Civilizacion -Elam-

 El nacimiento de la civilizaciĂłn «elamita» para el mundo occidental fue a finales del siglo diecinueve. En el año 1874 es cuando por primera vez aparece el tĂ©rmino elamita, acuñado por el asiriĂłlogo y lingĂĽista británico Archibald Henry Sayce. Una expediciĂłn francesa continuĂł las excavaciones bajo la direcciĂłn del arqueĂłlogo Jacques de Morgan, que dio a conocer la civilizaciĂłn elamita de un carácter peculiar y distinto respecto a su vecina Babilonia. Las excavaciones se dieron a conocer en el año 1891.

Los elamitas desarrollaron verdaderas ciudades-estado, aunque, como es natural, no conocemos su organizaciĂłn polĂ­tica. No obstante, por las inscripciones de algunos de sus reyes parece que debiĂł existir algĂşn tipo de dominio de unas regiones sobre otras. Una de las ciudades-estado más importantes de Elam fue Susa, fundada entre el 4200 y 3900 a.C. una zona muy rica en arqueologĂ­a elamita, una civilizaciĂłn enigmática con una lengua aglutinante sin tener relaciĂłn con ninguna otra, como sucede con otras lenguas aglutinantes, por ejemplo, los casitas, hurritas o sumerios.

Escritura y Lengua Elamitas

La escritura elamita es contemporánea de la sumeria de Uruk IV, que se desarrollĂł en zonas que más tarde pertenecerĂ­a a Elam, y que aparece con caracteres propios y peculiares, fue llamada errĂłneamente «escritura protoelamita», pues en realidad no tiene nada que ver con la lengua elamita. Su escritura cuneiforme estaba sobre tablillas de arcilla y dejĂł de usarse muy temprano, a dia de hoy no se ha podido descifrar. Paralelamente apareciĂł una escritura pictográfica, descubierta en Tepe Sialk, que se desvaneciĂł muy pronto, siendo sustituida por la cuneiforme que fue utilizada en Elam desde Ă©poca muy antigua.

Existe tambiĂ©n una tercera escritura que la mayorĂ­a de los autores la consideran un estado avanzado del protoelamita, denominándola por ello escritura «lineal elamita», aunque el Ăşnico soberano que la empleĂł en su momento fue Puzurinshushinak. Esta escritura es silábica y lineal, de unos 65 a 70 signos. La verdadera lengua elamita escrita con el sistema cuneiforme, tenĂ­a un carácter verdaderamente singular, por ejemplo, el empleo de los ideogramas (signos que expresan ideas en vez de sonidos) o logogramas (signos que representan palabras), era totalmente diferente a todo lo que se habĂ­a conocido.


La polifonía (distintos valores silábicos de un mismo signo) estaba muy reducida, de tal modo que el elamita era en la práctica un sistema absolutamente silábico, y mucho más manejable que el engorroso cuneiforme de las escrituras sumerias y acadias. Este dato es un argumento a favor de que el elamita no es una copia de la escritura sumeria, como se explica tradicionalmente, sino de todo lo contrario. El único parentesco conocido por el Elam es el protodravídico de la India, ambos idiomas proceden al parecer de un tronco común. No fue una lengua de intercambio como el sumerio, el acadio o el latín, ni ha dejado rastros conocidos en otras lenguas, pero se habló y escribió durante tres mil años en Mesopotamia.



MitologĂ­a Sumeria

Elam y la Biblia

Con la dinastía persa de los aqueménidas estaba considerada como lengua oficial, junto con el propio persa y el acadio. La Biblia menciona al idioma del Elam incluso como lengua hablada en época del imperio romano, hay un pasaje de la biblia que comenta lo siguiente:

«Cuando llegĂł el dĂ­a de PentecostĂ©s… se juntĂł una muchedumbre, que se quedĂł confusa al oĂ­rlos hablar cada uno en su propia lengua… Partos, medos, elamitas, los que habitan Mesopotamia, Judea, Capadocia, El Ponto y Asia, Frigia y Panfilia, Egipto y las partes de Libia que están contra Cirene, y los forasteros romanos. JudĂ­os y prosĂ©litos, cretenses y árabes, los oĂ­mos hablar en nuestras propias lenguas…».

Hechos 2: 1-9

Referencias

  • Enrique Quintana Cifuentes (1997). Historia de Elam, el Vecino Mesopotámico (Estudios Orientales). Editorial: Universidad de Murcia. ISBN 9788476848029.
  • P. Meriggi, La scrittura proto-elamica, Roma 1971 y 1974, 3 vols.
  • W. Hinz, Altiranische Funde und Forschungen, Berlin 1969, pp. 11-44.
  • Cf. M.-J. Steve, Syllabaire Elamite, Histoire et PalĂ©ographie, Paris 1992.

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