La trata de Blancas en la ANTIGUA BABILONIA

 


En la antigüedad las mujeres eran sometidas a prácticas horribles.

En la antigua Babilonia, las mujeres eran expuestas a ciertas “costumbres”, que no eran más que maltratarlas y humillarlas. HerĂłdoto, un historiador de la antigĂĽedad relataba en sus escritos sobre esta peculiar tradiciĂłn, Ă©l mismo la llamaba la más infame y Ă©sta consistĂ­a en lo siguiente: Durante la antigua Babilonia, toda mujer estaba obligada a prostituirse una vez en su vida por algĂşn forastero.

Las mujeres de aquella Ă©poca tenĂ­an que ir al templo de Venus y ahĂ­ esperar a que algĂşn forastero la escogiera, las mujeres no podĂ­an volver a casa hasta que algĂşn hombre le echara dinero en el regazo, ese dinero no se podĂ­a tocar, pues se convertĂ­a en dinero sagrado. La mujer no podĂ­a despreciar al hombre, asimismo, HerĂłdoto relataba que ni las mujeres de la nobleza se salvaban de esta mala costumbre, lo Ăşnico diferente en ellas era que esperaban al forastero en carruajes hasta que Ă©ste las escogiera.

De esta forma infame, las mujeres tenĂ­an que aprender a vivir con ello y evidentemente su decisiĂłn no valĂ­a.

Leyes BabilĂłnicas para la mujer

El rey babilonio creaba cĂłdigos que regĂ­an a las mujeres, estos aspectos puntuales de los cĂłdigos nos ayudan a entender la mentalidad de esas personas. Por ejemplo; el orden social está por encima de cualquier tipo de derechos individuales. De ley, el marido o el padre era la cabeza de la familia y se consideraba que la legitimidad de la descendencia era esencial, por ello se limitaba estrictamente la libertad sexual de la mujer.

La mujer estaba sometida a la autoridad del hombre, fuese quien fuese. Los hijos/as eran considerados posesiones del padre. La mujer pertenecía al marido. Se dice que las mujeres no tenían derecho de propiedad, lo más habitual era que el padre o el marido fuesen quienes administraban los bienes familiares.


¿CĂłmo era el matrimonio en Babilonia?

Si las mujeres llegaban a contraer matrimonio habĂ­a una serie de reglas, por ejemplo: debĂ­a existir una especie de contrato que abalara el compromiso, tenĂ­a que haber una ceremonia, la noche de bodas tenĂ­a que haber relaciones sexuales y la novia tenĂ­a que quedar embarazada (obviamente, como era de esperarse, la novia tenĂ­a que ser virgen). En caso de que la novia no fuera virgen o no pudiera concebir, se podĂ­a devolver a su familia.

La infertilidad se consideraba una desgracia y el hombre podía tomar una segunda esposa. Además, un hombre podía divorciarse de una mujer sin necesidad de tener alguna justificación, sin embargo, si había tenido hijos con ella, él se quedaba con los derechos de propiedad de los hijos. No solo eso, si el ex marido moría, ella tenía una pequeña porción de sus propiedades.

¿Hay algo más detestable que todas esas reglas y costumbres de la antigua Babilonia?, simplemente leer estos casos que sucedĂ­an me hace pensar lo mucho que hemos avanzado como sociedad, pero tambiĂ©n me hace reflexionar lo mucho que nos sigue haciendo falta y que sin duda tenemos que mejorar.

Publicar un comentario

0 Comentarios