EL DRAGON Y LA SERPIENTE

 El simbolismo siniestro es complejo y está cargado de significados esotĂ©ricos. Los dragones y serpientes mitolĂłgicas generalmente representan principios especĂ­ficos.



Como las serpientes aladas, que reflejan el principio hermético "Como es arriba, es abajo" y se refieren a la cualidad ctónica de la tierra y el inframundo (el cuerpo reptiliano) unido con el concepto espiritual de los cielos (las alas).
El Dragón también se representa a menudo con siete cabezas y el número siete tiene un significado esotérico. Las siete cabezas del dragón se identifican con los siete planetas de la astrología tradicional, los siete Sephiroth / Qliphoth inferiores en el árbol cabalístico, las siete estrellas de la Constelación de la Osa Mayor, siete zonas de poder o chacras a través de los cuales la Kundalini asciende para unirse con la conciencia cósmica, etc.
Se cree que los poderes de los siete Sephiroth inferiores culminan en Daath, que es la puerta de entrada al Abismo, custodiado por el demonio draconiano Choronzon que acecha en el umbral que separa los mundos de Luz y Oscuridad.
A veces la serpiente representa la fuerza fálica masculina y el dragón el principio ardiente masculino, como Tifón, un temible monstruo de la mitología griega.
También hay muchas historias y leyendas que describen la serpiente como explícitamente un ser femenino: Tiamat del mito de la creación Babilónica, o Lilith como la Serpiente en el Jardín del Edén.
En otros, es andrĂłgino, como Ouroboros, que representa la existencia eterna, la continuidad y el ciclo cĂłsmico eterno de muerte y renacimiento.
Este simbolismo y atribuciones pueden interpretarse de muchas maneras e incorporarse en un sistema iniciático personal dentro del Sendero Siniestro.
El Camino torcido es caótico, dinámico y, a menudo, impredecible, pero es posible trabajar con él a través de ciertos patrones y modelos iniciáticos que introducen al Iniciado paso a paso en los misterios del sendero de la mano izquierda.

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