid., p. 13. 3. Ibid., p. 10.
4. Ibid„ p. 12.
5. Cristiandad monumental, p. 14.
1. La cruz en tradiciĂłn e Historia, p. 9.
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Cuando desembarcaron en MĂ©xico los españoles, «no podĂan ocultar su sorpresa —dice Prescott— al ver la cruz, el sĂmbolo sagrado de su propia fe [catĂłlica] erigida como objeto de adoraciĂłn en los templos de Anahuac. Los españoles no comprendĂan que la cruz era un sĂmbolo de adoraciĂłn de gran antigĂĽedad y era usado por muchas naciones paganas en las cuales la luz de la cristiandad no habĂa brillado».
En Palenque (MĂ©xico), siglo IX a. de C., hay un templo pagano denominado como «el templo de la cruz». En el pedestal del altar hay una cruz inscrita, exactamente en el centro, la cual mide seis pies y medio por once pies! 2 La ilustraciĂłn siguiente indica esta cruz, la cual ifue adorada siglos antes de que alguien en MĂ©xico hubiese oĂdo de Cristo!
En los tiempos pasados, los mexicanos adoraban la cruz como Tota (Padre de nosotros). Esta costumbre de dirigirse a un madero bajo el tĂtulo de «pa dre», tambiĂ©n es mencionada en la Biblia. Cuando el pueblo de Dios, en el Antiguo Testamento, mezclĂł la idolatrĂa con su religiĂłn, adoraban dioses paga. nos y decĂan al leño: «Mi padre eres tĂş» (Jer. 2:27). Pero es contrario a la Palabra de Dios el llamar a un madero (o a un sacerdote) con el tĂtulo de «padre».
En años pasados en Italia, antes de que la gente
conociera las artes de la civilizaciĂłn, creĂan en la
2. Enciclopedia de religiones, Vol. 3, p. 70.
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cruz como un sĂmbolo religioso. Aun en aquellos dĂas la consideraban como una protecciĂłn Ăż la ponĂan so bre sus tumbas.l A travĂ©s de los siglos fue usada como un sĂmbolo religioso hasta los dĂas del pagano Imperio romano. En el año 46 a. de C., monedas romanas muestran a JĂşpiter portando un largo cetro que terminaba en una cruz.2 Este era su sĂmbolo.3 Las vĂrgenes vestales de la Roma pagana portaban una cruz colgando de sus collares, al igual que lo utilizan actualmente las monjas de la Iglesia CatĂłlica Romana.4
Los griegos lucĂan cruces en la banda que ponĂan en su cabeza, con su dios Tammuz, de Babilonia (v. ilustraciĂłn). En los misterios de Ulises se imprimĂa una cruz en el pecho de los iniciados.5 Porcilli menciona cĂłmo Isis era representada con una cruz en la frente.
El templo de Serapis, en AlejandrĂa, tenĂa una cruz sobremontada. Cuando fue desenterrado el templo de la Esfinge se encontrĂł que tenĂa forma de cru-
cifijo. Los persas portaban escudos en forma de cruz durante sus batallas contra Alejandro Magno (año 335 a. de C.).6
La cruz era usada como un sĂmbolo religioso por
los aborĂgenes de SudamĂ©rica en tiempos pasados.7 A los reciĂ©n nacidos los ponĂan bajo su protecciĂłn en contra de espĂritus malignos. Los habitantes de
1. La cruz en tradiciĂłn, arte e Historia, p. 22.
2. Ibid., p. 26.
3. Enciclopedia de religiones, Vol. 1, p. 495.
4. Dos Babilonias, p. 198.
5. Mitos bĂblicos, p. 343.
6. Ibid., p. 346.
7. Curiosidades de costumbres populares, p. 297.
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la Patagonia se tatuaban sus frentes con cruces.3 En El PerĂş se han hallado utensilios antiguos que están marcados con una cruz como sĂmbolo religioso.l
Los reyes de Asiria, según demuestran docu mentos antiguos, porta ban una cruz colgante en sus collares,2 al igual que algunos extranjeros que luchaban contra los egipcios. Estos guerreros llevaban puesta una pequeña cruz colgada de su cuello o de sus collares, La cruz también era pintada sobre las vestimentas de los rot-n-no desde el siglo xv a. de C. (véase ilustración).
Se podrĂa decir mucho más acerca de los distin tos usos de la cruz como sĂmbolo u objeto religioso de adoraciĂłn dentro de los pueblos que nos prece dieron. Creemos haber dicho lo suficiente para esta blecer el punto de que la cruz era usada mucho antes de la Era Cristiana. Hay muy pocas tribus, para acabar, en las que no haya sido encontrado el uso de la cruz.4 En cualquier forma, a travĂ©s de los años, la cruz ha existido y ha tenido un significado e influencia vitales.5
Como instrumento de muerte, el uso de la cruz es igualmente antiguo y pagano. «La cruz fue usada en tiempos pasados como medio de castigo por crĂmenes notorios en Egipto, Asiria, Persia, Palestina, Cartagena, Grecia y Roma. iLa tradiciĂłn atribuye la
8. Enciclopedia de religiones, Vol. 1, p. 495.
1. Ibid., p. 386.
2. Ibid., p. 494.
3. Wilkinson, vol. 1, p. 376.
4. Las dos Babilonias, p. 199.
5. LA cruz, gu historia y simbolismo, p. 16
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invenciĂłn de este medio de castigo a una mujer, la reina Semiramis! »6
Pero ya que Cristo muriĂł en la cruz, dirá alguien, ¿no la convierte este hecho en un sĂmbolo cristiano? iNo! El hecho de que JesĂşs haya muerto crucificado
indica que su uso como medio de castigo y muerte
ya estaba establecido dentro del paganismo. No era un sĂmbolo cristiano cuando JesĂşs fue colgado de ella, iY nunca ha sucedido nada que la convierta en una sĂmbolo cristiano hoy en dĂa! Como alguien preguntĂł: Supongamos que JesĂşs hubiese muerto por el disparo de una escopeta. ¿SerĂa este un motivo para que tal objeto se convirtiera en un sĂmbolo cristiano? iNo! 'INO se trata de cĂłmo muriĂł nuestro Señor, sino de lo que «su muerte cumpliĂł»! iEso es lo importante!
Al propagarse el sĂmbolo del crucifijo por las antiguas naciones (como lo hemos visto), Ă©ste tomĂł diferentes formas en los distintos paĂses hasta que se multiplicaron las formas de la cruz pagana. El cato. licismo, adoptando la idea paga-
na del culto a la cr u z , tambiĂ©n aceptĂł varias for- Latina Teu (Egtpcla) Calvarlo CĂ©ltlce mas de la cruz. De modo que has ta nuestros dĂas, la Iglesia
Católica no ado- Aspas S. Andrés Griega Malte ra solamente un tipo de cruz, sino numerosas formas, algunas de las cuales pueden verse en la ilustración adjunta.
Y nos preguntamos, si el uso de la cruz en el
6. La cruz en la tradiCiĂ°n, arte e Historia, p. 64.
83 catolicismo se originĂł con la cruz de Cristo, ¿entonces por la quĂ© cruz? son Evidentemente, usadas tantas y la tan cruz variadas en la cualfor-
mas de
Cristo fue colgado, solamente fue una. Si el culto a
la cruz se originĂł con la cruz de Cristo, ¿no le parece que solamente una forma de cruz debiera ser
usada ?
El caso es que el culto a la cruz no se originĂł con Cristo y toda la variedad de formas de la cruz fueron sĂmbolos paganos desde antes de la Era Cristiana. Dice un conocido escritor: «De las muchas variedades de cruces que siguen vigentes como emblemas nacionales y eclesiásticos, se distinguen por las
afiliaciones familiares la de san Jorge, san AndrĂ©s, la Maltesa, la Griega, la Latina, etc. No hay una de entre todas las cruces existentes que no pueda ser relacionada con la más 'remota antiguedad'».l
Notemos varios ejemplos de cĂłmo estas diferentes cruces fueron en realidad sĂmbolos sagrados, mu. cho antes de la Era Cristiana.
La forma de la cruz, conocida como Tau, fue usada de manera sobresaliente en Egipto (como ya lo hemos visto). La conocida como la cruz Griega, puede tambiĂ©n verse en monumentos egipcios, Esta clase de cruz fue usada en Frigia, donde adornaba la tumba de Midas (718 a. de C.).l En las ruinas de NĂnive se puede ver a un rey portando una cruz Maltesa en su pecho. La forma conocida hoy en dĂa como la cruz Latina fue usada por los etruscos- Su uso en una antigua tumba pagana con ángeles de alas a los lados, es mostrado en la ilustraciĂłn adjunta.
I, El Pentateuco examinado, Vol. 6, p. 113.
I. Doane, p. 344; La cruz en tradiciĂłn, p. 21.
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chos paganos fueron aceptados en las iglesias sin regeneraciĂłn de la fe y se les permitiĂł retener sus sĂmbolos y señales paganas. De ahĂ que el Tau o T en su forma más comĂşn, es decir, con el travesaño algo abajado de su cĂşspide, fue adoptado para representar la cruz de Cristo (pág. 256).
En cuanto a la forma exacta del patĂbulo en la cual Cristo fue colgado, no debemos preocuparnos, pues no es la forma de la cruz lo que es importante. Es AquĂ©l que fue clavado en ella lo importante, y
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saber que allĂ realizĂł El nuestra redenciĂłn de un Un hecho sobresaliente que originĂł la adoraciĂłn modo completo.de la imagen de la cruz, estableciĂ©ndola firmemente en la Iglesia apĂłstata, fue la famosa «visiĂłn de la cruz» y la «conversiĂłn» del emperador romano Constantino.
El dĂa anterior a la batalla del Puente Milviano, Constantino orĂł a su dios-solar y se nos dice que apareciĂł una cruz sobre el sol al poniente con la inscripciĂłn In hoc signo vinces, que significa «Con este signo vencerás». Al dĂa siguiente, Constantino saliĂł a la batalla tras un estandarte de la cruz, Vena ciĂł en tal batalla y profesĂł convertirse. Naturalmente, tan «aparente» victoria para la cristiandad —la conversiĂłn del emperador como resultado de la vi. SiĂłn de la cruz— aumentĂł de gran manera el uso de Ă©sta en la Iglesia Romana.
¿Pero debemos suponer que el Señor JesĂşs dio tal visiĂłn al emperador Constantino? En realidad, hay poca razĂłn para considerar esta visiĂłn como autĂ©ntica, especialmente debido a la falta de funda. mento histĂłrico. Eusebio es la Ăşnica autoridad de
quien se han podido recibir datos de este evento por los historiadores; sin embargo, el mismo Euse bio admitiĂł ser propenso a crear y fue acusado de «falsificar eventos histĂłricos».
Si realmente Constantino una vez tuvo esta vi- SiĂłn, puedo asegurarles que no fue de Dios. La idea
8687
CONSTANTINO Y LA CRUZ
de que nuestro Señor ordenara a un emperador pagano hacer un emblema en forma de cruz con el objeto de vencer bajo ese signo, no corresponde a las enseñanzas generales de la Biblia ni al espĂritu del cristianismo. El Imperio romano (del cual Constantino era el lĂder) habĂa sido llamado Bestia en las Escrituras. Daniel vio cuatro grandes bestias que representaban cuatro imperios importantes: BabiIonia (leĂłn), Medo-Persia (oso), Grecia (leopardo) y Roma, una más espantosa que todas.
Babilonia Medo•Peraa Grecle Roma
Esta cuarta bestia, el Imperio romano, era tan
horrible a los ojos de Dios, que no tenĂa comparaciĂłn con ninguna bestia terrenal (Daniel 7:1-8). Al considerar la maldad de esta bestia romana ante los
ojos de Dios, ¿debemos suponer que el Señor JesĂşs se hizo lĂder de este sistema bestial? ¿DarĂa JesĂşs una visiĂłn a un emperador corrupto y lo enviarĂa a pelear como su representante? ¿Dijo JesĂşs alguna vez a sus discĂpulos que fueran a matar a otras gen tes bajo un emblema de la cruz y en su nombre? iClaro que no! El fundamento del cristianismo se
opone a las injusticias de la guerra, al odio y al ase sinato. ¿Por quĂ© hemos de suponer entonces que Cristo enviĂł a Constantino a conquistar en su nom bre y señal para edificar el sistema apĂłstata de Ro ma? Es obvio que tal visiĂłn no vino de nuestro Señor Jesucristo.
Pero si la visiĂłn no fue de Dios, ¿por quĂ© entonces se convirtiĂł Constantino? El hecho es que la conversiĂłn de Constantino no fue más que un
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truco. Aunque este hombre tuvo mucho que ver en el establecimiento de ciertas doctrinas y costumbres dentro de la Iglesia como organizaciĂłn, los he chos revelan claramente que no se convirtiĂł realmente en el sentido bĂblico. Los historiadores ad miten que la conversiĂłn de Constantino fue de conveniencia.l La más clara indicaciĂłn de que su con versiĂłn no fue genuina, puede notarse en el hecho de que despuĂ©s de la supuesta conversiĂłn, cometiĂł varios asesinatos, iincluso el de su esposa e hijo! De acuerdo con las Escrituras, «ningĂşn homicida tiene vida eterna» (l.a Juan 3:15).
El primer matrimonio de Constantino fue con Minervina, de quien engendrĂł un hijo llamado Crispus. Su segunda esposa se llamĂł Fausta, quien le dio tres hijas y tres hijos. Crispus, su primer hijo,
se hizo un gran guerrero y ayudante de su padre en las batallas, Pero en el año 326 —poco despuĂ©s de dirigir el Concilio de Nicea—, Constantino hizo matar a su hijo. Dice la historia que Crispus enamorĂł a Fausta, mujer de su padre. Al menos esto fue lo que la mujer declarĂł, ipero esto pudo ser un ardid para deshacerse de Crispus y dar acceso al trono a los hijos del segundo matrimonio! Pero Helena, ma-
dre de Constantino, lo convenció de que fue Fausta quien se entregó a Crispus, y el emperador ordenó que ejecutaran también a su segunda esposa.2
Pero no fueron Ă©stos los Ăşnicos homicidios que cometiĂł el emperador. Casi al mismo tiempo que decretaba la muerte de su hijo, Constantino mandĂł
matar a Licinianus, su sobrino, y a Liciano, el esposo de su hermana, ia pesar de que habĂa prometido a Ă©sta que le perdonarĂa la vida! 3
I. El hombre y sus dioses, p. 220.
2. Historia de la CivilizaciĂłn - CĂ©sar y Cristo, p. 663.3.
3. Ibid., p. 663; Italia medieval, p. 4,
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Incluso despuĂ©s de la supuesta conversiĂłn de Constantino, Ă©ste siguiĂł reteniendo el tĂtulo de máximo pontĂfice del estado religioso pagano.l Como pontĂfice tenĂa que dirigir las ceremonias del culto tradicional. De igual manera, cuando dedicĂł Constantinopla, usĂł ritos paganos y cristianos. Una muestra de cĂłmo Constantino tratĂł de mezclar el paganismo y el cristianismo, se puede ver en las monedas que se hicieron durante su perĂodo. En ellas puso una cruz (para complacer a los cristianos profe santes) mientras que en el reverso puso representaciones de Marte o Apolo. Por un lado profesaba ser cristiano y por el otro continuaba creyendo en las fĂłrmulas mágicas paganas para proteger los sembrados y sanar las enfermedades?
Constantino hizo muchos favores a la cristiandad:
abolió la muerte por crucifixión, mostró interés y ayudó al clero de la Iglesia Romana, terminó con las crueles persecuciones de los cristianos. Enton-
ces, si en verdad no fue cristiano, ¿por quĂ© hizo estas cosas? La respuesta a esta pregunta la encon tramos claramente en la historia.
Las persecuciones no habĂan podido eliminar la fc cristiana. Constantino sabĂa esto. Al ver que su posiciĂłn estaba siendo puesta en peligro debido a un emperador rival y por su extrema necesidad de recibir ayuda de todos los grupos existentes, se volviĂł hacia los cristianos. En vez de que el Imperio estuviera «dividido» constantemente —los paganos oponiĂ©ndose a los cristianos—, ¿por quĂ© no planear en tomar ciertas medidas necesarias para mezclar el paganismo y el cristianismo y de una vez unir el poder del Imperio? Fue esto lo que Constantino razonĂł. Para esta Ă©poca, la mayorĂa de los lĂderes ecle-
1. El desarrollo de la Iglesia cristiana.
2. Historia de la CivilizaciĂłn, p, 656.
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siásticos pensaban en términos de números y popularidad, en lugar de preocuparse por la verdad y la espiritualidad del pueblo cristiano, asà que estaban bastante bien dispuestos a dar acceso al paganismo. Esto fue exactamente lo que sucedió en Roma.
Al adoptar la cruz como emblema de su ejĂ©rcito, Constantino pensĂł que podĂa fomentar la unidad de sus tropas. Los cristianos apĂłstatas pensaban que peleaban por la cruz de Cristo; los paganos no podĂan hacer reclamaciones porque la cruz era tambiĂ©n uno de sus emblemas sagrados. El conocido historiador Durant dice: «En los ejĂ©rcitos de Constantino, la cruz no podĂa ofender a los adoradores de Mitra [los paganos], pues por mucho tiempo habĂan batallado bajo el estandarte mitraico de la cruz de IUZ».I Y asĂ los llamados cristianos y mitraĂstas
paganos del ejército de Constantino fueron unidos y lucharon con éxito en las batallas.
Otro hecho que contribuyĂł al culto de la cruz en la Iglesia de Roma, se centrĂł alrededor de Helena, la madre de Constantino. En el año 326, cuando tenĂa cerca de 80 años de edad —de acuerdo a la leyenda—, hizo una peregrinaciĂłn a JerusalĂ©n y allĂ, con la ayuda de un judĂo que conocĂa de sus gustos supersticiosos, hallĂł tres cruces. La cruz original fue identificada —asĂ se espera que lo creamos—, porque se dice que hizo milagros a las indicaciones de Macario, obispo de JerusalĂ©n. Las otras dos cruces no produjeron milagros. De tal manera que Helena —siempre segĂşn la tradiciĂłn histĂłrica— hallĂł ila verdadera cruz donde muriĂł JesĂşs! Pero esta cruz «verdadera», sin duda alguna era falsa, pues de acuer• do con las leyes judĂas, era necesario quemar las cruces despuĂ©s de la crucifixiĂłn.l
1. Ibid., p. 655.
I. Fausset, p. 145.
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Parece ser cierto históricamente que Helena visitó Jerusalén, pero la historia del descubrimiento de la cruz, fue, evidentemente, añadida más tarde, dado que no se dio a conocer sino hasta el año 440 d. de C., ies decir, 114 años más tarde! 2
Supongamos que, efectivamente, alguien encontrase la cruz en la cual muriĂł JesĂşs. ¿HabrĂa virtud alguna en el trozo de madera? iNo, en absoluto! La cruz del Calvario hizo su funciĂłn tal como la serpiente de bronce hizo la suya cuando los hijos de Israel eran mordidos por las serpientes. Recordemos que MoisĂ©s tenĂa una serpiente de bronce, la cual levantĂł de un extremo. Esto fue un prototipo de cĂłmo Cristo deberĂa ser levantado (Juan 3:15). Sin embargo, despuĂ©s que la serpiente hubo hecho su funciĂłn, los israelitas la conservaron y finalmente la adoraron (2.0 Reyes 18:4). iHicieron de ella una reliquia e intentaron copiar el uso pagano y mezclarlo en su religiĂłn! EzechĂas «hizo lo recto ante los ojos de Jehová» al hacer pedazos la serpiente de bronce. De igual manera, si tuviĂ©ramos la cruz original —si aĂşn existiese—, no habrĂa razĂłn alguna para elevarla como objeto de adoraciĂłn. ¿Por quĂ©? Porque ya cumpliĂł su funciĂłn. Si no hubo entonces poder en la «verdadera» cruz, icuánto menos poder hay en un trozo de madera en forma de cruz! En vista de esto, es obvio que el uso de la cruz de cualquier forma o figura, como objeto de adoraciĂłn, les una burla al culto verdadero el cual es culto al propio Cristo!
Pero cada siglo trajo más supersticiĂłn a la Iglesia Romana en cuanto a la cruz. Esta vino a ser reconocida como protectora. ¿Acaso no habĂa ayudado a Constantino a triunfar en la batalla del Puente Milviano? ¿No habĂa hecho milagros la cruz para Hele2. Enciclopedia de las religiones, Vol. 1, p. 494.
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na? Por estas razones llegĂł a ser reconocida como una imagen que espantaba los esspfritus malignos. Se portaba como un amuleto. Se comenzĂł a poner en las torres de las iglesias para ahuyentar a los relámpagos. Pero debido a la altura de la cruz sobre las torres, iesto constituĂa precisamente la causa principal por la que caĂan más relámpagos sobre los edificios! El uso de la cruz en los hogares se hace para ahuyentar problemas domĂ©sticos y enfermedades. Al igual que los egipcios habĂan levantado sus obeliscos, no sĂłlo como un sĂmbolo de su dios, sino en algunos casos se creĂa que la imagen era poseedora de fuerzas sobrenaturales; el pueblo comenzĂł ? venerar la cruz. Miles de trozos de madera —supuestamente pedazos de la «cruz original»— se vendieron como protectores y amuletos. El relato de cĂłmo Ă©sta y otras reliquias se elevaron a un sitio de popularidad, es dado en el siguiente capĂtulo.
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RELIQUIAS DEL ROMANISMO
La grandiosa supersticiĂłn que ha acompañado al uso de reliquias, revela la decepciĂłn e inconsisten cia con las cuales el romanismo ha estado plagado durante siglos. Algunas de estas reliquias —como hemos de ver— son obviamente falsas. Parece difĂcil comprender que en esta Ă©poca de gran conocimiento, todavĂa hay gente que cree en ellas. Dentro de las reliquias más comunes de la Iglesia CatĂłlica, están los supuestos pedazos de la «verdadera cruz». Pero evidentemente todas estas piezas no pueden ser parte de la cruz original, pues hay tantas derramadas por toda Europa, que podrĂan formar un bos que. iLa Ăşnica explicaciĂłn que se puede dar a tan obvia falsedad es que las piezas se multiplicaron sobrenaturalmente, como lo hicieron los peces y los panes que fueron bendecidos por Cristo! iPero nadie lo pretende!
Otras reliquias que han recibido aprobaciĂłn papal a travĂ©s de los siglos son las siguientes: los clavos de la cruz, la esponja que fue puesta en la boca de Cristo, el manto escarlata que se puso sobre sus hombros por los soldados burlones, la corona de espinas, la copa de la Ăşltima cena, muestras del cabe110 de la virgen MarĂa (algunos trigueños, otros rubios, otros rojos e incluso otros negros), faldas de MarĂa, su anillo matrimonial, sus zapatos, ropas del
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bebĂ© JesĂşs, las herramientas de carpinterĂa de JosĂ©, una de las treinta piezas de plata, la bolsa vacĂa de Judas, el lavamanos de Pilato, huesos del asno en que el Señor hizo su entrada en JerusalĂ©n!
El «Tabernáculo de MarĂa Magdalena», del que se dice que contiene la toalla que usĂł JesĂşs para secar los pies de los discĂpulos, la manta que cubriĂł su rostro en la tumba, el velo de MarĂa, algunas de sus prendas, iY una botella de la leche de MarĂa, la madre de JesĂşs! 1 Se supone que la leche de MarĂa está tambiĂ©n coloreando como adorno las paredes del sitio denominado VĂa Láctea de BelĂ©n, iY piezas de roca se venden como reliquias y amuletos!
Aunque no se sabe nada de la madre de MarĂa, ni siquiera su nombre —como lo admiten los eruditos catĂłlicos—, hace cientos de años se le dio el nombre de santa Ana iAl poco tiempo, muchas iglesias de toda Europa afirmaban tener su cuerpo como reliquia sagrada! Uno de los cuerpos se suponĂa que estaba en Apte (Francia) y otro en LeĂłn (España). Además, se decĂa que su cabeza estaba en Treir, iY tambiĂ©n en TurĂn! 2
Por el año 750 llegaban a Roma constantemente innumerables vagones cargados de gran nĂşmero de esqueletos y cráneos. Estos eran separados, marcados y vendidos por los papas.3 Esta venta de cadáveres y huesos se convirtiĂł en un gran negocio. Todo novio viajero que pasaba por Roma estaba ansioso por obtener reliquias. Por las noches se saqueaban las sepulturas y a tal extremo se llegĂł, ique hombres armados hubieron de proteger las tumbas de las iglesias! «Roma —dice Gregorio— parecĂa un cementerio desmoronado en el cual las hienas aullaban y
I. El otro lado de Roma, p. 53.
2. Ibid.
3. Italia medieval, p. 71.
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se peleaban, mientras manos avariciosas desenterraban los cuerpos.» Hay en la iglesia de Santa Práxedes una placa de mármol, la cual tiene una leyenda que dice que en el año 817, el papa Pascual hizo sacar los cuerpos de 2.300 mártires de los cementerios de dicha iglesia!
La iglesia de Colombo (Francia) reclamaba poseer lo que se conocĂa como el «Santo Prepucio» (el prepucio es la pequeña porciĂłn de piel que se desprende de los bebĂ©s, cuando son circuncidados). La forma en que esta iglesia francesa llegĂł a obtener el supuesto prepucio de JesĂşs, siglos más tarde, es, naturalmente, un misterio. Sus poderes eran sumamente proclamados. Se creĂa que tenĂa el poder de transformar mujeres estĂ©riles en fĂ©rtiles y proteger a las mujeres durante la concepciĂłn. Incluso Enrique V de Inglaterra creĂa en sus poderes, de tal manera que cuando la reina Catalina iba a dar a luz a un heredero al trono británico, hizo arreglos para conseguir el prepucio. Su esposa no tuvo compli-
caciĂłn alguna y como consecuencia, en aprecio por la ayuda de la reliquia, el rey ordenĂł construir un
santuario en Colombo para la protecciĂłn del pr epu-
cio. La historia se divulgĂł y al poco tiempo otras iglesias de distintas áreas comenzaron a reclamar la posesiĂłn del «Santo Prepucio», tales como la iglesia de San Juan, en Roma, y la de Puy, en Velay.2
Sin duda alguna que la mayorĂa de estas «reliquias sagradas» han sido demostradas como fraudes. Algunos de los huesos, que en una Ă©poca se afirmaba que eran de los santos y mártires, por ejemplo,
han sido descubiertos como huesos de ianimaZes! En España, una catedral pretendĂa poseer parte de un ala del ángel Gabriel cuando visitĂł a MarĂa. Al ser
1. Ibid., p. 391.
2. El otro lado de Roma, p. 54.
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examinada, ise supo que no era más que una gran pluma de avestruz! 3 pesar de tantas inconsistencias, ¿por quĂ© atri buye el catĂłlico tanta importancia a las reliquias? Una de las razones es porque se cree que al colocar una reliquia en una iglesia, capilla o catedral, se «consagra» el terreno y el edificio.l El sĂ©ptimo Concilio EcumĂ©nico de Nicea, en el año 787, prohibiĂł a un obispo el dedicar un edificio si no tenĂa presente una reliquia. El castigo por hacer lo contrario, iera su excomuniĂłn de la Iglesia! Tan extremada se hizo creencia en la Edad Media, que algunas catemiles de reliquias. La iglesia del casWittemberg, en cuya puerta Lutero clavĂł las tesis», por ejemplo, poseĂa 19.000 reli-
dĂłnde proviene la idea de que es neceuna reliquia para «consagrar» un terreno o edificio? iCiertamente no hay indicaciĂłn alguna que tal creencia o práctica haya sido parte de las enseñan nuestro Señor JesĂşs o de los apĂłstoles! iPero sabemos que el uso de reliquias era definitiva de la religiĂłn pagana!
Cuando Nimrod, el falso «salvador» de Babilonia
muriĂł,• su cuerpo fue mutilado en pedazos y sus huesos fueron esparcidos por toda la regiĂłn. Esta muerte tiene un fuerte contraste con la muerte del verdadero Salvador, nuesro Señor Jesucristo. Nimrod fue destrozado miembro a miembro, mientras que de se profetizĂł que «hueso no quebrantarĂ©is de El». Teniendo esto presente, sigamos un poco más adelante. Cuando Nimrod supuestamente resucitĂł
—convirtiĂ©ndose en el dios-sol—, se enseñaba que habitaba en otro cuerpo diferente, que los miembros
3. Catolicismo romano, p. 290.
1. Italia medieval, p. 71.
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del viejo cuerpo habĂan sido dejados atrás. (Por supuesto que a esto no se le puede llamar como una resurrecciĂłn en el sentido estricto de la palabra.) En el caso del Señor, hubo una verdadera resurrecciĂłn. iFue El, propiamente, quien se levantĂł de entre los muertos! iLa tumba estaba vacĂa y no se encontraron partes de su cuerpo como reliquias!
Pero en las leyendas de la muerte del falso «sal vador» Nimrod, se dice que su cuerpo fue destro zado, y sus miembros enterrados en uno Ăż otro lado. A travĂ©s del tiempo, se comenzĂł a creer el mito de que en ciertos lugares estaba enterrada parte del
cuerpo, iY estos sitios eran «consagrados»!
Estas ideas se propagaron por las naciones. Pronto varios sitios en Egipto, por ejemplo, fueron considerados como sepultura del dios mártir. «En Egipto abundaban los sepulcros del dios mártir y muchos brazos, piernas y cadáveres eran proclamados como genuinos y se exhibĂan en los cementerios contrarios para que los adorasen los fieles egipcios.»l
De esta manera las peregrinaciones a tales sitios sagrados vinieron a ser parte de la religiĂłn pagana. Pero el verdadero cristiano no necesita hacer ningu-
na peregrinaciĂłn a una tumba para adorar huesos, pues nuestro Salvador resucitĂł y vive para siempre! iLa tumba de JerusalĂ©n está vacĂa! A pesar de esto, el paganismo se habĂa mezclado tanto con el catolicismo, que durante la Edad Media, una de las formas más populares de «limpiarse de pecado» iera la de hacer una peregrinaciĂłn al santo sepulcro de JerusalĂ©n!
Tampoco hay ningún fundamento en las Escrituras que apruebe las peregrinaciones a las tumbas de los santos, mártires, profetas o apóstoles. De hecho,
1. Las dos Babilonias, p. 179.
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la forma en que el Señor dispuso que el cuerpo de MoisĂ©s fuera enterrado por seres sobrenaturales en los valles de Moab para que nadie supiera dĂłnde estaba su sepulcro, hasta el dĂa de hoy, indica la oposiciĂłn del Señor a la idea de las peregrinaciones o la adoraciĂłn de huesos (Deuteronomio 346).
La influencia de Egipto, la tierra de la cual los hijos de Israel salieron, era conocida por su idolatrĂa. Como la tierra de Egipto era un sitio de nume rosas reliquias, la sabidurĂa de Dios al hacer secreta la tumba de MoisĂ©s, es clara. Años más tarde, incluso la serpiente de bronce que hizo MoisĂ©s fue llamada Nehustan y fue adorada como una reliquia sa grada por los hijos de Israel (2.0 Reyes 18:4). Pues bien, si pçacticaban tal idolatrĂa con algo que MoisĂ©s habĂa hecho, imayor idolatrĂa hubieran practicado de haber poseĂdo uno de sus huesos! Y si Jehová se airĂł de tal manera porque su gente daba honor a una reliquia en aquel tiempo, iseguramente que tal uso de reliquias actualmente es desagradable a Jehová!
Hemos visto que muchas de las reliquias del romanismo son fraudes, y no los objetos originales que pretenden ser. Pero supongamos que en realidad tuviĂ©semos uno de los cabellos de MarĂa o un hueso del apĂłstol Pablo o el manto que JesĂşs usĂł. ¿Agra• darĂa a Dios el establecer estos objetos como reliquias sagradas? De acuerdo con el ejemplo de la serpiente de bronce de MoisĂ©s, ino! Si no hay virtud en el verdadero cabello, hueso o manto, ipor lo tanto hay mucha menos virtud en un objeto fraudulento!
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FRAUDE RELIGIOSO
La venta de reliquias, al igual que las peregrinaciones a lugares sagrados, se convirtiĂł en un gran negocio para la Iglesia apĂłstata durante la Edad Media. El papa Bonifacio VIII declarĂł el año 1300 como un año de jubileo y ofreciĂł generosas indulgencias a todo aquel que hiciera un viaje de peregrinaciĂłn a la catedral de San Pedro en dicho año. Se estima que dos millones de personas lo hicieron. Depositaron tantos tesoros ante la supuesta tumba de Pedro, que dos sacerdotes estuvieron todo el dĂa y la noche recogiĂ©ndolos con una pala.l ¿Pero quĂ© hizo el Papa con ese dinero? La mayor parte fue usada para enriquecer a sus familiares, los Gaetani, quienes con el dinero compraron numerosos casti llos y esplĂ©ndidas haciendas en Latium. Esta acciĂłn provocĂł un gran resentimiento por parte del pueblo romano*
Desde los dĂas de la supuesta conversiĂłn de Constantino, la Iglesia Romana continuaba creciendo en riquezas a un paso acelerado. En la Edad Media, la
1, La Historia de la CivilizaciĂłn, Vol. 4, p. 753; Italia medieval, p, 485.
2. Ibid., p. 487.
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«Iglesia» poseĂa ciudades enteras, grandes porciones de tierra e inmensas riquezas. Una de las formas por las cuales tales riquezas se obtuvieron, era a travĂ©s de propiedades y dinero que la Iglesia «heredaba». En aquellos dĂas, muy pocas personas sabĂan escribir. Por consecuencia un sacerdote era generalmente llamado para preparar los testamentos. Naturalmente, con un sacerdote escribiendo el testamento, ipodemos estar seguros que la Iglesia Romana era siempre recordada! Y para asegurarse de la presencia de un sacerdote, en el momento en que se hacĂa una escritura testamental o para contar con su supervisĂłn, el papa Alejandro III decretĂł en 1170 que nadie podĂa hacer un testamento válido, iexcepto con la presencia de un sacerdote! Cualquier notario secular que escribĂa un testamento (excepto bajo estas condiciones) iera excomulgado! 1 Frecuentemente, la Ăşltima persona que estaba con el moribundo era un sacerdote, pues de acuerdo con el dogma catĂłlico, el sacerdote debe dar los Ăşltimos ritos del llamado sacramento de la ExtremaunciĂłn. En esos momentos, si no anteriormente, se entregaban al sacerdote grandes sumas de dinero por misas, etc.
Durante la Edad Media (llamada correctamente la edad Oscura), a toda persona nacida en las naciones catĂłlicas, se le exigĂa que se hiciera miembro de la Iglesia. No habĂa nada de voluntario en ello. El que fuese nacido en una naciĂłn catĂłlica, automáticamente era catĂłlico. De la misma forma como automáticamente somos ciudadanos del paĂs donde nacemos. TambiĂ©n, como la mayorĂa de los paĂses requieren de un pago de impuestos, igual la «Iglesia» de aquel tiempo cobraba un impuesto. Este pago a
I. Historia de la CivilizaciĂłn, Vol. 4, p. 766.
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la Iglesia no se daba como una ofrenda que salĂa del corazĂłn, sino que se pagaba de manera «obligatona», un principio al cual la Biblia se opone (2.a Corintios 9:7). De todas maneras, los feligreses catĂłlicos eran obligados a pagar y esto enriqueciĂł a la Iglesia apĂłstata.
A travĂ©s de los siglos, el dinero adicional que se ha levantado para la Iglesia CatĂłlica, proviene del sistema de «monjas». Miles de monjas trabajan año tras año para ayudar al programa de la Iglesia apĂłstata. A Ă©stas, como a las «vĂrgenes vestales», no se les permite contraer matrimonio. Frecuentemente viven en pobreza y gozan de poca libertad. iPero continuamente entregan dinero a los obispos, cardenales y al Papa, quien vive en un elegante palacio, reina desde un trono de oro y viste ropas reales y coronas de joyas!
Otro medio de enriquecimiento de la Iglesia Ca tĂłlica Romana, es la venta de indulgencias, iperdones de pecado! La idea de que una persona pueda comprar con dinero el perdĂłn de pecados —pasados, pre sentes o futuros—, no sĂłlo es contraria a las cnseñanzas escriturales, sino que es absolutamente contraria a la Palabra de Dios. Esta práctica es nada
menos que una blasfemia contra la preciosa sangre de Cristo, sin la cual no hay perdĂłn de pecados.
Uno de los desatinos de vender tales indulgencias es que los que las vendĂan no vivĂan una vida mejor que aquellos pecadores a quienes se las vendĂan. Por el año 1450, Tomás Gascoigne, rector de la Universidad de Oxford, se quejĂł de los vendedores de indulgencias de aquellos tiempos y de los abusos que acompañaban a esta práctica. DecĂa que los vendedores de indulgencias vagaban por la comarca y emi tĂan una carta de perdĂłn de pecados, si por ella recibĂan como pago dos peniques; algunas veces por
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un vaso de cerveza, por el uso de una prostituta o por algĂşn placer carnal.l
Fue la venta de indulgencias y los abusos con que se acompañaban, lo que provocĂł que MartĂn Lutero comenzara lo que se conoce como la Reforma protestante. Lo sucedido en esta reforma es una historia muy interesante. Con el fin de levantar fondos para la reconstrucciĂłn de la iglesia de San Pedro, en Roma, el Papa hizo una campaña especial para vender indulgencias. EmpleĂł a varios vendedores que ejercĂan «fuerte presiĂłn» para hacer sus ventas en los distintos paĂses enviados como vendedores.
