BABILONIA MISTERIO RELIGIOSO antiguo y moderno

  

I NDICE

CAPITULO 1. BABILONIA, CUNA DE FALSAS RELIGIONES. — Principio de Babilonia. Nimrod, su primer rey. — Un poderoso cazador — Un rebelde en contra de Dios. Su esposa SemĂ­ramis.       

Su hijo Tammuz, falsificaciĂłn. — Un relato bĂ­blico e histĂłrico de cĂłmo la Babilonia pagana se dispersĂł  entre las naciones, y fue absorbida por el Imperio romano y, finalmente, mezclada con la cristiandad

en Roma. — Una mezcla que produjo la ruina   

CAPITULO 2. CULTO A LA MADRE E HIJO. — La 9

mezclĂł con otras doctrinas de la Iglesia caĂ­da.   

TĂ­tulos paganos aplicados a MarĂ­a                 

CAPITULO S. CULTO A MARIA. — En cuanto a la preeminencia dada a MarĂ­a en la Iglesia desertora. La Inmaculada ConcepciĂłn. — La virginidad perpetua y la ascensiĂłn de MarĂ­a, teorĂ­as consideradas a la luz de las Escrituras. — El Rosario. — Su ori- 19

gen e historia             

CAPITULO 4. SANTOS, SANTORAL Y SIMBOLISMOS. ¿QuiĂ©nes son los santos? ¿ Debemos  orar a ellos? — DemostraciĂłn de que la adoraciĂłn a los santos es una continuaciĂłn de la devociĂłn pagana a dioses y diosas del paganismo. El uso de      Ă­dolos, imágenes, retratos pinturas como objetos    32

de adoraciĂłn. La aureola 46

La reina Semiramis y su hijo-dios, Tammuz.  CĂłmo se desarrollĂł su adoraciĂłn bajo distintos nombres y formas en varios paĂ­ses. CĂłmo se 

CAPITULO 5. OBELISCOS, TEMPLOS Y TORRES.

Significado de los antiguos obeliscos. Su uso

ISBN o - 916938 - x enfrente de los templos paganos. El obelisco frente a San Pedro, en Roma. La historia de  las colinas vaticanas. Edificios extravagantes y  costosos. — La torre de Babel. — Torres religiosas. 59

 

CAPITULO 6. ¿ES LA CRUZ UN SIMBOLO CRIS.

TIANO? — El amplio uso del SĂ­mbolo de la cruuz.  Su antiguo origen. — Su historia entre tribus paganas. Sus distintas formas y significados 

CAPITULO 7. CONSTANTINO Y LA CRUZ. La

visiĂłn de la cruz en el puente Milviano. «Con versiĂłn» de Constantino, demostraciĂłn de ser un fraude. Historia del descubrimiento de Helena, de la «verdadera» cruz  

 

 CAPITULO 8. LAS RELIQUIAS DEL ROMANIS-  MO. — Piezas de la verdadera cruz y sus reliquias examinadas. — DemostraciĂłn de su falsedad. — El  uso de reliquias para «consagrar» una iglesia. 

Una supersticiĂłn pagana. — El origen de la idea.

CAPITULO 9. FRAUDE RELIGIOSO. Peregrina- 

 ciones. — Venta de indulgencias. — Ventas de Tetzel en Alemania. — Lutero. La Reforma. — El purgatorio. Su origen y leyenda. Pago por oraciones. AdoraciĂłn a Moloch 

CAPITULO 10. ¿FUE PEDRO EL PRIMER PA  El supremo pontĂ­fice del paganismo. 

La petra-romana, sumo sacerdote de los misterios.

Las «llaves» mĂ­sticas. Janos. La tiara.  

La mitra del dios-pez. AdoraciĂłn a DagĂłn. 

El palio. La «silla» de Pedro. Estatua de JĂşpiter cambiando su nombre a estatua de Pedro.  

Beso a un Ă­dolo. Transportar a un Ă­dolo. 

Procesiones papales. Los «abanicos» de fabelo.

CAPITULO 12. INMORALIDAD PAPAL. — La historia impura de la corte papal. La visita de Lutero a Roma. — El Papa femenino 

CAPITULO 13. ¿SON INFALIBLES LOS PAPAS? El Concilio de 1870. — El juicio de Formoso y Esteban. PresentaciĂłn de las contradicciones de

la teorĂ­a de la «infalibilidad» ComparaciĂł de Cristo y los papas. — El mĂ­stico nĂşmero 666

CAPITULO 14. LA INHUMANA INQUISICION. 

PersecuciĂłn de los protestantes. — El potro de tormentos. La virgen de hierro y otros instrumen tos de tormento descritos. — Persecuciones en Beziers, Lavaur, Orange, ParĂ­s, etc.  

CAPITULO 15. SEĂ‘ORES SOBRE LAS HEREDA- 

DES DE DIOS. — Cardenales. — El origen de su

Oficio. — Sus vestiduras rojas. — Obispos. — Los 

74 puntos de vista escriturales y tradicionales, com parados. El «clero, gobierno de la Iglesia. — El ministerio de los ancianos en la iglesia local.  TĂ­tulos religiosos  170

CAPITULO 16. EL CELIBATO SACERDOTAL. 

87 La doctrina cĂ©libe de Babilonia. — Su historia e  inmoralidad. El confesionario. Su origen y 

propĂłsitos. — Sacerdotes con ropas negras. El sĂ­mbolo del sol en la tonsura182

CAPITULO 17. LA MISA. TransustanciaciĂłn. 

94 Su significado, origen e historia. — La obra «ter minada» en el Calvario, contrastada con la misa. La comuniĂłn, la «hostia» redonda, una descripciĂłn  del sĂ­mbolo redondo del sol y su uso en el paga nismo. — Las letras mĂ­sticas I. H. S. — El drama misterioso. — La cena del Señor y la misa, com- 

100 paradas 193

CAPITULO 18. TRES DĂŤAS NOCHES. — signo de Jonás. ¿Se crucificĂł a Cristo en viernes?

¿En quĂ© dĂ­a _fue la resurrecciĂłn ? 215

 CAPITULO 19. PESCADO EN VIERNES Y EL FES-

TIVAL DE LA PASCUA. El pescado, un sĂ­mbolo de fertilidad. — Su relaciĂłn con la diosa ma dre y el viernes. Los festivales de Pascua. 

Huevos, conejos y los panes en cruz. — Cultos del

122

amanecer».

 Cuaresma

CAPITULO 20. LOS FESTIVALES DE INVIERNO.  142 ¿En quĂ© Ă©poca naciĂł Cristo? La Navidad. 

Regalos, árboles y costumbres, DĂ­a de san Juan. — DĂ­a de la AscensiĂłn. — DĂ­a de misa de  velas. — CĂłmo se continuaron los dĂ­as paganos en  la Iglesia desertora. CĂłmo se volvieron a nom brar y cĂłmo se les dio una apariencia externa

154 de cristiandad236

CAPITULO 21. EL MISTERIO DE LA MEZCLA. Una breve reseña de la mezcla. — CĂłmo se ocultĂł. Mezclas en el Antiguo Testamento, comparadas. 

  La verdadera cristiandad se debe basar en la Bi-

162 blia, no en las tradiciones. — SalvaciĂłn solamente  por medio de Cristo   248

3

,94,

EL PAPA CELEBRANDO MISA EN EL ALTAR MAYOR DE LA IGLESIA DE SAN PEDRO EN ROMA ¿Tienen los papas y los curas realmente poder para cambiar el pan y el vino en el cuerpo y la sangre de Cristo durante el misterioso ritual de la Misa? (VĂ©ase el capĂ­tulo diecisiete).

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BABILONIA: CUNA DE FALSAS

RELIGIONES

La misteriosa religión de Babilonia ha sido simbólicamente descrita en el último libro de la Biblia como una mujer de mala fama. A través de una viSión, el apóstol Juan vio a una mujer vestida de púrpura y escarlata y adornada con oro y piedras preciosas y de perlas; tenía un cáliz de oro en sus manos, lleno de abominaciones y de la suciedad de su fornicación; en su frente tenía un nombre escrito: Misterio, Babilonia la Grande, la madre de las fornicaciones y de Zas abominaciones de la tierra (Apocalipsis 17: 1-5).

¿Cuál es el significado de esta extraña visiĂłn que fue dada a Juan? Es conocido muy bien que en el lenguaje simbĂłlico de la Biblia, una mujer representa a una iglesia. La verdadera Iglesia, por ejemPIO, es semejante a una esposa, una virgen casta, una mujer santa y sin mancha (Ef. 5:27 y Apoc. 19: 7-8). Pero como un acentuado contraste con la verdadera Iglesia, la mujer de nuestro texto es descrita como una mujer sucia y corrompida o, usando mejor el lenguaje de la Biblia, diremos que es una ramera. Es evidente que el sistema religioso aquFdĂŞScrito, es un sistema falso, una iglesia corrompida y caĂ­da. En letras mayĂşsculas, la Biblia la llama «Misterio, Babilonia».

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Cuando Juan fue inspirado a escribir la revelaciĂłn, Babilonia —como ciudad— habĂ­a sido destrui da y dejada en ruinas. Desde entonces ha continua-

do estando perdida y desolada, habitada solamente por animales salvajes; tal como lo anunciaron  los profetas (Is. 13:19-22 Jer. 51:62). Pero aunque  la ciudad de a 1 onia fue destruida, hemos de ver  que la religiĂłn de Babilonia continĂşa y está muy bien representada en muchas naciones de este mundo.

Y, como Juan hablaba   una religiĂłn, bajo el sĂ­mbolo de una mujer llamada Babilonia, es evidente que se refiere a una religiĂłn babilĂłnica. ¿Pero cuál era esta antigua religiĂłn babilĂłnica? ¿CĂłmo tuvo   ¿QuĂ© significado tiene en estos tiempos?  

Volvamos las páginas del tiempo al perĂ­odo pasado, poco despuĂ©s del Diluvio. En aquellos dĂ­as el hombre comenzĂł a emigrar desde el oriente. «Y   aconteciĂł que al ir viajando al oriente, hallaron una  llanura en la tierra de Shinar y quedáronse a morar allĂ­» (GĂ©n. 11:2).  

Fue en esta tierra de_ Shinar que la ciudad de Babilonia fue construida, y esta tierra se llegó a conocer más tarde como Babilonia y aún más ade lante como Mesopotamia.

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 AquĂ­ los rĂ­os Tigris y Eufrates habĂ­an almacenado ricos depĂłsitos de tierra que podĂ­an producir grano en abundancia. Sin embargo, existĂ­an ciertas  desventajaSJ1as cuales tenĂ­an que afrontar las gentes que habitaban esa tierra. Esta estaba sobrepoblada de animales salvajes, los cuales eran un peligro conStante para su seguridad y paz (Ex. 23:2930). Obviamente, cualquier persona que pudiese pro porcionarles protecciĂłn contra estas bestias salvajes, recibirĂ­a gran clamor de parte de su gente. 

  Y asĂ­ en este punto, un hombre grande y pode roso, cuyo nombre era Nimrod, apareciĂł en escena. Se hizo famoso como un gran cazador de bestias salvajes. La Biblia nos dice:   a Nimrod: Ă©ste comenzĂł a ser poderoso en la tierra. Fue un vigorozo cazador delante de Jehová; por lo cual se dice: AsĂ­ como Nimrod, vigoroso cazador delante  de Jehová» (GĂ©n. 10:8-9 . Estos versos contienen un  significado muy importante, el cual es raramente notado: es el hecho de que Nimrod fue un «poderoso cazador», lo cual le hizo famoso dentro de aque-

 

llas gentes • primitivas. Como lo declaran las Escrituras, se volviĂł poderoso en la tierra, era un Ifder famoso en los sucesos del mundo. «Nimrod era  tan poderoso y era tan grande la impresiĂłn que causĂł en la mente de los hombres, que el oriente  está lleno actualmente de tradiciones de sus extraordinarias proezas.»l 

 Habiendo obtenido gran prestigio entre las gentes, Nimrod estableciĂł un sistema para obtener me jor protecciĂłn. En vez de pelearse constantemente salvajes, ¿por quĂ© no organizar a la gente en ciudades y rodear Ă©stas de rnĂ™FäIIäs para   ¿por quĂ© no organizar estas ciudades en un.eino-y escoger un rey para que

 

I. Historia antigua en luz de la Biblia (Ancient History in Bibie Light), p. 54. 

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reine sobre ellos? Evidentemente, este era el pensamiento de Nimrod, iporque la Biblia nos dice que organizĂł dicho reino! «Y fue la cabecera de su reino Babel y Erech y Accad y Calneh, en la tierra de Shinar» (GĂ©n. 10:10). Y asĂ­ el reino de Nimrod fue establecido como el primer reino mencionado en la Biblia.

Todos estos adelantos hechos por Nimrod pudieron haber sido buenos, pero Nimrod fue un «reinante no temeroso de Dios». La Escritura dice que era «poderoso». No solamente indica que se hizo famoso y poderoso polĂ­ticamente, sino que la expresiĂłn tambiĂ©n tiene un significado hostil. Esta expresiĂłn viene del hebreo Gibor, que significa «tirano», mientras que el nombre Como lo dice la Enciclopedia judĂ­a, Nimrod fue aquĂ©l quien hizo a las gentes rebelarse en contra de Dios».l

Esta misma naturaleza rebelde de Nimrod puede verse tambiĂ©n en la expresiĂłn de que era un poderoso cazador «ante Jehová». La palabra «ante» en este caso, tambiĂ©n denota un significado hostil. En otras palabras, Nimrod se estableciĂł «ante Jehová», la palabra «ante» como traducciĂłn de la palabra en hebreo, que significa «contra» Jehová.2

Pero no solamente estaba contra el verdadero Dios, sino que también era un sacerdote de idolatyýa_diabólica y de atrocidades de la peor clase, taVðomo hemos de verlo. Finalmente, Nirnrod, el rey-sacerdote de Babilonia, murió. De acuerdo a las leyendas, su cuerpo fue corùõen pedazos y quemado y los pedazos fueron vanas áreas. Prácticas similares se mencionan en

29 y 1.0 S, 11:7). La muerte de Nimrod fue muy lamentada por la gente de Babilonia. Pero aun cuan-

1. vol. 9, p. 309.

2. Strong's Concordance. cp. NĂşm. 16:2; 1.0 Cr6. 14:8;

2.0 crĂł. 15:10.

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do Nimrod había muerto, la religión babilónica, en la cual él tuvo una parte tan prominente, continuó y se desarrolló aún más, bajo el esposa.

DespuĂ©s de la muerte de Nimrod, su esposa, la reina Semiramis, Io proclamĂł como el dios-Solar. Más tarde, cuando esta mujer adĂşltera e idĂłlatra dio a luz a un hijo ilegĂ­timo, proclamĂł que su hijo, Tammuz de nombre, no era más que el mismo Nimrod renacido (vĂ©ase la ilustraciĂłn de Tammuz en el arte clásico). Ahora, la reina-madre de Tammuz, sin duda que habĂ­a escuchado la profecĂ­a de la venida del MesĂ­as, que nacerĂ­a de una mujer, pues esta verdad era muy conocida desde el principio (v. GĂ©n. 3: 15). Satanás habĂ­a engañado primero a una mujer, Eva; pero más tarde, a travĂ©s de una mujer, habrĂ­a de venir el Salvador, nuestro Señor Jesucristo. Satanás, el gran falsificador, sabĂ­a tambiĂ©n mu, cho del plan divino.—vue asl que comenzĂł a suplandel verdadero plan, siglos antes de la venida de JesĂşs.

La reina Semiramis, como un instrumento en manos de Satanás, reclamaba que su hijo fue concebido de una forma sobrenatural y que Ă©l era la semilla prometida, el «salvador del mundo». Pero no solamente era el pequeño adorado, sino que tambiĂ©n la mujer, la madre, lo (o más) que el hijo. Como podremos ver en las páginas siguientes, Nimrod, Semiramis y Tammuz fueron usa.

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dos por Satanás para producir una falsa religiĂłn  —que a veces parece ser como la verdadera—, y su sistema corrompido llenĂł al mundo.

La mayorĂ­a de la idolatrĂ­a babilĂłnica era acarreada a travĂ©s de sĂ­mbolos —por eso era una religiĂłn misterio—. El becerro de oro, por  Ăąn—šïñbĂ°fõde Tammuz, hijo del dios-Solar. Como se consideraba que Nimrod era el dios-Solar o Baal,

 

el fuego era considerado como su representante en la tierra. Se encendían candelabros y fuegos ritua listas en su honor, como lo veremos más adelante.

También se simbolizaba a Nimrod por medio de símbolos solares, peces, árboles columnas y animales.

Siglos más tarde, Pablo dio una descripciĂłn que detalla perfectamente el camino que la gente de Babilonia siguiĂł: «Porque habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios ni dieron gracias; sino que se hicieron tontos en sus razonamientos y su necio corazĂłn fue entenebrecido, DiciĂ©ndose ser sabios, se hicieron necios y tornaron la gloria de Dios incorruptible, en algo semejante a la imagen del hombre corruptible y de aves y de animales cuadrĂşpedos y de serpientes..., los cuales cambiaron la 

verdad de Dios por la mentira, honrando y sirviendo a la creaciĂłn en vez de al Creador, el cual es

 

bendito por los siglos. AmĂ©n... Por esto Dios los  entregĂł a afectos vergonzosos» (Rom. 1:21-26).  

 

  Este sistema de idolatrĂ­a se esparciĂł de Babilo-  nia a las naciones, pues fue de este sitio de donde  fueron los hombres dispersados sobre la faz de la tierra (GĂ©n. 11:9). Como salĂ­an de Babilonia, llevaban coñßÍgo—su idolatrĂ­a  misteriosos. cual}hasta hoy en dĂ­a encontra mos evidencias de esta religiĂłn de Babilonia, ya sea de una o de otra forma, ien «todas» las religiones

 

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falsas de la tierra! En verdad, Babilonia fue la  madre -Ela precursora— de las falsas religiones e  idolatrĂ­as que se desparramaron por toda la tierra. Como lo declaran las Escrituras, «porque todas las naciones han bebido del vino de su fornicaciĂłn» (Jer. 51:7 y Apoc. 18:13).

 

  Además de la prueba escrita de que Babilonia fue la madre, el nido de religiones paganas, tambiĂ©n tenemos el testimonio de conocidos historiadores; por ejemplo, HerQd_Qto, el viajero mundial e historiador de la antigĂĽedad. El presenciĂł la religÿón-mis terio y sus ritos en numerosos pmses y menciona cĂłmo Babilonia fue el nido original del cual todo

sistema de idolatrĂ­a proviene.l

  Bunsen dice que el sistema religioso de  fue derivado de Asia y «del Imperio primitivo de Babel». En su conocido trabajo titulado NĂ­nive y sus  ruinas, Layard declara que tenemos el testimonio  unido de historia profana y sagrada, que la idola trĂ­a originĂł en el área de Babilonia el más antiguo  de los sistemas religiosos.2

  Cuando Roma se convirtiĂł en un imperio mundial es un hecho conocido que ella asimilĂł dentro de su sistema a dioses y religiones de todos los paĂ­ses  paganos sobre los cuales reinaba.3 Como Babilonia era el origen del paganismo de estos paĂ­ses, podemos ver cĂłmo la nueva religiĂłn de la Roma pagana no era más que la idolatrĂ­a babilĂłnica que se desa rrollĂł de varias formas y bajo diferentes nombres  en las naciones a las que fue.

Teniendo todo en cuenta, notamos que fue du rante el tiempo del dominio de Roma que el ver- 

 

I. Historia de Herodoto (Her. 2, p. 109).

 

2. vol. 2, p. 440.

3. Testamento de Roma (Legacy of Rome), p. 245. 

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dadero Salvador, Cristo JesĂşs, naciĂł, viviĂł entre los

hombres, muriĂł y resucitĂł de entre los muertos. Entonces ascendiĂł al cielo, enviĂł al EspĂ­ritu Santo y la Iglesia del Nuevo Testamento fue establecida en la tierra. i Y quĂ© gloriosos dĂ­as fueron esos! Basta solamente con leer el libro de los Hechos para ver cuánto bendijo Dios a sus genes en esos dĂ­as. Multitudes se añadĂ­an a la Iglesia, la verdadera Iglesia.  Grandes hechos y maravillas se hacĂ­an como confir maciĂłn de Dios a su Palabra. La verdadera cristiandad estaba ungida por el EspĂ­ritu Santo, y barrĂ­a a la idolatrĂ­a como el fuego en la pradera. Rodeaba las  montañas y cruzaba los mares. Hizo que temblaran  y temieran los tiranos y reyes. iSe decĂ­a de aquellos cristianos que habĂ­an volteado al mundo de arriba para abajo! AsĂ­ era su mensaje y su espĂ­ritu, lleno de poder.

No habĂ­an pasado muchos años cuando comenzaron a proclamarse algunos hombres como «señores» sobre el pueblo de Dios, tomando el sitio del EspĂ­ritu Santo; en vez de conquistar por medios espirituales y verdaderos —como lo habĂ­an hecho en los primeros dĂ­as—, Ă©stos empezaron a sustituir la verdad e implantar sus propias ideas y mĂ©todos.  Se comenzaron a hacer intentos por unir el paganismo con la cristiandad, inclusive en los dĂ­as cuan do el Nuevo Testamento era escrito, porque Pablo menciona que «...el misterio de iniquidad ya está  obrando» (2.a Tes, 2:7). El nos previene que ha ae venir una «apostasĂ­a» y que muchos «apostatarán  de la fe, escuchando a espĂ­ritus de error y a doctrinas de demonios» (2.a Tim. 4:1). iEstas son las doctrinas falsas de los paganos! Para el tiempo en que Judas escribiĂł el libro que lleva su nombre, le fue necesario amonestar al pueblo a que «luchen tenazmente por la fe que ha sido una vez dada a los

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santos», porque algunos hombres se habĂ­an metido  disimuladamente y estaban tratando de cambiar la verdad que habĂ­a sido dada por Cristo y los apĂłstoles, por falsedades (Jud. 1:3-4).

El cristianismo se encontrĂł frente a frente con el paganismo de Babilonia establecido en diversas  formas en el Imperio romano. Aquellos cristianos 

rehusaron tener algo que ver con esas costumbres y creencias. Como resultado de esto, sufrieron mu-

chas persecuciones. Demasiados cristianos fueron  acusados falsamente, arrojados a los leones, quema dos en estacas y torturados en muchas otras formas.  Pero despuĂ©s comenzaron grandes cambios a sucederse. El emperador de Roma profesĂł haberse convertido. ' Se dieron Ăłrdenes imperiales por toda Ro ma para que las persecuciones cesaran. Se dieron grandes honores a los obispos. La Iglesia comenzĂł a recibir aceptaciĂłn y poder. iPero se tenĂ­a que pagar un alto precio por todo esto!

Se hicieron muchas concesiones al paganismo. En vez de que se separara la «Iglesia» del mundo,  Ă©sta se hizo parte de Ă©l. El emperador, mostrando favoritismo, demandĂł un sitio de preeminencia en

la iglesia, puesto que en el paganismo los emperadores eran considerados como dioses. De ahĂ­ en ade-

lante, comenzaron a surgir mezclas de paganismo con cristianidad, como lo saben todos los historia dores.

Tan alarmante como pueda parecer, el mismo pa ganismo que se originĂł en Babilonia y se habĂ­a ya esparcido por las naciones, fue simplemente mezclado con el cristianismo —especialmente en Roma—. Esta mezcla produjo lo que hoy en dĂ­a se conoce como la Iglesia CatĂłlica Romana, como han de probar las páginas siguientes.

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No es nuestra intenciĂłn tratar de ridiculizar a nadie con cuyas creencias no estamos de acuerdo.

Al sea contrario, un llamado es nuestro a toda persona deseo sincero que tiene que una este fe libroge-

 

 

abandonen nuina —no importa las doctrinas su afiliaciĂłn babilĂłnicas religiosa— y sus para concep-que CULTO A LA MADRE E HIJO

tos, regresen a la Biblia y a la fe que una vez  fue dada a los santos!

 

Uno de los ejemplos más sobresalientes de cómo el paganismo babilónico ha continuado hasta nuestros días, puede verse en la forma en que la Iglesia Romana inventó el culto a María, para reem plazar el "antiguo culto a la diosa-madre de Babilonia. Como dijimos en el capítulo anterior, después de la muerte de Nimrod, su adúltera esposa dio a luz a un hijo del que afirmó había sido concebido sobrenaturalmente. Proclamó que éste era un dioshijo; que era Nimrod mismo, su líder, que había renacido y que tanto ella como su hijo eran divinos.l Esta historia era ampliamente conocida en la antigua Babilonia y se desarrolló en un culto bien establecido, el culto de la madre y el hijo. Numerosos monumentos de Babilonia muestran la diosa madre Semiramis con su hijo Tammuz en sus brazos.2 (Véase ilustración.)

 

I. Two Babylons (Dos Babilonias), p. 21. 2. Enciclopedia de religiones. Vol. 2., p. 398.

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Ahora, cuando el pueblo de Babilonia fue disperso en las varias áreas de la tierra, llevaron consigo el culto a la divina madre y al dios-hijo. Esto explica por quĂ© todas las naciones en tiempos pasados adoraban a la divina madre y a su hijo de una u otra forma, iaun siglos antes de que el verdadero Salvador, nuestro Señor Jesucristo naciera en este mundo! En los diversos paĂ­ses donde se extendiĂł este culto, la madre y el hijo eran llamados de dife• rentes nombres debido a la divisiĂłn de los lenguajes en Babel, pero la historia básica seguĂ­a siendo la misma.

Entre los chinos, se llamaba a la diosa madre «Shingmoo» o «Santa Madre», y se representa con un niño en los brazos y rayos de gloria alrededor de su cabeza.l Los germanos veneraban a la virgen «Hertha» con un niño en los brazos. Los escandinavos la llaman «Disa» y tambiĂ©n la representan con el niño en los brazos. Los etruscos la llamaban «Nutria»; en India, la «Indrani», que tambiĂ©n era representada con un niño en los brazos (vĂ©ase ilustraciĂłn), y tambiĂ©n, entre los druidas, adoraban a la «Virgo Paritura» como a la «Madre de Dios».2

La madre babilĂłnica era conocida como «Afrodita» o «Ceres», por los griegos; Nana, por los sumerios, y como «Venus» o «Fortuna» por sus devotos en los viejos dĂ­as de Roma; su hijo era conocido como «JĂşpiter».3 La ilustraciĂłn muestra a la madre Y al hijo como Devaki y Crishna (Krishna).

1. Las religiones paganas (The Heathen Religion), p. nĂşm. 60.

2. Mitos bĂ­blicos (Bibie Myths), p. 334.

3. Dos Babilonias, p. 20.

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Por algĂşn tiempo, Isi, la «gran diosa» y n su hijo Iswara, han sido venerados en la India, donde se han erigido grandes templos para su culto.4 En Asia la madre era conocida como «Cibeles», y su hijo como «Deoius». «Pero no tomando en cuenta su nombre o lugar —dice un escritor—- Era la esposa de Baal,. la reina-virgen del cielo quien dio fruto sin haber concebido.»5

Cuando los hijos de Israel cayeron en apostasĂ­a, ellos tambiĂ©n se descarriaron con este culto de la diosa-madre. Como podemos leer en el libro de Jueces 2: 13, «Y dejaron a Jehová y adoraron a Baal y a Astaroth». Astaroth era el nombre bajo el cual la diosa era conocida por los hijos de Israel. Da vergĂĽenza el pensar que aun aquellos que conocĂ­an al Dios verdadero, se alejaban de El y adoraban a la madre pagana. Pero eso es exactamente lo que hicieron.l Uno de los tĂ­tulos bajo el cual era la diosa

4. Ibid., p. 20.

5. Extrañas sectas y cultos curiosos, p. 12.

1. Jueces 10:6, 1.0 Sam. 7:3-4; 12:10; 1.0 Reyes 11:5; 2.0 Reyes 23:13.

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conocida por los israelitas, era el de «Reina del Cielo», como leemos en JeremĂ­as 44:17-19. El profeta JeremĂ­as los reprendiĂł por venerarla, ipero ellos se rebelaron a pesar de su advertencia, y fue asĂ­ como trajeron sobre sĂ­ mismos una plena destrucciĂłn por la mano de Dios!  

En Efeso, la gran madre era conocida como «Diana»; iel templo dedicado a ella en esa ciudad era una de las Siete Maravillas del Viejo Mundo! Y no solamente en Efeso, sino tambiĂ©n a travĂ©s de Asia y del mundo entero era venerada la divina madre (Hch. 19:27),

En Egipto, la madre babilónica era conocida como Isis, y hijo como Horus. Nada es más común, en los monumentos religiosos de Egipto, que el infante Horus sentado en el regazo de su madre (véase ilustración).

El culto a la madre y al hijo era conocido tambiĂ©n en Inglate rra en tiempos pasados, pues en 1747 se encontrĂł un monumento religioso en Oxford, de origen pagano el cual exhibe a una mujer alimentando a un infante. «AsĂ­ vemos —dice un historiador—, que la virgen y el hijo eran venerados en tiempos anteriores desde China hasta Bretaña... y aĂşn en MĂ©xico la madre y el hijo eran venerados.»2

Este culto falso se esparció desde Babilonia a varias naciones, con diferentes nombres y formas; finalmente, se estableció en Roma y a través del Imperio romano. Dice un notable escritor de esta épo-

 

2. Mitos bĂ­blicos, p. 334.

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ca: «El culto a la grandiosa madre... era muy popular en el Imperio romano. Existen inscripciones que prueban que los dos [madre e hijo] recibĂ­an honores divinos, no solamente en Italia —especialmente en Roma— sino tambiĂ©n en las provincias, particularmente en Africa, España, Portugal, Francia, Alemania y Bulgaria».l  

  Fue durante este perĂ­odo de culto prominente a la madre divina, que el Salvador, nuestro Señor Jesucristo, fundĂł la verdadera Iglesia del Nuevo Testamento; iY quĂ© gloriosa era la Iglesia en esos dĂ­as!

Pero la que una vez fue conocida como la «Iglesia», abandonĂł su fe original en el tercer y cuarto siglos y cayĂł en la gran apostasĂ­a que los apĂłstoles habĂ­an anunciado. Cuando vino esta «apostasĂ­a». se mezclĂł mucho paganismo en medio de la cristiandad. Se aceptaban en la Iglesia a paganos no convertidos y en numerosos casos se les permitĂ­a continuar muchos de sus ritos y costumbres paganos sin restricciĂłn alguna; en ocasiones se hacĂ­an algunos cambios con el fin de que estas creencias paganas parecieran similares a una doctrina cristiana.

Uno de los mejores ejemplos de esta clase de paganismo lo podemos tener en la forma en que la iglesia profesante permitĂ­a a los paganos el continuar el culto a la diosa madre isolamente con una poca diferencia y con otro nombre! HabĂ­an muchos paganos que se sentĂ­an atraĂ­dos al cristianismo, pero era tan fuerte en sus mentes la adoraciĂłn a la diosa madre, que no la querĂ­an abandonar. Entonces los lĂ­deres de la Iglesia buscaron una similitud en la cristiandad con el culto de los idĂłlatras paganos para poder atraerlos en gran nĂşmero y asĂ­ añadirlos a ella. ¿Pero a quiĂ©n podrĂ­an usar para reemplazar a la diosa madre del paganismo? Pues claro que a  MarĂ­a, la madre de JesĂşs; era la persona más lĂłgica que podĂ­an escoger. ¿Por quĂ©, entonces, no permitir

 

1. The Golden Bough. vol. 1, p. 356.

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que los paganos continuaran sus oraciones y devociones a su diosa, llamándola con el nombre de Ma. rĂ­a, en lugar de los nombres anteriores con los cuales ellos la conocĂ­an? Esto le daba al culto idĂłlatra de los paganos la «apariencia» de cristianismo y de esta forma, ambos bandos podĂ­an estar satisfechos e incorporarse asĂ­ a la Iglesia romana.

Y es esto exactamente lo que sucediĂł. Poco a poco, el culto y doctrinas que habĂ­an sido asociados con la madre pagana, vinieron a ser aplicados a MarĂ­a. AsĂ­, el culto pagano de la «madre» continuĂł dispersándose dentro de la Iglesia profesante.

Es obvio que este culto a MarĂ­a no era sĂłlo la veneraciĂłn que se merece la más bendita entre las mujeres, la madre humana del divino Salvador, sino que, al contrario, no era más que una continuaciĂłn del viejo culto pagano a la madre. Porque a pesar de que MarĂ­a, la madre de JesĂşs, era una buena mu.jer, dedicada y temerosa de Dios, y fue escogida especialmente para engendrar el cuerpo de nuestro Salvador, no fue nunca considerada como una per. sona divina o como diosa por la verdadera Iglesia primitiva. Ninguno de los apĂłstoles, ni JesĂşs mismo, dieron alguna vez a entender que se deberĂ­a venerar a MarĂ­a. Como lo indica la «Enciclopedia Británica», durante los primeros siglos de la Iglesia no fue puesto ningĂşn Ă©nfasis en MarĂ­a.l No fue sino hasta la Ă©poca de Constantino, la primera parte del siglo IV, cuando alguien empezĂł a ver a MarĂ­a como a una diosa. Pero aun durante ese perĂ­odo, tal idolatrĂ­a era denunciada por la Iglesia, lo cual es evidente en las palabras de Epifanio, quien denunciĂł a ciertas mujeres de Tiro, Arabia y otros sitios por rendir culto a MarĂ­a como a una diosa verdadera y hacerle ofrendas en su capilla. Pero unos años más tarde, el culto a MarĂ­a no solamente era permitido por lo

 

1. vol. 14, p. 309.

  2 

que es actualmente conocida como la Iglesia CatĂłlica, sino que vino a ser una de sus doctrinas principales y lo continĂşa siendo hasta hoy dĂ­a.

Como Roma había sido por mucho tiempo el centro del culto a la diosa del paganismo, no debemos extrañarnos de que éste fuera uno de los primeros sitios donde el culto a María se estableció dentro de Este es un hecho que revela abiertamenculto a María fue el resultado directo de la influencia pagana.

Otra ciudad en donde el culto idólatrapagano a la madre era popular fue Efeso, y ahí también se hicieron intentos por mezclarlo con la cristiandad. En Efeso, desde tiempos primitivos, la diosa - madre era llamada Diana (Hch. 19). En dicha ciudad los paganos la veneraban como la diosa de la virginidad y la maternidad.2 Se decía que ella representaba los poderes generadores de la naturaleza, por lo cual se la representaba con muchos senos. Una torre de Babel adornaba su cabeza.

Cuando se tienen creencias durante siglos, por Io general no

2. Enciclopedia bĂ­blica Fausset, P. 484.

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es fácil abandonarlas. De modo que cuando llegĂł la apostasĂ­a, lĂ­deres de la iglesia de Efeso razonaron que si permitĂ­an a los paganos continuar su adoraciĂłn a la diosa-madre, los podrĂ­an atraer a la «iglesia». AsĂ­, entonces, en Efeso se incorporĂł el culto a la diosa pagana y se mezclĂł con el cristianismo. Se sustituyĂł el nombre de Diana por el de MarĂ­a y  los paganos continuaron orando a la diosa-madre. Conservaron sus Ă­dolos con la imagen de ella y la iglesia profesante permitiĂł que los adorasen junto con Cristo. Pero no es mezclando de esta forma el cristianismo con el paganismo el camino de Dios pa ra ganar convertidos.

Cuando Pablo llegĂł a Efeso todavĂ­a no se habĂ­a infiltrado el paganismo. La gente era verdaderamen te convertida y en esos dĂ­as al convertirse al cris tianismo destruĂ­an las imágenes de la diosa-madre  (Hch. 19:24-27). iCuán trágico fue que esta iglesia  aceptara y aĂşn adoptara la idolatrĂ­a abominable de la diosa-madre disfrazándola bajo el hábito de la cristiandad! Finalmente, cuando el culto a MarĂ­a se

hizo una doctrina oficial de la Iglesia CatĂłlica, en el año 431 d. de C., fue precisamente en el Concilio de Efeso, la ciudad de la diogana pagana Diana. Es obvia la influencia pagana que indujo al Concilio a tomar esta decisiĂłn. 

  Otro sitio del culto idĂłlatra a la diosa-madre fue AlejandrĂ­a (Egipto). AquĂ­ era conocida bajo el nombre de Isis. Cuando el cristianismo se propagĂł hasta AlejandrĂ­a, se hicieron convenios similares a los que se habĂ­an adoptado en Roma y Efeso. El culto idĂłlatra-pagano a la madre fue cuidadosamente inyectado a la «cristiandad» por los teĂłlogos de la iglesia en dicha ciudad. Ahora, el simple hecho de que  haya sido en ciudades como AlejandrĂ­a, Efeso y Roma donde la idolatrĂ­a pagana se mezclĂł primera26  mente con la cristiandad, muestra de manera definitiva la continuaciĂłn directa del antiguo paganismo. 

Esto prueba más aĂşn que el culto a MarĂ­a no  es más que el antiguo culto popular a la diosa-madre  pagana y se puede confirmar notando los tĂ­tulos que se le confirieron a MarĂ­a asĂ­ como la forma ritual de sus cultos. 

Por ejemplo, MarĂ­a es frecuentemente llamada «la Madonna». iEste tĂ­tulo no tiene absolutamente nada que ver con MarĂ­a, la madre de JesĂşs! En cam bio, esta expresiĂłn es la traducciĂłn de uno de los tĂ­tulos por los cuales la diosa babilĂłnica era conocida, y Nimrod vino a ser conocido como Baal. El tĂ­tulo de su esposa, la divinidad femenina, serĂ­a el equivalente a Baalti. En castellano esta palabra equi-

vale a «mi Señora»; en latĂ­n, Mea Domina, y en italiano, en una forma bien conocida, es Madonna.l

Entre los fenicios, la madre-diosa era conocida como «Nuestra Señora de los Mares»,2 y aĂşn este tĂ­tulo se aplica a MarĂ­a a pesar de que no hay absolutamente ninguna conexiĂłn entre MarĂ­a y el mar en los evangelios. 

Las Escrituras claramente indican que sĂłlo hay un mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre (19 Tim. 2:5). A pesar de esto, el catolicismo romano enseña que MarĂ­a tambiĂ©n es «mediadora», y es por esto que las oraciones a ella forman una parte muy importante en el culto catĂłlico. ¿Pero  cĂłmo fue que MarĂ­a vino a ser conocida como «mediadora»? Nuevamente tenemos la influencia del paganismo, pues la madre-diosa de Babilonia tenĂ­a nombres como «Mylitta», que significa «la media. dora». Y asĂ­ esto tambiĂ©n pasĂł a la iglesia apĂłstata, ila cual hasta hoy en dĂ­a habla de MarĂ­a como mediadora!

 

I.. Dos Babilonias, p. 20.

2. Diccionario bĂ­blico Harper, p. 47.

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aplicado Otro tĂ­tulo a MarĂ­a que es el proviene de «Reina del del paganismo Cielo». En y nin-fue fundĂł un colegio isiaco allĂ­. Y para mostrar hasta

 

 

 

MarĂ­a madre gĂşn reina la madre lugar del pagana siquiera de cielo; del JesĂşs Nuevo que pero hubiera era sea Testamento este o adorada nacido. tuviera tĂ­tulo siglos lo que se SĂ­, poseĂ­a dice ser hacĂ­a antes que nombradala de muchoMarĂ­adiosa-que plo quĂ© donde cionar «cristiandad» «que punto hoy el hecho estaba está estaba romana, localizada de situado que mezclado necesitamos Isis en la era BasĂ­lica las el adorada paganismo colinas solamente de en san vaticanas,un con Pedro,men-tem-la

 

raba tiempo, a la en «reina los dĂ­as del cielo» de JeremĂ­as, y practicaba que el ritos pueblo que eranado- Dios» el centro en aquella de la Iglesia forma.2que adora  a la «madre de

 

sagrados para ella. Como podemos leer en JeremĂ­as AquĂ­ encontramos que los tĂ­tulos «reina del cie-

 

7:18-20, «Los hijos recogen la leña y los padres en- lo», «nuestra señora de los mares», «mediadora», cienden el fuego y las mujeres amasan la masa para  «madonna», «madre de Dios» y otros más —que anhacer tortas a la "reina del cielo"». Y en este con- tes se atribuĂ­an a la diosa-madre pagana— fueron texto, es interesante notar que actualmente las mu-  poco a poco aplicados a MarĂ­a. Tales tĂ­tulos indican jeres de Paphos (Cipre), hacen ofrendas a la virgen claramente que el supuesto culto a MarĂ­a de hoy es MarĂ­a, como reina del cielo, en las ruinas del anti-  en realidad una continuaciĂłn del culto a la diosa guo templo de AstartĂ©.l   pagana. Pero existen todavĂ­a más pruebas que se  Como hemos visto, el nombre de la diosa-madre pueden observar en la forma en que se representa

 

en Egipto era Isis y su hijo Horus (Osiris). Pues a MarĂ­a en el «arte» de la Iglesia apĂłstata. 

bien, uno de los tĂ­tulos por los cuales Isis era cono- Tan bien fijada en la mente pagana estaba la ima-

 

cida tambiĂ©n, era el de «Madre de Dios». Más tarde gen de la diosa-madne con el niño en los brazos, que  este tĂ­tulo fue aplicado a MarĂ­a por los teĂłlogos de cuando los dĂ­as de la apostasĂ­a llegaron, «la antigua AlejandrĂ­a? Nuevamente este era un intento obvio estampa de Isis y de Horus fue finalmente acepta para hacer aparentar a la cristiandad semejante al da, no solamente entre la opiniĂłn popular, sino por viejo paganismo con la adoraciĂłn a su diosa. Bien sanciĂłn episcopal, como el retrato de la virgen y su

 

sabemos que MarĂ­a era la madre de JesĂşs, pero so- hijĂł».l Se adjuntaron representaciones de Isis y su lamente en el sentido de su naturaleza humana. El  hijo en un marco de flores. Esta práctica tambiĂ©n tĂ­tulo catĂłlico y el significado original de Ă©ste tras-  fue aplicada a MarĂ­a, quien casi siempre es mostracendieron y pusieron a la sencilla y humilde madre  da en la misma forma, como bien lo saben los estudel Señor en una posiciĂłn exaltada ajena al Nuevo diantes del arte medieval. 

Testamento. Y en la misma forma se sigue instru- La diosa egipcia Isis era frecuentemente repreyendo a los catĂłlicos actualmente.  sentada como parada en la «Luna creciente» con  El culto a Isis no fue limitado a Egipto. Se intro- «doce» estrellas alrededor de su cabeza.2 Incluso dujo en Roma en el año 80 a. de C. cuando Sulla esto fue adoptado para MarĂ­a, pues en casi todas las

 

in 1. our El Christianity), paganismo en p. nuestra 133, cristiandad (The Paganism 1. El hombre y sus dioses (Man and his Gods), p. 216.

2. El paganismo en nuestra cristiandad, p. 130.pág. 2. 49.Egipto de Kenrick. Vol. 1, p, 245; Isis Descubierta,

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iglesias católicas romanas del continente europeo, se pueden ver cuadros de María en la misma forma. La ilustración que se acompaña (impresa tal como está en el Catecismo Oficial de Baltimore, EE.UU.), lmuestra a María con las doce estrellas alrededor de su cabeza y la Luna creciente bajo sus pies!

Para satisfacer las mentes supersticiosas de los gentiles, lĂ­deres de la Iglesia apĂłstata trataron de hacer a MarĂ­a similar a la diosa del paganismo y exaltarla a una superficie divina, para competir con la madre-pagana. Y de igual manera se hicieron estatuas de MarĂ­a —a pesar de que las Sagradas Escrituras prohĂ­ben tal práctica—. En algunos casos, las mismas estatuas que habĂ­an sido veneradas como Isis (con su hijo), fueron simplemente cambiadas de nombre y se dieron a conocer como MarĂ­a y su hijo Cristo, de modo que continuara el antiguo culto. «Cuando el cristianismo triunfĂł —dice un autor—, estas pinturas y figuras se convirtieron en la Madonna y su hijo, sin interrupciĂłn alguna: nin-

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gĂşn arqueĂłlogo podrĂ­a actualmente asegurar si alguno de esos objetos representa a la una o a la otra.»l Todo esto demuestra a quĂ© grado se han rebajado los lĂ­deres apĂłstatas para tratar de unir el paganismo con el cristianismo. La mayorĂ­a de esas figuras con distintos nombres han sido adornadas con joyas en la misma forma en que lo están las imágenes de las vĂ­rgenes hindĂş y egipcia.

MarĂ­a, la madre de JesĂşs, no era rica; al contrario, era pobre. Entonces, ¿de dĂłnde vinieron las joyas y coronas que se ven en las supuestas estatuas de ella? Obviamente, tales representaciones no son cristianas; son de origen anterior al cristianismo,

Y asĂ­, por compromisos unos muy evidentes y otros más disimulados, el culto a la antigua madre de los paganos fue continuado dentro de la «Iglesia» de la apostasĂ­a con el nombre de MarĂ­a, a quien se sustituyĂł en lugar de la otra. i Y este cambio ha venido engañando al mundo entero!

I. El paganismo en nuestra cristiandad, p. 129.

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CULTO A MARIA

Tal vez la prueba más significativa de que el culto a María no es otra cosa que la continuación del culto pagano a las diosas de diversos nombres y no a la bendita madre del Señor (siempre bien amada pero no adorada por los verdaderos cristianos), es que en la religión pagana la madre era adorada tanto como su hijo o más. Aquí hay una clave muy importante para ayudarnos a resolver el misterio contemporáneo de Babilonia. El verdadero cristianismo enseña que el Señor Jesús, y solamente El, es el Camino, la Verdad y la Vida, que solamentb El entre todas las criaturas de la tierra, ha podido vivir una vida sin mancha de pecado; y El es quien debe ser exaltado. Nunca su madre. Pero el catolicismo romano, demostrando la influencia del paganismo en su desarrollo, exalta a la madre también y en muchas formas, la madre es más honrada que el mismo Hijo.

Bien sabemos que muchos han de tratar de negar que la Iglesia CatĂłlica atribuye una posiciĂłn divina a MarĂ­a. Pero al viajar alrededor del mundo, ya sea en una majestuosa catedral o en una capilla provinciana, la estatua de MarĂ­a ocupa el puesto primordial. Al recitar las oraciones del Rosario y del «Ave MarĂ­a», se repiten Ă©stas nueve veces más que el «Padrenuestro». Se acepte o no, el nombre de MarĂ­a

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es más importante en el catolicismo. En forma similar a la Babilonia del pasado, la diosa-madre es glorificada hoy en día en la Babilonia del presente; solamente que se usa el nombre de María en vez de otros nombres bajo los cuales era conocida la diosa. Al católico se le enseña que la razón por la cual se debe orar a María, es porque ella lleva las peticiones de sus adoradores a su hijo Jesús, y como es su madre, El contesta la oración para complacerla. Con esto se deduce que María tiene más compasión, más comprensión y más bondad que su Hijo, el Señor Jesús. Ciertamente, tal suposición es una blasfemia y va completamente en contra de las enseñanzas de las Escrituras. Sin embargo, esta idea es frecuentemente repetida en los escritos católicos.

Un notable escritor catĂłlico romano, Alfonso Ligorio, escribiĂł que las oraciones son más efectivas cuando se dedican a MarĂ­a, en vez de a Cristo. Y el hecho de que sus escritos lleven el sello de aprobaciĂłn de la Iglesia CatĂłlica, es evidente, ya que fue canonizado como «santo» por el papa Gregorio XIV en 1839 y fue declarado «Doctor» de la Iglesia CatĂłlica por el papa PĂ­o IX,

En una parte de sus escritos, Ligorio describe una escena imaginaria en la cual un pecador ve dos escaleras colgando del cielo. María está a la cabeza de una y Jesús en la otra. Cuando el pecador trata de subir por la de Jesús, ve la cara furiosa de El y cae derrotado. iPero cuando sube la escalera de María, lo hace rápida y fácilmente, y es bienvenido por ella, quien lo introduce en el cielo y lo presenta a Cristo! Entonces todo va bien. Esta descripción es para demostrar cuánto más fácil y efectivo es el ir a Cristo a través de María.l

1. Catolicismo romano, p. 147.

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Este mismo escritor catĂłlico dijo que el pecador que se aventura a ir directamente a Cristo, puede encontrarse con la presencia de su ira. Pero si va a orar a la «virgen», ella sĂłlo tendrá que mostrar a Jesucristo «los senos que le dieron de mamar», y su furia se calmará inmediatamente.l Ciertamente tal idea va contra las Escrituras. El caso es que las Escrituras nos dan una ilustraciĂłn que niega rotundamente esta aseveraciĂłn: «Bienaventurado el vientre que te trajo y los pechos que mamaste», dijo una mujer a JesĂşs; pero El le contestĂł diciendo: «Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios y la guardan» (Lc. 11:27-28).

Obviamente, la idea de que JesĂşs era persuadido a contestar una oraciĂłn porque MarĂ­a le mostrase los pechos que mamĂł, es contraria a las Escrituras. Pero tal idea de los pechos no era extraña en los cultos de la diosa-madre pagana. Se han descubierto imágenes que muestran frecuentemente sus pechos desproporcionados con su cuerpo, de una manera extraña. O, como en el caso de Diana, ipara demostrar su «fertilidad», se le ilustra con unos cien senos!

El catolicismo ha intentado aĂşn más exaltar a MarĂ­a a una posiciĂłn netamente divina con la nueva doctrina de la «Inmaculada ConcepciĂłn», Tal enseñanza no es otra cosa que un esfuerzo más para hacer a MarĂ­a semejante a la diosa del paganismo, pues en los viejos mitos, ila diosa tambiĂ©n se creĂ­a que habĂ­a nacido de concepciĂłn sobrenatural! Estas viejas fábulas variaban, pero todas hablaban de in. cidentes sobrenaturales en conexiĂłn con su entrada al mundo. Enseñaban que era superior a todo mortal ordinario, que era divina. Y asĂ­, poco a poco, era necesario enseñar que MarĂ­a tambiĂ©n entrĂł a este mundo de una manera sobrenatural, ipara hacer que

1. Dos Babilonias, p. 158.

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las enseñanzas acerca de ella concertaran con las del paganismo!

El elemento sobrenatural en las enseñanzas de la Iglesia CatĂłlica Romana sobre MarĂ­a, es de que ella naciĂł sin pecado original. Pero de este nacimiento no nos dicen nada las Escrituras. Acerca de MarĂ­a, la Biblia dice que fue una mujer virtuosa y temerosa de Dios, favorecida y escogida por El, una virgen, pero tan humana como usted y yo. Y, como humana, era miembro de la raza caĂ­da de Adán. Como las Escrituras declaran, «Por cuanto todos pecaron, están destituidos de la gloria de Dios». La Ăşnica excepciĂłn de esto es nuestro Señor Jesucristo. Como todo el mundo, MarĂ­a necesitaba de un Salvador y esto fue plenamente admitido por ella misma, cuando dijo: «Y mi espĂ­ritu se alegrĂł en Dios, mi salvador». Obviamente, si MarĂ­a necesitaba de un Salvador, entonces no era salvadora. Si necesitaba de un Salvador, ella necesitaba ser salva, recibir perdĂłn, ser redimida como todos nosotros. En resumen, la divinidad de nuestro Señor no radica en el hecho de que su madre haya sido una persona exaltada o sobrehumana. No; al contrario, es divino porque El es el Ăşnico Hijo de Dios, concebido por obra y gracia del EspĂ­ritu Santo. Su divinidad viene del Padre celestial, no del carácter sobrehumano del instrumento que Dios usĂł para su entrada en el mundo.

Debemos comprender que fue JesĂşs quien naciĂł de concepciĂłn sobrenatural, no su madre. La idea de que MarĂ­a era superior a otros seres humanos, fue enfáticamente rechazada por el mismo JesĂşs. Un dĂ­a, mientras predicaba: «...su madre y sus hermanos estaban fuera. Y le dijo uno: He aquĂ­ tu madre y tus hermanos están afuera, quieren hablarte. Y JesĂşs respondiĂł al que esto le decĂ­a: "¿QuiĂ©n es mi madre y quiĂ©nes son mis hermanos?" Y extendiendo su mano hacia sus discĂ­pulos, dijo: "He

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aquĂ­ mi madre y mis hermanos. Porque todo aquel que hiciere la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ese es mi madre, y hermano y hermana"» (Mt. 12:46-50). Claramente podemos ver que si servimos al Señor, si hacemos su voluntad, estamos en la misma categorĂ­a espiritual que MarĂ­a. Ciertamente, esta unidad en Cristo nos enseña igualdad a los ojos de Dios rechaza la idea de que MarĂ­a fuese una persona sobrenatural.

Sin embargo, el romanismo adoptĂł del paganismo la idea de orar a la divina-madre, de modo que tuvo que enseñar que MarĂ­a era una persona sobrenatural; de lo contrario, ¿cĂłmo podrĂ­a ella escuchar las oraciones que le dirigen cada dĂ­a los catĂłlicos de todo el mundo, recitando el AvemarĂ­a, el rosario, las letanĂ­as de la virgen bendita y otras más? Multiplique el nĂşmero de estas oraciones por el nĂşmero de catĂłlicos que las recitan cada dĂ­a. ¿Se ha imaginado que MarĂ­a tendrĂ­a que escuchar 46.296 peticiones por segundo? Y esto es un cálculo conservadore Está claro que nadie más que Dios puede hacer esto. Sin embargo, los catĂłlicos creen que MarĂ­a escucha todas estas oraciones y entonces, por necesidad, itienen que exaltarla a una posiciĂłn divina, sea bĂ­blica o no!

Tratando de justificar tan innecesaria exaltaciĂłn de MarĂ­a, los lĂ­deres catĂłlicos han buscado algĂşn fundamento bĂ­blico para sostener esta creencia. Las  palabras de Gabriel a MarĂ­a «Bendita tĂş entre las mujeres» (Lc. 1: 28) han sido frecuentemente referidas a este respecto. Seguramente que las palabras de Gabriel indican que MarĂ­a fue favorecida de Dios; pero no la hicieron una persona divina, simplemente porque fue «bendita entre las mujeres», pues mil trescientos años antes fue pronunciada una bendiciĂłn similar a Jael, mujer de Heber Cineo (Jc. 5:24). La Biblia, sencillamente, nos demuestra que MarĂ­a

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era «bendita entre las mujeres», pero esto no significa que debemos adorarla, orar a ella o hacerla una diosa.

