Se dice que desde 1800 hasta 1920 las personas de alta sociedad tenĂan una extraña costumbre para esconder a sus hijos si es que presentaban alguna deformidad o si sufrĂan de un trastorno psicolĂłgico.
Para estos casos, se construĂa una habitaciĂłn escondida en la casa de la familia que tuviese esa necesidad.
Dicha habitaciĂłn deberĂa estar suficientemente alejada de las áreas comunes de las casas para evitar que los invitados ocasionales pudieran darse cuenta del inquilino indeseado.
Cuenta la historia que una familia adinerada, de apellido Hanson y que habitaba en un alejado bosque de Nueva Inglaterra, contaba con una habitaciĂłn asĂ en su mansiĂłn.
El caso es que no sĂłlo era un hijo enfermo a quien encerraron en ese lugar, sino que se trataba de seis hermanos. Dos mujercitas y cuatro varones; puesto que el matrimonio tenĂa parentesco de sangre y esto propiciĂł la extraña mutaciĂłn de la descendencia, que consistĂa en deformaciĂłn estĂ©tica y locura.
Afortunadamente lograron tener tres hijas sanas, que al crecer se casaron y dejaron la casa paterna para formar sus propias familias; yéndose a vivir en otras ciudades; dejando a sus ancianos padres a cargo del cuidado de los seis hermanos enfermos.
Pasado algĂşn tiempo, el instinto de los varones causĂł el embarazo de las dos hermanas, que dieron a luz casi al mismo tiempo.
Los padres no sabĂan cuál de los hermanos era el responsable de los embarazos, pero como era de esperar; los niños nacieron con serios daños.
El padre castigó brutalmente a los hijos varones y estos se revelaron en su contra, asesinándolo y tragando sus restos.
Cuando la anciana madre fue en busca de su esposo, se encontró con la misma suerte. Los hermanos liberaron a sus hermanas y a los pequeños recién nacidos, alimentándolos con los restos de su madre.
Cuando ya no hubo más qué comer en la mansión, los varones decidieron salir a buscar alimento y fue asà como inició una serie de asesinatos que las autoridades no lograban descifrar.
El caso es que los hermanos dementes mataron más de un centenar de personas, entre los que se contaban hombres, mujeres y niños; sin importar su estatus social.
La ola de violencia durĂł más de dos años, pero cuando una mujer de alto nivel social desapareciĂł de su jardĂn por la tarde, hubieron testigos que observaron a los cuatro hombres que la golpearon hasta matarla y posteriormente se llevaron el cuerpo hasta una diligencia.
Los siguieron y fue asĂ como resolvieron los crĂmenes, pues en la casa encontraron más de cien osamentas y restos humanos, además de ropa ensangrentada que perteneciĂł a los difuntos.
Los integrantes de la familia fueron trasladados a un hospital psiquiátrico y recluĂdos por el resto de sus vidas.
Las hermanas de los asesinos jamás se supo mas de ellas ni de sus hijos ,nunca se presentaron y la mansión familiar quedó en el abandono.
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