La persona elegida para vender indulgencias en Alemania fue Juan Tetzel. HabĂa sido convicto por adulterio- y conducta deshonesta en Innsbruck, en donde sus vicios casi le cuestan la vida. El emperador Maximiliano habĂa ordenado su muerte, pero el elector Federico consiguiĂł que se le perdonara la vida.2 Era conocido como un hombre de conducta baja pero muy hábil como charlatán para levantar fondos, de modo que fue empleado por el Papa.
Lo siguiente es una descripciĂłn de un testimonio ocular de la entrada de Tetzel a una ciudad alemana: «Cuando el vendedor de indulgencias se acerca ba al pueblo, llevaba el documento oficial del Papa delante de Ă©l en un pendĂłn de oro y terciopelo. To dos los sacerdotes y monjes, el concilio del pueblo, los rectores de colegios, sus estudiantes y todo horn bre o mujer; salĂan a recibirlo con estandartes, velas y cánticos formando una gran procesiĂłn. Luego, con las campanas repicando y los Ăłrganos tocando, se le acompañaba hasta la puerta de la iglesia principal. Se colocaba una cruz roja en medio de la iglesia y
1. Ibid., vol. 6, p. 23.
2. Historia de la Reforma, p. 70.
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se ponĂa allĂ el estandarte papal. Cualquiera podrĂa imaginarse que se estaba recibiendo al mismo Dios. Al frente de la cruz se colocaba un gran baĂşl de hierro para recibir el dinero y luego la gente era convencida de varias formas, ya sea por sermones, himnos, procesiones y boletines para que compraran indulgencias»?
Tetzel predicaba que las indulgencias eran el regalo más precioso de Dios. Tan grande era su deseo de vender, que declarĂł que, por virtud de sus certificados de perdĂłn, todo pecado que quisiera cometer el comprador, si asĂ lo deseaba, le serĂa perdonado y que ni siquiera habĂa necesidad de arrepentirse.l Se ha dicho que llevaba consigo una pintura del diablo atormentando las almas de los hombres en el purgatorio. RepetĂa frecuentemente las palabras que aparecĂan en la caja de dinero que portaba: SobaZd der Pfenning im Kasten Ktingt, Die seel' aus dem Fegfeuer sprint. Estas palabras, traducidas literalmente, significan: «Tan pronto como su dinero suena en el fondo de la caja, el alma atormentada en el purgatorio, vuela». Otra traducciĂłn dice: «Tan pronto como su dinero canta, el alma del purgatorio, salta».
Por este motivo, el rico daba grandes donativos y el pobre campesino vendĂa todo lo que tenĂa para ayudar a los suyos a salir del «purgatorio» o para pagar sus propios pecados.
En aquellos dĂas, en las universidades medievales, aquellos que querĂan declarar ciertas opiniones las ponĂan como tesis al pĂşblico, es decir, declaraban sus opiniones e invitaban al pĂşblico a venir para dis-
2. HerejĂas de Roma, p. 84. I. Historia de la Reforma, p. 71.
cutirlas. Siguiendo esta costumbre, MartĂn Lutero clavĂł sus famosas «95 Tesis» sobre la puerta de la iglesia-castillo de Wittenburg (Alemania). Estas eran 95 declaraciones en contra de la venta de indulgencias (como la nĂşmero 72, que hace una declaraciĂłn contra la afirmaciĂłn de Tetzel, de que tan pronto como el dinero cae, el alma salta del purgatorio). Abusos por el estilo se practicaban por todas partes por el Papa y la Iglesia Romana.
Por lo_tanto, Lutero, aunque todavĂa era un sacerdote del romanismo, se opuso a la venta de indulgencias. Cuando Tetzel se enterĂł de esto, su cara enrojeciĂł de ira, ProclamĂł las maldiciones más horribles desde el pĂşlpito e hizo que se hicieran fogatas en las plazas pĂşblicas, iY declarĂł que habĂa recibido Ăłrdenes del Papa para quemar a todo hereje que tratara de oponerse a sus altamente santas indulgen-
Sin embargo, la verdad triunfĂł y el abuso de la venta. de indulgencias y otros errores del romanismo, fueron exhibidos a la luz de todo el mundo. Aunque la doctrina de indulgencias es todavĂa parte de las creencias de la Iglesia CatĂłlica, ila venta de indulgencias y los abusos que las acompañaban tuvieron que reducirse!
Hasta hoy en dĂa han continuado los abusos financieros de esta forma en la Iglesia CatĂłlica Romana. TodavĂa se hacen pagos para que un sacerdote «ore por un ser amado para sacarlo • del purgatorio». La idea de que podemos asegurar la salva1. Ibid., p. 78.
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vación de uno de nuestros seres queridos por medio del pago de dinero, es totalmente de origen pagano, como lo veremos más adelante. Pero además de lo escandaloso del sistema, el caso es que no hay prueba alguna de que el purgatorio exista; ie incluso los sacerdotes deben admitir que no hay forma de saber cuándo una persona finalmente pasa del purgatorio al cielo! Tales doctrinas, por lo tanto, ison crueles y malvadas! No debemos sorprendernos de que las gentes den casi todo lo que poseen, puesto que han sido enseñados desde la infancia, que estos sacerdotes pueden, a través de la oración, sacar a los seres amados de las llamas!
En realidad, cuando todos los datos pueden verse tal como son, este sistema de sacerdocio es peor que cualquier sistema de juego, peor que un fraude y más desalmado que los mĂ©todos empleados por criminales, que chantajean a travĂ©s de falsas acusaciones. El aprovecharse, por chantaje, del cariño y recuerdo de una persona en duelo por seres amados y ganar dinero en esto, es realmente un chantaje horrible que se hace en nombre de la religiĂłn. Sin embargo, la mayor parte de las riquezas de la Iglesia CatĂłlica se han obtenido por estos mĂ©todos. No pocas veces nuestro Salvador condenĂł abiertamente tales prácticas. HablĂł de sacerdotes (escribas y fariseos) que «comĂ©is las casas de las viudas y por pretexto hacĂ©is largas oraciones» (Mateo 23:14). AĂşn asĂ, un sacerdote catĂłlico irá a una viuda —que acaba
de perder a su esposo— y en su dolor por esta pĂ©rdida le dirá que su esposo está en el purgatorio y que si le ama debe pagar dinero para que Ă©l ore y pueda sacarlo de las llamas de su tormento y llevarlo al cielo. En tales ocasiones, y debido a la preSiĂłn del momento, le han sido entregadas a la Iglesia CatĂłlica grandes sumas de dinero.
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Una misa mayor puede costar mil dĂłlares (o más), depende de las flores y candelabros y del nĂşmero de sacerdotes que tomen parte en ella. Esta es cantada en voz alta. La misa menor es menos costosa, y se usan sĂłlo seis velas, diciĂ©ndose en voz baja. Los irlandeses tienen un dicho: «Dinero mayor, misa mayor; dinero menor, misa menor; no dinero, no misa».
Si los parientes de una persona difunta no tienen dinero o rehĂşsan pagar por las misas, sus muertos son llamados «almas olvidadas del purgatorio». Sin embargo, el 2 de noviembre, «DĂa de los Difuntos», cada año se ofrecen oraciones por estas almas olvidadas. En ese dĂa se les pide a los miembros de la Iglesia CatĂłlica que contribuyan con dinero para la Misa de Requiem, la cual es dicha en este dĂa para aliviar los sufrimientos de las almas olvidadas por sus familiares.
¿Hay, pues, alguna forma por la cual un catĂłlico pueda asegurarse de que alguien va a pagar misas a su favor despuĂ©s de su muerte? SĂ, puede asegurarse de esto uniĂ©ndose a la «Sociedad Purgatorial», establecida en 1856. Debe contribuir a este fondo con una cuota por lo menos una vez al año, y de esta manera puede estar seguro que al morir se elevarán oraciones en su favor.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el arzobispo de Winnipeg (Canadá), en una carta fechada el dĂa 1.0 de mayo de 1944, urgiĂł a todas las madres catĂłlicas romanas para garantizar la salvaciĂłn de sus hijos del purgatorio previo pago a Ă©l de la suma de 40 dĂłlares para tener oraciones y misas por ellos, Pero segĂşn las Escrituras, es imposible para nosotros el redimir un alma a travĂ©s de pagos en su nombre. No importa quĂ© cantidad se pague, nunca podrá redimirse a nadie. La Biblia claramente dice que «no somos rescatados con cosas corruptibles,
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como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminaciĂłn» (l.a Pedro 1:18-19), Amigos, ies solamente al allegarnos a Cristo y recibir la purificaciĂłn de su preciosa sangre que podemos ser redimidos! El enseñar que el dinero puede redimir, es una burla a la sangre de Cristo, la cual es lo Ăşnico que nos limpia de todo pecado (l.a Juan 1:7).
La Biblia dice que «un rico difĂcilmente entrará en el reino de los cielos» (Mateo 19:23-24). Pero de acuerdo con el dogma catĂłlico, si un hombre tiene suficiente dinero para pagar por la celebraciĂłn de misas en su nombre, será escoltado al cielo. AsĂ que, en este caso, las enseñanzas del romanismo son opuestas a lo que el Señor enseñó. iPiĂ©nselo bien!
La Biblia dice que «los que confĂan en sus haciendas y en la muchedumbre de sus riquezas, se jactan; ninguno de ellos podrá en manera alguna redimir al hermano, ni dar a Dios su rescate» (Salmos 49:6-7). Pues bien, si el dinero no puede redimir a nuestro hermano que vive, ¿cĂłmo podrĂa redimirlo si estuviere muerto?
Ya sea pagano, papal, protestante o pentecostal, no hay sacerdote o predicador que pueda garantizar la salvación de nadie, vivo o muerto, por la cantidad de dinero que haya dado para oraciones a su favor. iDios no se deja comprar con dinero; esto es algo que El aborrece! iAy del predicador que dé la im presión de que una persona pueda enviarle dinero y entonces, a través de oraciones todos los queridos de ella serán salvos o bienaventurados en cualquier forma especial! Ningún hombre puede hacer esto y ser honesto, porque el dinero no puede comprar las
bendiciones ni los dones de Dios.
Pedro sabĂa esto cuando SimĂłn el mago pensĂł que podĂa «comprar» el don de Dios con dinero. Pedro
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le reprendiĂł: «Tu dinero perezca contigo, que piensas que el don de Dios se compra con dinero» (Hechos 8:20). La Biblia expone claramente ique el dinero no puede comprar la salvaciĂłn o dones de Dios! Ciertamente, el pago de dinero por oraciones nunca podrá liberar a nadie del purgatorio, iincluso en el supuesto de que tal lugar existiera!
Los primeros cristianos del Nuevo Testamento nunca profesaron creer en un sitio como el purgatorio. La palabra no aparece en ninguna parte de la Biblia. La idea del purgatorio y oraciones por almas para que salgan de él no eran conocidas en la Iglesia profesante de ninguna forma hasta el año 600 d. de C., cuando el papa Gregorio el Grande hizo declaraciones de un tercer estado, un lugar para la purificación de las almas antes de su entrada al cielo. Esto no fue aceptado como dogma católico sino hasta 1459, en el Concilio de Florencia. Noventa años más tarde, el Concilio de Trento confirmó este dogma maldiciendo a aquellos que no aceptaran tal doctrina.l
Durante el siglo XII se propagĂł una leyenda del purgatorio, la cual ayudĂł a incrementar la idea. iSe proclamĂł que san Patricio habĂa encontrado la verdadera entrada a este sitio! De acuerdo a la leyenda, san Patricio —para convencer a los que dudaban— hizo excavar un hoyo muy profundo en Irlanda, al cual descendieron varios monjes. Cuando regresaron, dice la historia que describieron el purgatorio y el infierno de una forma vĂvida. En 1153, el caballero irlandĂ©s Owen declarĂł que tambiĂ©n habĂa descendido a travĂ©s del hoyo al bajomundo y el relato de sus experiencias tuvo un gran Ă©xito. VenĂan turistas de grandes distancias a visitar la entrada. Sin embargo, los abusos financieros que se desarrollaron
1. HerejĂas de Roma, p. 82.
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llegaron a ser tan grandes, que el papa Alejandro VI ordenó cerrarlo en 1497 afirmando que era un fraude. i Tres años más tarde, sin embargo, el papa Benedicto XIV predicó y publicó en Roma un sermón en favor del purgatorio de Patricio! 2
Muchas historias ridĂculas de despuĂ©s de la muerte fueron esparcidas durante la Edad Media. Eran usadas para atemorizar a las masas analfabetas y muchas de estas ideas, tales como la doctrina del purgatorio, han continuado de generaciĂłn en generaciĂłn. Pero el verdadero origen de la idea del purgatorio, i proviene del paganismo mucho antes de la Era Cristiana! Acudiendo a la historia, al pasado, encontramos que estas ideas formaron parte de las religiones y filosofĂas paganas. PlatĂłn, por ejemplo, quien viviĂł en los años 427 a 347 a. de C., hablĂł de los maestros Orficos de sus dĂas, «...quienes iban a las puertas de los ricos y trataban de persuadirlos de que ellos tenĂan un poder a su disposiciĂłn, el cual recibĂan del cielo, que les permitĂa, a travĂ©s de sacrificios y encantamientos, enmendar cualquier cri-
men cometido por el individuo o sus antepasados... Sus misterios nos sacan de los tormentos del otro mundo, mientras que el ignorarlos es castigado terriblemente».3 AquĂ vemos una descripciĂłn clara del purgatorio, tres siglos antes del nacimiento de nuestro Señor Jesucristo.
Hay una elaborada ilustración del sufrimiento en el purgatorio, en los escritos sagrados del budismo. Hubieron épocas cuando eran tantos los budistas chi nos que iban a comprar oraciones de escape por sus deudos en el purgatorio, que hubo necesidad de levantar tiendas especialmente para esto (véase ilustración).
1. La historia de la CivilizaciĂłn, p. 735.
2. Enciclopedia de religiones, Vol. 2, p. 159.
3. El hombre y sus dioses, p. 127.
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En la religión de Zoroastro las almas son llevadas a través de doce distintos estados antes de que estén suficientemente purificadas para entrar al cielo y los estoicos concibieron un sitio de aprendizaje al cual llamaron Empurosis, es decir, un sitio de fuego.l Los musulmarfes también enseñan la doctrina del purgatorio. Su enseñanza es que los ángeles Munnker y Nekir les hacen preguntas acerca de su religión y del profeta Mahoma cuando mueren. Si no contestan
correctamente, van al purgatorio, Sin embargo, isi el sacerdote musulmán es pagado con «suficiente» dinero, las almas son libradas!
Que esta idea de dar dinero por los difuntos es de origen antiguo, puede verse en la misma Biblia. En el Antiguo Testamento Dios amonestĂł a su pueblo a "no mezclar ideas paganas en su culto. Dentro de las cosas que les fueron prohibidas, se destaca el no dar dinero «por los muertos» (Deuteronomio 26:14). Lo que indica que la idea de beneficiar a los muertos por el pago de dinero, ya existĂa en tan temprana edad, iY que Dios advirtiĂł en contra de ello!
De modo que la idea de un purgatorio, en una u otra forma, es muy antigua, y, como lo anota el escritor de las dos Babilonias, «en todoS los sistemas religiosos, excepto ez de la Biblia, la doctrina del
I. Enciclopedia Británica, Vol. 22, p. 660, edición llva.
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purgatorio, despuĂ©s de la muerte y oraciones por los muertos, ha sido aceptada».2 ¿Pero de dĂłnde proviene la idea del purgatorio en esta variedad de religiones ?
Es muy probable que la creencia en el purgato rio fue nada más que un desarrollo de ideas asociadas con el antiguo culto a Moloch. Parece que las distintas naciones paganas tenĂan la idea de que el fuego era el representante terrenal del dios-sol. Tales ideas del fuego fueron conectadas con el antiguo culto solar. Fue esta falsa creencia en los poderes de limpieza del fuego, que estaba tras los ritos abominables de pasar los hijos por el fuego de Moloch. Sobre este rito, Dios mandĂł a su pueblo: «...y no des de tu simiente para hacerla pasar por el fuego a Moloch» (LevĂtico 18:21, JeremĂas 32: 35 y 2.0 Reyes 23:10). Pero ni el pasar por el fuego de Moloch, ni pasar por el fuego del purgatorio pueden limpiar al hombre del pecado. iSe necesita para ello la sangre de nuestro Señor Jesucristo!
Moloch era otro nombre de Bel o Nimrod.l Los ritos de Moloch sin duda eran babilĂłnicos. Este era conociclo como el diosfuego y uno de los s i g n i f i c a d o s del nombre de Tammuz (supuestamente el renacido Nimrod), es Tam (perfecto) y Muz (por fuego). Ahora
comenzamos a ver el verdadero signi ficado de la idea
2. Ibid„ p. 167. I. Fausset.
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básica de purificación por fuego y su origen. Estos mismos conceptos paganos se desarrollaron más tarde en la idea del purgatorio. Esta idea se propagó por las naciones y finalmente, junto con otras ideas paganas, fue absorbida dentro de la Iglesia Católica Romana.
Los ritos en conexiĂłn con este falso dios Moloch eran muy crueles y malvados. Era adorado «con sacrificios humanos. con mutilaciones, votos de celibato y virginidad y dedicaciĂłn del primogĂ©nito, que era quemado en los brazos o dentro del vientre del horrible Ădolo de bronce convertido en un horno. En la ilustraciĂłn, el sacerdote pagano ha tomado el bebĂ© de brazos de su madre para ofrecĂ©rselo a Moloch. Se hacĂa un gran ruido de tambores para apagar los gritos de la vĂctima. (La palabra para tambor es tophim, de la cual proviene la palabra tophet, que se menciona varias veces en la Biblia como el valle donde eran hechos estos sacrificios.) Mientras que los tambores resonaban, las bandas tocaban y los sacerdotes cantaban. Los sacrificios humanos eran devorados por el fuego.
QuĂ© lástima da el saber que hay gente que piensa que es necesario pagar por nuestros pecados con dinero o ritos tan crueles. Pero quĂ© grandioso es saber las buenas nuevas de la Biblia, la cual nos dice que el precio ya ha sido pagado por nuestro Señor Jesucristo. La salvaciĂłn es por gracia, como un don inmerecido y gratuito de Dios, y no la podemos comprar con dinero, ritos humanos o sacrificios. «Porque por gracia sois salvos por la fe, y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se glorĂe» (Efesios 2:8-9).
2. Fausset, p. 481.
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¿FUE PEDRO EL PRIMER PAPA?
Al frente de la Iglesia Católica Romana está el Papa de Roma. Este hombre, de acuerdo con la doctrina católica, es la cabeza de la Iglesia y sucesor del apóstol Pedro. De acuerdo a esta creencia, Cristo
eligiĂł a Pedro como el primer Papa, quien entonces fue a Roma y sirviĂł en este puesto durante veinti cinco años. Comenzando con Pedro, la Iglesia Ca tĂłlica reclama una sucesiĂłn de papas hasta el dĂa de hoy y sobre esta creencia está construida la funda ciĂłn de la Iglesia CatĂłlica en su totalidad. ¿Pero enseñan las Escrituras el que Cristo haya ordenado a un hombre por encima de todos en la Iglesia? ¿Reconocieron los primeros cristianos a Pedro como tal? La respuesta a estas preguntas es inol Las Escrituras enseñan claramente que habĂa una igualdad dentro de los miembros de la Iglesia de Cristo y que El «es la Cabeza de la Iglesia» (Efesios 5:23), ino el Papa!
Jacobo y Juan, junto con su madre, fueron al Señor una vez pidiendo que uno de ellos se sentara a la derecha y el otro a la izquierda en su reino (en los reinos orientales, los dos ministros principales del estado, segundos en autoridad tras el monarca, eran sentados uno a la derecha y otro a la izquierda). Bien, si la declaraciĂłn catĂłlica fuera verdadera, Je. sĂşs les hubiera contestado que ya habĂa otorgado el lado derecho a Pedro, iY que no pensaba crear
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sitio para nadie en su izquierda! Pero, sin embargo, he aquĂ la respuesta que JesĂşs les dio: «SabĂ©is que los prĂncipes de los gentiles se enseñorean sobre ellos y los que son grandes ejercen potestad sobre ellos» (Mateo 20:20-26 y Marcos 10:3543).
En otras palabras, JesĂşs les dijo a sus discĂpulos que no debĂan actuar como reyes. iEllos no eran para ponerse coronas, sentarse en tronos, ni asemejarse a los reyes gentiles! Pero todas estas cosas han hecho los papas a travĂ©s de los siglos. En esta declaraciĂłn, nuestro Señor dice claramente que ninguno de ellos debĂa hacerse grande sobre los demás. Por el contrario, les enseñó la igualdad, negando claramente los principios que involucra el tener a un Papa reinante sobre la Iglesia, como el «obispo de obispos»,
El hecho de que debĂa haber igualdad entre los
apóstoles, se ve también en Mateo 23:4-10. En este
pasaje JesĂşs amonestĂł a los discĂpulos contra el uso
de tĂtulos como el de «padre» (la palabra papa significa «padre»), rabino o maestro, «...porque uno es vuestro Padre, el cual está en los cielos» y «...porque uno es vuestro Maestro, el Cristo», y «...todos vosotros sois hermanos». Ciertamente, la idea de que uno de ellos debiera ser exaltado a la posiciĂłn de Papa está en desacuerdo completamente con estos textos.
Pero a los catĂłlicos romanos se les enseña que Pedro era tan superior a los otros discĂpulos, ique la Iglesia entera fue edificada sobre Ă©l! El versĂculo que usan para apoyar esta declaraciĂłn, es Mateo 16: 18: «Mas yo tambiĂ©n te digo que tĂş eres Pedro y so bre esta piedra edificarĂ© mi Iglesia; y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella».
Sin embargo, si tomamos este versĂculo en su
contenido, podemos ver claramente que la Iglesia no fue construida sobre Pedro, sino sobre Cristo. En los
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versĂculos anteriores, JesĂşs preguntĂł a sus discĂpu los sobre lo que decĂan los hombres que El era. Unos que Juan el Bautista, otros que ElĂas, otros que JeremĂas y algunos decĂan que era uno de los profetas. Entonces JesĂşs les preguntĂł: «...y vosotros, ¿quiĂ©n decĂs que soy?» Y Pedro contestĂł: «TĂş eres el Cris. to, el Hijo de Dios viviente». Entonces Cristo contestĂł: «TĂş eres Pedro [petros, una piedra, una pequeña roca], y sobre esta piedra [petra, una masa rocosa, la gran roca de fundaciĂłn, o sea, la gran verdad que Pedro expresĂł] edificarĂ© mi Iglesia». La Roca sobre la cual la verdadera Iglesia habĂa de ser edificada, era conectada con la expresiĂłn de Pedro —«TĂş eres el Cristo»— y asĂ la verdadera fundaciĂłn sobre la cual la Iglesia fue construida, fue sobre el mismo Cristo, no sobre Pedro.
Hay otros versĂculos que indican muy claramente quiĂ©n es la verdadera roca de fundaciĂłn; sabemos con entera seguridad que no fue Pedro, pues Ă©ste mismo declarĂł que Cristo era la roca de fundamento (l.a Pedro 2:4-8). Dijo tambiĂ©n el apĂłstol a los lĂderes israelitas que Cristo era la piedra «reprobada por vosotros los edificadores» y que «no hay otro
nombre en quien podamos ser salvos...» (Hechos 4: 11-12), La Iglesia fue construida sobre Cristo. El es el verdadero fundamento y no hay otro. «Porque na die puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo» (l.a Corintios 3:11).
Es obvio que los otros discĂpulos no tomaron las palabras de nuestro Señor —«sobre esta piedra edi ficarĂ© mi Iglesia...»— como que estaba exaltando a Pedro para ser su papa, pues dos capĂtulos más ade lante le preguntaron a JesĂşs acerca de quiĂ©n serĂa el mayor (Mateo 18: 1). Si anteriormente JesĂşs hubiera declarado a Pedro como aquĂ©l sobre el cual se habrĂa de edificar la Iglesia; si este verso probara, que Pedro habrĂa de ser el Papa, ientonces los dis-
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cĂpulos hubieran sabido naturalmente quiĂ©n era el mayor entre ellos y no lo hubieran preguntado!
No fue sino hasta la época de Calixto, obispo de Roma del año 218 al 233, que Mateo 16: 18 fue usado primeramente como un intento de probar que la Iglesia fue fundada sobre Pedro y que el obispo de Roma era su sucesor.
Comparemos más de cerca a Pedro con los papas, iÿ veremos concretamente que Pedro no fue papa!
1. Pedro era casado. El hecho de que Pedro fuera un hombre casado no armoniza con la posiciĂłn catĂłlica romana de que el Papa debe ser soltero. Las Escrituras nos dicen que Za suegra de Pedro fue sanada de una fiebre (Marcos 1:30 y Mateo 8:14). iNaturalmente que Pedro no podĂa tener suegra, si no tuviera esposa!
Sin embargo, algunos tratan de explicar esta discrepancia diciendo que Pedro cesĂł de vivir con su esposa. Si asf fue, ¿entonces su esposa lo dejĂł? ¿Por quĂ©? ¿Fue acaso incompatibilidad de caracteres? ¿O tal vez Ă©l la dejĂł? Si asĂ fue, entonces fue un desertor. En cualquiera de ambos casos, ifue una pobre fundaciĂłn sobre la cual construir una Iglesia!
Pero la Biblia indica claramente que Pedro ino dejó a su esposa! Veinticinco años después de que Jesús regresase al cielo, el apóstol Pablo menciona
que los diferentes apĂłstoles tenĂan esposas —incluso Cefas (l.a Corintios 9:5). Cefas era el nombre en arameo de Pedro (Juan 1:42). Obviamente, Pedro no habĂa abandonado a su esposa.
2. Pedro no permitĂa que un hombre se le arrodillara a sus pies. Cuando Pedro entrĂł a la casa de
Cornelio, leemos que «Cornelio saliĂł a recibirle y derribándose a sus pies, adorĂł. Mas Pedro le levantĂł diciendo: Levántate, yo mismo tambiĂ©n soy hombre» (Hechos 10:25-26). iEsto difiere mucho de lo que
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hubiera hecho y dicho un papa! Los hombres se humillan ante el Papa y Ă©l se complace en esto.
3. Los papas colocan la tradiciĂłn en igual sitio que la Palabra de Dios. Pero Pedro —al contrario— tenĂa poca fe en las «tradiciones de vuestros padres» (l.a Pedro 1: 18), El sermĂłn de Pedro en el dĂa de PentecostĂ©s estaba lleno de la Palabra de Dios, no de tradiciones de hombres, y cuando las gentes preguntaron quĂ© debĂan hacer para agradar a Dios, Pedro les dijo: «ArrepentĂos y bautĂcese cada uno de
vosotros en el nombre de Jesucristo para perdĂłn de los pecados y recibirĂ©is el don del EspĂritu. Santo» (Hechos 2:38).
4. Pedro no fue papa ni portĂł corona alguna. Pedro mismo explicĂł que el pueblo de Dios no debĂa usar coronas en esta vida, pero «cuando apare ciese el PrĂncipe de los pastores, vosotros recibirĂ©is la corona incorruptible de gloria» (l.a Pedro 5:4). Hasta entonces, no hemos de portar corona ninguna. Y dado que Cristo no ha regresado, ila corona que el Papa usa, no ha sido puesta sobre Ă©l por Cristo!
En resumen, Pedro nunca actuĂł como papa. Nunca vistiĂł como papa, nunca hablĂł como papa, nunca escribiĂł como papa, y el pueblo jamás se dirigiĂł a Ă©l como tal. ¿Por quĂ©? iPorque Pedro no era papa!
Probablemente en los primeros dĂas de la Iglesia, Pedro tomĂł una posiciĂłn preeminente entre los apĂłs toles. Esto no lo negamos. Fue Pedro quien predicĂł el primer sermĂłn despuĂ©s de descender el EspĂritu Santo en el dĂa de PentecostĂ©s y tres mil almas fueron añadidas al Señor ese dĂa. DespuĂ©s fue Pedro quien primeramente llevĂł el Evangelio a los genti les. Siempre que encontramos una lista de los doce apĂłstoles en la Biblia, Pedro es siempre el primero en mencionarse (Mateo 10:2, Marcos 3: 16, Lucas 6: 14 y Hechos 1:13). iPero ninguno de estos casos, ni
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siquiera usando mucha imaginaciĂłn, indica que Pedro fuese el papa u obispo universal de los obispos!
Aunque aparentemente Pedro tomĂł el sitio más sobresaliente dentro del apostolado en un principio, Pablo, años más tarde, es quien parece haber tenido el ministerio más notorio. Como escritor del Nuevo Testamento, por ejemplo, Pablo escribiĂł 100 capĂtulos con 2.325 versĂculos, mientras que Pedro sĂłlo escribiĂł 8 capĂtulos con 166 versos. De modo que el ministerio de Pablo tuvo un alcance superior al de Pedro.
En Gálatas 2:9, Pablo escribiĂł de Jacobo, Pedro (Cefas) y Juan como columnas de la Iglesia Cristiana. Pero Pablo pudo decir: «En nada he sido menor que los sumos apĂłstoles, aunque soy nada» (2.a Corintios, IX: 11 y 11:5,). Pero si Pedro hubiese sido el pontĂfice supremo, el Papa, ientonces, ciertamente, Pablo hubiera sido algo menor que Pedro! Obviamente no fue este el caso. Luego, en Gálatas 2: 11, leemos que Pablo le llamĂł la atenciĂłn a Pedro «.. .porque
era de condenar». iDe esto podemos deducir que Pedro no era considerado como un papa «infalible»!
Fue Pablo «el apĂłstol de los gentiles» (Romanos 11: 13), en tanto que el ministerio de Pedro fue encaminado hacia el evangelio de la «circuncisiĂłn», es decir, a los judĂos (Gálatas 2:7-9). Este solo hecho parece prueba suficiente de que Pedro no fue obispo de Roma, como se enseña a los catĂłlicos, porque Roma era una ciudad gentil. Todo esto es sumamente significativo; especialmente cuando consideramos que el fundamento total del catolicismo romano está basado en la declaraciĂłn de que Pedro fue el primer obispo romano.
Se pretende que Pedro fue a Roma por el año 41 d. de C., y fue martirizado alrededor del 66 d. de C., ipero ni tan siquiera existe la menor prueba de que Pedro estuviera en Roma! Al contrario, es evidente,
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en el Nuevo Testamento, que estuvo en AntioquĂa, Samaria, Cesarea, Joppe y en otros sitios, ipero nunca dice que fuera a Roma! Esta es una extraña omiSiĂłn, iespecialmente cuando recordamos que Roma era la capital del Imperio y se la tenĂa como la ciudad más importante del mundo!
Sin embargo, dicen los católicos romanos que Pedro sufrió martirio allà después de un pontificado de
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veinticinco años. Si aceptamos el año 66 d. de C. como la fecha de su martirio, esto indicarĂa que fue obispo de Roma desde el año 41 al 66 d. de C. Pero en el año 44 d. de C., Pedro se hallaba en el Concilio de JerusalĂ©n (Hechos 15). Cerca del 53 d. de C. Pablo se reuniĂł con Ă©l en AntioquĂa (Gálatas 2: 11), cerca del 58 d. de C., Pablo escribiĂł su carta a los cristianos de Roma, en la cual envĂa saludos a 27 personas, pero ni siquiera menciona a Pedro. ilmagĂnese usted a un misionero escribiendo a la iglesia, saludando a los 27 miembros principales pero sin mencionar al pastor!
Ante la estatua que figura en esta fotografĂa se han postrado miles de personas. Se supone que es la estatua de Pedro; pero, como hemos de ver, en realidad tan sĂłlo es un Ădolo de origen no cristiano, Con un estudio profundo de las Escrituras, encontramos que Pedro no fue obispo de Roma, que no fue el primer Papa y que el oficio papal no fue instituido por Cristo. Entonces, ¿cuál es el verdadero origen de tal oficio y por quĂ© tratar de unir a Pedro con Roma?
Estas cosas las discutiremos en el capĂtulo que sigue.
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ORIGEN PAGANO DEL OFICIO PAPAL
Nimrod, el rey y fundador de Babilonia, no fue solamente su lĂder polĂtico, sino tambiĂ©n el lĂder religioso o rey-sacerdote. Desde Nimrod descendieron una lĂnea de reyes-sacerdotes, cada cual al frente del oculto misterio religioso de Babilonia. Esta lĂnea de sucesiĂłn continĂşa hasta los dĂas de Belsasar, de quien leemos en la Biblia. Muchos saben del banquete que celebrĂł en Babilonia, cuando apareciĂł la mano misteriosa que escribiĂł en la pared. Pero pocos saben que esta reuniĂłn no era simplemente un banquete social, iSino una reuniĂłn religiosa! Las sucias y abominables prácticas de esta ocasiĂłn eran parte de las ceremonias religiosas de los misterios babilĂłnicos, de los cuales Belsasar era la cabeza. La Biblia dice acerca de este festival religioso: «Bebieron vino y alabaron a los dioses de oro y de plata, de metal, de hierro, de madera y de piedra». (Daniel 5:4). Para colmar la blasfemia de la ocasiĂłn, tomaron su vino en los vasos sagrados del Señor, flos cuales habĂan sido tomados de la casa de Dios en JerusalĂ©n! Este hecho de mezclar lo sagrado con lo pagano, itrajo el juicio inmediato de Dios! Babilonia fue sentenciada a ser destruida.
En el curso del tiempo, la ciudad de Babilonia fue completamente destruida. La vieja ciudad
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está ahora en ruinas, deshabitada y desolada (JeremĂas 50:39 y 51:62). Hoy dĂa hay un ferrocarril que va de Bagdad a
Basra, el cual pasa cerca de las ruinas. Hay un letrero en inglĂ©s y árabe que dice «Apeadero de
Babilonia». Por allĂ circulan trenes para recoger pasajeros. Los Ăşnicos son, empero, turistas que van a ese lugar a inspeccionar las ruinas. Aunque la ciudad fue destruida, en la actualidad existen aĂşn indicios de la antigua religiĂłn babilĂłnica.
DespuĂ©s—que Roma conquistĂł el mundo, el pagaĹľ nismo que se habĂa propagado desde ella y se habĂa desarrollado en varias formas, fue mezclado dentro
del sistema religioso de Roma, incluyendo la idea del pontĂfice supremo o Pontifix Maximus. AsĂ, el paganismo babilĂłnico, que habĂa sido ejercido originalmente por Nimrod, fue incorporado a la reli-
giĂłn romana bajo el liderazgo de Julio CĂ©sar. Fue en el año 63 a. de C., que Julio CĂ©sar fue reconocido oficialmente como el Pontifix Maximus de la religiĂłn de los misterios, establecida a la sazĂłn en la Ciudad Eterna. Como es bien conocido, este tĂtulo y oficio pasaron a cada uno de los emperadores ro-
manos y tuvo vigencia por espacio de muchos años.
Para ilustrar cĂłmo fue usado este tĂtulo por los cĂ©sares, mos-
tramos aquĂ una moneda antigua de Roma perteneciente a CĂ©sar Augusto (27 a. de C. a 14 d. de C.) que muestra su tĂtulo como el de Pont-Max, es decir, Pontifix Maximus, la cabeza de los misterios
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paganos. Es interesante notar que monedas de este tipo estaban en circulaciĂłn durante los dĂas del ministerio terrenal de nuestro Señor. «...y ellos le presentaron un denario. Entonces les dice: ¿De quiĂ©n es esta figura y lo que está escrito en ella? Y ellos le dijeron: De CĂ©sar» (Mateo 22:17-22).
Otros emperadores (incluso Constantino) continuaron teniendo este oficio hasta el año 376 d. de Cristo, cuando el emperador Graciano, por razones cristianas, rehusĂł ser el pontĂfice máximo, pues se dio cuenta de que tal tĂtulo y oficio eran idĂłlatras y blasfemos.
Sin embargo, para esta Ă©poca, el obispo de Roma habĂa escalado ya una posiciĂłn de prestigio y poder polĂticos. ¿No consideraban muchos a Roma la ciudad más importante del mundo? Entonces, ¿por quĂ© su obispo no podĂa ser el «obispo de los obispos» y cabeza de la' Iglesia? De esta manera razonaron muchos de los lĂderes religiosos mundanos en este perĂodo. Y asĂ, cuantos más compromisos se establecĂan entre el cristianismo y el paganismo, el obispo romano llegĂł a ocupar un lugar preeminente. No sĂłlo es considerado como una persona importante por la Iglesia apĂłstata, sino que al haber mezclado tanto paganismo en la Iglesia Romana, iera tambiĂ©n aclamado por los mismos paganos! AsĂ, en el año 378, Demaso, obispo de Roma, fue elegido PontĂfice Málimo, iel alto sacerdote oficial de los misterios babilĂłnicos!
Tan ingeniosa fue esta mezcla, esta uniĂłn de paganismo con cristiandad, ique un hombre fue reconocido por ambos grupos —paganos y cristianos— como la cabeza! Era reconocido por la «Iglesia» como el obispo de obispos, mientras que los paganos lo reconocĂan como el Pontifix Maximus, cuyo oficio ejecutaba realmente. Para esta Ă©poca, a travĂ©s de los años, las fuentes del paganismo y cristianismo se
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juntaron produciendo lo que actualmente es conocido como la Iglesia CatĂłlica Romana encabezada por el Supremo PontĂfice o Pontifix Maximus: jel Papa!