Antes de PentecostĂ©s MarĂ­a estaba reunida con los discĂ­pulos esperando la promesa del EspĂ­ritu Santo. Leemos que los apĂłstoles «perseveraban unánimes en la oraciĂłn, con las mujeres y con MarĂ­a, la madre de JesĂşs y con sus hermanos» (Hch. 1:14). Ciertamente, las Escrituras no dicen que los discĂ­pulos estaban orando a MarĂ­a; la ilustraciĂłn que acompaña —tal como es vista en los catecismos catĂłlicosl— intenta dar a MarĂ­a una posiciĂłn central. Pero como sabe todo estudiante bĂ­blico, los discĂ­-

pulos en esa ocasión no estaban mirando a María; estaban buscando que el Cristo resucitado, quien había ascendido al cielo, les enviase el don del Espíritu Santo. Nótese también que en el dibujo, no solamente están los discípulos mirando a María, sino que también el Espíritu Santo (en forma de paloma) se ve volando sobre ella. De acuerdo a las Sagradas

I. Catecismo oficial de Baltimore (NĂşmero 2). LecciĂłn nĂşm. II.

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Escrituras, la única persona sobre quien el Espíritu Santo descendió en esa forma fue sobre el mismo Jesús, no sobre su madre. Por otra parte, y aunque parezca increíble, la diosa-virgen pagana, bajo el nombre de Juno, era frecuentemente representada con una paloma en su cabeza, como también lo eran Astarté, Cibeles e Isis.L Y así, la influencia pagana en tales cuadros, aparece de un modo bien claro.

Otro intento por glorificar a MarĂ­a —exaltarla a un plano que la Escritura no le otorga— puede notarse en una doctrina catĂłlica, conocida como la perpetua virginidad de MarĂ­a. Esta enseña que MarĂ­a continuĂł virgen toda su vida. Pero tal doctrina no fue nunca enseñada por Cristo o por sus discĂ­pulos. Como lo explica la Enciclopedia Británica, la doctrina de la perpetua virginidad de MarĂ­a no fue enseñada sino hasta cerca de trescientos años despuĂ©s del regreso de nuestro Señor al cielo. No fue sino hasta despuĂ©s del Concilio de Calcedonia, en el año 451, que esta infundada suposiciĂłn fue aprobada oficialmente por Roma.2

Al contrario de las enseñanzas catĂłlicas, la Biblia muestra claramente que MarĂ­a no continuĂł como virgen a travĂ©s de toda su vida. La Biblia enseña que nuestro Señor Jesucristo naciĂł de la virgen MarĂ­a —concebido en virginidad y nacido sobrenaturalmente (Mt. 1:23)—. Enfáticamente creemos en el nacimiento virginal de JesĂşs. Pero despuĂ©s del nacimiento de El, MarĂ­a dio a luz a otros hijos, los hijos naturales de su uniĂłn con JosĂ©, su esposo.

En Mateo 1:25 leemos que JesĂşs fue el hijo «primogĂ©nito». La Biblia no dice que MarĂ­a haya parido a un solo hijo, sino que nos dice que JesĂşs fue su primer hijo. El hecho de que JesĂşs fuera el primogĂ©nito, indica que despuĂ©s nacieron de MarĂ­a otros

1. Doane, p. 357,

2. vol. 14, p. 999.

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hijos. Siempre en el lenguaje lĂłgico normal, un primero requiere un segundo.3 Pero fuera de esta lĂ­nea de razonamiento, las Escrituras no dejan lugar a dudas del hecho de que MarĂ­a tuvo otros hijos despuĂ©s del nacimiento de JesĂşs. Sus nombres son anotados en la Biblia, como sigue: «Jacobo, JosĂ©, SimĂłn y Judas» (Mt. 13:55). Además de estos hermanos, el versĂ­culo siguiente menciona a las hermanas de JesĂşs. Las gentes de Nazareth dijeron: «¿...y no están todas sus hermanas con nosotros?» La palabra «hermanas» está en plural, de modo que sabemos que tu, vo por lo menos dos hermanas. Pero si nos fijamos un poco más, veremos que el pasaje indica que JesĂşs no sĂłlo tenĂ­a dos hermanas, sino que por lo menos tenĂ­a tres. Notemos que el versĂ­culo habla de «todas» sus hermanas. Por regla general, cuando nos referimos solamente a dos personas, decimos «ambas» y no «todas» ellas, Esto, definitivamente, implica que la expresiĂłn se refiere a tres o más hermanas. Si entonces añadimos tres hermanas y cuatro hermanos además de JesĂşs, resulta que MarĂ­a, tuvo ocho hijos.

El Señor JesĂşs naciĂł de MarĂ­a sobrenaturalmente, por un nacimiento virginal, los otros siete hijos que ella tuvo, nacieron normalmente; fueron engendrados por su esposo JosĂ©. Pero la actitud catĂłlica es que JosĂ© conservĂł a MarĂ­a como virgen por el resto de su vida. Sin embargo, ella fue virgen segĂşn las Escrituras «solamente» hasta despuĂ©s del nacimiento de JesĂşs. JosĂ© no la conociĂł hasta que pariĂł a su hijo primogĂ©nito y lo llamĂł JesĂşs. JosĂ© no conociĂł a MarĂ­a hasta despuĂ©s del nacimiento de JesĂşs. Pero más tarde, JosĂ© y MarĂ­a tuvieron uniĂłn matrimonial y dieron a luz a varios hijos tal como lo enseñan las Escrituras. Estudiando lo que la Bi-

3. La palabra prototok08, que usa el evangelio, significa claramente primer nacido.

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blia enseña, nos damos cuenta de que la doctrina de la perpetua virginidad de María es completamente falsa.

Durante los dĂ­as de la apostasĂ­a —para hacer más clara la identificaciĂłn de MarĂ­a con la madre-diosa que las naciones venĂ­an adorando hacĂ­a cientos de años—, algunos exagerados admiradores de MarĂ­a comenzaron a enseñar que el cuerpo de MarĂ­a nunca sufriĂł corrupciĂłn, sino que ascendiĂł a los cielos al igual que Jesucristo y que allĂ­ sentada hoy en dĂ­a, como la «Reina del cielo» para recibir culto y oraciones. No fue sino hasta este siglo que la doctrina de la ascensiĂłn de MarĂ­a se proclamĂł oficialmente como una doctrina de la Iglesia CatĂłlica Romana. Fue tan sĂłlo en el año 1950 que el papa PĂ­o XII declarĂł que el cuerpo de MarĂ­a no sufriĂł corrupciĂłn, sino que fue llevado al cielo. Obviamente, dicha doctrina de la ascensiĂłn de la virgen, no es parte de la doctrina del Nuevo Testamento.

He aquĂ­ las palabras de uno de sus admiradores. san Bernardo, que favorecen la posiciĂłn catĂłlica en este aspecto «En el tercer dĂ­a, despuĂ©s de la muerte de MarĂ­a, cuando los apĂłstoles se juntaron alrededor de su tumba, la encontraron vacĂ­a. El cuerpo sagrado habĂ­a sido llevado al paraĂ­so celestial. La tumba no tuvo poder sobre alguien inmaculado. Pero no fue sificiente que MarĂ­a haya sido recibida en el cielo; ella no era cualquier ciudadano ordinario; tenĂ­a aĂşn mayor dignidad que el más alto de los arcángeles. MarĂ­a habĂ­a de ser coronada reina del cielo por el Padre Eterno; ella habĂ­a de tener un trono a la mano derecha de su hijo. Ahora, dĂ­a tras dĂ­a, hora tras hora, ella está orando por nosotros, obteniendo gracia para nosotros, preservándonos del peligro, protegiĂ©ndonos de la tentaciĂłn, llenándonos de sus bendiciones».

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Bien puede decirse que el culto a MarĂ­a en su plenitud, está basado en esta creencia de que ella ascendiĂł a los cielos. Pero la Biblia no dice nada en absoluto de tal «ascensiĂłn de MarĂ­a». Al respecto, Juan 3: 13 dice: «Y nadie subiĂł al cielo, sino el que descendiĂł del cielo, el Hijo del Hombre, que está en el cielo, nuestro Señor Jesucristo». El es quien está sentado a la diestra de Dios Padre. El es quien es nuestro Mediador. El es quien nos llena de bendiciones, ino su madre!

La Biblia no dice nada de Orar a una mujer, sea MarĂ­a o cualquier otra. Este culto falso es repetidamente prohibido en la Biblia. Las verdaderas oraciones deben ser dirigidas a nuestro Señor mismo, «Porque. hay an Dios asimismo un mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre» (l.a Tim. 2: 5). La simple idea de «orar a MarĂ­a» como mediadora y como «reina del cielo», no es más que un paganismo disfrazado con el nombre de MarĂ­a.

Junto con las oraciones a «MafĂ­a» está el rosario, el cual, como hemos de ver, es igualmente de origen pagano. Como un instrumento, el rosario es una ca-

dena con quince series de pequeñas bolitas; cada serie está marcada por una bola más grande. Los bordes de la cadena se juntan con una medalla con la efigie de María. De esta medalla cuelga una cadena corta al final con una cruz.

Los objetos en el rosario son para contar oraciones, las cuales son repetidas una tras otra. Tal instrumento —muy bien conocido— forma parte importante del culto catĂłlico. Pero como tantas otras cosas en la Iglesia CatĂłlica, el rosario no es un ins41

trumento cristiano sino una invencióón pagana. Mucho antes de que existiera una Iglesia Católica, el rosario era ya usado comúnmente en casi toda nación pagana.

Se encontrĂł un medallĂłn en Citium (Chipre) que habĂ­a sido colonizado por los fenicios, el cual tiene un cĂ­rculo de cuentas que se semejan al rosario. Este rosario fue usado en el culto a AstartĂ©, la diosa-madre, cerca de ochocientos años antes de Cristo. Este mismo «rosario» se puede ver en muchas de las monedas encontradas que se usaban en Fenicia.

Los bramas han usado desde hace mucho tiempo rosarios con cientos de canicas. Los adoradores de Vishnu dan a sus hijos rosarios de 108 canicas. Un rosario similar es usado por millones de budistas en la India y en el Tíbet.l Los musulmanes constantemente oran por los noventa y nueve nombres de Alá con su rosario Tasbih de 99 canicas.2 Los adoradores a Siva tienen un rosario con el cual repiten, si es posible, todos los mil ocho nombres de su dios.3

Cuando los misioneros católicos visitaron la India, Japón y México por vez primera, sitios éstos en los cuales el nombre de Cristo jamás se había escuchado, ise sorprendieron al encontrar rosarios usados por los paganos! Los adoradores del demonio en el Tíbet y China usan rosarios para sus rituales. Los rosarios son frecuentemente nombrados en los libros sagrados de los hindúes.4 El rosario era usado en la Grecia asiática y tal es el objeto con canicas visto en las estatuas de la diosa Diana.5 Escritos de

 

1. La cruz en tradiciĂłn, historia y arte, p. 21.

2. Enciclopedia de religiones, Vol. 3, p. 203.  

3. -Ibid., p. 203.

4. Doane, p. 344.

5. Las dos Babilonias, p. 187.

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dos y tres . siglos antes de Cristo mencionan el uso del rosario dentro de varias religiones paganas. Y no solamente estaba el rosario en evidencia en todos estos paĂ­ses y dentro de todas estas religiones que hemos mencionado, sino que tambiĂ©n era usado en los dĂ­as del paganismo en Roma, en donde las mujeres se adornaban el cuello no solamente por razones ornamentarias, sino como recordatorio de oraciĂłn en sus religiones paganas. La palabra «collar», Monile, significa «recordatorio»' es decir, medio para recordar.

Nadie puede negar el hecho de que el instrumento del rosario era usado en la Ă©poca precristiana y por religiones no cristianas. Incluso la misma Enciclopedia CatĂłlica, dice: «En casi todos los paĂ­ses nos encontramos con algo similar al rosario para contar las oraciones».  

De todas maneras, ni Cristo ni los apĂłstoles enseñaron nunca a orar empleando algĂşn instrumento u objeto para contar las oraciones. El memorizar oraciones y luego repetirlas una y otra vez mientras que contamos las canicas, realmente se convierte en un ejercicio de memoria en vez de una expresiĂłn espontánea del corazĂłn. Considerando que su uso no tiene base bĂ­blica y que su origen proviene de tribus aborĂ­genes paganas, el rosario no es más que otro ejemplo de cĂłmo el paganismo fue mezclado con la religiĂłn catĂłlica.  

La oraciĂłn más frecuentemente repetida y la prin. cipal del rosario, es el «AvemarĂ­a», que se dice de la siguiente forma: «Dios te salve, MarĂ­a; llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tĂş eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, JesĂşs. Santa MarĂ­a, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. AmĂ©n».

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Recitar el rosario completo ocupa quince minutos. equiere la repeticiĂłn del AvemarĂ­a 53 veces, del Padrenuestro 6 veces, 5 misterios, 5 meditaciones de los misterios, 5 glorias y una repeticiĂłn del llamado «Credo de los ApĂłstoles». Bien, notemos en dĂłnde está puesto el Ă©nfasis. ¿Cuál es la que se repite más frecuentemente? La oraciĂłn a MarĂ­a. El caso es que el AvemarĂ­a es repetido nueve veces más que el Padrenuestro. Pero, preguntamos, ¿es más importante o efectiva una oraciĂłn compuesta por hombres* y dirigida a MarĂ­a nueve veces, que una oraciĂłn enseñada por JesĂşs y dirigida a Dios mismo? Tal Ă©nfasis en la «madre» indica claramente la mezcla del pĂ ganismo en el sistema de Roma.

El repetir una oraciĂłn una y otra vez es indicado en la Biblia como una práctica del paganismo. Por ejemplo, oraciones repetidas se ofrecĂ­an a Diana en conexiĂłn con su culto en Efeso. Estas oraciones consistĂ­an de una corta frase religiosa, repetida una y otra vez; tal como podemos ver en Hechos 19:34. En este pasa,je, los idĂłlatras de la diosa-madre «...todos gritaron casi por dos horas: grande es Diana de los efesios». Todos gritaban esto una y otra vez, y al igual que estos adoradores de Diana, usaban frases repetidas en su culto, asimismo hoy dĂ­a, la mis. ma clase de oraciĂłn no bĂ­blica continĂşa en la Iglesia CatĂłlica aplicada a MarĂ­a. Pero Jesucristo se oponĂ­a radicalmente a la práctica de repetir oraciones una y otra vez y asĂ­ lo expresĂł: «Y cuando ores —dijo—, no uses vanas repeticiones como lo hacen los gentiles, porque ellos se imaginan que han de ser oĂ­dos

* La alegaciĂłn catĂłlica romana de que son las palabras con que el ángel saludĂł a MarĂ­a, sĂłlo es en parte cierta, pues sĂłlo dos palabras son de labios angĂ©licos y todas las demás que cambian bastante el texto y el sentido del mensaje del ángel Gabriel a MarĂ­a fueron añadidas por los inventores del rosario romano. — Nota; Ed.

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por su uso de muchas palabras. No os hagáis, pues, semejantes a ellos, porque vuestro Padre sabe de quĂ© cosas tenĂ©is necesidad antes que vosotros pidáis» (Mt. 6:7-13). En este pasaje nuestro Señor, en tĂ©rminos claros, nos pide no orar repitiendo la misma oraciĂłn una y otra vez. JesĂşs declarĂł enfáticamente que esto era ritualista. Debemos creerle y obedecerle a El.

De todas las oraciones del rosario, la Ăşnica que es tomada directamente de la Biblia, es el «Padrenuestro». Pero aun esta oraciĂłn no debe repetirse una y otra vez, pues es a continuaciĂłn de habernos dicho El que no usáramos repeticiones y muchas palabras como lo hacen los paganos, que dice en el siguiente versĂ­culo: «De esta manera debĂ©is orar: Padre nuestro, que estás en los cielos...». Y les dio a los apĂłstoles esta oraciĂłn breve como ejemplo. En el mismo párrafo en que les indicĂł no repetir palabras en vano, el Señor JesĂşs dio esta oraciĂłn como algo opuesto al tipo de oraciones de los paganos; sin embargo, en desobediencia directa a las Escrituras, los catĂłlicos son enseñados a repetir esta preciosa oraciĂłn una y otra vez en lugar de imitarla. Y si el Padrenuestro no debe repetirse, cuánto menos debe. mos repetir la más breve oraciĂłn hecha por hombre  y dirigida, no a Dios, sino MarĂ­a, la madre humana de JesĂşs,

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SANTOS, SANTORAL Y SIMBOLISMOS

Además de las oraciones y devociones ofrecidas a MarĂ­a, los catĂłlicos. romanos tambiĂ©n dan honores y oraciĂłn a varios «santos». Estos santos, segĂşn la Iglesia CatĂłlica, son mártires o gentes notables e la «Iglesia» que han muerto y los Papas los han designado como «santos». En este capĂ­tulo hemos de ver, sin lugar a dudas, que la idea de orar a los santos no es más que una continuaciĂłn de viejas devociones que los paganos daban a los dioses y diosas de su religiĂłn, desde tiempos atrás. Pero antes de abordar estas evidencias, fijĂ©monos en las Sagradas Escrituras y veremos lo que ellas enseñan acerca de los santos.

De acuerdo con la Biblia, todo verdadero cristiano es un santo. No hay ninguna indicaciĂłn de que una persona pueda ser hecha santa despuĂ©s de su muerte. No es el Papa quien hace a los santos. Es asunto de Dios. En las Escrituras, los santos siempre son gentes vivientes, nunca muertos. Por ejemPIO, cuando Pablo escribiĂł a los efesios, se les dirigiĂł de esta forma: «A los santos y fieles en Cristo JesĂşs que están en Efeso» (Ef. 1:1). Su carta a los Filipenses, dice: «A todos los santos en Cristo JesĂşs que están en Filipos» (Fil, 1:1). Los antiguos cristianos en la iglesia de Roma fueron llamados santos (Rom. 1:7 y 16: 15), como tambiĂ©n lo fueron

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los cristianos que vivĂ­an en Corinto (l.a Cor. 1:24 y

De modo que si queremos que un «santo» ore por nosotros, debemos encontrar a un cristiano y pedirle que se una en oraciĂłn con nosotros. Pero si tratamos de comunicarnos con personas que han muerto, ¿quĂ© más puede ser sino una forma de espiritismo? La Biblia, repetidas veces, condena todo propĂłsito de comunicarnos con los muertos, pues es un acto satánico (v. Is. 8:19-20). Sin embargo, muchos recitan el «Credo de los ApĂłstoles» que dice «Creo en la comuniĂłn de los santos», y piensan que esto se refiere no sĂłlo a los vivos sino tambiĂ©n a los muertos. «Una ayuda mutua, satisfacciĂłn, oraciĂłn y otras buenas obras, una comunicaciĂłn mutua» (Nueva Enciclopedia CatĂłlica, Vol. IV, p. 41).

Pero las Escrituras están contra la idea de que los vivos pueden ser favorecidos o beneficiados por oraciones a los muertos, o a travĂ©s de ellos. Tal enseñanza es completamente ajena a la Biblia. Entonces, ¿cĂłmo entraron estas cosas a la Iglesia Romana?

De nuevo debemos mirar a la «madre» de las religiones falsas —Babilonia—. AllĂ­, desde Ă©pocas pasadas, encontramos que las gentes oraban a muchos dioses y les daban honra. De manera que el sistema babilĂłnico se desarrollĂł hasta que tuvo casi cinco mil dioses y diosas.l En la misma forma en que los catĂłlicos creen en los «santos», los babilonios creĂ­an que sus dioses y diosas habĂ­an sido una vez hĂ©roes vivientes en la tierra, y despuĂ©s de muertos habĂ­an pasado a un plano más elevado.2

«Cada dĂ­a y cada mes estaban protegidos por una

I. En el principio, p. 65.

2. Enciclopedia de religiones, Vol. 2, p. 78.

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divinidad particular.»3 Algunos de estos dioses y diosas estaban asociados con las temporadas, otros con ciertos eventos de la vida y aun otros con varias ocupaciones de trabajo.

Desde Babilonia —tal como toda otra forma de idolatrĂ­a de la gran «madre»— se diseminĂł el culto a estos «dioses» por las naciones. Los budistas de la China, por citar uno de muchos ejemplos, tienen su «culto a varias divinidades, como el de la diosa de los marineros, el dios de la guerra, los dioses de varias vecindades u ocupaciones».l

Cuando Roma conquistó el mundo este sistema de dioses y diosas fue infiltrado en la misma forma dentro de la religión pagana de Roma. Brighit, por ejemplo, era diosa de la poesía y los herreros; Juno Regina, era la diosa de la femenidad, el matrimonio y la maternidad; Minerva era la diosa de las escuelas de sabiduría, de los músicos y de los artesanos; Venus era la diosa del amor sexual y el nacimiento; Vesta era la diosa de los panaderos y fuegos sagrados; Hércules era el dios del vino y el gozo; Mercurio era el patrón divino de los mercaderes y oradores y ladrones; Opus era la diosa de la fortuna; Bellona era la diosa de las batallas; los dioses paganos Castor y Pollux eran los protectores de Roma y de los viajeros del mar; Apolo era el dios de la medicina y la salud; Cronos era el dios del tiempo y guardián de los juramentos, y Jano era el dios de las puertas y entradas?

Y así, las ideas babilónicas de los dioses y las diosas, asociados con diferentes días y eventos de la vida, se establecieron en la Roma pagana. Más

3. La Historia del mundo, según historiadores, vol. 1, pág. 518.

I. Historia de los cultos mundiales, p. 621.

2. Durant, vol. 3, p. 61-63; Culto del Mundo, p. 179; Vida en el mundo romano, p. 377.

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tarde, cuando vino la apostasĂ­a, esta misma práctica entrĂł en la «iglesia» de Roma. Como los nuevos creyentes del paganismo se resistĂ­an a abandonar la vieja costumbre de orar a diversos «dioses», de no ser que encontraran algo similar en la cristiandad, estos dioses y diosas simplemente recibĂ­an un nombre nuevo y se les llama «santos». Exactamente igual como en el culto pagano estos cristianos fieles fallecidos eran asociados con varias ocupaciones, cada cual con su dĂ­a especial, naturalmente, sin poder consultarles si aceptaban o no el encargo papal. De este modo la antigua creencia pagana continuĂł y sigue siendo una parte muy importante de la Iglesia CatĂłlica. Esto puede verse . en la siguiente tabla de santos catĂłlicos patronos de diversas ocupaciones y sus dĂ­as especiales.

Actores San Genis 25 agosto

Arquitectos Santo Tomás 21 diciembre

AstrĂłnomos San Corninico 4 agosto

Atletas San Sebastián 20 enero

Aviadores Ntra. Señora de Loreto IO diciembre

Panaderos Santa Isabel 19 noviembre Banq ueros San Mateo 21 septiembre

Barberos Santos Cosme y Damián 27 septiembre

Limosneros San Alejandro 17 julio

Libreros San Juan de Dios 8 marzo

Albañiles San Esteban 26 diciembre

Constructores San Vicente Ferrer 5 abril

Carniceros San Adrián 28 septiembre

ChĂłferes San CristĂłbal 30 agosto

Comediantes San Vito 15 junio

Cocineros Santa Marta 29 julio

Dentistas San Apolinar 9 febrero

Doctores San Lucas 18 octubre

Editores San Juan Bosco 31 enero

Pescadores San Andrés 30 noviembre

Floristas Santa Dorotea 6 febrero

Obreros Santiago el Mayor 25 julio

Cazadores San Humberto 3 noviembre

Abogados San Ives 19 mayo

Mercaderes San JerĂłnimo 30 septiembre Mineros San Francisco de AsĂ­g 4 octubre

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Notarios Santa Cecilia 22 noviembre Cáncer Santa Peregrina

abril Sordera San Mauricio

25 abril Enfermedades de los senos Santa Agata

18 octubre Enfermedades dé los ojos Santa Lucía

29 septiembre Enfermedades de garganta San Blas

24 marzo Epilepsia y nervios San Vito

15 noviembre Enfermedades de los pies San VĂ­ctor

12 marzo Fiebre

Gota

VesĂ­cula

Dolor de cabeza

Enfermedades , del corazĂłn

Locura

Esterilidad

Enfermedades de la piel San Jorge

San Andrés

San Liberio

San Daniel

San Juan de Dios

Santa Dimpna

San Giles

San Roque

Músicos Santa Bárbara 4 d iciembre

 

Enfermeras San Marcos Evangelista

Pintores Santa Catalina

PolicĂ­as San Lucas

Carteros San Miguel

CientĂ­ficos San Gabriel

Cantantes San Alberto

EstenĂłgrafos San Gregorio

Estudiantes San Genesio 25 agosto

Sastres Santo Tomás de Aquino 7 mayo Cobradores San Bonifacio 5 junio de impuestos San Mateo 21 septiem bre

Profesores San Gregorio el Grande 12 mayo

1 2 3 4 5 6

Dia 2 Manuel Basili Sta Cenoveva St ntus Sta Ep del Senyor La Iglesia CatĂłlica tambiĂ©n tiene «santos patronos» para las siguientes situaciones:

7 8 9 10 11 12 13

Ram on P. Bap de Jesús St Marcel'li st Guillem St A St Victona st Hilan Mujeres estériles San Antonio

Bebedores San Nicolás

14 15 16 17 18 19 20 Niños San Dominico

Animales domésticos San Antonio Abad

St de N. St Pau St Marcel St Antcru A Sta. Marganda St Canut St SebastlĂĄ Emigrantes San Francisco Problemas familiares San Eustaquio

21 22 23 24 25 26 27 Fuego San Lorenzo

Inundaciones San ColĂłn

Sta St Vicenç St ilde¶ons St Francesc S. Conv. de TimoteuTifus Sta de Angela truenos Santa Bárbara

St Pau Tempestades y 

Amantes San Rafael

28 29 30 31 Solteronas San Andi•Ă©s

St Toma. dl St Pere N. St joan Bosco Dia IOMmvant Dia 1 ? Nova Dia24 Creixent Pobres San Lorenzo

Mujeres encinta San Gerardo

La ilustraciĂłn adjunta indica cĂłmo los calenda- TelevisiĂłn Santa Clara rios catĂłlicos designan ciertos dĂ­as para sus «san- TentaciĂłn Santa GervasioCirĂ­aca tos» Además de los «santos» que están dedicados a Captura de ladrones Santa San Felicitas Tener hijos

ciertas ocupaciones, los catĂłlicos son exhortados a Obtener esposo San JosĂ© orar a los siguientes «santos» para ayuda respecto Obtener esposa Santa Ana a estas enfermedades: Encontrar objetos San Antonio Anacoreta

Artritis Santiago Sin duda alguna, el sistema católico de los santos Mordida de perro San Humberto patrones no es más que una continuación de las Mordida de víbora Santa Hilaria antiguas creencias paganas en dioses dedicados a

Ceguera

San Rafael dĂ­as, ocupaciones y a varias necesidades de la vida.

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Como el culto a los santos es en realidad una con- El antiguo templo mejor conservado que se halla tinuaciĂłn de estos dioses falsos, iel romanismo es en Roma, es el PanteĂłn, el que en antiguos tiempos hallado culpable del pecado de adorar a «otros dio- era dedicado (de acuerdo con la inscripciĂłn en el ses» fuera del Dios verdadero! , una práctica que es portal) a «Jove y todos los dioses». Sin embargo, condenada repetidas veces en las Escrituras.  Ă©ste fue consagrado de nuevo por el papa BonifaEste mĂ©todo de sustituir «santos» en cambio de cio IV «a la madre de Dios y todos los santos». Otro «dioses» paganos, se hizo tan popular, que para el templo pagano en Roma, el cual estaba consagrado siglo x 25.000 santos habĂ­an sido canonizados por la anteriormente a la Bona Dea (la buena diosa), fue  Iglesia CatĂłlica Romana. Al mezclar las dos religio- «cristianizado» y dedicado a la virgen MarĂ­a. En un nes, tanto los paganos como los que profesaban ser sitio anteriormente consagrado al dios Apolo, ahora  cristianos, aumentaron el nĂşmero de imágenes deexiste el templo de san Apolinar, y donde antes hala Iglesia Romana. bĂ­a estado el templo de Marte, actualmente se en Pero para hacer menos obvia tan aparente mez- cuentra la iglesia de san MartĂ­n.2  cla, siempre que era posible, ilos lĂ­deres del roma- En un intento más de unir el paganismo a la nismo sustituĂ­an un nombre de resonancia cristiana cristiandad, ilĂ­deres de la Iglesia apĂłstata enseñaque fuera similar al nombre del viejo dios pagano ron que JesĂşs naciĂł en una cueva! Claro está que  que reemplazaba. Por ejemplo, la diosa Victoria de no hay autoridad escrita para indicar tal cosa. Al los Alpes-Bajos ifue nombrada como santa Victo- contrario, la cueva que es mostrada en BelĂ©n como  ria! La diosa pagana Osiris fue nombrada santa Ono- el lugar de nacimiento de JesĂşs, es hoy una capilla Iria; Cheron, como san Cesarino; Artemis, como san en la cual el dios babilĂłnico Tammuz era adorado. ArtĂ©mides; Dionisio, como san Dionisio; Apolo, co- Esto fue mencionado por JerĂłnimo, notable escri mo san Apolinar, y Marte como san MartĂ­n.l tor cristiano del siglo IV.3

La diosa pagana Brighit (considerada como la hija en del sus dios-Sol, brazos) la fue cual simplemente era representada nombrada con un «santahijonismo Y asĂ­, muriĂł a travĂ©s solamente del para Imperio renacer romano, en la el Iglesiapaga-

BrĂ­gida». En los dĂ­as del paganismo, su templo prin-CatĂłlica Romana. Templos y capillas fueron camcipal en Kildare era servido por vĂ­rgenes, quienes biados de nombre y su culto continuĂł —pasando  cuidaban de los fuegos sagrados. Cuando ocurriĂł ahora de dioses a santos cristianos—. Al mezclar to  la apostasĂ­a de la Iglesia con la incorporaciĂłn del do este paganismo con el cristianismo, no solamenpaganismo, el templo se convirtiĂł en un «convento». te continuĂł la devociĂłn a los viejos Ă­dolos paganos, Sus vĂ­rgenes se hicieron «monjas». Y continuaronsino tambiĂ©n la costumbre de construir y venerar atendiendo el fuego ritual dedicado a la diosa; sĂłlo imágenes. En algunos casos la misma estatua que  que ahora era nombrado el «fuego de santa BrĂ­gi-habĂ­a sido adorada como un dios pagano, fue nom-

da».2brada como un santo cristiano iY la devociĂłn con tinuĂł! Una estatua de JĂşpiter, por ejemplo, fue un

1. El hombre y sus dioses, p. 227; Durant, p. 745; Doa-  

ne, p. 396. 2. Mitos bĂ­blicos, p. 396. 

2. Festivales, santos dĂ­as y dĂ­as de santos, p. 26.3. EpĂ­stola Ad Paulinum.

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poco cambiada y se le llamĂł Pedro (como veremos en el capĂ­tulo siguiente).

Otros Ă­dolos y estatuas fueron «cristianizados» y la idolatrĂ­a satánico-pagana siguiĂł ahora disfrazada. A travĂ©s de los siglos, más y más estatuas han sido adoptadas y veneradas hasta que actualmente hay iglesias en Europa que contienen dos, tres y cuatro mil estatuas.l Ya sea en las impresionantes catedrales o en pequeñas capillas o ermitas construidas en las afueras de grandes ciudades antiguas, en los tableros de automĂłviles o frĂ­amente sonrientes en imágenes colgadas de una cadenita sobre los pechos de prostitutas.

En todos estos sitios se pueden encontrar en

abundancia los ídolos del catolicismo. Y el uso de tales ídolos e imágenes identifica claramente a la Iglesia Católica Romana como una continuación del paganismo, no de la Iglesia pura, sin contaminación, de la cual hablan las Sagradas Escrituras.

El uso de los Ă­dolos —no importa el nombre que se les dĂ©— es babilĂłnico; porque como lo menciona Herodoto, Babilonia fue la cuna de la cual todo sistema de idolatrĂ­a se desparramĂł entre las naciones, a pesar de que Dios repetidamente ha advertido a su pueblo no seguir la práctica de usar Ă­dolos en sus cultos.

La Biblia dice: «No te harás imagen, ni ninguna semejanza de cosa que estĂ© arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra» (Ex. 20:4). «No harĂ©is para vosotros Ă­dolos, ni escultura, ni os levantarĂ©is estatua, ni pondrĂ©is en vuestra tierra piedra pintada para inclinaros a ella» (Lev. 26:1). «Ni los idĂłlatras heredarán el reino de Dios» (l.a Cor. 6:9-10). «Hijitos, guardaos de los Ă­dolos» (l.a Jn. 5:21).

1. Enciclopedia de religiĂłn y Ă©tica, art. «Idolos e imágenes».

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Claramente, las Escrituras están contra el uso de  los Ă­dolos e imágenes en el culto de la iglesia. La  iglesia del principio, la verdadera Iglesia, nunca los  usĂł. Pero cuando vino la «apostasĂ­a» y se mezclaron el paganismo y la cristiandad, se hizo un uso comple to y libre de los viejos Ă­dolos paganos los cuales here dĂł la «Iglesia». Los lĂ­deres apĂłstatas de la Iglesia   sintieron que como alguna de estas estatuas eran tan valiosas —algunas de ellas estaban cubiertas de  oro y plata— deberĂ­an ser rededicadas y continuar usándolas. ¿Pero quĂ© dice Dios acerca de este razonamiento? «Las esculturas de sus dioses quemarás  en el fuego, no codiciarás plata ni oro de sobre ellas   para tomarlo para ti, porque no tropieces en ello, pues es abominable a Jehová tu Dios» (Deut. 7:25). 

Los israelitas, no sĂłlo debĂ­an destruir los Ă­dolos  de las naciones gentiles que conquistaban, sino que, además, debĂ­an «destruir todas sus pinturas» (NĂşmeros 33:52). Estas eran las pinturas de las divini dades paganas. De modo que no solamente es con denado por las Escrituras el uso de los Ă­dodos, sino  que como las pinturas son veneradas con frecuencia en forma supersticiosa, Ă©stas tampoco tienen virtud alguna como culto verdadero. Es extraño que algunas religiones condenen el uso de las estatuas y, sin embargo, ihagan uso pleno de pinturas de las mismas! ¿Pero cuál es la diferencia? La estatua es tridimensional mientras que la pintura es una superficie plana. Pero ninguna fue usada por los apĂłstoles o la Iglesia del Nuevo Testamento. No fue sino hasta el siglo v

que las pinturas de MarĂ­a, Cristo y los «santos» o los icĂ’nos o imágenes de relieve comenzaron a hacerse y a usarse como objeto de adoraciĂłn.

 Y asĂ­ como los paganos ponĂ­an un redondel o aureola sobre las cabezas de sus dioses, de igual manera la Iglesia apĂłstata continuĂł esta práctica, y asĂ­ puede verse cĂłmo san

AgustĂ­n es representado en li bros catĂłlicos con un disco so bre su cabeza. Todos los «san tos» del catolicismo se representan igual. Para ver que es,  ta práctica fue tomada del paganismo debemos notar el di bujo de Buda, el cual tiene, tambiĂ©n, el sĂ­mbolo del redondel alrededor de su cabeza. En realidad, esta práctica es babilĂłnica. Los artistas y escultores de la vieja Babilonia ponĂ­an el disco o aureola alrededor de cualquier personaje que que- 

 rĂ­an representar como a un dios o diosa.l Esta cos  tumbre continuĂł dentro de las religiones paganaS hasta los dĂ­as del Imperio romano. La ilustraciĂłn demuestra la forma en que los romanos ilustraban   a Circe, la diosa pagana hija del Sol, con un redondel sobre su cabeza. De su uso pagano en Roma, el mismo sĂ­mbolo pasĂł a la Roma papal y ha continuado hasta hoy en dĂ­a, como es evidente por las

 

1. SĂ­mbolos antiguos paganos y modernos cristianos,  pág. 35.  

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miles de pinturas y cuadros de «MarĂ­a Ăż de los santos».  

Cuando llegĂł la apostasĂ­a se hicieron pinturas que suponĂ­an ser semejanzas de Cristo, con «rayos dorados» alrededor de su cabeza. Esta era exactamente la misma forma con la que el dios-Sol de los paganos habĂ­a sido representado por varios siglos. Otro intento de unir el paganismo con el cristianismo. Hoy dĂ­a, tanto las iglesias catĂłlicas como las protestantes (en su mayorĂ­a) hacen uso de cuadros de Cristo. Pero las Escrituras no nos dan una descripciĂłn de las facciones fĂ­sicas de JesĂşs. No fue hecha ninguna pintura de El durante su vida en la tierra. La Iglesia de los primeros cuatro siglos no  tenĂ­a pinturas de El. Es evidente que las llamadas pinturas de Cristo, al igual que las de MarĂ­a y los santos, sĂłlo son un producto de la imaginaciĂłn de

 

los artistas. Haciendo Ăşnicamente un corto estudio del arte religioso, podemos encontrar que en diferentes siglos y nacionalidades se hallan muchos y diferentes cuadros de Cristo distintos unos de otros. Obviamente,   no todos pueden tener la apariencia de Cristo.

Supongamos que alguien que nunca lo ha visto a usted, que no conoce sus facciones y no tiene for-

ma alguna de conocer su apariencia, idecide pintar

un cuadro suyo! Es natural que el resultado será 

algo que no se parecerá en nada a usted. Suponiendo  que su nombre sea puesto debajo del cuadro y que  se le dijera al pueblo que es usted, ¿apreciarĂ­a usted esto? iClaro que no! i Tampoco podemos pensar que  Cristo ha dado su aprobaciĂłn a los conceptos que han tenido los hombres de lo que ellos «piensan»  que era su apariencia! 

Yo sĂ© que el escribir estas cosas no es popular. iPero creo que todos podemos estar de acuerdo en que no hay hombre —ni aĂşn el mejor artista del

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mundo— que pueda captar al Señor en su plena y verdadera gloria! Cualquier pintura, aun en su máxima grandeza, no es más que un pobre sustituto, sĂłlo una imagen o Ă­dolo en forma modificada, y Ă©sta  nunca podrĂ­a mostrar la verdadera magnificencia de nuestro Señor. Los que verdaderamente adoran a Dios deben hacerlo «en espĂ­ritu y en verdad» (Juan 4:24) y la veneraciĂłn de pinturas, imágenes o Ă­do los, no nos ayuda —como se pretende— a un culto  más fervoroso y verdadero, sino que, por el contrario, lo impide.

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OBELISCOS, TEMPLOS Y TORRES

Dentro de las antiguas naciones paganas, no solamente fueron hechas estatuas de los dioses y diosas de forma humana, sino que muchos objetos eran venerados y tenían un significado simbólico, oculto y misterioso. Un ejemplo de esto se puede ver en el culto a los antiguos obeliscos, uno de los cuales podemos ver en la ilustración que se acompaña.

Diodoro dice que la reina Semiramis erigió un obelisco en Babilonia de 130 pies de altura.l En esta forma podemos notar que los obeliscos eran usados en la religión babilónica. Pero es en Egipto que su uso fue más preeminente, Como es sabido, Egipto llegó a ser una gran fortaleza del paganismo y de los antiguos misterios religiosos. Hay un gran número de estos viejos obeliscos todavía en Egipto, aunque en su mayoría han sido removidos y llevados a otras naciones. Uno de ellos está situado en el Parque Central de

1. Enciclopedia de religiones, Vol. 3, p. 264.

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Nueva York, otro en Londres, y muchos de ellos (como hemos de ver), ifueron transportados a Roma!

Originalmente estos obeliscos se asociaban con el culto al dios Sol. Eran sĂ­mbolos de Baal o de Nimrod.2 Aquellas gentes —habiendo rechazado el conocimiento del' verdadero Creador—, al notar que el sol daba vida a las plantas y al hombre, comenzaron a pensar en Ă©l como Dios, el gran otorgador de la vida. Mas no solamente eran los obeliscos sĂ­mbolos del sol; tambiĂ©n eran reconocidos como sĂ­mbolos sexuales. Aquellas gentes se daban cuenta que a travĂ©s de relaciones sexuales se producĂ­a vida. Y por esta razĂłn —como es sabido por todo aquel que ha estudiado— el falo, Ăłrgano reproductivo masculino, fue tambiĂ©n reconocido (igual que el sol) como un sĂ­mbolo de vida y, por ende, un sĂ­mbolo del diosSol. iDe ahĂ­ el significado del obelisco! 1

Considerando el denigrante significado de los obeliscos, no debe sorprendernos que su uso fuese prohibido por la Biblia. La palabra «imágenes», que aparece en nuestra Biblia, es traducida de varias palabras diferentes con distinto significado. Una de Ă©stas palabras -es matzebah, que significa «imágenes altas», es dĂ©cir, obeliscos. Esta palabra es usada en 1.0 Reyes 14:23, 2 0 Reyes 18:4 y 24: 14, JeremĂ­as 43: 13 y Miqueas 5:13. Otra palabra original que se usaba frecuentemente, refiriĂ©ndose a los obeliscos, es hammanim, que significa «imágenes del sol», es decir, imágenes dedicadas al sol u obeliscos. Esta palabra se encuentra en el texto original de IsaĂ­as 17: 8 y 27:9.

Para que estos obeliscos pudieran presentar mejor su simbolismo pagano eran erigidos verticalmente. AsĂ­ que apuntaban hacia el sol. La posiciĂłn era

2. Fausset, p. 511.

I. Enciclopedia de religiones, p. 33. SĂ­mbolos paganocristianos, antiguos y modernos, p. 99.

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erecta, con el fin de simbolizar al falo. Al considerar  cuán importante era esta posiciĂłn erecta del obelisco, para aquellos que veneraban los misterios, es interesante notar lo que Dios declarĂł en cuanto a tan falso culto. Dijo que sus «imágenes» obeliscos— «no se levantarán» (Is. 27:9). Podemos darnos  cuenta, asĂ­, de la oposiciĂłn del Señor a estos ne fandos sĂ­mbolos.

Cuando los israelitas infieles mezclaron cultos paganos con su culto al verdadero Dios, itambiĂ©n construyeron «una imagen del celo en la entrada del templo! (Ez. 8:5). Esta imagen era probablemente un obelisco, el sĂ­mbolo fálico; porque, como lo dice  Scofield en su comentario a este capĂ­tulo, «se habĂ­an entregado a cultos fálicos».l Esta práctica de erigir obeliscos a la entrada de los templos paganos, fue una costumbre establecida en aquella Ă©poca. A la entrada del templo de Tum se encontraba un obe lisco igual que al frente del templo de Hathor, «el  aposento de Horus» (Tammuz) .2

Al considerar el uso del obelisco a la entrada de  los templos en el viejo paganismo, no debe sorpren-

 

demos el hallar «exactamente» lo mismo en la BabiIonia moderna, ila Iglesia CatĂłlica Romana! SĂ­, no solamente eran puestos estos obeliscos a las entra-

 

das de los templos de los idĂłlatras del sol, sino que al frente de la entrada de la catedral de San Pedro, en Roma, ihallamos el sĂ­mbolo idĂ©ntico hoy en dĂ­a! La foto de la página anterior nos muestra la Igle-  sia de San Pedro —como la iglesia «madre» de todo el cristianismo—, iY al frente de ella el obelisco o imagen del celo, sĂ­mbolo del falo! He aquĂ­ una increĂ­ble clave para ayudarnos a identificar a la BabiIonia moderna.  

 

1. Biblia Scofleld, 847, nota.  

2. Enciclopedia de religiones, p. 33.

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¿CĂłmo ha sido que un objeto tan abominable haya sido puesto ahĂ­? Cuando lo estudiamos, descubrimos que al propagarse la religiĂłn misteriosa a Roma, junto con ella llegĂł el uso de obeliscos como un sĂ­mbolo. Y no solamente fueron los obeliscos hechos y erigidos en Roma, sino que los mismos obeliscos egipcios fueron trasladados a Roma a un gran costo y luego fueron erigidos por los emperadores y dedicados al dios-Sol, en dĂ­as paganos. Y este fue el caso del obelisco que actualmente está situado ante la BasĂ­lica de San Pedro.

No es solamente una copia de un obelisco egipcio, Fino que es el mismo obelisco que era adorado en Egipto tiempos atrás! CalĂ­gula, en los años 37-41 despuĂ©s de Cristo, hizo transportar este obelisco desde HeliĂłpolis (Egipto) hasta su circo de las colinas del Vaticano, donde actualmente yace la Catedral de San Pedro.l HeliĂłpolis, la ciudad de donde fue transportado originalmente este obelisco, no es más que el nombre griego de Beh-Semes, iel cual era el centro egipcio de adoraciĂłn al sol de tiempos atrás! Y es este el sitio del que dice la Biblia que «...además quebrarán las estatuas de Beth-semes que es en tierra de Egipto y las casas de los dioses de Egipto» (JeremĂ­as 43:13).

De tal forma que el mismo obelisco que una vez estuvo en el antiguo templo pagano, centro del paganismo egipcio (HeliĂłpolis o Beth-semes), ahora está situado ante el templo que es el centro del paganismo moderno, la llamada Catedral de San Pedro, la iglesia «madre» del catolicismo. Esto parece más que una coincidencia. Aquel obelisco de granito rojo del Vaticano mide 83 pies de altura (132 pies con sus cimientos) y pesa 320 toneladas. En 1586, para ase-

1. Harper's diccionario bĂ­blico, p. 500; Enciclopedia catĂłlica, vol. 13, p. 371.

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gurarse de que el obelisco estuviese situado directamente a la entrada de la Catedral, fue movido a una corta distancia de donde está hoy situado, en la Plaza de San Pedro, por orden del papa Sixto V. No era tarea fácil el mover este pesado obelisco, especialmente en aquellos dĂ­as. Muchos hombres se negaron a hacer esta tarea, especialmente cuando el  Papa pronunciĂł la pena de muerte si el obelisco era soltado y roto.2 Tal sentencia indica por sĂ­ misma cuán importante consideraba el Papa y su pueblo al Ă­dolo tan abominable.

Finalmente, un hombre llamado Domenico Fontana, aceptĂł la responsabilidad de mover y erigir el obelisco del Vaticano. Con 45 montacargas, 160 caballos y un grupo de 800 hombres, comenzĂł el trabajo de recolocaciĂłn. La fecha fue el primero de septiembre de 1586. Las multitudes llenaron la extensa plaza. Mientras el obelisco era removido, la gente que estaba allĂ­ —bajo pena de muerte— fue obligada a mantenerse en silencio hasta que se terminĂł la recolocaciĂłn. Nuevamente notamos la importancia que la Iglesia Romana atribuĂ­a a este Ă­dolo. Finalmente, despuĂ©s de que casi fracasan en su intento, el obelisco fue levantado, sonaron cientos de campanas y rugieron los cañones y la multitud gritĂł entusiasmada. Se dedicĂł al Ă­dolo a la «cruz», celebraron una

 

misa y el Papa pronunciĂł una bendiciĂłn para los trabajadores y sus caballos.l

El dibujo que se adjunta indica cómo la Catedral de San Pedro y su plaza circular están localizados en forma de cruz. En el centro de la plaza (A) está situado el obelisco pagano. Esta plaza circular está formada por 284 columnas en estilo dórico, iY costó aproximadamente un millón de dólares! iEl

 

2. Monumentos antiguos de Roma, p. 175-177.

1. Ibid., p. 177.

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labra— era un «sitio de adoraciones divinas» (Vaticinia). Se dice que este nombre proviene del nombre de la deidad Vaticanus, quien tenĂ­a su sitio preeminente en esta colina.l

Más tarde la colina fue usada para los festivales anuales en honor a Attis o Tammuz, hijo de la Gran Madre. En este festival se cortaba un pino y se le ataba a su tallo una efigie del dios. Esta efigie era más tarde enterrada en una sepultura. Estos ritos son aĂşn ejecutados en todo paĂ­s catĂłlico, ritos que son una mezcla del antiguo paganismo con la cristiandad. Como algunos de los ritos antiguos en honor a Tammuz, eran eventos similares a los que le sucedieron a Cristo (tales como su muerte, entierro, etc.). Paganismo y cristianismo fueron unidos «casi sin interrupciĂłn», ya que estas ceremonias eran celebradas en un santuario de la colina vaticana, que fue más tarde poseĂ­da por los catĂłlicos romanos y la Iglesia madre de San Pedro, que está situada actualmente en el mismo sitio.

AsĂ­ como los lĂ­deres catĂłlicos tomaron otras cosas del paganismo, no debemos sorprendernos que tambiĂ©n copiaran la idea de construir templos elaborados y costosos, tales como su iglesia principal, la de San Pedro. Esta iglesia es considerada como la más grande de la cristiandad. La Iglesia mundana pensĂł en construir tal templo, un templo de mayor esplendor que aquellos de la antigua religiĂłn romana. Y asĂ­, simulando el diseño del PanteĂłn de la Roma pagana —sĂłlo que más elaborado—, San Pedro fue completado finalmente a un costo estimado en '150 millones de dĂłlares! Y hasta hoy en dĂ­a, muchos todavĂ­a suponen que Dios quiere que su pueblo le construya costosos y elaborados templos de ado1. Antiguos monumentos de Roma, p. 75.

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raciĂłn. i Tanto es asf, que la construcciĂłn de iglesias se ha convertido en un gran negocio!

¿Pero está de acuerdo con las Escrituras el usar miles o a veces millones de dĂłlares en un edificio lujoso? ¿Enseñaron esto Cristo y sus discĂ­pulos? ¿Cuál es el plan de Dios en cuanto a esto? Sabemos que Dios dirigiĂł a su pueblo, bajo el reino de SalomĂłn, para construir un templo en el tiempo del Antiguo Testamento y el Señor decidiĂł hacerse presente en Ă©l. Pasando al Nuevo Testamento, el EspĂ­ritu Santo no habita en templos hechos de manos (Hechos 17:24). Ahora el Señor habita dentro de su pueblo —su verdadera iglesia— por medio de su EspĂ­ritu. Pablo dice asĂ­: «¿No sabĂ©is que sois templo de Dios y que el EspĂ­ritu de Dios mora en vosotros? (l.a Cor. 3:16).

Comprendiendo esta verdad, la Iglesia primitiva llena del Espíritu nunca construyó templos de piedra y acero. Ellos procedieron a predicar el mensaje del Reino, el mensaje de ese glorioso y venidero Reino. Nunca se le dio énfasis al edificio en sí. iEllos nunca hicieron campañas financieras ni demandaron ofrendas para poder construir un templo más lujoso que el vecino! iNo! Su tiempo y su dinero lo pusieron en propagar el mensaje, no en un edifiCio. iTanto es así, que no hay testimonio de que antes de los años 222-235 d. de C., se hubiese construido algún templo!l

Claro está que no tratamos de decir que el tener un edificio como iglesia esté mal. Sin duda alguna, que el motivo por el cual no se construyeron templos antes fue porque a los primeros cristianos no se les permitía tener tíulos de propiedad debido a la persecución que sufrían. De lo contrario, estamos seguros que se hubieran construido algunos edificios

I. Manual bĂ­blico Halley.

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sencillos. No con fines de ostentaciĂłn. No hubieran tratado de competir con el estilo de los templos esplendorosos de los paganos, tales como los de Diana en Efeso o el PanteĂłn de Roma.

Pero la Iglesia apĂłstata de Roma, por razĂłn de su mezcla con el mundo, llegĂł a obtener gran poder y riquezas bajo el reino de Constantino. Siguieron como modelo el construir edificios eclesiásticos de gran lujo y valor —un ejemplo que se ha prolongado hasta nuestros dĂ­as—. Sus edificios eran más elaborados y costosos de lo necesario. Y esta idea se ha arraigado tanto en la mente del pueblo, que la palabra iglesia, para una gran mayorĂ­a, significa un edificio; mientras que la verdadera interpretaciĂłn que hallamos en la Biblia nos indica que la iglesia es un grupo de personas que alaban a Dios y quienes son templos del EspĂ­ritu Santo.

Actualmente la mayorĂ­a de los templos valiosos que han sido construidos a travĂ©s de los siglos, destacan una torre. Y preguntamos, ¿por quĂ©? La mayorĂ­a de las iglesias catĂłlicas romanas tienen una torre. ¿Por quĂ©? ¿Por quĂ© las iglesias protestantes, en su mayorĂ­a, siguen este ejemplo de destacar una torre en conexiĂłn con sus templos de adoraciĂłn? Cada generaciĂłn de constructores ha copiado a la generaciĂłn anterior sin siquiera investigar sobre el origen de esta idea. 

Algunas torres eclesiásticas han costado fortunas

 

al construirse. Los millones de dólares que se han invertido en estas torres hubieran podido ser usados en la propagación del evangelio o en ayudar a los necesitados. Parece obvio que el único motivo de construir tales torres es el de lucirlas. Claro está que la Biblia no nos enseña a construir dichas torres. Nuestro Señor nunca construyó esta clase de estructuras cuando estuvo en la tierra, ni tampoco instruyó a sus discípulos de esta manera cuando re-

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gresĂł con su Padre. Entonces, ¿cĂłmo comenzĂł esta tradiciĂłn de torres arquitectĂłnicas?

Todos estamos familiarizados con la gran torre de Babel y sabemos de cĂłmo Dios se enojĂł en contra de ellos. Hemos tambiĂ©n notado cĂłmo se expandieron otras ideas desde Babilonia, ¿PodrĂ­a ser este el origen de construir una torre en relaciĂłn con los templos religiosos? Durante los primeros dĂ­as de Babilonia, el pueblo dijo: «Vamos, edifiquemos una ciudad y una torre, cuya cĂşspide llegue al cielo» (GĂ©nesis 11:4). Sin duda alguna que la expresiĂłn «que llegue al cielo» fue para indicar gran altura. Esta misma expresiĂłn la encontramos en Deuteronomio l : 28, que menciona grandes ciudades cuyas murallas se levantan «hasta el cielo». De igual forma, la torre de Babel fue planeada para que tuviese gran altura. iPero no debemos suponer que estas construcciones de Babel eran con el fin de elevarse hasta el cielo, donde está el Trono de Dios! iNo! iSu deseo no era estar ante la presencia de Dios! Al contrario, hay suficientes evidencias que indican que la torre estaba relacionada con su religiĂłn, con su culto al sol.

