Relájate y calma tu mente concentrándote en tu respiración. Imagina que estás bajando por una escalera en medio de la oscuridad. No visualices la escalera, solo imagina que puedes sentir cómo desciendes. Con cada exhalación, siéntete descendiendo uno o dos escalones. Al inhalar, siéntete como que te quedas quieto, fijo en la escalera, sin descender. Lo que buscamos es un efecto mental como de estar “cayendo".
Una vez que tu nivel de actividad cerebral disminuido entrarás en trance.
Continúa haciendo el ejercicio durante el tiempo que te sea necesario.
El tiempo que toma entrar en trance varía dependiendo de tu experiencia practicando la relajación profunda y la calma mental.
Nota: Detén el ejercicio cuando llegues a sentirte pesado. Si no te gusta la escalera, imagina que estás en un ascensor, siéntete caer con cada exhalación y mantente quieto con cada inhalación. Como he señalado, necesitas un efecto mental de “estar cayendo” para reducir el nivel de actividad de tus ondas cerebrales. Este efecto mental de “caída” combinado con una profunda relajación y calma mental, hará que entres en estado de trance. Siéntete libre de usar cualquier escenario con que estés familiarizado para lograr alcanzar la sensación de “profundidad” del trance.
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