Del mismo modo que los cĂ©sares usaron el tĂtulo de Pont-Max, asimismo han hecho los papas. Este tĂtulo es hallado con facilidad en todas las inscripciones habidas en el Vaticano: sobre la entra- o da de la catedral de San Pedro, sobre la estatua de «Pedro» en la cĂşpula, sobre la entrada de la «Puerta del Año Santo», la cual se abre sĂłlo durante los años de jubileo, etc. La medalla que adjuntamos fue impresa por el papa LeĂłn X antes de la Reforma e ilustra una de las formas que el tĂtulo Pont-Max (PontĂfice Maximo) fue usado por los papas. (Compárese con la moneda romana en páginas anteriores.) ¿Pero cĂłmo puede ser un hombre, al mismo tiemPO, cabeza de la Iglesia y cabeza de los misterios paganos, como pontĂfice supremo? Tratando de encubrir esta contradicciĂłn, lĂderes religiosos buscaron la similitud dentro de las dos religiones. SabĂan que si encontraban, aunque fueran pocos, algunos puntos de relaciĂłn entre ambos lados, podrĂan convertirlos en uno, porque para esa Ă©poca, la mayorĂa no se preocupaba por la verdad...; su deseo estaba puesto en los nĂşmeros y en el poder polĂtico. La verdad era secundaria.
Incluso encontraron otra semejanza: el pontĂfice supremo del paganismo llevaba el tĂtulo caldeo (babilĂłnico de 7179 ; es decir, peter o intĂ©rprete. ilntĂ©rprete de los misterios! 1 AquĂ, pues, habĂa una
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1. Isis descubierta, Vol. 2, p. 29; Parkhurt's Lexicon Hebreo, p. 602.
oportunidad para los lĂderes de esa Ă©poca de «cris tianizar» la oficina pagana del Pontifix Maximus, la oficina del obispo de Roma —el Papa— de hoy en dĂa. Al asociar la palabra peter de Pedro el apĂłstol
con el gran intĂ©rprete de Roma (aunque no habĂa conexiĂłn alguna entre ambos), podĂa dar al oficio pagano una apariencia superficial de cristiandad.
Pero esto presentaba ciertos problemas. Para hacer que el apĂłstol Pedro fuera el Pedro de Roma, cosa difĂcil, dado que los intĂ©rpretes de los misterios, los supremos pontĂfices, habĂan estado desde Ă©pocas anteriores conectados con Roma, iera necesario afirmar que el apĂłstol Pedro habĂa ido a Roma! Y esta es la verdadera razĂłn por la cual —a partir del siglo IV y no antes— empezaron a ser propagadas muchas historias con intentos de probar que Pedro fue a Roma.l Y al enseñar esto pudieron unir el paganismo y el cristianismo bajo el liderazgo del supremo pontĂfice, el padre de padres, o el Pedro de Roma, iel intĂ©rprete de los misterios de Roma! «Y asĂ, para los ciegos cristianos de la apostasĂa, el Papa llegĂł a ser el representante de Pedro el apĂłstol, mientras
que para los paganos era el representante del intĂ©rprete de sus bien conocidos misterios.»2
Luego buscaron otras similitudes para asociar a Pedro el apĂłstol con la oficina del Pontifix Maximus. Una de ellas tuvo que ver con las llaves, Por espacio de casi mil años, el pueblo romano habĂa creĂdo en las «llaves» mĂticas, las llaves simbĂłlicas del dios pagano Janos y de la diosa Cibeles.3 Desde antiguas y portaba en su corona dos llaves cruzadas.4 El mi traĂsmo, una de las ramas principales de los misterios que llegaron a Roma, mostraba a su dios-sol, Mitra, portando dos llaves como sĂmbolo de la autoridad.5
Ă©pocas, las «llaves» habĂan sido sĂmbolos de la reli- pal, vĂ©ase el abanico en las siguiente páginas.) giĂłn de los misterios en varios sitios y formas. El Algunos han forzado la Escritura en lo que se rebramán, pontĂfice supremo de la India, por ejem- fiere a Pedro recibiendo las «llaves del reino» hasta PIO, era reconocido como el poseedor de las «llaves» tal punto que ven a Pedro como el portero del cie-
Cuando todo esto fue absorbido por Roma y los emperadores reclamaron ser los sucesores de los «dioses» y los pontĂfices supremos de los misterios, las llaves tambiĂ©n llegaron a ser un sĂmbolo más de su autoridad. De manera que cuando el obispo de Roma, el Papa, llegĂł a ser el supremo pontĂfice, por el año 378 d. de C., automáticamente pasĂł a poseer las llaves mĂticas. Esto le ganĂł al Papa reconocimiento por parte de los paganos. ¿Pero cĂłmo podrĂa ser esto asociado con la cristiandad? Nuevamente lĂderes apĂłstatas de la Iglesia vieron una oportunidad de mezclar a Pedro dentro de la historia. ¿Acaso no le habĂa dicho JesĂşs a Pedro «Y a ti te darĂ© las llaves del reino de los cielos»? (Mateo 16:19). Sin em bargo, no fue sino hasta el año 431 que el Papa, pĂşblicamente, proclamĂł que Ă©l poseĂa las llaves de autoridad que le habĂan sido dadas a Pedro. Esto fue más de cincuenta años despuĂ©s de que el Papa llegara a ser el supremo pontĂfice, el poseedor de las llaves. Evidentemente, las llaves que el Papa usa como insignia de su autoridad espiritual, son las llaves mĂticas del paganismo y no el sĂmbolo original de las llaves que Jesucristo le dio a Pedro. (Como uno de los muchos ejemplos de cĂłmo estas llaves son presentadas como sĂmbolo de la autoridad pa-
1. Hislop, p. 210.
2. Ibid.
3. Ibid., p. 207.
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lo que decide quién entra y quién no entra. Esto es
4. Isis descubierta, p. 30.
5. El hombre y sus dioses, p. 129.
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muy similar a las ideas del dios pagano Janos, puesto que Ă©s te era quien guardaba las puertas en la mitologĂa romana. Janos, con llave mano, aparece en el grabado con dos caras, una de apariencia joven y la otra de viejo (aludiendo al mito de que Nimrod viejo encarnĂł en Tammuz joven).
Las llaves que dio nuestro Señor a Pedro no fueron llaves materiales para una puerta rial. La llave fue dada a Pedro y a todos los demás discĂpulos que el Señor enviĂł a predicar el mensaje del Evangelio. Y a travĂ©s de esta predicaciĂłn del evangelio que les fue dado, podrĂan los hombres ser salvos y tener entrada en el glorioso Reino de Dios.
Adelantándonos un poco, es interesante notar que no sĂłlo eran las llaves un sĂmbolo de Janos, sino tambiĂ©n un ave que se «consagraba» a Ă©l, el gallo.l AsĂ como las llaves de Janos fueron adoptadas como sĂmbolo papal y más tarde asociadas con Pedro, tambiĂ©n fue usado el gallo en un nuevo intento de armonizar ideas paganas con eventos de la vida de Pedro. ¿Acaso no habĂa cantado el gallo en la noche que Pedro negĂł al Señor? (Juan 18:27). HabĂa, pues, aquĂ otra similitud —aunque muy vaga—, ipero incluso Ă©sta fue usada para hacer el oficio pagano del Pontifix Maximus, el alto sacerdote de Janos, apa-
rentar semejanza con Pedro!
Este tĂtulo de supremo pontĂfice o Pontifix Maxi-
6. Enciclopedia de Religiones, Vol. 2, Art. «Jano».
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mus, el cual lleva el Papa, obviamente no es cristiano pues fue llevado por los emperadores paganos de Roma antes de la era cristiana. ¿Cuál era el significado de este tĂtulo? Como es bien sabido, «pontĂfice» viene de las palabras Pons, que significa «puente», y Facio (hacer). La palabra pontĂfice quiere decir «constructor de puentes». Los reyes sacerdotales o emperadores de los tiempos paganos eran considerados como los constructores y guardianes de los puentes de Roma para proteger la ciudad de invasiones. Como supremos sacerdotes de la religiĂłn romana en
esos dĂas paganos, el tĂtulo en su significado original tenĂa un simbolismo religioso: cada uno de estos reyes-sacerdotes reclamaba ser el puente o conexiĂłn entre esta vida y la venidera.
iEntonces, evidentemente, el tĂtulo PontĂfice no tenĂa nada que ver con el verdadero cristianismo! Era simplemente el tĂtulo de los reyes-sacerdotes paganos. Aun asĂ, los papas continĂşan llevando este tĂtulo hasta el dĂa de hoy. Este simple hecho nos demuestra cuánta influencia tuvo el paganismo en la «Iglesia» de Roma. La rama de los misterios babilĂłnicos que llegĂł a Roma (por vĂa de Persia) era conocida como mitraĂsmo. Su influencia creciĂł en Roma hasta que llegĂł a ser —en una Ă©poca— casi la Ăşnica fe del Imperio.r En esta rama de los misterios, el lĂder del sacerdocio era llamado el Pater Patrum, es decir, el «Padre de los Padres». Adoptando este tĂtulo, la cabeza del catolicismo romano es el Papa, el padre de los padres.2 iEl «Padre» o lĂder de los misterios (anterior a la era cristiana) tenĂa su posiciĂłn en Roma y asimismo el «Padre» o lĂder de la Iglesia CatĂłlica, tiene su centro en Roma! Además de esta evidencia, hay muchas más prue-
1. Ibid., p. 545.
2. El paganismo de nuestra cristiandad, p. 145; El hombre y sus dioses, p. 252.
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bas de que el Papa no es el sucesor del apĂłstol Pedro, sino el sucesor de la lĂnea de sumos sacerdotes del paganismo que tuvo su origen en Babilonia. Los costosos y altamente decorados vestidos que usan los papas, demuestran que el oficio de Papa es de origen pagano, pues estas vestiduras eran copiadas de las que lucĂan los emperadores romanos iY no de los apĂłstoles! Los historiadores no han permitido que este hecho continĂşe sin ser notado, pues verdaderamente su testimonio es que «las vestiduras del clero eran testimonio de la Roma pagana».l
La tiara que usan los papas, aunque decorada en formas diferentes y de diferentes edades, es idĂ©ntica en su forma a la usada por los «dioses», que se muestran en las viejas tablas paganas de Asiria.2
La mitra usada por los papas (y algunas veces por los cardenales y obispos) tiene aún un origen más interesante, iun origen que nos provee de otra clave para revelar la identidad de la BabiIonia de hoy el verdadero origen del oficio papal! En el famoso cuadro de Rubens podemos ver la ilustración de Teodosio y Ambrosio (siglo IV).
1. La historia de la CivilizaciĂłn, Vol. 4, p. 745.
2. SĂmbolos paganos antiguos y cristianos modernos, pp. 63, 64.
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NĂłtese la forma del ornamento que usa Ambrosio. iCiertamente no hay indicaciĂłn alguna de que esta mitra hubiese sido usada alguna vez por Cristo o por
sus apĂłstoles! La mitra usada por AarĂłn y los altos sacerdotes judĂos era completamente diferente de Ă©sta, puesto que ellos usaban un turbante. El tipo de mitra usada en la Ăşltima ilustraciĂłn no es conocido en las Escrituras. ¿De dĂłnde proviene este tipo de mitra que usan los papas?
Recordemos que el falso «salvador» de Babilonia en los «misterios» era representado en varias formas y sĂmbolos. Una de esas formas misteriosas era la de un pez, En esta forma, Nimrod, el civilizador de Babilonia, era conocido como Oannes, o como DagĂłn (Dag significa «pez»), y de ahĂ el «DiosPez». El estudiante de las Escrituras sin duda recordará lo odioso que fue a los ojos de Jehová este culto pagano de DagĂłn originado en Babilonia:l El culto a DagĂłn se hizo especialmente popular entre los idĂłlatras filisteos (Jueces 16:21-30 y 1.0 Samuel 5:5-6). Antiguos monumentos muestran frecuentemente a DagĂłn representado como mitad hombre y mitad pez, tal como aparece en la ilustraciĂłn adjunta.
Otra forma en que DagĂłn es representado puede verse en la siguiente ilustraciĂłn (segunda figura, de izquierda a derecha). Esta es la forma en que era pintado en esculturas de Mesopotamia (Babilonia).2 Y, como lo indica Layard en Babilonia y NĂnive, la cabeza del pez formaba una mitra sobre. la cabeza
1. Enciclopedia de religiones, p. 502.
2. SĂmbolos paganos antiguos y cristianos modernos, pág. 21.
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del hombre, mientras que sus faldas caladas y en forma de manto dejaban al descubierto sus manos y pies.3 AquĂ, pues, como en tiempos antiguos, la mitra terminaba en punta como la quijada de un pez, brevemente abierta; iSin duda alguna, el prototipo de la mitra usada actualmente por el Papa!
Más tarde, la figura del cuerpo del pez fue quitada y sólo se usó la mitra en forma de cabeza de pez para adornar la cabe-
za del gran dios mediador. En varias monedas paganas de Mal-
ta, este dios (cuyas ca- racterĂsticas son idĂ©nticas a las de Osiris, el Nimrod egipcio), es representado sin el cuerpo de pez y sĂłlo muestra la cabeza del pez (vĂ©ase la ilustraciĂłn). El que esta mitra era usada en el culto babilĂłnico es evidente, pues está escrito que los sacerdotes caldeos tambiĂ©n usaban un cetro en forma de cabeza de pez.l Y es este mismo el tipo de mitra pagana que el Papa —el supremo pontĂfice de la moderna Babilonia— usa en la actua-
3. Babilonia y NĂnive, p. 343.
1. Dos Babilonias, p. 216.
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lidad. Este cetro puede verse en el dibujo que se acompaña del papa Pablo VI mientras daba su sermĂłn de «paz» durante su histĂłrica visita a los Estados Unidos, en el año 1965. (La fotografĂa que se inserta unas páginas más adelante, muestra al Papa luciendo un refinado modelo.)
Como dijo el notable escritor Hislop, refiriĂ©ndose a la mitra papal, «la mitra en doble pico que usa el
Papa cuando está sentado en el altar supremo de Roma recibiendo pleitesĂa de los cardenales, es idĂ©ntica a la usada por DagĂłn, el dios-pez de los filisteos y babilonios».
En el anillo usado por el Papa puede verse, tambiĂ©n, otra identificaciĂłn entre Ă©ste y el viejo paganismo. H. A. Ironside dice que el Papa es «el sucesor directo del sacerdote supremo de los misterios babiIĂłnicos y el siervo del dios-pez DagĂłn, por quien usa, como sus antecesores paganos, el anillo del pesca-
dor». Pues bien, como hemos visto una y otra vez, los lĂderes de la Iglesia apĂłstata buscaban similitudes dentro del sistema pagano que pudieran aplicarse al cristianismo y unir asĂ ambos sistemas. Cuando hallaban algo trataban de unirlo en la forma menos obvia. En este caso, como Pedro fue pescador durante un tiempo, el pueblo fue enseñado que este anillo del dios-pez inscrito con el tĂtulo Pontifix Maximus, era el anillo de Pedro el pescador. Pero el apĂłstol Pedro nunca usĂł anillos de este tipo, como tampoco nadie se postrĂł ante Ă©l para besarle el anillo. Lo más probable que ni siquiera hubiera tenido nunca uno,
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pues en cierta ocasiĂłn dijo: «Ni tengo oro ni plata» (Hechos 3:6).
Otra clave que nos puede ayudar a resolver el misterio de la Babilonia moderna puede ser visto en el uso del palio por la Iglesia CatĂłlica Romana. El palio que usa el Papa puede verse en la ilustraciĂłn adjunta. Los diccionarios lo definen como una sombrilla usada por el alto clero pagano de Grecia y de Roma antes de la Era Cristiana, y que es empleado hoy en dĂa por el Papa en numerosas ocasiones. AquĂ, pues, hay más pruebas de paganismo mezclado con la Iglesia apĂłs-
tata.
El palio es hecho de lana blanca, la cual es tomada de dos corderos que han sido «bendecidos» en la basĂlica de Santa Ignacia, en Roma. Como un sĂmbolo de que los arzobispos tambiĂ©n participan en la plenitud de la oficina papal, el Papa les envĂa el palio. Pero antes de enviárselo, es puesto sobre la supuesta tumba de Pedro por espacio de una noche. iEste rito no es más que una copia del paganismo que se practicaba entre los antiguos griegos!
Otro intento de asociar al Papa con el apóstol P ed ro puede verse en la forma en que la Iglesia Romana declaró poseer la llamada Cátedra de
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san Pedro, o «Silla» de Pedro (vĂ©ase la ilustraciĂłn).
1662 —dice Bower— tenĂan los romanos la creencia de que el apĂłstol habĂa hecho construir esta silla y se habĂa sentado en ella. Y esta silla en la que se suponĂa se habĂa sentado Pedro, fue expuesta al para que la venerara... en el festival de la Pero desafortunadamente, mientras se limpiasituarla en algĂşn lugar del Vaticano, aparecieron en ella las doce obras de HĂ©rcules.»l
La Enciclopedia CatĂłlica muestra una fotografĂa de esta silla y menciona que las láminas del frente muestran fabulosos animales de la mitologĂa asĂ como tambiĂ©n las «obras de HĂ©rcules».l
Teniendo en cuenta que los labrados paganos referentes a HĂ©rcules están en la silla, es interesante notar una declaraciiĂłn hecha en otro volumen de la Enciclopedta CatĂłlica: «Gilgamesh, el cual la mitolotransformĂł en un HĂ©rcules babilĂłnico.. serĂa entonces la persona designada en la Biblia como Nimrod».2 En esta declaraciĂłn Nimrod es comparado con el HĂ©rcules que aparece en la llamada «silla de PeConsiderando todas estas cuestiones, no hay ninguna razĂłn para creer que la silla tuvo un origen
comisiĂłn cientĂfica nombrada por el papa Pablo VI, en julio de 1968, declarĂł que ninguna parte de esta silla era de la era apostĂłlica (midiendo la actividad radioactiva del carbĂłn en la madera, puede determinarse la fecha en que se cortĂł el árbol). En el informe oficial de los datos carbĂłnicos y otras pruebas, se ha podido comprobar que la silla data a lo sumo del siglo IX.
Hace muchos siglos se hallĂł en Roma una estatua del dios pagano JĂşpiter. La grandiosa estatua de
1. Bowers, Historia de los papas, Vol. I, p. 7.
1. vol. 3, p. 554.
2. ArtĂculo «Babilonia».
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bronce fue alterada en y se dĂa, la la nombrĂł estatua como es vista de «sancon Pedro».3 Hasta hoy profunda veneraciĂłn. Tanto es asĂ, que el pie de la estatua ha sido besado tantas veces por los devotos
3. Isis descubierta, p. 25.
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feligreses, que los dedos de ésta están gastados casi por completo.*
La fotografĂa de la página siguiente muestra al fallecido papa Juan XXIII acercándose a besar la estatua, la cual fue ataviada con lujosas vestiduras y puesta sobre su cabeza una corona papal para esa ocasiĂłn.
Esta práctica de besar a un Ădolo o estatua es de origen pagano, iel mismo paganismo condenado por la Biblia! Como hemos visto, el culto a Baat no era nada más que el antiguo culto a Nimrod en forma divina (como dios-sol). i Y la práctica de besar una estatua suya era una vieja costumbre! ¿QuĂ© dice la Biblia acerca de esto? En los dĂas de ElĂas, multitudes se habĂan arrodillado ante Baal y le habĂan besado. IdĂ©ntico rito sobre el cual estamos hablando. «Y yo —dijo Jehová— harĂ© que queden en Israel siete mil; todas rodillas que no se arrodillaron ante Baal y bocas que no le besaron» (1.0 Reyes 19:18). Arrodillarse y besar a un Ădolo era parte del culto a Baal.
En una de sus formas misteriosas, Nimrod (encarnado en el joven Tammuz), era representado como un becerro. Y asĂ, en el Antiguo Testamento, cuando el pueblo de Dios fue tras otros dioses, se hicieron estatuas de becerros, las adoraron y las besaron. «Y ahora añadieron a su pecado y de su plata se han hecho segĂşn su entendimiento, estatuas de fundiciĂłn, Ădolos, toda obra de artĂfice acerca de las cuales dicen a los hombres que sacrifican, que besen los becerros» (Oseas 13:1-3).
iDe modo que no debemos pensar que es extraño que junto con otras prácticas que fueron incor-
— Cuando el emperador LeĂłn, en 628,- publicĂł un edicto contra el uso de pinturas o estatuas religiosas en el culto, la estatua de JĂşpiter (llamada Pedro) fue objeto de acusaciĂłn especial como se puede ver en la carta que el papa Gregorio le escribiĂł al emperador LeĂłn.
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poradas dentro del catolicismo, el besar un Ădolo ha venido a ser tambiĂ©n parte del sistema! Pero para aquellos que comprenden el «misterio», ya no lo es más, sino que se hace obvio que la misma estatua que era adorada en la Roma pagana, como JĂşpiter (nombre romano a la forma de Tammuz), se encuentra hoy en dĂa posando como san Pedro, y el mismo rito pagano de besar y adorar al Ădolo continĂşa hoy dĂa. i Y no debemos maravillarnos de que el Papa sea besado tambiĂ©n en el pie, pues realmente Ă©l es representante no de Cristo ni de Pedro, sino de la religiĂłn babilĂłnica!
AsĂ como los ritos de besar un Ădolo fueron adoptados del paganismo, en la religiĂłn catĂłlica romana lo fue la costumbre de llevar en andas a las imágenes en procesiones religiosas que son puramente paganas en su origen y forman parte importante de las ceremonias catĂłlicas. En el siglo, VI a. de C. una imagen de la diosa Ishtar (Semiramis) fue llevada en andas con gran pompa y ceremonia desde Babilonia hasta Egipto.l Esta práctica de procesiones de Ădolos era parte de los ritos en Grecia, Egipto, EtiopĂa, MĂ©Xico y muchas otras naciones paganas de los antiguos tiempos.
¿QuĂ© dice la Biblia acerca de esta práctica? La Biblia nos indica la pĂ©rdida de tiempo de aquellos que piensan que algo bueno puede venir de los Ădolos, objetos tan faltos de poder que tienen que ser cargados. IsaĂas, refiriĂ©ndose directamente a los Ădolos (dioses) de Babilonia, dijo asĂ: «Sacan oro del talego y pesan plata con balanzas, alquilan un platero para hacer un dios de ellos; y humillándose, le adoran. Se lo echan sobre los hombros, lo llevan y lo sientan en su lugar; y allĂ se está y no se mueve
I. ArtĂculo «Imágenes e Ădolos», Hastings.
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de su sitio. Le dan voces [oran] y tampoco responde, ni los libra de la tribulaciĂłn» (IsaĂas 46:6-7).
No solamente han continuado estas procesiones en la Iglesia CatĂłlica Romana, en las cuales se lleva en andas a los Ădolos, sino que el Papa, de igual for-
ma, es llevado en andas. Y de la misma manera que la Biblia dice que los paganos usaban su oro y plata en sus dioses, iasimismo se usan todas estas riquezas con el Papa! Y asĂ como los Ădolos eran cargados en procesiones en las que el pueblo se «postraba» y adoraba, hoy, el pueblo catĂłlico se postra ante el Papa cuando pasa sentado sobre. su trono que, como ya hemos dicho, es llevado en andas.
Hay hombres que cargan al Papa, el dios del catolicismo, sobre sus hombros en procesiones religio, sas (vĂ©ase foto). Estas procesiones, no sĂłlo son con, denadas por las Sagradas Escrituras, sino que son una continuaciĂłn del viejo paganismo. Hace más de tres mil años, esta misma práctica era conocida en Egipto y formaba parte de sus ritos paganos. La ilustraciĂłn de la página 93 muestra cĂłmo el antiguo reysacerdote de Egipto era cargado a travĂ©s de devotas multitudes, portado por doce hombres, Una comparaciĂłn de la procesiĂłn papal de hoy en dĂa y la procesiĂłn pagana de hace más de tres mil años, muestran que una es copia de la otra.
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NĂłtese tambiĂ©n en la corte del rey-sacerdote de Egipto, el uso del fabeZo, un gran abanico hecho de plumas. Este más tarde vino a ser conocido como el «abanico mĂstico de Bacchus». AsĂ como este abanico estaba en la procesiĂłn del rey sacerdote pagano, estos abanicos son traĂdos con el Papa en varias ocasiones. Como dice la Enciclopedia Británica, «En el caso de ceremonias solemnes [el Papa], es cargado en la sede, una silla portátil de terciopelo rojo con un alto respaldo y escoltada por dos fabelli de plumas».l El hecho de que estos abanicos se originaron en el paganismo egipcio, es claro y admitido incluso por escritores catĂłlicos?
Podemos ver entonces, cĂłmo la práctica pagana de las procesiones, de la cual el punto principal es el rey-sacerdote llevado en andas y acompañado de los abanicos mĂsticos, ha continuado hasta el presente en la moderna Babilonia, la Iglesia CatĂłlica Romana. Todas estas cosas, el uso del palio, la mitra con cabeza de pez, las «vestimentas babilĂłnicas», las «llaves» mĂsticas, el tĂtulo de «pontĂfice» y la historia de cĂłmo los papas llegaron a recibir tales objetos y tales tĂtulos, todo ello junto nos provee de «pruebas concretas» de que el oficio papal es un oficio pagano. Añadiendo el hecho de que Cristo nunca estableciĂł este oficio en su Iglesia, nos da a en-
tender claramente que el Papa no es el vicario de Cristo o el sucesor del apĂłstol Pedro.
I. Vol. 22, Art. «Papa», p. 81.
2. Los Papas - La historia de cĂłmo son escogidos, elegidos y coronados, p. 108.
12
INMORALIDAD PAPAL
Además de la conclusión evidente a que hemos llegado, el carácter y la moral de muchos de los papas, nos revela claramente que no son los sucesores de Cristo o de Pedro, Fino sucesores de un sacerdocio pagano! Muchos de los papas eran tan deprava-
dos en sus acciones, que los que no profesaban ninguna religiĂłn, se avergonzaban de ellos. Pecados tales como el adulterio, sodomĂa, violaciĂłn, asesinato borrachera, han sido cometidos por muchos papas a travĂ©s de la historia. Estamos conscientes de que el atribuir esta clase de pecados a quienes proclaman ser el «Santo Padre», «Vicario de Cristo» y «obispo de obispos», ha de ser alarmante para algunos. Pero el que ha estudiado la historia de los papas, comprende claramente que muchos lo han sido todo menos hombres santos.
El papa Sergio II, que reinĂł del 904 al 911, obtuvo la oficina papal por medio del asesinato. Los anales de la Iglesia de Roma hablan sobre su vida en pecado con Marozia, una conocida prostituta de esa Ă©poca, quien le engendrĂł varios hijos ilegĂtimos.l Este papa fue descrito por Baronio y otros escritores eclesiásticos como un «monstruo» y por Grego-
1. El sacerdote, la mujer y el confesional, p. 138.
rio como un «criminal aterrorizante». Dice un historiador: «Por espaciĂł de sieeste hombre ocupĂł de san Pedro, mienconcubina, imiSemĂramis madre,
la corte con tany lujuria, que mente los peores viejo Imperio» 2
RefiriĂ©ndose a otra dimujer —Teodora de nombre—, junto con prostituta del Papa, llenaron la silla pasus,hijos bastardos y convirtieron su palacio de ladrones»? Y asĂ, comenzando con papa Sergio, vino el perĂodo (904-963), como «el reinado papal de los fornicarios». papa a Juan X (914-928). Este habĂa a Ravena como arzobispo, pero para deseos carnales, lo hizo volver a Roma nombrar papa, Su reinado tuvo un fin sĂşMarozia lo asesinĂł.
querĂa deshacerse de Juan X para, de poder llevar a LeĂłn IV (928-929), al ofiSu reinado fue muy breve, pues Ă©ste tamasesinado por Marozia cuando Ă©sta se eneste habĂa entregado su cuerpo a una descarada que ella. l
Poco despuĂ©s llevĂł a su propio hijo ilegĂtimo (de Sergio III) al trono papal.2 iEl muchacho era toda-
adolescente! TomĂł el nombre de Juan XI.
medieval, p. 331. bĂblico de Halley, p. 774.
El sacerdote, la mujer y el confesional, p. 138.
Pero durante un altercado con los enemigos de su madre fue azotado y puesto..en prisiĂłn en donde lo envenenaron y muriĂł.
En el año 955 el nieto de la prostituta —despuĂ©s
de varios encuentros sangrientos— pudo tomar posesiĂłn del trono pontificio bajo el nombre de Juan XII. LlegĂł a ser tan corrompido que los cardenales se vieron obligados a hacer cargos contra Ă©l. Este rehusĂł a presentarse para contestar a las acusaciones y
en vez de esto, flos amenazĂł con excomulgarlos a todos! Aun asĂ le hallaron culpable de varios crĂmenes y pecados, incluyendo los siguientes: hizo prender fuego a varios edificios, bebiĂł un brindis dedicado al demonio, jugĂł a los dados e invocĂł la ayuda de los demonios, obtuvo dinero por medios injustos y fue enormemente inmoral.3 Tan viles fueron sus acciones, que incluso el notable obispo catĂłlico romano de Cremorne, Luitprand, dijo de Ă©l: «Ninguna mujer honesta se atrevĂa a salir en pĂşblico, porque el papa Juan no tenĂa respeto a mujeres solteras, casadas o viudas, puesto que Ă©l faltaba al respeto aun a las tumbas de los santos apĂłstoles, Pedro y Pablo».
LevantĂł la ira del pueblo al convertir el Palacio Laterano en «una casa de prostituciĂłn pĂşblica»l y fue descrito por el Liber Pontificalis2 con las siguientes palabras: «PasĂł toda su vida en adulterio». Fi-
2. Patrologine latinae, Vol. 136, p. 900.
3. El otro lado de Roma, p. 114.
1. Patrologine Latinae, vol. 136, P. 900.
2. vol. 2, p. 246.
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nalmente, su vida terminĂł mientras cometĂa adulte rio: el furioso esposo de la mujer lo matĂł.3
El papa Bonifacio VII (984-985) mantuvo su posiciĂłn a travĂ©s de cuantiosas distribuciones de dinero robado. El obispo de Orleans se refiriĂł a Ă©l (y tambiĂ©n a Juan XII y LeĂłn VIII), como «monstruos de culpabilidad, llenos de sangre y suciedad», y como «Anticristos sentados en el templo de Dios». Además, Bonifacio fue un asesino. Hizo que el papa Juan XIV fuera encarcelado y envenenado. Cuando el papa Juan muriĂł, el pueblo romano arrastrĂł su cuerpo desnudo por las calles. La sangrienta masa humana que habĂa sido un papa, fue dejada a los perros.
la mañana siguiente, sin embargo, algunos sacerdotes lo enterraron secretarnente.4
Bonifacio asesinĂł al papa Benedicto VI estrangulándolo. El papa Silvestre II lo llamĂł «un horrendo monstruo que sobrepasĂł a todo mortal en su maldad».5 Pero, evidentemente, el papa Silvestre no era mucho mejor, pues la Enciclopedia CatĂłlica dice que el pueblo le consideraba como un mago pactando con el diablo».6
Enseguida, vino el papa Juan XV (985-996) quien dividiĂł las finanzas de la Iglesia entre sus familia res 7 IO que le trajo la reputaciĂłn de ser «codicioso, de torpes ganancias y corrompido en todas sus acciones».8
Benedicto VIII (1012-1024) «comprĂł el oficio de papa por medio de chantaje». El siguiente papa, Juan XIX (1024-1033), tambiĂ©n comprĂł el papado y
Italia medieval, pp. 331, 336.
Enciclopedia CatĂłlica. El otro lado de Roma, p. 115. Sacrorum Conciliorurn, Vol. 19, p. 132.
Vol. 14, p. 372.
Liber Pontificalis, vol. 2, p. 246. Annali d'ltalia, Vol. 5, p. 498.
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pasĂł por toda la escala de tĂtulos eclesiásticos reco nocidos, en un solo dĂa. DespuĂ©s de esto, Benedicto IX (1033-1045) fue elegido papa, siendo apenas un niño de 12 años, por medio de arreglos monetarios con las poderosas familias que manejaban a Roma. Este papa-niño creciĂł en la maldad y «cometiĂł homicidios y adulterios en pleno dĂa; hizo robar a peregrinos en las catacumbas de los mártires. Fue un horrendo criminal a quien el pueblo desterrĂł de Roma.l Finalmente, la compra y venta del cargo papal se hizo tan comĂşn y la corrupciĂłn tan pronunciada que los gobernantes seculares tuvieron que intervenir en el nombramiento de los papas. Enrique III, emperador de Alemania, eligiĂł a Clemente II (10461047), que era un clĂ©rigo alejado de la corte papal porque «ningĂşn sacerdote romano pudo ser hallado limpio de corrupciĂłn de simonĂa y de fornicaciĂłn», declarĂł un historiador?
Muchos de los papas fueron asesinos, pero sin duda alguna Inocencio III (1194-1216) sobrepasĂł a todos sus predecesores en homicidios. Durante su reinado, Inocencio (el cual era todo menos «inocen te»), hizo asesinar a más de un millĂłn de supuestos «herejes». El promoviĂł la más infame y diabĂłlica acciĂłn en la historia de la humanidad, la InquisiciĂłn. Por espacio de más de 500 años, los papas usaron la InquisiciĂłn para poder mantener el poder. Solamente Dios sabe cuántas personas fueron asesina das al no estar de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia CatĂłlica Romana.
Muchos de los papas fueron asesinos, pero sin duda alguna Inocencio III (1194-1216) sobrepasĂł a todos sus predecesores en homicidios. Durante su reinado, Inocencio (el cual era todo menos «inocen-
1. Italia medieval, p. 349, Manual bĂblico Halley, p. 775.
2. Ibid.
146
te», hizo asesinar a más de un millĂłn de supuestos «herejes». El promiviĂł la más infame y diabĂłlica acciĂłn en la historia de la humanidad, la InquisiciĂłn. Por espacio de más de 500 años, los papas usaron la InquisiciĂłn para poder mantener el poder. Solamente Dios sabe cuántas personas fueron asesinadas al no estar de acuer- c do con las enseñanzas de la Iglesia CatĂłlica Romana.
El papa Bonifacio VIII (1294-1303) —otro de la negra lista—medieval— practicĂł la brujerĂa.3 LlamĂł mentiroso e «hipĂłcrita» a Cristo, profesĂł ser ateo, negĂł la vida futura y fue un homicida y un pervertido sexual. Oficialmente dijo lo siguiente: «El darse placer a uno mismo, con mujeres o con niños, es tanto pecado como frotarse las manos».4 Y —aunque parezca imposible— Ă©l fue quien escribiĂł la bula Unam Sanctum, en la cual declarĂł oficialmente que la Iglesia CatĂłlica es la Ăşnica y «verdadera» Iglesia ifuera de la cual nadie puede salvara se! Fue este papa tan inmoral quien declarĂł oficial mente: «Nosotros afirmamos y declaramos definiti-
3. Durant, vol. 6, p. 232.
4. Historia de los concilios de la Iglesia, Libro 40, ArtĂculo 697.
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vamente que es necesario para la salvaciĂłn, que todo ser humano sea sujeto al pontĂfice de Roma».
Fue durante el reinado de este papa, cuando Dante visitĂł Roma. DescribiĂł el Vaticano como el «alcantarillado de la corrupciĂłn», y puso a Bonifacio (jun to con los papas Nicolás III y Clemente V) en «las profundidades del infierno».
Durante el perĂodo de 1305 a 1377, el palacio papal estuvo situado en Avignon (Francia). Durante esta Ă©poca, Petrarca declarĂł que dicho establecimiento papal era un lugar de «violaciĂłn, adulterio y toda clase de fornicaciĂłn». Y debido a que los papas eran tan inmorales, no debemos sorprendernos de que los sacerdotes no fueran mejor que ellos. Como conse cuencia, en muchas parroquias los feligreses insistĂan en que los sacerdotes tuvieran concubinas «como protecciĂłn para sus propias familias». L
En el Concilio de Constanza, tres papas y algunas veces cuatro, se insultaban todas las mañanas,
acusándose los unos a los otros de anticristos, demonios, adĂşlteros, sodomitas, enemigos de Dios y del hombre. Uno de estos «papas», Juan XXII (14101415), compareciĂł ante el Concilio para dar cuenta
de su conducta. «Fue acusado por 37 testigos (obispos y sacerdotes, en su mayorĂa) de fornicaciĂłn, adulterio, incesto, sodomĂa, hurto y homicidio.» Y se probĂł con una legiĂłn de testigos que habĂa seducido y violado a 300 monjas. Su propia secretaria, Niem, dijo que en Bolonia mantenĂa un harĂ©n donde no menos de doscientas muchachas habĂan sido vĂctimas de su lujuria? Por todo ello el Concilio lo hallĂł culpable de 54 crĂmenes de la peor categorĂa; le depuso del papado, y, para no verse condenado a lo que se merecĂa, el indigno papa optĂł por huir.
1. Manual bĂblico Halley, p. 778.
2. El sacerdocio, la mujer y el confesionario, p. 139.
3. La historia de la civilizaciĂłn, Vol. 6, p. IO.
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El registro oficial del Vaticano ofrece de este hombre esta informaciĂłn sobre su inmoral reinado:
«Su señorĂa, papa Juan, cometiĂł perversidad con la esposa de su hermano, incesto con santas monjas, tuvo relaciones sexuales con vĂrgentes, adulterio con casadas y toda clase de crĂmenes sexuales... entregado completamente a dormir y a otros deseos carnales, totalmente adverso a la vida y enseñanzas de Cristo... Fue llamado pĂşblicamente el Diablo en-
carnado». l Para aumentar su fortuna, el papa Juan puso impuestos a todo, incluyendo la prostituciĂłn, el juego y la usura? Se le ha llamado con frecuencia
«el más depravado criminal que se haya sentado en el trono papal».
Del papa PĂo II (1458-1464) se dice que fue el padre de muchos hijos ilegĂtimos. «Hablaba en pĂşblico sobre los mĂ©todos que usaba para seducir a las mujeres, aconsejaba a los jĂłvenes y hasta ofrecĂa instruirlos en mĂ©todos de autoinduIgencia.»3 PĂo fue seguido de Pablo II (1464-1471), quien mantenĂa una casa llena de concubinas. Su tiara papal estaba tan cuajada de joyas, que sobrepasaba el valor de un palacio.