Los historiadores se refieren a Babel como un Zigurat (una torre con pequeñas pirámides que van indicando diferentes historias). De todos los majestuosos monumentos de Babilonia, la grandiosa torre de Ziggurat fue sin duda alguna una de las construcciones más espectaculares de su era, elevándose majestuosamente sobre su gran muralla de miles de torres. Alrededor de la vasta plaza se separaban recámaras para los viajeros y tambiĂ©n para los sacerdotes que vigilaban el Zigurat. Koldewey llamĂł a esta colecciĂłn de estructuras «el Vaticano de BabiIonia».l Aunque Babilonia era conocida por su grandiosa torre del pasado, tambiĂ©n tenĂ­a otras numerosas torres por las cuales tambiĂ©n se la conocĂ­a.

I. Antiguos templos y ciudades.

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Se cree que uno de los significados del nombre de la diosa AstartĂ© (Semiramis), escrito como AshtTart, quiere decir «la mujer que edificaba torres»? La diosa Cibeles (quien tambiĂ©n ha sido identificada como Semiramis), era conocida como la diosa portadora de torres. La primera (dice Ovid) que edificĂł torres e ciudades y por lo cual fue representada con una corona en forma de torre sobre su cabeza, como tambiĂ©n lo fue Diana (vĂ©ase la ilustraciĂłn de Diana en el capĂ­tulo Dos). En el simbolismo de la  Iglesia CatĂłlica, ila torre es un emblema de la Virgen MarĂ­a! 3 Encontramos entonces una conexiĂłn definitiva dentro de la adoraciĂłn a la diosa-madre y las torres de la religiĂłn babilĂłnica.

Algunas de las antiguas torres fueron construidas por motivos militares —torres de guardia—, ipero la mayorĂ­a de las torres construidas en el Im perio babilĂłnico fueron exclusivamente religiosas y asociadas con el culto al sol y unidas al templo! En aquellos dĂ­as, un extranjero que entraba a la ciu dad de Babilonia no tenĂ­a dificultad alguna en loca lizar el templo, pues segĂşn se dice, encima de las casas de techos planos «...podĂ­a verse la torre con claridad». Cada poblaciĂłn del Imperio babilĂłnico tenĂ­a su templo y Ă©ste su torre.l Ya hemos visto cĂłmo un cierto nĂşmero de ideas se originaron en Babilonia y luego se propagaron por las naciones, ipor lo cual no es difĂ­cil darnos cuenta que Babilonia fue tambiĂ©n la cuna de las torres religiosas! Es aĂşn más  probable cuando consideramos que fue durante la  edificaciĂłn de la gran torre de Babel que comenzĂł la divulgaciĂłn a travĂ©s de la emigraciĂłn de los hombres, sobre la faz de la tierra, que llevaron consigo la idea de la torre. Y a pesar de que al paso de los años

 

2. Dos Babilonias, P. 307.

3. Diccionario de sĂ­mbolos, p. 326.

 1. La grandeza de Babilonia, p. 335.

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estas torres religiosas se han desarrollado de diferentes formas y en distintos paĂ­ses, flas torres continĂşan de una o de otra manera! Notemos cĂłmo son usadas las torres por las diferentes religiones del mundo:

Las torres han sido parte de las religiones de los chinos por mucho

tiempo. La ilustraciĂłn acompañante indica una de ' las muchas «pagodas» (el derivado de este nombre es «diosa»). En cuanto a las torres usadas por la religiĂłn hindĂş, leemos: desplazadas sobre grandes templos, hay grandiosas pagodas o torres... elevándose altamente sobre los alrededores, en todo sitio podĂ­an ser vistas por el pueblo y de tal manera, su devociĂłn a su culto idĂłlatra

aumentaba... Un gran nĂşmero de estas pagodas tienen cientos de pies de altura y están cubiertas de esculturas que representan escenas de la vida de los dioses del templo o de eminentes santos».l

llb

1. Historia de los cultos del mundo, p. 269.

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Entre los musulmanes, también, aunque en forma un poco diferente, se pueden ver las torres religiosas.

La ilustraciĂłn indica numerosas torres llamadas  minaretes en La Meca. Torres de este estilo fueron  tambiĂ©n usadas en la famosa iglesia de Santa SofĂ­a,  en Constantinopla.

El uso de las torres tambiĂ©n se llevĂł a cabo en el cristianismo catĂłlico y protestante. La torre de la gran catedral de Colonia se eleva 515 pies sobre el nivel de la calle, mientras que la catedral protestante de Ulm, tambiĂ©n en Alemania, mide cerca de 528 pies de altura. No solamente en grandiosas catedrales, sino aun en pequeñas capillas, está incluida en su diseño una torre de cualquier clase. Y la Ăşnica razĂłn por la que se hace esto es simplemente por tradicion, una tradiciĂłn nunca investigada. 

En la cima de estas torres religiosas, una cĂşspide frecuentemente apunta al cielo. En realidad el ápice o capitel nos es tan familiar y se usa tan generalmente, que su origen nunca nos preocupa, es, simplemente, una forma modificada del obelisco del cual hablamos en la primera parte este capĂ­tulo.  Cuantiosos escritores mencionan cĂłmo el ápice o capitel originalmente no fue más que otra forma de  obelisco, un sĂ­mbolo del falo.2 Actualmente, existen especĂ­menes fantásticos de sĂ­mbolos que fueron ori ginalmente fálicos: cĂşspides en las iglesias y obeliscos. . . , todos mostrando la influencia de antepasados idĂłlatras.l 

Al final de la cĂşspide o capitel de las iglesias es tá situada, invariablemente, una cruz. Las costosas  catedrales y edificios de los que hemos hablado en 

 

 

 2. Isis descubierta, p. 5. SĂ­mbolos antiguos paganos y  cristianos modernos, p.• 14. 

1. Costumbres de la Humanidad, p. 55. 

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¿ES LA CRUZ UN SIMBOLO CRISTIANO?

La cruz es reconocida como uno de los símbolos más importantes de la Iglesia Católica Romana. Se luce sobre las cúspides de torres y techos de iglesias. Puede verse en sus altares, muebles y vestidos eclesiásticos. La estructura de la mayoría de las iglesias católicas está diseñada en forma de cruz. Todo hogar, hospital o escuela católicos, tienen la cruz como adorno en sus paredes. En todas partes, la cruz es honrada notablemente y se adora en cientos de formas.

De igual manera el signo de la cruz es usado frecuentemente en los ritos catĂłlicos. Cuando un infante es bautizado, el sacerdote hace la señal de la cruz sobre su frente, y dice: «Recibe el sello de la cruz sobre tu frente». Durante la confirmaciĂłn, el

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dato es sellado con la cruz. En el dĂ­a del MiĂ©rcoles de Ceniza, las cenizas son usadas para hacer un signo de la cruz sobre la frente de los peregrinos. Al entrar al edificio eclesiástico, ungen sus dedos pulgares de la mano derecha en «agua bendita» y hacen la señal de la cruz sobre la frente, el pecho y ambos hombros, de tal manera que imitan la imagen de la cruz. El mismo signo se hace antes de las comidas. Durante la misa, el sacerdote hace la señal de la cruz 16 veces y bendice el altar con la misma señal 30 veces. Las iglesias protestantes, en su mayorĂ­a, no creen en hacer la señal de la cruz con los dedos. Tampoco se arrodillan ante ella o la hacen objeto de adoraciĂłn. Han llegado a reconocer que tales cosas son supersticiones y no tienen fundamento bĂ­blico. Pero han usado la cruz en sus torres y techos de sus iglesias, en pĂşlpitos y en otras muchas formas. De manera que de una forma u otra, el cristianismo —tanto catĂłlico como protestante— res. petan la cruz como emblema del cristianismo. El hecho de que nuestros templos estĂ©n adornados con ella es en sĂ­ mismo un sĂ­mbolo cristiano. Pero preguntamos: ¿Es la cruz en la cual perdiĂł su vida nuesa tro Salvador, algo digno de adoraciĂłn? ¿Debemos lucir el instrumento de muerte de nuestro Señor y enorgullecernos de Ă©l? ¿Enseña la Escritura acaso que debemos poner siempre la cruz en nuestros edificios o llevarla en nuestro cuello?

Personalmente, nunca he rechazado el uso de la cruz en las iglesias o en su mobiliario. Como otros, he razonado que es un sĂ­mbolo cristiano. iPero un estudio de evidencias histĂłricas revela claramente que la cruz es un sĂ­mbolo de origen pagano! Los cristianos primitivos no consideraban la cruz como un sĂ­mbolo de honor o de virtud, sino como un «Ăˇrbol maldito», un instrumento de «vergĂĽenza» y de muerte (Heb. 12:2). No tenĂ­an su confianza en la

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cruz. Al contrario, su fe estaba puesta en lo que  «se realizĂł» en la cruz; iY a travĂ©s de esta fe conocĂ­an de su pleno y completo perdĂłn de pecados!

Fue en este sentido que los apĂłstoles predicaron acerca de la cruz y se regocijaban en ello (l.a Cor. 1:

17-18). Referencias bíblicas como la citada, nunca mencionan a un pedazo de madera o de plata que pudiéramos portar en nuestro cuello o en la mano. El mensaje de los apóstoles fue sobre Aquel que fue colgado y murió en la cruz. Cuando hablaban de la cruz se referían al sufrimiento en el Calvario, al sacrificio supremo que allí se realizó. Pero la Iglesia primitiva nunca consideró el portar una cruz como protector u objeto de buena suerte o como objeto de adoración. iNo! Este uso de la cruz vino mucho más

tarde. 

No fue sino hasta que el cristianismo comenzĂł a mezclarse con el paganismo, que la cruz comenzĂł a reconocerse como un sĂ­mbolo cristiano. Fue en el año 431 d. de C. que se introdujo el uso de cruces en iglesias y recámaras; mientras que el uso de las cruces en las cĂşpulas no llegĂł sino hasta el año 586 d. de C.I En el siglo XI la imagen del crucifijo fue  introducida y su culto fue aceptado por la Iglesia de Roma.2 No fue sino hasta el segundo Concilio de Efeso que se ordenĂł la posesiĂłn de crucifijos en los hogares.3 El uso de la cruz, por lo tanto, no fue una  doctrina de la Iglesia Primitiva. No fue parte de «la  fe que fue una vez dada a los santos». ¿Entonces, de  dĂłnde proviene? 

En las siguientes páginas deseamos dar pruebas  histĂłricas de que la cruz fue un objeto de adoraciĂłn siglos antes de la Era Cristiana. Hemos de ver que  la cruz es señal babilĂłnica y que su introducciĂłn en

 

1. Libro de datos Harper.

2. Fausset, p. 145.  

3. La cruz en el arte y la tradiciĂłn histĂłrica, p. 157.

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la Iglesia profesante fue un intento más de mezclar el paganismo con la cristiandad.

Siglos antes de la Era Cristiana, la cruz ya era venerada como un sĂ­mbolo religioso por el pueblo de Babilonia. Esto se prueba en sus más antiguos  manuscritos.4 Los historiadores dicen que es un sĂ­mbolo asociado con Tammuz.5 ¿Pero quĂ© significado tenĂ­a el sĂ­mbolo de la cruz en Babilonia, y cĂłmo fue asociado con el nombre del falso «salvador» Tammuz?

El sĂ­mbolo de la cruz —en su forma original— proviene de la primera letra del nombre Tammuz, la «T». «El mismo signo de la cruz que venera la Iglesia de Roma hoy en dĂ­a, fue usado en los Misterios de Babilonia —dice Hislop—. Aquello que es ahora conocido como la cruz cristiana, no fue originalmente un sĂ­mbolo cristiano, sino el sĂ­mbolo mĂ­stico Tau de los caldeos y egipcios —la forma original de la T—, la inicial de Tammuz, la cual fue usada en una gran variedad de formas como un sĂ­mbolo sagrado, como un amuleto sobre el corazĂłn; era marcada en

 

las vestimentas oficiales de la Roma de hoy.»l

Desde Babilonia, el sĂ­mbolo de la cruz se propagĂł a Egipto, donde monumentos preservados hasta

4. Doane, p. 342.

5. Lo grande que fue Babilonia, p. 496, 498.

I. Dos Babilonias, p. 197.

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nuestros dĂ­as, dan abundantes evidencias de su uso allĂ­. En cualquier libro sobre Egipto que muestre los  antiguos monumentos y las paredes de los templos,  se pueden ver los reyes y los dioses de esos tiempos portando cruces en sus manos. La ilustraciĂłn adjunta muestra iCĂłmo algunos de los dioses de Egipto en su forma misteriosa —parte humana y parte animal— portan cada uno una cruz!

 

La siguiente ilustraciĂłn es tomada de un edificio  de Amenophis IV en Tebas (Egipto). A la derecha, el

rey está orando. Notemos el cĂ­rculo solar con una forma de misterio del dios solar debajo de Ă©ste. Dice un conocido historiador, refiriĂ©ndose a Egipto: «AquĂ­ hallamos, en su forma intacta a travĂ©s de miles de años y por medio de los jeroglĂ­ficos más sagrados, a la cruz en diversas formas, pero en especial la

conocida como "la cruz de Egipto" o cruz de Tau, en su forma de T, frecuentemente con un cĂ­rculo o redondel sobre ella. Aunque este sĂ­mbolo mĂ­stico no era peculiar en esta naciĂłn, sĂ­ era un objeto de reverencia en Caldea, Fenicia, MĂ©xico y todas las otras naciones antiguas de ambos hemisferios».l

Al propagarse por las naciones, el culto crucifista tomĂł otras formas, y fue usado de diversas ma neras. Dentro de China, «la cruz es reconocida como

 

I. La cruz en tradiciĂłn, arte e Historia, p. 2, 3.  

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uno de los objetos más antiguos; es representada en sus   pintada sobre las lámparas usadas para iluminar los más sagrados sitios de sus templos»?

La cruz ha sido un sĂ­mbolo sagrado en la India por espacio de muchos siglos entre la gente no cristiana. Al norte de esta naciĂłn la cruz es usada para marcar los jarrones de agua sagrada que se extraen de los rĂ­os Indus y Ganges. En el sur, la cruz se usa como un emblema de los santos sin cuerpo de Jaina. En el oriente «veneraban el sĂ­mbolo del crucifijo siglos antes de que el Señor se hiciera presente en la tierra».3 En la parte central de esta naciĂłn han sido descubiertas dos rudimentarias cruces de pie dra que datan de siglos antes de la Era Cristiana. Una de estas cruces mide más de 10 pies de altura y la otra más de 8 pies.4 Entre los hindĂşes la cruz era considerada como sagrada para su dios Agni.5  Los budistas y otras numerosas sectas de la India marcaban a sus seguidores con la señal de la cruz sobre sus cabezas.

En el continente africano, «en Susa (Abisinia), los indĂ­genas sumergen cruces en el rĂ­o Gitche. Las mujeres de Kabyle, aunque son musulmanas, se hacen tatuajes en forma de cruz entre los ojos. En Wanyamwizi, o Tierra de la Luna, los habitantes decoran sus paredes con cruces. Los yaricks, que establecieron una lĂ­nea de reinos desde el NĂ­ger hasta el Nilo, llevaban pintada en sus escudos la señal de la cruz».l 

Notamos, por lo expuesto, ique la cruz se usaba  entre numerosas tribus paganas de Africa que no tenĂ­an conocimiento alguno de Cristo!  

 

2. Ibid., p. 13. 3. Ibid., p. 10.

4. Ibid„ p. 12.

5. Cristiandad monumental, p. 14.

1.  La cruz en tradiciĂłn e Historia, p. 9.

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Cuando desembarcaron en MĂ©xico los españoles,  «no podĂ­an ocultar su sorpresa —dice Prescott— al ver la cruz, el sĂ­mbolo sagrado de su propia fe [catĂłlica] erigida como objeto de adoraciĂłn en los templos de Anahuac. Los españoles no comprendĂ­an que la cruz era un sĂ­mbolo de adoraciĂłn de gran antigĂĽedad y era usado por muchas naciones paganas en las cuales la luz de la cristiandad no habĂ­a brillado».

En Palenque (MĂ©xico), siglo IX a. de C., hay un templo pagano denominado como «el templo de la cruz». En el pedestal del altar hay una cruz inscrita, exactamente en el centro, la cual mide seis pies y medio por once pies! 2 La ilustraciĂłn siguiente indica esta cruz, la cual ifue adorada siglos antes de que alguien en MĂ©xico hubiese oĂ­do de Cristo!

  En los tiempos pasados,  los mexicanos adoraban la cruz como Tota (Padre de nosotros). Esta costumbre de dirigirse a un madero bajo el tĂ­tulo de «pa dre», tambiĂ©n es mencionada en la Biblia. Cuando  el pueblo de Dios, en el Antiguo Testamento, mezclĂł  la idolatrĂ­a con su religiĂłn, adoraban dioses paga.  nos y decĂ­an al leño: «Mi padre eres tĂş» (Jer. 2:27).  Pero es contrario a la Palabra de Dios el llamar a un madero (o a un sacerdote) con el tĂ­tulo de «padre».

En años pasados en Italia, antes de que la gente

 

conociera las artes de la civilizaciĂłn, creĂ­an en la

 

2. Enciclopedia de religiones, Vol. 3, p. 70. 

80

cruz como un sĂ­mbolo religioso. Aun en aquellos dĂ­as la consideraban como una protecciĂłn Ăż la ponĂ­an so bre sus tumbas.l A travĂ©s de los siglos fue usada  como un sĂ­mbolo religioso hasta los dĂ­as del pagano Imperio romano. En el año 46 a. de C., monedas romanas muestran a JĂşpiter portando un largo cetro  que terminaba en una cruz.2 Este era su sĂ­mbolo.3  Las vĂ­rgenes vestales de la Roma pagana portaban una cruz colgando de sus collares, al igual que lo utilizan actualmente las monjas de la Iglesia CatĂłlica Romana.4

Los griegos lucĂ­an cruces en la banda que ponĂ­an en su cabeza, con su dios Tammuz, de Babilonia (v. ilustraciĂłn). En los misterios de Ulises se imprimĂ­a una cruz en el pecho de los iniciados.5 Porcilli menciona cĂłmo Isis era representada con una cruz en la frente.

El templo de Serapis, en AlejandrĂ­a, tenĂ­a una cruz sobremontada. Cuando fue desenterrado el templo de la Esfinge se encontrĂł que tenĂ­a forma de cru-

cifijo. Los persas portaban escudos en forma de cruz durante sus batallas contra Alejandro Magno (año 335 a. de C.).6

La cruz era usada como un sĂ­mbolo religioso por

los aborígenes de Sudamérica en tiempos pasados.7 A los recién nacidos los ponían bajo su protección en contra de espíritus malignos. Los habitantes de

 

1. La cruz en tradiciĂłn, arte e Historia, p. 22.

2.   Ibid., p. 26.  

3. Enciclopedia de religiones, Vol. 1, p. 495. 

4. Dos Babilonias, p. 198.

5. Mitos bĂ­blicos, p. 343.

6. Ibid., p. 346.

7. Curiosidades de costumbres populares, p. 297.

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la Patagonia se tatuaban sus frentes con cruces.3 En El Perú se han hallado utensilios antiguos que están marcados con una cruz como símbolo religioso.l

Los reyes de Asiria, segĂşn demuestran docu mentos antiguos, porta ban una cruz colgante en sus collares,2 al igual que algunos extranjeros que luchaban contra los egipcios. Estos guerreros llevaban puesta una pequeña cruz colgada de  su cuello o de sus collares, La cruz tambiĂ©n era pintada sobre las vestimentas de los rot-n-no desde el siglo xv a. de C. (vĂ©ase ilustraciĂłn).

Se podrĂ­a decir mucho más acerca de los distin tos usos de la cruz como sĂ­mbolo u objeto religioso de adoraciĂłn dentro de los pueblos que nos prece  dieron. Creemos haber dicho lo suficiente para esta blecer el punto de que la cruz era usada mucho antes de la Era Cristiana. Hay muy pocas tribus, para  acabar, en las que no haya sido encontrado el uso de la cruz.4 En cualquier forma, a travĂ©s de los años, la cruz ha existido y ha tenido un significado e influencia vitales.5 

Como instrumento de muerte, el uso de la cruz es igualmente antiguo y pagano. «La cruz fue usada en tiempos pasados como medio de castigo por crĂ­menes notorios en Egipto, Asiria, Persia, Palestina, Cartagena, Grecia y Roma. iLa tradiciĂłn atribuye la

 

8. Enciclopedia de religiones, Vol. 1, p. 495.

1. Ibid., p. 386.

2. Ibid., p. 494.

3. Wilkinson, vol. 1, p. 376.

4. Las dos Babilonias, p. 199.

5. LA cruz, gu historia y simbolismo, p. 16 

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invenciĂłn de este medio de castigo a una mujer, la reina Semiramis! »6

Pero ya que Cristo muriĂł en la cruz, dirá alguien, ¿no la convierte este hecho en un sĂ­mbolo cristiano? iNo! El hecho de que JesĂşs haya muerto crucificado

indica que su uso como medio de castigo y muerte

ya estaba establecido dentro del paganismo. No era un sĂ­mbolo cristiano cuando JesĂşs fue colgado de ella, iY nunca ha sucedido nada que la convierta en una sĂ­mbolo cristiano hoy en dĂ­a! Como alguien preguntĂł: Supongamos que JesĂşs hubiese muerto por el disparo de una escopeta. ¿SerĂ­a este un motivo para que tal objeto se convirtiera en un sĂ­mbolo cristiano? iNo! 'INO se trata de cĂłmo muriĂł nuestro Señor, sino de lo que «su muerte cumpliĂł»! iEso es lo importante!

Al propagarse el sĂ­mbolo del crucifijo por las antiguas naciones (como lo hemos visto), Ă©ste tomĂł diferentes formas en los distintos paĂ­ses hasta que se multiplicaron las formas de la cruz pagana. El cato. licismo, adoptando la idea paga-

na del culto a la cr u z , también aceptó varias for- Latina Teu (Egtpcla) Calvarlo Céltlce mas de la cruz. De modo que has ta nuestros días, la Iglesia

Católica no ado- Aspas S. Andrés Griega Malte ra solamente un tipo de cruz, sino numerosas formas, algunas de las cuales pueden verse en la ilustración adjunta.

Y nos preguntamos, si el uso de la cruz en el

6. La cruz en la tradiCiĂ°n, arte e Historia, p. 64.

 

83 catolicismo se originĂł con la cruz de Cristo, ¿entonces por la quĂ© cruz? son Evidentemente, usadas tantas y la tan cruz variadas en la cualfor-

mas de 

Cristo fue colgado, solamente fue una. Si el culto a

la cruz se originĂł con la cruz de Cristo, ¿no le parece que solamente una forma de cruz debiera ser 

 

usada ?

 El caso es que el culto a la cruz no se originĂł con Cristo y toda la variedad de formas de la cruz fueron sĂ­mbolos paganos desde antes de la Era Cristiana. Dice un conocido escritor: «De las muchas variedades de cruces que siguen vigentes como emblemas nacionales y eclesiásticos, se distinguen por las 

afiliaciones familiares la de san Jorge, san AndrĂ©s, la Maltesa, la Griega, la Latina, etc. No hay una de entre todas las cruces existentes que no pueda ser relacionada con la más 'remota antiguedad'».l 

 Notemos varios ejemplos de cĂłmo estas diferentes cruces fueron en realidad sĂ­mbolos sagrados, mu. cho antes de la Era Cristiana. 

La forma de la cruz, conocida como Tau, fue usada de manera sobresaliente en Egipto (como ya lo hemos visto). La conocida como la cruz Griega, puede tambiĂ©n verse en monumentos egipcios, Esta clase de cruz fue usada en Frigia, donde adornaba la   tumba de Midas (718 a. de C.).l En las ruinas de NĂ­nive se puede ver a un rey portando una cruz  Maltesa en su pecho. La forma conocida hoy en dĂ­a como la cruz Latina fue usada por los etruscos- Su uso en una antigua tumba pagana con ángeles de alas a los lados, es mostrado en la ilustraciĂłn adjunta.

 

I, El Pentateuco examinado, Vol. 6, p. 113.

I. Doane, p. 344; La cruz en tradiciĂłn, p. 21.

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chos paganos fueron aceptados en las iglesias sin regeneración de la fe y se les permitió retener sus símbolos y señales paganas. De ahí que el Tau o T en su forma más común, es decir, con el travesaño algo abajado de su cúspide, fue adoptado para representar la cruz de Cristo (pág. 256).

En cuanto a la forma exacta del patĂ­bulo en la cual Cristo fue colgado, no debemos preocuparnos,  pues no es la forma de la cruz lo que es importante. Es AquĂ©l que fue clavado en ella lo importante, y 

7

  saber que allĂ­ realizĂł El nuestra redenciĂłn de un Un hecho sobresaliente que originĂł la adoraciĂłn modo completo.de la imagen de la cruz, estableciĂ©ndola firmemente en la Iglesia apĂłstata, fue la famosa «visiĂłn de la cruz» y la «conversiĂłn» del emperador romano Constantino.

El dĂ­a anterior a la batalla del Puente Milviano,  Constantino orĂł a su dios-solar y se nos dice que   apareciĂł una cruz sobre el sol al poniente con la  inscripciĂłn In hoc signo vinces, que significa «Con este signo vencerás». Al dĂ­a siguiente, Constantino  saliĂł a la batalla tras un estandarte de la cruz, Vena ciĂł en tal batalla y profesĂł convertirse. Naturalmente, tan «aparente» victoria para la cristiandad —la conversiĂłn del emperador como resultado de la vi. SiĂłn de la cruz— aumentĂł de gran manera el uso  de Ă©sta en la Iglesia Romana. 

¿Pero debemos suponer que el Señor JesĂşs dio tal visiĂłn al emperador Constantino? En realidad, hay poca razĂłn para considerar esta visiĂłn como autĂ©ntica, especialmente debido a la falta de funda. mento histĂłrico. Eusebio es la Ăşnica autoridad de

 

quien se han podido recibir datos de este evento por los historiadores; sin embargo, el mismo Euse bio admitiĂł ser propenso a crear y fue acusado de   «falsificar eventos histĂłricos».   

Si realmente Constantino una vez tuvo esta vi-    SiĂłn, puedo asegurarles que no fue de Dios. La idea 

8687

CONSTANTINO Y LA CRUZ

  

de que nuestro Señor ordenara a un emperador pagano hacer un emblema en forma de cruz con el objeto de vencer bajo ese signo, no corresponde a las enseñanzas generales de la Biblia ni al espíritu del cristianismo. El Imperio romano (del cual Constantino era el líder) había sido llamado Bestia en las Escrituras. Daniel vio cuatro grandes bestias que representaban cuatro imperios importantes: BabiIonia (león), Medo-Persia (oso), Grecia (leopardo) y Roma, una más espantosa que todas.

Babilonia Medo•Peraa Grecle Roma

Esta cuarta bestia, el Imperio romano, era tan

horrible a los ojos de Dios, que no tenĂ­a comparaciĂłn con ninguna bestia terrenal (Daniel 7:1-8). Al considerar la maldad de esta bestia romana ante los 

ojos de Dios, ¿debemos suponer que el Señor JesĂşs  se hizo lĂ­der de este sistema bestial? ¿DarĂ­a JesĂşs   una visiĂłn a un emperador corrupto y lo enviarĂ­a   a pelear como su representante? ¿Dijo JesĂşs alguna  vez a sus discĂ­pulos que fueran a matar a otras gen tes bajo un emblema de la cruz y en su nombre? iClaro que no! El fundamento del cristianismo se

opone a las injusticias de la guerra, al odio y al ase sinato. ¿Por quĂ© hemos de suponer entonces que Cristo enviĂł a Constantino a conquistar en su nom bre y señal para edificar el sistema apĂłstata de Ro ma? Es obvio que tal visiĂłn no vino de nuestro Señor Jesucristo.  

Pero si la visiĂłn no fue de Dios, ¿por quĂ© entonces se convirtiĂł Constantino? El hecho es que la conversiĂłn de Constantino no fue más que un

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truco. Aunque este hombre tuvo mucho que ver en el establecimiento de ciertas doctrinas y costumbres dentro de la Iglesia como organizaciĂłn, los he chos revelan claramente que no se convirtiĂł realmente en el sentido bĂ­blico. Los historiadores ad miten que la conversiĂłn de Constantino fue de conveniencia.l La más clara indicaciĂłn de que su con versiĂłn no fue genuina, puede notarse en el hecho de que despuĂ©s de la supuesta conversiĂłn, cometiĂł varios asesinatos, iincluso el de su esposa e hijo! De acuerdo con las Escrituras, «ningĂşn homicida tiene vida eterna» (l.a Juan 3:15).

 

El primer matrimonio de Constantino fue con Minervina, de quien engendrĂł un hijo llamado Crispus. Su segunda esposa se llamĂł Fausta, quien le  dio tres hijas y tres hijos. Crispus, su primer hijo,

 

se hizo un gran guerrero y ayudante de su padre en las batallas, Pero en el año 326 —poco despuĂ©s de  dirigir el Concilio de Nicea—, Constantino hizo matar a su hijo. Dice la historia que Crispus enamorĂł a Fausta, mujer de su padre. Al menos esto fue lo  que la mujer declarĂł, ipero esto pudo ser un ardid para deshacerse de Crispus y dar acceso al trono a los hijos del segundo matrimonio! Pero Helena, ma-

dre de Constantino, lo convenció de que fue Fausta quien se entregó a Crispus, y el emperador ordenó que ejecutaran también a su segunda esposa.2

Pero no fueron Ă©stos los Ăşnicos homicidios que  cometiĂł el emperador. Casi al mismo tiempo que  decretaba la muerte de su hijo, Constantino mandĂł

matar a Licinianus, su sobrino, y a Liciano, el esposo de su hermana, ia pesar de que habĂ­a prometido a Ă©sta que le perdonarĂ­a la vida! 3 

 

I. El hombre y sus dioses, p. 220.

2. Historia de la CivilizaciĂłn - CĂ©sar y Cristo, p. 663.3.

3. Ibid., p. 663; Italia medieval, p. 4,  

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Incluso despuĂ©s de la supuesta conversiĂłn de Constantino, Ă©ste siguiĂł reteniendo el tĂ­tulo de máximo pontĂ­fice del estado religioso pagano.l Como pontĂ­fice tenĂ­a que dirigir las ceremonias del culto tradicional. De igual manera, cuando dedicĂł Constantinopla, usĂł ritos paganos y cristianos. Una muestra de cĂłmo Constantino tratĂł de mezclar el paganismo y el cristianismo, se puede ver en las monedas que se hicieron durante su perĂ­odo. En ellas puso una cruz (para complacer a los cristianos profe  santes) mientras que en el reverso puso representaciones de Marte o Apolo. Por un lado profesaba ser cristiano y por el otro continuaba creyendo en las fĂłrmulas mágicas paganas para proteger los sembrados y sanar las enfermedades?

Constantino hizo muchos favores a la cristiandad: 

 

abolió la muerte por crucifixión, mostró interés y ayudó al clero de la Iglesia Romana, terminó con las crueles persecuciones de los cristianos. Enton-

 

ces, si en verdad no fue cristiano, ¿por quĂ© hizo estas cosas? La respuesta a esta pregunta la encon tramos claramente en la historia.

Las persecuciones no habĂ­an podido eliminar la fc cristiana. Constantino sabĂ­a esto. Al ver que su  posiciĂłn estaba siendo puesta en peligro debido a un emperador rival y por su extrema necesidad de recibir ayuda de todos los grupos existentes, se volviĂł hacia los cristianos. En vez de que el Imperio estuviera «dividido» constantemente —los paganos oponiĂ©ndose a los cristianos—, ¿por quĂ© no planear en tomar ciertas medidas necesarias para mezclar el paganismo y el cristianismo y de una vez unir el  poder del Imperio? Fue esto lo que Constantino razonĂł. Para esta Ă©poca, la mayorĂ­a de los lĂ­deres ecle-

 

1. El desarrollo de la Iglesia cristiana.

2. Historia de la CivilizaciĂłn, p, 656.  

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siásticos pensaban en términos de números y popularidad, en lugar de preocuparse por la verdad y la espiritualidad del pueblo cristiano, así que estaban bastante bien dispuestos a dar acceso al paganismo. Esto fue exactamente lo que sucedió en Roma.

Al adoptar la cruz como emblema de su ejĂ©rcito, Constantino pensĂł que podĂ­a fomentar la unidad de sus tropas. Los cristianos apĂłstatas pensaban que peleaban por la cruz de Cristo; los paganos no podĂ­an hacer reclamaciones porque la cruz era tambiĂ©n uno de sus emblemas sagrados. El conocido historiador Durant dice: «En los ejĂ©rcitos de Constantino, la cruz no podĂ­a ofender a los adoradores de Mitra [los paganos], pues por mucho tiempo habĂ­an batallado bajo el estandarte mitraico de la cruz de IUZ».I Y asĂ­ los llamados cristianos y mitraĂ­stas

paganos del ejército de Constantino fueron unidos y lucharon con éxito en las batallas.

Otro hecho que contribuyĂł al culto de la cruz en la Iglesia de Roma, se centrĂł alrededor de Helena, la madre de Constantino. En el año 326, cuando tenĂ­a cerca de 80 años de edad —de acuerdo a la leyenda—, hizo una peregrinaciĂłn a JerusalĂ©n y allĂ­, con la ayuda de un judĂ­o que conocĂ­a de sus gustos supersticiosos, hallĂł tres cruces. La cruz original fue identificada —asĂ­ se espera que lo creamos—, porque se dice que hizo milagros a las indicaciones de Macario, obispo de JerusalĂ©n. Las otras dos cruces no produjeron milagros. De tal manera que Helena —siempre segĂşn la tradiciĂłn histĂłrica— hallĂł ila verdadera cruz donde muriĂł JesĂşs! Pero esta cruz «verdadera», sin duda alguna era falsa, pues de acuer• do con las leyes judĂ­as, era necesario quemar las cruces despuĂ©s de la crucifixiĂłn.l

1. Ibid., p. 655.

I. Fausset, p. 145.

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Parece ser cierto históricamente que Helena visitó Jerusalén, pero la historia del descubrimiento de la cruz, fue, evidentemente, añadida más tarde, dado que no se dio a conocer sino hasta el año 440 d. de C., ies decir, 114 años más tarde! 2

Supongamos que, efectivamente, alguien encontrase la cruz en la cual muriĂł JesĂşs. ¿HabrĂ­a virtud alguna en el trozo de madera? iNo, en absoluto! La cruz del Calvario hizo su funciĂłn tal como la serpiente de bronce hizo la suya cuando los hijos de Israel eran mordidos por las serpientes. Recordemos que MoisĂ©s tenĂ­a una serpiente de bronce, la cual levantĂł de un extremo. Esto fue un prototipo de cĂłmo Cristo deberĂ­a ser levantado (Juan 3:15). Sin embargo, despuĂ©s que la serpiente hubo hecho su funciĂłn, los israelitas la conservaron y finalmente la adoraron (2.0 Reyes 18:4). iHicieron de ella una reliquia e intentaron copiar el uso pagano y mezclarlo en su religiĂłn! EzechĂ­as «hizo lo recto ante los ojos de Jehová» al hacer pedazos la serpiente de bronce. De igual manera, si tuviĂ©ramos la cruz original —si aĂşn existiese—, no habrĂ­a razĂłn alguna para elevarla como objeto de adoraciĂłn. ¿Por quĂ©? Porque ya cumpliĂł su funciĂłn. Si no hubo entonces poder en la «verdadera» cruz, icuánto menos poder hay en un trozo de madera en forma de cruz! En vista de esto, es obvio que el uso de la cruz de cualquier forma o figura, como objeto de adoraciĂłn, les una burla al culto verdadero el cual es culto al propio Cristo!

Pero cada siglo trajo más supersticiĂłn a la Iglesia Romana en cuanto a la cruz. Esta vino a ser reconocida como protectora. ¿Acaso no habĂ­a ayudado a Constantino a triunfar en la batalla del Puente Milviano? ¿No habĂ­a hecho milagros la cruz para Hele2. Enciclopedia de las religiones, Vol. 1, p. 494.

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na? Por estas razones llegĂł a ser reconocida como una imagen que espantaba los esspfritus malignos. Se portaba como un amuleto. Se comenzĂł a poner en las torres de las iglesias para ahuyentar a los relámpagos. Pero debido a la altura de la cruz sobre las torres, iesto constituĂ­a precisamente la causa principal por la que caĂ­an más relámpagos sobre los edificios! El uso de la cruz en los hogares se hace para ahuyentar problemas domĂ©sticos y enfermedades. Al igual que los egipcios habĂ­an levantado sus obeliscos, no sĂłlo como un sĂ­mbolo de su dios, sino en algunos casos se creĂ­a que la imagen era poseedora de fuerzas sobrenaturales; el pueblo comenzĂł ? venerar la cruz. Miles de trozos de madera —supuestamente pedazos de la «cruz original»— se vendieron como protectores y amuletos. El relato de cĂłmo Ă©sta y otras reliquias se elevaron a un sitio de popularidad, es dado en el siguiente capĂ­tulo.

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8

RELIQUIAS DEL ROMANISMO

La grandiosa supersticiĂłn que ha acompañado al  uso de reliquias, revela la decepciĂłn e inconsisten cia con las cuales el romanismo ha estado plagado durante siglos. Algunas de estas reliquias —como  hemos de ver— son obviamente falsas. Parece difĂ­cil comprender que en esta Ă©poca de gran conocimiento, todavĂ­a hay gente que cree en ellas. Dentro de las reliquias más comunes de la Iglesia CatĂłlica,  están los supuestos pedazos de la «verdadera cruz». Pero evidentemente todas estas piezas no pueden ser parte de la cruz original, pues hay tantas derramadas por toda Europa, que podrĂ­an formar un bos que. iLa Ăşnica explicaciĂłn que se puede dar a tan obvia falsedad es que las piezas se multiplicaron sobrenaturalmente, como lo hicieron los peces y los panes que fueron bendecidos por Cristo! iPero nadie lo pretende!

Otras reliquias que han recibido aprobación papal a través de los siglos son las siguientes: los clavos de la cruz, la esponja que fue puesta en la boca de Cristo, el manto escarlata que se puso sobre sus hombros por los soldados burlones, la corona de espinas, la copa de la última cena, muestras del cabe110 de la virgen María (algunos trigueños, otros rubios, otros rojos e incluso otros negros), faldas de María, su anillo matrimonial, sus zapatos, ropas del

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bebé Jesús, las herramientas de carpintería de José, una de las treinta piezas de plata, la bolsa vacía de Judas, el lavamanos de Pilato, huesos del asno en que el Señor hizo su entrada en Jerusalén!

El «Tabernáculo de MarĂ­a Magdalena», del que se dice que contiene la toalla que usĂł JesĂşs para secar los pies de los discĂ­pulos, la manta que cubriĂł su rostro en la tumba, el velo de MarĂ­a, algunas de sus prendas, iY una botella de la leche de MarĂ­a, la madre de JesĂşs! 1 Se supone que la leche de MarĂ­a está tambiĂ©n coloreando como adorno las paredes del sitio denominado VĂ­a Láctea de BelĂ©n, iY piezas de roca se venden como reliquias y amuletos!

Aunque no se sabe nada de la madre de MarĂ­a, ni siquiera su nombre —como lo admiten los eruditos catĂłlicos—, hace cientos de años se le dio el nombre de santa Ana iAl poco tiempo, muchas iglesias de toda Europa afirmaban tener su cuerpo como reliquia sagrada! Uno de los cuerpos se suponĂ­a que estaba en Apte (Francia) y otro en LeĂłn (España). Además, se decĂ­a que su cabeza estaba en Treir, iY tambiĂ©n en TurĂ­n! 2

Por el año 750 llegaban a Roma constantemente innumerables vagones cargados de gran nĂşmero de esqueletos y cráneos. Estos eran separados, marcados y vendidos por los papas.3 Esta venta de cadáveres y huesos se convirtiĂł en un gran negocio. Todo novio viajero que pasaba por Roma estaba ansioso por obtener reliquias. Por las noches se saqueaban las sepulturas y a tal extremo se llegĂł, ique hombres armados hubieron de proteger las tumbas de las iglesias! «Roma —dice Gregorio— parecĂ­a un cementerio desmoronado en el cual las hienas aullaban y

I. El otro lado de Roma, p. 53.

2. Ibid.

3. Italia medieval, p. 71.

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se peleaban, mientras manos avariciosas desenterraban los cuerpos.» Hay en la iglesia de Santa Práxedes una placa de mármol, la cual tiene una leyenda que dice que en el año 817, el papa Pascual hizo sacar los cuerpos de 2.300 mártires de los cementerios de dicha iglesia!

La iglesia de Colombo (Francia) reclamaba poseer lo que se conocĂ­a como el «Santo Prepucio» (el prepucio es la pequeña porciĂłn de piel que se desprende de los bebĂ©s, cuando son circuncidados). La forma en que esta iglesia francesa llegĂł a obtener el supuesto prepucio de JesĂşs, siglos más tarde, es, naturalmente, un misterio. Sus poderes eran sumamente proclamados. Se creĂ­a que tenĂ­a el poder de transformar mujeres estĂ©riles en fĂ©rtiles y proteger a las mujeres durante la concepciĂłn. Incluso Enrique V de Inglaterra creĂ­a en sus poderes, de tal manera que cuando la reina Catalina iba a dar a luz a un heredero al trono británico, hizo arreglos para conseguir el prepucio. Su esposa no tuvo compli-

caciĂłn alguna y como consecuencia, en aprecio por la ayuda de la reliquia, el rey ordenĂł construir un

santuario en Colombo para la protecciĂłn del pr epu-

cio. La historia se divulgĂł y al poco tiempo otras  iglesias de distintas áreas comenzaron a reclamar la posesiĂłn del «Santo Prepucio», tales como la iglesia de San Juan, en Roma, y la de Puy, en Velay.2

Sin duda alguna que la mayorĂ­a de estas «reliquias sagradas» han sido demostradas como fraudes. Algunos de los huesos, que en una Ă©poca se afirmaba que eran de los santos y mártires, por ejemplo,

 

han sido descubiertos como huesos de ianimaZes! En  España, una catedral pretendĂ­a poseer parte de un ala del ángel Gabriel cuando visitĂł a MarĂ­a. Al ser

1. Ibid., p. 391.

 2. El otro lado de Roma, p. 54.

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examinada, ise supo que no era más que una gran pluma de avestruz! 3 pesar de tantas inconsistencias, ¿por quĂ© atri buye el catĂłlico tanta importancia a las reliquias? Una de las razones es porque se cree que al colocar  una reliquia en una iglesia, capilla o catedral, se «consagra» el terreno y el edificio.l El sĂ©ptimo Concilio EcumĂ©nico de Nicea, en el año 787, prohibiĂł a un obispo el dedicar un edificio si no tenĂ­a presente una reliquia. El castigo por hacer lo contrario, iera su excomuniĂłn de la Iglesia! Tan extremada se hizo creencia en la Edad Media, que algunas catemiles de reliquias. La iglesia del casWittemberg, en cuya puerta Lutero clavĂł las  tesis», por ejemplo, poseĂ­a 19.000 reli- 

dĂłnde proviene la idea de que es neceuna reliquia para «consagrar» un terreno o edificio? iCiertamente no hay indicaciĂłn alguna que tal creencia o práctica haya sido parte de las enseñan nuestro Señor JesĂşs o de los apĂłstoles! iPero sabemos que el uso de reliquias era definitiva de la religiĂłn pagana! 

Cuando Nimrod, el falso «salvador» de Babilonia

muriĂł,• su cuerpo fue mutilado en pedazos y sus huesos fueron esparcidos por toda la regiĂłn. Esta muerte tiene un fuerte contraste con la muerte del verdadero Salvador, nuesro Señor Jesucristo. Nimrod fue destrozado miembro a miembro, mientras que de se profetizĂł que «hueso no quebrantarĂ©is de El». Teniendo esto presente, sigamos un poco más adelante. Cuando Nimrod supuestamente resucitĂł 

—convirtiĂ©ndose en el dios-sol—, se enseñaba que  habitaba en otro cuerpo diferente, que los miembros

3. Catolicismo romano, p. 290.

1. Italia medieval, p. 71. 

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del viejo cuerpo habĂ­an sido dejados atrás. (Por supuesto que a esto no se le puede llamar como una resurrecciĂłn en el sentido estricto de la palabra.)  En el caso del Señor, hubo una verdadera resurrecciĂłn. iFue El, propiamente, quien se levantĂł de entre los muertos! iLa tumba estaba vacĂ­a y no se encontraron partes de su cuerpo como reliquias!

 Pero en las leyendas de la muerte del falso «sal vador» Nimrod, se dice que su cuerpo fue destro zado, y sus miembros enterrados en uno Ăż otro   lado. A travĂ©s del tiempo, se comenzĂł a creer el mito de que en ciertos lugares estaba enterrada parte del

cuerpo, iY estos sitios eran «consagrados»!

Estas ideas se propagaron por las naciones. Pronto varios sitios en Egipto, por ejemplo, fueron considerados como sepultura del dios mártir. «En Egipto abundaban los sepulcros del dios mártir y  muchos brazos, piernas y cadáveres eran proclamados como genuinos y se exhibĂ­an en los cementerios contrarios para que los adorasen los fieles egipcios.»l 

De esta manera las peregrinaciones a tales sitios sagrados vinieron a ser parte de la religiĂłn pagana. Pero el verdadero cristiano no necesita hacer ningu-

na peregrinaciĂłn a una tumba para adorar huesos, pues nuestro Salvador resucitĂł y vive para siempre! iLa tumba de JerusalĂ©n está vacĂ­a! A pesar de esto, el paganismo se habĂ­a mezclado tanto con el catolicismo, que durante la Edad Media, una de las formas más populares de «limpiarse de pecado» iera la de hacer una peregrinaciĂłn al santo sepulcro de JerusalĂ©n!

Tampoco hay ningún fundamento en las Escrituras que apruebe las peregrinaciones a las tumbas de los santos, mártires, profetas o apóstoles. De hecho,

 

1. Las dos Babilonias, p. 179.

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la forma en que el Señor dispuso que el cuerpo de MoisĂ©s fuera enterrado por seres sobrenaturales en  los valles de Moab para que nadie supiera dĂłnde estaba su sepulcro, hasta el dĂ­a de hoy, indica la oposiciĂłn del Señor a la idea de las peregrinaciones o la adoraciĂłn de huesos (Deuteronomio 346).

 

La influencia de Egipto, la tierra de la cual los hijos de Israel salieron, era conocida por su idolatría. Como la tierra de Egipto era un sitio de nume rosas reliquias, la sabiduría de Dios al hacer secreta la tumba de Moisés, es clara. Años más tarde, incluso la serpiente de bronce que hizo Moisés fue llamada Nehustan y fue adorada como una reliquia sa grada por los hijos de Israel (2.0 Reyes 18:4). Pues bien, si pçacticaban tal idolatría con algo que Moisés había hecho, imayor idolatría hubieran practicado de haber poseído uno de sus huesos! Y si Jehová se airó de tal manera porque su gente daba honor a una reliquia en aquel tiempo, iseguramente que tal uso de reliquias actualmente es desagradable a Jehová!

Hemos visto que muchas de las reliquias del romanismo son fraudes, y no los objetos originales que pretenden ser. Pero supongamos que en realidad tuviĂ©semos uno de los cabellos de MarĂ­a o un hueso del apĂłstol Pablo o el manto que JesĂşs usĂł. ¿Agra•  darĂ­a a Dios el establecer estos objetos como reliquias sagradas? De acuerdo con el ejemplo de la serpiente de bronce de MoisĂ©s, ino! Si no hay virtud en el verdadero cabello, hueso o manto, ipor lo tanto hay mucha menos virtud en un objeto fraudulento!

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FRAUDE RELIGIOSO

La venta de reliquias, al igual que las peregrinaciones a lugares sagrados, se convirtiĂł en un gran  negocio para la Iglesia apĂłstata durante la Edad Media. El papa Bonifacio VIII declarĂł el año 1300 como un año de jubileo y ofreciĂł generosas indulgencias a todo aquel que hiciera un viaje de peregrinaciĂłn a la catedral de San Pedro en dicho año. Se estima que dos millones de personas lo hicieron. Depositaron tantos tesoros ante la supuesta tumba de Pedro, que dos sacerdotes estuvieron todo el dĂ­a y la noche recogiĂ©ndolos con una pala.l ¿Pero quĂ© hizo el Papa con ese dinero? La mayor parte fue usada para enriquecer a sus familiares, los Gaetani, quienes con el dinero compraron numerosos casti llos y esplĂ©ndidas haciendas en Latium. Esta acciĂłn provocĂł un gran resentimiento por parte del pueblo romano*  

Desde los dĂ­as de la supuesta conversiĂłn de Constantino, la Iglesia Romana continuaba creciendo en riquezas a un paso acelerado. En la Edad Media, la

 1, La Historia de la CivilizaciĂłn, Vol. 4, p. 753; Italia medieval, p, 485.

 2. Ibid., p. 487.

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«Iglesia» poseĂ­a ciudades enteras, grandes porciones de tierra e inmensas riquezas. Una de las formas por las cuales tales riquezas se obtuvieron, era a travĂ©s de propiedades y dinero que la Iglesia «heredaba». En aquellos dĂ­as, muy pocas personas sabĂ­an escribir. Por consecuencia un sacerdote era generalmente llamado para preparar los testamentos. Naturalmente, con un sacerdote escribiendo el testamento, ipodemos estar seguros que la Iglesia Romana era siempre recordada! Y para asegurarse de la presencia de un sacerdote, en el momento en que se hacĂ­a una escritura testamental o para contar con su supervisĂłn, el papa Alejandro III decretĂł en 1170 que nadie podĂ­a hacer un testamento válido, iexcepto con la presencia de un sacerdote! Cualquier notario secular que escribĂ­a un testamento (excepto bajo estas condiciones) iera excomulgado! 1 Frecuentemente, la Ăşltima persona que estaba con el moribundo era un sacerdote, pues de acuerdo con el dogma catĂłlico, el sacerdote debe dar los Ăşltimos ritos del llamado sacramento de la ExtremaunciĂłn. En esos momentos, si no anteriormente, se entregaban al sacerdote grandes sumas de dinero por misas, etc.

Durante la Edad Media (llamada correctamente la edad Oscura), a toda persona nacida en las naciones catĂłlicas, se le exigĂ­a que se hiciera miembro de la Iglesia. No habĂ­a nada de voluntario en ello. El que fuese nacido en una naciĂłn catĂłlica, automáticamente era catĂłlico. De la misma forma como automáticamente somos ciudadanos del paĂ­s donde nacemos. TambiĂ©n, como la mayorĂ­a de los paĂ­ses requieren de un pago de impuestos, igual la «Iglesia» de aquel tiempo cobraba un impuesto. Este pago a

I. Historia de la CivilizaciĂłn, Vol. 4, p. 766.

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la Iglesia no se daba como una ofrenda que salĂ­a del corazĂłn, sino que se pagaba de manera «obligatona», un principio al cual la Biblia se opone (2.a Corintios 9:7). De todas maneras, los feligreses catĂłlicos eran obligados a pagar y esto enriqueciĂł a la Iglesia apĂłstata.

A travĂ©s de los siglos, el dinero adicional que se ha levantado para la Iglesia CatĂłlica, proviene del sistema de «monjas». Miles de monjas trabajan año tras año para ayudar al programa de la Iglesia apĂłstata. A Ă©stas, como a las «vĂ­rgenes vestales», no se les permite contraer matrimonio. Frecuentemente viven en pobreza y gozan de poca libertad. iPero continuamente entregan dinero a los obispos, cardenales y al Papa, quien vive en un elegante palacio, reina desde un trono de oro y viste ropas reales y coronas  de joyas!

Otro medio de enriquecimiento de la Iglesia Ca tĂłlica Romana, es la venta de indulgencias, iperdones de pecado! La idea de que una persona pueda comprar con dinero el perdĂłn de pecados —pasados, pre sentes o futuros—, no sĂłlo es contraria a las cnseñanzas escriturales, sino que es absolutamente contraria a la Palabra de Dios. Esta práctica es nada

menos que una blasfemia contra la preciosa sangre de Cristo, sin la cual no hay perdĂłn de pecados.

Uno de los desatinos de vender tales indulgencias es que los que las vendĂ­an no vivĂ­an una vida mejor que aquellos pecadores a quienes se las vendĂ­an. Por el año 1450, Tomás Gascoigne, rector de la Universidad de Oxford, se quejĂł de los vendedores de indulgencias de aquellos tiempos y de los abusos que acompañaban a esta práctica. DecĂ­a que los vendedores de indulgencias vagaban por la comarca y emi  tĂ­an una carta de perdĂłn de pecados, si por ella recibĂ­an como pago dos peniques; algunas veces por

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un vaso de cerveza, por el uso de una prostituta o por algĂşn placer carnal.l

Fue la venta de indulgencias y los abusos con que  se acompañaban, lo que provocĂł que MartĂ­n Lutero comenzara lo que se conoce como la Reforma protestante. Lo sucedido en esta reforma es una historia muy interesante. Con el fin de levantar fondos para la reconstrucciĂłn de la iglesia de San Pedro, en Roma, el Papa hizo una campaña especial para vender indulgencias. EmpleĂł a varios vendedores que ejercĂ­an «fuerte presiĂłn» para hacer sus ventas en los distintos paĂ­ses enviados como vendedores.