Vino despuĂ©s el papa Sixto IV (1471-1484); Ă©ste tuvo dos hijos ilegĂtimos de su manceba Teresa a los cuales hizo cardenales.4 FinanciĂł sus guerras vendiendo posiciones eclesiásticas al más alto postor* y «usĂł el papado para enriquecerse Ă©l y sus familia res. Hizo cardenales a ocho de sus sobrinos, aunque algunos de ellos era aĂşn niños. En cuanto al lujo y extravagancias, rivalizĂł con los cĂ©sares. El y sus fa-
1. Sacrorum Conciliorum, Vol. 27, p. 663.
2. La historia de la civilizaciĂłn, Vol. 6, p. IO.
3. Manual bĂblico Halley, p. 779.
4. Anual histĂłrico de la Iglesia universal, Vol. 2, p. 905. 5. Durant, vol. 6, p. 13.
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miliares sobrepasaron a las antiguas familias romanas tanto en riquezas como en pompa».6
El papa Inocencio VIII (1484-1942) tuvo dieciséis hijos de varias mujeres. No negó que fueran sus hijos engendrados en el Vaticano.7 Como muchos otros papas, multiplicó los oficios clericales y los vendió por vastas sumas de dinero. Incluso permitió corridas de toros en la plaza de San Pedro.
Vino más tarde Rodrigo Borgia, quien tomĂł el nombre de Alejandro VI (14921503) y ganĂł su elecciĂłn al papado mediante chantajes con los cardenales, práctica comĂşn en aquellos dĂas. Antes de ser papa, cuando aĂşn era cardenal y arzobispo, viviĂł en pecado con una mujer llamada Vanozza dei Catanei y despuĂ©s con la hija de Ă©sta, Rosa, con la cual tuvo cinco hijos. En el dĂa de su coronaciĂłn nombrĂł a su hijo —joven de temperamento y hábitos viles— como arzobispo de Valencia.l
ViviĂł en incesto pĂşblico con sus dos hermanas y con su propia hija y era el padre y amante de su hija Lucrecia, de quien se dice tuvo un hijo?
El 31 de octubre de 1501 realizĂł una orgĂa sexual en el Vaticano, que no ha tenido parangĂłn alguno en los anales histĂłricos de la humanidad 3
En cuanto al papa Pablo III (1534-1549), incluso la revista de signo catĂłlico Life dijo que siendo car-
6. Manual bĂblico Halley, p. 688. 7. Ibid.
I. Historia de la Reforma, p. 11.
2. El sacerdocio, la mujer y el confesionario, p. 139.
3. Diarium, vol. 3, p. 167.
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denal habĂa tenido 4 hijos y en el dĂa de su coronaciĂłn celebrĂł el bautismo de sus dos bisnietos; que eligiĂł a dos de sus sobrinos adolescentes como cardenales, realizĂł festivales con cantantes, bailarinas, bufones y buscĂł ayuda de astrĂłlogos.'
El papa León X (1513-1521) fue elegido para 27 oficios diferentes clericales antes de tener 13 años de edad. Fue enseñado a considerar los cargos eclesiásticos sólo como un medio de ganancia.* Con su producto compró el cargo y declaró que el quemar a herejes era una orden divina.
Fue durante esos dĂas que MartĂn Lutero, siendo aĂşn sacerdote de la Iglesia Romana, viajĂł a Roma. Al ver por primera vez la Ciudad de las Siete Colinas, cayĂł- al suelo diciendo: «Santa Roma, te saludo». No habĂa pasado mucho tiempo en dicha ciudad, cuando pudo darse cuenta de que Roma era todo menos una ciudad santa. Pudo ver que la iniquidad existĂa en todas las clases del clero. Los sacerdotes contaban chistes indecentes y usaban palabras profanas, incluso en la misa. Lutero describiĂł a los papas de la Ă©poca como peores en su conducta que los emperadores paganos y explica que los banquetes de la corte papal eran servidos por doce mujeres. desnudas.l «Nadie puede imaginarse los pecados tan infames y los actos que son cometidos en Roma —dijo tienen que ser vistos y escuchados para ser creĂdos. Tanto es asĂ, que se acostumbra a
4. «Life», revista del 5 de julio de 1963.
* Es bien notorio que en la Edad Media los cargos eclesiásticos, incluyendo obispados, eran adjudicados con frecuencia como prebendas o dotes, sin ser ejercidos pergonalmente, El ejercicio de los mismos era alquilado Ăľor una renta fija a sustitutos, sin que el titular hiciera apenas acto de presencia en las diĂłcesis e iglesias que le habĂan sido adjudicadas.
I. Drarium, Vol. 3, p. 167.
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decir: "Si hay un infierno, Roma está construida sobre
Un dĂa, durante la visita de Lutero a Roma, vio una estatua en una de las vĂas pĂşblicas que condu cen a San Pedro, que le llamĂł la atenciĂłn, pues era de una papisa, y junto con el cetro y la mitra papal, tenĂa un niño en sus brazos. Era la estatua de la pa pisa Juana. «Estoy sorprendido —dijo Lutero— de cĂłmo los papas permiten que la estatua permanezca allĂ.»3 Cuarenta años más tarde, despuĂ©s de la muerte de Lutero, dicha estatua fue quitada por orden del papa Sixto V.4
¿QuiĂ©n fue este papa femenino al que la estatua representaba? Se dice que naciĂł en la tierra del Rhin, en Ingleheim. Fue aclamada en Mainz por su sabidurĂa y más tarde se disfrazĂł de hombre para entrar en el cĂ©lebre monasterio de Fulda (entre Frankfurt y Bebra). Se dice que tambiĂ©n estudiĂł en Inglaterra y Atenas despuĂ©s recibiĂł la posiciĂłn de profesora de la Schola Græcorum de Roma, antiguo colegio de diáconos. AllĂ ganĂł tanta influencia como hombre, que fue elegida papa. Sin embargo, despuĂ©s de un pontificado de dos años, un mes y cuatro dĂas, fue descubierta su condiciĂłn de mujer: mientras forma ba parte de una procesiĂłn, dio a luz a un niño y muriĂł. Fue en este sitio donde se erigiĂł la estatua del papa femenino.l
En tiempos recientes, la historia de la papisa Jua na ha sido discutida. Por razones obvias, Roma ha tratado de ocultarlo; sin embargo, antes de la Ă©po ca de la Reforma, la cual expuso tanto pecado en la Iglesia Romana, la historia era parte de las crĂłnicas
2. Historia de la Reforma, p. 56.
3. Ibid., p. 59.
4. Ecumenismo y romanismo.
I. Italia medieval, p. 392, etc.
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y conocida por obispos e incluso por los mismos papas? El papa Anastasio, por ejemplo, la menciona en su escrito Historia de los pontĂfices romanos? De hecho, todos los libros de historia de antes de la Reforma mencionan a la papisa Juana o en texto o en el margen.4 Se discute que hasta el siglo xv los papas tenĂan que pasar por un examen fĂsico para que el caso de la papisa —el papa femenino— no se volviera a repetir. Obviamente, la idea de un papa femenino rompe la doctrina catĂłlica de la «suceSiĂłn apostĂłlica» y, por lo tanto, es natural que la Iglesia Romana trate de ocultar esta historia.
Al llegar al final de este capĂtulo habiendo mencionado la gran inmoralidad que ha existido en la vida de algunos papas, no queremos dar la impreSiĂłn de que todos los papas han sido tan malvados como Ă©stos. Sin duda que los que hemos anotado aquĂ fueron los peores; pero ha sido necesario referirnos a ellos para demostrar que la afirmaciĂłn catĂłlica de que el papado es una «sucesiĂłn apostĂłlica» es totalmente falsa. Tal declaraciĂłn significa que todos estos papas, incluyendo a los más ignorantes y perversos, han de ser tomados en cuenta en la lĂnea de sucesiĂłn desde el apĂłstol Pedro y hay que considerarles infalibles.
Al hacer las investigaciones hasta Pedro, se tiene que pasar por la historia del papa femenino. De mo-
do que la sucesiĂłn papal a la cual toda otra demanda del catolicismo está unida, queda expuesta como fraude y debe caer ante la poderosa espada del EspĂritu: ila Palabra de Dios!
2. Historia de los papas, Bowers, Vol. I, p. 226.
3. P. 128, 1.338.
4. Ecumenismo y romanismo, p. 59, 60.
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13
¿SON INFALIBLES LOS PAPAS?
Junto a las muchas contradicciones con las cuales el sistema romano estaba plagado, los papas, como el antiguo dios Janos, empezaron a declararse infalibles. Pero en vista del siguiente esquema histĂłrico, la idea de la infalibilidad papal, es completamente absurda. Aun asĂ, la mayorĂa de los papas han declarado ser infalibles, al menos en su doctrina, aunque no en integridad y moral. Pero esta clase de razonamiento presentaba varios problemas. El pueblo, naturalmente, preguntaba: ¿CĂłmo pueden ser los papas infalibles al dictar la doctrina y tan inmorales en la práctica? A pesar de lo contradictorio de esta situaciĂłn, la infalibilidad papal fue declarada dogma en 1870.
El autor de esta doctrina de la infalibilidad fue PĂo IX (1846-78).1 Pero Ă©l, ciertamente, no era un ejemplo que acreditara su pretensiĂłn —al menos no en su práctica— pues Ă©ste tenĂa varias mozas (tres de ellas monjas) de las cuales tuvo hijos. Tampoco su antecesor, el papa Gregorio XVI (1831-1846), fue mejor pues es conocido como uno de los más grandes borrachos de Italia y tambiĂ©n tenĂa numerosas mujeres; una de ellas, la esposa de su barbero?
1. Enciclopedia Británica, Vol. 17, p. 224.
2. El sacerdote, la mujer y el confesionario, p. 139.
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Conociendo la historia de los papas, varios obispos catĂłlicos se opusieron a declarar la doctrina de la infalibilidad papal como dogma en el Concilio de 1870. En sus discursos, un gran nĂşmero de ellos mencionĂł la aparente contradicciĂłn entre semejante doctrina y la conocida inmoralidad de algunos papas. Uno de estos discursos fue pronunciado por el obispo JosĂ© Strossmayer. En su argumento contra el edicto de la «infalibilidad» como dogma, mencionĂł cĂłmo algunos de los papas se habĂan puesto en contra de otros papas, cĂłmo se contradijeron unos a otros e hizo una menciĂłn especial de cĂłmo el papa Esteban llevĂł al papa Formoso a juicio.
La famosa historia de un papa llevado a juicio ante otro es algo horrendo ipuesto que el papa Formoso habĂa muerto hacĂa ocho meses! Sin embargo, su cadáver fue desenterrado de su tumba y llevado a juicio por el papa Esteban. El cadáver, putrefacto, fue desenterrado y situado sobre un trono. AllĂ, ante un grupo de obispos y cardenales lo ataviaron con ricas vestimentas del papado, se puso una corona sobre su calavera y el cetro del Santo Oficio colocado en los cadavĂ©ricos dedos de su mano. Mientras se celebrĂł el juicio, el hedor del muerto llenaba la sala. El papa Esteban, adelantándose hacia el cadáver, lo interrogĂł. Claro está, no obtuvo respuesta a los cargos y el papa difunto fue sentenciado como culpable de todas las acusaciones. Entonces le fueron quitadas las vestimen155
tas papales, le arrebataron la corona y le mutilaron los tres dedos que habĂa usado para dar la bendiciĂłn papal. DespuĂ©s arrastraron el cadáver putrefacto, atado a una carroza, por las calles de la ciudad. El cuerpo fue más tarde lanzado al rĂo TĂber.l
Acciones contradictorias como ésta, por luchas entre papas, ciertamente no apoyan la infalibilidad; sin embargo, no se detiene ahà la historia, pues des pués de la muerte del papa Esteban, el siguiente papa romano rehabilitó la memoria de Formoso y lo mismo hizo más tarde el papa Juan X, lo que desacredita y ridiculiza aún más el dogma de la infalibilidad papal.
El hecho es que ni en doctrina, ni en práctica, han sido los papas infalibles. Notemos unas cuantas de las cientos de contradicciones que desmienten esta doctrina:
Después de su muerte, el papa Honorio I fue acu-
sado como hereje por el Sexto Concilio, en el año 680. El papa LeĂłn confirmĂł su condenaciĂłn. Si los papas fueran infalibles, ¿cĂłmo puede uno condenar al otro?
El papa Virgilio, despuĂ©s de condenar varios li bros, retirĂł su condena; luego los volviĂł a condenar y una vez más volviĂł a retirar la condena, para más tarde volverlos a condenar. ¿Hay infalibilidad en esta actitud?
El duelo fue autorizado por el papa Eugenio III (1145-1153). Pero más tarde, el papa Julio II (1509) y PĂo IV (1506) lo prohibieron.
En el siglo XI, habĂa tres papas rivales al mismo tiempo. Todos Ă©stos fueron depuestos por el concilio convocado por el emperador Enrique III. Más
I. La ascensiĂłn y la caĂda de la Iglesia CatĂłlico-Romana, p. 179; Italia medieval, p. 395.
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tarde, durante el mismo siglo, Clemente III se opuso a VĂctor III e incluso a Urbano II ¿CĂłmo podĂan ser los papas infalibles cuando se oponĂan el uno al Otro ?
Vino luego el gran caos, en 1378, que duró 50 años, cuando los italianos eligieron a Urbano IV y los cardenales frandeses escogieron a Clemente VII. Estos papas se maldijeron año tras año hasta que un concilio depuso a ambos y escogieron a otro.
El papa Sixto V hizo preparar una versión de la Biblia, la cual declaró como auténtica y muy fiel; pero dos años más tarde, Clemente VIII declaró que estaba llena de errores y ordenó hacer otra.
Gregorio I rechazĂł el tĂtulo de «obispo universal» por considerarlo pagano, «profano, supersticioso, orgulloso e inventado por el primer apĂłstata».l AĂşn asĂ, a travĂ©s de los siglos, otros papas han reclamado este tĂtulo. ¿CĂłmo podemos decir que los papas son «infalibles» al definir la doctrina, si se contradicen directamente entre sĂ?2
El papa Adriano II (867-872) declarĂł el matrimonio civil como válido, pero el papa PĂo VII (18001823) lo condenĂł como no válido.
El papa Eugenio IV (1431-1447) condenĂł a Juana de Arco a ser quemada por bruja. Más tarde, en 1919, Benedicto IV la declarĂł santa. ¿Puede esto ser infalibilidad papal?
¿CĂłmo pueden ser los papas infalibles cuando un gran nĂşmero de ellos han negado tal doctrina? Virgilio Inocencio III, Clemente IV, Gregorio XI, Adriano VI y Paulo IV, todos rechazaron la doctrina de la infabilidad papal.3 ¿PodrĂa ser un papa infalible y no saberlo? iQuĂ© inconsistencia!
1. EpĂstola,
2. F. Lacueva, Catolicismo romano, pp. 36-40.
3. S. Vila, A las fuentes del Cristianismo, pp. 173-180.
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Considerando la gran inmoralidad, bandidaje y contradicciĂłn que ha existido en las vidas de muchos de los papas, podemos ver claramente cuán blasfemas son sus declaraciones acerca de sĂ mismos. Los papas han tomado tĂtulos tales como «SantĂsimo Señor», «Jefe de la Iglesia Mundial», «PontĂfice Soberano de Obispos», «Sacerdote Supremo», «La boca de Jesucristo», «Vicario de Cristo» y otros más. El papa LeĂłn XIII, el 20 de junio de 1894, declarĂł: «Ocupamos en la tierra el lugar de Dios Todopode roso». Durante el Concilio Vaticano de 1870, el 9 de enero, fue proclamado: «El Papa es Cristo en oficio, Cristo en jurisdicciĂłn y poder... nos postramos ante tu voz, oh, PĂo, como la voz de Cristo, el Dios de la verdad. Al afianzarnos en ti, nos afianzamos en Cristo».
Pero el esquema histĂłrico que hemos visto claramente denota que el Papa no es «Cristo en oficio» o en ninguna otra forma. Debemos comparar a am bos —a Cristo y al Papa— y tenemos clara evidencia de que no hay similitud alguna; al contrario, ison opuestos!
El Papa porta una costosa corona, cubierta de joyas. La corona de tres plantas se dice que tiene un valor de 1.300.000 dólares. iQué contraste con nuestro Señor Jesucristo quien durante su vida te rrenal no tuvo corona, excepto una de espinas!
El Papa es constantemente atendido por sirvientes. iQué contraste con el Nazareno quien no vino a que le sirvieran sino a servir!
El Papa tiene un palacio de lujo y riquezas extremas que hacen un marcado contraste con el Señor Jesús, quien no tuvo sitio dónde poner su cabeza.
Los papas vestidos en trajes elaborados y costosos, diseñados al estilo de los emperadores romanos
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de los dĂas paganos, representan un orgullo y vanidad que contrasta con nuestro Salvador, quien vistiĂł el traje de un campesino.
La inmoralidad de muchos de los papas se levanta en contraste con Cristo, que es perfecto en santidad y pureza.
En vista de estas cosas podemos entender que la pretensiĂłn de que el Papa es el vicario de Cristo no tiene fundamento alguno, y, por el contrario, es
interesante notar que el tĂtulo vicario del Hijo de
Dios, Vicarius Filii Dei, parece condenar al Papa colocándole en una posiciĂłn de absoluta contradicciĂłn. En el capĂtulo 13 del misterioso pero no incomprensible libro del Apocalipsis, el Santo EspĂritu de Dios dio al apĂł§tol Juan una revelaciĂłn acerca de cierto personaje al que llama Bestia horrible el cual representa sin duda a más de una persona del pasado y del futuro, segĂşn lo han entendido diversos expositores de tan difĂcil libro. Pero lo curioso es que el papado cae de lleno y del modo más claro en la lĂnea de identificaciĂłn del macabro y misterioso personaje. La clave es: «AquĂ se requiere sabidurĂa, El que tiene entendimiento, calcule el nĂşmero de la bestia,
pues es nĂşmero de hombre, y su nĂşmero es 666» (Apoc. -13:18).
Ahora bien, todos sabemos que algunas letras del alfabeto romano tienen significado numĂ©rico. Aun hoy dĂa las usamos para titulares de capĂtulos o documentos, a saber: I, significa uno; V, 5; X, 10; L, 50; C, 100; D, 500. La suma total de este alfabeto numĂ©rico es exactamente 666.
Pero para que no pensemos que esto era tan sĂłlo una clave del pasado atribuyendo el misterio tan solamente al Imperio romano, perseguidor de los cristianos, tenemos que el tĂtulo favorito del Papa, Vicarius Filii Dei, nos da el mismo resultado. Teniendo
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en cuenta que en este tĂtulo la letra I aparece seis veces, la V, dos, la L una sola vez, la C Ădem y la D Ădem, la suma total es 666. Las letras que quedan sin significado numĂ©rico de dicho tĂtulo son F-A-R-S-E, cuyo triste pero atinado significado es de obvia comprensiĂłn.
Hay otras claves de este curioso misterio: el nombre secreto de Nimrod, que era revelado solamente a los iniciados era deletreado en caldeo con cuatro letras: Stur. En este lenguaje, S es igual a 60; T es igual a 400; U es igual a 6, y R es igual a 200; de nue vo un total de 666.
El césar Nerón, el primero de los grandes perseguidores de los cristianos y emperador de Roma, en su época de más poder tiene un nombre que escrito en hebreo es: Neron Caesar, que también iguala a 666.
Las letras griegas de Lateinos (LatĂn), el lenguaje de Roma en todos sus actos oficiales, suma 666. En el griego, L es 30; A es 1; T es 300; E es 5; I es 10; N es 50; O es 70, y S es 200. Estas cifras suman un total de 666. Hay otras palabras tambiĂ©n significativas para lo que venimos demostrando. Romutus, del que proviene el presente nombre de Roma, es, en hebreo, Romiitz, y tambiĂ©n suma 666.
En el Nuevo Testamento, las letras de la palabra griega euporia, la cual proviene de la palabra fortuna, totaliza 666. Es curioso saber que de los dos mil nombres griegos en el Nuevo Testamento, sola mente hay otra palabra que tenga este valor numĂ© rico y es la palabra: paradosis, que significa «tradiciĂłn» (VĂ©ase Hechos 19:25 y Mateo 15:2). Fortuna y tradiciĂłn —extrañamente— fueron los dos elementos que corrompieron a la Iglesia Romana. Las riquezas corrompĂan la honestidad y con la tradiciĂłn se corrompiĂł la doctrina.
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No insistimos dogmáticamente en este argumento en cuanto al nĂşmero 666 * pero creemos que estas cosas denotan un significado interesante en conexiĂłn con las palabras tradiciĂłn, riqueza (fortuna), latĂn, Roma, nĂşmeros romanos y papas.
* No tratamos de decir que cualquier papa bueno o malo sea la bestia apocalĂptica; pero el sistema papal procedente del paganismo babilĂłnico sĂ que IO es: Esta clave de Apocalipsis dio mucho valor a los valdenses cristianos fieles anteriores a la Reforma de Lutero y mág tarde a los inmediatos seguidores de este gran movimiento restaurador de la fe pura del Nuevo Testamento para resistir hasta la sangre los errores de la iglesia apĂłstata sin negar las
verdades que Ă©sta sostenĂa.
Tampoco afirmamos que todos los miembros de la Iglesia CatĂłlica hayan de ser condenados por pertenecer a una rama del Cristianismo muy plagada de errores paganos. Dios juzgará a cada individuo segĂşn la luz que haya tenido en su vida terrena con perfecta justicia. Pero el capĂtulo 19 del Apocalipsis contiene una advertencia muy solemne para los adheridos al sistema religioso enraizado en los errores de Babilonia. Quizás en vista de los males que amenazan a la religiĂłn con motivo del levantamiento del ateĂsmo en los Ăşltimos tiempos de la humanidad dice el Señor: «Salid de ella pueblo mĂo, para que no seáis partĂci pes de sus pecados ni recibáis nada procedente de sus pla gas, porque sus pecados se han amontonado hasta el cielo y Dios se ha acordado de sus maldades». F.llo indica que Dios tiene un pueblo al que ama y desea salvar de las consecuencias de todos los errores procedentes de la semilla babilĂłnica esparcida por el mundo entero.
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LA INHUMANA INQUISICION
Tan notable era la corrupción de la Iglesia apóstata en la Edad Media, que podemos fácilmente comprender por qué en muchos sectores de la tierra los hombres se levantaron en protesta. Muchos fueron los que rechazaron las doctrinas falsas de la Iglesia apóstata y del Papa, fijándose nada más que en el
Señor Jesucristo y en su Palabra para su salvaciĂłn. A Ă©stos se les calificĂł de «herejes» y fueron perseguidos ferozmente por la Iglesia CatĂłlica Romana.
Uno de los documentos en los que se ordenĂł tal persecuciĂłn, fue el inhumano Ad Exstirpanda, que fue editado por el papa Inocencio IV. Este , s documento declaraba que los herejes tenĂan que ser aplastados como serpien tes venenosas. Sacerdotes, reyes y miembros civiles del sistema romano, fueron llamados a unirse a esta cruzada guerrera. Declaraba el documento que cualquier propiedad que confiscasen les serĂa dada como propiedad con tĂtulo limpio y además les prometĂan remisiĂłn de todos sus pecados como premio por matar a un hereje.
r 62
Este documento papal tambiĂ©n aprobĂł formalmente el uso de la tortura contra los llamados «herejes». Algunos hombres se pasaban largos dĂas ideando los mĂ©todos más crueles para producir dolor. Uno de los más populares fue el uso del estante. Esta era una larga mesa en la cual el acusado era amarrado de las manos y pies y lo estiraban por cuerdas y tablones hasta dislocarle las coyunturas y causarle gran dolor.
Para arrancarles las uñas usaban grandes pinzas o las ponĂan al fuego para despuĂ©s aplicarlas en las partes más sensitivas del cuerpo. Se usaban aparatos semejantes a tambores, donde ponĂan cuchillas y puntillas afiladas sobre las cuales los «herejes» eran colocados y rodados de atrás para adelante; tenĂan un destornillador de dedos, que era un instrumento hecho para desarticular los mismos y tambiĂ©n las co nocidas «botas españolas», que usaban para aplastar piernas y pies.
TenĂan tambiĂ©n la horrible «virgen de hierro», que consistĂa en una figura hueca del tamaño y forma de una mujer, erizada interiormente de cuchillos dispuestos de tal forma, que el acusado era lacerado mortalmente cuando lo encerraban dentro de ella. Lo que hace estos actos más blasfemos, es que cada uno de sus
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medios de tortura eran rociados con «agua bendita» y en ellos se inscribĂan las palabras latinas Soli Deo Gloria, que significa «Gloria a Dios solamente».l
Para hacerles denunciar a otras personas, desnudaban a las vĂctimas, ya fuesen hombres o mujeres, y las ataban fuertemente de los brazos y pies. DespuĂ©s las jalaban con una cuerda deteniĂ©ndolas en el aire; más tarde las soltaban para volverlas a jalar aĂşn con más fuerza hasta dislocarles las coyunturas de brazos y piernas. La cuerda con que los amarraban les penetraba la piel hasta los huesos. Mientras contemplaban la ejecuciĂłn de las torturas, los sacer dotes procuraban que el hereje recapacitara y se doblegara a renunciar a su herejĂa o a denunciar a hermanos de la misma fe,
I. El hombre y sUs dioses, p. 286.
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En la ilustraciĂłn que se inserta, tomada del libro Historia del Mundo, de Ridpath (volumen V), podemos ver una de las operaciones de la InquisiciĂłn en
Holanda. Ventiún protestantes cuelgan del árbol. El hombre que se halla en la escalera está a punto de ser colgado también. Parado, bajo éste, se encuentra el sacerdote portando la cruz.
Francisco Gamba, un lombardo de ideas protestantes, fue aprehendido y condenado a muerte en el año 1554 en Milán. En el lugar de la ejecuciĂłn, un monje le presentĂł una cruz y Gamba le dijo: «Mi mente está tan clara pensando en los verdaderos mĂ©ritos y bondades de Cristo, que no necesito un pedazo de madera sin mĂ©ritos». Por decir esto, le atra-
vesaron la lengua y después le quemaron?
A otros que rechazaban las enseñanzas de la Iglesia Romana les vaciaban acero candente en su oĂdos y bocas. A otros les sacaban los ojos y algunos fueron cruelmente azotados con látigos. A otros más les amarraban estacas y los forzaban a lanzarse al fondo de precipicios para que chocaran contra los pe-
2. Libro de mártires de Fox, p. 103.
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ñascos y murieran lentamente de dolor. A otros los ahorcaban con músculos amputados de sus propios cuerpos o eran ahogados con orina o excremento.
De noche, las vĂctimas de la InquisiciĂłn eran en-
cadenadas contra las paredes o al suelo en donde eran presa de ratas y serpientes introducidas adrede en estos cuartos de sangrienta tortura.
Y no solamente eran individuos y pequeños grupos los torturados y asesinados, sino que éste era
tambiĂ©n el destino de ciudades enteras que rechaza ban los dogmas del romanismo. En 1209, por ejem PIO, la ciudad de Beziers fue tĂłmada por los cruzados, a quienes el Papa habĂa prometido que si se alistaban en la guerra contra los herejes, entrarĂan directamente al cielo cuando murieran sin necesidad de pasar por el purgatorio. Varios historiadores relatan que 60.000 personas en esta ciudad perecieron por la espada de esos hombres, mientras que la sangre corrĂa por las calles.
En 1211, en Lavaur, el gobernador fue colgado de la horca y los ciudadanos del pueblo quemados vivos. Los cruzados asistĂan a misa solemne por la mañana y luego procedĂan a tomar otros pueblos del área donde la gente habĂa rehusado aceptar el dogma catĂłlico. Se estima que en este sitio perdieron la vida 100.000 albigenses en un solo dĂa. Sus cuerpos fueron amontonados y quemados. El «clero» dio gracias a Dios por la grandiosa victoria para la «Iglesia» y se compuso un himno para cantar en honor de esa victoria.
Es notoria tambiĂ©n la masacre de Merindol. Entre otras cosas horribles que ocurrieron en esta área, que habĂa llegado a ser poblada por los valdenses (protestantes), 500 mujeres fueron quemadas en un establo y cuando algunas de estas infelices saltaban por las ventanas eran recibidas con lanzas. En otros casos, las mujeres eran pĂşblica y despiadadamente
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violadas. Los niños eran asesinados ante sus padres, que asistĂan impotentes al horrendo crimen. Algunos niños fueron lanzados desde peñascos y otros eran despojados de sus ropas y arrastrados por las calles.
En la masacre de Orange, en 1562, se usaron mĂ©todos similares. A la armada italiana enviada por el papa PĂo IV se le ordenĂł matar a hombres, mujeres y niños. Esa orden fue ejecutada con suma crueldad y se expuso al pueblo a la vergĂĽenza y tortura como nunca se habĂa visto antes.
En el «dĂa de san BartolomĂ©» del año 1572 hubo una sangrienta masacre en ParĂs donde murieron diez mil hugonotes protestantes. El rey francĂ©s fue a misa a dar gracias solemnes por haber sido asesinados tantos herejes. La corte papal recibiĂł la noticia con gran regocijo y el papa, Gregorio XIII, ifue a la iglesia de San Luis a dar gracias por la victoria! El Papa ordenĂł que se acuñara una moneda conmemorando el acontecimiento. La moneda mostraba a un ángel con una espada en una mano y una cruz en la otra y un grupo de hugonotes huyendo horrorizados de la presencia del ángel. Debajo figuraba la siguiente inscripciĂłn: Ugonottorum strages 1572, que significa «la matanza de los Hugonotes de 1572».
Incluso despuĂ©s de casi trescientos años de la Reforma, leemos que en España, cuando fue invadida por las tropas napoleĂłnicas, fue descubierta en Toledo una prisiĂłn de la InquisiciĂłn. El historiador de las guerras de NapoleĂłn dice que era como abrir una tumba; los cautivos salĂan con unas barbas que les llegaban a la altura del pecho, sus uñas parecĂan garras de aves y sus cuerpos no eran más que esqueletos. Algunos de ellos hacĂa años que no respiraban el aire fresco. Otros estaban inválidos y deformes, pues habĂan permanecido en calabozos tan pequeños que no podĂan ni ponerse en pie. Al dĂa siguiente, el general La Salle y varios de sus oficiales inspecciona167
ron el edificio cuidadosamente. Los instrumentos de tortura que
El grabado que se aujunta muestra una escena
del martirio de la InquisiciĂłn en Holanda. Un protestante cuelga pendido por los pies. El fuego ca-
lienta el hierro con el cual le han de marcar y quemarle los ojos.
Cualquiera de los papas hubiera podido suspender
la InquisiciĂłn con sĂłlo poner su nombre y sello en un pedazo de papel. ¿Pero lo hicieron? iNo! Algunos de los papas que son llamados «grandes» en la actualidad, vivieron durante esos sangrientos dĂas. Ninguno de ellos hizo siquiera un intento serio por abrir
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las puertas de las prisiones, suspender el sangriento uso de los cuchillos o detener los fuegos asesinos que oscurecieron durante siglos los cielos de Europa.
Y ahora les pregunto a ustedes: ¿podrĂa un sistema que instituyĂł tan horrible tribunal represivo
durante la Edad Media, ser la verdadera Iglesia? ¿Puede ser esta Iglesia que empleĂł mĂ©todos tan crueles, ser la Iglesia fundada por Aquel que dijo que debemos voltear la mejilla, perdonar a nuestros enemigos, hacer bien a los que nos aborrecen o nos desprecian, Aquel que, desde el madero donde habĂa sido clavado, en el momento de su muerte, dijo: «Padre, perdĂłnalos, porque no saben lo que hacen»? ¿PodrĂan estos monjes y sádicos sacerdotes ser miembros de la Iglesia pura y sin mancha, la Novia de Cristo? ¿O podrĂa su fider, el Papa de Roma, ser el representanCristo en la tierra? iNo! iUn millĂłn de
*
* Los creyentes catĂłlicos de nuestros dĂas, empeñados en defender a su Iglesia de tales hechos histĂłricos, alegan que la culpa no era de su Iglesia sino de los mĂ©todos bárbaros de aquellos tiempos, y citan el martirio de Servet en Ginebra y otras persecuciones en Inglaterra e Irlanda contra los catĂłlicos. Es cierto, pero los cristianos suizos de hace ya más de un siglo construyeron en Ginebra un monumento expiatorio a la memoria de Miguel de Servet
en el que hay grabada esta inscripciĂłn: «Hijos respetuosos
de Calvino, pero condenando un error que fue el de su siglo» y lo demostraron por su actitud con la minorĂa catĂłlica de
gu departamento cantonal.
En cuanto a las persecuciones inglesas fueron más bien
por motivos polĂticos que religiosos. Además, ningĂşn protestante insiste hoy en llamar infalible ni a Calvino ni a las iglesias reformada o anglicana, como ocurre con los catĂł licos con respecto a su Iglesia y el conjunto de sus papas; pero el actual papa Juan Pablo ha excomulgado al gran caKung por haber negado la infalibilidad papal.
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SEĂ‘ORES SOBRE LAS HEREDADES
DE DIOS
DespuĂ©s del Papa, los hombres de más alto rango en la Iglesia CatĂłlica Romana, son un grupo de hombres llamados «cardenales». Y aunque el Señor nos dio «apĂłstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros» para su Iglesia (Efesios 4: 11), nunca encontramos indicaciĂłn alguna de que haya ordenado a un grupo de «cardenales». Entonces, ¿cuál es su origen?
Al indagar sobre este particular no tardamos en descubrir que los cardenales eran un grupo de lĂderes sacerdotales de la antigua religiĂłn pagana de Roma mucho antes de la Era Cristiana. Más tarde, cuando el cristianismo y el paganismo fueron unidos en Roma —produciendo la Iglesia CatĂłlica Romael oficio pagano de los cardenales continuĂł. iLos cardenales no son los sucesores de los apĂłstoles, sino los sucesores de los sacerdotes paganos de la Babilonia a travĂ©s de Roma!
En el libreto Esta es Za Iglesia CatĂłlica, publicado por los Knights of Columbus (organizaciĂłn civil catĂłlica), leemos: «En tiempos pasados, los cardenales eran los jefes clericales de Roma. La palabra se deriva del latĂn cardo, o sea «visagra», y asĂ se referĂan a los miembros principales del clero».l De modo que
1. Hislop, dos Babilonias, pp. 347-348.
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la misma Iglesia CatĂłlica admite que los cardenales eran originalmente los lĂderes del clero pagano en la vieja Roma, los sacerdotes de la Visagra.
¿Pero quiĂ©nes fueron estos sacerdotes de la Visagra? Con un estudio más profundo hallamos la evidencia inconfundible de que estos sacerdotes de la Visagra eran los sacerdotes de Janos, el dios pagano de las puertas y las Visagras. Como dios de las puertas y visagras, Janos era llamado el «dios de los principios», por lo cual el nombre del primer mes del año en el idioma inglĂ©s del que este libro ha sido traducido, es january (enero), y por otra parte, en el mismo idioma se designa a los porteros con el nombre de janitor, palabra derivada de Janos.l
Janos•; el portero, era conocido como el que «abre y cierra»? Por esto era tan conocido en Asia Menor el culto al dios que «abre y cierra». Podemos comprender asĂ por quĂ© JesĂşs, al hablar a la iglesia de Filadelfia, dijo: «Estas cosas dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra y cierra y ninguno abre... He aquĂ, yo te he dado una puerta abierta» (Apocalip sis 3:7-8). iEl dios pagano Janos era un dios falso! iJesĂşs es el verdadero que abre y cierra!
Cuando el paganismo y la cristiandad se mezclaron en Roma, el colegio de cardenales —sacerdotes de la Visagra, el clero de Janos—, que se habĂa desarrollado en la Roma pagana, ipronto hallĂł un lugar en la Roma papal! De ahĂ proviene el oficio de los cardenales —tan ausente de fundamento bĂblico— y penetrĂł en la Iglesia profesante y ha continuado hasta nuestros dĂas. ¿Pero por quĂ© permitieron los lĂderes eclesiásticos la entrada de esta orden pagana de cardenales y que ocupara un lugar en la Iglesia?
I. Historia del culto mundial, p. 180.
2. Fasti, p. 130.
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La respuesta es obvia: al mezclar este paganismo contodos ellos apariencia de capitanes a la manera de la cristiandad, ambos bandos podrĂan unirse y asĂ, los hombres de Babilonia, nacidos en tierra de cal con este tipo de mezcla, la Iglesia CatĂłlica Romanadeos» (Ezequiel 23:14-15). AquĂ vemos que se hace fue tomando forma y prosperando.especial menciĂłn de los prĂncipes de origen babilĂłPero incluso mucho antes de que apareciera lanico, los cuales distintivamente vestĂan de rojo.