La persona elegida para vender indulgencias en Alemania fue Juan Tetzel. HabĂ­a sido convicto por adulterio- y conducta deshonesta en Innsbruck, en donde sus vicios casi le cuestan la vida. El emperador Maximiliano habĂ­a ordenado su muerte, pero el elector Federico consiguiĂł que se le perdonara la  vida.2 Era conocido como un hombre de conducta baja pero muy hábil como charlatán para levantar fondos, de modo que fue empleado por el Papa.

Lo siguiente es una descripciĂłn de un testimonio ocular de la entrada de Tetzel a una ciudad alemana: «Cuando el vendedor de indulgencias se acerca ba al pueblo, llevaba el documento oficial del Papa  delante de Ă©l en un pendĂłn de oro y terciopelo. To dos los sacerdotes y monjes, el concilio del pueblo, los rectores de colegios, sus estudiantes y todo horn bre o mujer; salĂ­an a recibirlo con estandartes, velas  y cánticos formando una gran procesiĂłn. Luego, con las campanas repicando y los Ăłrganos tocando, se  le acompañaba hasta la puerta de la iglesia principal. Se colocaba una cruz roja en medio de la iglesia y

1. Ibid., vol. 6, p. 23.

2. Historia de la Reforma, p. 70.

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se ponĂ­a allĂ­ el estandarte papal. Cualquiera podrĂ­a imaginarse que se estaba recibiendo al mismo Dios. Al frente de la cruz se colocaba un gran baĂşl de hierro para recibir el dinero y luego la gente era convencida de varias formas, ya sea por sermones, himnos, procesiones y boletines para que compraran indulgencias»?

Tetzel predicaba que las indulgencias eran el regalo más precioso de Dios. Tan grande era su deseo de vender, que declarĂł que, por virtud de sus certificados de perdĂłn, todo pecado que quisiera cometer el comprador, si asĂ­ lo deseaba, le serĂ­a perdonado y que ni siquiera habĂ­a necesidad de arrepentirse.l Se ha dicho que llevaba consigo una pintura del diablo atormentando las almas de los hombres en el purgatorio. RepetĂ­a frecuentemente las palabras que aparecĂ­an en la caja de dinero que portaba: SobaZd der Pfenning im Kasten Ktingt, Die seel' aus dem Fegfeuer sprint. Estas palabras, traducidas literalmente, significan: «Tan pronto como su dinero suena en el fondo de la caja, el alma atormentada en el purgatorio, vuela». Otra traducciĂłn dice: «Tan pronto como su dinero canta, el alma del purgatorio, salta».

Por este motivo, el rico daba grandes donativos y el pobre campesino vendĂ­a todo lo que tenĂ­a para ayudar a los suyos a salir del «purgatorio» o para pagar sus propios pecados.

En aquellos dĂ­as, en las universidades medievales, aquellos que querĂ­an declarar ciertas opiniones las ponĂ­an como tesis al pĂşblico, es decir, declaraban sus opiniones e invitaban al pĂşblico a venir para dis-

2. HerejĂ­as de Roma, p. 84. I. Historia de la Reforma, p. 71.

cutirlas. Siguiendo esta costumbre, MartĂ­n Lutero clavĂł sus famosas «95 Tesis» sobre la puerta de la iglesia-castillo de Wittenburg (Alemania). Estas eran 95 declaraciones en contra de la venta de indulgencias (como la nĂşmero 72, que hace una declaraciĂłn contra la afirmaciĂłn de Tetzel, de que tan pronto como el dinero cae, el alma salta del purgatorio). Abusos por el estilo se practicaban por todas partes por el Papa y la Iglesia Romana.

Por lo_tanto, Lutero, aunque todavía era un sacerdote del romanismo, se opuso a la venta de indulgencias. Cuando Tetzel se enteró de esto, su cara enrojeció de ira, Proclamó las maldiciones más horribles desde el púlpito e hizo que se hicieran fogatas en las plazas públicas, iY declaró que había recibido órdenes del Papa para quemar a todo hereje que tratara de oponerse a sus altamente santas indulgen-

Sin embargo, la verdad triunfó y el abuso de la venta. de indulgencias y otros errores del romanismo, fueron exhibidos a la luz de todo el mundo. Aunque la doctrina de indulgencias es todavía parte de las creencias de la Iglesia Católica, ila venta de indulgencias y los abusos que las acompañaban tuvieron que reducirse!

Hasta hoy en dĂ­a han continuado los abusos financieros de esta forma en la Iglesia CatĂłlica Romana. TodavĂ­a se hacen pagos para que un sacerdote «ore por un ser amado para sacarlo • del purgatorio». La idea de que podemos asegurar la salva1. Ibid., p. 78.

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vación de uno de nuestros seres queridos por medio del pago de dinero, es totalmente de origen pagano, como lo veremos más adelante. Pero además de lo escandaloso del sistema, el caso es que no hay prueba alguna de que el purgatorio exista; ie incluso los sacerdotes deben admitir que no hay forma de saber cuándo una persona finalmente pasa del purgatorio al cielo! Tales doctrinas, por lo tanto, ison crueles y malvadas! No debemos sorprendernos de que las gentes den casi todo lo que poseen, puesto que han sido enseñados desde la infancia, que estos sacerdotes pueden, a través de la oración, sacar a los seres amados de las llamas!

En realidad, cuando todos los datos pueden verse tal como son, este sistema de sacerdocio es peor que cualquier sistema de juego, peor que un fraude y más desalmado que los mĂ©todos empleados por criminales, que chantajean a travĂ©s de falsas acusaciones. El aprovecharse, por chantaje, del cariño y recuerdo de una persona en duelo por seres amados y ganar dinero en esto, es realmente un chantaje horrible que se hace en nombre de la religiĂłn. Sin embargo, la mayor parte de las riquezas de la Iglesia CatĂłlica se han obtenido por estos mĂ©todos. No pocas veces nuestro Salvador condenĂł abiertamente tales prácticas. HablĂł de sacerdotes (escribas y fariseos) que «comĂ©is las casas de las viudas y por pretexto hacĂ©is largas oraciones» (Mateo 23:14). AĂşn asĂ­, un sacerdote catĂłlico irá a una viuda —que acaba

de perder a su esposo— y en su dolor por esta pĂ©rdida le dirá que su esposo está en el purgatorio y que si le ama debe pagar dinero para que Ă©l ore y pueda sacarlo de las llamas de su tormento y llevarlo al cielo. En tales ocasiones, y debido a la preSiĂłn del momento, le han sido entregadas a la Iglesia CatĂłlica grandes sumas de dinero.

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Una misa mayor puede costar mil dĂłlares (o más), depende de las flores y candelabros y del nĂşmero de sacerdotes que tomen parte en ella. Esta es cantada en voz alta. La misa menor es menos costosa, y se usan sĂłlo seis velas, diciĂ©ndose en voz baja. Los irlandeses tienen un dicho: «Dinero mayor, misa mayor; dinero menor, misa menor; no dinero, no misa».

Si los parientes de una persona difunta no tienen  dinero o rehĂşsan pagar por las misas, sus muertos son llamados «almas olvidadas del purgatorio». Sin embargo, el 2 de noviembre, «DĂ­a de los Difuntos», cada año se ofrecen oraciones por estas almas olvidadas. En ese dĂ­a se les pide a los miembros de la Iglesia CatĂłlica que contribuyan con dinero para la Misa de Requiem, la cual es dicha en este dĂ­a para aliviar los sufrimientos de las almas olvidadas por  sus familiares.

 

¿Hay, pues, alguna forma por la cual un catĂłlico pueda asegurarse de que alguien va a pagar misas a su favor despuĂ©s de su muerte? SĂ­, puede asegurarse de esto uniĂ©ndose a la «Sociedad Purgatorial», establecida en 1856. Debe contribuir a este fondo con una cuota por lo menos una vez al año, y de esta manera puede estar seguro que al morir se elevarán oraciones en su favor.

Durante la Segunda Guerra Mundial, el arzobispo de Winnipeg (Canadá), en una carta fechada el dĂ­a 1.0 de mayo de 1944, urgiĂł a todas las madres  catĂłlicas romanas para garantizar la salvaciĂłn de sus  hijos del purgatorio previo pago a Ă©l de la suma de 40 dĂłlares para tener oraciones y misas por ellos, Pero segĂşn las Escrituras, es imposible para nosotros el redimir un alma a travĂ©s de pagos en su nombre. No importa quĂ© cantidad se pague, nunca podrá redimirse a nadie. La Biblia claramente dice que «no somos rescatados con cosas corruptibles,

 

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como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminaciĂłn» (l.a Pedro 1:18-19), Amigos, ies solamente al allegarnos a Cristo y recibir la purificaciĂłn de su preciosa sangre que podemos ser redimidos! El enseñar que el dinero puede redimir, es una burla a la sangre de Cristo, la cual es lo Ăşnico que nos limpia de todo pecado (l.a Juan 1:7).

La Biblia dice que «un rico difĂ­cilmente entrará en el reino de los cielos» (Mateo 19:23-24). Pero de acuerdo con el dogma catĂłlico, si un hombre tiene suficiente dinero para pagar por la celebraciĂłn de misas en su nombre, será escoltado al cielo. AsĂ­ que, en este caso, las enseñanzas del romanismo son opuestas a lo que el Señor enseñó. iPiĂ©nselo bien!

 

La Biblia dice que «los que confĂ­an en sus haciendas y en la muchedumbre de sus riquezas, se jactan;  ninguno de ellos podrá en manera alguna redimir al hermano, ni dar a Dios su rescate» (Salmos 49:6-7). Pues bien, si el dinero no puede redimir a nuestro hermano que vive, ¿cĂłmo podrĂ­a redimirlo si estuviere muerto?

 Ya sea pagano, papal, protestante o pentecostal, no hay sacerdote o predicador que pueda garantizar la salvaciĂłn de nadie, vivo o muerto, por la cantidad  de dinero que haya dado para oraciones a su favor. iDios no se deja comprar con dinero; esto es algo que El aborrece! iAy del predicador que dĂ© la im presiĂłn de que una persona pueda enviarle dinero y entonces, a travĂ©s de oraciones todos los queridos de ella serán salvos o bienaventurados en cualquier forma especial! NingĂşn hombre puede hacer esto y ser honesto, porque el dinero no puede comprar las 

 

bendiciones ni los dones de Dios.

Pedro sabĂ­a esto cuando SimĂłn el mago pensĂł que podĂ­a «comprar» el don de Dios con dinero. Pedro 

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le reprendiĂł: «Tu dinero perezca contigo, que piensas que el don de Dios se compra con dinero» (Hechos 8:20). La Biblia expone claramente ique el dinero no puede comprar la salvaciĂłn o dones de Dios! Ciertamente, el pago de dinero por oraciones nunca podrá liberar a nadie del purgatorio, iincluso en el supuesto de que tal lugar existiera!

Los primeros cristianos del Nuevo Testamento nunca profesaron creer en un sitio como el purgatorio. La palabra no aparece en ninguna parte de la Biblia. La idea del purgatorio y oraciones por almas para que salgan de él no eran conocidas en la Iglesia profesante de ninguna forma hasta el año 600 d. de C., cuando el papa Gregorio el Grande hizo declaraciones de un tercer estado, un lugar para la purificación de las almas antes de su entrada al cielo. Esto no fue aceptado como dogma católico sino hasta 1459, en el Concilio de Florencia. Noventa años más tarde, el Concilio de Trento confirmó este dogma maldiciendo a aquellos que no aceptaran tal doctrina.l

Durante el siglo XII se propagĂł una leyenda del purgatorio, la cual ayudĂł a incrementar la idea. iSe proclamĂł que san Patricio habĂ­a encontrado la verdadera entrada a este sitio! De acuerdo a la leyenda, san Patricio —para convencer a los que dudaban— hizo excavar un hoyo muy profundo en Irlanda, al cual descendieron varios monjes. Cuando regresaron, dice la historia que describieron el purgatorio y el infierno de una forma vĂ­vida. En 1153, el caballero irlandĂ©s Owen declarĂł que tambiĂ©n habĂ­a descendido a travĂ©s del hoyo al bajomundo y el relato de sus experiencias tuvo un gran Ă©xito. VenĂ­an turistas de grandes distancias a visitar la entrada. Sin embargo, los abusos financieros que se desarrollaron

1. HerejĂ­as de Roma, p. 82.

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llegaron a ser tan grandes, que el papa Alejandro VI ordenĂł cerrarlo en 1497 afirmando que era un   fraude. i Tres años más tarde, sin embargo, el papa Benedicto XIV predicĂł y publicĂł en Roma un sermĂłn en favor del purgatorio de Patricio! 2

Muchas historias ridĂ­culas de despuĂ©s de la muerte fueron esparcidas durante la Edad Media. Eran usadas para atemorizar a las masas analfabetas y muchas de estas ideas, tales como la doctrina del purgatorio, han continuado de generaciĂłn en generaciĂłn. Pero el verdadero origen de la idea del purgatorio, i proviene del paganismo mucho antes de la Era Cristiana! Acudiendo a la historia, al pasado, encontramos que estas ideas formaron parte de las religiones y filosofĂ­as paganas. PlatĂłn, por ejemplo, quien viviĂł en los años 427 a 347 a. de C., hablĂł de los maestros Orficos de sus dĂ­as, «...quienes iban a las puertas de los ricos y trataban de persuadirlos  de que ellos tenĂ­an un poder a su disposiciĂłn, el cual recibĂ­an del cielo, que les permitĂ­a, a travĂ©s de sacrificios y encantamientos, enmendar cualquier cri-

men cometido por el individuo o sus antepasados...  Sus misterios nos sacan de los tormentos del otro mundo, mientras que el ignorarlos es castigado terriblemente».3 AquĂ­ vemos una descripciĂłn clara del  purgatorio, tres siglos antes del nacimiento de nuestro Señor Jesucristo.

Hay una elaborada ilustraciĂłn del sufrimiento en el purgatorio, en los escritos sagrados del budismo. Hubieron Ă©pocas cuando eran tantos los budistas chi nos que iban a comprar oraciones de escape por sus  deudos en el purgatorio, que hubo necesidad de levantar tiendas especialmente para esto (vĂ©ase ilustraciĂłn).

 

1. La historia de la CivilizaciĂłn, p. 735.

2. Enciclopedia de religiones, Vol. 2, p. 159.

3. El hombre y sus dioses, p. 127.  

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En la religiĂłn de Zoroastro las almas son llevadas a travĂ©s de doce distintos estados antes de que estĂ©n suficientemente purificadas para entrar al cielo y los  estoicos concibieron un sitio de aprendizaje al cual llamaron Empurosis, es decir, un sitio de fuego.l Los musulmarfes tambiĂ©n enseñan la doctrina del purgatorio. Su enseñanza es que los ángeles Munnker y Nekir les hacen preguntas acerca de su religiĂłn y del profeta Mahoma cuando mueren. Si no contestan

correctamente, van al purgatorio, Sin embargo, isi el sacerdote musulmán es pagado con «suficiente»  dinero, las almas son libradas!

Que esta idea de dar dinero por los difuntos es de origen antiguo, puede verse en la misma Biblia. En el Antiguo Testamento Dios amonestĂł a su pueblo a "no mezclar ideas paganas en su culto. Dentro de las cosas que les fueron prohibidas, se destaca el no dar dinero «por los muertos» (Deuteronomio 26:14). Lo que indica que la idea de beneficiar a los muertos por el pago de dinero, ya existĂ­a en tan temprana edad, iY que Dios advirtiĂł en contra de ello!

De modo que la idea de un purgatorio, en una u otra forma, es muy antigua, y, como lo anota el escritor de las dos Babilonias, «en todoS los sistemas religiosos, excepto ez de la Biblia, la doctrina del

 

I. Enciclopedia Británica, Vol. 22, p. 660, edición llva.

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purgatorio, despuĂ©s de la muerte y oraciones por los muertos, ha sido aceptada».2 ¿Pero de dĂłnde proviene la idea del purgatorio en esta variedad de religiones ?

 Es muy probable que la creencia en el purgato rio fue nada más que un desarrollo de ideas asociadas con el antiguo culto a Moloch. Parece que las distintas naciones paganas tenĂ­an la idea de que el fuego era el representante terrenal del dios-sol. Tales  ideas del fuego fueron conectadas con el antiguo culto solar. Fue esta falsa creencia en los poderes de limpieza del fuego, que estaba tras los ritos abominables de pasar los hijos por el fuego de Moloch. Sobre este rito, Dios mandĂł a su pueblo: «...y no des de tu simiente para hacerla pasar por el fuego a Moloch» (LevĂ­tico 18:21, JeremĂ­as 32: 35 y 2.0 Reyes 23:10). Pero ni el pasar por el fuego de Moloch, ni pasar por el fuego del purgatorio pueden limpiar al hombre del pecado. iSe necesita para ello la sangre de nuestro Señor Jesucristo!

Moloch era otro nombre de Bel o Nimrod.l Los ritos de Moloch sin duda eran babilĂłnicos. Este era conociclo como el diosfuego y uno de los s i g n i f i c a d o s del nombre de Tammuz (supuestamente el renacido Nimrod), es Tam (perfecto) y Muz  (por fuego). Ahora

comenzamos a ver el verdadero signi ficado de la idea

 

2. Ibid„ p. 167. I. Fausset.

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básica de purificación por fuego y su origen. Estos mismos conceptos paganos se desarrollaron más tarde en la idea del purgatorio. Esta idea se propagó por las naciones y finalmente, junto con otras ideas paganas, fue absorbida dentro de la Iglesia Católica Romana.

Los ritos en conexiĂłn con este falso dios Moloch eran muy crueles y malvados. Era adorado «con sacrificios humanos. con mutilaciones, votos de celibato y virginidad y dedicaciĂłn del primogĂ©nito, que era quemado en los brazos o dentro del vientre del horrible Ă­dolo de bronce convertido en un horno. En la ilustraciĂłn, el sacerdote pagano ha tomado el bebĂ© de brazos de su madre para ofrecĂ©rselo a Moloch. Se hacĂ­a un gran ruido de tambores para apagar los gritos de la vĂ­ctima. (La palabra para tambor es tophim, de la cual proviene la palabra tophet, que se menciona varias veces en la Biblia como el valle donde eran hechos estos sacrificios.) Mientras que los tambores resonaban, las bandas tocaban y los sacerdotes cantaban. Los sacrificios humanos eran devorados por el fuego.

QuĂ© lástima da el saber que hay gente que piensa que es necesario pagar por nuestros pecados con dinero o ritos tan crueles. Pero quĂ© grandioso es saber las buenas nuevas de la Biblia, la cual nos dice que el precio ya ha sido pagado por nuestro Señor Jesucristo. La salvaciĂłn es por gracia, como un don inmerecido y gratuito de Dios, y no la podemos comprar con dinero, ritos humanos o sacrificios. «Porque por gracia sois salvos por la fe, y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se glorĂ­e» (Efesios 2:8-9).

2. Fausset, p. 481.

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¿FUE PEDRO EL PRIMER PAPA?

 Al frente de la Iglesia CatĂłlica Romana está el Papa de Roma. Este hombre, de acuerdo con la doctrina catĂłlica, es la cabeza de la Iglesia y sucesor del apĂłstol Pedro. De acuerdo a esta creencia, Cristo

eligiĂł a Pedro como el primer Papa, quien entonces fue a Roma y sirviĂł en este puesto durante veinti cinco años. Comenzando con Pedro, la Iglesia Ca tĂłlica reclama una sucesiĂłn de papas hasta el dĂ­a de  hoy y sobre esta creencia está construida la funda ciĂłn de la Iglesia CatĂłlica en su totalidad. ¿Pero enseñan las Escrituras el que Cristo haya ordenado a  un hombre por encima de todos en la Iglesia? ¿Reconocieron los primeros cristianos a Pedro como tal? La respuesta a estas preguntas es inol Las Escrituras enseñan claramente que habĂ­a una igualdad dentro de los miembros de la Iglesia de Cristo y que El «es la Cabeza de la Iglesia» (Efesios 5:23), ino el Papa!

Jacobo y Juan, junto con su madre, fueron al Señor una vez pidiendo que uno de ellos se sentara a la derecha y el otro a la izquierda en su reino (en los reinos orientales, los dos ministros principales del estado, segundos en autoridad tras el monarca, eran sentados uno a la derecha y otro a la izquierda). Bien, si la declaraciĂłn catĂłlica fuera verdadera, Je. sĂşs les hubiera contestado que ya habĂ­a otorgado  el lado derecho a Pedro, iY que no pensaba crear

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sitio para nadie en su izquierda! Pero, sin embargo, he aquĂ­ la respuesta que JesĂşs les dio: «SabĂ©is que los prĂ­ncipes de los gentiles se enseñorean sobre ellos y los que son grandes ejercen potestad sobre ellos»  (Mateo 20:20-26 y Marcos 10:3543).

En otras palabras, JesĂşs les dijo a sus discĂ­pulos que no debĂ­an actuar como reyes. iEllos no eran para ponerse coronas, sentarse en tronos, ni asemejarse a los reyes gentiles! Pero todas estas cosas han hecho los papas a travĂ©s de los siglos. En esta declaraciĂłn, nuestro Señor dice claramente que ninguno de ellos debĂ­a hacerse grande sobre los demás. Por el contrario, les enseñó la igualdad, negando claramente los principios que involucra el tener a un Papa reinante sobre la Iglesia, como el «obispo de  obispos»,

El hecho de que debĂ­a haber igualdad entre los

apóstoles, se ve también en Mateo 23:4-10. En este

pasaje JesĂşs amonestĂł a los discĂ­pulos contra el uso

de tĂ­tulos como el de «padre» (la palabra papa significa «padre»), rabino o maestro, «...porque uno es vuestro Padre, el cual está en los cielos» y «...porque uno es vuestro Maestro, el Cristo», y «...todos vosotros sois hermanos». Ciertamente, la idea de que uno de ellos debiera ser exaltado a la posiciĂłn de Papa está en desacuerdo completamente con estos textos.

Pero a los catĂłlicos romanos se les enseña que Pedro era tan superior a los otros discĂ­pulos, ique la Iglesia entera fue edificada sobre Ă©l! El versĂ­culo que usan para apoyar esta declaraciĂłn, es Mateo 16: 18: «Mas yo tambiĂ©n te digo que tĂş eres Pedro y so bre esta piedra edificarĂ© mi Iglesia; y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella».

Sin embargo, si tomamos este versĂ­culo en su

contenido, podemos ver claramente que la Iglesia no fue construida sobre Pedro, sino sobre Cristo. En los

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versĂ­culos anteriores, JesĂşs preguntĂł a sus discĂ­pu los sobre lo que decĂ­an los hombres que El era. Unos  que Juan el Bautista, otros que ElĂ­as, otros que JeremĂ­as y algunos decĂ­an que era uno de los profetas. Entonces JesĂşs les preguntĂł: «...y vosotros, ¿quiĂ©n  decĂ­s que soy?» Y Pedro contestĂł: «TĂş eres el Cris. to, el Hijo de Dios viviente». Entonces Cristo contestĂł: «TĂş eres Pedro [petros, una piedra, una pequeña  roca], y sobre esta piedra [petra, una masa rocosa, la gran roca de fundaciĂłn, o sea, la gran verdad que Pedro expresĂł] edificarĂ© mi Iglesia». La Roca sobre la cual la verdadera Iglesia habĂ­a de ser edificada, era conectada con la expresiĂłn de Pedro —«TĂş eres  el Cristo»— y asĂ­ la verdadera fundaciĂłn sobre la cual la Iglesia fue construida, fue sobre el mismo Cristo, no sobre Pedro.

Hay otros versĂ­culos que indican muy claramente quiĂ©n es la verdadera roca de fundaciĂłn; sabemos con entera seguridad que no fue Pedro, pues Ă©ste mismo declarĂł que Cristo era la roca de fundamento (l.a Pedro 2:4-8). Dijo tambiĂ©n el apĂłstol a los lĂ­deres israelitas que Cristo era la piedra «reprobada por vosotros los edificadores» y que «no hay otro

 

nombre en quien podamos ser salvos...» (Hechos 4:  11-12), La Iglesia fue construida sobre Cristo. El es el verdadero fundamento y no hay otro. «Porque na die puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo» (l.a Corintios 3:11).

Es obvio que los otros discĂ­pulos no tomaron las palabras de nuestro Señor —«sobre esta piedra edi ficarĂ© mi Iglesia...»— como que estaba exaltando a  Pedro para ser su papa, pues dos capĂ­tulos más ade lante le preguntaron a JesĂşs acerca de quiĂ©n serĂ­a el mayor (Mateo 18: 1). Si anteriormente JesĂşs hubiera declarado a Pedro como aquĂ©l sobre el cual se habrĂ­a de edificar la Iglesia; si este verso probara, que Pedro habrĂ­a de ser el Papa, ientonces los dis- 

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cípulos hubieran sabido naturalmente quién era el mayor entre ellos y no lo hubieran preguntado!

No fue sino hasta la época de Calixto, obispo de Roma del año 218 al 233, que Mateo 16: 18 fue usado primeramente como un intento de probar que la Iglesia fue fundada sobre Pedro y que el obispo de Roma era su sucesor.

Comparemos más de cerca a Pedro con los papas, iÿ veremos concretamente que Pedro no fue papa!

1. Pedro era casado. El hecho de que Pedro fuera un hombre casado no armoniza con la posiciĂłn catĂłlica romana de que el Papa debe ser soltero. Las Escrituras nos dicen que Za suegra de Pedro fue sanada de una fiebre (Marcos 1:30 y Mateo 8:14). iNaturalmente que Pedro no podĂ­a tener suegra, si no tuviera esposa!

Sin embargo, algunos tratan de explicar esta discrepancia diciendo que Pedro cesĂł de vivir con su esposa. Si asf fue, ¿entonces su esposa lo dejĂł? ¿Por quĂ©? ¿Fue acaso incompatibilidad de caracteres? ¿O tal vez Ă©l la dejĂł? Si asĂ­ fue, entonces fue un desertor. En cualquiera de ambos casos, ifue una pobre fundaciĂłn sobre la cual construir una Iglesia!

Pero la Biblia indica claramente que Pedro ino dejó a su esposa! Veinticinco años después de que Jesús regresase al cielo, el apóstol Pablo menciona

que los diferentes apĂłstoles tenĂ­an esposas —incluso Cefas (l.a Corintios 9:5). Cefas era el nombre en arameo de Pedro (Juan 1:42). Obviamente, Pedro no habĂ­a abandonado a su esposa.

2. Pedro no permitĂ­a que un hombre se le arrodillara a sus pies. Cuando Pedro entrĂł a la casa de

Cornelio, leemos que «Cornelio saliĂł a recibirle y derribándose a sus pies, adorĂł. Mas Pedro le levantĂł diciendo: Levántate, yo mismo tambiĂ©n soy hombre» (Hechos 10:25-26). iEsto difiere mucho de lo que

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hubiera hecho y dicho un papa! Los hombres se humillan ante el Papa y Ă©l se complace en esto. 

3. Los papas colocan la tradiciĂłn en igual sitio que la Palabra de Dios. Pero Pedro —al contrario— tenĂ­a poca fe en las «tradiciones de vuestros padres» (l.a Pedro 1: 18), El sermĂłn de Pedro en el dĂ­a de PentecostĂ©s estaba lleno de la Palabra de Dios, no de tradiciones de hombres, y cuando las gentes preguntaron quĂ© debĂ­an hacer para agradar a Dios, Pedro les dijo: «ArrepentĂ­os y bautĂ­cese cada uno de

vosotros en el nombre de Jesucristo para perdĂłn de los pecados y recibirĂ©is el don del EspĂ­ritu. Santo» (Hechos 2:38).

 

 4. Pedro no fue papa ni portĂł corona alguna. Pedro mismo explicĂł que el pueblo de Dios no debĂ­a usar coronas en esta vida, pero «cuando apare ciese el PrĂ­ncipe de los pastores, vosotros recibirĂ©is la corona incorruptible de gloria» (l.a Pedro 5:4).  Hasta entonces, no hemos de portar corona ninguna.  Y dado que Cristo no ha regresado, ila corona que  el Papa usa, no ha sido puesta sobre Ă©l por Cristo!

 En resumen, Pedro nunca actuĂł como papa. Nunca vistiĂł como papa, nunca hablĂł como papa, nunca escribiĂł como papa, y el pueblo jamás se dirigiĂł a Ă©l como tal. ¿Por quĂ©? iPorque Pedro no era papa!

Probablemente en los primeros días de la Iglesia, Pedro tomó una posición preeminente entre los após toles. Esto no lo negamos. Fue Pedro quien predicó el primer sermón después de descender el Espíritu Santo en el día de Pentecostés y tres mil almas fueron añadidas al Señor ese día. Después fue Pedro quien primeramente llevó el Evangelio a los genti les. Siempre que encontramos una lista de los doce apóstoles en la Biblia, Pedro es siempre el primero en mencionarse (Mateo 10:2, Marcos 3: 16, Lucas 6: 14 y Hechos 1:13). iPero ninguno de estos casos, ni

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siquiera usando mucha imaginaciĂłn, indica que Pedro fuese el papa u obispo universal de los obispos!

Aunque aparentemente Pedro tomĂł el sitio más sobresaliente dentro del apostolado en un principio, Pablo, años más tarde, es quien parece haber tenido el ministerio más notorio. Como escritor del Nuevo Testamento, por ejemplo, Pablo escribiĂł 100 capĂ­tulos con 2.325 versĂ­culos, mientras que Pedro sĂłlo escribiĂł 8 capĂ­tulos con 166 versos. De modo que el ministerio   de Pablo tuvo un alcance superior al de Pedro. 

En Gálatas 2:9, Pablo escribiĂł de Jacobo, Pedro (Cefas) y Juan como columnas de la Iglesia Cristiana. Pero Pablo pudo decir:  «En nada he sido menor que los sumos apĂłstoles, aunque soy nada» (2.a Corintios, IX: 11 y 11:5,). Pero si Pedro hubiese sido el pontĂ­fice supremo, el Papa, ientonces, ciertamente, Pablo hubiera sido algo menor que Pedro! Obviamente no fue este el caso. Luego, en Gálatas 2: 11, leemos que Pablo le llamĂł la atenciĂłn a Pedro «.. .porque

era de condenar». iDe esto podemos deducir que Pedro no era considerado como un papa «infalible»!

Fue Pablo «el apĂłstol de los gentiles» (Romanos 11: 13), en tanto que el ministerio de Pedro fue encaminado hacia el evangelio de la «circuncisiĂłn», es decir, a los judĂ­os (Gálatas 2:7-9). Este solo hecho parece prueba suficiente de que Pedro no fue obispo de Roma, como se enseña a los catĂłlicos, porque Roma era una ciudad gentil. Todo esto es sumamente significativo; especialmente cuando consideramos que el fundamento total del catolicismo romano está basado en la declaraciĂłn de que Pedro fue el primer obispo romano.

 Se pretende que Pedro fue a Roma por el año 41 d. de C., y fue martirizado alrededor del 66 d. de C., ipero ni   tan siquiera existe la menor prueba de que Pedro estuviera en Roma! Al contrario, es evidente,

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en el Nuevo Testamento, que estuvo en Antioquía, Samaria, Cesarea, Joppe y en otros sitios, ipero nunca dice que fuera a Roma! Esta es una extraña omiSión, iespecialmente cuando recordamos que Roma era la capital del Imperio y se la tenía como la ciudad más importante del mundo!

Sin embargo, dicen los católicos romanos que Pedro sufrió martirio allí después de un pontificado de

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veinticinco años. Si aceptamos el año 66 d. de C. como la fecha de su martirio, esto indicaría que fue obispo de Roma desde el año 41 al 66 d. de C. Pero en el año 44 d. de C., Pedro se hallaba en el Concilio de Jerusalén (Hechos 15). Cerca del 53 d. de C. Pablo se reunió con él en Antioquía (Gálatas 2: 11), cerca del 58 d. de C., Pablo escribió su carta a los cristianos de Roma, en la cual envía saludos a 27 personas, pero ni siquiera menciona a Pedro. ilmagínese usted a un misionero escribiendo a la iglesia, saludando a los 27 miembros principales pero sin mencionar al pastor!

Ante la estatua que figura en esta fotografĂ­a se han postrado miles de personas. Se supone que es la estatua de Pedro; pero, como hemos de ver, en realidad tan sĂłlo es un Ă­dolo de origen no cristiano, Con un estudio profundo de las Escrituras, encontramos que Pedro no fue obispo de Roma, que no fue el primer Papa y que el oficio papal no fue instituido por Cristo. Entonces, ¿cuál es el verdadero origen de tal oficio y por quĂ© tratar de unir a Pedro con Roma?

Estas cosas las discutiremos en el capĂ­tulo que sigue.

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ORIGEN PAGANO DEL OFICIO PAPAL 

 

Nimrod, el rey y fundador de Babilonia, no fue solamente su lĂ­der polĂ­tico, sino tambiĂ©n el lĂ­der religioso o rey-sacerdote. Desde Nimrod descendieron una lĂ­nea de reyes-sacerdotes, cada cual al frente del  oculto misterio religioso de Babilonia. Esta lĂ­nea de sucesiĂłn continĂşa hasta los dĂ­as de Belsasar, de quien leemos en la Biblia. Muchos saben del banquete que  celebrĂł en Babilonia, cuando apareciĂł la mano misteriosa que escribiĂł en la pared. Pero pocos saben que esta reuniĂłn no era simplemente un banquete  social, iSino una reuniĂłn religiosa! Las sucias y abominables prácticas de esta ocasiĂłn eran parte de las ceremonias religiosas de los misterios babilĂłnicos, de los cuales Belsasar era la cabeza. La Biblia dice acerca de este festival religioso: «Bebieron vino y alabaron a los dioses de oro y de plata, de metal, de hierro, de madera y de piedra». (Daniel 5:4). Para  colmar la blasfemia de la ocasiĂłn, tomaron su vino en los vasos sagrados del Señor, flos cuales habĂ­an sido tomados de la casa de Dios en JerusalĂ©n! Este hecho de mezclar lo sagrado con lo pagano, itrajo el juicio inmediato de Dios! Babilonia fue sentenciada a ser destruida.

En el curso del tiempo, la ciudad de Babilonia fue completamente destruida. La vieja ciudad

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está ahora en ruinas, deshabitada y desolada (Jeremías 50:39 y 51:62). Hoy día hay un ferrocarril que va de Bagdad a

Basra, el cual pasa cerca de las ruinas. Hay un letrero en inglĂ©s y árabe que dice «Apeadero de

Babilonia». Por allĂ­ circulan trenes para recoger pasajeros. Los Ăşnicos son, empero, turistas que van a ese lugar a inspeccionar las ruinas. Aunque la ciudad fue destruida, en la actualidad existen aĂşn indicios de la antigua religiĂłn babilĂłnica.

  DespuĂ©s—que Roma conquistĂł el mundo, el pagaĹľ nismo que se habĂ­a propagado desde ella y se habĂ­a desarrollado en varias formas, fue mezclado dentro 

del sistema religioso de Roma, incluyendo la idea del pontĂ­fice supremo o Pontifix Maximus. AsĂ­, el paganismo babilĂłnico, que habĂ­a sido ejercido originalmente por Nimrod, fue incorporado a la reli-

gión romana bajo el liderazgo de Julio César. Fue en el año 63 a. de C., que Julio César fue reconocido oficialmente como el Pontifix Maximus de la religión de los misterios, establecida a la sazón en la Ciudad Eterna. Como es bien conocido, este título y oficio pasaron a cada uno de los emperadores ro-

 

manos y tuvo vigencia por espacio de muchos años.

Para ilustrar cómo fue usado este título por los césares, mos-

tramos aquĂ­ una moneda antigua de Roma perteneciente a CĂ©sar Augusto (27 a. de C. a 14 d. de C.) que muestra su tĂ­tulo como el de Pont-Max, es decir, Pontifix Maximus, la cabeza de los misterios

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paganos. Es interesante notar que monedas de este tipo estaban en circulaciĂłn durante los dĂ­as del ministerio terrenal de nuestro Señor. «...y ellos le presentaron un denario. Entonces les dice: ¿De quiĂ©n es esta figura y lo que está escrito en ella? Y ellos le dijeron: De CĂ©sar» (Mateo 22:17-22).

Otros emperadores (incluso Constantino) continuaron teniendo este oficio hasta el año 376 d. de Cristo, cuando el emperador Graciano, por razones cristianas, rehusĂł ser el pontĂ­fice máximo, pues se   dio cuenta de que tal tĂ­tulo y oficio eran idĂłlatras y blasfemos.

Sin embargo, para esta Ă©poca, el obispo de Roma habĂ­a escalado ya una posiciĂłn de prestigio y poder polĂ­ticos. ¿No consideraban muchos a Roma la ciudad más importante del mundo? Entonces, ¿por quĂ© su obispo no podĂ­a ser el «obispo de los obispos» y cabeza de la' Iglesia? De esta manera razonaron muchos de los lĂ­deres religiosos mundanos en este perĂ­odo. Y asĂ­, cuantos más compromisos se establecĂ­an entre el cristianismo y el paganismo, el obispo romano llegĂł a ocupar un lugar preeminente. No sĂłlo es considerado como una persona importante por la Iglesia apĂłstata, sino que al haber mezclado tanto paganismo en la Iglesia Romana, iera tambiĂ©n aclamado por los mismos paganos! AsĂ­, en el año 378, Demaso, obispo de Roma, fue elegido PontĂ­fice Málimo, iel alto sacerdote oficial de los misterios babilĂłnicos!

Tan ingeniosa fue esta mezcla, esta uniĂłn de paganismo con cristiandad, ique un hombre fue reconocido por ambos grupos —paganos y cristianos— como la cabeza! Era reconocido por la «Iglesia» como el obispo de obispos, mientras que los paganos lo reconocĂ­an como el Pontifix Maximus, cuyo oficio ejecutaba realmente. Para esta Ă©poca, a travĂ©s de los años, las fuentes del paganismo y cristianismo se

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juntaron produciendo lo que actualmente es conocido como la Iglesia CatĂłlica Romana encabezada por el Supremo PontĂ­fice o Pontifix Maximus: jel Papa!

Del mismo modo que los cĂ©sares usaron el tĂ­tulo de Pont-Max, asimismo han hecho los papas. Este tĂ­tulo es hallado con facilidad en todas las inscripciones habidas en el Vaticano: sobre la entra- o da de la catedral de San Pedro, sobre la estatua de «Pedro» en la cĂşpula, sobre la entrada de la «Puerta del Año Santo», la cual se abre sĂłlo durante los años de jubileo, etc. La medalla que adjuntamos fue impresa por el papa LeĂłn X antes de la Reforma e ilustra una de las formas que el tĂ­tulo Pont-Max (PontĂ­fice Maximo) fue usado por los papas. (Compárese con la moneda romana en páginas anteriores.) ¿Pero cĂłmo puede ser un hombre, al mismo tiemPO, cabeza de la Iglesia y cabeza de los misterios paganos, como pontĂ­fice supremo? Tratando de encubrir esta contradicciĂłn, lĂ­deres religiosos buscaron la similitud dentro de las dos religiones. SabĂ­an que si encontraban, aunque fueran pocos, algunos puntos de relaciĂłn entre ambos lados, podrĂ­an convertirlos en uno, porque para esa Ă©poca, la mayorĂ­a no se preocupaba por la verdad...; su deseo estaba puesto en los nĂşmeros y en el poder polĂ­tico. La verdad era secundaria.

Incluso encontraron otra semejanza: el pontífice supremo del paganismo llevaba el título caldeo (babilónico de 7179 ; es decir, peter o intérprete. ilntérprete de los misterios! 1 Aquí, pues, había una

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1. Isis descubierta, Vol. 2, p. 29; Parkhurt's Lexicon Hebreo, p. 602.

oportunidad para los lĂ­deres de esa Ă©poca de «cris tianizar» la oficina pagana del Pontifix Maximus, la oficina del obispo de Roma —el Papa— de hoy en dĂ­a. Al asociar la palabra peter de Pedro el apĂłstol

con el gran intérprete de Roma (aunque no había conexión alguna entre ambos), podía dar al oficio pagano una apariencia superficial de cristiandad.

Pero esto presentaba ciertos problemas. Para hacer que el apĂłstol Pedro fuera el Pedro de Roma, cosa difĂ­cil, dado que los intĂ©rpretes de los misterios, los supremos pontĂ­fices, habĂ­an estado desde Ă©pocas anteriores conectados con Roma, iera necesario afirmar que el apĂłstol Pedro habĂ­a ido a Roma! Y esta es la verdadera razĂłn por la cual —a partir del siglo IV y no antes— empezaron a ser propagadas muchas historias con intentos de probar que Pedro fue a Roma.l Y al enseñar esto pudieron unir el paganismo y el cristianismo bajo el liderazgo del supremo pontĂ­fice, el padre de padres, o el Pedro de Roma, iel intĂ©rprete de los misterios de Roma! «Y asĂ­, para los ciegos cristianos de la apostasĂ­a, el Papa llegĂł a ser el representante de Pedro el apĂłstol, mientras

que para los paganos era el representante del intĂ©rprete de sus bien conocidos misterios.»2 

Luego buscaron otras similitudes para asociar a Pedro el apĂłstol con la oficina del Pontifix Maximus.  Una de ellas tuvo que ver con las llaves, Por espacio de casi mil años, el pueblo romano habĂ­a creĂ­do en  las «llaves» mĂ­ticas, las llaves simbĂłlicas del dios pagano Janos y de la diosa Cibeles.3 Desde antiguas y portaba en su corona dos llaves cruzadas.4 El mi traĂ­smo, una de las ramas principales de los misterios que llegaron a Roma, mostraba a su dios-sol, Mitra, portando dos llaves como sĂ­mbolo de la autoridad.5

Ă©pocas, las «llaves» habĂ­an sido sĂ­mbolos de la reli-   pal, vĂ©ase el abanico en las siguiente páginas.) giĂłn de los misterios en varios sitios y formas. El   Algunos han forzado la Escritura en lo que se rebramán, pontĂ­fice supremo de la India, por ejem-   fiere a Pedro recibiendo las «llaves del reino» hasta PIO, era reconocido como el poseedor de las «llaves» tal punto que ven a Pedro como el portero del cie-

Cuando todo esto fue absorbido por Roma y los  emperadores reclamaron ser los sucesores de los  «dioses» y los pontĂ­fices supremos de los misterios, las llaves tambiĂ©n llegaron a ser un sĂ­mbolo más de su autoridad. De manera que cuando el obispo de Roma, el Papa, llegĂł a ser el supremo pontĂ­fice, por el año 378 d. de C., automáticamente pasĂł a poseer las llaves mĂ­ticas. Esto le ganĂł al Papa reconocimiento por parte de los paganos. ¿Pero cĂłmo podrĂ­a ser esto asociado con la cristiandad? Nuevamente lĂ­deres apĂłstatas de la Iglesia vieron una oportunidad de mezclar a Pedro dentro de la historia. ¿Acaso no le habĂ­a dicho JesĂşs a Pedro «Y a ti te darĂ© las llaves del reino de los cielos»? (Mateo 16:19). Sin em bargo, no fue sino hasta el año 431 que el Papa, pĂşblicamente, proclamĂł que Ă©l poseĂ­a las llaves de  autoridad que le habĂ­an sido dadas a Pedro. Esto  fue más de cincuenta años despuĂ©s de que el Papa llegara a ser el supremo pontĂ­fice, el poseedor de las llaves. Evidentemente, las llaves que el Papa usa como insignia de su autoridad espiritual, son las llaves mĂ­ticas del paganismo y no el sĂ­mbolo original de las llaves que Jesucristo le dio a Pedro. (Como uno de los muchos ejemplos de cĂłmo estas llaves  son presentadas como sĂ­mbolo de la autoridad pa-

 

 

1. Hislop, p. 210.

2. Ibid. 

3. Ibid., p. 207.

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lo que decide quién entra y quién no entra. Esto es

4. Isis descubierta, p. 30.

5. El hombre y sus dioses, p. 129.

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muy similar a las ideas del dios pagano Janos, puesto que Ă©s te era quien guardaba las puertas en la mitologĂ­a romana. Janos, con llave mano, aparece en el grabado con dos caras, una de apariencia joven y la otra de viejo (aludiendo al mito de que Nimrod viejo encarnĂł en Tammuz joven).

 Las llaves que dio nuestro Señor a Pedro no fueron llaves materiales para una puerta rial. La llave fue dada a Pedro y a todos los demás discĂ­pulos que el Señor enviĂł a predicar el mensaje del Evangelio. Y a travĂ©s de esta predicaciĂłn del evangelio que les fue dado, podrĂ­an los hombres ser salvos y tener entrada en el glorioso Reino de Dios. 

Adelantándonos un poco, es interesante notar que no sĂłlo eran las llaves un sĂ­mbolo de Janos, sino tambiĂ©n un ave que se «consagraba» a Ă©l, el gallo.l AsĂ­ como las llaves de Janos fueron adoptadas como sĂ­mbolo papal y más tarde asociadas con Pedro,  tambiĂ©n fue usado el gallo en un nuevo intento de armonizar ideas paganas con eventos de la vida de Pedro. ¿Acaso no habĂ­a cantado el gallo en la noche que Pedro negĂł al Señor? (Juan 18:27). HabĂ­a, pues, aquĂ­ otra similitud —aunque muy vaga—, ipero incluso Ă©sta fue usada para hacer el oficio pagano del Pontifix Maximus, el alto sacerdote de Janos, apa-

 

rentar semejanza con Pedro!

Este tĂ­tulo de supremo pontĂ­fice o Pontifix Maxi-

6. Enciclopedia de Religiones, Vol. 2, Art. «Jano».

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mus, el cual lleva el Papa, obviamente no es cristiano pues fue llevado por los emperadores paganos de Roma antes de la era cristiana. ¿Cuál era el significado de este tĂ­tulo? Como es bien sabido, «pontĂ­fice» viene de las palabras Pons, que significa «puente», y Facio (hacer). La palabra pontĂ­fice quiere decir «constructor de puentes». Los reyes sacerdotales o emperadores de los tiempos paganos eran considerados como los constructores y guardianes de los puentes de Roma para proteger la ciudad de invasiones. Como supremos sacerdotes de la religiĂłn romana en

esos dĂ­as paganos, el tĂ­tulo en su significado original tenĂ­a un simbolismo religioso: cada uno de estos reyes-sacerdotes reclamaba ser el puente o conexiĂłn entre esta vida y la venidera.

iEntonces, evidentemente, el tĂ­tulo PontĂ­fice no tenĂ­a nada que ver con el verdadero cristianismo! Era simplemente el tĂ­tulo de los reyes-sacerdotes paganos. Aun asĂ­, los papas continĂşan llevando este tĂ­tulo hasta el dĂ­a de hoy. Este simple hecho nos demuestra cuánta influencia tuvo el paganismo en la «Iglesia» de Roma. La rama de los misterios babilĂłnicos que llegĂł a Roma (por vĂ­a de Persia) era conocida como mitraĂ­smo. Su influencia creciĂł en Roma hasta que llegĂł a ser —en una Ă©poca— casi la Ăşnica fe del Imperio.r En esta rama de los misterios, el lĂ­der del sacerdocio era llamado el Pater Patrum, es decir, el «Padre de los Padres». Adoptando este tĂ­tulo, la cabeza del catolicismo romano es el Papa, el padre de los padres.2 iEl «Padre» o lĂ­der de los misterios (anterior a la era cristiana) tenĂ­a su posiciĂłn en Roma y asimismo el «Padre» o lĂ­der de la Iglesia CatĂłlica, tiene su centro en Roma! Además de esta evidencia, hay muchas más prue-

1. Ibid., p. 545.

2. El paganismo de nuestra cristiandad, p. 145; El hombre y sus dioses, p. 252.

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bas de que el Papa no es el sucesor del apĂłstol Pedro, sino el sucesor de la lĂ­nea de sumos sacerdotes del paganismo que tuvo su origen en Babilonia. Los  costosos y altamente decorados vestidos que usan los papas, demuestran que el oficio de Papa es de origen pagano, pues estas vestiduras eran copiadas de las que lucĂ­an los emperadores romanos iY no de los apĂłstoles! Los historiadores no han permitido que este hecho continĂşe sin ser notado, pues verdaderamente su testimonio es que «las vestiduras del clero eran testimonio de la Roma pagana».l

La tiara que usan los papas, aunque decorada en formas diferentes y de diferentes edades, es idĂ©ntica en su forma a la usada por los «dioses», que se muestran en las viejas tablas paganas de Asiria.2

La mitra usada por los papas (y algunas veces por los cardenales y obispos) tiene aĂşn un origen más interesante, iun origen que nos provee de  otra clave para revelar la identidad de la BabiIonia de hoy el verdadero origen del oficio papal! En el famoso cuadro de Rubens podemos ver la ilustraciĂłn de Teodosio y Ambrosio (siglo IV).

1. La historia de la CivilizaciĂłn, Vol. 4, p. 745.

2. SĂ­mbolos paganos antiguos y cristianos modernos, pp. 63, 64.

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NĂłtese la forma del ornamento que usa Ambrosio. iCiertamente no hay indicaciĂłn alguna de que esta mitra hubiese sido usada alguna vez por Cristo o por

sus apĂłstoles! La mitra usada por AarĂłn y los altos sacerdotes judĂ­os era completamente diferente de Ă©sta, puesto que ellos usaban un turbante. El tipo de mitra usada en la Ăşltima ilustraciĂłn no es conocido en las Escrituras. ¿De dĂłnde proviene este tipo de mitra que usan los papas?

Recordemos que el falso «salvador» de Babilonia en los «misterios» era representado en varias formas y sĂ­mbolos. Una de esas formas misteriosas era la de un pez, En esta forma, Nimrod, el civilizador de Babilonia, era conocido como Oannes, o como DagĂłn (Dag significa «pez»), y de ahĂ­ el «DiosPez». El estudiante de las Escrituras sin duda recordará lo odioso que fue a los ojos de Jehová este culto pagano de DagĂłn originado en Babilonia:l El culto a DagĂłn se hizo especialmente popular entre los idĂłlatras filisteos (Jueces 16:21-30 y 1.0 Samuel 5:5-6). Antiguos monumentos muestran frecuentemente a DagĂłn representado como mitad hombre y mitad pez, tal como aparece en la ilustraciĂłn adjunta.

Otra forma en que DagĂłn es representado puede verse en la siguiente ilustraciĂłn (segunda figura, de izquierda a derecha). Esta es la forma en que era pintado en esculturas de Mesopotamia (Babilonia).2 Y, como lo indica Layard en Babilonia y NĂ­nive, la cabeza del pez formaba una mitra sobre. la cabeza

1. Enciclopedia de religiones, p. 502.

2. Símbolos paganos antiguos y cristianos modernos, pág. 21.

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del hombre, mientras que sus faldas caladas y en forma de manto dejaban al descubierto sus manos y pies.3 AquĂ­, pues, como en tiempos antiguos, la mitra  terminaba en punta como la quijada de un pez, brevemente abierta; iSin duda alguna, el prototipo de la mitra usada actualmente por el Papa!  

Más tarde, la figura del cuerpo del pez fue quitada y sĂłlo se usĂł la mitra en forma de cabeza de pez  para adornar la cabe-

za del gran dios mediador. En varias monedas paganas de Mal-

ta, este dios (cuyas ca-  racterĂ­sticas son idĂ©nticas a las de Osiris, el Nimrod egipcio), es representado sin el cuerpo de pez y sĂłlo muestra la cabeza del pez (vĂ©ase la ilustraciĂłn). El que esta mitra era usada en el culto babilĂłnico es evidente, pues está escrito que los sacerdotes caldeos tambiĂ©n usaban un cetro en forma de cabeza de pez.l Y es este mismo el tipo de mitra pagana que el Papa —el supremo pontĂ­fice de la moderna Babilonia— usa en la actua-

3. Babilonia y NĂ­nive, p. 343.

1. Dos Babilonias, p. 216.

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lidad. Este cetro puede verse en el dibujo que se acompaña del papa Pablo VI mientras daba su sermĂłn de «paz» durante su histĂłrica visita a los Estados Unidos, en el año 1965. (La fotografĂ­a que se inserta unas páginas más adelante, muestra al Papa luciendo un refinado modelo.)

Como dijo el notable escritor Hislop, refiriĂ©ndose a la mitra papal, «la mitra en doble pico que usa el

Papa cuando está sentado en el altar supremo de Roma recibiendo pleitesĂ­a de los cardenales, es idĂ©ntica a la usada por DagĂłn, el dios-pez de los filisteos y babilonios».

En el anillo usado por el Papa puede verse, tambiĂ©n, otra identificaciĂłn entre Ă©ste y el viejo paganismo. H. A. Ironside dice que el Papa es «el sucesor directo del sacerdote supremo de los misterios babiIĂłnicos y el siervo del dios-pez DagĂłn, por quien usa, como sus antecesores paganos, el anillo del pesca-

dor». Pues bien, como hemos visto una y otra vez, los lĂ­deres de la Iglesia apĂłstata buscaban similitudes dentro del sistema pagano que pudieran aplicarse al cristianismo y unir asĂ­ ambos sistemas. Cuando hallaban algo trataban de unirlo en la forma menos obvia. En este caso, como Pedro fue pescador durante un tiempo, el pueblo fue enseñado que este anillo del dios-pez inscrito con el tĂ­tulo Pontifix Maximus, era el anillo de Pedro el pescador. Pero el apĂłstol Pedro nunca usĂł anillos de este tipo, como tampoco nadie se postrĂł ante Ă©l para besarle el anillo. Lo más probable que ni siquiera hubiera tenido nunca uno,

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pues en cierta ocasiĂłn dijo: «Ni tengo oro ni plata» (Hechos 3:6).

Otra clave que nos puede ayudar a resolver el misterio de la Babilonia moderna puede ser visto en el uso del palio por la Iglesia Católica Romana. El palio que usa el Papa puede verse en la ilustración adjunta. Los diccionarios lo definen como una sombrilla usada por el alto clero pagano de Grecia y de Roma antes de la Era Cristiana, y que es empleado hoy en día por el Papa en numerosas ocasiones. Aquí, pues, hay más pruebas de paganismo mezclado con la Iglesia após-

tata.

El palio es hecho de lana blanca, la cual es tomada de dos corderos que han sido «bendecidos» en la basĂ­lica de Santa Ignacia, en Roma. Como un sĂ­mbolo de que los arzobispos tambiĂ©n participan en la plenitud de la oficina papal, el Papa les envĂ­a el palio. Pero antes de enviárselo, es puesto sobre la supuesta tumba de Pedro por espacio de una noche. iEste rito no es más que una copia del paganismo que se practicaba entre los antiguos griegos!

Otro intento de asociar al Papa con el apóstol P ed ro puede verse en la forma en que la Iglesia Romana declaró poseer la llamada Cátedra de

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san Pedro, o «Silla» de Pedro (vĂ©ase la ilustraciĂłn).

1662 —dice Bower— tenĂ­an los romanos la creencia de que el apĂłstol habĂ­a hecho construir esta silla y se habĂ­a sentado en ella. Y esta silla en la que se suponĂ­a se habĂ­a sentado Pedro, fue expuesta al para que la venerara... en el festival de la Pero desafortunadamente, mientras se limpiasituarla en algĂşn lugar del Vaticano, aparecieron en ella las doce obras de HĂ©rcules.»l

La Enciclopedia CatĂłlica muestra una fotografĂ­a de esta silla y menciona que las láminas del frente muestran fabulosos animales de la mitologĂ­a asĂ­ como tambiĂ©n las «obras de HĂ©rcules».l

Teniendo en cuenta que los labrados paganos referentes a HĂ©rcules están en la silla, es interesante notar una declaraciiĂłn hecha en otro volumen de la Enciclopedta CatĂłlica: «Gilgamesh, el cual la mitolotransformĂł en un HĂ©rcules babilĂłnico.. serĂ­a entonces la persona designada en la Biblia como Nimrod».2 En esta declaraciĂłn Nimrod es comparado con el HĂ©rcules que aparece en la llamada «silla de PeConsiderando todas estas cuestiones, no hay ninguna razĂłn para creer que la silla tuvo un origen

comisión científica nombrada por el papa Pablo VI, en julio de 1968, declaró que ninguna parte de esta silla era de la era apostólica (midiendo la actividad radioactiva del carbón en la madera, puede determinarse la fecha en que se cortó el árbol). En el informe oficial de los datos carbónicos y otras pruebas, se ha podido comprobar que la silla data a lo sumo del siglo IX.

Hace muchos siglos se hallĂł en Roma una estatua del dios pagano JĂşpiter. La grandiosa estatua de

1. Bowers, Historia de los papas, Vol. I, p. 7.

1. vol. 3, p. 554.

2. ArtĂ­culo «Babilonia».

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bronce fue alterada en y se dĂ­a, la la nombrĂł estatua como es vista de «sancon Pedro».3 Hasta hoy profunda veneraciĂłn. Tanto es asĂ­, que el pie de la estatua ha sido besado tantas veces por los devotos

3. Isis descubierta, p. 25.

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feligreses, que los dedos de ésta están gastados casi por completo.*

La fotografía de la página siguiente muestra al fallecido papa Juan XXIII acercándose a besar la estatua, la cual fue ataviada con lujosas vestiduras y puesta sobre su cabeza una corona papal para esa ocasión.

Esta práctica de besar a un Ă­dolo o estatua es de origen pagano, iel mismo paganismo condenado por la Biblia! Como hemos visto, el culto a Baat no era nada más que el antiguo culto a Nimrod en forma divina (como dios-sol). i Y la práctica de besar una estatua suya era una vieja costumbre! ¿QuĂ© dice la Biblia acerca de esto? En los dĂ­as de ElĂ­as, multitudes se habĂ­an arrodillado ante Baal y le habĂ­an besado. IdĂ©ntico rito sobre el cual estamos hablando. «Y yo —dijo Jehová— harĂ© que queden en Israel siete mil; todas rodillas que no se arrodillaron ante Baal y bocas que no le besaron» (1.0 Reyes 19:18). Arrodillarse y besar a un Ă­dolo era parte del culto a Baal.

En una de sus formas misteriosas, Nimrod (encarnado en el joven Tammuz), era representado como un becerro. Y asĂ­, en el Antiguo Testamento, cuando el pueblo de Dios fue tras otros dioses, se hicieron estatuas de becerros, las adoraron y las besaron. «Y ahora añadieron a su pecado y de su plata se han hecho segĂşn su entendimiento, estatuas de fundiciĂłn, Ă­dolos, toda obra de artĂ­fice acerca de las cuales dicen a los hombres que sacrifican, que besen los becerros» (Oseas 13:1-3).

iDe modo que no debemos pensar que es extraño que junto con otras prácticas que fueron incor-

— Cuando el emperador LeĂłn, en 628,- publicĂł un edicto contra el uso de pinturas o estatuas religiosas en el culto, la estatua de JĂşpiter (llamada Pedro) fue objeto de acusaciĂłn especial como se puede ver en la carta que el papa Gregorio le escribiĂł al emperador LeĂłn.

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poradas dentro del catolicismo, el besar un Ă­dolo ha venido a ser tambiĂ©n parte del sistema! Pero para aquellos que comprenden el «misterio», ya no lo es más, sino que se hace obvio que la misma estatua que era adorada en la Roma pagana, como JĂşpiter (nombre romano a la forma de Tammuz), se encuentra hoy en dĂ­a posando como san Pedro, y el mismo rito pagano de besar y adorar al Ă­dolo continĂşa hoy dĂ­a. i Y no debemos maravillarnos de que el Papa sea besado tambiĂ©n en el pie, pues realmente Ă©l es representante no de Cristo ni de Pedro, sino de la religiĂłn babilĂłnica!

Así como los ritos de besar un ídolo fueron adoptados del paganismo, en la religión católica romana lo fue la costumbre de llevar en andas a las imágenes en procesiones religiosas que son puramente paganas en su origen y forman parte importante de las ceremonias católicas. En el siglo, VI a. de C. una imagen de la diosa Ishtar (Semiramis) fue llevada en andas con gran pompa y ceremonia desde Babilonia hasta Egipto.l Esta práctica de procesiones de ídolos era parte de los ritos en Grecia, Egipto, Etiopía, MéXico y muchas otras naciones paganas de los antiguos tiempos.

¿QuĂ© dice la Biblia acerca de esta práctica? La Biblia nos indica la pĂ©rdida de tiempo de aquellos que piensan que algo bueno puede venir de los Ă­dolos, objetos tan faltos de poder que tienen que ser cargados. IsaĂ­as, refiriĂ©ndose directamente a los Ă­dolos (dioses) de Babilonia, dijo asĂ­: «Sacan oro del talego y pesan plata con balanzas, alquilan un platero para hacer un dios de ellos; y humillándose, le adoran. Se lo echan sobre los hombros, lo llevan y lo sientan en su lugar; y allĂ­ se está y no se mueve

I. ArtĂ­culo «Imágenes e Ă­dolos», Hastings.

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de su sitio. Le dan voces [oran] y tampoco responde, ni los libra de la tribulaciĂłn» (IsaĂ­as 46:6-7). 

  No solamente han continuado estas procesiones en la Iglesia CatĂłlica Romana, en las cuales se lleva en andas a los Ă­dolos, sino que el Papa, de igual for-

ma, es llevado en andas. Y de la misma manera que la Biblia dice que los paganos usaban su oro y plata en sus dioses, iasimismo se usan todas estas riquezas con el Papa! Y asĂ­ como los Ă­dolos eran cargados en procesiones en las que el pueblo se «postraba» y adoraba, hoy, el pueblo catĂłlico se postra ante el Papa cuando pasa sentado sobre. su trono que, como ya hemos dicho, es llevado en andas.

 

Hay hombres que cargan al Papa, el dios del catolicismo, sobre sus hombros en procesiones religio, sas (vĂ©ase foto). Estas procesiones, no sĂłlo son con,  denadas por las Sagradas Escrituras, sino que son una continuaciĂłn del viejo paganismo. Hace más de  tres mil años, esta misma práctica era conocida en Egipto y formaba parte de sus ritos paganos. La ilustraciĂłn de la página 93 muestra cĂłmo el antiguo reysacerdote de Egipto era cargado a travĂ©s de devotas  multitudes, portado por doce hombres, Una comparaciĂłn de la procesiĂłn papal de hoy en dĂ­a y la procesiĂłn pagana de hace más de tres mil años, muestran que una es copia de la otra. 

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NĂłtese tambiĂ©n en la corte del rey-sacerdote de Egipto, el uso del fabeZo, un gran abanico hecho de plumas. Este más tarde vino a ser conocido como el «abanico mĂ­stico de Bacchus». AsĂ­ como este abanico estaba en la procesiĂłn del rey sacerdote pagano, estos abanicos son traĂ­dos con el Papa en varias ocasiones. Como dice la Enciclopedia Británica, «En el caso de ceremonias solemnes [el Papa], es cargado en la sede, una silla portátil de terciopelo rojo con un alto respaldo y escoltada por dos fabelli de plumas».l El hecho de que estos abanicos se originaron en el paganismo egipcio, es claro y admitido incluso por escritores catĂłlicos?

Podemos ver entonces, cĂłmo la práctica pagana de las procesiones, de la cual el punto principal es el rey-sacerdote llevado en andas y acompañado de los abanicos mĂ­sticos, ha continuado hasta el presente en la moderna Babilonia, la Iglesia CatĂłlica Romana. Todas estas cosas, el uso del palio, la mitra con cabeza de pez, las «vestimentas babilĂłnicas», las «llaves» mĂ­sticas, el tĂ­tulo de «pontĂ­fice» y la historia de cĂłmo los papas llegaron a recibir tales objetos y tales tĂ­tulos, todo ello junto nos provee de «pruebas concretas» de que el oficio papal es un oficio pagano. Añadiendo el hecho de que Cristo nunca estableciĂł este oficio en su Iglesia, nos da a en-

tender claramente que el Papa no es el vicario de Cristo o el sucesor del apĂłstol Pedro.

I. Vol. 22, Art. «Papa», p. 81.

2. Los Papas - La historia de cĂłmo son escogidos, elegidos y coronados, p. 108.

12

INMORALIDAD PAPAL

Además de la conclusión evidente a que hemos llegado, el carácter y la moral de muchos de los papas, nos revela claramente que no son los sucesores de Cristo o de Pedro, Fino sucesores de un sacerdocio pagano! Muchos de los papas eran tan deprava-

dos en sus acciones, que los que no profesaban ninguna religiĂłn, se avergonzaban de ellos. Pecados tales como el adulterio, sodomĂ­a, violaciĂłn, asesinato  borrachera, han sido cometidos por muchos papas a travĂ©s de la historia. Estamos conscientes de que  el atribuir esta clase de pecados a quienes proclaman ser el «Santo Padre», «Vicario de Cristo» y «obispo de obispos», ha de ser alarmante para algunos. Pero el que ha estudiado la historia de los papas, comprende claramente que muchos lo han sido todo menos hombres santos.

El papa Sergio II, que reinĂł del 904 al 911, obtuvo la oficina papal por medio del asesinato. Los anales de la Iglesia de Roma hablan sobre su vida en pecado con Marozia, una conocida prostituta de esa Ă©poca, quien le engendrĂł varios hijos ilegĂ­timos.l Este papa fue descrito por Baronio y otros escritores eclesiásticos como un «monstruo» y por Grego-

 

1. El sacerdote, la mujer y el confesional, p. 138.

rio como un «criminal aterrorizante». Dice un historiador: «Por espaciĂł de sieeste hombre ocupĂł de san Pedro, mienconcubina, imiSemĂ­ramis madre,

la corte con tany lujuria, que mente los peores viejo Imperio» 2

RefiriĂ©ndose a otra dimujer —Teodora de nombre—, junto con prostituta del Papa, llenaron la silla pasus,hijos bastardos y convirtieron su palacio de ladrones»? Y asĂ­, comenzando con papa Sergio, vino el perĂ­odo (904-963), como «el reinado papal de los fornicarios». papa a Juan X (914-928). Este habĂ­a a Ravena como arzobispo, pero para deseos carnales, lo hizo volver a Roma nombrar papa, Su reinado tuvo un fin sĂşMarozia lo asesinĂł. 

querĂ­a deshacerse de Juan X para, de poder llevar a LeĂłn IV (928-929), al ofiSu reinado fue muy breve, pues Ă©ste tamasesinado por Marozia cuando Ă©sta se eneste habĂ­a entregado su cuerpo a una descarada que ella. l 

Poco después llevó a su propio hijo ilegítimo (de Sergio III) al trono papal.2 iEl muchacho era toda-

 

adolescente! TomĂł el nombre de Juan XI.

medieval, p. 331. bĂ­blico de Halley, p. 774.

El sacerdote, la mujer y el confesional, p. 138.

 

Pero durante un altercado con los enemigos de su madre fue azotado y puesto..en prisiĂłn en donde lo envenenaron y muriĂł.

En el año 955 el nieto de la prostituta —despuĂ©s

de varios encuentros sangrientos— pudo tomar posesiĂłn del trono pontificio bajo el nombre de Juan XII. LlegĂł a ser tan corrompido que los cardenales se  vieron obligados a hacer cargos contra Ă©l. Este rehusĂł a presentarse para contestar a las acusaciones y

en vez de esto, flos amenazĂł con excomulgarlos a todos! Aun asĂ­ le hallaron culpable de varios crĂ­menes y pecados, incluyendo los siguientes: hizo prender fuego a varios edificios, bebiĂł un brindis dedicado al demonio, jugĂł a los dados e invocĂł la ayuda de los demonios, obtuvo dinero por medios injustos y fue enormemente inmoral.3 Tan viles fueron sus acciones, que incluso el notable obispo catĂłlico romano de Cremorne, Luitprand, dijo de Ă©l: «Ninguna mujer honesta se atrevĂ­a a salir en pĂşblico, porque el papa Juan no tenĂ­a respeto a mujeres solteras, casadas o viudas, puesto que Ă©l faltaba al respeto aun a las tumbas de los santos apĂłstoles, Pedro y Pablo».

LevantĂł la ira del pueblo al convertir el Palacio Laterano en «una casa de prostituciĂłn pĂşblica»l y  fue descrito por el Liber Pontificalis2 con las siguientes palabras: «PasĂł toda su vida en adulterio». Fi-

2. Patrologine latinae, Vol. 136, p. 900.

3. El otro lado de Roma, p. 114.  

1. Patrologine Latinae, vol. 136, P. 900.

2. vol. 2, p. 246.

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nalmente, su vida terminĂł mientras cometĂ­a adulte rio: el furioso esposo de la mujer lo matĂł.3

El papa Bonifacio VII (984-985) mantuvo su posiciĂłn a travĂ©s de cuantiosas distribuciones de dinero robado. El obispo de Orleans se refiriĂł a Ă©l (y tambiĂ©n a Juan XII y LeĂłn VIII), como «monstruos de culpabilidad, llenos de sangre y suciedad», y como «Anticristos sentados en el templo de Dios». Además, Bonifacio fue un asesino. Hizo que el papa Juan XIV fuera encarcelado y envenenado. Cuando el papa Juan muriĂł, el pueblo romano arrastrĂł su cuerpo desnudo por las calles. La sangrienta masa humana que habĂ­a sido un papa, fue dejada a los perros.

 

la mañana siguiente, sin embargo, algunos sacerdotes lo enterraron secretarnente.4

Bonifacio asesinĂł al papa Benedicto VI estrangulándolo. El papa Silvestre II lo llamĂł «un horrendo monstruo que sobrepasĂł a todo mortal en su maldad».5 Pero, evidentemente, el papa Silvestre no era mucho mejor, pues la Enciclopedia CatĂłlica dice que el pueblo le consideraba como un mago pactando con el diablo».6

Enseguida, vino el papa Juan XV (985-996) quien dividiĂł las finanzas de la Iglesia entre sus familia res 7 IO que le trajo la reputaciĂłn de ser «codicioso, de torpes ganancias y corrompido en todas sus acciones».8 

Benedicto VIII (1012-1024) «comprĂł el oficio de papa por medio de chantaje». El siguiente papa, Juan XIX (1024-1033), tambiĂ©n comprĂł el papado y

Italia medieval, pp. 331, 336.

Enciclopedia CatĂłlica. El otro lado de Roma, p. 115. Sacrorum Conciliorurn, Vol. 19, p. 132.

Vol. 14, p. 372.

Liber Pontificalis, vol. 2, p. 246.  Annali d'ltalia, Vol. 5, p. 498.  

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pasĂł por toda la escala de tĂ­tulos eclesiásticos reco nocidos, en un solo dĂ­a. DespuĂ©s de esto, Benedicto IX (1033-1045) fue elegido papa, siendo apenas un niño de 12 años, por medio de arreglos monetarios con las poderosas familias que manejaban a Roma.  Este papa-niño creciĂł en la maldad y «cometiĂł homicidios y adulterios en pleno dĂ­a; hizo robar a peregrinos en las catacumbas de los mártires. Fue un horrendo criminal a quien el pueblo desterrĂł de Roma.l Finalmente, la compra y venta del cargo papal se hizo tan comĂşn y la corrupciĂłn tan pronunciada que los gobernantes seculares tuvieron que intervenir en el nombramiento de los papas. Enrique III, emperador de Alemania, eligiĂł a Clemente II (10461047), que era un clĂ©rigo alejado de la corte papal porque «ningĂşn sacerdote romano pudo ser hallado limpio de corrupciĂłn de simonĂ­a y de fornicaciĂłn», declarĂł un historiador?

Muchos de los papas fueron asesinos, pero sin duda alguna Inocencio III (1194-1216) sobrepasĂł a todos sus predecesores en homicidios. Durante su  reinado, Inocencio (el cual era todo menos «inocen  te»), hizo asesinar a más de un millĂłn de supuestos «herejes». El promoviĂł la más infame y diabĂłlica  acciĂłn en la historia de la humanidad, la InquisiciĂłn. Por espacio de más de 500 años, los papas usaron  la InquisiciĂłn para poder mantener el poder. Solamente Dios sabe cuántas personas fueron asesina das al no estar de acuerdo con las enseñanzas de  la Iglesia CatĂłlica Romana.

Muchos de los papas fueron asesinos, pero sin duda alguna Inocencio III (1194-1216) sobrepasĂł a todos sus predecesores en homicidios. Durante su  reinado, Inocencio (el cual era todo menos «inocen-

 

 1. Italia medieval, p. 349, Manual bĂ­blico Halley, p. 775.

2. Ibid. 

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te», hizo asesinar a más de un millĂłn de supuestos «herejes». El promiviĂł la más infame y diabĂłlica acciĂłn en la historia de la humanidad, la InquisiciĂłn. Por espacio de más de 500 años, los papas usaron la InquisiciĂłn para poder mantener el poder. Solamente Dios sabe cuántas personas fueron asesinadas al no estar de acuer- c do con las enseñanzas de la Iglesia CatĂłlica Romana.

El papa Bonifacio VIII (1294-1303) —otro de la negra lista—medieval— practicĂł la brujerĂ­a.3 LlamĂł mentiroso e «hipĂłcrita» a Cristo, profesĂł ser ateo, negĂł la vida futura y fue un homicida y un pervertido sexual. Oficialmente dijo lo siguiente: «El darse placer a uno mismo, con mujeres o con niños, es tanto pecado como frotarse las manos».4 Y —aunque parezca imposible— Ă©l fue quien escribiĂł la bula Unam Sanctum, en la cual declarĂł oficialmente que la Iglesia CatĂłlica es la Ăşnica y «verdadera» Iglesia ifuera de la cual nadie puede salvara se! Fue este papa tan inmoral quien declarĂł oficial mente: «Nosotros afirmamos y declaramos definiti-

3. Durant, vol. 6, p. 232.

4. Historia de los concilios de la Iglesia, Libro 40, ArtĂ­culo 697.

147 

vamente que es necesario para la salvaciĂłn, que todo  ser humano sea sujeto al pontĂ­fice de Roma».

Fue durante el reinado de este papa, cuando Dante visitĂł Roma. DescribiĂł el Vaticano como el «alcantarillado de la corrupciĂłn», y puso a Bonifacio (jun to con los papas Nicolás III y Clemente V) en «las  profundidades del infierno».

Durante el perĂ­odo de 1305 a 1377, el palacio papal estuvo situado en Avignon (Francia). Durante esta Ă©poca, Petrarca declarĂł que dicho establecimiento  papal era un lugar de «violaciĂłn, adulterio y toda clase de fornicaciĂłn». Y debido a que los papas eran tan inmorales, no debemos sorprendernos de que los  sacerdotes no fueran mejor que ellos. Como conse cuencia, en muchas parroquias los feligreses insistĂ­an en que los sacerdotes tuvieran concubinas «como  protecciĂłn para sus propias familias». L

 En el Concilio de Constanza, tres papas y algunas veces cuatro, se insultaban todas las mañanas,

 

acusándose los unos a los otros de anticristos, demonios, adĂşlteros, sodomitas, enemigos de Dios y del  hombre. Uno de estos «papas», Juan XXII (14101415), compareciĂł ante el Concilio para dar cuenta

de su conducta. «Fue acusado por 37 testigos (obispos y sacerdotes, en su mayorĂ­a) de fornicaciĂłn, adulterio, incesto, sodomĂ­a, hurto y homicidio.» Y se probĂł con una legiĂłn de testigos que habĂ­a seducido y violado a 300 monjas. Su propia secretaria, Niem, dijo que en Bolonia mantenĂ­a un harĂ©n donde no menos de doscientas muchachas habĂ­an sido vĂ­ctimas  de su lujuria? Por todo ello el Concilio lo hallĂł culpable de 54 crĂ­menes de la peor categorĂ­a; le depuso del papado, y, para no verse condenado a lo que se merecĂ­a, el indigno papa optĂł por huir.

1. Manual bĂ­blico Halley, p. 778.

2. El sacerdocio, la mujer y el confesionario, p. 139.

3. La historia de la civilizaciĂłn, Vol. 6, p. IO.

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El registro oficial del Vaticano ofrece de este hombre esta informaciĂłn sobre su inmoral reinado:

 

«Su señorĂ­a, papa Juan, cometiĂł perversidad con la esposa de su hermano, incesto con santas monjas, tuvo relaciones sexuales con vĂ­rgentes, adulterio con casadas y toda clase de crĂ­menes sexuales... entregado completamente a dormir y a otros deseos carnales, totalmente adverso a la vida y enseñanzas de Cristo... Fue llamado pĂşblicamente el Diablo en-

carnado». l Para aumentar su fortuna, el papa Juan puso impuestos a todo, incluyendo la prostituciĂłn, el juego y la usura? Se le ha llamado con frecuencia

«el más depravado criminal que se haya sentado en el trono papal».

Del papa PĂ­o II (1458-1464) se dice que fue el padre de muchos hijos ilegĂ­timos. «Hablaba en pĂşblico sobre los mĂ©todos que usaba para seducir a las mujeres, aconsejaba a los jĂłvenes y hasta ofrecĂ­a instruirlos en mĂ©todos de autoinduIgencia.»3 PĂ­o fue seguido de Pablo II (1464-1471), quien mantenĂ­a una casa llena de concubinas. Su tiara papal estaba tan cuajada de joyas, que sobrepasaba el valor de un palacio.  

Vino despuĂ©s el papa Sixto IV (1471-1484); Ă©ste tuvo dos hijos ilegĂ­timos de su manceba Teresa a los  cuales hizo cardenales.4 FinanciĂł sus guerras vendiendo posiciones eclesiásticas al más alto postor*  y «usĂł el papado para enriquecerse Ă©l y sus familia res. Hizo cardenales a ocho de sus sobrinos, aunque  algunos de ellos era aĂşn niños. En cuanto al lujo y extravagancias, rivalizĂł con los cĂ©sares. El y sus fa-

1. Sacrorum Conciliorum, Vol. 27, p. 663. 

2. La historia de la civilizaciĂłn, Vol. 6, p. IO.

3. Manual bĂ­blico Halley, p. 779. 

4. Anual histĂłrico de la Iglesia universal, Vol. 2, p. 905. 5. Durant, vol. 6, p. 13. 

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miliares sobrepasaron a las antiguas familias romanas tanto en riquezas como en pompa».6

El papa Inocencio VIII (1484-1942) tuvo dieciséis hijos de varias mujeres. No negó que fueran sus hijos engendrados en el Vaticano.7 Como muchos otros papas, multiplicó los oficios clericales y los vendió por vastas sumas de dinero. Incluso permitió corridas de toros en la plaza de San Pedro.

Vino más tarde Rodrigo Borgia, quien tomĂł el nombre de Alejandro VI (14921503) y ganĂł su elecciĂłn al papado mediante chantajes con los cardenales, práctica comĂşn en aquellos dĂ­as. Antes de ser papa, cuando aĂşn era cardenal y arzobispo, viviĂł en pecado con una mujer llamada Vanozza dei Catanei y despuĂ©s con la hija de Ă©sta, Rosa, con la cual tuvo cinco hijos. En el dĂ­a de su coronaciĂłn nombrĂł a su hijo —joven de temperamento y hábitos viles— como arzobispo de Valencia.l

ViviĂł en incesto pĂşblico con sus dos hermanas y con su propia hija y era el padre y amante de su hija Lucrecia, de quien se dice tuvo un hijo? 

El 31 de octubre de 1501 realizĂł una orgĂ­a sexual en el Vaticano, que no ha tenido parangĂłn alguno en los anales histĂłricos de la humanidad 3

En cuanto al papa Pablo III (1534-1549), incluso la revista de signo catĂłlico Life dijo que siendo car-

 

6. Manual bĂ­blico Halley, p. 688. 7. Ibid. 

I. Historia de la Reforma, p. 11.

2. El sacerdocio, la mujer y el confesionario, p. 139.

3. Diarium, vol. 3, p. 167.  

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denal habĂ­a tenido 4 hijos y en el dĂ­a de su coronaciĂłn celebrĂł el bautismo de sus dos bisnietos; que eligiĂł a dos de sus sobrinos adolescentes como cardenales, realizĂł festivales con cantantes, bailarinas, bufones y buscĂł ayuda de astrĂłlogos.'

El papa León X (1513-1521) fue elegido para 27 oficios diferentes clericales antes de tener 13 años de edad. Fue enseñado a considerar los cargos eclesiásticos sólo como un medio de ganancia.* Con su producto compró el cargo y declaró que el quemar a herejes era una orden divina.

Fue durante esos dĂ­as que MartĂ­n Lutero, siendo aĂşn sacerdote de la Iglesia Romana, viajĂł a Roma. Al ver por primera vez la Ciudad de las Siete Colinas, cayĂł- al suelo diciendo: «Santa Roma, te saludo». No habĂ­a pasado mucho tiempo en dicha ciudad, cuando pudo darse cuenta de que Roma era todo menos una ciudad santa. Pudo ver que la iniquidad existĂ­a en todas las clases del clero. Los sacerdotes contaban chistes indecentes y usaban palabras profanas, incluso en la misa. Lutero describiĂł a los papas de la Ă©poca como peores en su conducta que los emperadores paganos y explica que los banquetes de la corte papal eran servidos por doce mujeres. desnudas.l «Nadie puede imaginarse los pecados tan infames y los actos que son cometidos en Roma —dijo tienen que ser vistos y escuchados para ser creĂ­dos. Tanto es asĂ­, que se acostumbra a

4. «Life», revista del 5 de julio de 1963.

* Es bien notorio que en la Edad Media los cargos eclesiásticos, incluyendo obispados, eran adjudicados con frecuencia como prebendas o dotes, sin ser ejercidos pergonalmente, El ejercicio de los mismos era alquilado þor una renta fija a sustitutos, sin que el titular hiciera apenas acto de presencia en las diócesis e iglesias que le habían sido adjudicadas.

I. Drarium, Vol. 3, p. 167.

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decir: "Si hay un infierno, Roma está construida sobre

 Un dĂ­a, durante la visita de Lutero a Roma, vio una estatua en una de las vĂ­as pĂşblicas que condu  cen a San Pedro, que le llamĂł la atenciĂłn, pues era de una papisa, y junto con el cetro y la mitra papal,  tenĂ­a un niño en sus brazos. Era la estatua de la pa pisa Juana. «Estoy sorprendido —dijo Lutero— de  cĂłmo los papas permiten que la estatua permanezca allĂ­.»3 Cuarenta años más tarde, despuĂ©s de la muerte de Lutero, dicha estatua fue quitada por orden del papa Sixto V.4

¿QuiĂ©n fue este papa femenino al que la estatua representaba? Se dice que naciĂł en la tierra del Rhin, en Ingleheim. Fue aclamada en Mainz por su sabidurĂ­a y más tarde se disfrazĂł de hombre para entrar  en el cĂ©lebre monasterio de Fulda (entre Frankfurt y Bebra). Se dice que tambiĂ©n estudiĂł en Inglaterra y Atenas despuĂ©s recibiĂł la posiciĂłn de profesora de la Schola Græcorum de Roma, antiguo colegio de diáconos. AllĂ­ ganĂł tanta influencia como hombre,  que fue elegida papa. Sin embargo, despuĂ©s de un pontificado de dos años, un mes y cuatro dĂ­as, fue  descubierta su condiciĂłn de mujer: mientras forma ba parte de una procesiĂłn, dio a luz a un niño y muriĂł. Fue en este sitio donde se erigiĂł la estatua del  papa femenino.l

 

 

En tiempos recientes, la historia de la papisa Jua na ha sido discutida. Por razones obvias, Roma ha tratado de ocultarlo; sin embargo, antes de la Ă©po ca de la Reforma, la cual expuso tanto pecado en la  Iglesia Romana, la historia era parte de las crĂłnicas 

2. Historia de la Reforma, p. 56.  

 3. Ibid., p. 59. 

4. Ecumenismo y romanismo.

I. Italia medieval, p. 392, etc.

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y conocida por obispos e incluso por los mismos papas? El papa Anastasio, por ejemplo, la menciona en su escrito Historia de los pontĂ­fices romanos? De hecho, todos los libros de historia de antes de la Reforma mencionan a la papisa Juana o en texto o en el margen.4 Se discute que hasta el siglo xv los papas tenĂ­an que pasar por un examen fĂ­sico para que el caso de la papisa —el papa femenino— no se volviera a repetir. Obviamente, la idea de un papa femenino rompe la doctrina catĂłlica de la «suceSiĂłn apostĂłlica» y, por lo tanto, es natural que la Iglesia Romana trate de ocultar esta historia.

Al llegar al final de este capĂ­tulo habiendo mencionado la gran inmoralidad que ha existido en la vida de algunos papas, no queremos dar la impreSiĂłn de que todos los papas han sido tan malvados como Ă©stos. Sin duda que los que hemos anotado aquĂ­ fueron los peores; pero ha sido necesario referirnos a ellos para demostrar que la afirmaciĂłn catĂłlica de que el papado es una «sucesiĂłn apostĂłlica» es totalmente falsa. Tal declaraciĂłn significa que todos estos papas, incluyendo a los más ignorantes y perversos, han de ser tomados en cuenta en la lĂ­nea de sucesiĂłn desde el apĂłstol Pedro y hay que considerarles infalibles.

Al hacer las investigaciones hasta Pedro, se tiene que pasar por la historia del papa femenino. De mo-

do que la sucesión papal a la cual toda otra demanda del catolicismo está unida, queda expuesta como fraude y debe caer ante la poderosa espada del Espíritu: ila Palabra de Dios!

2. Historia de los papas, Bowers, Vol. I, p. 226.

3. P. 128, 1.338.

4. Ecumenismo y romanismo, p. 59, 60.

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13

¿SON INFALIBLES LOS PAPAS?

Junto a las muchas contradicciones con las cuales el sistema romano estaba plagado, los papas, como el antiguo dios Janos, empezaron a declararse infalibles. Pero en vista del siguiente esquema histĂłrico, la idea de la infalibilidad papal, es completamente absurda. Aun asĂ­, la mayorĂ­a de los papas han declarado ser infalibles, al menos en su doctrina, aunque no en integridad y moral. Pero esta clase de razonamiento presentaba varios problemas. El pueblo, naturalmente, preguntaba: ¿CĂłmo pueden ser los papas infalibles al dictar la doctrina y tan inmorales en la práctica? A pesar de lo contradictorio de esta situaciĂłn, la infalibilidad papal fue declarada dogma en 1870.

El autor de esta doctrina de la infalibilidad fue PĂ­o IX (1846-78).1 Pero Ă©l, ciertamente, no era un ejemplo que acreditara su pretensiĂłn —al menos no en su práctica— pues Ă©ste tenĂ­a varias mozas (tres de ellas monjas) de las cuales tuvo hijos. Tampoco su antecesor, el papa Gregorio XVI (1831-1846), fue mejor pues es conocido como uno de los más grandes borrachos de Italia y tambiĂ©n tenĂ­a numerosas mujeres; una de ellas, la esposa de su barbero?

1. Enciclopedia Británica, Vol. 17, p. 224.

2. El sacerdote, la mujer y el confesionario, p. 139.

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Conociendo la historia de los papas, varios obispos catĂłlicos se opusieron a declarar la doctrina de la infalibilidad papal como dogma en el Concilio de 1870. En sus discursos, un gran nĂşmero de ellos mencionĂł la aparente contradicciĂłn entre semejante doctrina y la conocida inmoralidad de algunos papas. Uno de estos discursos fue pronunciado por el obispo JosĂ© Strossmayer. En su argumento contra el edicto de la «infalibilidad» como dogma, mencionĂł cĂłmo algunos de los papas se habĂ­an puesto en contra de otros papas, cĂłmo se contradijeron unos a otros e hizo una menciĂłn especial de cĂłmo el papa Esteban llevĂł al papa Formoso a juicio.

La famosa historia de un papa llevado a juicio ante otro es algo horrendo ipuesto que el papa Formoso había muerto hacía ocho meses! Sin embargo, su cadáver fue desenterrado de su tumba y llevado a juicio por el papa Esteban. El cadáver, putrefacto, fue desenterrado y situado sobre un trono. Allí, ante un grupo de obispos y cardenales lo ataviaron con ricas vestimentas del papado, se puso una corona sobre su calavera y el cetro del Santo Oficio colocado en los cadavéricos dedos de su mano. Mientras se celebró el juicio, el hedor del muerto llenaba la sala. El papa Esteban, adelantándose hacia el cadáver, lo interrogó. Claro está, no obtuvo respuesta a los cargos y el papa difunto fue sentenciado como culpable de todas las acusaciones. Entonces le fueron quitadas las vestimen155

tas papales, le arrebataron la corona y le mutilaron los tres dedos que habĂ­a usado para dar la bendiciĂłn  papal. DespuĂ©s arrastraron el cadáver putrefacto,  atado a una carroza, por las calles de la ciudad. El cuerpo fue más tarde lanzado al rĂ­o TĂ­ber.l 

Acciones contradictorias como Ă©sta, por luchas entre papas, ciertamente no apoyan la infalibilidad;  sin embargo, no se detiene ahĂ­ la historia, pues des puĂ©s de la muerte del papa Esteban, el siguiente papa romano rehabilitĂł la memoria de Formoso y lo mismo hizo más tarde el papa Juan X, lo que desacredita y ridiculiza aĂşn más el dogma de la infalibilidad papal.

 El hecho es que ni en doctrina, ni en práctica, han  sido los papas infalibles. Notemos unas cuantas de las cientos de contradicciones que desmienten esta doctrina:

Después de su muerte, el papa Honorio I fue acu-

 

sado como hereje por el Sexto Concilio, en el año 680. El papa LeĂłn confirmĂł su condenaciĂłn. Si los papas fueran infalibles, ¿cĂłmo puede uno condenar al otro?

El papa Virgilio, despuĂ©s de condenar varios li bros, retirĂł su condena; luego los volviĂł a condenar y una vez más volviĂł a retirar la condena, para más  tarde volverlos a condenar. ¿Hay infalibilidad en esta   actitud? 

El duelo fue autorizado por el papa Eugenio III (1145-1153). Pero más tarde, el papa Julio II (1509) y PĂ­o IV (1506) lo prohibieron. 

En el siglo XI, habĂ­a tres papas rivales al mismo  tiempo. Todos Ă©stos fueron depuestos por el concilio convocado por el emperador Enrique III. Más

I. La ascensiĂłn y la caĂ­da de la Iglesia CatĂłlico-Romana, p. 179; Italia medieval, p. 395.

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tarde, durante el mismo siglo, Clemente III se opuso a VĂ­ctor III e incluso a Urbano II ¿CĂłmo podĂ­an ser los papas infalibles cuando se oponĂ­an el uno al Otro ?

Vino luego el gran caos, en 1378, que duró 50 años, cuando los italianos eligieron a Urbano IV y los cardenales frandeses escogieron a Clemente VII. Estos papas se maldijeron año tras año hasta que un concilio depuso a ambos y escogieron a otro.

El papa Sixto V hizo preparar una versión de la Biblia, la cual declaró como auténtica y muy fiel; pero dos años más tarde, Clemente VIII declaró que estaba llena de errores y ordenó hacer otra.

Gregorio I rechazĂł el tĂ­tulo de «obispo universal» por considerarlo pagano, «profano, supersticioso, orgulloso e inventado por el primer apĂłstata».l AĂşn asĂ­, a travĂ©s de los siglos, otros papas han reclamado este tĂ­tulo. ¿CĂłmo podemos decir que los papas son «infalibles» al definir la doctrina, si se contradicen directamente entre sĂ­?2

El papa Adriano II (867-872) declaró el matrimonio civil como válido, pero el papa Pío VII (18001823) lo condenó como no válido.

El papa Eugenio IV (1431-1447) condenĂł a Juana de Arco a ser quemada por bruja. Más tarde, en 1919, Benedicto IV la declarĂł santa. ¿Puede esto ser infalibilidad papal?

¿CĂłmo pueden ser los papas infalibles cuando un gran nĂşmero de ellos han negado tal doctrina? Virgilio Inocencio III, Clemente IV, Gregorio XI, Adriano VI y Paulo IV, todos rechazaron la doctrina de la infabilidad papal.3 ¿PodrĂ­a ser un papa infalible y no saberlo? iQuĂ© inconsistencia!

1. EpĂ­stola,

2. F. Lacueva, Catolicismo romano, pp. 36-40.

3. S. Vila, A las fuentes del Cristianismo, pp. 173-180.

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Considerando la gran inmoralidad, bandidaje y contradicciĂłn que ha existido en las vidas de muchos de los papas, podemos ver claramente cuán blasfemas son sus declaraciones acerca de sĂ­ mismos. Los papas han tomado tĂ­tulos tales como «SantĂ­simo Señor», «Jefe de la Iglesia Mundial», «PontĂ­fice Soberano de Obispos», «Sacerdote Supremo», «La boca de Jesucristo», «Vicario de Cristo» y otros más. El papa LeĂłn XIII, el 20 de junio de 1894, declarĂł: «Ocupamos en la tierra el lugar de Dios Todopode roso». Durante el Concilio Vaticano de 1870, el 9 de  enero, fue proclamado: «El Papa es Cristo en oficio, Cristo en jurisdicciĂłn y poder... nos postramos ante tu voz, oh, PĂ­o, como la voz de Cristo, el Dios de la verdad. Al afianzarnos en ti, nos afianzamos en Cristo».

Pero el esquema histĂłrico que hemos visto claramente denota que el Papa no es «Cristo en oficio»  o en ninguna otra forma. Debemos comparar a am bos —a Cristo y al Papa— y tenemos clara evidencia de que no hay similitud alguna; al contrario, ison opuestos!

El Papa porta una costosa corona, cubierta de  joyas. La corona de tres plantas se dice que tiene  un valor de 1.300.000 dĂłlares. iQuĂ© contraste con nuestro Señor Jesucristo quien durante su vida te rrenal no tuvo corona, excepto una de espinas!

El Papa es constantemente atendido por sirvientes. iQuĂ© contraste con el Nazareno quien no vino a que le sirvieran sino a servir! 

El Papa tiene un palacio de lujo y riquezas extremas que hacen un marcado contraste con el Señor Jesús, quien no tuvo sitio dónde poner su cabeza.

 Los papas vestidos en trajes elaborados y costosos, diseñados al estilo de los emperadores romanos

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de los dĂ­as paganos, representan un orgullo y vanidad que contrasta con nuestro Salvador, quien vistiĂł el traje de un campesino.

La inmoralidad de muchos de los papas se levanta en contraste con Cristo, que es perfecto en santidad y pureza.

En vista de estas cosas podemos entender que la pretensiĂłn de que el Papa es el vicario de Cristo no tiene fundamento alguno, y, por el contrario, es

interesante notar que el tĂ­tulo vicario del Hijo de

Dios, Vicarius Filii Dei, parece condenar al Papa colocándole en una posiciĂłn de absoluta contradicciĂłn. En el capĂ­tulo 13 del misterioso pero no incomprensible libro del Apocalipsis, el Santo EspĂ­ritu de Dios dio al apĂł§tol Juan una revelaciĂłn acerca de cierto personaje al que llama Bestia horrible el cual representa sin duda a más de una persona del pasado y del futuro, segĂşn lo han entendido diversos expositores de tan difĂ­cil libro. Pero lo curioso es que el papado cae de lleno y del modo más claro en la lĂ­nea de identificaciĂłn del macabro y misterioso personaje. La clave es: «AquĂ­ se requiere sabidurĂ­a, El que tiene entendimiento, calcule el nĂşmero de la bestia,

pues es nĂşmero de hombre, y su nĂşmero es 666» (Apoc. -13:18).

Ahora bien, todos sabemos que algunas letras del alfabeto romano tienen significado numérico. Aun hoy día las usamos para titulares de capítulos o documentos, a saber: I, significa uno; V, 5; X, 10; L, 50; C, 100; D, 500. La suma total de este alfabeto numérico es exactamente 666.

Pero para que no pensemos que esto era tan sĂłlo una clave del pasado atribuyendo el misterio tan solamente al Imperio romano, perseguidor de los cristianos, tenemos que el tĂ­tulo favorito del Papa, Vicarius Filii Dei, nos da el mismo resultado. Teniendo

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en cuenta que en este tĂ­tulo la letra I aparece seis veces, la V, dos, la L una sola vez, la C Ă­dem y la D  Ă­dem, la suma total es 666. Las letras que quedan  sin significado numĂ©rico de dicho tĂ­tulo son F-A-R-S-E, cuyo triste pero atinado significado es de obvia comprensiĂłn.

Hay otras claves de este curioso misterio: el nombre secreto de Nimrod, que era revelado solamente a los iniciados era deletreado en caldeo con cuatro letras: Stur. En este lenguaje, S es igual a 60; T es  igual a 400; U es igual a 6, y R es igual a 200; de nue vo un total de 666.

El césar Nerón, el primero de los grandes perseguidores de los cristianos y emperador de Roma, en su época de más poder tiene un nombre que escrito en hebreo es: Neron Caesar, que también iguala a 666.

 Las letras griegas de Lateinos (LatĂ­n), el lenguaje de Roma en todos sus actos oficiales, suma 666. En  el griego, L es 30; A es 1; T es 300; E es 5; I es 10; N es 50; O es 70, y S es 200. Estas cifras suman un total de 666. Hay otras palabras tambiĂ©n significativas para lo que venimos demostrando. Romutus, del que proviene el presente nombre de Roma, es, en hebreo, Romiitz, y tambiĂ©n suma 666.

En el Nuevo Testamento, las letras de la palabra griega euporia, la cual proviene de la palabra fortuna, totaliza 666. Es curioso saber que de los dos mil nombres griegos en el Nuevo Testamento, sola mente hay otra palabra que tenga este valor numĂ© rico y es la palabra: paradosis, que significa «tradiciĂłn» (VĂ©ase Hechos 19:25 y Mateo 15:2). Fortuna y tradiciĂłn —extrañamente— fueron los dos elementos que corrompieron a la Iglesia Romana. Las riquezas corrompĂ­an la honestidad y con la tradiciĂłn se corrompiĂł la doctrina.  

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No insistimos dogmáticamente en este argumento en cuanto al número 666 * pero creemos que estas cosas denotan un significado interesante en conexión con las palabras tradición, riqueza (fortuna), latín, Roma, números romanos y papas.

 

* No tratamos de decir que cualquier papa bueno o malo sea la bestia apocalĂ­ptica; pero el sistema papal procedente del paganismo babilĂłnico sĂ­ que IO es: Esta clave de Apocalipsis dio mucho valor a los valdenses cristianos fieles anteriores a la Reforma de Lutero y mág tarde a los inmediatos seguidores de este gran movimiento restaurador de la fe pura del Nuevo Testamento para resistir hasta  la sangre los errores de la iglesia apĂłstata sin negar las 

 

verdades que Ă©sta sostenĂ­a.

Tampoco afirmamos que todos los miembros de la Iglesia CatĂłlica hayan de ser condenados por pertenecer a una rama del Cristianismo muy plagada de errores paganos. Dios juzgará a cada individuo segĂşn la luz que haya tenido en su vida terrena con perfecta justicia. Pero el capĂ­tulo 19 del Apocalipsis contiene una advertencia muy solemne para los adheridos al sistema religioso enraizado en los errores de Babilonia. Quizás en vista de los males que  amenazan a la religiĂłn con motivo del levantamiento del ateĂ­smo en los Ăşltimos tiempos de la humanidad dice el Señor: «Salid de ella pueblo mĂ­o, para que no seáis partĂ­ci pes de sus pecados ni recibáis nada procedente de sus pla gas, porque sus pecados se han amontonado hasta el cielo  y Dios se ha acordado de sus maldades». F.llo indica que  Dios tiene un pueblo al que ama y desea salvar de las consecuencias de todos los errores procedentes de la semilla babilĂłnica esparcida por el mundo entero.  

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 LA INHUMANA INQUISICION

Tan notable era la corrupciĂłn de la Iglesia apĂłstata en la Edad Media, que podemos fácilmente comprender por quĂ© en muchos sectores de la tierra los hombres se levantaron en protesta. Muchos fueron los que rechazaron las doctrinas falsas de la Iglesia  apĂłstata y del Papa, fijándose nada más que en el

Señor Jesucristo y en su Palabra para su salvaciĂłn. A Ă©stos se les calificĂł de «herejes» y fueron perseguidos ferozmente por la Iglesia CatĂłlica Romana. 

Uno de los documentos en los que se ordenĂł tal persecuciĂłn, fue el inhumano Ad Exstirpanda, que fue editado por el papa Inocencio IV. Este , s documento declaraba que los herejes tenĂ­an que ser aplastados como serpien tes venenosas. Sacerdotes, reyes y miembros civiles del sistema romano, fueron llamados a unirse a esta cruzada guerrera. Declaraba el documento que cualquier propiedad que confiscasen les serĂ­a dada como propiedad con  tĂ­tulo limpio y además les prometĂ­an remisiĂłn de  todos sus pecados como premio por matar a un  hereje.

r 62

 

Este documento papal tambiĂ©n aprobĂł formalmente el uso de la tortura contra los llamados «herejes». Algunos hombres se pasaban largos dĂ­as ideando los mĂ©todos más crueles para producir dolor. Uno  de los más populares fue el uso del estante. Esta era una larga mesa en la cual el acusado era amarrado de las manos y pies y lo estiraban por cuerdas y tablones hasta dislocarle las coyunturas y causarle gran dolor. 

Para arrancarles las uñas usaban grandes pinzas o las ponĂ­an al fuego para despuĂ©s aplicarlas en las  partes más sensitivas del cuerpo. Se usaban aparatos semejantes a tambores, donde ponĂ­an cuchillas y puntillas afiladas sobre las cuales los «herejes» eran colocados y rodados de atrás para adelante; tenĂ­an un destornillador de dedos, que era un instrumento hecho para desarticular los mismos y tambiĂ©n las co nocidas «botas españolas», que usaban para aplastar piernas y pies.  

TenĂ­an tambiĂ©n la horrible «virgen de hierro», que consistĂ­a en una figura hueca del tamaño y forma de una mujer, erizada interiormente de cuchillos dispuestos de tal forma, que el acusado era lacerado mortalmente cuando lo encerraban dentro de ella. Lo que hace estos actos más blasfemos, es que cada uno de sus

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medios de tortura eran rociados con «agua bendita» y en ellos se inscribĂ­an las palabras latinas Soli Deo Gloria, que significa «Gloria a Dios solamente».l

 

Para hacerles denunciar a otras personas, desnudaban a las vĂ­ctimas, ya fuesen hombres o mujeres,  y las ataban fuertemente de los brazos y pies. DespuĂ©s las jalaban con una cuerda deteniĂ©ndolas en el  aire; más tarde las soltaban para volverlas a jalar  aĂşn con más fuerza hasta dislocarles las coyunturas de brazos y piernas. La cuerda con que los amarraban les penetraba la piel hasta los huesos. Mientras contemplaban la ejecuciĂłn de las torturas, los sacer dotes procuraban que el hereje recapacitara y se doblegara a renunciar a su herejĂ­a o a denunciar a  hermanos de la misma fe,

 

I. El hombre y sUs dioses, p. 286.

 164

En la ilustraciĂłn que se inserta, tomada del libro Historia del Mundo, de Ridpath (volumen V), podemos ver una de las operaciones de la InquisiciĂłn en

Holanda. Ventiún protestantes cuelgan del árbol. El hombre que se halla en la escalera está a punto de ser colgado también. Parado, bajo éste, se encuentra el sacerdote portando la cruz.

Francisco Gamba, un lombardo de ideas protestantes, fue aprehendido y condenado a muerte en el año 1554 en Milán. En el lugar de la ejecuciĂłn, un monje le presentĂł una cruz y Gamba le dijo: «Mi mente está tan clara pensando en los verdaderos mĂ©ritos y bondades de Cristo, que no necesito un pedazo de madera sin mĂ©ritos». Por decir esto, le atra-

vesaron la lengua y después le quemaron?

A otros que rechazaban las enseñanzas de la Iglesia Romana les vaciaban acero candente en su oídos y bocas. A otros les sacaban los ojos y algunos fueron cruelmente azotados con látigos. A otros más les amarraban estacas y los forzaban a lanzarse al fondo de precipicios para que chocaran contra los pe-

2. Libro de mártires de Fox, p. 103.

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ñascos y murieran lentamente de dolor. A otros los ahorcaban con mĂşsculos amputados de sus propios cuerpos o eran ahogados con orina o excremento. 

De noche, las vĂ­ctimas de la InquisiciĂłn eran en-

cadenadas contra las paredes o al suelo en donde eran presa de ratas y serpientes introducidas adrede en estos cuartos de sangrienta tortura.

Y no solamente eran individuos y pequeños grupos los torturados y asesinados, sino que éste era

tambiĂ©n el destino de ciudades enteras que rechaza ban los dogmas del romanismo. En 1209, por ejem PIO, la ciudad de Beziers fue tĂłmada por los cruzados, a quienes el Papa habĂ­a prometido que si se alistaban en la guerra contra los herejes, entrarĂ­an  directamente al cielo cuando murieran sin necesidad de pasar por el purgatorio. Varios historiadores relatan que 60.000 personas en esta ciudad perecieron  por la espada de esos hombres, mientras que la sangre corrĂ­a por las calles.

En 1211, en Lavaur, el gobernador fue colgado de la horca y los ciudadanos del pueblo quemados vivos. Los cruzados asistĂ­an a misa solemne por la mañana y luego procedĂ­an a tomar otros pueblos del área donde la gente habĂ­a rehusado aceptar el dogma catĂłlico. Se estima que en este sitio perdieron la vida 100.000 albigenses en un solo dĂ­a. Sus cuerpos fueron amontonados y quemados. El «clero» dio gracias a Dios por la grandiosa victoria para la «Iglesia» y se compuso un himno para cantar en honor de esa victoria. 

Es notoria tambiĂ©n la masacre de Merindol. Entre otras cosas horribles que ocurrieron en esta área, que habĂ­a llegado a ser poblada por los valdenses (protestantes), 500 mujeres fueron quemadas en un  establo y cuando algunas de estas infelices saltaban por las ventanas eran recibidas con lanzas. En otros casos, las mujeres eran pĂşblica y despiadadamente

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violadas. Los niños eran asesinados ante sus padres,  que asistĂ­an impotentes al horrendo crimen. Algunos niños fueron lanzados desde peñascos y otros eran despojados de sus ropas y arrastrados por las calles. 

 En la masacre de Orange, en 1562, se usaron mĂ©todos similares. A la armada italiana enviada por el papa PĂ­o IV se le ordenĂł matar a hombres, mujeres y niños. Esa orden fue ejecutada con suma crueldad y se expuso al pueblo a la vergĂĽenza y tortura como nunca se habĂ­a visto antes.  

En el «dĂ­a de san BartolomĂ©» del año 1572 hubo una sangrienta masacre en ParĂ­s donde murieron diez mil hugonotes protestantes. El rey francĂ©s fue a misa a dar gracias solemnes por haber sido asesinados  tantos herejes. La corte papal recibiĂł la noticia con gran regocijo y el papa, Gregorio XIII, ifue a la iglesia de San Luis a dar gracias por la victoria! El Papa ordenĂł que se acuñara una moneda conmemorando el acontecimiento. La moneda mostraba a un ángel con una espada en una mano y una cruz en la otra y un grupo de hugonotes huyendo horrorizados de  la presencia del ángel. Debajo figuraba la siguiente inscripciĂłn: Ugonottorum strages 1572, que significa «la matanza de los Hugonotes de 1572».

 

Incluso después de casi trescientos años de la Reforma, leemos que en España, cuando fue invadida por las tropas napoleónicas, fue descubierta en Toledo una prisión de la Inquisición. El historiador de las guerras de Napoleón dice que era como abrir una tumba; los cautivos salían con unas barbas que les llegaban a la altura del pecho, sus uñas parecían garras de aves y sus cuerpos no eran más que esqueletos. Algunos de ellos hacía años que no respiraban el aire fresco. Otros estaban inválidos y deformes, pues habían permanecido en calabozos tan pequeños que no podían ni ponerse en pie. Al día siguiente, el general La Salle y varios de sus oficiales inspecciona167

 ron el edificio cuidadosamente. Los instrumentos de tortura  que 

El grabado que se aujunta muestra una escena

 

del martirio de la InquisiciĂłn en Holanda. Un protestante cuelga pendido por los pies. El fuego ca-

lienta el hierro con el cual le han de marcar y quemarle los ojos. 