Roma pagana o papal, en la remota antigĂĽedad deEstas mismas vestimentas rojas eran usadas por Babilonia existĂa una orden similar de altos sacer-los sacerdotes de la Visagra —los cardenales de la dotes muy bien conocida. «El Colegio CardenalicioRoma pagana—, los cuales eran conocidos tambiĂ©n —dice Hislop—, con el Papa como lĂder, es copiacomo los Flamantes. Este tĂtulo fue tomado de la exacta del falso colegio original del Concilio de Pon-palabra flamor, que significa uno que sopla o prende tĂfices de Babilonia.»3el fuego sagrado.l Eran los que mantenĂan la «llama» Además de esta evidencia del origen pagano delsagrada, la cual avivaban con el «abanico mĂstico» oficio de cardenal, hay otro detalle inconfundible ende Bacchus. Y al igual que el fuego que preservaban, el color de las vestimentas que usan. Como es bien sus vestimentas eran de color rojo brillante. Y aun conocido, las vestimentas usadas por los cardenaleshasta hoy en dĂa, los cardenales usan las vestimentas de la Iglesia CatĂłlica son de color rojo. Este hechodel mismo color. Los flamantes eran siervos del Ponha sido tan usual, que tanto a un pájaro como a unatifex Maximus en los dĂas paganos y los cardenales flor de color rojo, se les llama cardenales. Pero el son los siervos del Papa, el cual proclama ser, tam significado original de este color es el de pecado, co- biĂ©n, el Pontifex Maximus. Los flamantes se dividĂan mo lo menciona el profeta IsaĂas: «Si vuestros peca- en tres grupos diferentes. En la actualidad, los car-
dos fueran como la escarlata, serán emblanquecidos denales están divididos asimismo en tres grupos dis-
como la nieve; si fuesen rojos como el carmesĂ, ven- tintos: cardenales obispos, cardenales sacerdotes drán a ser como blanca lana» (IsaĂas 1:18). Y hasta cardenales diáconos.
hoy dĂa, el color rojo ha seguido siendo asociado con Es evidente entonces que el origen de los cardeel pecado, con prostituciĂłn, etc. En la misma forma,la nismo, nales catĂłlicos como lo viene confirma definitivamente el tĂtulo que del llevan viejo (sacer-pagala Biblia simboliza la religiĂłn de Babilonia bajo figura de una mujer de mala fama, una prostituta, dotes de la Visagra), iY como lo indica tambiĂ©n el vestida de color rojo y escarlata. hecho de que su oficio nunca fue instituido por Cris Volviendo a Ezequiel 23, en la parábola de Ahola to y por el color de sus vestimentas!
y Aholiba, se hace referencia a un grupo de hombres En la escala jerárquica de la Iglesia CatĂłlica ende la vieja Babilonia vestidos de color cárdeno (car- contramos, tras el Papa y los cardenales, a los obisdenal): «...pues cuando vio hombres pintados en la pos. A diferencia de los oficios del Papa y de los carpared, imágenes de caldeos pintadas de color ber- denales, las Escrituras sĂ mencionan el oficio de los mellĂłn (rojo brillante), ceñidos de talabartes por sus «obispos». Pero la enseñanza bĂblica concerniente a lomos y tiaras de colores en sus cabezas, teniendo
349. Harper, 1. Diccionario p. 675. de Literatura Clásica y Antigüedades, de 3. Hislop, Las dos Babilonias, p.
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los obispos es muy diferente a la que tienen en la Iglesia Romana.
El romanismo ha influenciado tanto el pensa miento del pueblo en este aspecto, que es una creencia popular que el oficio de un obispo es diferente y mucho más alto que el de los ministros de la igle sia local. ¿No hemos pensado todos que el obispo tiene autoridad sobre un grupo de iglesias y ministros ?
¿Pero quĂ© dicen las Escrituras? iLa Biblia indica
claramente que todo ministro de una iglesia local es un obispo! No haya absolutamente ninguna diferen cia entre los ancianos de la iglesia y los obispos: ambos son los mismos.l Consideremos la siguiente evidencia desde el punto de vista bĂblico:
Pablo instruyĂł a Tito: «Que pusieses ancianos sobre las villas, asĂ como te mandĂ©» (Tito 1:5). Luego Pablo prosigue exponiendo las cualidades de estos ancianos y explica que un anciano es un «obispo» (v. 7). Claramente los ancianos de la iglesia local —en toda ciudad— eran obispos. iEsto es muy diferente a la idea comĂşn de que un obispo gobierna sobre un grupo de iglesias o ministros de menor importancia!
En conexiĂłn con esto, es interesante notar que la palabra «catedral» proviene de la palabra «cátedra», que significa trono. Puesto que una catedral en la idea comĂşn es una gran iglesia en una gran ciudad, donde se encuentra el trono de un obispo (vĂ©ase Diccionario), dicha idea es obviamente contraria a las enseñanzas de Pablo de que los obispos debĂan ser ordenados en «cada poblaciĂłn y en cada iglesia», y que los ancianos o ministros de la iglesia
local y los obispos son lo mismo.
1. VĂ©ase la Biblia de Scofield, p. 1.303 (nota).
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Esta verdad puede tambien notarse en Hechos 20. Leemos en este capĂtulo que Pablo, .enviando desde Mileto a Efeso, hizo llamar a los ancianos de
la iglesia» (v. 17). Luego, hablando a estos ancianos, les dijo: «Por tanto, mirad por vosotros y por todo el rebaño en que el EspĂritu Santo os ha puesto por obispos» (v. 28). AquĂ, de una manera que no ofrece ningĂşn gĂ©nero de dudas, vemos que los ancianos y los obispos son lo mismo. Pablo exhortĂł despuĂ©s a los ancianos de Efeso a apacentar (en griego pastorear) la Iglesia del Señor, la cual ganĂł por su sangre (v. 28). Estos ancianos de Efeso fueron designados como ancianos, obispos, dirigentes y pastores —cada una de estas expresiones se refiere exactamente al mismo oficio—. Estos hombres eran los ministros de la iglesia local y conforme a las Escrituras, eran obispos. No era un ministro de una gran ciudad quien se sentaba en un trono y ejercĂa autoridad sobre un grupo de iglesias o ministros, sino que cada iglesia tenĂa sus ancianos y Ă©stos eran sus obispos.
MartĂn Lutero comprendiĂł que los ancianos y obispos de la Iglesia primitiva ocupaban el mismo lugar. «Pero en cuanto a los obispos que tenemos actualmente —comentĂł—, de Ă©stos no dicen nada las Escrituras en cuanto a que ellos hayan sido ins tituidos para que gobernasen sobre muchos ministros...».l
Cuando llegĂł la apostasĂa, entre otras desviaciones de la verdad, la forma de gobierno en la Iglesia fue tambiĂ©n abandonada a medida que los hombres la sustituĂan por sus ideas. Algunos empezaron a proclamarse como «señores» sobre los herederos de Dios. Incluso antes de que nuestro Nuevo Testamento fuera completado, hallamos que en Asia Menor las doctrinas falsas de los nicolaĂtas ya estaban infil1. A la nobleza alemana (clásico de Harvard), p, 317.
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trándose. De acuerdo con Scofield, -'la palabra nicolaĂta viene del griego Nikao (gobernante) y Laos o Laite (pueblo). Y añade: «Si la palabra es simbĂłlica, se refiere a la forma más antigua de la nociĂłn de un orden sacerdotal o clerical que más tarde dividiĂł al pueblo cristiano en sacerdotes y laicos»? Fue asĂ mo la idea de hombres que se exaltaban sobre otros, se infiltrĂł y ha continuado en la Iglesia apĂłstata hasta nuestros dĂas (vĂ©ase Mateo 23:8).
El concepto comĂşn es de que el «clero» está un poco más alto que los demás fieles, y, como consecuencia, es probable que solamente una de cada mil personas sepa que el tĂ©rmino «clero» pertenece a todo humilde creyente, no sĂłlo a los lĂderes eclesiásticos. Notemos que l.a Pedro 5:1-3 instruye a los ministros a no tener «señorĂo sobre las heredades del Señor». iLa palabra traducida aquĂ como «heredades», en el griego original es kleeron, que significa «clero»! El comentario de Mathhew Henry explica que todos los hijos de Dios reciben el tĂtulo de «herederos o clero de Dios». La palabra no es privativa sĂłlo para los ministros religiosos.
Pero hombres deseosos de posiciones dignatarias
se apartaron del plan de gobierno bĂblico para la Iglesia.
Finalmente se enseñó al pueblo que necesitaba de un sacerdote a quien debĂa confesar sus pecados; un sacerdote que perdonarĂa los pecados de todo aquel que se confesara; un sacerdote que le ofrecerĂa la extremaunciĂłn; un sacerdote que deberĂa celebrar misas en su favor, etc. AsĂ el pueblo fue enseñado a depender de un sacerdote humano, mientras que
el verdadero Sacerdote Supremo, nuestro Señor Je-
sucristo, era relegado a la vista del pueblo y oculto por oscuras nubes de tradiciones humanas.
2. Scofield, p. 1.288 (nota).
176
Más tarde, elevándose sobre estos sacerdotes, algunos se proclamaron obispos gobernantes sobre otras iglesias y ministros. Y, por Ăşltimo, la idea del obispo de obispos fue un paso más hacia la apostasĂa. iUn nuevo oficio adoptado por la Iglesia apĂłstata! Pero como lo indicamos anteriormente, en ninguna parte de las Escrituras se encuentra que exista un hombre como cabeza de la Iglesia aparte del Dios hombre, Cristo JesĂşs. Tampoco enseñan las Escrituras que un hombre debĂa de ser cabeza de un grupo de ministros, como lo son los obispos catĂłlicos de hoy. Y para avanzar un poco más, diremos que no hay en ninguna parte del Nuevo Testamento el menor indicio de que un hombre debĂa tener autoridad sobre la iglesia local. Todo lo contrario, icada igle sia del Nuevo Testamento era pastoreada por una pluralidad de ministros o ancianos! Nunca estuvo la autoridad de una iglesia en manos de un solo individuo. Cuando todo depende de una sola persona,
ésta puede adquirir importancia, llegar a ocupar el centro y oscurecer asà la relación común que tienen todos los hermanos con Cristo el Señor.
Cuando Pablo y BernabĂ© completaban su viaje por un nĂşmero de poblaciones, se nos dice: «HabiĂ©ndoles contituido ancianos [en plural] a cada una de las iglesias...» (Hechos 14:12-23). Y en Mileto Pablo «hizo llamar a los ancianos [plural] de la iglesia de Efeso» (Hechos 20:17). La carta a los filipenses es dirigida a los obispos (ancianos, en plural asimismo) (ver Filipenses 1:1). A la iglesia de TesalĂłnica le escribiĂł: «Y os rogamos hermanos que reconoz cáis a los [plural] que trabajan entre vosotros y os presiden en el Señor y os amonestan» (Tesalonicen ses 5:12). Tito fue a poner «ancianos» (plural) (He chos 15:4). Y a los enfermos escribiĂł Santiago que llamasen a los «ancianos» (plural) de la iglesia para que orasen por ellos y obtuvieran sanidad (Santia-
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go 5:14-15). De modo que las Escrituras claramente enseñan esto. Es difĂcil comprender por quĂ© la mayorĂa de los miembros de la Iglesia Cristiana profe sante se han apartado de esta forma.
En cuanto a los lĂderes de la Iglesia apĂłstata, ve mos que instituĂan posiciones para poder ser llama dos «señores» sobre la Iglesia. TambiĂ©n adoptaron tĂtulos no bĂblicos para designar estas posiciones. No hicieron como EliĂş, quien dijo: «Ni usarĂ© con nadie de lisonjeros tĂtulos» (Job 32:21). Los lĂderes eclesiásticos apĂłstatas empezaron a elevarse a posiciones no bĂblicas de autoridad en la Iglesia y tomaron para sĂ tĂtulos que que sĂłlo pertenecen a Dios.
Nuestro Salvador enseñó: «Mas vosotros no queráis ser llamados rabĂ, porque uno es vuestro Maes tro, el Cristo y todos vosotros sois hermanos. Y vuestro padre no llamĂ©is a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el cual está en los cielos. Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo. El que es mayor de vosotros, sea siervo. Porque el que se ensalzare, será humillado y el que se humillare, será ensalzado» (Mateo 23:8-12).
Da pena pensar que la Iglesia que proclamĂł a Cristo como su fundador —despuĂ©s de pocos siglos— comenzara a usar los mismos tĂtulos que Cristo dijo que no debĂan ser usados. Pero la Iglesia se apartĂł de tal manera de la autĂ©ntica fe, que hizo exactamente lo opuesto a lo que Cristo y sus apĂłstoles habĂan enseñado. Mientras llegaban los tiempos de la apostasĂa, el obispo de Roma comenzĂł a exaltarse (como lo hemos visto) y se apoderĂł del tĂtulo de «Papa», que no es más que una derivaciĂłn de «padre», iel mismo tĂtulo que Cristo nos dijo que no aplicásemos a ningĂşn lĂder religioso!
Y aunque Cristo nos pidiĂł que «no llamĂ©is a nadie padre», actualmente los sacerdotes del catolicismo
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insisten en usar este tĂtulo. Cristo prohibiĂł el uso de tal tĂtulo porque es un tĂtulo divino que en el sentido religioso debe ser aplicado solamente a Dios. Esta práctica de aplicarlo a un lĂder religioso se originĂł en el paganismo. Recordemos que una de las
ramas principales de los «misterios» que llegaron a Roma en los dĂas del mistraĂsmo y en la liturgia mitraica, aquellos que presidĂan sobre las sagradas ceremonias eran llamados «padres».l
El que este tĂtulo de «padre» era usado en conexiĂłn con sacerdotes en tiempos pasados, es mencionado en la misma Biblia. En Jueces 17 leemos que un hombre llamado Michâs dijo a un joven levita: «QuĂ©date en mi casa y me serás en lugar de "padre" y "sacerdote"» (Jueces 17:10). Michâs era un hombre mayor de edad con un hijo propio, mientras que el levita era un joven. Claramente se entiende que el tĂ©rmino «padre» no fue aplicado en funciĂłn del respeto hacia un hombre mayor, ni tampoco en el sentido literal de padre carnal. El Ăşnico significado en el uso del tĂtulo «padre», es que tal tĂtulo fue usado como tĂtulo religioso, una designaciĂłn sacerdotal. Michâs querĂa que el levita fuese un padre-sacerdote en su «casa de dioses».
Luego, en el capĂtulo 18 del Libro de los Jueces, se pide al joven que sirva a una tribu como «padre y sacerdote». «¿Es mejor que seas tĂş sacerdote en casa de un hombre solo, que de una tribu y familia de Israel?» Un estudio de estos dos capĂtulos, nos demuestra un tipo de catolicismo en el Antiguo Testamento. Porque aunque el sacerdote pretendĂa serlo de Jehová (Jueces 18: 6), sin embargo, el culto era de Ădolos y paganismo, iun intento de mezclar el paganismo con el culto al Dios verdadero! Y esta
I. Misterios de Mitra, p. 167.
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mezcla siempre ha traĂdo calamidades y ha disgus-en su mayorĂa lo hacen basados en la tradiciĂłn, sin tado al Señor.siquiera preguntarse el origen o significado del misPor consiguiente, el sacerdote que insiste en usarmo.
un tĂtulo precristiano y pagano que nuestro Señor TĂtulos como «maestro» o «padre» fueron con Jesucristo expresamente ordenĂł no usar, no -puededenados por Cristo, porque estos tĂtulos son excluser un sacerdote cristiano. sivos de Dios. Bajo el mismo concepto, el tĂtulo
Otros
mento el tĂtulo bĂblico, de lĂderes Monseñor, sino de un la Iglesia el significado cual CatĂłlica no los sĂłlo directamente ministros no Romana tiene no funda-llevanopue- a zado, «reverendo» Dios. pues Como y terrible en en leemos la todas Biblia es sus en su ese el variaciones, nombre».salmo tĂtulo 111:9, es debe aplicado «Santo ser recha-sĂłlo[re-
to a la Escritura, que dice que sonverente]
«señores» sobre las heredades de Dios. El uso de tal¿No serĂa mejor que nos mantuviĂ©semos dentro tĂtulo es contrario a lo que enseñó Cristo cuando,del contexto bĂblico? ¿No deberĂamos rechazar la refiriĂ©ndose justamente a los tĂtulos religiosos, dijo:supuesta «autoridad» de estos altos oficios por los
«El que se ensalzare, será a los humillado».discĂpulos que no se lla-bre, la cuales heredacLde ¿no los debiĂ©ramos hombres Dios»? desean darla En vez a hacerse Dios?de dar la «señores» gloria al sobrehom-
JesĂşs dijo tambiĂ©n maran «maestros». Este es otro tĂtulo divino que sĂłlo a El le pertenece. Como dijo JesĂşs: .porque uno es vuestro Maestro, el Cristo». A primera vista no parece que este tĂtulo haya sido usado en el catolicismo —la Iglesia apĂłstata—, pero un estudio más profundo nos revela que sĂ lo ha sido, pues el tĂtulo de arzobispo tiene este significado. iLa palabra arzo significa «maestro»! , de modo que el tĂtulo de arzobispo tiene el significado de maestro-sacerdote.
Al llegar el despertar de los dĂas de la Reforma, se rechazaron los tĂtulos de papa, cardenal, monseñor y otros. Desafortunadamente se retuvieron otros tĂ-
tulos del catolicismo que son tal falsos como los anteriores. Hoy en dĂa, tanto en la Iglesia CatĂłlica co. mo en la Protestante, el tĂtulo de Reverendo ha continuado usándose. Tenemos los de reverendo, reve rendĂsimo y muy reverendo. i Pero estos tĂtulos nunca fueron aplicados a los ministros de la Iglesia primitiva! (como ministro del Evangelio, yo jamás he hecho uso de tal tĂtulo). Hay muy buenos pastores cristianos que usan este tĂtulo; no lo negamos, pero
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16
EL CELIBATO SACERDOTAL
«Empero el EspĂritu dice manifiestamente que en los venideros tiempos, algunos apostatarán de la fe, escuchando a espĂritus de error y a doctrinas de demonios; que con hipocresĂa hablarán mentira, teniendo cauterizada la conciencia. Que prohibirán casarse...» (l.a Timoteo 4:1-3).
En este pasaje podemos ver que el apĂłstol Pablo profetizĂł que muchos se apartarĂan de la verdadera fe. DeclarĂł que esto sucederĂa en «tiempos posteriores», es decir, tiempos venideros a la Ă©poca en la cual Ă©l escribĂa. Esta separaciĂłn no sucederĂa en un solo tiempo, sino en distintos tiempos (plural). Poco a poco, los hombres caeran en apostasĂa, separándose de la verdadera fe y escuchando «doctrinas de demonios».
Estas doctrinas de demonios son las enseñanzas de los misterios paganos (es evidente que Satanás y sus demonios estaban detrás de estas enseñanzas paganas —los misterios— porque Ă©stas contenĂan mu cha similitud con la verdad y podĂan falsificarla fácilrnente). En el pasaje anterior, se hace especial menciĂłn a una de estas doctrinas paganas, la doctrina de «prohibir casarse». ¿Pero quĂ© era esta doctrina y a quiĂ©nes se aplicĂł?
Al estudiar este tema, hallamos que la doctrina pagana de «prohibir casarse» no se aplicĂł a todos.
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Esta era una doctrina traĂda de los viejos tiempos, relacionada con los sacerdotes de los ministerios, ila religiĂłn de Babilonia! SĂ, tiempos atrás en los dĂas de Babilonia, dentro de las doctrinas de demonios que se tenĂan, estaba la doctrina del celibato sacerdotal. Estos sacerdotes solteros eran miembros de un alto orden sacerdotal de la reina SemĂramis quien los ligĂł a una vida de celibato, a pesar de que SemĂramis era adĂşltera e inmoral. «Aunque parezca extraño —dice Hislop—, la voz de la antigĂĽedad atribuye a la reina viuda la invenciĂłn del celibato clerical y esto en su forma más estricta.»l
Desde Babilonia, esta doctrina del sacerdocio sol-
tero se propagĂł a otras naciones, como es evidente, por el celibato sacerdotal de las religiones orientales en el TĂbet (China), JapĂłn y otros paĂses. Sin embargo, algunas naciones aunque aceptaron otras partes del misterio religioso, no siempre apoyaban la regla del celibato, como en Egipto, donde se les permitĂa a los sacerdotes casarse. Pero cuando los misterios llegaron a Roma en tiempos precristianos, ila regla del celibato babilĂłnico fue observada estrictamente!
«Todo estudioso sabe —dice Hislop— que cuando el culto a Cibeles, la diosa babilĂłnica, fue introducido en la Roma pagana, Ă©ste se estableciĂł en su forma primitiva, con su clero cĂ©libe.»l Y asĂ esta doctrina diabĂłlica y peligrosa para el buen crĂ©dito de la propia religiĂłn, fue establecida en la Roma pagana.
La supuesta pureza dentro del celibato sacerdotal nunca ha sido una realidad. AsĂ era ya en el celibato de los sacerdotes de la Roma pagana. Tan malas eran sus consecuencias, que el Senado romano se
I. Dos Babilonias, p. 219.
1. Ibid., P. 220.
183
vio obligado a poner mano y expulsarles una y
otra vez.
Pero al llegar los dĂas de la separaciĂłn de la verdadera fe, a pesar de los corrompidos frutos que esta regla del celibato habĂa producido en la Roma pagana, la doctrina de -«prohibir casarse» vino a ser parte de la Roma papal. La Iglesia CatĂłlica Romana la impuso en contra de la costumbre de las congregaciones cristianas de los primeros siglos, cuyos pastores u obispos solĂan ser casados y no formaban ninguna clase especial. Esta imitaciĂłn del paganismo demuestra una influencia directa del clericalismo pagano dentro del Cristianismo. Al adoptar esta doctrina la Iglesia Romana voluntariamente renunciĂł a las enseñanzas de la Biblia que no declara como ley, ni exige que los ministros del evangelio deben ser solteros.
Los ministros del Nuevo Testamento, incluyendo a los apĂłstoles, eran casados (l.a Cor. 9:5). La Biblia dice: «Conviene, pues, que el obispo sea irreprensi ble, marido de una sola mujer» (Isa Timoteo 3:2).
Satanás, que conoce bien la naturaleza humana, sabĂa que del mismo modo que existiĂł la corrupciĂłn entre el sacerdote cĂ©libe de la Roma pagana, se producirĂa de igual modo entre los sacerdotes de la Roma papal.
Por ejemplo, cuando el papa Pablo V tratĂł de clausurar los burdeles en la Ciudad Santa, el Senado romano votĂł en contra de dicha intenciĂłn, dando como motivo que la existencia de estos sitios era el Ăşnico medio para evitar que los sacerdotes sedujeran a sus esposas e hijas.*
* No es sin razĂłn que, S. Pablo llamara profĂ©ticamente doctrina de demonios al celibato. «Que prohibirán casarse», dice. Y que JesĂşs hablara de «las puertas del infierno» que combatirĂan contra la Iglesia. Desgraciadamente la Histo ria ha justificado estas predicciones de la Palabra de Dios
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En la Edad Media, Roma era una «Ciudad Santa» sĂłlo de nombre. Hay estadĂsticas que estiman que habĂan cerca de 6.000 prostitutas en esta ciudad que tenĂa una poblaciĂłn de 100.000 habitantes? Los historiadores nos dicen que «todos los eclesiásticos te nĂan una moza y todos los conventos de la capital eran casas de mala fama»? Una fuente en Roma que está situada cerca de un convento, fue removida por orden del papa Gregorio y en el fondo de Ă©sta se encontraron multitud de esqueletos de niños. Cuan do los terrenos del convento de Neinberg (Austria), fueron explorados, ise encontraron los mismos resultados que produjo la costumbre del celibato! 4 Lo mismo pasĂł cuando se inspeccionaron los jardines y subterráneos de los conventos de Italia.5
El cardeñal Pedro d'Ailly dijo que no se atrevĂa a describir la inmoralidad de los conventos y que el «tomar los hábitos» era simplemente otra forma de hacerse una prostituta pĂşblica. Los apetitos sexuales de quienes habĂan hecho voto de castidad eran tan horribles en el siglo IX que «san» Teodoro Studita prohibiĂł hasta la presencia de animales hembras en propiedades monásticas.
En el año 1477, se llevaron a cabo bailes noctur-
nos y orgĂas en el claustro catĂłlico de Kercheim, los
con una serie de escándalos realmente inimaginables, aun
entre los papas y cardenales. ¿Y quĂ© diremos del clero in— ferior, con menos posibilidades de riqueza y autoridad, pero con los mismos apetitos naturales que sus jefes? No es de extrañar de ningĂşn modo que hayan ocurrido infinidad de abusos sexuales más o menos frecuentes y notorios segĂşn las circunstancias de cada individuo o la cultura de cada Ă©poca a causa de esta difĂcil y peligrosa doctrina. De ahĂ
el vergonzoso y deplorable acuerdo del Senado romano que cita el autor. — (Nota Ed.).
2. Durant, Vol. 6, p. 21.
3. Historia de la Reforma.
4. Isis descubierta, p. 58.
5. Ibid., p. 210.
185
cuales están descritos en la historia como mucho peores que los que se pueden ver en las casas de prostitución.6
Los sacerdotes llegaron a ser conocidos como los esposos de todas las mujeres. En Alemania, un obispo catĂłlico comenzĂł a cobrar a los sacerdotes de su distrito un impuesto por cada mujer que mantenĂan y por cada hijo que tuvieran. i Pronto descubriĂł que habĂan once mil mujeres sostenidas por el clero de la parroquia! l Alberto EZ MagnĂfico, arzobispo de Hamburgo, exhortĂł a su clero: Si non caste, tamen caute («Si no pueden ser castos, al menos sean cautos»).
Aunque es verdad que han habido muchos casos de ministros casados —de varias iglesias y religiones— que han caĂdo en inmoralidad, estos casos son la excepciĂłn, y no la regla. Pero en el caso del sacerdocio cĂ©libe de la Roma papal, especialmente en el tiempo de la Edad Media, ilos casos de inmoralidad llegaron a ser la regla y no la excepciĂłn!
Tomando en consideraciĂłn todas estas cosas, podemos ver cĂłmo la profecĂa de l.a Timoteo 4: 1:3 fue cumplida exactamente. La profecĂa de Pablo decĂa que habrĂa una apostasĂa de la fe; que las gentes escucharĂan doctrinas de demonios que prohibirĂan ca sarse y que con hipocresĂa hablarĂan mentiras, teniendo cauterizada la conciencia. ¿Fueron estas doctrinas aceptadas por los que se apartaban de la verdadera fe? iSĂ! Estos sacerdotes —mientras aparentaban ser hombres santos—, frecuentemente eran todo lo contrario, como resultado de la doctrina del celibato. AsĂ las conciencias de ellos fueron cauterizadas y a causa de la doble vida que llevaban, «hablaron mentiras con hipocresĂa».
6. La caĂda de la Iglesia medieval, p. 295.
1. Historia de la Reforma, p. 11.
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iLa profecĂa fue cumplida exactamente!
Una evidencia más que muestra la doctrina del celibato y sus resultados inmorales mezclada con el paganismo, puede verse en el uso del confesionario, como lo veremos. El confesionario 'fue usado en muchas tierras paganas, incluyendo Babilonia. Pero siempre que se usó, los_ resultados no fueron de pureza sino de co rrupción.
En el confesionario, jovencitas y mujeres declaraban sus deseos y debilidades y de ahĂ que frecuentemente los sacerdotes solteros esco gĂan sus vĂctimas y siguen haciĂ©ndolo hasta el dĂa de hoy.
Un relato vivo y exacto de esta corrupción en los confesionarios lo tenemos en el libro escrito por el ex sacerdote padre Chiniquy titulado El cura, Za mujer y el confesionario, asà como también en El cri men e inmoralidad en la Iglesia Católica, escrito por otro ex sacerdote, el reverendo Emmett McLouglin.
Pero, dirán algunos, ¿no dice la Biblia que debemos confesar nuestras faltas unos a otros? SĂ, hay un tipo de confesiĂłn que enseñan las Escrituras, ipero no es el confesarse a un sacerdote soltero! La Biblia dice: «Confesaos vuestras faltas unos a otros» (Santiago 5:16). Si esta Escritura pudiera ser usada para afirmar la idea de la confesiĂłn catĂłlica, enton187
ces no solamente deberĂamos confesarnos a los sacerdotes, Fino que los sacerdotes tambiĂ©n deberĂan confesarte ante el pueblo! Obviamente, la enseñanza del romanismo es contraria a la admoniciĂłn escrita de confesarnos «unos a otros». Pero el insistir que el pueblo confiese sus pecados a un sacerdote, ata al pueblo a un hombre quien en muchos casos, ies más pecador que el que se confiesa! Los catĂłlicos romanos están tan ligados al confesionario, que muchos creen que su salvaciĂłn depende de Ă©l.
Pero nadie en el Nuevo Testamento obtuvo alguna vez perdĂłn a travĂ©s de un sacerdote. Pedro dijo a SimĂłn El Mago: «Ruega a Dios que seas perdonado» (Hechos 8:22). Esto tiene un gran significado, especialmente cuando tantos han sido enseñados que Pedro fue el Papa, el obispo de obispos. Sin embargo, Pedro no le dijo a este hombre que confesara ante Ă©l ni tampoco le dio alguna penitencia (como orar el «AvemarĂa» un cierto nĂşmero de veces al dĂa y por determinado tiempo). TambiĂ©n es significativo notar que cuando Pedro pecĂł, Ă©l confesĂł su pecado a Cristo y fue perdonado. Pero cuando Judas pecĂł, Ă©l confesĂł su pecado a los sacerdotes y cometiĂł suicidio (Mateo 26:75 y 27:1-5 y Hechos 1: 17:18).
La práctica de confesarse a un sacerdote no vino de la Biblia, Fino de Babilonia! La reina SemĂramis creĂł tal confesiĂłn como parte de los «misterios». Se requerĂa una confesiĂłn secreta a los sacerdotes antes de permitĂrseles su iniciaciĂłn. Una vez que esa con fesiĂłn era hecha, la vĂctima era ligada al sacerdocio de ahĂ en adelante. El hecho de que esta confesiĂłn tenĂa lugar en Babilonia es bien sabido por todo historiador que ha escrito acerca de esta antigua naciĂłn. Lo cierto es que nuestro conocimiento de la vida corrupta de pecado en Babilonia la tenemos de ciertas confesiones que quedaron escritas en libros sagrados de la religiĂłn pagana en aquella ciudad, y
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de estas confesiones escritas los historiadores han podido llegar a la conclusiĂłn de los errados conceptos morales que existĂan en Babilonia, los cuales corresponden bien con las descripciones de los profetas bĂblicos y las amenazas de castigo consiguientes?
Procedente de Babilonia, la «madre de las abominaciones de la tierra», esa peligrosa e intrigante práctica de la confesiĂłn, se infiltrĂł en todas las religiones del mundo. Salverte escribiĂł acerca de ella con estas palabras:
«Todos los griegos, de Delfos hasta las TermĂłpilas, fueron iniciados en los misterios del templo de Delfos. Su silencio en cuanto a todo lo que se les ordenaba mantener en secreto era asegurado por la confesiĂłn general extraĂda de los aspirantes despuĂ©s de la iniciaciĂłn...» Esta tambiĂ©n era parte de las religiones de Medo-Persia, Egipto y Roma, antes del amanecer de la era Cristiana. i Y asĂ, al estudiar el origen pagano y la historia de la confesiĂłn a los sacerdotes, obtenemos un medio más de identificaciĂłn y comprensiĂłn del «Misterio de Babilonia» en nuestros dĂas!
Además de esto, notamos un significado interesante en el color de las vestiduras usadas por el clero. Como es bien conocido, los sacerdotes catĂłlicos usan vestiduras negras y algunas denominaciones protestantes tambiĂ©n han adoptado tal práctica. Es una costumbre ya establecida y desarrollada, pero, ¿cĂłmo se originĂł?
Volviendo a las Escrituras, no hallamos evidencia alguna de que los ministros usaran un color distintivo en sus vestimentas. Ciertamente no hay nada que indique que nuestro Señor Jesús vistiera de negro, ni tampoco la hay que los apóstoles de la Iglesia primitiva usaran tal color.
I. Lo grandiosa que fue Babilonia, p. 268.
2. JeremĂas 51 : 13 y 44 e IsaĂas 14:4-6 y 47:5-15.
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Al contrario, el color negro ha -sido por muchos siglos señal de muerte. Las carrozas fúnebres son
negras. Se usa el negro cuando se está de luto, y en muchas otras formas, el negro se asocia con la
muerte.
No hay absolutamente ninguna razĂłn para creer que las vestiduras clericales negras fueron originadas por Cristo o los apĂłstoles, sino al contrario, ihay evidencias de que los sacerdotes de Baal usaban vestiduras negras! Jehová dijo: «Y exterminarĂ© de este lugar el remanente de Baal y el nombre de Chemarim con los sacerdotes» (SofonĂas 1:4). Los que seguĂan a Chemarim eran sacerdotes de vestiduras negras (como ha sido indicado por varios comentaristas bĂblicos). La palabra se origina de chamar, que significa «ser negro».l
Como estos sacerdotes continuamente encendĂan fuego para hacer sus sacrificios, las vestiduras de colores más claros se hubieran manchado con el humo. Tal vez por este motivo entre los sacerdotes paganos, el negro vino a ser asociado con muerte y la práctica de usar vestiduras negras fue establecida. Aunque el origen del uso de las vestimentas negras ha sido olvidado por completo, iparece más que una coincidencia que los sacerdotes de la Babilonia mo-
derna son reconocidos por su ropa negra!
Otra clave que nos ayuda a identificar el sacerdocio catĂłlico-romano con el antiguo sacerdocio pagano, se puede ver en el uso de la corona sacerdotal. ¿QuĂ© es la corona? Es un afeitado en la cabeza en forma de cĂrculo que se hacen los sacerdotes el dĂa de su ordenaciĂłn.l (VĂ©ase la ilustraciĂłn.) El Concilio de Toledo en 633 d. C., hizo regla general el que to-
1. Fausset, p. 291. Art. «Altos sitios».
I. Enciclopedia de religiones, Vol 3 439.
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dos los clĂ©rigos deben rasurar un cĂrculo o corona en su cabeza. Aunque la Iglesia catĂłlica atribuye una
gran importancia a este rito, la práctica no es cristiana, sino originada en el paganismo.
SĂ, la práctica de afeitarse la cabeza era un rito de las religiones paganas, mucho antes de la era cristiana. Gautama Buda, quien viviĂł por lo menos 540 años antes de la apariciĂłn del Señor en la Tierra, se afeitĂł la cabeza en obediencia a un supuesto mandato divino y obligĂł a que todos siguieran su ejem PIO. Los sacerdotes de Baco, en su ordenaciĂłn en Egipto, se distinguĂan por sus cabezas afeitadas. En India, China y Roma pagana, la corona era tambiĂ©n evidente entre los sacerdocios que existĂan en esos lugares.2
El que la corona sea una vieja costumbre pagana lo tenemos en el Antiguo Testamento. Jehová, refiriĂ©ndose a sus ministros de esa Ă©poca, dijo: «No harán calva en su cabeza» (LevĂtico 21:5). Y el hecho de que esa calva sea redonda, puede verse en LevĂtico 19:27. «No cortarĂ©is en redondo, las extremidades de nuestras cabezas.» De aquĂ podemos ver que el uso de la corona es una costumbre antigua ipero su práctica fue prohibida explĂci tamente por Jehová !
La razĂłn por la cual la corona fuese prohibida, se debe a que su significado era pagano. Recordare mos que en los Misterios, muchas cosas eran simbĂłlicas y tenĂan un significado oculto. El significado pagano de la forma redonda del afeitado en la cabeza. No era más que un sĂmbolo mĂstico de la imagen del sol iun sĂmbolo pagano del dios-sol! Los sacerdotes de Mitra, «en su corona imitaban al disco solar».l Y esta misma práctica, poco a poco, vino a ser
2. Dos Babilonias, p. 221.
1. Ibid., p. 222.
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adoptada en la Iglesia CatĂłlica Romana. Pero en su intento por desacreditar este hecho, los Concilios de Valencia, Salzburgo y Ravenna asociaron la corona17 redonda con la hostia redonda que se sirve en la misa catĂłlica. Sin embargo, no hay tampoco nadaLA MISA que indique que la hostia redonda de la misa sea un sĂmbolo cristiano. En cambio, las pruebas indican todo lo contrario. Pero esto lo hemos de discutir en el siguiente capĂtulo.
¿Tiene el sacerdote el poder de convertir los elementos del pan y el vino, literalmente, en cuerpo y sangre de Cristo durante el rito de la misa? ¿Está la creencia catĂłlica de la transustanciaciĂłn basada en las Escriturás? Si Cristo rompiĂł el pan, ¿por quĂ© los sacerdotes catĂłlicos sirven una hostia completa? ¿Por quĂ© es de forma redonda? Las letras mĂsticas I. H. S., quĂ© significan? ¿Era ese elaborado ritualismo parte del culto de la Iglesia primitiva?
En la noche que el Señor fue traicionado, leemos que «JesĂşs tomĂł el pan y bendijo y lo partiĂł y dio a sus discĂpulos y dijo: Tomad, comed: este es mi cuerpo. Y tomando el vaso y hechas gracias, les dio diciendo: Bebed de Ă©l todos; porque esta es mi sangre del nuevo pacto, la cual es derramada por muchos para remisiĂłn de los pecados» (Mateo 26: 26-28). En este pasaje de las Escrituras, JesĂşs usĂł la expresiĂłn «este es mi cuerpo» refiriĂ©ndose al pan y refiriĂ©ndose al vino, dijo: «Ă©sta es mi sangre», La Iglesia CatĂłlica Roma insiste que cuando el vino y la hostia son consagrados por el sacerdote, ise convierten en la verdadera carne y sangre de Cristo! Esto es conocido como la transustanciaciĂłn. ¿Pero pueden un pedazo de pan o una copa de vino convertirse verdaderamente en la carne y sangre del Señor? ¿Es esto lo que el Señor quiso decir?