Cualquiera de los papas hubiera podido suspender

la InquisiciĂłn con sĂłlo poner su nombre y sello en un pedazo de papel. ¿Pero lo hicieron? iNo! Algunos de los papas que son llamados «grandes» en la actualidad, vivieron durante esos sangrientos dĂ­as. Ninguno de ellos hizo siquiera un intento serio por abrir 

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las puertas de las prisiones, suspender el sangriento uso de los cuchillos o detener los fuegos asesinos que oscurecieron durante siglos los cielos de Europa.

Y ahora les pregunto a ustedes: ¿podrĂ­a un sistema que instituyĂł tan horrible tribunal represivo

 

durante la Edad Media, ser la verdadera Iglesia? ¿Puede ser esta Iglesia que empleĂł mĂ©todos tan crueles, ser la Iglesia fundada por Aquel que dijo que debemos voltear la mejilla, perdonar a nuestros enemigos, hacer bien a los que nos aborrecen o nos desprecian, Aquel que, desde el madero donde habĂ­a sido clavado, en el momento de su muerte, dijo: «Padre, perdĂłnalos, porque no saben lo que hacen»? ¿PodrĂ­an estos monjes y sádicos sacerdotes ser miembros de la Iglesia pura y sin mancha, la Novia de Cristo? ¿O podrĂ­a su fider, el Papa de Roma, ser el representanCristo en la tierra? iNo! iUn millĂłn de

*

* Los creyentes católicos de nuestros días, empeñados en defender a su Iglesia de tales hechos históricos, alegan que la culpa no era de su Iglesia sino de los métodos bárbaros de aquellos tiempos, y citan el martirio de Servet en Ginebra y otras persecuciones en Inglaterra e Irlanda contra los católicos. Es cierto, pero los cristianos suizos de hace ya más de un siglo construyeron en Ginebra un monumento expiatorio a la memoria de Miguel de Servet

 

en el que hay grabada esta inscripciĂłn: «Hijos respetuosos

 

de Calvino, pero condenando un error que fue el de su siglo» y lo demostraron por su actitud con la minorĂ­a catĂłlica de

 

gu departamento cantonal. 

En cuanto a las persecuciones inglesas fueron más bien

 

por motivos políticos que religiosos. Además, ningún protestante insiste hoy en llamar infalible ni a Calvino ni a las iglesias reformada o anglicana, como ocurre con los cató licos con respecto a su Iglesia y el conjunto de sus papas; pero el actual papa Juan Pablo ha excomulgado al gran caKung por haber negado la infalibilidad papal.

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SEĂ‘ORES SOBRE LAS HEREDADES

DE DIOS

DespuĂ©s del Papa, los hombres de más alto rango en la Iglesia CatĂłlica Romana, son un grupo de hombres llamados «cardenales». Y aunque el Señor nos dio «apĂłstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros» para su Iglesia (Efesios 4: 11), nunca encontramos indicaciĂłn alguna de que haya ordenado a un grupo de «cardenales». Entonces, ¿cuál es su origen?

Al indagar sobre este particular no tardamos en descubrir que los cardenales eran un grupo de lĂ­deres sacerdotales de la antigua religiĂłn pagana de Roma mucho antes de la Era Cristiana. Más tarde, cuando el cristianismo y el paganismo fueron unidos en Roma —produciendo la Iglesia CatĂłlica Romael oficio pagano de los cardenales continuĂł. iLos cardenales no son los sucesores de los apĂłstoles, sino los sucesores de los sacerdotes paganos de la Babilonia a travĂ©s de Roma!

En el libreto Esta es Za Iglesia CatĂłlica, publicado por los Knights of Columbus (organizaciĂłn civil catĂłlica), leemos: «En tiempos pasados, los cardenales eran los jefes clericales de Roma. La palabra se deriva del latĂ­n cardo, o sea «visagra», y asĂ­ se referĂ­an a los miembros principales del clero».l De modo que

1. Hislop, dos Babilonias, pp. 347-348.

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la misma Iglesia CatĂłlica admite que los cardenales eran originalmente los lĂ­deres del clero pagano en la vieja Roma, los sacerdotes de la Visagra.

¿Pero quiĂ©nes fueron estos sacerdotes de la Visagra? Con un estudio más profundo hallamos la evidencia inconfundible de que estos sacerdotes de la Visagra eran los sacerdotes de Janos, el dios pagano de las puertas y las Visagras. Como dios de las puertas y visagras, Janos era llamado el «dios de los principios», por lo cual el nombre del primer mes del año en el idioma inglĂ©s del que este libro ha sido traducido, es january (enero), y por otra parte, en el mismo idioma se designa a los porteros con el nombre de janitor, palabra derivada de Janos.l

Janos•; el portero, era conocido como el que «abre y cierra»? Por esto era tan conocido en Asia Menor el culto al dios que «abre y cierra». Podemos comprender asĂ­ por quĂ© JesĂşs, al hablar a la iglesia de Filadelfia, dijo: «Estas cosas dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra y cierra y ninguno abre... He aquĂ­, yo te he dado una puerta abierta» (Apocalip sis 3:7-8). iEl dios pagano Janos era un dios falso! iJesĂşs es el verdadero que abre y cierra!

Cuando el paganismo y la cristiandad se mezclaron en Roma, el colegio de cardenales —sacerdotes de la Visagra, el clero de Janos—, que se habĂ­a desarrollado en la Roma pagana, ipronto hallĂł un lugar en la Roma papal! De ahĂ­ proviene el oficio de los cardenales —tan ausente de fundamento bĂ­blico— y penetrĂł en la Iglesia profesante y ha continuado hasta nuestros dĂ­as. ¿Pero por quĂ© permitieron los lĂ­deres eclesiásticos la entrada de esta orden pagana de cardenales y que ocupara un lugar en la Iglesia?

I. Historia del culto mundial, p. 180.

2. Fasti, p. 130.

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La respuesta es obvia: al mezclar este paganismo contodos ellos apariencia de capitanes a la manera de la cristiandad, ambos bandos podrĂ­an unirse y asĂ­, los hombres de Babilonia, nacidos en tierra de cal con este tipo de mezcla, la Iglesia CatĂłlica Romanadeos» (Ezequiel 23:14-15). AquĂ­ vemos que se hace fue tomando forma y prosperando.especial menciĂłn de los prĂ­ncipes de origen babilĂłPero incluso mucho antes de que apareciera lanico, los cuales distintivamente vestĂ­an de rojo.

Roma pagana o papal, en la remota antigĂĽedad deEstas mismas vestimentas rojas eran usadas por Babilonia existĂ­a una orden similar de altos sacer-los sacerdotes de la Visagra —los cardenales de la dotes muy bien conocida. «El Colegio CardenalicioRoma pagana—, los cuales eran conocidos tambiĂ©n —dice Hislop—, con el Papa como lĂ­der, es copiacomo los Flamantes. Este tĂ­tulo fue tomado de la exacta del falso colegio original del Concilio de Pon-palabra flamor, que significa uno que sopla o prende tĂ­fices de Babilonia.»3el fuego sagrado.l Eran los que mantenĂ­an la «llama» Además de esta evidencia del origen pagano delsagrada, la cual avivaban con el «abanico mĂ­stico» oficio de cardenal, hay otro detalle inconfundible ende Bacchus. Y al igual que el fuego que preservaban, el color de las vestimentas que usan. Como es bien  sus vestimentas eran de color rojo brillante. Y aun conocido, las vestimentas usadas por los cardenaleshasta hoy en dĂ­a, los cardenales usan las vestimentas de la Iglesia CatĂłlica son de color rojo. Este hechodel mismo color. Los flamantes eran siervos del Ponha sido tan usual, que tanto a un pájaro como a unatifex Maximus en los dĂ­as paganos y los cardenales flor de color rojo, se les llama cardenales. Pero el  son los siervos del Papa, el cual proclama ser, tam significado original de este color es el de pecado, co-  biĂ©n, el Pontifex Maximus. Los flamantes se dividĂ­an mo lo menciona el profeta IsaĂ­as: «Si vuestros peca- en tres grupos diferentes. En la actualidad, los car-

 

dos fueran como la escarlata, serán emblanquecidos denales están divididos asimismo en tres grupos dis-

como la nieve; si fuesen rojos como el carmesĂ­, ven- tintos: cardenales obispos, cardenales sacerdotes  drán a ser como blanca lana» (IsaĂ­as 1:18). Y hasta cardenales diáconos. 

hoy dĂ­a, el color rojo ha seguido siendo asociado con  Es evidente entonces que el origen de los cardeel pecado, con prostituciĂłn, etc. En la misma forma,la nismo, nales catĂłlicos como lo viene confirma definitivamente el tĂ­tulo que del llevan viejo (sacer-pagala Biblia simboliza la religiĂłn de Babilonia bajo figura de una mujer de mala fama, una prostituta, dotes de la Visagra), iY como lo indica tambiĂ©n el vestida de color rojo y escarlata. hecho de que su oficio nunca fue instituido por Cris Volviendo a Ezequiel 23, en la parábola de Ahola   to y por el color de sus vestimentas!

y Aholiba, se hace referencia a un grupo de hombres En la escala jerárquica de la Iglesia CatĂłlica ende la vieja Babilonia vestidos de color cárdeno (car- contramos, tras el Papa y los cardenales, a los obisdenal): «...pues cuando vio hombres pintados en la pos. A diferencia de los oficios del Papa y de los carpared, imágenes de caldeos pintadas de color ber- denales, las Escrituras sĂ­ mencionan el oficio de los mellĂłn (rojo brillante), ceñidos de talabartes por sus «obispos». Pero la enseñanza bĂ­blica concerniente a lomos y tiaras de colores en sus cabezas, teniendo  

349. Harper, 1. Diccionario p. 675. de Literatura Clásica y AntigĂĽedades, de 3. Hislop, Las dos Babilonias, p. 

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los obispos es muy diferente a la que tienen en la Iglesia Romana.

El romanismo ha influenciado tanto el pensa miento del pueblo en este aspecto, que es una creencia popular que el oficio de un obispo es diferente y mucho más alto que el de los ministros de la igle  sia local. ¿No hemos pensado todos que el obispo tiene autoridad sobre un grupo de iglesias y ministros ?

¿Pero quĂ© dicen las Escrituras? iLa Biblia indica

claramente que todo ministro de una iglesia local es  un obispo! No haya absolutamente ninguna diferen cia entre los ancianos de la iglesia y los obispos: ambos son los mismos.l Consideremos la siguiente evidencia desde el punto de vista bĂ­blico:

Pablo instruyĂł a Tito: «Que pusieses ancianos sobre las villas, asĂ­ como te mandĂ©» (Tito 1:5). Luego Pablo prosigue exponiendo las cualidades de estos ancianos y explica que un anciano es un «obispo» (v. 7). Claramente los ancianos de la iglesia local —en toda ciudad— eran obispos. iEsto es muy diferente a la idea comĂşn de que un obispo gobierna sobre un grupo de iglesias o ministros de menor importancia!

En conexiĂłn con esto, es interesante notar que la palabra «catedral» proviene de la palabra «cátedra», que significa trono. Puesto que una catedral en la idea comĂşn es una gran iglesia en una gran ciudad, donde se encuentra el trono de un obispo (vĂ©ase Diccionario), dicha idea es obviamente contraria a las enseñanzas de Pablo de que los obispos debĂ­an ser ordenados en «cada poblaciĂłn y en cada iglesia», y que los ancianos o ministros de la iglesia

local y los obispos son lo mismo.

1. VĂ©ase la Biblia de Scofield, p. 1.303 (nota).

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 Esta verdad puede tambien notarse en Hechos  20. Leemos en este capĂ­tulo que Pablo, .enviando  desde Mileto a Efeso, hizo llamar a los ancianos de 

la iglesia» (v. 17). Luego, hablando a estos ancianos, les dijo: «Por tanto, mirad por vosotros y por todo  el rebaño en que el EspĂ­ritu Santo os ha puesto por  obispos» (v. 28). AquĂ­, de una manera que no ofrece ningĂşn gĂ©nero de dudas, vemos que los ancianos y los obispos son lo mismo. Pablo exhortĂł despuĂ©s a los ancianos de Efeso a apacentar (en griego pastorear) la Iglesia del Señor, la cual ganĂł por su sangre  (v. 28). Estos ancianos de Efeso fueron designados  como ancianos, obispos, dirigentes y pastores —cada   una de estas expresiones se refiere exactamente al mismo oficio—. Estos hombres eran los ministros de la iglesia local y conforme a las Escrituras, eran obispos. No era un ministro de una gran ciudad quien  se sentaba en un trono y ejercĂ­a autoridad sobre un grupo de iglesias o ministros, sino que cada iglesia tenĂ­a sus ancianos y Ă©stos eran sus obispos.

MartĂ­n Lutero comprendiĂł que los ancianos y obispos de la Iglesia primitiva ocupaban el mismo lugar. «Pero en cuanto a los obispos que tenemos  actualmente —comentĂł—, de Ă©stos no dicen nada las Escrituras en cuanto a que ellos hayan sido ins tituidos para que gobernasen sobre muchos ministros...».l 

Cuando llegĂł la apostasĂ­a, entre otras desviaciones  de la verdad, la forma de gobierno en la Iglesia fue tambiĂ©n abandonada a medida que los hombres la sustituĂ­an por sus ideas. Algunos empezaron a proclamarse como «señores» sobre los herederos de Dios. Incluso antes de que nuestro Nuevo Testamento fuera completado, hallamos que en Asia Menor las  doctrinas falsas de los nicolaĂ­tas ya estaban infil1. A la nobleza alemana (clásico de Harvard), p, 317.

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trándose. De acuerdo con Scofield, -'la palabra nicolaĂ­ta viene del griego Nikao (gobernante) y Laos o Laite (pueblo). Y añade: «Si la palabra es simbĂłlica,  se refiere a la forma más antigua de la nociĂłn de un  orden sacerdotal o clerical que más tarde dividiĂł al pueblo cristiano en sacerdotes y laicos»? Fue asĂ­  mo la idea de hombres que se exaltaban sobre otros, se infiltrĂł y ha continuado en la Iglesia apĂłstata hasta nuestros dĂ­as (vĂ©ase Mateo 23:8). 

El concepto comĂşn es de que el «clero» está un poco más alto que los demás fieles, y, como consecuencia, es probable que solamente una de cada mil personas sepa que el tĂ©rmino «clero» pertenece a todo humilde creyente, no sĂłlo a los lĂ­deres eclesiásticos. Notemos que l.a Pedro 5:1-3 instruye a los ministros a no tener «señorĂ­o sobre las heredades del Señor». iLa palabra traducida aquĂ­ como «heredades», en el griego original es kleeron, que significa «clero»! El comentario de Mathhew Henry explica que todos los hijos de Dios reciben el tĂ­tulo de «herederos o clero de Dios». La palabra no es privativa sĂłlo para los ministros religiosos.

Pero hombres deseosos de posiciones dignatarias

se apartaron del plan de gobierno bĂ­blico para la Iglesia.

  Finalmente se enseñó al pueblo que necesitaba  de un sacerdote a quien debĂ­a confesar sus pecados;  un sacerdote que perdonarĂ­a los pecados de todo  aquel que se confesara; un sacerdote que le ofrecerĂ­a  la extremaunciĂłn; un sacerdote que deberĂ­a celebrar misas en su favor, etc. AsĂ­ el pueblo fue enseñado  a depender de un sacerdote humano, mientras que

el verdadero Sacerdote Supremo, nuestro Señor Je-

sucristo, era relegado a la vista del pueblo y oculto por oscuras nubes de tradiciones humanas.

 2. Scofield, p. 1.288 (nota).

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Más tarde, elevándose sobre estos sacerdotes, algunos se proclamaron obispos gobernantes sobre otras iglesias y ministros. Y, por Ăşltimo, la idea del obispo de obispos fue un paso más hacia la apostasĂ­a. iUn nuevo oficio adoptado por la Iglesia apĂłstata! Pero como lo indicamos anteriormente, en ninguna parte de las Escrituras se encuentra que exista un hombre como cabeza de la Iglesia aparte del Dios  hombre, Cristo JesĂşs. Tampoco enseñan las Escrituras que un hombre debĂ­a de ser cabeza de un grupo de ministros, como lo son los obispos catĂłlicos de hoy. Y para avanzar un poco más, diremos que no hay en ninguna parte del Nuevo Testamento el menor indicio de que un hombre debĂ­a tener autoridad sobre la iglesia local. Todo lo contrario, icada igle sia del Nuevo Testamento era pastoreada por una  pluralidad de ministros o ancianos! Nunca estuvo  la autoridad de una iglesia en manos de un solo individuo. Cuando todo depende de una sola persona,

 

ésta puede adquirir importancia, llegar a ocupar el centro y oscurecer así la relación común que tienen todos los hermanos con Cristo el Señor.

Cuando Pablo y BernabĂ© completaban su viaje  por un nĂşmero de poblaciones, se nos dice: «HabiĂ©ndoles contituido ancianos [en plural] a cada una de las iglesias...» (Hechos 14:12-23). Y en Mileto Pablo «hizo llamar a los ancianos [plural] de la iglesia de Efeso» (Hechos 20:17). La carta a los filipenses es dirigida a los obispos (ancianos, en plural asimismo) (ver Filipenses 1:1). A la iglesia de TesalĂłnica le escribiĂł: «Y os rogamos hermanos que reconoz cáis a los [plural] que trabajan entre vosotros y os  presiden en el Señor y os amonestan» (Tesalonicen ses 5:12). Tito fue a poner «ancianos» (plural) (He chos 15:4). Y a los enfermos escribiĂł Santiago que  llamasen a los «ancianos» (plural) de la iglesia para que orasen por ellos y obtuvieran sanidad (Santia-

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 go 5:14-15). De modo que las Escrituras claramente enseñan esto. Es difĂ­cil comprender por quĂ© la mayorĂ­a de los miembros de la Iglesia Cristiana profe sante se han apartado de esta forma.

  En cuanto a los lĂ­deres de la Iglesia apĂłstata, ve mos que instituĂ­an posiciones para poder ser llama  dos «señores» sobre la Iglesia. TambiĂ©n adoptaron tĂ­tulos no bĂ­blicos para designar estas posiciones. No hicieron como EliĂş, quien dijo: «Ni usarĂ© con  nadie de lisonjeros tĂ­tulos» (Job 32:21). Los lĂ­deres eclesiásticos apĂłstatas empezaron a elevarse a posiciones no bĂ­blicas de autoridad en la Iglesia y tomaron para sĂ­ tĂ­tulos que que sĂłlo pertenecen a Dios.

Nuestro Salvador enseñó: «Mas vosotros no queráis ser llamados rabĂ­, porque uno es vuestro Maes  tro, el Cristo y todos vosotros sois hermanos. Y vuestro padre no llamĂ©is a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el cual está en los cielos. Ni  seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo. El que es mayor de vosotros,  sea siervo. Porque el que se ensalzare, será humillado y el que se humillare, será ensalzado» (Mateo  23:8-12). 

Da pena pensar que la Iglesia que proclamĂł a Cristo como su fundador —despuĂ©s de pocos siglos— comenzara a usar los mismos tĂ­tulos que Cristo dijo que no debĂ­an ser usados. Pero la Iglesia se apartĂł   de tal manera de la autĂ©ntica fe, que hizo exactamente lo opuesto a lo que Cristo y sus apĂłstoles habĂ­an enseñado. Mientras llegaban los tiempos de la apostasĂ­a, el obispo de Roma comenzĂł a exaltarse (como lo hemos visto) y se apoderĂł del tĂ­tulo de «Papa», que no es más que una derivaciĂłn de «padre», iel mismo tĂ­tulo que Cristo nos dijo que no aplicásemos a ningĂşn lĂ­der religioso! 

Y aunque Cristo nos pidiĂł que «no llamĂ©is a nadie padre», actualmente los sacerdotes del catolicismo

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insisten en usar este título. Cristo prohibió el uso de tal título porque es un título divino que en el sentido religioso debe ser aplicado solamente a Dios. Esta práctica de aplicarlo a un líder religioso se originó en el paganismo. Recordemos que una de las

ramas principales de los «misterios» que llegaron a Roma en los dĂ­as del mistraĂ­smo y en la liturgia mitraica, aquellos que presidĂ­an sobre las sagradas ceremonias eran llamados «padres».l

El que este tĂ­tulo de «padre» era usado en conexiĂłn con sacerdotes en tiempos pasados, es mencionado en la misma Biblia. En Jueces 17 leemos que un hombre llamado Michâs dijo a un joven levita: «QuĂ©date en mi casa y me serás en lugar de "padre" y "sacerdote"» (Jueces 17:10). Michâs era un hombre mayor de edad con un hijo propio, mientras que el levita era un joven. Claramente se entiende que el tĂ©rmino «padre» no fue aplicado en funciĂłn del respeto hacia un hombre mayor, ni tampoco en el sentido literal de padre carnal. El Ăşnico significado en el uso del tĂ­tulo «padre», es que tal tĂ­tulo fue usado como tĂ­tulo religioso, una designaciĂłn sacerdotal. Michâs querĂ­a que el levita fuese un padre-sacerdote en su «casa de dioses».

Luego, en el capĂ­tulo 18 del Libro de los Jueces, se pide al joven que sirva a una tribu como «padre y sacerdote». «¿Es mejor que seas tĂş sacerdote en casa de un hombre solo, que de una tribu y familia de Israel?» Un estudio de estos dos capĂ­tulos, nos demuestra un tipo de catolicismo en el Antiguo Testamento. Porque aunque el sacerdote pretendĂ­a serlo de Jehová (Jueces 18: 6), sin embargo, el culto era de Ă­dolos y paganismo, iun intento de mezclar el paganismo con el culto al Dios verdadero! Y esta

I. Misterios de Mitra, p. 167.

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mezcla siempre ha traído calamidades y ha disgus-en su mayoría lo hacen basados en la tradición, sin tado al Señor.siquiera preguntarse el origen o significado del misPor consiguiente, el sacerdote que insiste en usarmo.

un tĂ­tulo precristiano y pagano que nuestro Señor TĂ­tulos como «maestro» o «padre» fueron con Jesucristo expresamente ordenĂł no usar, no -puededenados por Cristo, porque estos tĂ­tulos son excluser un sacerdote cristiano. sivos de Dios. Bajo el mismo concepto, el tĂ­tulo

 Otros 

mento el tĂ­tulo bĂ­blico, de lĂ­deres Monseñor, sino de un la Iglesia el significado cual CatĂłlica no los sĂłlo directamente ministros no Romana tiene no funda-llevanopue- a zado, «reverendo» Dios. pues Como y terrible en en leemos la todas Biblia es sus en su ese el variaciones, nombre».salmo tĂ­tulo 111:9, es debe aplicado «Santo ser recha-sĂłlo[re-

 

to a la Escritura, que dice que sonverente] 

«señores» sobre las heredades de Dios. El uso de tal¿No serĂ­a mejor que nos mantuviĂ©semos dentro tĂ­tulo es contrario a lo que enseñó Cristo cuando,del contexto bĂ­blico? ¿No deberĂ­amos rechazar la refiriĂ©ndose justamente a los tĂ­tulos religiosos, dijo:supuesta «autoridad» de estos altos oficios por los

«El que se ensalzare, será a los humillado».discĂ­pulos que no se lla-bre, la cuales heredacLde ¿no los debiĂ©ramos hombres Dios»? desean darla En vez a hacerse Dios?de dar la «señores» gloria al sobrehom-

JesĂşs dijo tambiĂ©n maran «maestros». Este es otro tĂ­tulo divino que sĂłlo a El le pertenece. Como dijo JesĂşs: .porque uno  es vuestro Maestro, el Cristo». A primera vista no parece que este tĂ­tulo haya sido usado en el catolicismo —la Iglesia apĂłstata—, pero un estudio más profundo nos revela que sĂ­ lo ha sido, pues el tĂ­tulo  de arzobispo tiene este significado. iLa palabra arzo significa «maestro»! , de modo que el tĂ­tulo de arzobispo tiene el significado de maestro-sacerdote.

 Al llegar el despertar de los dĂ­as de la Reforma, se rechazaron los tĂ­tulos de papa, cardenal, monseñor y otros. Desafortunadamente se retuvieron otros tĂ­-

tulos del catolicismo que son tal falsos como los anteriores. Hoy en dĂ­a, tanto en la Iglesia CatĂłlica co.  mo en la Protestante, el tĂ­tulo de Reverendo ha continuado usándose. Tenemos los de reverendo, reve rendĂ­simo y muy reverendo. i Pero estos tĂ­tulos nunca fueron aplicados a los ministros de la Iglesia primitiva! (como ministro del Evangelio, yo jamás he hecho uso de tal tĂ­tulo). Hay muy buenos pastores  cristianos que usan este tĂ­tulo; no lo negamos, pero

180 181

 

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EL CELIBATO SACERDOTAL

 «Empero el EspĂ­ritu dice manifiestamente que en los venideros tiempos, algunos apostatarán de la fe,  escuchando a espĂ­ritus de error y a doctrinas de demonios; que con hipocresĂ­a hablarán mentira, teniendo cauterizada la conciencia. Que prohibirán casarse...» (l.a Timoteo 4:1-3). 

En este pasaje podemos ver que el apĂłstol Pablo profetizĂł que muchos se apartarĂ­an de la verdadera fe. DeclarĂł que esto sucederĂ­a en «tiempos posteriores», es decir, tiempos venideros a la Ă©poca en la cual Ă©l escribĂ­a. Esta separaciĂłn no sucederĂ­a en un solo tiempo, sino en distintos tiempos (plural). Poco a poco, los hombres caeran en apostasĂ­a, separándose de la verdadera fe y escuchando «doctrinas de demonios».  

Estas doctrinas de demonios son las enseñanzas  de los misterios paganos (es evidente que Satanás y sus demonios estaban detrás de estas enseñanzas paganas —los misterios— porque Ă©stas contenĂ­an mu cha similitud con la verdad y podĂ­an falsificarla fácilrnente). En el pasaje anterior, se hace especial menciĂłn a una de estas doctrinas paganas, la doctrina de «prohibir casarse». ¿Pero quĂ© era esta doctrina y a quiĂ©nes se aplicĂł?

Al estudiar este tema, hallamos que la doctrina pagana de «prohibir casarse» no se aplicĂł a todos.

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Esta era una doctrina traĂ­da de los viejos tiempos, relacionada con los sacerdotes de los ministerios, ila religiĂłn de Babilonia! SĂ­, tiempos atrás en los dĂ­as de Babilonia, dentro de las doctrinas de demonios que se tenĂ­an, estaba la doctrina del celibato sacerdotal. Estos sacerdotes solteros eran miembros de un alto orden sacerdotal de la reina SemĂ­ramis quien los ligĂł a una vida de celibato, a pesar de que SemĂ­ramis era adĂşltera e inmoral. «Aunque parezca extraño —dice Hislop—, la voz de la antigĂĽedad atribuye a la reina viuda la invenciĂłn del celibato clerical y esto en su forma más estricta.»l

Desde Babilonia, esta doctrina del sacerdocio sol-

tero se propagĂł a otras naciones, como es evidente, por el celibato sacerdotal de las religiones orientales en el TĂ­bet (China), JapĂłn y otros paĂ­ses. Sin embargo, algunas naciones aunque aceptaron otras partes del misterio religioso, no siempre apoyaban la regla del celibato, como en Egipto, donde se les permitĂ­a a los sacerdotes casarse. Pero cuando los misterios llegaron a Roma en tiempos precristianos, ila regla del celibato babilĂłnico fue observada estrictamente!

«Todo estudioso sabe —dice Hislop— que cuando el culto a Cibeles, la diosa babilĂłnica, fue introducido en la Roma pagana, Ă©ste se estableciĂł en su forma primitiva, con su clero cĂ©libe.»l Y asĂ­ esta doctrina diabĂłlica y peligrosa para el buen crĂ©dito de la propia religiĂłn, fue establecida en la Roma pagana.

La supuesta pureza dentro del celibato sacerdotal nunca ha sido una realidad. AsĂ­ era ya en el celibato de los sacerdotes de la Roma pagana. Tan malas eran sus consecuencias, que el Senado romano se

I. Dos Babilonias, p. 219.

1. Ibid., P. 220.

183

vio obligado a poner mano y expulsarles una y

otra vez.

Pero al llegar los dĂ­as de la separaciĂłn de la verdadera fe, a pesar de los corrompidos frutos que esta regla del celibato habĂ­a producido en la Roma pagana, la doctrina de -«prohibir casarse» vino a ser parte de la Roma papal. La Iglesia CatĂłlica Romana la impuso en contra de la costumbre de las congregaciones cristianas de los primeros siglos, cuyos pastores u obispos solĂ­an ser casados y no formaban ninguna clase especial. Esta imitaciĂłn del paganismo demuestra una influencia directa del clericalismo pagano dentro del Cristianismo. Al adoptar esta doctrina la Iglesia Romana voluntariamente renunciĂł a las enseñanzas de la Biblia que no declara como ley,  ni exige que los ministros del evangelio deben ser solteros. 

Los ministros del Nuevo Testamento, incluyendo a los apĂłstoles, eran casados (l.a Cor. 9:5). La Biblia dice: «Conviene, pues, que el obispo sea irreprensi ble, marido de una sola mujer» (Isa Timoteo 3:2). 

Satanás, que conoce bien la naturaleza humana, sabĂ­a que del mismo modo que existiĂł la corrupciĂłn entre el sacerdote cĂ©libe de la Roma pagana, se producirĂ­a de igual modo entre los sacerdotes de la Roma papal.  

 Por ejemplo, cuando el papa Pablo V tratĂł de  clausurar los burdeles en la Ciudad Santa, el Senado  romano votĂł en contra de dicha intenciĂłn, dando  como motivo que la existencia de estos sitios era el Ăşnico medio para evitar que los sacerdotes sedujeran a sus esposas e hijas.* 

* No es sin razĂłn que, S. Pablo llamara profĂ©ticamente  doctrina de demonios al celibato. «Que prohibirán casarse», dice. Y que JesĂşs hablara de «las puertas del infierno» que combatirĂ­an contra la Iglesia. Desgraciadamente la Histo ria ha justificado estas predicciones de la Palabra de Dios

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En la Edad Media, Roma era una «Ciudad Santa» sĂłlo de nombre. Hay estadĂ­sticas que estiman que habĂ­an cerca de 6.000 prostitutas en esta ciudad que tenĂ­a una poblaciĂłn de 100.000 habitantes? Los historiadores nos dicen que «todos los eclesiásticos te nĂ­an una moza y todos los conventos de la capital eran casas de mala fama»? Una fuente en Roma que está situada cerca de un convento, fue removida por orden del papa Gregorio y en el fondo de Ă©sta se encontraron multitud de esqueletos de niños. Cuan do los terrenos del convento de Neinberg (Austria), fueron explorados, ise encontraron los mismos resultados que produjo la costumbre del celibato! 4 Lo mismo pasĂł cuando se inspeccionaron los jardines  y subterráneos de los conventos de Italia.5

El cardeñal Pedro d'Ailly dijo que no se atrevĂ­a a describir la inmoralidad de los conventos y que  el «tomar los hábitos» era simplemente otra forma de hacerse una prostituta pĂşblica. Los apetitos sexuales de quienes habĂ­an hecho voto de castidad  eran tan horribles en el siglo IX que «san» Teodoro Studita prohibiĂł hasta la presencia de animales hembras en propiedades monásticas.

En el año 1477, se llevaron a cabo bailes noctur-

 

nos y orgĂ­as en el claustro catĂłlico de Kercheim, los

 

con una serie de escándalos realmente inimaginables, aun

entre los papas y cardenales. ¿Y quĂ© diremos del clero in— ferior, con menos posibilidades de riqueza y autoridad, pero con los mismos apetitos naturales que sus jefes? No es de extrañar de ningĂşn modo que hayan ocurrido infinidad de  abusos sexuales más o menos frecuentes y notorios segĂşn las circunstancias de cada individuo o la cultura de cada Ă©poca a causa de esta difĂ­cil y peligrosa doctrina. De ahĂ­

 

el vergonzoso y deplorable acuerdo del Senado romano que cita el autor. — (Nota Ed.).

2. Durant, Vol. 6, p. 21. 

3. Historia de la Reforma.

4. Isis descubierta, p. 58.  

5. Ibid., p. 210.  

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cuales están descritos en la historia como mucho peores que los que se pueden ver en las casas de prostitución.6

Los sacerdotes llegaron a ser conocidos como los esposos de todas las mujeres. En Alemania, un obispo catĂłlico comenzĂł a cobrar a los sacerdotes de su distrito un impuesto por cada mujer que mantenĂ­an y por cada hijo que tuvieran. i Pronto descubriĂł que habĂ­an once mil mujeres sostenidas por el clero de  la parroquia! l Alberto EZ MagnĂ­fico, arzobispo de Hamburgo, exhortĂł a su clero: Si non caste, tamen caute («Si no pueden ser castos, al menos sean cautos»). 

Aunque es verdad que han habido muchos casos de ministros casados —de varias iglesias y religiones— que han caĂ­do en inmoralidad, estos casos son la excepciĂłn, y no la regla. Pero en el caso del sacerdocio cĂ©libe de la Roma papal, especialmente en el tiempo de la Edad Media, ilos casos de inmoralidad llegaron a ser la regla y no la excepciĂłn! 

 Tomando en consideraciĂłn todas estas cosas, podemos ver cĂłmo la profecĂ­a de l.a Timoteo 4: 1:3 fue cumplida exactamente. La profecĂ­a de Pablo decĂ­a que habrĂ­a una apostasĂ­a de la fe; que las gentes escucharĂ­an doctrinas de demonios que prohibirĂ­an ca sarse y que con hipocresĂ­a hablarĂ­an mentiras, teniendo cauterizada la conciencia. ¿Fueron estas doctrinas aceptadas por los que se apartaban de la verdadera fe? iSĂ­! Estos sacerdotes —mientras aparentaban ser hombres santos—, frecuentemente eran todo lo contrario, como resultado de la doctrina del celibato. AsĂ­ las conciencias de ellos fueron cauterizadas y a causa de la doble vida que llevaban, «hablaron mentiras con hipocresĂ­a».

 

6. La caĂ­da de la Iglesia medieval, p. 295.

1. Historia de la Reforma, p. 11.

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iLa profecĂ­a fue cumplida exactamente!

Una evidencia más que muestra la doctrina del celibato y sus resultados inmorales mezclada con el paganismo, puede verse en el uso del confesionario, como lo veremos. El confesionario 'fue usado en muchas tierras paganas, incluyendo Babilonia. Pero siempre que se usó, los_ resultados no fueron de pureza sino de co rrupción.

En el confesionario, jovencitas y mujeres declaraban sus deseos y debilidades y de ahĂ­ que frecuentemente los sacerdotes solteros esco gĂ­an sus vĂ­ctimas y siguen haciĂ©ndolo hasta el dĂ­a de hoy. 

Un relato vivo y exacto de esta corrupción en los confesionarios lo tenemos en el libro escrito por el ex sacerdote padre Chiniquy titulado El cura, Za mujer y el confesionario, así como también en El cri men e inmoralidad en la Iglesia Católica, escrito por otro ex sacerdote, el reverendo Emmett McLouglin.

Pero, dirán algunos, ¿no dice la Biblia que debemos confesar nuestras faltas unos a otros? SĂ­, hay un tipo de confesiĂłn que enseñan las Escrituras, ipero no es el confesarse a un sacerdote soltero! La Biblia dice: «Confesaos vuestras faltas unos a otros» (Santiago 5:16). Si esta Escritura pudiera ser usada para afirmar la idea de la confesiĂłn catĂłlica, enton187

ces no solamente deberĂ­amos confesarnos a los sacerdotes, Fino que los sacerdotes tambiĂ©n deberĂ­an confesarte ante el pueblo! Obviamente, la enseñanza del romanismo es contraria a la admoniciĂłn escrita de confesarnos «unos a otros». Pero el insistir que el pueblo confiese sus pecados a un sacerdote, ata al pueblo a un hombre quien en muchos casos, ies más pecador que el que se confiesa! Los catĂłlicos romanos están tan ligados al confesionario, que muchos creen que su salvaciĂłn depende de Ă©l.

Pero nadie en el Nuevo Testamento obtuvo alguna vez perdĂłn a travĂ©s de un sacerdote. Pedro dijo a SimĂłn El Mago: «Ruega a Dios que seas perdonado» (Hechos 8:22). Esto tiene un gran significado, especialmente cuando tantos han sido enseñados que Pedro fue el Papa, el obispo de obispos. Sin embargo, Pedro no le dijo a este hombre que confesara ante Ă©l ni tampoco le dio alguna penitencia (como orar el «AvemarĂ­a» un cierto nĂşmero de veces al dĂ­a y por determinado tiempo). TambiĂ©n es significativo notar que cuando Pedro pecĂł, Ă©l confesĂł su pecado a Cristo y fue perdonado. Pero cuando Judas pecĂł, Ă©l confesĂł su pecado a los sacerdotes y cometiĂł suicidio (Mateo 26:75 y 27:1-5 y Hechos 1: 17:18).

La práctica de confesarse a un sacerdote no vino de la Biblia, Fino de Babilonia! La reina SemĂ­ramis creĂł tal confesiĂłn como parte de los «misterios». Se requerĂ­a una confesiĂłn secreta a los sacerdotes antes de permitĂ­rseles su iniciaciĂłn. Una vez que esa con fesiĂłn era hecha, la vĂ­ctima era ligada al sacerdocio de ahĂ­ en adelante. El hecho de que esta confesiĂłn tenĂ­a lugar en Babilonia es bien sabido por todo historiador que ha escrito acerca de esta antigua naciĂłn. Lo cierto es que nuestro conocimiento de la vida corrupta de pecado en Babilonia la tenemos de ciertas confesiones que quedaron escritas en libros sagrados de la religiĂłn pagana en aquella ciudad, y

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de estas confesiones escritas los historiadores han podido llegar a la conclusiĂłn de los errados conceptos morales que existĂ­an en Babilonia, los cuales corresponden bien con las descripciones de los profetas bĂ­blicos y las amenazas de castigo consiguientes?

Procedente de Babilonia, la «madre de las abominaciones de la tierra», esa peligrosa e intrigante práctica de la confesiĂłn, se infiltrĂł en todas las religiones del mundo. Salverte escribiĂł acerca de ella con estas palabras:  

«Todos los griegos, de Delfos hasta las TermĂłpilas, fueron iniciados en los misterios del templo de Delfos. Su silencio en cuanto a todo lo que se les ordenaba mantener en secreto era asegurado por la confesiĂłn general extraĂ­da de los aspirantes despuĂ©s de la iniciaciĂłn...» Esta tambiĂ©n era parte de las religiones de Medo-Persia, Egipto y Roma, antes del amanecer de la era Cristiana. i Y asĂ­, al estudiar el origen pagano y la historia de la confesiĂłn a los sacerdotes, obtenemos un medio más de identificaciĂłn y comprensiĂłn del «Misterio de Babilonia» en nuestros dĂ­as!

Además de esto, notamos un significado interesante en el color de las vestiduras usadas por el clero. Como es bien conocido, los sacerdotes catĂłlicos usan vestiduras negras y algunas denominaciones protestantes tambiĂ©n han adoptado tal práctica. Es una costumbre ya establecida y desarrollada, pero, ¿cĂłmo se originĂł?

Volviendo a las Escrituras, no hallamos evidencia alguna de que los ministros usaran un color distintivo en sus vestimentas. Ciertamente no hay nada que indique que nuestro Señor Jesús vistiera de negro, ni tampoco la hay que los apóstoles de la Iglesia primitiva usaran tal color.

I. Lo grandiosa que fue Babilonia, p. 268.

2. JeremĂ­as 51 : 13 y 44 e IsaĂ­as 14:4-6 y 47:5-15.

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Al contrario, el color negro ha -sido por muchos siglos señal de muerte. Las carrozas fúnebres son

negras. Se usa el negro cuando se está de luto, y en  muchas otras formas, el negro se asocia con la 

muerte.

No hay absolutamente ninguna razĂłn para creer que las vestiduras clericales negras fueron originadas por Cristo o los apĂłstoles, sino al contrario, ihay evidencias de que los sacerdotes de Baal usaban vestiduras negras! Jehová dijo: «Y exterminarĂ© de este lugar el remanente de Baal y el nombre de Chemarim con los sacerdotes» (SofonĂ­as 1:4). Los que seguĂ­an a Chemarim eran sacerdotes de vestiduras negras (como ha sido indicado por varios comentaristas bĂ­blicos). La palabra se origina de chamar, que significa «ser negro».l

Como estos sacerdotes continuamente encendían fuego para hacer sus sacrificios, las vestiduras de colores más claros se hubieran manchado con el humo. Tal vez por este motivo entre los sacerdotes paganos, el negro vino a ser asociado con muerte y la práctica de usar vestiduras negras fue establecida. Aunque el origen del uso de las vestimentas negras ha sido olvidado por completo, iparece más que una coincidencia que los sacerdotes de la Babilonia mo-

derna son reconocidos por su ropa negra!

Otra clave que nos ayuda a identificar el sacerdocio catĂłlico-romano con el antiguo sacerdocio pagano, se puede ver en el uso de la corona sacerdotal. ¿QuĂ© es la corona? Es un afeitado en la cabeza en forma de cĂ­rculo que se hacen los sacerdotes el dĂ­a de su ordenaciĂłn.l (VĂ©ase la ilustraciĂłn.) El Concilio de Toledo en 633 d. C., hizo regla general el que to-

 

1. Fausset, p. 291. Art. «Altos sitios». 

I. Enciclopedia de religiones, Vol 3 439.

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dos los clĂ©rigos deben rasurar un cĂ­rculo o corona en su cabeza. Aunque la Iglesia catĂłlica atribuye una 

gran importancia a este rito, la práctica no es cristiana, sino originada en el paganismo.  

  SĂ­, la práctica de afeitarse la cabeza era un rito de las religiones paganas, mucho antes de la era cristiana. Gautama Buda, quien viviĂł por lo menos 540 años antes de la apariciĂłn del Señor en la Tierra, se afeitĂł la cabeza en obediencia a un supuesto mandato divino y obligĂł a que todos siguieran su ejem PIO. Los sacerdotes de Baco, en su ordenaciĂłn en Egipto, se distinguĂ­an por sus cabezas afeitadas. En India, China y Roma pagana, la corona era tambiĂ©n evidente entre los sacerdocios que existĂ­an en esos lugares.2 

El que la corona sea una vieja costumbre pagana lo tenemos en el Antiguo Testamento. Jehová, refiriĂ©ndose a sus ministros de esa Ă©poca, dijo: «No harán calva en su cabeza» (LevĂ­tico 21:5). Y el hecho de que esa calva sea redonda, puede verse en LevĂ­tico 19:27. «No cortarĂ©is en redondo, las extremidades de nuestras cabezas.» De aquĂ­ podemos ver que el uso de la corona es una costumbre antigua  ipero su práctica   fue prohibida explĂ­ci tamente por Jehová ! 

La razĂłn por la cual la corona fuese prohibida, se debe a que su significado era pagano. Recordare mos que en los Misterios, muchas cosas eran simbĂłlicas y tenĂ­an un significado oculto. El significado pagano de la forma redonda del afeitado en la cabeza. No era más que un sĂ­mbolo mĂ­stico de la imagen del sol iun sĂ­mbolo pagano del dios-sol! Los sacerdotes de Mitra, «en su corona imitaban al disco solar».l Y esta misma práctica, poco a poco, vino a ser

 

2. Dos Babilonias, p. 221.

1. Ibid., p. 222. 

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adoptada en la Iglesia CatĂłlica Romana. Pero en su intento por desacreditar este hecho, los Concilios de Valencia, Salzburgo y Ravenna asociaron la corona17 redonda con la hostia redonda que se sirve en la  misa catĂłlica. Sin embargo, no hay tampoco nadaLA MISA que indique que la hostia redonda de la misa sea un sĂ­mbolo cristiano. En cambio, las pruebas indican todo lo contrario. Pero esto lo hemos de discutir en el siguiente capĂ­tulo.

 

¿Tiene el sacerdote el poder de convertir los elementos del pan y el vino, literalmente, en cuerpo y sangre de Cristo durante el rito de la misa? ¿Está la creencia catĂłlica de la transustanciaciĂłn basada en las Escriturás? Si Cristo rompiĂł el pan, ¿por quĂ© los sacerdotes catĂłlicos sirven una hostia completa? ¿Por quĂ© es de forma redonda? Las letras mĂ­sticas I. H. S., quĂ© significan? ¿Era ese elaborado ritualismo parte del culto de la Iglesia primitiva?

En la noche que el Señor fue traicionado, leemos que «JesĂşs tomĂł el pan y bendijo y lo partiĂł y dio a sus discĂ­pulos y dijo: Tomad, comed: este es mi cuerpo. Y tomando el vaso y hechas gracias, les dio diciendo: Bebed de Ă©l todos; porque esta es mi sangre del nuevo pacto, la cual es derramada por muchos para remisiĂłn de los pecados» (Mateo 26: 26-28). En este pasaje de las Escrituras, JesĂşs usĂł la expresiĂłn «este es mi cuerpo» refiriĂ©ndose al pan y refiriĂ©ndose al vino, dijo: «Ă©sta es mi sangre», La Iglesia CatĂłlica Roma insiste que cuando el vino y la hostia son consagrados por el sacerdote, ise convierten en la verdadera carne y sangre de Cristo! Esto es conocido como la transustanciaciĂłn. ¿Pero pueden un pedazo de pan o una copa de vino convertirse verdaderamente en la carne y sangre del Señor? ¿Es esto lo que el Señor quiso decir?

193

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A los que estudian todo lo que la Biblia dice acerca de este asunto, se les hace notorio que nuestro  Señor hablĂł de su cuerpo y de su sangre en un sentido simbĂłlico. Simplemente quiso decir que aquellos elementos representaban simbĂłlicamente su cuerpo y su sangre. Sabemos que estos elementos no se convirtieron en la propia sangre y cuerpo de Cristo cuando El los «bendijo» iporque El (personalmente) estaba aĂşn allĂ­! Estaba sentado ante ellos antes, durante y despuĂ©s de que tomaron del pan y la copa. iNo se cambiĂł de una persona a un lĂ­quido ni se transformĂł en pan! Su carne estaba todavĂ­a sobre sus huesos y su sangre corrĂ­a por sus venas. Como persona, no habĂ­a desaparecido para reaparecer en forma de pan y de vino. No, cuando JesĂşs hablĂł del pan y del vino como su cuerpo y su sangre, estaba usando un lenguaje simbĂłlico. Este tipo de simbolismo es usado frecuentemente en la Biblia.

En cierta ocasiĂłn, tres de los amigos de David le oyeron expresar su gran deseo por beber agua del pozo de BelĂ©n. Con gran peligro, estos hombres atravesaron las avanzadas de los filisteos y le llevaron el agua. Cuando David se enterĂł de que estos hombres arriesgaron sus vidas de tal forma, rehusĂł beber del agua diciendo: «¿He de beber yo la sangre de los varones que fueron con peligro de su vida?» (2.0 Samuel 23:17). Nadie supone que David querĂ­a decir que el agua era materialmente sangre. No, Ă©l usĂł la expresiĂłn en forma figurada.

De la misma manera la Biblia menciona en forma figurada el acto de comer un cuerpo, beber sangre o de tener hambre y sed de justicia, etc. Todas estas frases son usadas como expresiones simbĂłlicas. JesĂşs dijo una vez: «Yo soy la puerta» (Juan 10:9). Es evidente que nadie supone que el Señor se convirtiera, efectivamente, en una puerta. Es evidente que esta expresiĂłn es figurativa. En otra ocasiĂłn el

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Señor dijo: «Yo soy la vid, vosotros los pámpanos» (Juan 15:5). iCiertamente que no quiso decir que se  habĂ­a convertido en una vid! Las Escrituras hablan de nuestro Señor como de una roca. «Y esta roca era Cristo» (l.a Corintios 10:4). Pero tambiĂ©n aquĂ­ se hace evidente que el Señor no es ninguna roca. SerĂ­a paganismo de la peor especie levantar una roca y decir: «esto es Dios». No, estas referencias al Señor como una roca, una vid, una puerta, etc., etc., son figurativas, simbĂłlicas. Cuando JesĂşs dijo: «Este  es mi cuerpo... , Ă©sta es mi sangre», lo hizo, tambiĂ©n, de forma simbĂłlica.

Aun asĂ­, por espacio de muchos siglos, el romanismo ha insistido en una interpretaciĂłn literal de las palabra9de nuestro Señor. Creen que despuĂ©s de la consagraciĂłn del sacerdote, el pan y el vino dejan de ser pan y vino. Pero nuestro Señor aun despuĂ©s de haber bendecido el sacramento, lo llamĂł «fruto de la vid», no su sangre (Mateo 26:29). Si los elementos de la comuniĂłn se convierten en el mismo cuerpo y sangre de Cristo, ¿cĂłmo podrĂ­amos tomarlo «en su nombre... hasta su regreso»? Si el vino se convirtiese en sangre durante el rito misal —como se dice ser—, entonces el tomarlo serĂ­a prohibido por las Escrituras (Hechos 15: 20, etc.).

Tal vez la prueba más obvia de que la teorĂ­a catĂłlica de la transustanciaciĂłn es un fraude, radica en el hecho de que no hay cambio alguno en los elementos despuĂ©s de su supuesta transustanciaciĂłn. El romanismo admite que no hay cambios visibles en los elementos de la comuniĂłn. Tienen el mismo sabor, color, olor, peso y dimensiĂłn; despuĂ©s de que han sido —supuestamente— convertidos en el cuerpo y sangre de Cristo. El pan continĂşa en forma de pan, sabe a pan y huele a pan. Pero en la mente del catĂłlico no es pan: es el cuerpo de JesĂşs. Y el vino parece vino, sabe a vino, huele a vino y, si se toma

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 en exceso, emborracha como vino. Pero el catĂłlico devoto debe creer que es la sangre —sangre divina— de nuestro Señor Jesucristo. La idea es una gran contradicciĂłn.  

A pesar de esto, al catĂłlico se le exige que crea estrictamente que los elementos se convierten en rea-

 

lidad en el cuerpo y sangre de Cristo. Si no aceptan este dogma, iles dicen que se perderán eternamente! AsĂ­ lo proclamĂł el Concilio de Trento cuando definiĂł  como doctrina oficial la transustanciaciĂłn y pronunciĂł maldiciones sobre cualquiera que la negara.

 Cuando el sacerdote supuestamente cambia el pan y el vino en sangre y cuerpo dice las palabras

 

latinas Hoc est corpus meus. En vista de que no hay cambio alguno podemos comprender de dĂłnde se originĂł la expresiĂłn Hocus-Pocus.1 

El catecismo del Concilio de Trento mandĂł a los  sacerdotes que explicaran que no solamente los elementos de la misa contenĂ­an a Cristo de un modo completo.l Por consiguiente, cuando el sacerdote lo ofrece, se cree que está realmente sacrificando a Cristo de nuevo. Por esto se llama el «sacrificio de la misa» y la «RenovaciĂłn del sacrificio de la cruz».2  Los libros de catecismo enseñan que la razĂłn por la cual la misa es el mismo sacrificio que el del Calva-

 

rio, es porque la vĂ­ctima en cada caso es Jesucristo mismo.3 Esta creencia es naturalmente el resultado de la doctrina de que los elementos de la comuniĂłn  se convierten en un «Cristo» literalmente. Esto llevĂł a otro grave error: en vez de considerar el sacrificio del Calvario completo —de una vez y para siempre—,

I. La historia de la civilizaciĂłn, p. 749.  I. Enciclopedia de las Religiones, Vol. 2, p. 77.

 2. Lista de palabras catĂłlicas, p. 45. 

 3. El Nuevo Catecismo de Baltimore, N -0 3, Pregunta nĂşm. 931.  

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ila Iglesia Católica tuvo que enseñar que cada misa es una continuación del mismo sacrificio!

Esto presentĂł un problema teolĂłgico. iSi cada sacrificio de la misa es un nuevo sacrificio de Cristo, entonces ,en vez de ser ofrecido Cristo una sola vez, lo ha sido millones de veces a travĂ©s de los siglos desde que muriĂł en el Calvario! ¿Pero enseñan las Escrituras que el sacrificio del Calvario debĂ­a ser repetido, o fue una obra completa de una vez por todas?

Notemos el testimonio bĂ­blico de Hebreos 9: 2528;

aquí hallamos una comparación del único sacrificio de Cristo con los numerosos sacrificios del Antiguo Testamento. Nuestro Señor no tuvo necesidad de ofrecerse muchas veces (como los sacerdotes hacían sacrificios continuos en la antigüedad), sino una vez para deshacer el pecado a través del sacrificio de

sĂ­ mismo. «De manera que está establecido a los hombres que mueran una vez... AsĂ­ Cristo fue ofre-

ciclo una vez para agotar los pecados de muchos; la segunda vez sin pecado, será visto de los que le esperan para salud.»

En el Antiguo Testamento se debĂ­an ofrecer constantes sacrificios porque Ă©stos no eran perfectos. Sin embargo, cuando el sacrificio perfecto fue realizado

por medio de la muerte de Jesucristo, no hubo más necesidad de repetidos sacrificios, por lo cual «somos santificados por la ofrenda del cuerpo de Jesucristo, hecha una sola vez». AsĂ­ que todo sacerdote se presenta cada dĂ­a ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios que nunca pueden quitar los pecados: «Pero Ă©ste [JesĂşs] habiendo ofrecido por los pecados un solo sacrificio para siempre, está sentado... Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados». Hebreos 10: 10-14). Notemos aquĂ­ el fuerte contraste. Los sacer-

dotes del Antiguo Testamento tenĂ­an que «presentarse» a ofrecer muchos sacrificios. ¿Por quĂ©? Por197

 que ninguno de ellos era final, no era perfecto. Pero cuando Cristo presentĂł su sacrificio, se sentĂł. ¿Por  quĂ©? Porque el suyo fue final, fue perfecto, ifue de una vez por todas!

No hay un solo versĂ­culo en la Biblia que trate de dar la idea de que el sacrificio de Cristo tiene que continuarse. Las Escrituras continuamente indican todo lo contrario. El testimonio de la Biblia es que Cristo fue el sacrificio perfecto; porque El se dio una vez y este sacrificio agotĂł los pecados para siempre. Cristo no tiene que venir y ofrecerse de nuevo. Pero a los catĂłlicos se les enseña que El ha sido ofrecido en sus altares millones de veces desde que dijo: «iConsumado es!» Ellos creen que cada misa es un nuevo sacrificio de Cristo. Para esta enseñanza se puede aplicar la siguiente Escritura: «Crucificando de nuevo para sĂ­ mismos al Hijo de Dios y

exponiĂ©ndole a vituperio» (Hebreos 6:6). Y esto lo hacen cerca de 100.000 veces al dĂ­a alrededor del mundo en el ritual de la misa.

 

DespuĂ©s que el pan ha sido convertido en supuesto «cuerpo de Cristo» por el sacerdote, es colocado en la patena, donde se exhibe para su adoraciĂłn. Esta cajita redonda tiene un hueco interior en forma de cruz para guardar la pieza de pan Qconsagrada». Todo  alrededor de este objeto, generalmente de plata llamada «sagrario», hay diseñados unos rayos solares.l El catĂłlico debe postrarse ante este objeto y adorar a la pequeña hostia como a Dios. Este rito es muy similar a los ritos de las tribus paganas en sus adoraciones a sus dioses. Este ritualismo idĂłlatra es uno de los

I. Manual de prácticas católicas, p. 20.

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más graves errores a los cuales llevĂł la doctrina de la sustanciaciĂłn. 

La adopciĂłn de la idea de que los elementos de  la santa cena se convierten en el cuerpo y la sangre  de Cristo, presentĂł otros problemas. Tertulio nos dice que los sacerdotes tenĂ­an mucho cuidado de que no cayeran pedazos al piso iporque el cuerpo de JesĂşs podĂ­a lastimarse! En la Edad Media hubo dis cusiones acerca de quĂ© se deberĂ­a hacer si una persona vomitaba 'despuĂ©s de recibir el sacramento o si un perro o un ratĂłn llegaran —por casualidad— y se comieran el cuerpo de Dios. En el Concilio de Constanza se discutiĂł que si un comulgante derramaba sangre (vino) sobre su barba, tanto la barba como el hombre debĂ­an ser quemados.l 

A fines del siglo XI, para evitar que alguien derramara la sangre de Cristo, la Iglesia CatĂłlica

 

empezĂł a retener la copa del pueblo. ¿Pero no fue posible que los primeros discĂ­pulos pudieran haber  derramado la copa? iNuestro Señor Jesucristo no retuvo la copa simplemente por esta razĂłn! Finalmente, en 1415, el Concilio de Constanza negĂł oficialmente la copa a los legos. Hasta el dĂ­a de hoy, miembros de las congregaciones catĂłlicas no beben de la copa. Solamente se le permite hacerlo al sacerdote. A los catĂłlicos se les dice que no tienen necesidad de beber de la copa puesto que la sangre está

contenida en la hostia. Entonces ¿por quĂ© lo hace el sacerdote? ¿Por quĂ© no come tambiĂ©n Ă©l sĂłlo la hos tia? Y si el sacerdote puede beber vino en nombre de la congregaciĂłn, entonces ¿por quĂ© no puede comerse la hostia tambiĂ©n por ellos? 

Obviamente, la idea de que la congregaciĂłn tome sĂłlo parte de lo que JesĂşs instituyĂł hacer, es contrario a la Biblia. Esta perversiĂłn de las claras instruc1. El otro lado de Roma, p. 21. 

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ciones de la Palabra de Dios no puede venir más que del gran engañador, el diablo. Y una Iglesia que se inventa tales doctrinas no puede ser la Iglesia de la cual habla la Biblia como pura y sin mancha.

Todos estos errores mencionados fueron el resultado de la doctrina de la transustanciaciĂłn, la idea de que los elementos del pan y el vino se convierten en sangre y cuerpo de Cristo. Pero ¿cĂłmo y por quĂ© comenzĂł esta doctrina en la Iglesia CatĂłlica? Parece evidente que el adoptar la transustanciaciĂłn en la Iglesia Romana fue otro compromiso hecho con el paganismo, porque las religiones paganas tenĂ­an ideas muy similares a la teorĂ­a de la transustanciaciĂłn. En el notable escrito de la Enciclopedia de Religiones y Etica, de Hasting, hay un gran nĂşmero de páginas dedicadas a un artĂ­culo titulado «ComiĂ©ndose a Dios». Estas páginas abundan en evidencias de los ritos de transustanciaciĂłn pagana existentes entre las tribus y religiones de muchas naciones.

El historiador Durant nos dice que la creencia en la transustanciaciĂłn, como se practica por la religiĂłn catĂłlica, es «una de las ceremonias más antiguas de las religiones primitivas».l Un tipo de eucaristĂ­a era celebrado en Egipto, por ejemplo, en el cual un pedazo de pastel era consagrado por un sacerdote y se suponĂ­a que se convertĂ­a en el cuerpo de Osiris. DespuĂ©s se comĂ­a y se tomaba vino como parte del rito?

Los pasteles y la bebida Haoma de Mitra, lo mismo que la idea de la transustanciaciĂłn, eran parte de la religiĂłn del mitraĂ­smo y eran similares a los de la eucaristĂ­a catĂłlica de hoy.3 El que estas ideas eran creĂ­das en la Roma pagana, se prueba por la

 

1. Historia de la CivilizaciĂłn, p. '741.

2. Enciclopedia de Religiones, Vol. 2, p. 76.

3. Ibid.

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pregunta retĂłrica de CicerĂłn acerca del pan de Ceres y el vino de Baco.

Aun en MĂ©xico y AmĂ©rica Central, entre los que nunca habĂ­an oĂ­do de Cristo, existĂ­a la creencia de comerse el cuerpo de su divinidad. Cuando los misioneros catĂłlicos desembarcaron en MĂ©xico y CentroamĂ©rica «tuvieron una gran sorpresa cuando vieron un rito religioso que les recordaba la comuniĂłn; una imagen hecha de harina que despuĂ©s de ser consagrada por los sacerdotes, era distribuida entre el pueblo, el cual comĂ­a de Ă©sta... declarándolo como el cuerpo de su dios...» t

En una u otra forma, pues, la idea de comer el cuerpo de Dios se desarrolló en muchas tribus y religiones. Cuando Roma conquistó el mundo, absorbió muchos de los ritos de los cultos paganos en su sistema religioso. Más tarde, cuando la cristiandad avanzó en el Imperio, muchos se dieron cuenta de que habían puntos similares entre los ritos paganos y los cristianos. Más tarde, los dos sistemas fueron consolidados. Líderes de la Iglesia apóstata disfrazaron los ritos paganos con nombres cristianos iY esta mezcla engañosa ha confundido al mundo entero! iCon el fin de convencer a los paganos y a los que creían en Cristo, la Iglesia apóstata de Roma adoptó la idea de comer y beber el cuerpo y sangre de su Dios! Y así la doctrina pagana de la transustanciación entró en la Iglesia profesante.

 

1. MĂ©xico de Prescott, Vol. 3. — «Realmente la idea de  comer el cuerpo de Dios iera una idea canĂ­bal! Es sabido que sacerdotes paganos comĂ­an parte de todos sus sacrificios como parte del rito. Algunos de estos sacrificios eran humanos. De tal forma que los sacerdotes de Nimrod y Baal tenĂ­an que comer carne humana tambiĂ©n. Estos sacerdotes eran conocidos como canna-bal, es decir, "sacerdote de Baal" y de esta expresiĂłn viene el nombre de "canĂ­bal", iun devorador de carne humana!» (Hislop, p. 232.)

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Pero además de estas pruebas básicas de cómo los ritos paganos fueron mezclados en la Iglesia, hay muchos más detalles externos que lo evidencian.2

La hostia3 que el sacer-

dote catĂłlico pone en la boca de los comulgantes tiene que ser redonda.4 Pero en la cena instituida por nuestro Señor, El tomĂł el pan y lo partiĂł. i Ciertamente que el pan sin levadura no se puede romper en pedazos redondos! Las Escrituraas explican que el romper el pan representa el cuerpo de nuestro Señor, el cual fue destrozado por nosotros, por los crueles golpes y latigazos. 

Al ver que el empleo de una hostia redonda es ajeno a las Escrituras, preguntamos lĂłgicamente, por quĂ© vino a ser usado en la Iglesia CatĂłlica de esta forma. AquĂ­ nuevamente es aparente otra uniĂłn con el paganismo. La hostia redonda no es nada más que un viejo sĂ­mbolo del sol: «La hostia redonda cuya redondez es tan importante para el misterio romano —dice Hislop—, es solamente otro sĂ­mbolo de Baal,

o el dios-sol».l 

Estos pasteles redondos eran usados en los antiguos misterios en Egipto. Al escribir de estos ritos,

 

2. El catecismo oficial revisado de Baltimore, p. 131.

8. Palabra latina que significa vĂ­ctima o sacrificio. 

4. Manual de prácticas catĂłlicas, p. 231. 

 

 I. Dos Babilonias, p. 163.

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Wilkinson dice: «El pastel delgado y redondo que aparece en todos los altares de Egipto...».2 Cuando los misterios llegaron a Roma bajo el nombre de mitraĂ­smo, los iniciados recibĂ­an un pequeño pastel redondo de pan sin levadura que simbolizaba el disco solar.3

Así podemos ver hasta qué punto llegó la Iglesia Romana para adoptar el paganismo, poniendo a un lado las órdenes de las Escrituras en relación con el pan quebrado y sustituyéndolo con la galleta redonda del símbolo solar del paganismo.

En 1854 se descubrió un antiguo templo en Egipto con inscripciones que muestran estos pasteles redondos en un altar. Arriba del altar hay una imagen del sol.4 Un símbolo similar del sol aparece encima del altar en un templo cerca de la población de Babain, en el alto Egipto, don de hay una representación del sol ante la cual dos sacerdotes están adorando (véase el dibujo),

  Pero este uso de la imagen del sol encima del «altar» no se limitĂł a Egipto. Tan lejos de Egipto como está el PerĂş, en AmĂ©rica del Sur, esta imagen era conocida

 

y adorada.l Por más que los católicos reciban la hos-

2. Egipcios, vol. 5, p. 353.

3. Isis sin velo, p. 351.  

  4. SĂ­mbolos del antiguo paganismo y del moderno cristianismo, p, 34.  

1. Historia del culto mundial, p. 383.  

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tia pensando que reciben a Cristo, su forma externa y los ritos que la acompañan proceden del culto a Baal. Ahora bien, cuando los israelitas del Antiguo Testamento se apartaron del Señor y adoraron a Baal, sabemos que levantaron imágenes del sol sobre sus altares. Pero durante el reinado de JosĂ­as, dichas imágenes fueron destruidas. derribaron delante de Ă©l los altares de los baales e hizo pedazos las imágenes del sol que estaban puestas encima...» (2.0 CrĂłnicas 34:4). El disgusto de nuestro Dios contra tales imágenes solares usadas por su pueblo es evidente. ¿Por quĂ©, pues, volver a las formas idolátricas que El aborrece al tratar de practicar los sagrados sĂ­mbolos cristianos?

 Aun hay más: el mismo tipo de imágenes solares que usaron los paganos, se hallan sobre el «altar» en la «Madre de las iglesias del catolicismo», la catedral de San Pedro, en Roma. Como lo indica la foto en la siguiente página, en el centro de la catedral, en forma de cruz,2 hay una gran cĂşpula de 95 pies de altura, la cual es sostenida por cuatro columnas, todas torcidas en forma de serpiente y cubiertas por ramas. Cercca de la cĂşspide de estas columnas, «encima» del altar más importante del catolicismo hay imágenes solares de igual forma a las usa-

2. Ver fotos en capĂ­tulo 5. 

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das por los paganos en tiempos antiguos (vĂ©ase la foto).  

Luego, encima de la pared posterior de San Pedro —como lo indica la foto— hay otra imagen solar. Esta es una imagen del sol grande y elaborada, la cual desde el frente de la Iglesia aparece «encima»  del altar mayor de la catedral. Es evidente que esto es babilĂłnico, porque el gran templo de Babilonia tambiĂ©n mostraba la imagen dorada del sol.l  

La imagen del sol en su diseño circular, encima del altar, ha sido usada repetidas veces en miles de iglesias y catedrales hasta hoy dĂ­a, como puede verse en la ilustraciĂłn de una iglesia en Italia. Este mismo tipo de ventana ha sido puesto encima de portones de cientos ae iglesias 

Pero esto también, como los otros usos del símbolo solar, no son más que la continuación del viej o simbolismo pagano. No sólo muchas iglesias exhiben este símbolo en sus entradas actualmente, sino que también lo hacían de igual manera en los viejos tiempos de Babilonia y Egipto. En Babilonia habían templos con imágenes del dios solar haciendo frente al sol del amanecer, los cuales eran puestos encima de la antiguo templo babilónico construido por el rey Gudea,

1. Hislop, p. 162.

2. Arquitectura, naturaleza y magia, p. 29.

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por ejemplo, mostraba este emblema del dios solar sobre su entrada.3 Tomando este uso de los babilĂłnicos, llegĂł a ser una costumbre para los edificadores egipcios el colocar un disco solar (algunas veces con alas, y otros emblemas) sobre la entrada de sus templos —en honor del dios sol— y para ahuyentar los espĂ­ritus malignos.

Otro sĂ­mbolo del sol es un cĂ­rculo con lĂ­neas cruzadas semejante a una rueda con rayos, las ruedas de una carroza. Los antiguos pensaban que el sol era una gran carroza manejada por el dios sol quien hacĂ­a su viaje a travĂ©s de los cielos, todos los dĂ­as y pasaba por debajo del mundo durante la noche. Y asĂ­, el sĂ­mbolo de la carroza solar o la rueda de la misma, llegĂł a ser asociado con el culto al sol. Aun cuando el pueblo de Dios mezclĂł la religiĂłn de Baal en su adoraciĂłn, tenĂ­an «carrozas del sol», carrozas dedicadas al dios sol (2.0 Reyes 23:4-11). Pero regresando al sĂ­mbolo solar de la carroza, su rueda, es interesante saber que el sĂ­mbolo babilĂł- l' nico ha sido usado repetidamente por la Iglesia de Roma. Esta rueda solar, simbĂłlica, puesta sobre la famosa estatua de «Pedro» en la catedral de San Pedro, representa a la misma usada en Babilonia.

Una tabla hallada en Babilonia (hoy expuesta en un museo inglés) muestra a uno de los reyes babiIónicos restaurando el símbolo al dios-sol en el templo de Bel. Este símbolo solar es una cruz de ocho puntos, similar a una rueda; y la misma cruz de ocho puntos marca el pavimento de la plaza circular que está ante la Iglesia de San Pedro (véase el Capítulo Cinco).

Alrededor del altar mayor de la Catedral de San Pedro (donde se dice a los catĂłlicos que se encuen3. Ibid., p. 112.

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tra enterrado Pedro) hay un cuantioso nĂşmero de  imágenes solares en los diseños del piso. (NĂłtese la fotografĂ­a anterior.) iLas pinturas románicas de MarĂ­a y los santos, siempre tienen el disco redondo al rededor de sus cabezas! Los sacerdotes catĂłlicos reciben la tonsura en sus cabezas, igual que los sacer-

 

dotes adoradores del sol en tiempos atrás. Las imágenes solares redondas se pueden ver encima de los  altares de muchas catedrales catĂłlico-romanas y sobre las entradas de las mismas, de igual manera , como se usaba entre los paganos. Todos estos usos del sĂ­mbolo solar pueden parecer detalles insignificantes y casuales a primera vista, pero cuando vemos  el cuadro completo, cada uno de ellos es una clave que nos ayuda para resolver el misterio acerca de la Babilonia de nuestros dĂ­as. 

El simbolismo solar es llevado al rito de la comunión católica no sólo en la forma redondeada de la hostia sino también con un dibujo de la cruz que

ostenta la oblea: 000.1 No podemos dejar de darnos cuenta de la similitud en apariencia entre las obleas redondas vistas en los dibujos de monumentos

asirios, los cuales reproducimos en la página siguiente. En esta escena! un hombre se arrodilla. ange un rey-sacerdote debajo de una imagen solar. El segun-

 

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do hombre, desde la derecha, trae una ofrenda de obleas redondas con la marca de una cruz. Es evidente que el simple hecho de que haya una cruz en la hostia catĂłlica, esto no la «cristianiza», pues la cruz era un sĂ­mbolo religioso de algunas religiones, mucho antes de la Era Cristiana. Y hay pruebas de que los pasteles sagrados redondos de los misterios en Egipto eran marcados con este mismo sĂ­mbolo?

En la hostia redonda notamos las letras mĂ­sticas I. H. S. inscritas en ella. Un estudio de estas letras nos provee con otra marca de identificaciĂłn, otra clave al misterio, que demuestra la gran influencia del paganismo en la misa catĂłlica. Muchos suponen que estas letras son de origen cristiano. Se nos dice que las letras 1. H. S. significan: lesus Hominum Salva- 

tor, es decir: «JesĂşs, el Salvador del Hombre», o Inc  Hoc Signo, las palabras que Constantino declarĂł ha ber visto en su visiĂłn. 

 

Pero el significado de este anagrama puede ser  tomado en otra forma reveladora del compromiso  que Roma tomĂł con el paganismo. Durante los dĂ­as de los emperadores romanos, existĂ­an muchos ado radores de Isis (la diosa egipcia representante de la  diosa babilĂłnica) en Roma. Al ver estas letras, el significado para ellos era Isis, Horus, Seb; en otras palabras, «La Madre, el Hijo y el Padre de los dioses», la Trinidad egipcia.3

Es sĂłlo una suposiciĂłn pero el hecho innegable  es que ese anagrama es de origen precristiano, pues era el del dios pagano Baccus; tambiĂ©n aparecĂ­an en las monedas del maharajá de Cachemira.l 

Cuando nuestro Señor instituyó el memorial del pan y el vino, fue de noche. No lo hizo a la hora del

 

2. Bonwick, creencias egipcias, p. 148.

3. Dos Babilonias, p. 164.

1. Mitos bĂ­blicos, p. 351. 

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desayuno ni del almuerzo. Y de igual manera, los primeros cristianos solían tomar la santa cena por la noche, siguiendo el ejemplo dado por Cristo mismo y por su prototipo, la pascua del Antiguo Testamento. Pero al suceder los días de la apostasía, la Cena del Señor se comenzó a celebrar durante las reuniones matinales.2

¿Por quĂ© y cĂłmo se hizo este cambio? Como hemos visto, una de las principales ramas de los «misterios» de Roma era el mitraĂ­smo. Esta religiĂłn prac  ticaba ciertos ritos, similares a la comuniĂłn de los cristianos que eran observados a primeras horas

de la mañana. La idea se asociaba con el sol, con el amanecer, al levantarse su dios-sol. Cuando vino la  apostasĂ­a, como hemos visto, los lĂ­deres de la Igle-

sia hicieron muchos cambios de detalle en su deseo de mezclar ambas religiones en una sola. Y esta unión es evidente en el cambio de la Cena del Señor

de la observancia nocturna a la mañana, para hacer aparentar los ritos de religiones una fe semejante a  la cristiana. Las Iglesias CatĂłlico Romanas todavĂ­a tienen su misa de mañana. Y cuando llegĂł la Reforma protestante, los Reformadores continuaron la

 

práctica de tomar la Santa «Cena» por la mañana, solamente que no tan temprano como lo acostumbra la Iglesia CatĂłlica Romana. 

 Otra doctrina tomada del paganismo (y que con tribuyĂł a transferir la comuniĂłn de la noche a la  mañana), fue la creencia de que el que participara  debĂ­a ayunar antes de tomar la comuniĂłn. Naturalmente el amanecer serĂ­a una hora más propicia para  satisfacer los requisitos del ayuno. Sin embargo, la  idea de que una persona debe ayunar antes de recibir la comuniĂłn es muy contraria a la Biblia. iEn

2. El desarrollo de la Iglesia cristiana, p. 23. 

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realidad, fue después de que el Señor cenó, que instituyó la cena memorial! (Mateo 26:20-26).

Mientras que no hay indicio alguno en las Sagradas Escrituras de que una persona deba estar en ayunas antes de recibir la comuniĂłn, los misterios religiosos sĂ­ tenĂ­an este requisito. Aquellos que querĂ­an ser iniciados en los Misterios Eleusinios, se les interrogaba: «¿Estás en ayuno?» Si respondĂ­an «no», se les negaba la iniciaciĂłn.l 

Es cierto que la Biblia enseña la oraciĂłn y el ayuno. Pero el verdadero ayuno viene del corazĂłn. ¿Cuándo y en quĂ© tiempo? El ayuno puede diferir entre  los individuos y el motivo por el cual se hace. Sin embargo, el que se imponga una regla fija sobre  cuándo la persona debe ayuna es condenado por las  Escrituras pues invalida la iniciativa y la convicciĂłn del corazĂłn. De esta clase de ayuno, dice Dios: «Cuando ayunareis, yo no oirĂ© su clamor» (JeremĂ­as 14:12).  Los fariseos eran estrictos acerca de ayunar en ciertos dĂ­as pero se olvidaron de las cosas más importantes de la Ley (Mateo 6:16). Y el apĂłstol Pablo nos  previno de mandamientos hechos por los hombres, como el «abstenerse de las viandas», como una marca de la apostasĂ­a. (l.a Timoteo 4:3).

Finalmente, a más de las pruebas anteriores, el

rito del misal se ve como una ceremonia pagana por sus elaborados detalles. Un comentario acerca de la

ceremonia de la misa dice: «El Romanismo y el Evangelio, son un espectáculo de magnĂ­fica grandeza, luces, colores, vestimentas, mĂşsica, incienso, que dan un extraño efecto psicolĂłgico. Cuenta con un buen nĂşmero de actos efectuados ritualĂ­sticamente que son completamente independientes de los feligreses. Estos son más bien espectadores como lo eran los 

Dos Babilonias, p. 164.

211 

que presenciaban las celebraciones en los antiguos cultos misteriosos»?

Un notable escrito del catolicismo romano analiza la celebraciĂłn mecánica hecha por el sacerdote durante la misa con estas palabras: «Hace la señal de la cruz, 16 veces; se voltea hacia la congregaciĂłn, 6 veces; eleva sus ojos al cielo, 11 veces; besa el altar,

8 veces; dobla sus manos, 4 veces; se da golpes de pecho, 10 veces; agacha su cabeza, 21 veces; dobla una rodilla en reverencia, 8 veces; inclina sus hombros, 7 veces; bendice el altar con la señal de la cruz, 30 veces; pone sus manos debajo y sobre el altar, 29 veces; ora secretamente, 11 veces; ora en voz alta, 13 veces; toma el pan y el vino y Io convierte en el cuerpo y sangre de Cristo (?); cubre y descubre el cáliz, 10 veces; camina de un lado al otro, 20 veces; y por añadidura, efectĂşa otro gran nĂşmero de acciones.l Por encima de este complicado ritualismo, se notan el uso de las coloridas vestimentas, de los candelabros, campanas, incienso, mĂşsica, cantos de duelo en latĂ­n y la vistosa exhibiciĂłn por la cual es famosa la iglesia romana. iQuĂ© tremendo contraste con el «simple memorial» de la Cena instituida por nuestro Señor! En esa cena, JesĂşs simplemente tomĂł el  pan, dio gracias, IO rompiĂł y lo dio a Sus discĂ­pulos. De igual manera, tomĂł la copa de la cual bebieron todos. iNingĂşn ritualismo elaborado! iNingunas  normas ni ceremonias! Ni aire de hechos misteriosos.

Pero no estando contentos con la simple y sincera cena memorial de Cristo, la Iglesia Romana tratĂł

 

2. P. 93.

1. El catolicismo romano, pp. 196-215. El Concilio Vaticano II, teniendo en cuenta el ritmo apresurado en nuestro siglo, ha simplificado considerablemente el ceremonial de la misa; pero era asĂ­ en los dĂ­as cuando fue escrito el

comentario que cita el autor.

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de competir con los elaborados ritos paganos. De esta manera fue cĂłmo y por quĂ© el ritualismo vino a ser mezclado con la Cena del Señor, y esta mezcla produjo la ceremonia romana conocida como la Misa. iPero la adopciĂłn de este ritualismo es una indicaciĂłn muy clara de cuánto se ha rebajado la iglesia apĂłstata imitando a las religiones paganas! 

Puesto que los ritos de los paganos eran en honor de los dioses o demonios que estaban detrás de este culto, como explica el apĂłstol Pablo en su carta a los corintios, no es extraño que escriba: «La copa de bendiciĂłn que bendecimos, ¿no es la comuniĂłn de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la  comuniĂłn del cuerpo de Cristo?... Antes digo que lo  que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican y no a Dios y no querrĂ­a yo que vosotros fueseis partĂ­cipes con los demonios. No podĂ©is beber la copa del Señor y la copa de tos demonios: no podĂ©is ser partĂ­cipes de la mesa del Señor Ăż de la mesa de los demonios». (l.a Cor. 10:16-21). En el siguiente capĂ­tulo, Pablo dio instrucciones a la iglesia de Corinto, acerca de la observaciĂłn correcta de la Cena del Señor. Posiblemente en aquella temprana Ă©poca del  cristianismo habĂ­a una tendencia entre aquellos cristianos de Corinto de mezclar la verdadera Cena del  Señor con los falsos ritos del paganismo. La siguien te tabla muestra una comparaciĂłn entre la comuniĂłn instituida por Cristo y la misa catĂłlica de hoy: 

EN LA CENA EN LA MISA

DEL SEĂ‘OR   CATOLICO ROMANA

 

Se rompe el pan. Se sirve el pan completo/redondo en obleas preparadas mecánica mente. 

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Se tomaba por la noche. Se toma después de la cena-

Instituida por JesĂşs.

El pan y vino represen. tan el cuerpo y sangre de Cristo.

Se tomaba el pan y el vino.

Representa una obra ter minada y un sacrificio perfecto.

Se daba una simple bendiciĂłn en oraciĂłn a Dios sobre los elementos.

Es una simple comida simbĂłlica.

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Se toma al amanecer. Se toma en ayunas.

Una mezcla de paganismo.

Se dice que el pan y el vino se convierten en cuerpo y sangre.

SĂłlo el pan puede ser tomado por la congregaciĂłn.

Se piensa que cada misa es un nuevo sacrificio de Cristo.

Se cantan largas oraciones por los vivos y los muertos.

Se practican ritos elaborados, difĂ­ciles de aprender por el ofi ciante novel.

18

TRES DIAS Y TRES NOCHES

La mayorĂ­a de nosotros, hemos asumido que JesĂşs  muriĂł en Viernes santo y resucitĂł de entre los muertos, al amanecer del Domingo de Pascua. Como JesĂşs dijo que resucitarĂ­a al tercer dĂ­a, algunos cuen tan parte del viernes como un dĂ­a, sábado como el  segundo y parte del domingo, como el tercero. Pero cuando escudriñamos las Escrituras, hallamos que Cristo hablĂł del perĂ­odo de tiempo entre su muerte y su resurrecciĂłn, como tres dĂ­as y tres noches. iDel viernes por la tarde hasta el domingo por la mañana, no hay tres dĂ­as y tres noches! ¿Cuál es entonces la explicaciĂłn correcta?

Cuando los fariseos se llegaron a JesĂşs, le pidieron una señal de que era el verdadero MesĂ­as, El les dijo que no les darĂ­a más señal que la del profeta Jonás. «Porque como Jonás estuvo en el vientre de la ballena tres dĂ­as y tres noches, asĂ­ estará el Hijo del Hombre en el corazĂłn de la tierra, tres dĂ­as y tres noches» (Mateo 12:38-40 y Jonás 1:17). 

En otros vv. JesĂşs dijo que resucitarĂ­a al «tercer dĂ­a» (Mateo 16:21, Marcos 10: 34 y Lucas 24:7). No hay contradicciĂłn alguna —como algunos han supuesto— entre esta expresiĂłn y la de «tres dĂ­as y tres noches». Ambas expresiones se usan en las Escrituras. Volviendo al GĂ©nesis, por ejemplo, leemos que Y apartĂł Dios la luz de las tinieblas y llamĂł

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Dios a la luz dĂ­a y a las tinieblas llamĂł noche; y fue la tarde [tinieblas] y la mañana [luz] un dĂ­a... , y fue la tarde y la mañana el dĂ­a segundo..., y fue la tarde y la mañana [tres perĂ­odos de tinieblas y tres perĂ­odos de luz] el dĂ­a tercero» (GĂ©nesis 1:4-13). AquĂ­ podemos ver un ejemplo de que el «tercer dĂ­a» indica  tres dĂ­as y tres noches.

Teniendo en mente que JesĂşs resucitĂł «al tercer dĂ­a», notemos que el domingo no es el tercer dĂ­a despuĂ©s del viernes: iUn dĂ­a despuĂ©s del viernes es sábado, el segundo dĂ­a es el domingo y el tercer dĂ­a despuĂ©s del viernes, serĂ­a el lunes! Marcos 8:31 dice que JesĂşs habrĂ­a de ser muerto y resucitar «despuĂ©s de tres dĂ­as». Es evidente que hay algo incorrecto en la creencia de que el viernes fue el dĂ­a de la crucifixiĂłn o el domingo el dĂ­a de la resurrecciĂłn.

Debido a que hay doce horas en el dĂ­a y doce en la noche (Juan 11:9-10), «tres dĂ­as y tres noches» serĂ­an 72 horas como el tiempo requerido entre la muerte y resurrecciĂłn de nuestro Señor. ¿Pero fueron realmente 72 horas?

De acuerdo con las Escrituras, JesĂşs debĂ­a estar en la tumba no menos de 72 horas, «tres dĂ­as y tres noches», y resucitĂł «despuĂ©s de tres dĂ­as» (Mateo 12:40 y Marcos 8:31). No vemos razĂłn alguna para pensar que fueron menos de 72 horas. Ni tampoco que fueran más. JesĂşs dijo: «Destruid este templo y en tres dĂ­as lo levantarĂ©...», El hablaba del templo de su cuerpo. El tiempo aquĂ­ expresado no puede ser más de 72 horas, pues un minuto más de las 72 horas, hubiese sido ya el cuarto dĂ­a. i72 horas son el total completo de 3 dĂ­as y 3 noches!

JesĂşs estuvo en la tumba no menos ni más de 72 horas. Dios es un Dios de exactitud. El hace todo  a la hora propicia. No hay nada de accidental en lo que El hace.

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Fue «venido el cumplimiento del tiempo», no un año antes ni un año despuĂ©s, sino justamente a tiemPO, que «Dios enviĂł a su Hijo» (Gálatas 4:4). La hora de su UnigĂ©nito fue preordenada y de ella nos hablĂł Daniel. De igual manera fue exacto el tiempo cuando JesĂşs fue «entregado» por los pecados del pueblo.  Aquellos que trataron de matarlo antes, fallaron porque «su hora no habĂ­a llegado». No solamente el dĂ­a y el año de su muerte fueron preparados de antemano, Fino que hasta la hora era parte del plan divino! «Padre —JesĂşs clamĂł—, la hora ha llegado...»  (Juan 17:1).

Ahora bien, ya que habĂ­a una hora exacta para el nacimiento de Cristo, una hora exacta para su ungimientø, una hora exacta para el comienzo de su ministerio, una hora exacta para su muerte, no es impropio pensar que habĂ­a tambiĂ©n una hora exacta para su resurrecciĂłn. Exactamente 72 horas. i Teniendo esto presente, podemos comprender a quĂ© hora del dĂ­a tuvo lugar la resurrecciĂłn! Como JesĂşs estuvo en la tumba tres dĂ­as y tres noches (72 horas), podemos pensar que la resurrecciĂłn se realizĂł a la misma hora de su muerte, tres dĂ­as despuĂ©s. En otras palabras, si hubiese sido enterrado al mediodĂ­a, resucitarĂ­a al mediodĂ­a del tercer dĂ­a. Si fuese enterrado en la noche, habrĂ­a resucitado la noche del tercer dĂ­a. iSi solamente podemos hallar la hora en que fue enterrado, sabremos automáticamente a quĂ© hora resucitĂł! 

 

La Biblia nos dice que JesĂşs muriĂł poco despuĂ©s de la «hora novena». Es decir, las tres de la tarde.l

1. Las horas del dĂ­a están divididas en la Biblia en cuatro partes, comenzando al amanecer y terminando al atardecer. La hora tercera serĂ­a aproximadamente las 9 de la mañana, la sexta serĂ­an las 12 del mediodĂ­a. La novena serĂ­an las 3 de la tarde y la hora doceava serĂ­an las 6 de la tarde. 

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(Mateo 27:46-50, Marcos 15:34-37 y Lucas 44-46). De acuerdo al horario bĂ­blico, cada dĂ­a terminaba y comenzaba al amanecer (LevĂ­tico 23:32). Y como nuestro Señor fue crucificado en la «preparaciĂłn», el dĂ­a antes del gran sábado, se tomaron medidas especiales para asegurar que su cuerpo fuera quitado an tes del atardecer, antes de que comenzara la fiesta del sábado: «Entonces los judĂ­os, por cuanto era la vĂ­spera de la Pascua, para que los cuerpos no que.

dasen en la cruz en el sábado, pues era el gran dĂ­a del sábado, rogaron a Pilato que se les quebrasen las piernas y fuesen quitados... Mas cuando vinieron a JesĂşs, como lo vieron muerto ya...» (Juan 19:31-33).

Fue entonces bajado de la cruz y sepultado en la tumba de JosĂ© de Arimatea. «Porque aquel sepulcro estaba cerca» (Juan 19:42). Estas cosas tuvieron lugar «cuando fue la tarde». La palabra griega traducida «tarde» es opsios, que significa «al atardecer» (Marcos 15:42).

De modo que como la resurrecciĂłn de Cristo tuvo lugar tres dĂ­as despuĂ©s, pero a la misma hora que fue sepultado, isabemos a quĂ© hora resucitĂł! Fue sepultado al atardecer, de modo que su resurrecciĂłn sucediĂł al atardecer, tres dĂ­as despuĂ©s. iSabemos con seguridad que la resurrecciĂłn no tuvo lugar al amanecer! Lo que es evidente en el hecho de que cuando vinieron a visitarlo, despuĂ©s del sábado (sábado regular) «muy de mañana, el primer dĂ­a de la semana» (Marcos 16: 2), la tumba ya estaba vacĂ­a. iTampoco resucitĂł JesĂşs durante la noche, pues no fue enterrado durante la noche! Estuvo en el sepulcro tres dĂ­as y tres noches pero se levantĂł al tercer dĂ­a, ino por la noche!

¿En quĂ© dĂ­a aconteciĂł la resurrecciĂłn? La Biblia nos dice que MarĂ­a Magdalena vino a la tumba, «muy de mañana, el primer dĂ­a de la semana, siendo aĂşn oscuro» (Juan 20:1-2). Los escritores de los evange-

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lios nos cuentan varias visitas diferentes hechas por los discĂ­pulos a la tumba, el domingo en la mañana. En cada ocasiĂłn, hallaron la tumba vacĂ­a. Un ángel dijo: «No está aquĂ­, porque ha resucitado como dijo» (Mateo 28:6).

De modo que las Escrituras indican que Jesús resucitó antes del amanecer y como no estaba en la tumba muy temprano el domingo, podemos deducir que la resurrección tuvo lugar al atardecer del día anterior. De acuerdo con este punto, la resurrección se realizó al atardecer del sábado por la tarde.

Pero, ¿acaso no dice la Biblia que JesĂşs resucitĂł el primer dĂ­a de la semana, muy temprano? La Biblia nos dice que el primer dĂ­a de la semana fue cuando los discĂ­pulos descubrieron que habĂ­a resucitado (Mateo 28:1-6, Marcos 16:2-6, Lucas 24:1-2 y Juan 20:1-2).

iPero ninguno de estos versículos enseña que ésta fue la hora de la resurrección! iEn cada ocasión, la tumba estaba vacía! i Ya había resucitado!

Algunos han enseñado, sin embargo, que Mar-

cos la 16:9 mañana. enseña AquĂ­ que la está resurrecciĂłn el versĂ­culo: fue «Mas el domingocomo en 

JesĂşs resucitĂł por la mañana el primer dĂ­a de la semana, apareciĂł primeramente a MarĂ­a Magdalena de la cual habĂ­a echado siete demonios». Pero este versĂ­culo no dice que JesĂşs hubiera resucitado el primer dĂ­a de la semana. FĂ­jense bien. ¿Dice que en el primer dĂ­a de la semana estaba resucitado o que resucitĂł a esa hora? iNo! Dice que al llegar el primer dĂ­a de la semana «ya habĂ­a resucitado». Esta frase está en tiempo antipretĂ©rito.

La palabra griega aquĂ­ escrita «resucitĂł» es Anastas y tiene el significado «habiendo resucitado», que es en pasado. La palabra griega no indica que Cristo

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resucitĂł en la mañana del primer dĂ­a de la semana; al contrario, expresa que ya habĂ­a resucitado. 

Un estudio de Marcos 16:9 y los versĂ­culos que siguen hasta el 14, demuestran que Marcos está relatando acerca de varias «apariciones» que hizo JesĂşs durante el primer dĂ­a de la semana. El contenido explica claramente que no estaba hablando del dĂ­a en que tuvo lugar la resurrecciĂłn. l

Hallamos perfecta armonía en las Escrituras si reconocemos que Jesús fue sepultado el miércoles antes del anochecer y resucitó el sábado antes del amanecer. Así cumplió su señal de tres días y tres

noches y se levantĂł al tercer dĂ­a.

Algunos se han confundido por las palabras de los dos discĂ­pulos en el camino a EmaĂşs: «Mas nosotros esperábamos que Ă©l fuese el que habĂ­a de redimir a Israel y ahora es el tercer dĂ­a desde que esto ha acontecido». Debido a que JesĂşs se apareciĂł a estos discĂ­pulos en el primer dĂ­a de la semana (Lucas 24: 13-15), y Ă©ste era segĂşn ellos el «tercer dĂ­a», ¿no indica esto que JesĂşs muriĂł en el viernes? iNo!   iUn dĂ­a «desde» el viernes serĂ­a sábado, dos dĂ­as, serĂ­a domingo y tres dĂ­as «desde» el viernes hubiera

sido lunes! Obviamente, este versĂ­culo no es prueba de la crucifixiĂłn en el viernes.  

  Los discĂ­pulos dijeron que era el tercer dĂ­a desde que «estas cosas» fueron hechas. Hablaban de «todas aquellas cosas que habĂ­an sucedido» (versĂ­culo 14). Hablaban acerca de más de un acontecimiento. Sin duda «aquellas cosas» incluĂ­an el arresto, la crucifixiĂłn, la sepultura y la puesta del sello y la

 

guarda en la tumba de JesĂşs. Todas «estas cosas» no fueron «hechas» —no fueron completadas— sino hasta el jueves. JesĂşs, como hemos visto, fue cruci-

 

I. Acerca del orden lĂłgico de tales apariciones segĂşn  los cuatro relatos evangĂ©licos continuados, vĂ©ase el discurso 16 del Vol. I de Biblioteca del Predicador, por S. Vila.

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ficado en la «preparaciĂłn» (miĂ©rcoles). «El dĂ­a siguiente [jueves], despuĂ©s de la preparaciĂłn, se juntaron los prĂ­ncipes de los sacerdotes y los fariseos con Pilato, diciendo: Señor, nos acordamos que aquel engañador dijo, viviendo aĂşn: DespuĂ©s de tres dĂ­as resucitarĂ©. Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el dĂ­a tercero; porque no vengan sus discĂ­pulos de noche y le hurten y digan al pueblo: ResucitĂł  de los muertos. Y será el postrer error peor que el primero» (Mateo 27:62-66). Y por este motivo, la tumba fue sellada y guardada. AsĂ­ pues, «aquellas cosas» no se terminaron hasta que la tumba fue sella-

 

da y guardada. Esto sucediĂł, como hemos visto, el jueves de la semana de pasiĂłn. El domingo fue el  tercer dĂ­a $desde que estas cosas fueron hechas» pero no el tercer dĂ­a despuĂ©s de la crucifixiĂłn.

Como Cristo fue crucificado segĂşn la cita del dĂ­a antes del sábado, podemos comprender el porquĂ© algunos han creĂ­do que fue el viernes el dĂ­a de la crucifixiĂłn. Pero el sábado que siguiĂł a la crucifixiĂłn del Señor no era el sábado semanal, era el  gran dĂ­a de reposo anual, pues dice que era el «sábado grande» (Juan 19:31). Este sábado podĂ­a caer

 

en cualquier dĂ­a de la semana.

Creemos que las Escrituras indican que en el año en que Jesús fue crucificado, el sábado anual fue un

 

Nota: Cuando la Biblia fue escrita originalmente, las comas eran desconocidas. La puntuaciĂłn fue inventada por  Aldus Manutions, en el siglo XV. Como los manuscritos  originales no tenĂ­an puntuaciĂłn alguna, los traductores añadieron las comas en donde pensaron que debĂ­an ir, basados en la lĂłgica. En Marcos 16:9, notemos que la coma está sĂ­tuada despuĂ©s de la palabra mañana. El poner la coma aquĂ­ conecta al primer dĂ­a de la semana con la hora de la resurrecciĂłn. Pero si la coma se pone despuĂ©s dĂ© la pala bra <resucitĂł», vemos el significado correcto de las Escrituras. Recordemos que fueron las palabras de la Biblia  inspiradas, no la puntuaciĂłn, que fue añadida más tarde por los hombres. 

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jueves. JesĂşs fue crucificado y sepultado en el dĂ­a El jueves fue el Gran Sábado y «despuĂ©s» de este de la preparaciĂłn (miĂ©rcoles), el dĂ­a siguiente fue  sábado —el viernes— las mujeres «compraron» sus  el gran dĂ­a del sábado (jueves), luego vino el viernes,ungĂĽentos y aromas y los prepararon. DespuĂ©s de dĂ­a laborable, seguido por el sábado semanal. Conprepararlos reposaron el sábado semanal. Luego, yenesta explicaciĂłn podemos comprender que Cristo fuedo a la tumba el primer dĂ­a de la semana, hallaron crucificado el dĂ­a antes del sábado, que se levantĂłel sepulcro vacĂ­o. JesĂşs no estaba allĂ­, Iya habĂ­a rede la tumba al llegar el dĂ­a despuĂ©s del sábado y asĂ­,sucitado! Verdaderamente, JesĂşs habĂ­a cumplido la icumpliĂł la señal de los tres dĂ­as y tres noches!señal del tercer dĂ­a, tres dĂ­as y tres noches. Con esta Todo esto se nos aclara cuando comprendemos queinterpretaciĂłn, los diferentes tĂ©rminos usados en los habĂ­a dos sábados en esa semana; el sábado semanalEvangelios se complementan, no se contradicen.

y el Gran Sábado Anual. T. A. Torrey, un notable evangelista y lĂ­der de un  Una cuidadosa comparaCiĂłn de Marcos 16: 1 con instituto bĂ­blico, años atrás dio esta explicaciĂłn de Lucas 23:56, nos provee más evidencia aĂşn de que  tres dĂ­as y tres noches. Como esta posiciĂłn no era hubo dos sábados esa semana, y un dĂ­a laborable la aceptada generalmente por sus hermanos denomientre ambos. Notemos que Marcos 16:1 dice: «Y nacionales, Ă©l hablĂł por çonvicciĂłn y no por convecomo pasĂł el sábado, MarĂ­a Magdalena y MarĂ­a, la niencia. Esto hace que sus palabras fueran especial madre de Jacobo y SalomĂ©, compraron esencias aro- mente significativas.

máticas para venir a ungirle». Este v. indica cla- En su libro Dificultades, errores y contradicciones de la Biblia, escrito en 1907, Torrey dijo: «De ramente que fue «despuĂ©s del sábado» que estas mujeres compraron las esencias aromáticas y vueltas acuerdo a la tradiciĂłn comĂşnmente aceptada en la las aparejaron y reposaron el sábado (semanal) con- Iglesia, JesĂşs fue crucificado en viernes... y resucitĂł de entre los muertos temprano en la mañana del forme al mandamiento (Lucas 23:56).*

  siguiente domingo. Muchos lectores de la Biblia se

 * Si JesĂşs hubiese sido crucificado el viernes no ha- terpretar confunden un al intervalo tratar de entre figurarse el viernes cĂłmo se en puede la tardeinbria habido tiempo material para pedir el cuerpo a Pilatos; recibir el permiso; bajarlo de la cruz; ponerlo en el sepul-   y el domingo en la mañana, como de tres dĂ­as y tres

 

 

cro de JosĂ© de Arimatea, ir a comprar las drogas quiere arorná-indicarcada con noches. una En pequeña realidad porciĂłn parece de ser otro dos dĂ­a.noches y un dĂ­a ticas y prepararlas. (Lo que posiblemente mezclarlas una de las y mujeres distribuirlas concertadas en varios acarrease tarros el para suyo.) que Recor- »La soluciĂłn a esta aparente dificultad, propuesdemos que Nicodemo vino con cien libras que juzgĂł ne- ta por muchos comentaristas, es que "un dĂ­a y una cesarias para que un buen ungimiento dejara el cuerpo del noche" es simplemente otra forma de decir "un dĂ­a"

Señor indemne de corrupciĂłn. Aun cuando las mujeres adquirieran una cantidad menor, no serĂ­a menos que unas cuantas libras para cada una. Esto aumenta la dificultad el Viernes de la crucifixiĂłn habrĂ­an corrido presurosas a para realizarlo el viernes antes de la puesta del sol, que  comprar y preparar las drogas aromáticas, Por esto Lucas es cuando empieza el sábado judĂ­o, aun en nuestros dĂ­as. indica que despuĂ©s de pasado el sábado (el gran sábado

 

Mateo añade que, despuĂ©s que el cuerpo de JesĂşs fue   anual) compraron las drogas y las prepararon, y a conti puesto en la cueva, MarĂ­a Magdalena y la otra MarĂ­a se nuaciĂłn reposaron el sábado (semanal) conforme al man-

 

quedaron «sentadas delante del sepulcro». De haber Sido damiento. — (Nota Ed.).

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y que los antiguos judĂ­os reconocĂ­an la fracciĂłn de un dĂ­a como un dĂ­a entero... Pero esta soluciĂłn no puede satisfacer a muchas personas y el autor es libre de confesar que a Ă©l, no le satisface en ninguna manera... más bien parece una excusa... 

»... La Biblia no dice en ninguna parte que JesĂşs fue crucificado y muriĂł en viernes. Se dice que JesĂşs fue cruficado en el dĂ­a "antes del sábado"... Pero no da lugar a duda en cuanto a quĂ© sábado se refiere en este caso... No es el sábado semanal (o sea, el viernes) sino el dĂ­a antes del Sábado de Pascua, el cual cayĂł ese año en jueves, es decir, el dĂ­a en que Jesucristo fue crucificado fue el miĂ©rcoles. Juan hace esto tan claro como el dĂ­a...

»Resumiendo todo: JesĂşs muriĂł poco antes del atardecer del miĂ©rcoles. Setenta y dos horas despuĂ©s... resucitĂł de la tumba. Cuando las mujeres visitaron la tumba antes del amanecer del domingo la hallaron vacĂ­a...

»NO hay absolutamente nada en favor de una crucifixiĂłn en viernes, pero todas las Escrituras armonizan perfectamente con la idea de la crucifixiĂłn en miĂ©rcoles. Es increĂ­ble cuántos pasajes profĂ©ticos y tĂ­picos del Antiguo Testamento son culminados y cuántas aparentes diferencias en el Evangelio se aclaran una vez que comprendemos que JesĂşs muriĂł en miĂ©rcoles y no en viernes.»l

I. T. A. Torrey, Dificultades de la Biblia, pp. 104-109.

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PESCADO EN VIERNES Y FESTIVAL

DE PRIMAVERA

Hemos visto bien claro por testimonios de la Sagrada Escritura que el viernes no fue el día de la semana en que Cristo fue crucificado, Pero cada viernes muchos católicos se abstienen de comer carne, sustituyéndola por pescado en recuerdo de la crucifixión del Señor. A los católicos, en los Estados Unidos, no se les requiere actualmente abstenerse de comer carne los viernes, sino sólo durante la Cuaresma. Sin embargo, muchos todavía siguen esta costumbre de comer pescado los viernes.

Habiendo visto cuantas doctrinas y ritos fueron adoptados del paganismo en la Iglesia CatĂłlica Romana, no debemos sorprendernos de hallar otros in«cristianizar» más supersticiones paganas tradicionales costumbres. ¿Fue este el caso de y del pescado? Ciertamente, las Escrituasociaron los viernes con el pescado. En hay evidencias de esta idea básica en las filosofĂ­as de los paganos.

La palabra «viernes» viene del nombre «Freya», conocida como la diosa de la paz, el plafertilidad, por los antiguos paganos.l Como de fertilidad, el pez era considerado saI. Fausset, p. 232, articulo «Pez» (Fish).

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grado por esa diosa. El pez habĂ­a sido conocido como el sĂ­mbolo de la fertilidad desde tiempos muy antiguos. AsĂ­ era entre los antiguos babilonios, los

asirios, fenicios, chinos y otros? La propia palabra «pez» viene de la palabra «Dag», que implica aumento o fecundaciĂłn? La razĂłn por la cual el pez fue usado como sĂ­mbolo de la fertilidad es por el sim ple hecho de que tiene un alto Ă­ndice de reproduc ciĂłn. El bacalao, por ejemplo, pone alrededor de nueve mil huevos, y otras clases incluso ponen diez mil y hasta un millĂłn de huevos al año. Por esta razĂłn, el pez ha sido sĂ­mbolo de fertilidad y fue asociado por los romanos con Freya, la diosa de la fertilidad, cuyo dĂ­a conmemorativo era el viernes. De  ahĂ­ viene la palabra inglesa friday, que significa viernes; de ahĂ­ podemos empezar a ver el significado de los viernes y del pez. 

 A la diosa de la fertilidad, los griegos la llamaban Venus. Y es de este nombre que vienen las conocidas palabras de «venĂ©rea» y «enfermedad venĂ©rea». El viernes era considerado como su dĂ­a sagrado! porque se creĂ­a que el planeta Venus reinaba sobre la primera hora del viernes y por esto era llamado Dies Veneris. Y para hacer el significado más completo, el pez era conside rado la ofrenda consagrada a ella.2 La ilustraciĂłn adjunta es como se ve en el libro SĂ­mbo-

2. Un diccionario de sĂ­mbolos.

3. Fausset, p. 232.

1. Ibid., Art. Pez.

2. Ibid., p. 105.

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los paganos antiguos y cristianos modernos, y muestra a la diosa Venus con su sĂ­mbolo, el pez. La similitud entre las dos indica que Venus y Freya eran 

 

originalmente la misma diosa y ambas provienen de la madre-diosa original de Babilonia. 

La misma asociaciĂłn de la diosa madre con el pez, sĂ­mbolo

de la fertilidad, es evidente entre los sĂ­mbolos de la diosa en otras formas. El pez era considerado consagrado a Astaroth, el nombre bajo el cual los israelitas adoraban a la diosa pagana.l En el viejo Egipto, Isis es frecuentemente representada con un pez en la cabeza, tal como puede apreciarse en la ilustraciĂłn.

En vista de estas cosas referentes al hecho de que el viernes sea considerado desde tiempos  antiguos como un dĂ­a santo del paganismo, que el pez sea su sĂ­mbolo sagrado y que  la Iglesia CatĂłlica Romana ordenara el ayuno de carne y su sustituciĂłn por pescado los viernes, es algo más que una simple coincidencia. Y ello se hace patente despuĂ©s de haber comprendido que JesĂşs no muriĂł en viernes, sino en miĂ©rcoles, lo que indica  que hay otra razĂłn para estos mandamientos de la Iglesia aparte de la muerte del Señor. 

¿Y quĂ© diremos de las costumbres involucradas en relaciĂłn con el Domingo de Pascua? ¿Es que los primeros cristianos pintaban huevos o compraban panes calientes en forma de cruz? ¿Acaso Pedro y Pablo ordenaron alguna vez un servicio de Pascua al amanecer? ¿De dĂłnde vienen estas costumbres?

1. Ibid., p. 105.

227

  Digamos para empezar, el origen de la palabra «Pascua». Esta aparece en la Biblia. El origen de la palabra es Pascha, la fiesta ordenada por Jehová (LevĂ­tico 23:27-44) como Sábado de Expiaciones (vĂ©ase el capĂ­tulo anterior) en recuerdo de la salida de  Israel de Egipto.*

En las regiones nĂłrdicas de Europa, asĂ­ como tambiĂ©n en Estados Unidos y Canadá, el Domingo de Pascua es celebrado con varias costumbres que provienen de Babilonia, tales como el pintar huevos de varios colores, Ă©stos se esconden y los niños los buscan para comerlos. ¿Pero de dĂłnde proviene esta costumbre? ¿Debemos de suponer que los cristianos del Nuevo Testamento pintaban huevos? ¿Tienen algo que ver los huevos con Cristo o con su resurrec ciĂłn? La respuesta es obvia. Este uso es completa mente extraño a la Biblia. iEn cambio, el huevo es un sĂ­mbolo sagrado que usaron los babiloni os ! CreĂ­an en una vieja fábula acerca de un huevo de gran tamaño que se suponĂ­a habĂ­a caĂ­do des-

 

* AquĂ­ sĂ­ que hay un simbolismo legĂ­timamente bĂ­blico, pues JesĂşs fue el Cordero de Dios que nos liberta de la esclavitud del pecado y nos libra de la muerte eterna en virtud de la preciosa sangre de su sacrificio, como los israelitas que ponĂ­an la sangre del cordero sobre el dintel de sus puertas y Dios dijo: «VerĂ© la sangre y pasarĂ© de vosotros». Por esto la palabra hebrea pash significa Pascua, que es sĂ­mbolo de liberaciĂłn. Pero de ningĂşn modo las costumbres paganas tienen tal simbolismo, excepto la ceremonia judĂ­a, que adoptĂł e instituyĂł nuestro Señor, del pan y el vino, que aĂşn se practica hoy entre los judĂ­os, pero sin comprender su significado. — (Nota Ed.).