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A los que estudian todo lo que la Biblia dice acerca de este asunto, se les hace notorio que nuestro Señor hablĂł de su cuerpo y de su sangre en un sentido simbĂłlico. Simplemente quiso decir que aquellos elementos representaban simbĂłlicamente su cuerpo y su sangre. Sabemos que estos elementos no se convirtieron en la propia sangre y cuerpo de Cristo cuando El los «bendijo» iporque El (personalmente) estaba aĂşn allĂ! Estaba sentado ante ellos antes, durante y despuĂ©s de que tomaron del pan y la copa. iNo se cambiĂł de una persona a un lĂquido ni se transformĂł en pan! Su carne estaba todavĂa sobre sus huesos y su sangre corrĂa por sus venas. Como persona, no habĂa desaparecido para reaparecer en forma de pan y de vino. No, cuando JesĂşs hablĂł del pan y del vino como su cuerpo y su sangre, estaba usando un lenguaje simbĂłlico. Este tipo de simbolismo es usado frecuentemente en la Biblia.
En cierta ocasiĂłn, tres de los amigos de David le oyeron expresar su gran deseo por beber agua del pozo de BelĂ©n. Con gran peligro, estos hombres atravesaron las avanzadas de los filisteos y le llevaron el agua. Cuando David se enterĂł de que estos hombres arriesgaron sus vidas de tal forma, rehusĂł beber del agua diciendo: «¿He de beber yo la sangre de los varones que fueron con peligro de su vida?» (2.0 Samuel 23:17). Nadie supone que David querĂa decir que el agua era materialmente sangre. No, Ă©l usĂł la expresiĂłn en forma figurada.
De la misma manera la Biblia menciona en forma figurada el acto de comer un cuerpo, beber sangre o de tener hambre y sed de justicia, etc. Todas estas frases son usadas como expresiones simbĂłlicas. JesĂşs dijo una vez: «Yo soy la puerta» (Juan 10:9). Es evidente que nadie supone que el Señor se convirtiera, efectivamente, en una puerta. Es evidente que esta expresiĂłn es figurativa. En otra ocasiĂłn el
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Señor dijo: «Yo soy la vid, vosotros los pámpanos» (Juan 15:5). iCiertamente que no quiso decir que se habĂa convertido en una vid! Las Escrituras hablan de nuestro Señor como de una roca. «Y esta roca era Cristo» (l.a Corintios 10:4). Pero tambiĂ©n aquĂ se hace evidente que el Señor no es ninguna roca. SerĂa paganismo de la peor especie levantar una roca y decir: «esto es Dios». No, estas referencias al Señor como una roca, una vid, una puerta, etc., etc., son figurativas, simbĂłlicas. Cuando JesĂşs dijo: «Este es mi cuerpo... , Ă©sta es mi sangre», lo hizo, tambiĂ©n, de forma simbĂłlica.
Aun asĂ, por espacio de muchos siglos, el romanismo ha insistido en una interpretaciĂłn literal de las palabra9de nuestro Señor. Creen que despuĂ©s de la consagraciĂłn del sacerdote, el pan y el vino dejan de ser pan y vino. Pero nuestro Señor aun despuĂ©s de haber bendecido el sacramento, lo llamĂł «fruto de la vid», no su sangre (Mateo 26:29). Si los elementos de la comuniĂłn se convierten en el mismo cuerpo y sangre de Cristo, ¿cĂłmo podrĂamos tomarlo «en su nombre... hasta su regreso»? Si el vino se convirtiese en sangre durante el rito misal —como se dice ser—, entonces el tomarlo serĂa prohibido por las Escrituras (Hechos 15: 20, etc.).
Tal vez la prueba más obvia de que la teorĂa catĂłlica de la transustanciaciĂłn es un fraude, radica en el hecho de que no hay cambio alguno en los elementos despuĂ©s de su supuesta transustanciaciĂłn. El romanismo admite que no hay cambios visibles en los elementos de la comuniĂłn. Tienen el mismo sabor, color, olor, peso y dimensiĂłn; despuĂ©s de que han sido —supuestamente— convertidos en el cuerpo y sangre de Cristo. El pan continĂşa en forma de pan, sabe a pan y huele a pan. Pero en la mente del catĂłlico no es pan: es el cuerpo de JesĂşs. Y el vino parece vino, sabe a vino, huele a vino y, si se toma
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en exceso, emborracha como vino. Pero el catĂłlico devoto debe creer que es la sangre —sangre divina— de nuestro Señor Jesucristo. La idea es una gran contradicciĂłn.
A pesar de esto, al catĂłlico se le exige que crea estrictamente que los elementos se convierten en rea-
lidad en el cuerpo y sangre de Cristo. Si no aceptan este dogma, iles dicen que se perderán eternamente! Asà lo proclamó el Concilio de Trento cuando definió como doctrina oficial la transustanciación y pronunció maldiciones sobre cualquiera que la negara.
Cuando el sacerdote supuestamente cambia el pan y el vino en sangre y cuerpo dice las palabras
latinas Hoc est corpus meus. En vista de que no hay cambio alguno podemos comprender de dĂłnde se originĂł la expresiĂłn Hocus-Pocus.1
El catecismo del Concilio de Trento mandĂł a los sacerdotes que explicaran que no solamente los elementos de la misa contenĂan a Cristo de un modo completo.l Por consiguiente, cuando el sacerdote lo ofrece, se cree que está realmente sacrificando a Cristo de nuevo. Por esto se llama el «sacrificio de la misa» y la «RenovaciĂłn del sacrificio de la cruz».2 Los libros de catecismo enseñan que la razĂłn por la cual la misa es el mismo sacrificio que el del Calva-
rio, es porque la vĂctima en cada caso es Jesucristo mismo.3 Esta creencia es naturalmente el resultado de la doctrina de que los elementos de la comuniĂłn se convierten en un «Cristo» literalmente. Esto llevĂł a otro grave error: en vez de considerar el sacrificio del Calvario completo —de una vez y para siempre—,
I. La historia de la civilizaciĂłn, p. 749. I. Enciclopedia de las Religiones, Vol. 2, p. 77.
2. Lista de palabras catĂłlicas, p. 45.
3. El Nuevo Catecismo de Baltimore, N -0 3, Pregunta nĂşm. 931.
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ila Iglesia Católica tuvo que enseñar que cada misa es una continuación del mismo sacrificio!
Esto presentĂł un problema teolĂłgico. iSi cada sacrificio de la misa es un nuevo sacrificio de Cristo, entonces ,en vez de ser ofrecido Cristo una sola vez, lo ha sido millones de veces a travĂ©s de los siglos desde que muriĂł en el Calvario! ¿Pero enseñan las Escrituras que el sacrificio del Calvario debĂa ser repetido, o fue una obra completa de una vez por todas?
Notemos el testimonio bĂblico de Hebreos 9: 2528;
aquĂ hallamos una comparaciĂłn del Ăşnico sacrificio de Cristo con los numerosos sacrificios del Antiguo Testamento. Nuestro Señor no tuvo necesidad de ofrecerse muchas veces (como los sacerdotes hacĂan sacrificios continuos en la antigĂĽedad), sino una vez para deshacer el pecado a travĂ©s del sacrificio de
sĂ mismo. «De manera que está establecido a los hombres que mueran una vez... AsĂ Cristo fue ofre-
ciclo una vez para agotar los pecados de muchos; la segunda vez sin pecado, será visto de los que le esperan para salud.»
En el Antiguo Testamento se debĂan ofrecer constantes sacrificios porque Ă©stos no eran perfectos. Sin embargo, cuando el sacrificio perfecto fue realizado
por medio de la muerte de Jesucristo, no hubo más necesidad de repetidos sacrificios, por lo cual «somos santificados por la ofrenda del cuerpo de Jesucristo, hecha una sola vez». AsĂ que todo sacerdote se presenta cada dĂa ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios que nunca pueden quitar los pecados: «Pero Ă©ste [JesĂşs] habiendo ofrecido por los pecados un solo sacrificio para siempre, está sentado... Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados». Hebreos 10: 10-14). Notemos aquĂ el fuerte contraste. Los sacer-
dotes del Antiguo Testamento tenĂan que «presentarse» a ofrecer muchos sacrificios. ¿Por quĂ©? Por197
que ninguno de ellos era final, no era perfecto. Pero cuando Cristo presentĂł su sacrificio, se sentĂł. ¿Por quĂ©? Porque el suyo fue final, fue perfecto, ifue de una vez por todas!
No hay un solo versĂculo en la Biblia que trate de dar la idea de que el sacrificio de Cristo tiene que continuarse. Las Escrituras continuamente indican todo lo contrario. El testimonio de la Biblia es que Cristo fue el sacrificio perfecto; porque El se dio una vez y este sacrificio agotĂł los pecados para siempre. Cristo no tiene que venir y ofrecerse de nuevo. Pero a los catĂłlicos se les enseña que El ha sido ofrecido en sus altares millones de veces desde que dijo: «iConsumado es!» Ellos creen que cada misa es un nuevo sacrificio de Cristo. Para esta enseñanza se puede aplicar la siguiente Escritura: «Crucificando de nuevo para sĂ mismos al Hijo de Dios y
exponiĂ©ndole a vituperio» (Hebreos 6:6). Y esto lo hacen cerca de 100.000 veces al dĂa alrededor del mundo en el ritual de la misa.
DespuĂ©s que el pan ha sido convertido en supuesto «cuerpo de Cristo» por el sacerdote, es colocado en la patena, donde se exhibe para su adoraciĂłn. Esta cajita redonda tiene un hueco interior en forma de cruz para guardar la pieza de pan Qconsagrada». Todo alrededor de este objeto, generalmente de plata llamada «sagrario», hay diseñados unos rayos solares.l El catĂłlico debe postrarse ante este objeto y adorar a la pequeña hostia como a Dios. Este rito es muy similar a los ritos de las tribus paganas en sus adoraciones a sus dioses. Este ritualismo idĂłlatra es uno de los
I. Manual de prácticas católicas, p. 20.
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más graves errores a los cuales llevó la doctrina de la sustanciación.
La adopciĂłn de la idea de que los elementos de la santa cena se convierten en el cuerpo y la sangre de Cristo, presentĂł otros problemas. Tertulio nos dice que los sacerdotes tenĂan mucho cuidado de que no cayeran pedazos al piso iporque el cuerpo de JesĂşs podĂa lastimarse! En la Edad Media hubo dis cusiones acerca de quĂ© se deberĂa hacer si una persona vomitaba 'despuĂ©s de recibir el sacramento o si un perro o un ratĂłn llegaran —por casualidad— y se comieran el cuerpo de Dios. En el Concilio de Constanza se discutiĂł que si un comulgante derramaba sangre (vino) sobre su barba, tanto la barba como el hombre debĂan ser quemados.l
A fines del siglo XI, para evitar que alguien derramara la sangre de Cristo, la Iglesia CatĂłlica
empezĂł a retener la copa del pueblo. ¿Pero no fue posible que los primeros discĂpulos pudieran haber derramado la copa? iNuestro Señor Jesucristo no retuvo la copa simplemente por esta razĂłn! Finalmente, en 1415, el Concilio de Constanza negĂł oficialmente la copa a los legos. Hasta el dĂa de hoy, miembros de las congregaciones catĂłlicas no beben de la copa. Solamente se le permite hacerlo al sacerdote. A los catĂłlicos se les dice que no tienen necesidad de beber de la copa puesto que la sangre está
contenida en la hostia. Entonces ¿por quĂ© lo hace el sacerdote? ¿Por quĂ© no come tambiĂ©n Ă©l sĂłlo la hos tia? Y si el sacerdote puede beber vino en nombre de la congregaciĂłn, entonces ¿por quĂ© no puede comerse la hostia tambiĂ©n por ellos?
Obviamente, la idea de que la congregaciĂłn tome sĂłlo parte de lo que JesĂşs instituyĂł hacer, es contrario a la Biblia. Esta perversiĂłn de las claras instruc1. El otro lado de Roma, p. 21.
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ciones de la Palabra de Dios no puede venir más que del gran engañador, el diablo. Y una Iglesia que se inventa tales doctrinas no puede ser la Iglesia de la cual habla la Biblia como pura y sin mancha.
Todos estos errores mencionados fueron el resultado de la doctrina de la transustanciaciĂłn, la idea de que los elementos del pan y el vino se convierten en sangre y cuerpo de Cristo. Pero ¿cĂłmo y por quĂ© comenzĂł esta doctrina en la Iglesia CatĂłlica? Parece evidente que el adoptar la transustanciaciĂłn en la Iglesia Romana fue otro compromiso hecho con el paganismo, porque las religiones paganas tenĂan ideas muy similares a la teorĂa de la transustanciaciĂłn. En el notable escrito de la Enciclopedia de Religiones y Etica, de Hasting, hay un gran nĂşmero de páginas dedicadas a un artĂculo titulado «ComiĂ©ndose a Dios». Estas páginas abundan en evidencias de los ritos de transustanciaciĂłn pagana existentes entre las tribus y religiones de muchas naciones.
El historiador Durant nos dice que la creencia en la transustanciaciĂłn, como se practica por la religiĂłn catĂłlica, es «una de las ceremonias más antiguas de las religiones primitivas».l Un tipo de eucaristĂa era celebrado en Egipto, por ejemplo, en el cual un pedazo de pastel era consagrado por un sacerdote y se suponĂa que se convertĂa en el cuerpo de Osiris. DespuĂ©s se comĂa y se tomaba vino como parte del rito?
Los pasteles y la bebida Haoma de Mitra, lo mismo que la idea de la transustanciaciĂłn, eran parte de la religiĂłn del mitraĂsmo y eran similares a los de la eucaristĂa catĂłlica de hoy.3 El que estas ideas eran creĂdas en la Roma pagana, se prueba por la
1. Historia de la CivilizaciĂłn, p. '741.
2. Enciclopedia de Religiones, Vol. 2, p. 76.
3. Ibid.
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pregunta retĂłrica de CicerĂłn acerca del pan de Ceres y el vino de Baco.
Aun en MĂ©xico y AmĂ©rica Central, entre los que nunca habĂan oĂdo de Cristo, existĂa la creencia de comerse el cuerpo de su divinidad. Cuando los misioneros catĂłlicos desembarcaron en MĂ©xico y CentroamĂ©rica «tuvieron una gran sorpresa cuando vieron un rito religioso que les recordaba la comuniĂłn; una imagen hecha de harina que despuĂ©s de ser consagrada por los sacerdotes, era distribuida entre el pueblo, el cual comĂa de Ă©sta... declarándolo como el cuerpo de su dios...» t
En una u otra forma, pues, la idea de comer el cuerpo de Dios se desarrollĂł en muchas tribus y religiones. Cuando Roma conquistĂł el mundo, absorbiĂł muchos de los ritos de los cultos paganos en su sistema religioso. Más tarde, cuando la cristiandad avanzĂł en el Imperio, muchos se dieron cuenta de que habĂan puntos similares entre los ritos paganos y los cristianos. Más tarde, los dos sistemas fueron consolidados. LĂderes de la Iglesia apĂłstata disfrazaron los ritos paganos con nombres cristianos iY esta mezcla engañosa ha confundido al mundo entero! iCon el fin de convencer a los paganos y a los que creĂan en Cristo, la Iglesia apĂłstata de Roma adoptĂł la idea de comer y beber el cuerpo y sangre de su Dios! Y asĂ la doctrina pagana de la transustanciaciĂłn entrĂł en la Iglesia profesante.
1. MĂ©xico de Prescott, Vol. 3. — «Realmente la idea de comer el cuerpo de Dios iera una idea canĂbal! Es sabido que sacerdotes paganos comĂan parte de todos sus sacrificios como parte del rito. Algunos de estos sacrificios eran humanos. De tal forma que los sacerdotes de Nimrod y Baal tenĂan que comer carne humana tambiĂ©n. Estos sacerdotes eran conocidos como canna-bal, es decir, "sacerdote de Baal" y de esta expresiĂłn viene el nombre de "canĂbal", iun devorador de carne humana!» (Hislop, p. 232.)
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Pero además de estas pruebas básicas de cómo los ritos paganos fueron mezclados en la Iglesia, hay muchos más detalles externos que lo evidencian.2
La hostia3 que el sacer-
dote católico pone en la boca de los comulgantes tiene que ser redonda.4 Pero en la cena instituida por nuestro Señor, El tomó el pan y lo partió. i Ciertamente que el pan sin levadura no se puede romper en pedazos redondos! Las Escrituraas explican que el romper el pan representa el cuerpo de nuestro Señor, el cual fue destrozado por nosotros, por los crueles golpes y latigazos.
Al ver que el empleo de una hostia redonda es ajeno a las Escrituras, preguntamos lĂłgicamente, por quĂ© vino a ser usado en la Iglesia CatĂłlica de esta forma. AquĂ nuevamente es aparente otra uniĂłn con el paganismo. La hostia redonda no es nada más que un viejo sĂmbolo del sol: «La hostia redonda cuya redondez es tan importante para el misterio romano —dice Hislop—, es solamente otro sĂmbolo de Baal,
o el dios-sol».l
Estos pasteles redondos eran usados en los antiguos misterios en Egipto. Al escribir de estos ritos,
2. El catecismo oficial revisado de Baltimore, p. 131.
8. Palabra latina que significa vĂctima o sacrificio.
4. Manual de prácticas católicas, p. 231.
I. Dos Babilonias, p. 163.
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Wilkinson dice: «El pastel delgado y redondo que aparece en todos los altares de Egipto...».2 Cuando los misterios llegaron a Roma bajo el nombre de mitraĂsmo, los iniciados recibĂan un pequeño pastel redondo de pan sin levadura que simbolizaba el disco solar.3
AsĂ podemos ver hasta quĂ© punto llegĂł la Iglesia Romana para adoptar el paganismo, poniendo a un lado las Ăłrdenes de las Escrituras en relaciĂłn con el pan quebrado y sustituyĂ©ndolo con la galleta redonda del sĂmbolo solar del paganismo.
En 1854 se descubriĂł un antiguo templo en Egipto con inscripciones que muestran estos pasteles redondos en un altar. Arriba del altar hay una imagen del sol.4 Un sĂmbolo similar del sol aparece encima del altar en un templo cerca de la poblaciĂłn de Babain, en el alto Egipto, don de hay una representaciĂłn del sol ante la cual dos sacerdotes están adorando (vĂ©ase el dibujo),
Pero este uso de la imagen del sol encima del «altar» no se limitĂł a Egipto. Tan lejos de Egipto como está el PerĂş, en AmĂ©rica del Sur, esta imagen era conocida
y adorada.l Por más que los católicos reciban la hos-
2. Egipcios, vol. 5, p. 353.
3. Isis sin velo, p. 351.
4. SĂmbolos del antiguo paganismo y del moderno cristianismo, p, 34.
1. Historia del culto mundial, p. 383.
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tia pensando que reciben a Cristo, su forma externa y los ritos que la acompañan proceden del culto a Baal. Ahora bien, cuando los israelitas del Antiguo Testamento se apartaron del Señor y adoraron a Baal, sabemos que levantaron imágenes del sol sobre sus altares. Pero durante el reinado de JosĂas, dichas imágenes fueron destruidas. derribaron delante de Ă©l los altares de los baales e hizo pedazos las imágenes del sol que estaban puestas encima...» (2.0 CrĂłnicas 34:4). El disgusto de nuestro Dios contra tales imágenes solares usadas por su pueblo es evidente. ¿Por quĂ©, pues, volver a las formas idolátricas que El aborrece al tratar de practicar los sagrados sĂmbolos cristianos?
Aun hay más: el mismo tipo de imágenes solares que usaron los paganos, se hallan sobre el «altar» en la «Madre de las iglesias del catolicismo», la catedral de San Pedro, en Roma. Como lo indica la foto en la siguiente página, en el centro de la catedral, en forma de cruz,2 hay una gran cĂşpula de 95 pies de altura, la cual es sostenida por cuatro columnas, todas torcidas en forma de serpiente y cubiertas por ramas. Cercca de la cĂşspide de estas columnas, «encima» del altar más importante del catolicismo hay imágenes solares de igual forma a las usa-
2. Ver fotos en capĂtulo 5.
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das por los paganos en tiempos antiguos (véase la foto).
Luego, encima de la pared posterior de San Pedro —como lo indica la foto— hay otra imagen solar. Esta es una imagen del sol grande y elaborada, la cual desde el frente de la Iglesia aparece «encima» del altar mayor de la catedral. Es evidente que esto es babilĂłnico, porque el gran templo de Babilonia tambiĂ©n mostraba la imagen dorada del sol.l
La imagen del sol en su diseño circular, encima del altar, ha sido usada repetidas veces en miles de iglesias y catedrales hasta hoy dĂa, como puede verse en la ilustraciĂłn de una iglesia en Italia. Este mismo tipo de ventana ha sido puesto encima de portones de cientos ae iglesias
Pero esto tambiĂ©n, como los otros usos del sĂmbolo solar, no son más que la continuaciĂłn del viej o simbolismo pagano. No sĂłlo muchas iglesias exhiben este sĂmbolo en sus entradas actualmente, sino que tambiĂ©n lo hacĂan de igual manera en los viejos tiempos de Babilonia y Egipto. En Babilonia habĂan templos con imágenes del dios solar haciendo frente al sol del amanecer, los cuales eran puestos encima de la antiguo templo babilĂłnico construido por el rey Gudea,
1. Hislop, p. 162.
2. Arquitectura, naturaleza y magia, p. 29.
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por ejemplo, mostraba este emblema del dios solar sobre su entrada.3 Tomando este uso de los babilĂłnicos, llegĂł a ser una costumbre para los edificadores egipcios el colocar un disco solar (algunas veces con alas, y otros emblemas) sobre la entrada de sus templos —en honor del dios sol— y para ahuyentar los espĂritus malignos.
Otro sĂmbolo del sol es un cĂrculo con lĂneas cruzadas semejante a una rueda con rayos, las ruedas de una carroza. Los antiguos pensaban que el sol era una gran carroza manejada por el dios sol quien hacĂa su viaje a travĂ©s de los cielos, todos los dĂas y pasaba por debajo del mundo durante la noche. Y asĂ, el sĂmbolo de la carroza solar o la rueda de la misma, llegĂł a ser asociado con el culto al sol. Aun cuando el pueblo de Dios mezclĂł la religiĂłn de Baal en su adoraciĂłn, tenĂan «carrozas del sol», carrozas dedicadas al dios sol (2.0 Reyes 23:4-11). Pero regresando al sĂmbolo solar de la carroza, su rueda, es interesante saber que el sĂmbolo babilĂł- l' nico ha sido usado repetidamente por la Iglesia de Roma. Esta rueda solar, simbĂłlica, puesta sobre la famosa estatua de «Pedro» en la catedral de San Pedro, representa a la misma usada en Babilonia.
Una tabla hallada en Babilonia (hoy expuesta en un museo inglĂ©s) muestra a uno de los reyes babiIĂłnicos restaurando el sĂmbolo al dios-sol en el templo de Bel. Este sĂmbolo solar es una cruz de ocho puntos, similar a una rueda; y la misma cruz de ocho puntos marca el pavimento de la plaza circular que está ante la Iglesia de San Pedro (vĂ©ase el CapĂtulo Cinco).
Alrededor del altar mayor de la Catedral de San Pedro (donde se dice a los catĂłlicos que se encuen3. Ibid., p. 112.
207
tra enterrado Pedro) hay un cuantioso nĂşmero de imágenes solares en los diseños del piso. (NĂłtese la fotografĂa anterior.) iLas pinturas románicas de MarĂa y los santos, siempre tienen el disco redondo al rededor de sus cabezas! Los sacerdotes catĂłlicos reciben la tonsura en sus cabezas, igual que los sacer-
dotes adoradores del sol en tiempos atrás. Las imágenes solares redondas se pueden ver encima de los altares de muchas catedrales catĂłlico-romanas y sobre las entradas de las mismas, de igual manera , como se usaba entre los paganos. Todos estos usos del sĂmbolo solar pueden parecer detalles insignificantes y casuales a primera vista, pero cuando vemos el cuadro completo, cada uno de ellos es una clave que nos ayuda para resolver el misterio acerca de la Babilonia de nuestros dĂas.
El simbolismo solar es llevado al rito de la comunión católica no sólo en la forma redondeada de la hostia sino también con un dibujo de la cruz que
ostenta la oblea: 000.1 No podemos dejar de darnos cuenta de la similitud en apariencia entre las obleas redondas vistas en los dibujos de monumentos
asirios, los cuales reproducimos en la página siguiente. En esta escena! un hombre se arrodilla. ange un rey-sacerdote debajo de una imagen solar. El segun-
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do hombre, desde la derecha, trae una ofrenda de obleas redondas con la marca de una cruz. Es evidente que el simple hecho de que haya una cruz en la hostia catĂłlica, esto no la «cristianiza», pues la cruz era un sĂmbolo religioso de algunas religiones, mucho antes de la Era Cristiana. Y hay pruebas de que los pasteles sagrados redondos de los misterios en Egipto eran marcados con este mismo sĂmbolo?
En la hostia redonda notamos las letras mĂsticas I. H. S. inscritas en ella. Un estudio de estas letras nos provee con otra marca de identificaciĂłn, otra clave al misterio, que demuestra la gran influencia del paganismo en la misa catĂłlica. Muchos suponen que estas letras son de origen cristiano. Se nos dice que las letras 1. H. S. significan: lesus Hominum Salva-
tor, es decir: «JesĂşs, el Salvador del Hombre», o Inc Hoc Signo, las palabras que Constantino declarĂł ha ber visto en su visiĂłn.
Pero el significado de este anagrama puede ser tomado en otra forma reveladora del compromiso que Roma tomĂł con el paganismo. Durante los dĂas de los emperadores romanos, existĂan muchos ado radores de Isis (la diosa egipcia representante de la diosa babilĂłnica) en Roma. Al ver estas letras, el significado para ellos era Isis, Horus, Seb; en otras palabras, «La Madre, el Hijo y el Padre de los dioses», la Trinidad egipcia.3
Es sĂłlo una suposiciĂłn pero el hecho innegable es que ese anagrama es de origen precristiano, pues era el del dios pagano Baccus; tambiĂ©n aparecĂan en las monedas del maharajá de Cachemira.l
Cuando nuestro Señor instituyó el memorial del pan y el vino, fue de noche. No lo hizo a la hora del
2. Bonwick, creencias egipcias, p. 148.
3. Dos Babilonias, p. 164.
1. Mitos bĂblicos, p. 351.
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desayuno ni del almuerzo. Y de igual manera, los primeros cristianos solĂan tomar la santa cena por la noche, siguiendo el ejemplo dado por Cristo mismo y por su prototipo, la pascua del Antiguo Testamento. Pero al suceder los dĂas de la apostasĂa, la Cena del Señor se comenzĂł a celebrar durante las reuniones matinales.2
¿Por quĂ© y cĂłmo se hizo este cambio? Como hemos visto, una de las principales ramas de los «misterios» de Roma era el mitraĂsmo. Esta religiĂłn prac ticaba ciertos ritos, similares a la comuniĂłn de los cristianos que eran observados a primeras horas
de la mañana. La idea se asociaba con el sol, con el amanecer, al levantarse su dios-sol. Cuando vino la apostasĂa, como hemos visto, los lĂderes de la Igle-
sia hicieron muchos cambios de detalle en su deseo de mezclar ambas religiones en una sola. Y esta unión es evidente en el cambio de la Cena del Señor
de la observancia nocturna a la mañana, para hacer aparentar los ritos de religiones una fe semejante a la cristiana. Las Iglesias CatĂłlico Romanas todavĂa tienen su misa de mañana. Y cuando llegĂł la Reforma protestante, los Reformadores continuaron la
práctica de tomar la Santa «Cena» por la mañana, solamente que no tan temprano como lo acostumbra la Iglesia CatĂłlica Romana.
Otra doctrina tomada del paganismo (y que con tribuyĂł a transferir la comuniĂłn de la noche a la mañana), fue la creencia de que el que participara debĂa ayunar antes de tomar la comuniĂłn. Naturalmente el amanecer serĂa una hora más propicia para satisfacer los requisitos del ayuno. Sin embargo, la idea de que una persona debe ayunar antes de recibir la comuniĂłn es muy contraria a la Biblia. iEn
2. El desarrollo de la Iglesia cristiana, p. 23.
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realidad, fue después de que el Señor cenó, que instituyó la cena memorial! (Mateo 26:20-26).
Mientras que no hay indicio alguno en las Sagradas Escrituras de que una persona deba estar en ayunas antes de recibir la comuniĂłn, los misterios religiosos sĂ tenĂan este requisito. Aquellos que querĂan ser iniciados en los Misterios Eleusinios, se les interrogaba: «¿Estás en ayuno?» Si respondĂan «no», se les negaba la iniciaciĂłn.l
Es cierto que la Biblia enseña la oraciĂłn y el ayuno. Pero el verdadero ayuno viene del corazĂłn. ¿Cuándo y en quĂ© tiempo? El ayuno puede diferir entre los individuos y el motivo por el cual se hace. Sin embargo, el que se imponga una regla fija sobre cuándo la persona debe ayuna es condenado por las Escrituras pues invalida la iniciativa y la convicciĂłn del corazĂłn. De esta clase de ayuno, dice Dios: «Cuando ayunareis, yo no oirĂ© su clamor» (JeremĂas 14:12). Los fariseos eran estrictos acerca de ayunar en ciertos dĂas pero se olvidaron de las cosas más importantes de la Ley (Mateo 6:16). Y el apĂłstol Pablo nos previno de mandamientos hechos por los hombres, como el «abstenerse de las viandas», como una marca de la apostasĂa. (l.a Timoteo 4:3).
Finalmente, a más de las pruebas anteriores, el
rito del misal se ve como una ceremonia pagana por sus elaborados detalles. Un comentario acerca de la
ceremonia de la misa dice: «El Romanismo y el Evangelio, son un espectáculo de magnĂfica grandeza, luces, colores, vestimentas, mĂşsica, incienso, que dan un extraño efecto psicolĂłgico. Cuenta con un buen nĂşmero de actos efectuados ritualĂsticamente que son completamente independientes de los feligreses. Estos son más bien espectadores como lo eran los
Dos Babilonias, p. 164.
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que presenciaban las celebraciones en los antiguos cultos misteriosos»?
Un notable escrito del catolicismo romano analiza la celebraciĂłn mecánica hecha por el sacerdote durante la misa con estas palabras: «Hace la señal de la cruz, 16 veces; se voltea hacia la congregaciĂłn, 6 veces; eleva sus ojos al cielo, 11 veces; besa el altar,
8 veces; dobla sus manos, 4 veces; se da golpes de pecho, 10 veces; agacha su cabeza, 21 veces; dobla una rodilla en reverencia, 8 veces; inclina sus hombros, 7 veces; bendice el altar con la señal de la cruz, 30 veces; pone sus manos debajo y sobre el altar, 29 veces; ora secretamente, 11 veces; ora en voz alta, 13 veces; toma el pan y el vino y Io convierte en el cuerpo y sangre de Cristo (?); cubre y descubre el cáliz, 10 veces; camina de un lado al otro, 20 veces; y por añadidura, efectĂşa otro gran nĂşmero de acciones.l Por encima de este complicado ritualismo, se notan el uso de las coloridas vestimentas, de los candelabros, campanas, incienso, mĂşsica, cantos de duelo en latĂn y la vistosa exhibiciĂłn por la cual es famosa la iglesia romana. iQuĂ© tremendo contraste con el «simple memorial» de la Cena instituida por nuestro Señor! En esa cena, JesĂşs simplemente tomĂł el pan, dio gracias, IO rompiĂł y lo dio a Sus discĂpulos. De igual manera, tomĂł la copa de la cual bebieron todos. iNingĂşn ritualismo elaborado! iNingunas normas ni ceremonias! Ni aire de hechos misteriosos.
Pero no estando contentos con la simple y sincera cena memorial de Cristo, la Iglesia Romana tratĂł
2. P. 93.
1. El catolicismo romano, pp. 196-215. El Concilio Vaticano II, teniendo en cuenta el ritmo apresurado en nuestro siglo, ha simplificado considerablemente el ceremonial de la misa; pero era asĂ en los dĂas cuando fue escrito el
comentario que cita el autor.
212
de competir con los elaborados ritos paganos. De esta manera fue cómo y por qué el ritualismo vino a ser mezclado con la Cena del Señor, y esta mezcla produjo la ceremonia romana conocida como la Misa. iPero la adopción de este ritualismo es una indicación muy clara de cuánto se ha rebajado la iglesia apóstata imitando a las religiones paganas!
Puesto que los ritos de los paganos eran en honor de los dioses o demonios que estaban detrás de este culto, como explica el apĂłstol Pablo en su carta a los corintios, no es extraño que escriba: «La copa de bendiciĂłn que bendecimos, ¿no es la comuniĂłn de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comuniĂłn del cuerpo de Cristo?... Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican y no a Dios y no querrĂa yo que vosotros fueseis partĂcipes con los demonios. No podĂ©is beber la copa del Señor y la copa de tos demonios: no podĂ©is ser partĂcipes de la mesa del Señor Ăż de la mesa de los demonios». (l.a Cor. 10:16-21). En el siguiente capĂtulo, Pablo dio instrucciones a la iglesia de Corinto, acerca de la observaciĂłn correcta de la Cena del Señor. Posiblemente en aquella temprana Ă©poca del cristianismo habĂa una tendencia entre aquellos cristianos de Corinto de mezclar la verdadera Cena del Señor con los falsos ritos del paganismo. La siguien te tabla muestra una comparaciĂłn entre la comuniĂłn instituida por Cristo y la misa catĂłlica de hoy:
EN LA CENA EN LA MISA
DEL SEĂ‘OR CATOLICO ROMANA
Se rompe el pan. Se sirve el pan completo/redondo en obleas preparadas mecánica mente.
213
Se tomaba por la noche. Se toma después de la cena-
Instituida por JesĂşs.
El pan y vino represen. tan el cuerpo y sangre de Cristo.
Se tomaba el pan y el vino.
Representa una obra ter minada y un sacrificio perfecto.
Se daba una simple bendiciĂłn en oraciĂłn a Dios sobre los elementos.
Es una simple comida simbĂłlica.
214
Se toma al amanecer. Se toma en ayunas.
Una mezcla de paganismo.
Se dice que el pan y el vino se convierten en cuerpo y sangre.
SĂłlo el pan puede ser tomado por la congregaciĂłn.
Se piensa que cada misa es un nuevo sacrificio de Cristo.
Se cantan largas oraciones por los vivos y los muertos.
Se practican ritos elaborados, difĂciles de aprender por el ofi ciante novel.
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TRES DIAS Y TRES NOCHES
La mayorĂa de nosotros, hemos asumido que JesĂşs muriĂł en Viernes santo y resucitĂł de entre los muertos, al amanecer del Domingo de Pascua. Como JesĂşs dijo que resucitarĂa al tercer dĂa, algunos cuen tan parte del viernes como un dĂa, sábado como el segundo y parte del domingo, como el tercero. Pero cuando escudriñamos las Escrituras, hallamos que Cristo hablĂł del perĂodo de tiempo entre su muerte y su resurrecciĂłn, como tres dĂas y tres noches. iDel viernes por la tarde hasta el domingo por la mañana, no hay tres dĂas y tres noches! ¿Cuál es entonces la explicaciĂłn correcta?
Cuando los fariseos se llegaron a JesĂşs, le pidieron una señal de que era el verdadero MesĂas, El les dijo que no les darĂa más señal que la del profeta Jonás. «Porque como Jonás estuvo en el vientre de la ballena tres dĂas y tres noches, asĂ estará el Hijo del Hombre en el corazĂłn de la tierra, tres dĂas y tres noches» (Mateo 12:38-40 y Jonás 1:17).
En otros vv. JesĂşs dijo que resucitarĂa al «tercer dĂa» (Mateo 16:21, Marcos 10: 34 y Lucas 24:7). No hay contradicciĂłn alguna —como algunos han supuesto— entre esta expresiĂłn y la de «tres dĂas y tres noches». Ambas expresiones se usan en las Escrituras. Volviendo al GĂ©nesis, por ejemplo, leemos que Y apartĂł Dios la luz de las tinieblas y llamĂł
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Dios a la luz dĂa y a las tinieblas llamĂł noche; y fue la tarde [tinieblas] y la mañana [luz] un dĂa... , y fue la tarde y la mañana el dĂa segundo..., y fue la tarde y la mañana [tres perĂodos de tinieblas y tres perĂodos de luz] el dĂa tercero» (GĂ©nesis 1:4-13). AquĂ podemos ver un ejemplo de que el «tercer dĂa» indica tres dĂas y tres noches.
Teniendo en mente que JesĂşs resucitĂł «al tercer dĂa», notemos que el domingo no es el tercer dĂa despuĂ©s del viernes: iUn dĂa despuĂ©s del viernes es sábado, el segundo dĂa es el domingo y el tercer dĂa despuĂ©s del viernes, serĂa el lunes! Marcos 8:31 dice que JesĂşs habrĂa de ser muerto y resucitar «despuĂ©s de tres dĂas». Es evidente que hay algo incorrecto en la creencia de que el viernes fue el dĂa de la crucifixiĂłn o el domingo el dĂa de la resurrecciĂłn.
Debido a que hay doce horas en el dĂa y doce en la noche (Juan 11:9-10), «tres dĂas y tres noches» serĂan 72 horas como el tiempo requerido entre la muerte y resurrecciĂłn de nuestro Señor. ¿Pero fueron realmente 72 horas?
De acuerdo con las Escrituras, JesĂşs debĂa estar en la tumba no menos de 72 horas, «tres dĂas y tres noches», y resucitĂł «despuĂ©s de tres dĂas» (Mateo 12:40 y Marcos 8:31). No vemos razĂłn alguna para pensar que fueron menos de 72 horas. Ni tampoco que fueran más. JesĂşs dijo: «Destruid este templo y en tres dĂas lo levantarĂ©...», El hablaba del templo de su cuerpo. El tiempo aquĂ expresado no puede ser más de 72 horas, pues un minuto más de las 72 horas, hubiese sido ya el cuarto dĂa. i72 horas son el total completo de 3 dĂas y 3 noches!