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de el cielo al rĂ­o Eufrates. De este maravilloso huevo —de acuerdo con la historiĂŁ— fue engendrada la diosa AstartĂ©. Por esto el sĂ­mbolo del huevo llegĂł a ser asociado con esta diosa (en el idioma inglĂ©s se usa Easter).t De Babilonia —la madre de las falsas religiones—, la humanidad se llenĂł de estas creencias y toda la tierra recibiĂł la influencia de la idea del huevo mĂ­stico; por esto hallamos el huevo como un sĂ­mbolo sagrado en muchas naciones: 

  Los antiguos druidas portaban un huevo como emblema sagrado de su fe idĂłlatra? La procesiĂłn de

Ceres, en Roma, era precedida por un huevo.3 En los misterios de Baco se consagraba un huevo como parte de la ceremonia festiva. En China, hasta nuestros dĂ­as, se siguen usando huevos de colores en su festival sagrado. En el JapĂłn, una vieja costumbre consiste en colorear sus huevos  sagrados de forma muy brillante. En la Europa del Norte, en tiempos paganos, los huevos eran usados como sĂ­mbolos de la diosa AstartĂ© (Easter). La ilustraciĂłn muestra cĂłmo paganos representaban sus huevos sagrados. Uno de ellos (el de la izquierda) es el huevo sagrado de HeliĂłpolis, el otro (a la derecha), es el huevo de TifĂłn. Entre los egipcios, el huevo asociado con el sol —«el huevo dorado»—.l Sus huevos coloreados eran usados como ofrenda de sacrificio durante las fiestas de AstartĂ©? 

1. Ibid.

2. Ibid., p. 108.  

3. Enciclopedia de Religiones, Vol. 2, p. 13.

1. Ibid., p. 12.

2.  Creencias egipcias, p. 24.

229

 

La Enciclopedia Británica dice: «El huevo, como citĂł en la mañana del Domingo de Pascua, ial salir  un sĂ­mbolo de fertilidad y de renovaciĂłn de la vida, el sol! Pero ya hemos visto que la resurrecciĂłn de  proviene de los antiguos egipcios y persas, quienes Cristo no ocurriĂł al amanecer, ya que siendo aĂşn ostambiĂ©n tenĂ­an por costumbre el colorear huevos y curo MarĂ­a Magdalena llegĂł al sepulcro el primer comerlos durante su festival de primavera»? Nadie  dĂ­a de la semana (Juan 20:1). Si la resurrecciĂłn del puede discutir el hecho de que el huevo es un sĂ­m- Señor no tuvo lugar al amanecer, no hay razĂłn plaubolo sagrado y parte de las festividades paganas des- sible para los cultos de Pascua al amanecer, aunque de tiempos atrás. siempre hay razĂłn para celebrar su gloriosa resu¿CĂłmo llegĂł entonces esta costumbre a ser aso- rrecciĂłn que garantiza nuestra fe y esperanza. ciada con la cristiandad? De igual manera como otros En cambio, habĂ­a un tipo de culto pagano al ama ritos fueron adoptados por la «Iglesia» para acercar necer conectado con la «adoraciĂłn al sol». 

el paganismo a la fe cristiana, buscando alguna si- No queremos decir con esto que los cristianos de militud entre tales costumbres y algĂşn evento cris- hoy en dĂ­a rindan culto al sol en los servicios matitiano. AsĂ­, en este caso, se sugiriĂł que al igual que  nales de Pascua. Ni tampoco que el catĂłlico que se  un pollo sale del huevo, iCristo saliĂł de la tumba! arrodilla ante la custodia donde está la hostia estĂ© De esta manera los lĂ­deres apĂłstatas —faltos del Es- literalmente adorando al sol. Pero sĂ­ decimos que pĂ­ritu Santo de Dios—, dijeron al pueblo que el hue-  tales prácticas son una obvia mezcla del paganismo vo era un sĂ­mbolo de la resurrecciĂłn de Cristo. iEl con la cristiandad.

papa Pablo V decretĂł una oraciĂłn en conexiĂłn con En el Antiguo Testamento, el pueblo escogido por el huevo! «Bendice, oh Señor, te pedimos, a esta tu Dios fue llevado en cautiverio a Babilonia debido creaciĂłn de huevos, que sean sustento a tus siervos, a su mezcla de paganismo y culto al sol. Dios les comiĂ©ndolos en recuerdo de nuestro Señor Jesucris-  indicĂł esto por medio del profeta Ezequiel. «Y meto.»4 Otra mezcla que pasĂł a la Babilonia moderna   tiĂłme en el atrio de adentro de la casa de Jehová.

y ha llegado a ser una costumbre de nuestros dĂ­as.  —dijo el profeta— y he aquĂ­ junto a la entrada del AsĂ­ como el pez fue asociado con la diosa como templo de Jehová entre la entrada y el altar, como  señal de fertilidad sexual, tambiĂ©n el huevo era otro veinticinco varones con sus espaldas vueltas al tem sĂ­mbolo de fertilidad. Cuando lo analizamos es trá- plo de Jehová y sus rostros al Oriente; y encorvá gico que simbolismos viciosos como Ă©stos hayan lle- banse al nacimiento del sol» (Ezequiel 8:16). AquĂ­  gado a ser relacionados con la cristiandad, cuando en vemos que el pueblo que habĂ­a conocido a Dios, ha realidad estas cosas no tienen conexiĂłn alguna con bĂ­a permitido que esta mezcla de culto solar entrara  el verdadero cristianismo, y corrompiera su culto al verdadero Dios. 

Otra costumbre de la Pascua es la celebraciĂłnLos ritos relacionados con el amanecer —en una del culto al amanecer. La opiniĂłn comĂşn es que este u otra forma— eran conocidos, en infinidad de na.  servicio en honor de Cristo es debido a que El resu- ciones. Los que construyeron la Esfinge en Egipto, 

  IO hicieron para que cuidase del nacimiento del sol 

3. P. 859, articulo «Easter». al Oriente. Desde el monte Fuji-Yama (JapĂłn) se dan

4. Dos Babilonias, p. 110.oraciones cara al Oriente. «Los peregrinos oran a su

230 231  sol naciente, mientras escalan los lados de la monta- nectando con estas festividades primaverales, estaban ña... A veces se pueden ver cientos de peregrinos los ritos en los cuales los hombres miraban hacia que van a Shinto en sus tĂşnicas blancas saliendo el Este, al sol naciente.

de sus sombrillas y cantando al sol naciente,»2 Y los Dado que nuestro verdadero Salvador, el Señor mitraĂ­stas paganos de Roma, a los cuales ya hemos Jesucristo, resucitĂł en realidad (no en forma de planmencionado, se reunĂ­an al amanecer en honor de su tas o naturaleza), y como su resurrecciĂłn tuvo lugar  dios solar. en primavera —aunque un poco antes del festival  Volviendo al capĂ­tulo 8 de Ezequiel, cuando el pro- pagano de viejos tiempos—, no fue muy difĂ­cil para feta vio a veinticinco hombres mirando hacia el orien- la Iglesia del siglo IV (para esta Ă©poca ya se habĂ­a te al amanecer, no pensaban que importaba mucho apartado de 'la fe) mezclar el rito pagano de la prique su costumbre estuviera mezclada con otro culto. mavera con la celebraciĂłn cristiana de la resurrec Pero debido a esto, Dios dijo a Ezequiel: «¿No has ciĂłn del Señor. De este modo ambos lados eran atraĂ­  visto, hijo de hombre? ¿Es cosa liviana... hacer las dos a la Iglesia profesante. Hablando de esta uniĂłn, abominaciones que hacen aquĂ­?... Y he aquĂ­ que po- la Enciclopedia Británica dice: «El cristianismo in nen hedor a mis narices» (versĂ­culo 17). Este rito corporĂł en su celebraciĂłn de la gran fiesta cristiana de poner hedor a las narices era tambiĂ©n asociado muchos de los ritos y costumbres paganos del festicon el amanecer del sol en el Oriente. Este era un val de primavera pagano».l rito idĂłlatra de ponerse una rama al amanecer en la La evidencia cristiana es clara: la presente cos nariz mientras entonaban himnos al sol naciente?  tumbre de la Semana Santa no es cristiana. Sus cos¿Hay alguna indicaciĂłn de que estos servicios fue-  tumbres son simplemente una mezcla de paganismo 

 

ron conducidos durante la primavera? SĂ­ la hay, En con cristiandad. Algunos creen que podemos tomar 

 

realidad, el mismo nombre de Easter (en español estas costumbres y usarlas para dar honor a Cristo.  Pascua), viene de la diosa de la Primavera, De esta DespuĂ©s de todo, razonan, ¿no piensan la mayorĂ­a de  palabra sajona tenemos en español la palabra «Este», los cristianos en Cristo durante esta temporada? A que es el lugar hacia donde se pone el sol, pesar de que los paganos adoraban al sol de cara al En Ezequiel 8: 14, leemos: «Y he aquĂ­ mujeres Este, ¿no pueden los cultos de Pascua al amanecer que estaban allĂ­ sentadas lamentando por Tammuz». ser en honor de la resurrecciĂłn de Cristo? ¿No reY luego, en los versĂ­culos siguientes, Ezequiel vio  sucitĂł verdaderamente el Señor el domingo por la los ritos al sol. De modo que incluso la gente que mañana? Y a pesar de que el huevo era usado por  conocĂ­a a Dios, se habĂ­a mezclado con la religiĂłn de los paganos, ¿no podemos continuar con su uso para Babilonia, lamentando con Ishtar, la «madre», alsimbolizar la gran roca redonda que estaba enfrente de la tumba? En otras palabras, algunos creen que Tammuz muerto. Esto era parte del festival de pri mavera (el renacimiento de la nueva vida de la ve- podemos tomar todas estas ideas y creencias pagagetaciĂłn, etc.), representando asĂ­ la venida de Tam- nas y en vez de aplicarlas a dioses falsos, usarlas 

muz desde el fondo de la tierra. Y juntamente co- para dar gloria a Cristo. A primera vista, parece ser  un buen razonamiento, ipero esta idea de añadir cos-

2. La historia del culto mundial, p. 330.

3. Fausset, p. 304.  1. Vol. 7. p. 859, artĂ­culo Orimavera» (Easter). 

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tumbres paganas al culto del Dios verdadero, está absolutamente condenada por la Biblia! AquĂ­ está lo  que dice Jehová: «Guárdate... , no preguntes acerca  de sus dioses diciendo: De la manera que servĂ­an aquellas gentes a sus dioses, asĂ­ harĂ© yo tambiĂ©n. No harás asĂ­ a Jehová tu Dios... , cuidarĂ©is de hacer todo lo que yo os mando: ino añadirás a ello!...» (Deuteronomio 12:30-32). Claramente entonces, nuestro Dios no quiere que añadamos nada a su culto. El no quiere que usemos costumbres y ritos que los paganos usaron, aunque arguyamos que es en su honor.

Habiendo adoptado el festival pagano de primavera de Ishtar o Easter en la Iglesia apĂłstata, fue  natural el adoptar tambiĂ©n la antigua costumbre del ayuno que precede al festival de primavera. Este perĂ­odo de cuarenta dĂ­as antes de la Pascua, se conoce como Cuaresma. En tiempos pasados estos cuarenta dĂ­as eran observados con llantos, ayuno y macera ciones por Tammuz —a fin de renovar sus favores—  para que saliera del centro de la tierra, terminara  el invierno y causara el principio de la primavera.  De acuerdo a las viejas leyendas, Tammuz tenĂ­a cua renta años cuando fue muerto por un cerdo salvaje.  AsĂ­ que cuarenta dĂ­as —uno por cada año que viviĂł  en la tierra— fueron designados para «llorar por  Tammuz». La observaciĂłn de este perĂ­odo en honor de Tammuz no solamente era conocida en Babilonia, sino tambiĂ©n por los fenicios, los egipcios y por un tiempo, incluso entre el pueblo escogido por Dios cuando cayĂł en apostasĂ­a (Ezequiel 8).

Cuarenta días de abstinencia o Cuaresma era conocido y practicado por los adorades del demonio en el Kurdistán, quienes heredaron la costumbre primaveral de sus maestros, los babilonios.l Esta cos-

1. Dos Babilonias, p. 104.

234

tumbre era conocida tambiĂ©n entre los paganos mexicanos, los cuales acostumbraban tener un «ayuno de cuarenta dĂ­as en honor del sol»? «Entre los paganos —dice Hislop— esta Cuaresma parece haber sido indispensable antes del gran festival anual en memoria de la muerte y resurrecciĂłn de Tammuz.»3 La Cuaresma es considerada igualmente impor tante en la religiĂłn catĂłlica romana, ¿Pero esa creen cia se basa en la Biblia? iNo! Como hemos visto, es una doctrina cuyas raĂ­ces son el paganismo de BabiIonia. Cuando el paganismo y el cristianismo fueron mezclados, poco a poco la Cuaresma pagana fue unida a la Iglesia profesante. Se decĂ­a que era para dar honor a Cristo y no a los dioses paganos. Durante el siglo VI el Papa instituyĂł oficialmente la Cuaresma llamándola «fiesta sagrada» y ordenándola al pueblo mandĂł que se abstuvieran de comer carne durante este perĂ­odo.  

En nuestros tiempos, algunos catĂłlicos no comen chocolate; otros se abstienen de mantequilla, otros de fumar un cigarrillo diario durante la Cuaresma —despuĂ©s de ella fuman veinte al dĂ­a—, otros dejan de beber durante ese perĂ­odo. ¿QuĂ© resultados puede traer esta costumbre? Ninguno. Tanto es asĂ­ que esta es la clase de apostasĂ­a de la que nos previene que algunos enseñarĂ­an «doctrinas de demonios» y especialmente menciona una de estas doctrinas que «prohibirán abstenerse de viandas [comidas]» (l.a Timoteo 4:1-4). 

  Naturalmente que las gentes que no comprenden el «misterio» de todo esto, piensan que el perĂ­odo de  la Cuaresma y los dĂ­as de «abstenciĂłn» son seguramente de origen cristiano y de gran virtud. La realidad, no obstante, es que la Biblia y la historia antigua enseñan todo lo contrario. 

2. Humboldt, Indagaciones mexicanas, Vol. I, p. 404. 

3. DOS Babilonias, p. 105.  

235 

 

Con esto está claro que Cristo no naciĂł a mitad del invierno. ¿No dicen las Escrituras en quĂ© Ă©poca  20 naciĂł del año en naciĂł el otoño. Cristo? El ministerio iSĂ­! Las Escrituras de nuestro indican Señor queen

 

 

 la tierra durĂł tres años y medio (Daniel 9:27). 

EL FESTIVAL DE INVIERNO Su muerte ocurriĂł al final en la Pascua (Juan

18:39), lo cual era en la primavera. Así que tres años y medio antes del comienzo de su ministerio terrenal, marcan el principio de su ministerio en el otoño. Ahora bien, al comenzar Jesús su ministerio, tenía es el día designado en treinta años (Lucas 3:23). Esta era la edad acepta-

 

 

otra nuestros Navidad, mezcla calendarios entre 25 es de verdaderamente el diciembre, son paganismo como las navidades el de dĂ­a y el esta la del dĂ­a cristiandad?el nacimiento temporada en resultado que naciĂłdedede invierno.atrás a De nisterio, ble W manera para edad marcarĂ­a segĂşn que de que 30 un el su como años Antiguo sacerdote nacimiento y Cristo esto Testamento pudiera comenzĂł en era el en otoño empezar otoño, (NĂşmeros su y ministeriono 30 su en años4:3).mi-el  Cristo. ¿Pero 

Cristo? ¿Son las costumbres 

 

origen cristiano, o  

 

Fijándonos en la palabra en inglés Christmas, no- Aunque las Escrituras no indican la fecha exacta

tamos que nombre es una mezcla de Cristo, de dos también palabras. menciona Aunquela la del fecha nacimiento aproximada de Jesús, del nacimiento hay medios de para Juan averiguarel Bau-

incluye el 

 

remonias elaboradas, oraciones paganas tos, transustanciaciĂłn, etc., continuaciĂłn de ritos paganos. el padre de Juan, era sacerdote en el templo de Jeru- 

misa. Ya hemos visto que la misa es nada con sus más por ritos los que muer-y unace- al de tista comparar la y fecha como aproximada Juan ambas nació fechas en seis que podemos meses nació antes Jesús. darnos de Zacarías,cuentaCristo,

 

La palabra Navidad se halla en la Biblia* y como salĂ©n. En aquella Ă©poca, cada sacerdote tenĂ­a un hemos de ver, iel 25 de diciembre no es la fecha en tiempo definido del año en que servĂ­a en el templo. que Cristo naciĂł! Es evidente que nuestro Salvador HabĂ­an 24 divisiones o cursos de servicio durante el no naciĂł durante el invierno, pues cuando El naciĂł, año. Los nombres de estos cursos son dados en los pastores velaban sus rebaños en el campo. Q Y ha- 1.0 CrĂłnicas 24:7-19. De acuerdo a Josefo, cada uno  bĂ­a pastores en la misma tierra que velaban y guar- de aquellos cursos duraban una semanal; la primedaban las vigilias de la noche sobre su ganado» (Lu- ra semana comenzaba en el primer mes, Nisan, al cas 2:8). Como es conocido, los pastores en Palesti- principio de la primavera (1.0 CrĂłnicas 27:1-2). Des na no hacen esto durante el invierno. Siempre traen puĂ©s de seis meses, este orden de cursos era repetisus rebaños de las montañas a los rediles antes del do para que cada sacerdote pudiera servir dos veces 15 de octubre. al año durante una semana. Entonces, tres semanas

 

* Nati-vitĂĄ (nacimiento que da vida). 1. AntigĂĽedades de los judĂ­os, Vol. 7, p. 7, 14.

 

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 del año todos los sacerdotes servĂ­an juntamente du- leĂ­do muchas veces en comentarios sobre Navidad, rante el perĂ­odo de la Pascua, PentecostĂ©s y la Fies-que el empadronamiento habĂ­a causado la aglomerata de los Tabernáculos.ciĂłn de forasteros que no permitiĂł a JosĂ© y MarĂ­a Con estos datos como fundamento, notemos quĂ©encontrar lugar en el mesĂłn. No hay ninguna razĂłn curso era el que ZacarĂ­as servĂ­a entonces: «Hubo en para creer que fuesen tantos los judĂ­os oriundos de los dĂ­as de Herodes, rey de Judea, un sacerdote lla- BelĂ©n radicados en estas poblaciones, pues todos los  mado ZacarĂ­as, de la suerte de abias —o Abijah en judĂ­os se hallaban adheridos a las tierras de sus an el hebreo— y aconteciĂł que ejerciendo ZacarĂ­as el   tepasados. JosĂ© tuvo que hacerlo por causa de la persacerdocio delante de Dios por el orden de su vez..., secuciĂłn de Herodes contra el niño JesĂşs. ¿QuĂ© cau- 

 

se le apareciĂł el ángel del Señor». El ángel le revelĂł sarĂ­a, pues, la aglomeraciĂłn? Lo más probable es que que su esposa Elisabet, aunque entrada en edad, da-  fuera la fiesta anual de otoño a la que JosĂ© y MarĂ­a rĂ­a a luz a un hijo (Lucas 1:5-13). ¿En quĂ© Ă©poca del solĂ­an concurrir como buenos judĂ­os y aunque esta año ejercĂ­a ZacarĂ­as la Suerte de abaĂ­s? De acuerdo vez tenĂ­an razĂłn para abstenerse, dado el estado de

 

con 1.0 CrĂłnicas 24: 10, el curso de abias era el octavo MarĂ­a, no pudieron hacerlo por coincidir con la nota en orden. Es decir, la fecha era entre Iyar 27 y Si- real del empadronamiento «cada cual en la ciudad van 5; o sea, 1.0 de junio al 8 del mismo. DespuĂ©s donde era nacido» (Lucas 2:1-  de su servicio semanal en el templo, ZacarĂ­as fue obligado a permanecer otra semana porque a la si- JerusalĂ©n era, normalmente, una poblaciĂłn de guiente era PentecostĂ©s. Pero tan pronto como cum- 120.000 habitantes, pero segĂşn Josefo, durante las pliĂł su ministerio, regresĂł a su casa en los montes fiestas algunas veces se reunĂ­an allĂ­ hasta dos millode Judea, aproximadamente a 30 millas al Sur de nes de judĂ­os. Con tan grandes multitudes de gente  JerusalĂ©n; y su esposa concibiĂł (Lucas 1:23-24). Esto que venĂ­an a las fiestas, no solamente se llenaba  fue aproximadamente a mediados de junio; al aña- JerusalĂ©n, sino que tambiĂ©n la aldea de BelĂ©n, situa dir nueve meses a esto, llegamos a una fecha apro- da a sĂłlo 5 millas al sur. Esto era al final de la siemximada del nacimiento de Juan. De acuerdo a esto, bra. Todo esto y la evidencia dada anteriormente, JesĂşs naciĂł al principio de la primavera. indican que el nacimiento de Cristo fue en el otoño Puesto que JesĂşs era seis meses menor que Juan y no el 25 de diciembre.

 

(versĂ­culos 26 y 36), simplemente añadimos este tiem- Si Cristo no naciĂł en diciembre, ¿cĂłmo llegĂł este po a la Ă©poca en que Juan naciĂł y tenemos como   dĂ­a a ser parte del calendario de la Iglesia? La historesultado que Cristo naciĂł a mediados de septiem- ria nos da la respuesta. iEn vez de ser este dĂ­a el bre. Como podemos ver, nuestro Señor naciĂł en el nacimiento de nuestro Salvador, este era el dĂ­a en otoño, y no el 25 de diciembre. que los paganos, durante muchos siglos, celebraron  Otra prueba de esta conclusiĂłn la tenemos en el el nacimiento de su dios solar! Un estudio de esto hecho de que cuando JesĂşs naciĂł, JosĂ© y MarĂ­a ha- demuestra cuánto se rebajaron los lĂ­deres de la IglebĂ­an ido a BelĂ©n a empadronarse (Lucas 2:1-50). No sia apĂłstata en sus esfuerzos por unir el paganismo hay registros que indiquen que este perĂ­odo fuese con el cristianismo hasta el punto de poner el naci en invierno, ni motivo alguno para creer, como hemos miento de Cristo en una fecha que armonizaba con

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la celebraciĂłn pagana del nacimiento del dios sol.Cuando este Festival del Invierno llegĂł a Roma, Fue en el siglo v que la Iglesia CatĂłlica Romana or-era conocido como La Saturnalia. Saturno no era denĂł que el nacimiento de Cristo fuera observadomás que otro nombre de Nimrod o Tammuz, como el el 25 de diciembre, el dĂ­a de la antigua fiesta roma-«dios escondido». Esta fiesta era la más vil, inmoral na del solsticio de invierno.y degenerada que tanto desprestigiĂł a Roma. Era

 

En los dĂ­as del paganismo esta fiesta del nacimien- una Ă©poca de libertinaje, y borrachera, cuando todas to del dios sol era popular especialmente dentro de las restricciones de la ley eran puestas a un lado. los «misterios» conocidos como mitraĂ­smo. Este fes- Fue de esta misma fiesta romana de la que se tomĂł tival era llamado «La Natividad»? Y no solamente la celebraciĂłn del nacimiento de Cristo y que pasĂł Mitra, el dios sol del mitraĂ­smo, del cual se decĂ­a a la Iglesia CatĂłlica Romana hasta la presente civique habĂ­a nacido en esta Ă©poca del año, sino tam-lizaciĂłn. «Es algo conocido —afirma un escritor— biĂ©n de Osiris, Orus, HĂ©rcules, 'Baco, Adonis, JĂşpi-que la mayorĂ­a de nuestra relaciĂłn con la temporater, Tammuz y otros dioses, puesto que eran todosda de Navidad y las fiestas, es el dar regalos y el procedentes de la misma leyenda de Tammuz consentimiento de amistad, lo cual no es más que una otros nombres. Todos ellos habĂ­an nacido en la mis- herencia del Festival de Invierno romano proceden ma Ă©poca invernal conocida hoy como «Navidad».l  te de La Saturnalig, que proviene del paganismo.»l

Dice un notable escritor: «La Ă©poca invernal eraTertuliano menciona la práctica de intercambiar cuando todos los dioses solares, desde Osiris hastaregalos en esta temporada como parte de La SaturJĂşpiter y Mitra, celebraban su cumpleaños. Las ce-nalia romana. Cuando este festival fue adoptado por lebraciones consistĂ­an en árboles de pino para Ado- la Iglesia Romana, tambiĂ©n se adoptĂł esta costum dis, Saturno y otros que representaban el calor del bre. De ese modo trataron de hallar alguna similinuevo nacimiento del sol en forma de fuego...».2 tud entre el paganismo y la religiĂłn cristiana, los

En Babilonia el cumpleaños de Tammuz era ce- líderes de la Iglesia Romana. Se dijo que era en

 

lebrado en esta Ă©poca del invierno con grandes fies- recuerdo de los dones que los reyes magos presentas, celebraciones y borracheras, igual que se cele- taron a JesĂşs niño el intercambiar regalos. Pero no bra hoy en dĂ­a. La vieja celebraciĂłn se dispersĂł y es asĂ­. Los magos no intercambiaron regalos entre  llegĂł a ser una costumbre tan arraigada en la «Roma ellos, sino que dieron sus regalos a JesĂşs, el nacido y Grecia paganas en los dĂ­as de los bárbaros teutĂł- Rey de los JudĂ­os. (Era una costumbre oriental el

 

nicos, como en las Ă©pocas remotas de la civilizaciĂłn presentar regalos al estar ante un Rey.) Pero estos  egipcia y en todas partes este perĂ­odo era siempre regalos no eran regalos de nacimiento. Cuando los   celebrado con fiestas y regocijo»? magos llegaron, fue mucho despuĂ©s del nacimiento  de JesĂşs. Para esa Ă©poca, ya vivĂ­a El en su casa  I. Enciclopedia Americana, Vol. 6, p. 623. (Mateo 2:9-11), y no en el establo. Obviamente, los

  2. La rama dorada, Hislop, p. 471.p. 93. regalos de los magos no eran regalos «navideños».

1. Doane, p. 474, 

2. El hombre y sus dioses, p. 201.

  3. Curiosidades de costumbres populares, p. 242. I. The Legacy of Roma (La herencia de Roma), p. 242.

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No tenemos espacio suficiente para tratar sobre todas las costumbres navideñas como Santa Claus, y el comercialismo que se opera en esta temporada, pero vemos que todo ello está falto de fundamento bíblico y claramente identifica nuestras costumbres de hoy con las de La Saturnalia de la Roma pagana.

Finalmente, para concluir con las costumbres de la temporada «navideña», mencionaremos el árbol de Navidad. Una fábula babilĂłnica decĂ­a que SemĂ­ra mis, la madre de Tammuz, afirmaba que durante una noche, un árbol verde se desarrollĂł de un tronco  muerto. El tronco muerto supuestamente representaba a su esposo muerto, Nimrod, iY el árbol de pino llegĂł a ser el sĂ­mbolo de que Nimrod habĂ­a revivido en la persona de Tammuz!

La idea se propagó y se desarrolló tanto que mu chas naciones tienen sus propias leyendas de árboles sagrados. Entre los druidas, los egipcios, los ro manos (los cuales adornaban sus árboles con cerezas rojas durante La Saturnalial), los escandinavos y muchos más. Y al igual que otros ritos paganos, fue-

 ron absorbidos por el «cristianismo». Asimismo lo fue el uso del árbol de Navidad. El árbol de Navidad recapitula la idea del culto con sus bolas brillantes en sĂ­mbolo del sol... y todas las festividades del invierno pagano han sido incorporadas al dĂ­a de la Navidad?

En no menos de 10 referencias bíblicas, el árbol verde es asociado con idolatría y culto falso.3

 

1. Curiosidades de costumbres populares, p. 242.

2. Festivales, dĂ­as santos y dĂ­as de santos, p. 222.

3. Deut. 12:2; 1.0 Reyes 14:23; 2.0 Reyes 16:4; 17:10; Ezequiel 6:13.  

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este pasaje, estaban realmente haciendo un Ă­dolo del leño. No querernos decir que en nuestros tiempos la gente pone el árbol de Navidad en sus hogares o iglesias para «adorar» a un árbol. Lo que estamos diciendo es que el uso del árbol de Navidad es claramente algo traĂ­do del paganismo en una forma modificada. Pero cualquiera que sea la diferencia entre el viejo uso del árbol y las costumbres del pre-

sente, nadie puede negar que las costumbres son cosas de los hombres, y Dios dice: «Porque las costumbres de los pueblos son vanidad» —sin valor, vacĂ­as—   no añaden poder al verdadero culto. 

Las navidades fueron adoptadas por la Iglesia Romana durante el siglo v. En el VI fueron enviados mi sioneros al norte de Europa para atraer paganos bajo el yugo romano. Estos hallaron que el 24 de junio era una fecha muy popular entre estas gentes. Para poder atraerlos a la Iglesia como era la costumbre despuĂ©s de la apostasĂ­a, los lĂ­deres de la Iglesia apĂłstata les permitieron que continuaran celebrando su fiesta pagana, sĂłlo que tendrĂ­an que hallar algĂşn acontecimiento cristiano con el cual asociarlo. Pero ¿quĂ© evento podĂ­an asociar con el 24 de junio? Ya habĂ­an adoptado un dĂ­a para conmemorar el na243

 

cimiento de Cristo, el 25 de diciembre. De modo que Además de la ceremonia de fuego que se observaeste error llevĂł a otro error. Al darse cuenta de que   ba el 24 de junio, este dĂ­a tambiĂ©n era conocido enel 24 de junio era aproximadamente seis meses antes tre las tribus paganas como el Festival del Agua.l del 25 de diciembre y como Juan el Bautista naciĂł   ¿Acaso no habĂ­a sido Juan el Bautista conocido es seis meses ante de JesĂşs, entonces, ¿por quĂ© no es- pecialmente como el que bautizaba con agua? AsĂ­ que  tablecer el 24 de junio como el dĂ­a del nacimiento deesta pequeña semejanza ayudĂł a disfrazar la contiJuan el Bautista? Esto es lo que hicieron. iHasta hoynuaciĂłn del dĂ­a pagano con su nuevo nombre. en dĂ­a el 24 de junio es conocido en el calendarioHemos estudiado anteriormente cĂłmo el culto de papal como la natividad de san Juan! Pero obviamen-la diosa madre fue mezclado en la cristiandad, iLos te esta idea fue basada en un fundamento falso por-paganos habĂ­an orado y venerado durante siglos a la que Juan no naciĂł el 24 de junio; y el asociar esediosa madre del paganismo! Para poder atraer a esnombre con ese dĂ­a no fue más que otro intento portos paganos, la Iglesia apĂłstata adoptĂł y continuĂł los cubrir la fiesta pagana y dejarla continuar, pero aho-viejos ritos y cultos que habĂ­an sido usados para la ra en la Iglesia.  madre pagana, sĂłlo que se les ordenĂł usar el nomTiempos atrás, este dĂ­a era asignado al culto debre _de MarĂ­a, la madre de JesĂşs, en lugar de Diana, Baal. En la Gran Bretaña, antes de la entrada del cris-Isis, AstartĂ©, Artemis, etc. Y asĂ­ como otras ideas que tianismo, el 24 de junio fue celebrado por los druidas  habĂ­an sido asociadas con el culto a la diosa madre con llamas de fuego en honor a Baal (el dios sol, Nim-fueron mezcladas con la Iglesia en su deseo por unir rod, en forma divina). Los escritos de notables histo-el cristianismo con el paganismo, el dĂ­a 15 de agosto

riadores como Herodoto, Wilkinson, Layard y otros, —dĂ­a del festival de Isis o Artemis—, fue simplemenhablan de estos fuegos ceremoniales en diferentes te cambiado el nombre a DĂ­a de la AsunciĂłn de la  paĂ­ses, Cuando el 24 de junio fue adoptado en la Igle-Virgen MarĂ­a, el cual es celebrado hasta nuestros sia y cambiaron su nombre al dĂ­a de san Juan, tam- dĂ­as.l  biĂ©n se adoptaron los fuegos y se llamaron «los fue-Como dijo un escritor sobre la fiesta de la Asun-

 gos de san Juan». «Yo he visto gentes correr y saltar  ciĂłn de la Virgen, «es celebrada el 15 de agosto, pero  a travĂ©s de los fuegos de san Juan en Irlanda —diceesa era la fecha del gran festival de Diana, con la un escritor del siglo pasado—, orgullosos pasando a  cual Isis es identificada y uno puede darse cuenta  travĂ©s del fuego, pensando de ellos mismos como si cĂłmo MarĂ­a gradualmente tomĂł el lugar de una diofueran bendecidos de una forma especial durante la  sa».2 Evidentemente la Iglesia apĂłstata dio poca irnceremonia.»l Al leer estos ritos nos acordamos de portancia a las verdaderas Ă©pocas en que los eventos prácticas similares en las cuales cayeron los hijos de sucedieron. Ellos declararon todas sus fiestas y cele Israel cuando Ă©stos «pasaron por el fuego de Moloch»  braciones de acuerdo con la popularidad de estas fe (JeremĂ­as 32:31 y Ezequiel 20:31). Obviamente nin-chas entre los paganos. guna de estas prácticas tenĂ­a conexiĂłn alguna con  

Juan el Bautista. 

1. La gran apostasĂ­a, p. 28.

1. La historia de la civilizaciĂłn, p. 746.

1. Druides de Toland, p. 107. 2. El paganismo en nuestra cristiandad, p. 132. 

244245

 

Otro dĂ­a, supuestamente establecido en honor de MarĂ­a, es el llamado DĂ­a de ta PurificaciĂłn de la Virgen MarĂ­a, que se celebra el 2 de febrero. En este dĂ­a los sacerdotes catĂłlicos bendicen las velas, las cuales se distribuyen al pueblo durante la misa. En este  dĂ­a, todas las velas que han de ser usadas en todo el año para los ritos catĂłlicos, son bendecidas.

¿CĂłmo llegĂł a ser el 2 de febrero designado como este dĂ­a especial? Fue instituido por la Iglesia para reemplazar un dĂ­a pagano. i Y no sĂłlo adoptĂł la Iglesia este dĂ­a, sino que hizo lo propio tambiĂ©n con las costumbres! En los dĂ­as de la Romana pagana, este festival se observaba llevando antorchas y velas en honor de Februa, nombre del cual se deriva el del  mes de febrero. Los griegos celebraban la fiesta en honor de Ceres, la madre de Prosperpina, ila cual, en este mismo dĂ­a, buscaba a su hija en el centro de  la tierra con antorchas y velas segĂşn cuenta la leyenda! Entre los egipcios este dĂ­a tambiĂ©n era celebrado en honor de la Diosa Neith, iel mismo dĂ­a conocido como el DĂ­a de ta Candelaria en la Iglesia CatĂłlica Romana! De tal manera que la celebraciĂłn de este dĂ­a dedicado a la diosa madre y el uso de las cande las, son todas creencias que sin lugar a dudas fueron adoptadas por los apĂłstatas, del paganismo,

Todos estos dĂ­as y fechas que hemos mencionado, al igual que otros más, los cuales el espacio no nos permite explicar, fueron adoptados en el calendario  de la Iglesia Romana paganizada. Suponemos con  motivo que si el apĂłstol Pablo se levantara a predicar a esta generaciĂłn, le dirĂ­a a la Iglesia profesante  actual lo mismo que dijo a los gálatas: «Observáis  dĂ­as y meses y tiempos y años. Temo de vosotros, que no haya trabajado en vano en vosotros» (Gálatas 10:  ll). ¿A quĂ© dĂ­a se refiere Pablo? El texto parece indicar los sábados y festividades judĂ­as, pero puesto 

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que ellos se habĂ­an convertido del paganismo de los «dioses» (versĂ­culo 8), es muy probable que algunos  de ellos volvieron a su antiguo culto (versĂ­culo 9). Los dĂ­as, meses, tiempos y años que guardaban eran aquellos que habĂ­an sido dedicados a los dioses paganos. Sin embargo, fueron estos mismos dĂ­as los que  la Iglesia apĂłstata incorporĂł en su culto disfrazándo los con nombres de resonancia cristiana y asĂ­ se con. tinĂşan observando hasta el presente.

247 

 21

EL MISTERIO DE LA MEZCLA

Hemos visto con cantidad de ejemplos cĂłmo la mezcla del paganismo con la cristiandad trajo como  resultado la Iglesia CatĂłlica Romana. En los Ăşltimos dos capĂ­tulos, hemos visto cĂłmo tuvieron comienzo muchas de las costumbres y festivales religiosos de la cristiandad. Y esto mismo que se hizo en cuanto

 a fiestas y ritos, fue hecho tambiĂ©n en cosas mucho  más importantes, en doctrinas y cultos.

De la misma forma en que los paganos adoraban

y oraban a la diosa madre, del mismo modo la Iglesia

apĂłstata adoptĂł este culto pagano añadiĂ©ndole el nombre cristiano de MarĂ­a para disfrazar la mezcla. Los paganos tenĂ­an dioses y diosas asociados con varios dĂ­as, ocupaciones y acontecimientos de la vida.  La Iglesia apĂłstata adoptĂł este sistema, pero para hacer la mezcla menos obvia, no se referĂ­an a estos dioses como tales, sino que se les llamĂł «santos», mientras que el antiguo culto continuaba bajo su nombre. AsĂ­ como los paganos usaban Ă­dolos o esta-

 tuas de sus divinidades paganas, la Iglesia apĂłstata

siguió haciéndolo.

Desde tiempos antiguos los paganos usaron la imagen de la T, la letra inicial de Tammuz, como su amuleto protector. Este sĂ­mbolo se esparciĂł por las naciones y tomĂł diferentes formas. La Iglesia apĂłstata mezcla estas costumbres supersticiosas de las

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cruces con la cruz de Cristo. Ellos continuaron dando  honor a la imagen de la cruz, mientras que la verdadera y «completa» obra de la cruz fue escondida entre los rituales de la misa pagana con sus ritos de la transustanciaciĂłn, imágenes solares, misterios, dramas y oraciones a los muertos. 

AsĂ­ como los paganos tenĂ­an sus oraciones ritua les repetidas y sus instrumentos para contar las veces de su repeticiĂłn, en la Iglesia apĂłstata se adoptĂł  para el mismo objeto y motivo el rosario.

Las naciones paganas tenían sus reliquias, las cua les eran sumamente veneradas, creyendo que tenían poderes sobrenaturales. El uso de las reliquias fue también ingeniosamente mezclado en el culto de la Iglesia apóstata.

 La religiĂłn pagana tenĂ­a su supremo pontĂ­fice, de  modo que cuando el paganismo fue mezclado con la  cristiandad en Roma, este oficio —tan falto de fundamento bĂ­blico— hallĂł un lugar en la Iglesia apĂłstata de Roma. Los paganos llevaban en andas a sus  pontĂ­fices en sus procesiones; esta práctica tambiĂ©n  fue adoptada en la Iglesia apĂłstata para con el obispo de Roma. Los pontĂ­fices del paganismo declaraban su infalibilidad y finalmente, tambiĂ©n esto llegĂł  a ser aplicado a los papas, a pesar de tener abundan tes evidencias en su contra. AsĂ­ como los pontĂ­fices  paganos reinaban sobre el colegio de cardenales,  Sacerdotes de la Bisagra, asimismo lo hace actual mente el pontĂ­fice de la Iglesia apĂłstata. Literalmen te, en cientos de maneras, los ritos paganos fueron  mezclados con la cristiandad en Roma, y esta mezcla  produjo lo que hoy en dĂ­a es conocido como la Iglesia CatĂłlica Romana (tal y como lo hemos demos trado).  

En su libro EZ desarrollo de Za religiĂłn cristiana, el famoso escritor catĂłlico, cardenal Newman, admite que «templos, incienso, lámparas de aceite, ofren249

das votivas, agua bendita, fiestas y temporadas devocionales, procesiones, bendiciones a los campos, vestiduras sacerdotales, la corona y las imágenes, son todos de origen pagano».l Sin embargo, debido a que estas costumbres paganas han sido «cristianizadas», es decir, mezcladas con costumbres y nombres cristianos, muchos razonan que de esta forma son aprobadas y aceptadas por Dios. Los catĂłlicos creen que aunque un rito o costumbre haya sido originalmente pagano, si es aplicado a Cristo, entonces es aprobado por Dios, aunque no tenga fundamento bĂ­blico. Pero esto es sĂłlo un razonamiento humano completamente opuesto a la Palabra de Dios.

Notemos esto cuidadosamente.

En los dĂ­as en que los israelitas levantaron un becerro de oro (Exodo  32), nadie negará que esta clase de culto era falso, pagano y una aberraciĂłn ante Dios. Sin embargo, lo hicie ron en el nombre de Jehová. Ellos querĂ­an un dios que pudieran ver,  algo para suplementar su culto al Dios eterno e invisible. AsĂ­ que levantaron un becerro de oro, sĂ­mbolo del hijo del dios solar. Se sentaron a comer, beber y se levantaron a danzar. Practicaron sus ritos paganos y se despojaron de sus ropas (versĂ­culo 25).  Cualesquiera que hayan sido sus ritos, fueron sin duda ritos que habĂ­an aprendido en la tierra pagana  de Egipto, los que habĂ­an procedido del paganismo babilĂłnico. Ya anteriormente mencionamos varios ri- 

 

 1. P. 359.

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tos paganos celebrados al desnudo por los sacerdo tes.l Es evidente que el culto al becerro de oro en  el cual cayeron los israelitas, fue totalmente pagano. Sin embargo —y esto es lo que queremos notar—, ellos argĂĽĂ­an que estaban celebrando su «fiesta al Señor», el verdadero Dios (versĂ­culo 5). AquĂ­, pues, vemos una mezcla, un intento por unir ritos paganos en su adoraciĂłn y llamarlos una fiesta al Señor. ¿AprobĂł Dios esta adoraciĂłn? Todos sabemos la res puesta. Cerca de tres mil personas perecieron como resultado de esta apostasĂ­a. Entonces, si Dios no aceptĂł ese culto en aquel entonces, a pesar de que  lo dedicaron al Señor, ¿cĂłmo podemos suponer que El acepta hoy en dĂ­a una adoraciĂłn que, de igual manera, es una mezcla del paganismo con la cris.  tiandad?

Durante los cuarenta años que anduvieron en el desierto, los hijos de Israel portaron el tabernáculo de Dios. Eran grandes creyentes del Dios verdadero, como lo podemos ver en la historia. Sin embargo, algunos no se contentaron con esto, asĂ­ que añadieron algo. Se hicieron un tabernáculo babilĂłnico, iel cual tambiĂ©n llevaron consigo! Jehová dijo: «Mas llevábais el tabernáculo de vuestro Moloch y ChiĂşn, Ă­dolos vuestros, la estrella de vuestros dioses que os hicistĂ©is» (AmĂłs 5:26). Esta apostasĂ­a es tambiĂ©n mencionada en el Nuevo Testamento, en donde estos Ă­dolos (dioses) que portaron, eran llamados Repham y ChiĂşn, los cuales son nombres de Baal (Nimrod) y AstartĂ© (la diosa madre).l Por razĂłn de esta mezcla, Dios rechazĂł sus cantos de adoraciĂłn, sacrificios y ofrendas. Aunque fueron dedicados a El, al verdadero Dios, aun asĂ­ esos cultos no fueron aceptados porque eran mezcla.

 

 

1. En el princicio, p. 148; Lo grande que fue Babilonia, p. 182, 354.

1. Fausset.

251

Para citar otro ejemplo bĂ­blico de cĂłmo el paga nismo y el culto al Señor fueron mezclados, notemos el capĂ­tulo 17 de 2.0 Reyes. En este capĂ­tulo leemos que los hijos de Israel cayeron en falsos cultos. Ins tituyeron ritos secretos, levantaron Ă­dolos y sirvieron al sol, a la luna y a las estrellas, usaron adivina dores y hechiceros, hicieron pasar a sus hijos por el fuego, etc. (versĂ­culos 9-17). Como resultado, fueron despojados de sus tierras. Luego el rey de Asiria trajo hombres de varias naciones, incluyendo Babilonia para habitar en las tierras de las cuales habĂ­an  sido desterrados los hijos de Israel. Las gentes de  estas naciones practicaban ritos paganos y Jehová les enviĂł leones (versĂ­culo 25). Al ver que el Señor estaba contra su paganismo, enviaron por un hombre de Dios que fue llevado en cautiverio. QuerĂ­an que les enseñara cĂłmo adorar y temer al Dios Jehová. «Mas cada naciĂłn se hizo sus dioses, «los cua les son numerados en los versĂ­culos 29 al 31, Trata ron de adorar a estos dioses y al Señor a la vez, 

haciendo una mezcla. «Y temĂ­an a Jehová e hicieron  del pueblo sacerdotes de los altos... temĂ­an a Jehová y honraban a sus dioses» (versĂ­culo 32). Esta mezcla  fue rechazada por Dios; El odia las mezclas. Aun que estas gentes decĂ­an que honraban al Señor, tambiĂ©n servĂ­an a Ă­dolos. Hoy en dĂ­a el romanismo dice  que honra al Señor, pero obviamente es un sistema que vino como resultado de una mezcla con los Ă­do los paganos. 

 En los dĂ­as de SofonĂ­as ocurriĂł otro intento por   mezclar el culto pagano con el culto al Dios verdade ro. Acerca de esto, el Señor dijo: «ExterminarĂ© de este lugar el remanente de Baal... Y a los que se  inclinan sobre los techos ante el ejĂ©rcito de los cielos y a los que están inclinándose haciendo juramentos a Jehová y haciendo juramentos a Malcam» (So fonĂ­as 1:4-5). ¿Por quĂ© los iba a exterminar Dios?

252

¿No estaban inclinándose ante El? SĂ­, pero su adora ciĂłn al Señor estaba siendo mezclada con la adora ciĂłn a Baal. iDios requiere una adoraciĂłn pura y re  chaza los cultos mezclados! 

En los capĂ­tulos 17 y 18 de Jueces leemos que cierto hombre tenĂ­a una «casa de dioses», una capilla especial en la cual tenĂ­a colocadas estatuas de dioses paganos. TenĂ­a tambiĂ©n un sacerdote llamado «pa dre». La descripciĂłn claramente indica que tal culto era idĂłlatra y falso. Pero —y esto lo mencionamos para mostrar otro ejemplo de la mezcla— estas gentes pretextaban que buscaban la gracia de Dios (17: 3-13). Y el joven sacerdote-padre afirmaba que hablaba la Palabra de Dios (18:6). iAquĂ­ tambiĂ©n vemos otro caso de un intento por mezclar el paganismo con el culto al Dios verdadero!

Otro ejemplo de la mezcla de paganismo con el culto al Señor se encuentra en Ezequiel 8. A la en.  trada del templo del Señor, el pueblo levantĂł un Ă­dolo. Dentro del templo de Dios incluso los ministros  ofrecĂ­an incienso a falsos dioses. En este caso, estas abominaciones eran pinturas en las paredes, pinturas  de insectos, bestias, Ă­dolos, etc. Esto era simplemen te babilĂłnico. Pinturas similares se hallan en la entrada. del templo de Ishtar (AstartĂ©) en Babilonia.  TambiĂ©n relacionado con la casa de Dios, habĂ­an «mujeres llorando a Tammuz» — mesĂ­as falso de BabiIonia— y hombres con «sus espaldas vueltas al tem plo de Jehová y sus rostros al oriente y se postraban   ante el nacimiento del», el sĂ­mbolo del dios babilĂłni co, Estas gentes que habĂ­an mezclado tales ritos en sus cultos, eran las mismas que habĂ­an conocido al  Dios verdadero, la casa de Judá (versĂ­culo 17). 

Aunque su culto era celebrado en el -templo de Jehová, aunque oraban al verdadero Dios, el Señor rechazaba sus oraciones y su culto (versĂ­culo 18). Dios no bendice tales mezclas. 

  253 

En Ezequiel 23 leemos de un perĂ­odo de aposta sĂ­a cuando el pueblo que conocĂ­a al verdadero Dios «hizo pasar a sus hijos por el fuego». Acerca de esto el Señor dice: «Aun esto más hicieron, contaminaron mi santuario... , pues habiendo sacrificado a sus hijos a sus dolos, entrábanse en el santuario el mismo

 

dĂ­a para contaminarlo» (versĂ­culos 38 y 39).

JeremĂ­as tambiĂ©n escribiĂł de esta apostasĂ­a. Su mensaje fue para aquellos que reclamaban ser el pueblo de Dios. Estas gentes, cuando acudĂ­an al templo de Dios, iban a «adorar a Jehová» (JeremĂ­as 7:2). Pero notemos que junto con el culto a Jehová habĂ­an otros ritos que procedĂ­an del paganismo y se habĂ­an mezclado en ellos. «He aquĂ­ vosotros os confiáis en palabras de mentira que no aprovechan e incensando a Baal y andando tras dioses extraños.. vendrĂ©is y pondrĂ©is delante de mĂ­ en esta casa sobre la cual es invocado mi nombre» (versĂ­culos 8-10). Y  estas mismas gentes que iban al templo de Jehová,

reclamaban que su culto era a Jehová, no solamente adoraban a Baal sino tambiĂ©n a la madre pagana,  la «reina del cielo», la cual tambiĂ©n habĂ­an mezcla  do en su religiĂłn (versĂ­culo 18). 

 Podemos ver, pues, con repetidos ejemplos de las  Escrituras que Dios no acepta el culto que es una  mezcla. Como Samuel les predicĂł a los hijos de Is rael cuando trataron de adorar a Dios y al mismo tiempo retener el paganismo: «Si es con todo vuestro corazĂłn que estáis volviĂ©ndoos a Jehová, quitad de en medio de vosotros los dioses extranjeros y tambiĂ©n las imágenes de Astaroth y preparad vuestro corazĂłn a Jehová y sĂłlo a El servid y os librará...»  (1.0 Sam, 7:3). Y Ă©ste continĂşa siendo el mensaje de nuestro Dios actualmente. Adoremos sirvamos al Señor solamente sin mezcla de paganismo, sin mezcla de ritos y doctrinas que provienen del paganismo.

254

 

Satanás no aparece como un monstruo con cuernos, una larga cola y una horquilla. iNo! Para enga-

ñar al pueblo, Ă©l aparece como un ángel de luz (2.a  Cor. 11:14). Igualmente, cuando querĂ­a continuar el viejo paganismo, Satanás sabĂ­a que para engañar al mundo tendrĂ­a que seguir haciĂ©ndolo oculto tras un disfraz, de modo que poco a poco los hombres mezclaran el paganismo babilĂłnico con el cristianismo. Esto lo hizo suavemente, a lo largo de muchos años hasta que el paganismo se estableciĂł en lo que terminĂł llamándose la Iglesia, ataviada ahora con otras  vestiduras que aparentan ser «cristianas». JesĂşs mismo nos previno de «falsos profetas... con vestidos de ovejas... , mas que por dentro son lobos rapaces» (Ma teo 7:15). De esta forma los lobos paganos se pusieron vestiduras cristianas y esta ingeniosa mezcla ha  engañado a millones, Pero es como si tratáramos de quitar la etiqueta que muestra los huesos cruzados de la muerte en una botella de veneno y la sustituyĂ©ramos por una etiqueta de dulces o chocolates.

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Esto no cambia su contenido. El veneno sigue siendo tan peligroso como antes. AsĂ­ de peligroso es tambin el paganismo, no importa cĂłmo luzca por fuera.

Debido a la ingeniosa en que el paganismo fue mezclado con la cristiandad, el verdadero origen babilĂłnico de la cristiandad apĂłstata se escondiĂł llegando a ser un misterio, «Misterio, Babilonia la Grande». Pero de igual manera que un detective busca  los datos y las claves para resolver un misterio, asĂ­ hemos presentado en este libro muchas claves histĂł ricas y bĂ­blicas como evidencias para descubrir el  misterio. Algunas de estas claves 'han de parecer detalles insignificantes a primera vista, pero cuando vemos la escena completa, todas Ă©stas se juntan para resolver finalmente el misterio de Babilonia, la anti gua y la moderna.

Hemos visto cĂłmo la Reforma rechazĂł cierta cantidad del elemento pagano del romanismo, pero retuvo parte del mismo. Y asĂ­ terminamos aclarando que hoy en dĂ­a la mayor parte de lo que es llamado   cristiandad está aĂşn en un estado apĂłstata como re  sultado de la apostasĂ­a de los siglos 111 y IV desde  donde se ha engañado al mundo. Y en cuanto a este  sistema apĂłstata que se conoce como «Misterio de Babilonia», Dios ha dicho: «Salid de ella, pueblo mo, porque no seáis participantes de sus pecados...» (Apocalipsis 18:4). 

  ¿A quiĂ©n debemos entonces mirar para la salvaciĂłn? iA JesĂşs, el Autor y Consumador de nuestra fe, al ApĂłstol y Supremo Sacerdote de nuestra profesiĂłn, al Cordero de Dios, Capitán de nuestra salvaciĂłn, Rey de reyes y Señor de señores! 'IAI Pan del Cielo, al Agua de vida, al Buen Pastor, al PrĂ­ncipe de Paz! «Porque no hay otro nombre debajo del cielo dado a los hombres en que podamos ser salvos» (Hechos 4:12). Nuestra salvaciĂłn no depende de un sacerdote humano. No depende de «MarĂ­a», ni de los

256

«santos» o del Papa. JesĂşs dijo: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida: Nadie viene al Padre sino por mĂ­» (Juan 14:6).

iLa salvaciĂłn viene de Cristo y sĂłlo a travĂ©s de  El! ¿Le aceptamos a El y obedecemos su Palabra, la  Biblia, o aceptamos y seguimos una religiĂłn que es tá basada en mezclas que se originaron en Babilonia? ¿QuĂ© debemos escoger?

Como el JosuĂ© de antiguos tiempos, no podemos menos que decir: «Escoged hoy a quiĂ©n habĂ©is de servir; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, o a los dioses de aquellos [amorreos] en cuya tierra habitáis: En cuanto a mĂ­ y a mi casa, nosotros serviremos a Jehová» (JosuĂ© 24:15). iAmĂ©n! i Ven, Señor JesĂşs!

257 

B I BLIOG RA FIA

 

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