Jesús estuvo en la tumba no menos ni más de 72 horas. Dios es un Dios de exactitud. El hace todo a la hora propicia. No hay nada de accidental en lo que El hace.
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Fue «venido el cumplimiento del tiempo», no un año antes ni un año despuĂ©s, sino justamente a tiemPO, que «Dios enviĂł a su Hijo» (Gálatas 4:4). La hora de su UnigĂ©nito fue preordenada y de ella nos hablĂł Daniel. De igual manera fue exacto el tiempo cuando JesĂşs fue «entregado» por los pecados del pueblo. Aquellos que trataron de matarlo antes, fallaron porque «su hora no habĂa llegado». No solamente el dĂa y el año de su muerte fueron preparados de antemano, Fino que hasta la hora era parte del plan divino! «Padre —JesĂşs clamĂł—, la hora ha llegado...» (Juan 17:1).
Ahora bien, ya que habĂa una hora exacta para el nacimiento de Cristo, una hora exacta para su ungimientø, una hora exacta para el comienzo de su ministerio, una hora exacta para su muerte, no es impropio pensar que habĂa tambiĂ©n una hora exacta para su resurrecciĂłn. Exactamente 72 horas. i Teniendo esto presente, podemos comprender a quĂ© hora del dĂa tuvo lugar la resurrecciĂłn! Como JesĂşs estuvo en la tumba tres dĂas y tres noches (72 horas), podemos pensar que la resurrecciĂłn se realizĂł a la misma hora de su muerte, tres dĂas despuĂ©s. En otras palabras, si hubiese sido enterrado al mediodĂa, resucitarĂa al mediodĂa del tercer dĂa. Si fuese enterrado en la noche, habrĂa resucitado la noche del tercer dĂa. iSi solamente podemos hallar la hora en que fue enterrado, sabremos automáticamente a quĂ© hora resucitĂł!
La Biblia nos dice que JesĂşs muriĂł poco despuĂ©s de la «hora novena». Es decir, las tres de la tarde.l
1. Las horas del dĂa están divididas en la Biblia en cuatro partes, comenzando al amanecer y terminando al atardecer. La hora tercera serĂa aproximadamente las 9 de la mañana, la sexta serĂan las 12 del mediodĂa. La novena serĂan las 3 de la tarde y la hora doceava serĂan las 6 de la tarde.
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(Mateo 27:46-50, Marcos 15:34-37 y Lucas 44-46). De acuerdo al horario bĂblico, cada dĂa terminaba y comenzaba al amanecer (LevĂtico 23:32). Y como nuestro Señor fue crucificado en la «preparaciĂłn», el dĂa antes del gran sábado, se tomaron medidas especiales para asegurar que su cuerpo fuera quitado an tes del atardecer, antes de que comenzara la fiesta del sábado: «Entonces los judĂos, por cuanto era la vĂspera de la Pascua, para que los cuerpos no que.
dasen en la cruz en el sábado, pues era el gran dĂa del sábado, rogaron a Pilato que se les quebrasen las piernas y fuesen quitados... Mas cuando vinieron a JesĂşs, como lo vieron muerto ya...» (Juan 19:31-33).
Fue entonces bajado de la cruz y sepultado en la tumba de JosĂ© de Arimatea. «Porque aquel sepulcro estaba cerca» (Juan 19:42). Estas cosas tuvieron lugar «cuando fue la tarde». La palabra griega traducida «tarde» es opsios, que significa «al atardecer» (Marcos 15:42).
De modo que como la resurrecciĂłn de Cristo tuvo lugar tres dĂas despuĂ©s, pero a la misma hora que fue sepultado, isabemos a quĂ© hora resucitĂł! Fue sepultado al atardecer, de modo que su resurrecciĂłn sucediĂł al atardecer, tres dĂas despuĂ©s. iSabemos con seguridad que la resurrecciĂłn no tuvo lugar al amanecer! Lo que es evidente en el hecho de que cuando vinieron a visitarlo, despuĂ©s del sábado (sábado regular) «muy de mañana, el primer dĂa de la semana» (Marcos 16: 2), la tumba ya estaba vacĂa. iTampoco resucitĂł JesĂşs durante la noche, pues no fue enterrado durante la noche! Estuvo en el sepulcro tres dĂas y tres noches pero se levantĂł al tercer dĂa, ino por la noche!
¿En quĂ© dĂa aconteciĂł la resurrecciĂłn? La Biblia nos dice que MarĂa Magdalena vino a la tumba, «muy de mañana, el primer dĂa de la semana, siendo aĂşn oscuro» (Juan 20:1-2). Los escritores de los evange-
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lios nos cuentan varias visitas diferentes hechas por los discĂpulos a la tumba, el domingo en la mañana. En cada ocasiĂłn, hallaron la tumba vacĂa. Un ángel dijo: «No está aquĂ, porque ha resucitado como dijo» (Mateo 28:6).
De modo que las Escrituras indican que JesĂşs resucitĂł antes del amanecer y como no estaba en la tumba muy temprano el domingo, podemos deducir que la resurrecciĂłn tuvo lugar al atardecer del dĂa anterior. De acuerdo con este punto, la resurrecciĂłn se realizĂł al atardecer del sábado por la tarde.
Pero, ¿acaso no dice la Biblia que JesĂşs resucitĂł el primer dĂa de la semana, muy temprano? La Biblia nos dice que el primer dĂa de la semana fue cuando los discĂpulos descubrieron que habĂa resucitado (Mateo 28:1-6, Marcos 16:2-6, Lucas 24:1-2 y Juan 20:1-2).
iPero ninguno de estos versĂculos enseña que Ă©sta fue la hora de la resurrecciĂłn! iEn cada ocasiĂłn, la tumba estaba vacĂa! i Ya habĂa resucitado!
Algunos han enseñado, sin embargo, que Mar-
cos la 16:9 mañana. enseña AquĂ que la está resurrecciĂłn el versĂculo: fue «Mas el domingocomo en
JesĂşs resucitĂł por la mañana el primer dĂa de la semana, apareciĂł primeramente a MarĂa Magdalena de la cual habĂa echado siete demonios». Pero este versĂculo no dice que JesĂşs hubiera resucitado el primer dĂa de la semana. FĂjense bien. ¿Dice que en el primer dĂa de la semana estaba resucitado o que resucitĂł a esa hora? iNo! Dice que al llegar el primer dĂa de la semana «ya habĂa resucitado». Esta frase está en tiempo antipretĂ©rito.
La palabra griega aquĂ escrita «resucitĂł» es Anastas y tiene el significado «habiendo resucitado», que es en pasado. La palabra griega no indica que Cristo
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resucitĂł en la mañana del primer dĂa de la semana; al contrario, expresa que ya habĂa resucitado.
Un estudio de Marcos 16:9 y los versĂculos que siguen hasta el 14, demuestran que Marcos está relatando acerca de varias «apariciones» que hizo JesĂşs durante el primer dĂa de la semana. El contenido explica claramente que no estaba hablando del dĂa en que tuvo lugar la resurrecciĂłn. l
Hallamos perfecta armonĂa en las Escrituras si reconocemos que JesĂşs fue sepultado el miĂ©rcoles antes del anochecer y resucitĂł el sábado antes del amanecer. AsĂ cumpliĂł su señal de tres dĂas y tres
noches y se levantĂł al tercer dĂa.
Algunos se han confundido por las palabras de los dos discĂpulos en el camino a EmaĂşs: «Mas nosotros esperábamos que Ă©l fuese el que habĂa de redimir a Israel y ahora es el tercer dĂa desde que esto ha acontecido». Debido a que JesĂşs se apareciĂł a estos discĂpulos en el primer dĂa de la semana (Lucas 24: 13-15), y Ă©ste era segĂşn ellos el «tercer dĂa», ¿no indica esto que JesĂşs muriĂł en el viernes? iNo! iUn dĂa «desde» el viernes serĂa sábado, dos dĂas, serĂa domingo y tres dĂas «desde» el viernes hubiera
sido lunes! Obviamente, este versĂculo no es prueba de la crucifixiĂłn en el viernes.
Los discĂpulos dijeron que era el tercer dĂa desde que «estas cosas» fueron hechas. Hablaban de «todas aquellas cosas que habĂan sucedido» (versĂculo 14). Hablaban acerca de más de un acontecimiento. Sin duda «aquellas cosas» incluĂan el arresto, la crucifixiĂłn, la sepultura y la puesta del sello y la
guarda en la tumba de JesĂşs. Todas «estas cosas» no fueron «hechas» —no fueron completadas— sino hasta el jueves. JesĂşs, como hemos visto, fue cruci-
I. Acerca del orden lógico de tales apariciones según los cuatro relatos evangélicos continuados, véase el discurso 16 del Vol. I de Biblioteca del Predicador, por S. Vila.
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ficado en la «preparaciĂłn» (miĂ©rcoles). «El dĂa siguiente [jueves], despuĂ©s de la preparaciĂłn, se juntaron los prĂncipes de los sacerdotes y los fariseos con Pilato, diciendo: Señor, nos acordamos que aquel engañador dijo, viviendo aĂşn: DespuĂ©s de tres dĂas resucitarĂ©. Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el dĂa tercero; porque no vengan sus discĂpulos de noche y le hurten y digan al pueblo: ResucitĂł de los muertos. Y será el postrer error peor que el primero» (Mateo 27:62-66). Y por este motivo, la tumba fue sellada y guardada. AsĂ pues, «aquellas cosas» no se terminaron hasta que la tumba fue sella-
da y guardada. Esto sucediĂł, como hemos visto, el jueves de la semana de pasiĂłn. El domingo fue el tercer dĂa $desde que estas cosas fueron hechas» pero no el tercer dĂa despuĂ©s de la crucifixiĂłn.
Como Cristo fue crucificado segĂşn la cita del dĂa antes del sábado, podemos comprender el porquĂ© algunos han creĂdo que fue el viernes el dĂa de la crucifixiĂłn. Pero el sábado que siguiĂł a la crucifixiĂłn del Señor no era el sábado semanal, era el gran dĂa de reposo anual, pues dice que era el «sábado grande» (Juan 19:31). Este sábado podĂa caer
en cualquier dĂa de la semana.
Creemos que las Escrituras indican que en el año en que Jesús fue crucificado, el sábado anual fue un
Nota: Cuando la Biblia fue escrita originalmente, las comas eran desconocidas. La puntuaciĂłn fue inventada por Aldus Manutions, en el siglo XV. Como los manuscritos originales no tenĂan puntuaciĂłn alguna, los traductores añadieron las comas en donde pensaron que debĂan ir, basados en la lĂłgica. En Marcos 16:9, notemos que la coma está sĂtuada despuĂ©s de la palabra mañana. El poner la coma aquĂ conecta al primer dĂa de la semana con la hora de la resurrecciĂłn. Pero si la coma se pone despuĂ©s dĂ© la pala bra <resucitĂł», vemos el significado correcto de las Escrituras. Recordemos que fueron las palabras de la Biblia inspiradas, no la puntuaciĂłn, que fue añadida más tarde por los hombres.
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jueves. JesĂşs fue crucificado y sepultado en el dĂa El jueves fue el Gran Sábado y «despuĂ©s» de este de la preparaciĂłn (miĂ©rcoles), el dĂa siguiente fue sábado —el viernes— las mujeres «compraron» sus el gran dĂa del sábado (jueves), luego vino el viernes,ungĂĽentos y aromas y los prepararon. DespuĂ©s de dĂa laborable, seguido por el sábado semanal. Conprepararlos reposaron el sábado semanal. Luego, yenesta explicaciĂłn podemos comprender que Cristo fuedo a la tumba el primer dĂa de la semana, hallaron crucificado el dĂa antes del sábado, que se levantĂłel sepulcro vacĂo. JesĂşs no estaba allĂ, Iya habĂa rede la tumba al llegar el dĂa despuĂ©s del sábado y asĂ,sucitado! Verdaderamente, JesĂşs habĂa cumplido la icumpliĂł la señal de los tres dĂas y tres noches!señal del tercer dĂa, tres dĂas y tres noches. Con esta Todo esto se nos aclara cuando comprendemos queinterpretaciĂłn, los diferentes tĂ©rminos usados en los habĂa dos sábados en esa semana; el sábado semanalEvangelios se complementan, no se contradicen.
y el Gran Sábado Anual. T. A. Torrey, un notable evangelista y lĂder de un Una cuidadosa comparaCiĂłn de Marcos 16: 1 con instituto bĂblico, años atrás dio esta explicaciĂłn de Lucas 23:56, nos provee más evidencia aĂşn de que tres dĂas y tres noches. Como esta posiciĂłn no era hubo dos sábados esa semana, y un dĂa laborable la aceptada generalmente por sus hermanos denomientre ambos. Notemos que Marcos 16:1 dice: «Y nacionales, Ă©l hablĂł por çonvicciĂłn y no por convecomo pasĂł el sábado, MarĂa Magdalena y MarĂa, la niencia. Esto hace que sus palabras fueran especial madre de Jacobo y SalomĂ©, compraron esencias aro- mente significativas.
máticas para venir a ungirle». Este v. indica cla- En su libro Dificultades, errores y contradicciones de la Biblia, escrito en 1907, Torrey dijo: «De ramente que fue «despuĂ©s del sábado» que estas mujeres compraron las esencias aromáticas y vueltas acuerdo a la tradiciĂłn comĂşnmente aceptada en la las aparejaron y reposaron el sábado (semanal) con- Iglesia, JesĂşs fue crucificado en viernes... y resucitĂł de entre los muertos temprano en la mañana del forme al mandamiento (Lucas 23:56).*
siguiente domingo. Muchos lectores de la Biblia se
* Si JesĂşs hubiese sido crucificado el viernes no ha- terpretar confunden un al intervalo tratar de entre figurarse el viernes cĂłmo se en puede la tardeinbria habido tiempo material para pedir el cuerpo a Pilatos; recibir el permiso; bajarlo de la cruz; ponerlo en el sepul- y el domingo en la mañana, como de tres dĂas y tres
cro de JosĂ© de Arimatea, ir a comprar las drogas quiere arorná-indicarcada con noches. una En pequeña realidad porciĂłn parece de ser otro dos dĂa.noches y un dĂa ticas y prepararlas. (Lo que posiblemente mezclarlas una de las y mujeres distribuirlas concertadas en varios acarrease tarros el para suyo.) que Recor- »La soluciĂłn a esta aparente dificultad, propuesdemos que Nicodemo vino con cien libras que juzgĂł ne- ta por muchos comentaristas, es que "un dĂa y una cesarias para que un buen ungimiento dejara el cuerpo del noche" es simplemente otra forma de decir "un dĂa"
Señor indemne de corrupciĂłn. Aun cuando las mujeres adquirieran una cantidad menor, no serĂa menos que unas cuantas libras para cada una. Esto aumenta la dificultad el Viernes de la crucifixiĂłn habrĂan corrido presurosas a para realizarlo el viernes antes de la puesta del sol, que comprar y preparar las drogas aromáticas, Por esto Lucas es cuando empieza el sábado judĂo, aun en nuestros dĂas. indica que despuĂ©s de pasado el sábado (el gran sábado
Mateo añade que, despuĂ©s que el cuerpo de JesĂşs fue anual) compraron las drogas y las prepararon, y a conti puesto en la cueva, MarĂa Magdalena y la otra MarĂa se nuaciĂłn reposaron el sábado (semanal) conforme al man-
quedaron «sentadas delante del sepulcro». De haber Sido damiento. — (Nota Ed.).
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y que los antiguos judĂos reconocĂan la fracciĂłn de un dĂa como un dĂa entero... Pero esta soluciĂłn no puede satisfacer a muchas personas y el autor es libre de confesar que a Ă©l, no le satisface en ninguna manera... más bien parece una excusa...
»... La Biblia no dice en ninguna parte que JesĂşs fue crucificado y muriĂł en viernes. Se dice que JesĂşs fue cruficado en el dĂa "antes del sábado"... Pero no da lugar a duda en cuanto a quĂ© sábado se refiere en este caso... No es el sábado semanal (o sea, el viernes) sino el dĂa antes del Sábado de Pascua, el cual cayĂł ese año en jueves, es decir, el dĂa en que Jesucristo fue crucificado fue el miĂ©rcoles. Juan hace esto tan claro como el dĂa...
»Resumiendo todo: JesĂşs muriĂł poco antes del atardecer del miĂ©rcoles. Setenta y dos horas despuĂ©s... resucitĂł de la tumba. Cuando las mujeres visitaron la tumba antes del amanecer del domingo la hallaron vacĂa...
»NO hay absolutamente nada en favor de una crucifixiĂłn en viernes, pero todas las Escrituras armonizan perfectamente con la idea de la crucifixiĂłn en miĂ©rcoles. Es increĂble cuántos pasajes profĂ©ticos y tĂpicos del Antiguo Testamento son culminados y cuántas aparentes diferencias en el Evangelio se aclaran una vez que comprendemos que JesĂşs muriĂł en miĂ©rcoles y no en viernes.»l
I. T. A. Torrey, Dificultades de la Biblia, pp. 104-109.
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PESCADO EN VIERNES Y FESTIVAL
DE PRIMAVERA
Hemos visto bien claro por testimonios de la Sagrada Escritura que el viernes no fue el dĂa de la semana en que Cristo fue crucificado, Pero cada viernes muchos catĂłlicos se abstienen de comer carne, sustituyĂ©ndola por pescado en recuerdo de la crucifixiĂłn del Señor. A los catĂłlicos, en los Estados Unidos, no se les requiere actualmente abstenerse de comer carne los viernes, sino sĂłlo durante la Cuaresma. Sin embargo, muchos todavĂa siguen esta costumbre de comer pescado los viernes.
Habiendo visto cuantas doctrinas y ritos fueron adoptados del paganismo en la Iglesia CatĂłlica Romana, no debemos sorprendernos de hallar otros in«cristianizar» más supersticiones paganas tradicionales costumbres. ¿Fue este el caso de y del pescado? Ciertamente, las Escrituasociaron los viernes con el pescado. En hay evidencias de esta idea básica en las filosofĂas de los paganos.
La palabra «viernes» viene del nombre «Freya», conocida como la diosa de la paz, el plafertilidad, por los antiguos paganos.l Como de fertilidad, el pez era considerado saI. Fausset, p. 232, articulo «Pez» (Fish).
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grado por esa diosa. El pez habĂa sido conocido como el sĂmbolo de la fertilidad desde tiempos muy antiguos. AsĂ era entre los antiguos babilonios, los
asirios, fenicios, chinos y otros? La propia palabra «pez» viene de la palabra «Dag», que implica aumento o fecundaciĂłn? La razĂłn por la cual el pez fue usado como sĂmbolo de la fertilidad es por el sim ple hecho de que tiene un alto Ăndice de reproduc ciĂłn. El bacalao, por ejemplo, pone alrededor de nueve mil huevos, y otras clases incluso ponen diez mil y hasta un millĂłn de huevos al año. Por esta razĂłn, el pez ha sido sĂmbolo de fertilidad y fue asociado por los romanos con Freya, la diosa de la fertilidad, cuyo dĂa conmemorativo era el viernes. De ahĂ viene la palabra inglesa friday, que significa viernes; de ahĂ podemos empezar a ver el significado de los viernes y del pez.
A la diosa de la fertilidad, los griegos la llamaban Venus. Y es de este nombre que vienen las conocidas palabras de «venĂ©rea» y «enfermedad venĂ©rea». El viernes era considerado como su dĂa sagrado! porque se creĂa que el planeta Venus reinaba sobre la primera hora del viernes y por esto era llamado Dies Veneris. Y para hacer el significado más completo, el pez era conside rado la ofrenda consagrada a ella.2 La ilustraciĂłn adjunta es como se ve en el libro SĂmbo-
2. Un diccionario de sĂmbolos.
3. Fausset, p. 232.
1. Ibid., Art. Pez.
2. Ibid., p. 105.
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los paganos antiguos y cristianos modernos, y muestra a la diosa Venus con su sĂmbolo, el pez. La similitud entre las dos indica que Venus y Freya eran
originalmente la misma diosa y ambas provienen de la madre-diosa original de Babilonia.
La misma asociaciĂłn de la diosa madre con el pez, sĂmbolo
de la fertilidad, es evidente entre los sĂmbolos de la diosa en otras formas. El pez era considerado consagrado a Astaroth, el nombre bajo el cual los israelitas adoraban a la diosa pagana.l En el viejo Egipto, Isis es frecuentemente representada con un pez en la cabeza, tal como puede apreciarse en la ilustraciĂłn.
En vista de estas cosas referentes al hecho de que el viernes sea considerado desde tiempos antiguos como un dĂa santo del paganismo, que el pez sea su sĂmbolo sagrado y que la Iglesia CatĂłlica Romana ordenara el ayuno de carne y su sustituciĂłn por pescado los viernes, es algo más que una simple coincidencia. Y ello se hace patente despuĂ©s de haber comprendido que JesĂşs no muriĂł en viernes, sino en miĂ©rcoles, lo que indica que hay otra razĂłn para estos mandamientos de la Iglesia aparte de la muerte del Señor.
¿Y quĂ© diremos de las costumbres involucradas en relaciĂłn con el Domingo de Pascua? ¿Es que los primeros cristianos pintaban huevos o compraban panes calientes en forma de cruz? ¿Acaso Pedro y Pablo ordenaron alguna vez un servicio de Pascua al amanecer? ¿De dĂłnde vienen estas costumbres?
1. Ibid., p. 105.
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Digamos para empezar, el origen de la palabra «Pascua». Esta aparece en la Biblia. El origen de la palabra es Pascha, la fiesta ordenada por Jehová (LevĂtico 23:27-44) como Sábado de Expiaciones (vĂ©ase el capĂtulo anterior) en recuerdo de la salida de Israel de Egipto.*
En las regiones nĂłrdicas de Europa, asĂ como tambiĂ©n en Estados Unidos y Canadá, el Domingo de Pascua es celebrado con varias costumbres que provienen de Babilonia, tales como el pintar huevos de varios colores, Ă©stos se esconden y los niños los buscan para comerlos. ¿Pero de dĂłnde proviene esta costumbre? ¿Debemos de suponer que los cristianos del Nuevo Testamento pintaban huevos? ¿Tienen algo que ver los huevos con Cristo o con su resurrec ciĂłn? La respuesta es obvia. Este uso es completa mente extraño a la Biblia. iEn cambio, el huevo es un sĂmbolo sagrado que usaron los babiloni os ! CreĂan en una vieja fábula acerca de un huevo de gran tamaño que se suponĂa habĂa caĂdo des-
* AquĂ sĂ que hay un simbolismo legĂtimamente bĂblico, pues JesĂşs fue el Cordero de Dios que nos liberta de la esclavitud del pecado y nos libra de la muerte eterna en virtud de la preciosa sangre de su sacrificio, como los israelitas que ponĂan la sangre del cordero sobre el dintel de sus puertas y Dios dijo: «VerĂ© la sangre y pasarĂ© de vosotros». Por esto la palabra hebrea pash significa Pascua, que es sĂmbolo de liberaciĂłn. Pero de ningĂşn modo las costumbres paganas tienen tal simbolismo, excepto la ceremonia judĂa, que adoptĂł e instituyĂł nuestro Señor, del pan y el vino, que aĂşn se practica hoy entre los judĂos, pero sin comprender su significado. — (Nota Ed.).
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de el cielo al rĂo Eufrates. De este maravilloso huevo —de acuerdo con la historiĂŁ— fue engendrada la diosa AstartĂ©. Por esto el sĂmbolo del huevo llegĂł a ser asociado con esta diosa (en el idioma inglĂ©s se usa Easter).t De Babilonia —la madre de las falsas religiones—, la humanidad se llenĂł de estas creencias y toda la tierra recibiĂł la influencia de la idea del huevo mĂstico; por esto hallamos el huevo como un sĂmbolo sagrado en muchas naciones:
Los antiguos druidas portaban un huevo como emblema sagrado de su fe idĂłlatra? La procesiĂłn de
Ceres, en Roma, era precedida por un huevo.3 En los misterios de Baco se consagraba un huevo como parte de la ceremonia festiva. En China, hasta nuestros dĂas, se siguen usando huevos de colores en su festival sagrado. En el JapĂłn, una vieja costumbre consiste en colorear sus huevos sagrados de forma muy brillante. En la Europa del Norte, en tiempos paganos, los huevos eran usados como sĂmbolos de la diosa AstartĂ© (Easter). La ilustraciĂłn muestra cĂłmo paganos representaban sus huevos sagrados. Uno de ellos (el de la izquierda) es el huevo sagrado de HeliĂłpolis, el otro (a la derecha), es el huevo de TifĂłn. Entre los egipcios, el huevo asociado con el sol —«el huevo dorado»—.l Sus huevos coloreados eran usados como ofrenda de sacrificio durante las fiestas de AstartĂ©?
1. Ibid.
2. Ibid., p. 108.
3. Enciclopedia de Religiones, Vol. 2, p. 13.
1. Ibid., p. 12.
2. Creencias egipcias, p. 24.
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La Enciclopedia Británica dice: «El huevo, como citĂł en la mañana del Domingo de Pascua, ial salir un sĂmbolo de fertilidad y de renovaciĂłn de la vida, el sol! Pero ya hemos visto que la resurrecciĂłn de proviene de los antiguos egipcios y persas, quienes Cristo no ocurriĂł al amanecer, ya que siendo aĂşn ostambiĂ©n tenĂan por costumbre el colorear huevos y curo MarĂa Magdalena llegĂł al sepulcro el primer comerlos durante su festival de primavera»? Nadie dĂa de la semana (Juan 20:1). Si la resurrecciĂłn del puede discutir el hecho de que el huevo es un sĂm- Señor no tuvo lugar al amanecer, no hay razĂłn plaubolo sagrado y parte de las festividades paganas des- sible para los cultos de Pascua al amanecer, aunque de tiempos atrás. siempre hay razĂłn para celebrar su gloriosa resu¿CĂłmo llegĂł entonces esta costumbre a ser aso- rrecciĂłn que garantiza nuestra fe y esperanza. ciada con la cristiandad? De igual manera como otros En cambio, habĂa un tipo de culto pagano al ama ritos fueron adoptados por la «Iglesia» para acercar necer conectado con la «adoraciĂłn al sol».
el paganismo a la fe cristiana, buscando alguna si- No queremos decir con esto que los cristianos de militud entre tales costumbres y algĂşn evento cris- hoy en dĂa rindan culto al sol en los servicios matitiano. AsĂ, en este caso, se sugiriĂł que al igual que nales de Pascua. Ni tampoco que el catĂłlico que se un pollo sale del huevo, iCristo saliĂł de la tumba! arrodilla ante la custodia donde está la hostia estĂ© De esta manera los lĂderes apĂłstatas —faltos del Es- literalmente adorando al sol. Pero sĂ decimos que pĂritu Santo de Dios—, dijeron al pueblo que el hue- tales prácticas son una obvia mezcla del paganismo vo era un sĂmbolo de la resurrecciĂłn de Cristo. iEl con la cristiandad.
papa Pablo V decretĂł una oraciĂłn en conexiĂłn con En el Antiguo Testamento, el pueblo escogido por el huevo! «Bendice, oh Señor, te pedimos, a esta tu Dios fue llevado en cautiverio a Babilonia debido creaciĂłn de huevos, que sean sustento a tus siervos, a su mezcla de paganismo y culto al sol. Dios les comiĂ©ndolos en recuerdo de nuestro Señor Jesucris- indicĂł esto por medio del profeta Ezequiel. «Y meto.»4 Otra mezcla que pasĂł a la Babilonia moderna tiĂłme en el atrio de adentro de la casa de Jehová.
y ha llegado a ser una costumbre de nuestros dĂas. —dijo el profeta— y he aquĂ junto a la entrada del AsĂ como el pez fue asociado con la diosa como templo de Jehová entre la entrada y el altar, como señal de fertilidad sexual, tambiĂ©n el huevo era otro veinticinco varones con sus espaldas vueltas al tem sĂmbolo de fertilidad. Cuando lo analizamos es trá- plo de Jehová y sus rostros al Oriente; y encorvá gico que simbolismos viciosos como Ă©stos hayan lle- banse al nacimiento del sol» (Ezequiel 8:16). AquĂ gado a ser relacionados con la cristiandad, cuando en vemos que el pueblo que habĂa conocido a Dios, ha realidad estas cosas no tienen conexiĂłn alguna con bĂa permitido que esta mezcla de culto solar entrara el verdadero cristianismo, y corrompiera su culto al verdadero Dios.
Otra costumbre de la Pascua es la celebraciĂłnLos ritos relacionados con el amanecer —en una del culto al amanecer. La opiniĂłn comĂşn es que este u otra forma— eran conocidos, en infinidad de na. servicio en honor de Cristo es debido a que El resu- ciones. Los que construyeron la Esfinge en Egipto,
IO hicieron para que cuidase del nacimiento del sol
3. P. 859, articulo «Easter». al Oriente. Desde el monte Fuji-Yama (JapĂłn) se dan
4. Dos Babilonias, p. 110.oraciones cara al Oriente. «Los peregrinos oran a su
230 231 sol naciente, mientras escalan los lados de la monta- nectando con estas festividades primaverales, estaban ña... A veces se pueden ver cientos de peregrinos los ritos en los cuales los hombres miraban hacia que van a Shinto en sus túnicas blancas saliendo el Este, al sol naciente.
de sus sombrillas y cantando al sol naciente,»2 Y los Dado que nuestro verdadero Salvador, el Señor mitraĂstas paganos de Roma, a los cuales ya hemos Jesucristo, resucitĂł en realidad (no en forma de planmencionado, se reunĂan al amanecer en honor de su tas o naturaleza), y como su resurrecciĂłn tuvo lugar dios solar. en primavera —aunque un poco antes del festival Volviendo al capĂtulo 8 de Ezequiel, cuando el pro- pagano de viejos tiempos—, no fue muy difĂcil para feta vio a veinticinco hombres mirando hacia el orien- la Iglesia del siglo IV (para esta Ă©poca ya se habĂa te al amanecer, no pensaban que importaba mucho apartado de 'la fe) mezclar el rito pagano de la prique su costumbre estuviera mezclada con otro culto. mavera con la celebraciĂłn cristiana de la resurrec Pero debido a esto, Dios dijo a Ezequiel: «¿No has ciĂłn del Señor. De este modo ambos lados eran atraĂ visto, hijo de hombre? ¿Es cosa liviana... hacer las dos a la Iglesia profesante. Hablando de esta uniĂłn, abominaciones que hacen aquĂ?... Y he aquĂ que po- la Enciclopedia Británica dice: «El cristianismo in nen hedor a mis narices» (versĂculo 17). Este rito corporĂł en su celebraciĂłn de la gran fiesta cristiana de poner hedor a las narices era tambiĂ©n asociado muchos de los ritos y costumbres paganos del festicon el amanecer del sol en el Oriente. Este era un val de primavera pagano».l rito idĂłlatra de ponerse una rama al amanecer en la La evidencia cristiana es clara: la presente cos nariz mientras entonaban himnos al sol naciente? tumbre de la Semana Santa no es cristiana. Sus cos¿Hay alguna indicaciĂłn de que estos servicios fue- tumbres son simplemente una mezcla de paganismo
ron conducidos durante la primavera? SĂ la hay, En con cristiandad. Algunos creen que podemos tomar
realidad, el mismo nombre de Easter (en español estas costumbres y usarlas para dar honor a Cristo. Pascua), viene de la diosa de la Primavera, De esta DespuĂ©s de todo, razonan, ¿no piensan la mayorĂa de palabra sajona tenemos en español la palabra «Este», los cristianos en Cristo durante esta temporada? A que es el lugar hacia donde se pone el sol, pesar de que los paganos adoraban al sol de cara al En Ezequiel 8: 14, leemos: «Y he aquĂ mujeres Este, ¿no pueden los cultos de Pascua al amanecer que estaban allĂ sentadas lamentando por Tammuz». ser en honor de la resurrecciĂłn de Cristo? ¿No reY luego, en los versĂculos siguientes, Ezequiel vio sucitĂł verdaderamente el Señor el domingo por la los ritos al sol. De modo que incluso la gente que mañana? Y a pesar de que el huevo era usado por conocĂa a Dios, se habĂa mezclado con la religiĂłn de los paganos, ¿no podemos continuar con su uso para Babilonia, lamentando con Ishtar, la «madre», alsimbolizar la gran roca redonda que estaba enfrente de la tumba? En otras palabras, algunos creen que Tammuz muerto. Esto era parte del festival de pri mavera (el renacimiento de la nueva vida de la ve- podemos tomar todas estas ideas y creencias pagagetaciĂłn, etc.), representando asĂ la venida de Tam- nas y en vez de aplicarlas a dioses falsos, usarlas
muz desde el fondo de la tierra. Y juntamente co- para dar gloria a Cristo. A primera vista, parece ser un buen razonamiento, ipero esta idea de añadir cos-
2. La historia del culto mundial, p. 330.
3. Fausset, p. 304. 1. Vol. 7. p. 859, artĂculo Orimavera» (Easter).
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tumbres paganas al culto del Dios verdadero, está absolutamente condenada por la Biblia! AquĂ está lo que dice Jehová: «Guárdate... , no preguntes acerca de sus dioses diciendo: De la manera que servĂan aquellas gentes a sus dioses, asĂ harĂ© yo tambiĂ©n. No harás asĂ a Jehová tu Dios... , cuidarĂ©is de hacer todo lo que yo os mando: ino añadirás a ello!...» (Deuteronomio 12:30-32). Claramente entonces, nuestro Dios no quiere que añadamos nada a su culto. El no quiere que usemos costumbres y ritos que los paganos usaron, aunque arguyamos que es en su honor.
Habiendo adoptado el festival pagano de primavera de Ishtar o Easter en la Iglesia apĂłstata, fue natural el adoptar tambiĂ©n la antigua costumbre del ayuno que precede al festival de primavera. Este perĂodo de cuarenta dĂas antes de la Pascua, se conoce como Cuaresma. En tiempos pasados estos cuarenta dĂas eran observados con llantos, ayuno y macera ciones por Tammuz —a fin de renovar sus favores— para que saliera del centro de la tierra, terminara el invierno y causara el principio de la primavera. De acuerdo a las viejas leyendas, Tammuz tenĂa cua renta años cuando fue muerto por un cerdo salvaje. AsĂ que cuarenta dĂas —uno por cada año que viviĂł en la tierra— fueron designados para «llorar por Tammuz». La observaciĂłn de este perĂodo en honor de Tammuz no solamente era conocida en Babilonia, sino tambiĂ©n por los fenicios, los egipcios y por un tiempo, incluso entre el pueblo escogido por Dios cuando cayĂł en apostasĂa (Ezequiel 8).
Cuarenta dĂas de abstinencia o Cuaresma era conocido y practicado por los adorades del demonio en el Kurdistán, quienes heredaron la costumbre primaveral de sus maestros, los babilonios.l Esta cos-
1. Dos Babilonias, p. 104.
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tumbre era conocida tambiĂ©n entre los paganos mexicanos, los cuales acostumbraban tener un «ayuno de cuarenta dĂas en honor del sol»? «Entre los paganos —dice Hislop— esta Cuaresma parece haber sido indispensable antes del gran festival anual en memoria de la muerte y resurrecciĂłn de Tammuz.»3 La Cuaresma es considerada igualmente impor tante en la religiĂłn catĂłlica romana, ¿Pero esa creen cia se basa en la Biblia? iNo! Como hemos visto, es una doctrina cuyas raĂces son el paganismo de BabiIonia. Cuando el paganismo y el cristianismo fueron mezclados, poco a poco la Cuaresma pagana fue unida a la Iglesia profesante. Se decĂa que era para dar honor a Cristo y no a los dioses paganos. Durante el siglo VI el Papa instituyĂł oficialmente la Cuaresma llamándola «fiesta sagrada» y ordenándola al pueblo mandĂł que se abstuvieran de comer carne durante este perĂodo.
En nuestros tiempos, algunos catĂłlicos no comen chocolate; otros se abstienen de mantequilla, otros de fumar un cigarrillo diario durante la Cuaresma —despuĂ©s de ella fuman veinte al dĂa—, otros dejan de beber durante ese perĂodo. ¿QuĂ© resultados puede traer esta costumbre? Ninguno. Tanto es asĂ que esta es la clase de apostasĂa de la que nos previene que algunos enseñarĂan «doctrinas de demonios» y especialmente menciona una de estas doctrinas que «prohibirán abstenerse de viandas [comidas]» (l.a Timoteo 4:1-4).
Naturalmente que las gentes que no comprenden el «misterio» de todo esto, piensan que el perĂodo de la Cuaresma y los dĂas de «abstenciĂłn» son seguramente de origen cristiano y de gran virtud. La realidad, no obstante, es que la Biblia y la historia antigua enseñan todo lo contrario.
2. Humboldt, Indagaciones mexicanas, Vol. I, p. 404.
3. DOS Babilonias, p. 105.
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Con esto está claro que Cristo no naciĂł a mitad del invierno. ¿No dicen las Escrituras en quĂ© Ă©poca 20 naciĂł del año en naciĂł el otoño. Cristo? El ministerio iSĂ! Las Escrituras de nuestro indican Señor queen
la tierra duró tres años y medio (Daniel 9:27).
EL FESTIVAL DE INVIERNO Su muerte ocurriĂł al final en la Pascua (Juan
18:39), lo cual era en la primavera. AsĂ que tres años y medio antes del comienzo de su ministerio terrenal, marcan el principio de su ministerio en el otoño. Ahora bien, al comenzar JesĂşs su ministerio, tenĂa es el dĂa designado en treinta años (Lucas 3:23). Esta era la edad acepta-
otra nuestros Navidad, mezcla calendarios entre 25 es de verdaderamente el diciembre, son paganismo como las navidades el de dĂa y el esta la del dĂa cristiandad?el nacimiento temporada en resultado que naciĂłdedede invierno.atrás a De nisterio, ble W manera para edad marcarĂa segĂşn que de que 30 un el su como años Antiguo sacerdote nacimiento y Cristo esto Testamento pudiera comenzĂł en era el en otoño empezar otoño, (NĂşmeros su y ministeriono 30 su en años4:3).mi-el Cristo. ¿Pero
Cristo? ¿Son las costumbres
origen cristiano, o
Fijándonos en la palabra en inglés Christmas, no- Aunque las Escrituras no indican la fecha exacta
tamos que nombre es una mezcla de Cristo, de dos también palabras. menciona Aunquela la del fecha nacimiento aproximada de Jesús, del nacimiento hay medios de para Juan averiguarel Bau-
incluye el
remonias elaboradas, oraciones paganas tos, transustanciaciĂłn, etc., continuaciĂłn de ritos paganos. el padre de Juan, era sacerdote en el templo de Jeru-
misa. Ya hemos visto que la misa es nada con sus más por ritos los que muer-y unace- al de tista comparar la y fecha como aproximada Juan ambas naciĂł fechas en seis que podemos meses naciĂł antes JesĂşs. darnos de ZacarĂas,cuentaCristo,
La palabra Navidad se halla en la Biblia* y como salĂ©n. En aquella Ă©poca, cada sacerdote tenĂa un hemos de ver, iel 25 de diciembre no es la fecha en tiempo definido del año en que servĂa en el templo. que Cristo naciĂł! Es evidente que nuestro Salvador HabĂan 24 divisiones o cursos de servicio durante el no naciĂł durante el invierno, pues cuando El naciĂł, año. Los nombres de estos cursos son dados en los pastores velaban sus rebaños en el campo. Q Y ha- 1.0 CrĂłnicas 24:7-19. De acuerdo a Josefo, cada uno bĂa pastores en la misma tierra que velaban y guar- de aquellos cursos duraban una semanal; la primedaban las vigilias de la noche sobre su ganado» (Lu- ra semana comenzaba en el primer mes, Nisan, al cas 2:8). Como es conocido, los pastores en Palesti- principio de la primavera (1.0 CrĂłnicas 27:1-2). Des na no hacen esto durante el invierno. Siempre traen puĂ©s de seis meses, este orden de cursos era repetisus rebaños de las montañas a los rediles antes del do para que cada sacerdote pudiera servir dos veces 15 de octubre. al año durante una semana. Entonces, tres semanas
* Nati-vitĂĄ (nacimiento que da vida). 1. AntigĂĽedades de los judĂos, Vol. 7, p. 7, 14.
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del año todos los sacerdotes servĂan juntamente du- leĂdo muchas veces en comentarios sobre Navidad, rante el perĂodo de la Pascua, PentecostĂ©s y la Fies-que el empadronamiento habĂa causado la aglomerata de los Tabernáculos.ciĂłn de forasteros que no permitiĂł a JosĂ© y MarĂa Con estos datos como fundamento, notemos quĂ©encontrar lugar en el mesĂłn. No hay ninguna razĂłn curso era el que ZacarĂas servĂa entonces: «Hubo en para creer que fuesen tantos los judĂos oriundos de los dĂas de Herodes, rey de Judea, un sacerdote lla- BelĂ©n radicados en estas poblaciones, pues todos los mado ZacarĂas, de la suerte de abias —o Abijah en judĂos se hallaban adheridos a las tierras de sus an el hebreo— y aconteciĂł que ejerciendo ZacarĂas el tepasados. JosĂ© tuvo que hacerlo por causa de la persacerdocio delante de Dios por el orden de su vez..., secuciĂłn de Herodes contra el niño JesĂşs. ¿QuĂ© cau-
se le apareciĂł el ángel del Señor». El ángel le revelĂł sarĂa, pues, la aglomeraciĂłn? Lo más probable es que que su esposa Elisabet, aunque entrada en edad, da- fuera la fiesta anual de otoño a la que JosĂ© y MarĂa rĂa a luz a un hijo (Lucas 1:5-13). ¿En quĂ© Ă©poca del solĂan concurrir como buenos judĂos y aunque esta año ejercĂa ZacarĂas la Suerte de abaĂs? De acuerdo vez tenĂan razĂłn para abstenerse, dado el estado de
con 1.0 CrĂłnicas 24: 10, el curso de abias era el octavo MarĂa, no pudieron hacerlo por coincidir con la nota en orden. Es decir, la fecha era entre Iyar 27 y Si- real del empadronamiento «cada cual en la ciudad van 5; o sea, 1.0 de junio al 8 del mismo. DespuĂ©s donde era nacido» (Lucas 2:1- de su servicio semanal en el templo, ZacarĂas fue obligado a permanecer otra semana porque a la si- JerusalĂ©n era, normalmente, una poblaciĂłn de guiente era PentecostĂ©s. Pero tan pronto como cum- 120.000 habitantes, pero segĂşn Josefo, durante las pliĂł su ministerio, regresĂł a su casa en los montes fiestas algunas veces se reunĂan allĂ hasta dos millode Judea, aproximadamente a 30 millas al Sur de nes de judĂos. Con tan grandes multitudes de gente JerusalĂ©n; y su esposa concibiĂł (Lucas 1:23-24). Esto que venĂan a las fiestas, no solamente se llenaba fue aproximadamente a mediados de junio; al aña- JerusalĂ©n, sino que tambiĂ©n la aldea de BelĂ©n, situa dir nueve meses a esto, llegamos a una fecha apro- da a sĂłlo 5 millas al sur. Esto era al final de la siemximada del nacimiento de Juan. De acuerdo a esto, bra. Todo esto y la evidencia dada anteriormente, JesĂşs naciĂł al principio de la primavera. indican que el nacimiento de Cristo fue en el otoño Puesto que JesĂşs era seis meses menor que Juan y no el 25 de diciembre.
(versĂculos 26 y 36), simplemente añadimos este tiem- Si Cristo no naciĂł en diciembre, ¿cĂłmo llegĂł este po a la Ă©poca en que Juan naciĂł y tenemos como dĂa a ser parte del calendario de la Iglesia? La historesultado que Cristo naciĂł a mediados de septiem- ria nos da la respuesta. iEn vez de ser este dĂa el bre. Como podemos ver, nuestro Señor naciĂł en el nacimiento de nuestro Salvador, este era el dĂa en otoño, y no el 25 de diciembre. que los paganos, durante muchos siglos, celebraron Otra prueba de esta conclusiĂłn la tenemos en el el nacimiento de su dios solar! Un estudio de esto hecho de que cuando JesĂşs naciĂł, JosĂ© y MarĂa ha- demuestra cuánto se rebajaron los lĂderes de la IglebĂan ido a BelĂ©n a empadronarse (Lucas 2:1-50). No sia apĂłstata en sus esfuerzos por unir el paganismo hay registros que indiquen que este perĂodo fuese con el cristianismo hasta el punto de poner el naci en invierno, ni motivo alguno para creer, como hemos miento de Cristo en una fecha que armonizaba con
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la celebraciĂłn pagana del nacimiento del dios sol.Cuando este Festival del Invierno llegĂł a Roma, Fue en el siglo v que la Iglesia CatĂłlica Romana or-era conocido como La Saturnalia. Saturno no era denĂł que el nacimiento de Cristo fuera observadomás que otro nombre de Nimrod o Tammuz, como el el 25 de diciembre, el dĂa de la antigua fiesta roma-«dios escondido». Esta fiesta era la más vil, inmoral na del solsticio de invierno.y degenerada que tanto desprestigiĂł a Roma. Era
En los dĂas del paganismo esta fiesta del nacimien- una Ă©poca de libertinaje, y borrachera, cuando todas to del dios sol era popular especialmente dentro de las restricciones de la ley eran puestas a un lado. los «misterios» conocidos como mitraĂsmo. Este fes- Fue de esta misma fiesta romana de la que se tomĂł tival era llamado «La Natividad»? Y no solamente la celebraciĂłn del nacimiento de Cristo y que pasĂł Mitra, el dios sol del mitraĂsmo, del cual se decĂa a la Iglesia CatĂłlica Romana hasta la presente civique habĂa nacido en esta Ă©poca del año, sino tam-lizaciĂłn. «Es algo conocido —afirma un escritor— biĂ©n de Osiris, Orus, HĂ©rcules, 'Baco, Adonis, JĂşpi-que la mayorĂa de nuestra relaciĂłn con la temporater, Tammuz y otros dioses, puesto que eran todosda de Navidad y las fiestas, es el dar regalos y el procedentes de la misma leyenda de Tammuz consentimiento de amistad, lo cual no es más que una otros nombres. Todos ellos habĂan nacido en la mis- herencia del Festival de Invierno romano proceden ma Ă©poca invernal conocida hoy como «Navidad».l te de La Saturnalig, que proviene del paganismo.»l
Dice un notable escritor: «La Ă©poca invernal eraTertuliano menciona la práctica de intercambiar cuando todos los dioses solares, desde Osiris hastaregalos en esta temporada como parte de La SaturJĂşpiter y Mitra, celebraban su cumpleaños. Las ce-nalia romana. Cuando este festival fue adoptado por lebraciones consistĂan en árboles de pino para Ado- la Iglesia Romana, tambiĂ©n se adoptĂł esta costum dis, Saturno y otros que representaban el calor del bre. De ese modo trataron de hallar alguna similinuevo nacimiento del sol en forma de fuego...».2 tud entre el paganismo y la religiĂłn cristiana, los
En Babilonia el cumpleaños de Tammuz era ce- lĂderes de la Iglesia Romana. Se dijo que era en
lebrado en esta Ă©poca del invierno con grandes fies- recuerdo de los dones que los reyes magos presentas, celebraciones y borracheras, igual que se cele- taron a JesĂşs niño el intercambiar regalos. Pero no bra hoy en dĂa. La vieja celebraciĂłn se dispersĂł y es asĂ. Los magos no intercambiaron regalos entre llegĂł a ser una costumbre tan arraigada en la «Roma ellos, sino que dieron sus regalos a JesĂşs, el nacido y Grecia paganas en los dĂas de los bárbaros teutĂł- Rey de los JudĂos. (Era una costumbre oriental el
nicos, como en las Ă©pocas remotas de la civilizaciĂłn presentar regalos al estar ante un Rey.) Pero estos egipcia y en todas partes este perĂodo era siempre regalos no eran regalos de nacimiento. Cuando los celebrado con fiestas y regocijo»? magos llegaron, fue mucho despuĂ©s del nacimiento de JesĂşs. Para esa Ă©poca, ya vivĂa El en su casa I. Enciclopedia Americana, Vol. 6, p. 623. (Mateo 2:9-11), y no en el establo. Obviamente, los
2. La rama dorada, Hislop, p. 471.p. 93. regalos de los magos no eran regalos «navideños».
1. Doane, p. 474,
2. El hombre y sus dioses, p. 201.
3. Curiosidades de costumbres populares, p. 242. I. The Legacy of Roma (La herencia de Roma), p. 242.
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No tenemos espacio suficiente para tratar sobre todas las costumbres navideñas como Santa Claus, y el comercialismo que se opera en esta temporada, pero vemos que todo ello está falto de fundamento bĂblico y claramente identifica nuestras costumbres de hoy con las de La Saturnalia de la Roma pagana.
Finalmente, para concluir con las costumbres de la temporada «navideña», mencionaremos el árbol de Navidad. Una fábula babilĂłnica decĂa que SemĂra mis, la madre de Tammuz, afirmaba que durante una noche, un árbol verde se desarrollĂł de un tronco muerto. El tronco muerto supuestamente representaba a su esposo muerto, Nimrod, iY el árbol de pino llegĂł a ser el sĂmbolo de que Nimrod habĂa revivido en la persona de Tammuz!
La idea se propagó y se desarrolló tanto que mu chas naciones tienen sus propias leyendas de árboles sagrados. Entre los druidas, los egipcios, los ro manos (los cuales adornaban sus árboles con cerezas rojas durante La Saturnalial), los escandinavos y muchos más. Y al igual que otros ritos paganos, fue-
ron absorbidos por el «cristianismo». Asimismo lo fue el uso del árbol de Navidad. El árbol de Navidad recapitula la idea del culto con sus bolas brillantes en sĂmbolo del sol... y todas las festividades del invierno pagano han sido incorporadas al dĂa de la Navidad?
En no menos de 10 referencias bĂblicas, el árbol verde es asociado con idolatrĂa y culto falso.3
1. Curiosidades de costumbres populares, p. 242.
2. Festivales, dĂas santos y dĂas de santos, p. 222.
3. Deut. 12:2; 1.0 Reyes 14:23; 2.0 Reyes 16:4; 17:10; Ezequiel 6:13.
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este pasaje, estaban realmente haciendo un Ădolo del leño. No querernos decir que en nuestros tiempos la gente pone el árbol de Navidad en sus hogares o iglesias para «adorar» a un árbol. Lo que estamos diciendo es que el uso del árbol de Navidad es claramente algo traĂdo del paganismo en una forma modificada. Pero cualquiera que sea la diferencia entre el viejo uso del árbol y las costumbres del pre-
sente, nadie puede negar que las costumbres son cosas de los hombres, y Dios dice: «Porque las costumbres de los pueblos son vanidad» —sin valor, vacĂas— no añaden poder al verdadero culto.
Las navidades fueron adoptadas por la Iglesia Romana durante el siglo v. En el VI fueron enviados mi sioneros al norte de Europa para atraer paganos bajo el yugo romano. Estos hallaron que el 24 de junio era una fecha muy popular entre estas gentes. Para poder atraerlos a la Iglesia como era la costumbre despuĂ©s de la apostasĂa, los lĂderes de la Iglesia apĂłstata les permitieron que continuaran celebrando su fiesta pagana, sĂłlo que tendrĂan que hallar algĂşn acontecimiento cristiano con el cual asociarlo. Pero ¿quĂ© evento podĂan asociar con el 24 de junio? Ya habĂan adoptado un dĂa para conmemorar el na243
cimiento de Cristo, el 25 de diciembre. De modo que Además de la ceremonia de fuego que se observaeste error llevĂł a otro error. Al darse cuenta de que ba el 24 de junio, este dĂa tambiĂ©n era conocido enel 24 de junio era aproximadamente seis meses antes tre las tribus paganas como el Festival del Agua.l del 25 de diciembre y como Juan el Bautista naciĂł ¿Acaso no habĂa sido Juan el Bautista conocido es seis meses ante de JesĂşs, entonces, ¿por quĂ© no es- pecialmente como el que bautizaba con agua? AsĂ que tablecer el 24 de junio como el dĂa del nacimiento deesta pequeña semejanza ayudĂł a disfrazar la contiJuan el Bautista? Esto es lo que hicieron. iHasta hoynuaciĂłn del dĂa pagano con su nuevo nombre. en dĂa el 24 de junio es conocido en el calendarioHemos estudiado anteriormente cĂłmo el culto de papal como la natividad de san Juan! Pero obviamen-la diosa madre fue mezclado en la cristiandad, iLos te esta idea fue basada en un fundamento falso por-paganos habĂan orado y venerado durante siglos a la que Juan no naciĂł el 24 de junio; y el asociar esediosa madre del paganismo! Para poder atraer a esnombre con ese dĂa no fue más que otro intento portos paganos, la Iglesia apĂłstata adoptĂł y continuĂł los cubrir la fiesta pagana y dejarla continuar, pero aho-viejos ritos y cultos que habĂan sido usados para la ra en la Iglesia. madre pagana, sĂłlo que se les ordenĂł usar el nomTiempos atrás, este dĂa era asignado al culto debre _de MarĂa, la madre de JesĂşs, en lugar de Diana, Baal. En la Gran Bretaña, antes de la entrada del cris-Isis, AstartĂ©, Artemis, etc. Y asĂ como otras ideas que tianismo, el 24 de junio fue celebrado por los druidas habĂan sido asociadas con el culto a la diosa madre con llamas de fuego en honor a Baal (el dios sol, Nim-fueron mezcladas con la Iglesia en su deseo por unir rod, en forma divina). Los escritos de notables histo-el cristianismo con el paganismo, el dĂa 15 de agosto
riadores como Herodoto, Wilkinson, Layard y otros, —dĂa del festival de Isis o Artemis—, fue simplemenhablan de estos fuegos ceremoniales en diferentes te cambiado el nombre a DĂa de la AsunciĂłn de la paĂses, Cuando el 24 de junio fue adoptado en la Igle-Virgen MarĂa, el cual es celebrado hasta nuestros sia y cambiaron su nombre al dĂa de san Juan, tam- dĂas.l biĂ©n se adoptaron los fuegos y se llamaron «los fue-Como dijo un escritor sobre la fiesta de la Asun-
gos de san Juan». «Yo he visto gentes correr y saltar ciĂłn de la Virgen, «es celebrada el 15 de agosto, pero a travĂ©s de los fuegos de san Juan en Irlanda —diceesa era la fecha del gran festival de Diana, con la un escritor del siglo pasado—, orgullosos pasando a cual Isis es identificada y uno puede darse cuenta travĂ©s del fuego, pensando de ellos mismos como si cĂłmo MarĂa gradualmente tomĂł el lugar de una diofueran bendecidos de una forma especial durante la sa».2 Evidentemente la Iglesia apĂłstata dio poca irnceremonia.»l Al leer estos ritos nos acordamos de portancia a las verdaderas Ă©pocas en que los eventos prácticas similares en las cuales cayeron los hijos de sucedieron. Ellos declararon todas sus fiestas y cele Israel cuando Ă©stos «pasaron por el fuego de Moloch» braciones de acuerdo con la popularidad de estas fe (JeremĂas 32:31 y Ezequiel 20:31). Obviamente nin-chas entre los paganos. guna de estas prácticas tenĂa conexiĂłn alguna con
Juan el Bautista.
1. La gran apostasĂa, p. 28.
1. La historia de la civilizaciĂłn, p. 746.
1. Druides de Toland, p. 107. 2. El paganismo en nuestra cristiandad, p. 132.
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Otro dĂa, supuestamente establecido en honor de MarĂa, es el llamado DĂa de ta PurificaciĂłn de la Virgen MarĂa, que se celebra el 2 de febrero. En este dĂa los sacerdotes catĂłlicos bendicen las velas, las cuales se distribuyen al pueblo durante la misa. En este dĂa, todas las velas que han de ser usadas en todo el año para los ritos catĂłlicos, son bendecidas.
¿CĂłmo llegĂł a ser el 2 de febrero designado como este dĂa especial? Fue instituido por la Iglesia para reemplazar un dĂa pagano. i Y no sĂłlo adoptĂł la Iglesia este dĂa, sino que hizo lo propio tambiĂ©n con las costumbres! En los dĂas de la Romana pagana, este festival se observaba llevando antorchas y velas en honor de Februa, nombre del cual se deriva el del mes de febrero. Los griegos celebraban la fiesta en honor de Ceres, la madre de Prosperpina, ila cual, en este mismo dĂa, buscaba a su hija en el centro de la tierra con antorchas y velas segĂşn cuenta la leyenda! Entre los egipcios este dĂa tambiĂ©n era celebrado en honor de la Diosa Neith, iel mismo dĂa conocido como el DĂa de ta Candelaria en la Iglesia CatĂłlica Romana! De tal manera que la celebraciĂłn de este dĂa dedicado a la diosa madre y el uso de las cande las, son todas creencias que sin lugar a dudas fueron adoptadas por los apĂłstatas, del paganismo,
Todos estos dĂas y fechas que hemos mencionado, al igual que otros más, los cuales el espacio no nos permite explicar, fueron adoptados en el calendario de la Iglesia Romana paganizada. Suponemos con motivo que si el apĂłstol Pablo se levantara a predicar a esta generaciĂłn, le dirĂa a la Iglesia profesante actual lo mismo que dijo a los gálatas: «Observáis dĂas y meses y tiempos y años. Temo de vosotros, que no haya trabajado en vano en vosotros» (Gálatas 10: ll). ¿A quĂ© dĂa se refiere Pablo? El texto parece indicar los sábados y festividades judĂas, pero puesto
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que ellos se habĂan convertido del paganismo de los «dioses» (versĂculo 8), es muy probable que algunos de ellos volvieron a su antiguo culto (versĂculo 9). Los dĂas, meses, tiempos y años que guardaban eran aquellos que habĂan sido dedicados a los dioses paganos. Sin embargo, fueron estos mismos dĂas los que la Iglesia apĂłstata incorporĂł en su culto disfrazándo los con nombres de resonancia cristiana y asĂ se con. tinĂşan observando hasta el presente.
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EL MISTERIO DE LA MEZCLA
Hemos visto con cantidad de ejemplos cĂłmo la mezcla del paganismo con la cristiandad trajo como resultado la Iglesia CatĂłlica Romana. En los Ăşltimos dos capĂtulos, hemos visto cĂłmo tuvieron comienzo muchas de las costumbres y festivales religiosos de la cristiandad. Y esto mismo que se hizo en cuanto
a fiestas y ritos, fue hecho también en cosas mucho más importantes, en doctrinas y cultos.
De la misma forma en que los paganos adoraban
y oraban a la diosa madre, del mismo modo la Iglesia
apĂłstata adoptĂł este culto pagano añadiĂ©ndole el nombre cristiano de MarĂa para disfrazar la mezcla. Los paganos tenĂan dioses y diosas asociados con varios dĂas, ocupaciones y acontecimientos de la vida. La Iglesia apĂłstata adoptĂł este sistema, pero para hacer la mezcla menos obvia, no se referĂan a estos dioses como tales, sino que se les llamĂł «santos», mientras que el antiguo culto continuaba bajo su nombre. AsĂ como los paganos usaban Ădolos o esta-
tuas de sus divinidades paganas, la Iglesia apĂłstata
siguió haciéndolo.
Desde tiempos antiguos los paganos usaron la imagen de la T, la letra inicial de Tammuz, como su amuleto protector. Este sĂmbolo se esparciĂł por las naciones y tomĂł diferentes formas. La Iglesia apĂłstata mezcla estas costumbres supersticiosas de las
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cruces con la cruz de Cristo. Ellos continuaron dando honor a la imagen de la cruz, mientras que la verdadera y «completa» obra de la cruz fue escondida entre los rituales de la misa pagana con sus ritos de la transustanciaciĂłn, imágenes solares, misterios, dramas y oraciones a los muertos.
AsĂ como los paganos tenĂan sus oraciones ritua les repetidas y sus instrumentos para contar las veces de su repeticiĂłn, en la Iglesia apĂłstata se adoptĂł para el mismo objeto y motivo el rosario.
Las naciones paganas tenĂan sus reliquias, las cua les eran sumamente veneradas, creyendo que tenĂan poderes sobrenaturales. El uso de las reliquias fue tambiĂ©n ingeniosamente mezclado en el culto de la Iglesia apĂłstata.
La religiĂłn pagana tenĂa su supremo pontĂfice, de modo que cuando el paganismo fue mezclado con la cristiandad en Roma, este oficio —tan falto de fundamento bĂblico— hallĂł un lugar en la Iglesia apĂłstata de Roma. Los paganos llevaban en andas a sus pontĂfices en sus procesiones; esta práctica tambiĂ©n fue adoptada en la Iglesia apĂłstata para con el obispo de Roma. Los pontĂfices del paganismo declaraban su infalibilidad y finalmente, tambiĂ©n esto llegĂł a ser aplicado a los papas, a pesar de tener abundan tes evidencias en su contra. AsĂ como los pontĂfices paganos reinaban sobre el colegio de cardenales, Sacerdotes de la Bisagra, asimismo lo hace actual mente el pontĂfice de la Iglesia apĂłstata. Literalmen te, en cientos de maneras, los ritos paganos fueron mezclados con la cristiandad en Roma, y esta mezcla produjo lo que hoy en dĂa es conocido como la Iglesia CatĂłlica Romana (tal y como lo hemos demos trado).
En su libro EZ desarrollo de Za religiĂłn cristiana, el famoso escritor catĂłlico, cardenal Newman, admite que «templos, incienso, lámparas de aceite, ofren249
das votivas, agua bendita, fiestas y temporadas devocionales, procesiones, bendiciones a los campos, vestiduras sacerdotales, la corona y las imágenes, son todos de origen pagano».l Sin embargo, debido a que estas costumbres paganas han sido «cristianizadas», es decir, mezcladas con costumbres y nombres cristianos, muchos razonan que de esta forma son aprobadas y aceptadas por Dios. Los catĂłlicos creen que aunque un rito o costumbre haya sido originalmente pagano, si es aplicado a Cristo, entonces es aprobado por Dios, aunque no tenga fundamento bĂblico. Pero esto es sĂłlo un razonamiento humano completamente opuesto a la Palabra de Dios.
Notemos esto cuidadosamente.
En los dĂas en que los israelitas levantaron un becerro de oro (Exodo 32), nadie negará que esta clase de culto era falso, pagano y una aberraciĂłn ante Dios. Sin embargo, lo hicie ron en el nombre de Jehová. Ellos querĂan un dios que pudieran ver, algo para suplementar su culto al Dios eterno e invisible. AsĂ que levantaron un becerro de oro, sĂmbolo del hijo del dios solar. Se sentaron a comer, beber y se levantaron a danzar. Practicaron sus ritos paganos y se despojaron de sus ropas (versĂculo 25). Cualesquiera que hayan sido sus ritos, fueron sin duda ritos que habĂan aprendido en la tierra pagana de Egipto, los que habĂan procedido del paganismo babilĂłnico. Ya anteriormente mencionamos varios ri-
1. P. 359.
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tos paganos celebrados al desnudo por los sacerdo tes.l Es evidente que el culto al becerro de oro en el cual cayeron los israelitas, fue totalmente pagano. Sin embargo —y esto es lo que queremos notar—, ellos argĂĽĂan que estaban celebrando su «fiesta al Señor», el verdadero Dios (versĂculo 5). AquĂ, pues, vemos una mezcla, un intento por unir ritos paganos en su adoraciĂłn y llamarlos una fiesta al Señor. ¿AprobĂł Dios esta adoraciĂłn? Todos sabemos la res puesta. Cerca de tres mil personas perecieron como resultado de esta apostasĂa. Entonces, si Dios no aceptĂł ese culto en aquel entonces, a pesar de que lo dedicaron al Señor, ¿cĂłmo podemos suponer que El acepta hoy en dĂa una adoraciĂłn que, de igual manera, es una mezcla del paganismo con la cris. tiandad?
Durante los cuarenta años que anduvieron en el desierto, los hijos de Israel portaron el tabernáculo de Dios. Eran grandes creyentes del Dios verdadero, como lo podemos ver en la historia. Sin embargo, algunos no se contentaron con esto, asĂ que añadieron algo. Se hicieron un tabernáculo babilĂłnico, iel cual tambiĂ©n llevaron consigo! Jehová dijo: «Mas llevábais el tabernáculo de vuestro Moloch y ChiĂşn, Ădolos vuestros, la estrella de vuestros dioses que os hicistĂ©is» (AmĂłs 5:26). Esta apostasĂa es tambiĂ©n mencionada en el Nuevo Testamento, en donde estos Ădolos (dioses) que portaron, eran llamados Repham y ChiĂşn, los cuales son nombres de Baal (Nimrod) y AstartĂ© (la diosa madre).l Por razĂłn de esta mezcla, Dios rechazĂł sus cantos de adoraciĂłn, sacrificios y ofrendas. Aunque fueron dedicados a El, al verdadero Dios, aun asĂ esos cultos no fueron aceptados porque eran mezcla.
1. En el princicio, p. 148; Lo grande que fue Babilonia, p. 182, 354.
1. Fausset.
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Para citar otro ejemplo bĂblico de cĂłmo el paga nismo y el culto al Señor fueron mezclados, notemos el capĂtulo 17 de 2.0 Reyes. En este capĂtulo leemos que los hijos de Israel cayeron en falsos cultos. Ins tituyeron ritos secretos, levantaron Ădolos y sirvieron al sol, a la luna y a las estrellas, usaron adivina dores y hechiceros, hicieron pasar a sus hijos por el fuego, etc. (versĂculos 9-17). Como resultado, fueron despojados de sus tierras. Luego el rey de Asiria trajo hombres de varias naciones, incluyendo Babilonia para habitar en las tierras de las cuales habĂan sido desterrados los hijos de Israel. Las gentes de estas naciones practicaban ritos paganos y Jehová les enviĂł leones (versĂculo 25). Al ver que el Señor estaba contra su paganismo, enviaron por un hombre de Dios que fue llevado en cautiverio. QuerĂan que les enseñara cĂłmo adorar y temer al Dios Jehová. «Mas cada naciĂłn se hizo sus dioses, «los cua les son numerados en los versĂculos 29 al 31, Trata ron de adorar a estos dioses y al Señor a la vez,
haciendo una mezcla. «Y temĂan a Jehová e hicieron del pueblo sacerdotes de los altos... temĂan a Jehová y honraban a sus dioses» (versĂculo 32). Esta mezcla fue rechazada por Dios; El odia las mezclas. Aun que estas gentes decĂan que honraban al Señor, tambiĂ©n servĂan a Ădolos. Hoy en dĂa el romanismo dice que honra al Señor, pero obviamente es un sistema que vino como resultado de una mezcla con los Ădo los paganos.
En los dĂas de SofonĂas ocurriĂł otro intento por mezclar el culto pagano con el culto al Dios verdade ro. Acerca de esto, el Señor dijo: «ExterminarĂ© de este lugar el remanente de Baal... Y a los que se inclinan sobre los techos ante el ejĂ©rcito de los cielos y a los que están inclinándose haciendo juramentos a Jehová y haciendo juramentos a Malcam» (So fonĂas 1:4-5). ¿Por quĂ© los iba a exterminar Dios?
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¿No estaban inclinándose ante El? SĂ, pero su adora ciĂłn al Señor estaba siendo mezclada con la adora ciĂłn a Baal. iDios requiere una adoraciĂłn pura y re chaza los cultos mezclados!
En los capĂtulos 17 y 18 de Jueces leemos que cierto hombre tenĂa una «casa de dioses», una capilla especial en la cual tenĂa colocadas estatuas de dioses paganos. TenĂa tambiĂ©n un sacerdote llamado «pa dre». La descripciĂłn claramente indica que tal culto era idĂłlatra y falso. Pero —y esto lo mencionamos para mostrar otro ejemplo de la mezcla— estas gentes pretextaban que buscaban la gracia de Dios (17: 3-13). Y el joven sacerdote-padre afirmaba que hablaba la Palabra de Dios (18:6). iAquĂ tambiĂ©n vemos otro caso de un intento por mezclar el paganismo con el culto al Dios verdadero!
Otro ejemplo de la mezcla de paganismo con el culto al Señor se encuentra en Ezequiel 8. A la en. trada del templo del Señor, el pueblo levantĂł un Ădolo. Dentro del templo de Dios incluso los ministros ofrecĂan incienso a falsos dioses. En este caso, estas abominaciones eran pinturas en las paredes, pinturas de insectos, bestias, Ădolos, etc. Esto era simplemen te babilĂłnico. Pinturas similares se hallan en la entrada. del templo de Ishtar (AstartĂ©) en Babilonia. TambiĂ©n relacionado con la casa de Dios, habĂan «mujeres llorando a Tammuz» — mesĂas falso de BabiIonia— y hombres con «sus espaldas vueltas al tem plo de Jehová y sus rostros al oriente y se postraban ante el nacimiento del», el sĂmbolo del dios babilĂłni co, Estas gentes que habĂan mezclado tales ritos en sus cultos, eran las mismas que habĂan conocido al Dios verdadero, la casa de Judá (versĂculo 17).
Aunque su culto era celebrado en el -templo de Jehová, aunque oraban al verdadero Dios, el Señor rechazaba sus oraciones y su culto (versĂculo 18). Dios no bendice tales mezclas.
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En Ezequiel 23 leemos de un perĂodo de aposta sĂa cuando el pueblo que conocĂa al verdadero Dios «hizo pasar a sus hijos por el fuego». Acerca de esto el Señor dice: «Aun esto más hicieron, contaminaron mi santuario... , pues habiendo sacrificado a sus hijos a sus dolos, entrábanse en el santuario el mismo
dĂa para contaminarlo» (versĂculos 38 y 39).
JeremĂas tambiĂ©n escribiĂł de esta apostasĂa. Su mensaje fue para aquellos que reclamaban ser el pueblo de Dios. Estas gentes, cuando acudĂan al templo de Dios, iban a «adorar a Jehová» (JeremĂas 7:2). Pero notemos que junto con el culto a Jehová habĂan otros ritos que procedĂan del paganismo y se habĂan mezclado en ellos. «He aquĂ vosotros os confiáis en palabras de mentira que no aprovechan e incensando a Baal y andando tras dioses extraños.. vendrĂ©is y pondrĂ©is delante de mĂ en esta casa sobre la cual es invocado mi nombre» (versĂculos 8-10). Y estas mismas gentes que iban al templo de Jehová,
reclamaban que su culto era a Jehová, no solamente adoraban a Baal sino tambiĂ©n a la madre pagana, la «reina del cielo», la cual tambiĂ©n habĂan mezcla do en su religiĂłn (versĂculo 18).
Podemos ver, pues, con repetidos ejemplos de las Escrituras que Dios no acepta el culto que es una mezcla. Como Samuel les predicĂł a los hijos de Is rael cuando trataron de adorar a Dios y al mismo tiempo retener el paganismo: «Si es con todo vuestro corazĂłn que estáis volviĂ©ndoos a Jehová, quitad de en medio de vosotros los dioses extranjeros y tambiĂ©n las imágenes de Astaroth y preparad vuestro corazĂłn a Jehová y sĂłlo a El servid y os librará...» (1.0 Sam, 7:3). Y Ă©ste continĂşa siendo el mensaje de nuestro Dios actualmente. Adoremos sirvamos al Señor solamente sin mezcla de paganismo, sin mezcla de ritos y doctrinas que provienen del paganismo.
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Satanás no aparece como un monstruo con cuernos, una larga cola y una horquilla. iNo! Para enga-
ñar al pueblo, Ă©l aparece como un ángel de luz (2.a Cor. 11:14). Igualmente, cuando querĂa continuar el viejo paganismo, Satanás sabĂa que para engañar al mundo tendrĂa que seguir haciĂ©ndolo oculto tras un disfraz, de modo que poco a poco los hombres mezclaran el paganismo babilĂłnico con el cristianismo. Esto lo hizo suavemente, a lo largo de muchos años hasta que el paganismo se estableciĂł en lo que terminĂł llamándose la Iglesia, ataviada ahora con otras vestiduras que aparentan ser «cristianas». JesĂşs mismo nos previno de «falsos profetas... con vestidos de ovejas... , mas que por dentro son lobos rapaces» (Ma teo 7:15). De esta forma los lobos paganos se pusieron vestiduras cristianas y esta ingeniosa mezcla ha engañado a millones, Pero es como si tratáramos de quitar la etiqueta que muestra los huesos cruzados de la muerte en una botella de veneno y la sustituyĂ©ramos por una etiqueta de dulces o chocolates.
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Esto no cambia su contenido. El veneno sigue siendo tan peligroso como antes. AsĂ de peligroso es tambin el paganismo, no importa cĂłmo luzca por fuera.
Debido a la ingeniosa en que el paganismo fue mezclado con la cristiandad, el verdadero origen babilĂłnico de la cristiandad apĂłstata se escondiĂł llegando a ser un misterio, «Misterio, Babilonia la Grande». Pero de igual manera que un detective busca los datos y las claves para resolver un misterio, asĂ hemos presentado en este libro muchas claves histĂł ricas y bĂblicas como evidencias para descubrir el misterio. Algunas de estas claves 'han de parecer detalles insignificantes a primera vista, pero cuando vemos la escena completa, todas Ă©stas se juntan para resolver finalmente el misterio de Babilonia, la anti gua y la moderna.
Hemos visto cĂłmo la Reforma rechazĂł cierta cantidad del elemento pagano del romanismo, pero retuvo parte del mismo. Y asĂ terminamos aclarando que hoy en dĂa la mayor parte de lo que es llamado cristiandad está aĂşn en un estado apĂłstata como re sultado de la apostasĂa de los siglos 111 y IV desde donde se ha engañado al mundo. Y en cuanto a este sistema apĂłstata que se conoce como «Misterio de Babilonia», Dios ha dicho: «Salid de ella, pueblo mo, porque no seáis participantes de sus pecados...» (Apocalipsis 18:4).
¿A quiĂ©n debemos entonces mirar para la salvaciĂłn? iA JesĂşs, el Autor y Consumador de nuestra fe, al ApĂłstol y Supremo Sacerdote de nuestra profesiĂłn, al Cordero de Dios, Capitán de nuestra salvaciĂłn, Rey de reyes y Señor de señores! 'IAI Pan del Cielo, al Agua de vida, al Buen Pastor, al PrĂncipe de Paz! «Porque no hay otro nombre debajo del cielo dado a los hombres en que podamos ser salvos» (Hechos 4:12). Nuestra salvaciĂłn no depende de un sacerdote humano. No depende de «MarĂa», ni de los
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«santos» o del Papa. JesĂşs dijo: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida: Nadie viene al Padre sino por mĂ» (Juan 14:6).
iLa salvaciĂłn viene de Cristo y sĂłlo a travĂ©s de El! ¿Le aceptamos a El y obedecemos su Palabra, la Biblia, o aceptamos y seguimos una religiĂłn que es tá basada en mezclas que se originaron en Babilonia? ¿QuĂ© debemos escoger?
Como el JosuĂ© de antiguos tiempos, no podemos menos que decir: «Escoged hoy a quiĂ©n habĂ©is de servir; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, o a los dioses de aquellos [amorreos] en cuya tierra habitáis: En cuanto a mĂ y a mi casa, nosotros serviremos a Jehová» (JosuĂ© 24:15). iAmĂ©n! i Ven, Señor JesĂşs!
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