PRÓLOGO
ALLÁ
POR LA DÉCADA DEL 60, cuando mi nombre como investigador de fenómenos insólitos
-léase OVNI(s), parapsicología, esoterismo, etc.- comenzaba a resonar en los
medios, empecé a sentirme observado.
Unos seres extraños y misteriosos hacían una investigación paralela de
que yo mismo estaba analizando y, además, podría decirse que me
"estudiaban".
Mi gente, mis colaboradores, personas del público, hombres
y mujeres que se me acercaban, comenzaron a localizarlos, teniendo, a su vez,
miedo de acercárselas. No querían
hacerlo, sentían la gran barrera del temor; no querían indagar o preguntar nada
a "esos seres raros".
Poco a poco me sentía como "una personita" que se
inmiscuía en el área que ellos guardan celosamente, y también que no querían
que se diera a la luz su conocimiento, ése que podría cambiar el aspecto
social, económico y político del hombre contemporáneo.
Pero, de pronto, advertí que de quien ellos se preocupaban
y que los impacientaba era el investigador serio, ése que camina por el justo
medio con verdadero ahínco y profundidad.
De modo que descubrí que iba por buen camino; los sin nombre me daban la
pauta de mi labor sincera y honesta, aunque a ellos no les gustara y se sintieran
algo alterados.
Todo indicaba que, a pesar del tiempo y lugar amenazantes,
yo ya tenía mi dimensión individual, gracias a... "los Hombres de
Negro".
A fuer de sincero, al principio, todo me resultaba un tanto
ficticio; todo parecía muy novelesco. Tenía
algo de ficción el actuar de esta gente.
Yo lo aceptaba a regañadientes; recordaba a mis profesores de Historia y
Antropología, quienes me aseguraban que "los mitos y leyendas forman parte
de la imaginaría popular, no son verdad".
Más tarde constaté, en mi largo peregrinar por la Cordillera de los
Andes, que aquella afirmación que escuché en mi adolescencia estaba lejos de
ser cierta.
Con los H.d.N. comenzó a pasarme algo similar. Si bien todo era bastante extraño, tenía
rasgos de verosimilitud y ese era un buen motivo para investigarlos.
Pensaba que, si quería ser realmente eficaz, tenía que
tener pruebas, y pruebas que cumplieran con las 21 coincidencias que pide la
ciencia para dar por comprobado un hecho.
Las fui encontrando paulatinamente, sin prisa y sin pausa.
Comencé a perfeccionar estadísticas sobre ellos y de ese
modo inicié lo que llamaría mi "investigación paralela".
Ellos no pertenecían al servicio secreto de ningún país,
como en un principio pensé. Ni siquiera
se comportaban como tales. Su aspecto, a
pesar de ser humano, tenía características humanoides; parecían "los
otros" que yo investigaba a través de los OVNI(s). Eran "distintos"; tenían una
ubicación temporal definida, pero a la vez efectuaban rápidas
desapariciones. Decidí aplicar mi
capacidad paranormal, o "mi olfato", un recurso que tanta
satisfacción me ha dado. Y aunque seguía
dudando, ya empezaba a formar mi tablero de ajedrez. Trataría de seguir su juego, pero buscando el
jaque mate.
Muchos me advirtieron que tuviera cuidado, mucho cuidado,
cuando escribí las primeras versiones sobre esta investigación, tanto en un
libro editado en el año 1979, como en mi inolvidable revista mensual Cuarta Dimensión. En apariencia, eran peligrosos y poderosos, y
tenían un psiquismo fuera de lo normal, como veremos en su momento. Pero desde entonces, cuando empecé a darte a
ti, mi querido lector, las pautas de estos "Sin Nombre Oscuros", me
han pasado ciertas cosas frente a las cuales quizás otra persona se hubiera
abstenido de prestar información e incluso de continuar la tarea.
Pero no es mi caso.
Más aún, cuando me ponen barreras, cuando algo o alguien se interpone en
el camino hacia la verdad, mi espíritu justiciero de sagitariano sale a la luz,
y el empuje del taurino -mi ascendente- no se da tregua. Además, como buen descendiente de alemanes,
austríacos y vascos, mi tenacidad es un hecho: han transcurrido más de cuarenta
años de investigar "contra la corriente", de indagar los secretos de
verdades ocultas, y hoy, a un paso del siglo XXI, tienen que ser dadas a
conocer.
Treinta años atrás, yo debí parecer un fantasioso. Pero hoy muchas de mis investigaciones, que
fueron tildadas de "raras y extrañas", son tapa de diarios y
revistas, primeras planas de noticieros radiales y televisivos.
Este libro, que "nunca debería haber escrito"
-según dicen aún mis amigos-, está hecho.
Mi nuevo hijo de papel y tinta está en la calle, para que haga pensar a
mis semejantes, a ese amigo contemporáneo, al "quinto hombre" que
espera formar parte de la Sexta Rama Rais del Planeta, en la vilipendiada Era
de Acuario.
Sé que, como siempre, seré
muy criticado; sólo deseo que la crítica tenga un pie en los datos de la
experiencia, porque mi trabajo se funda en ella. Intimamente espero que mi admirado Cervantes,
el Don Miguel (como dicen en España), tenga razón una vez más cuando dijo:
"Ladran, Sancho. Señal que
cabalgamos".
Gracias
por estar.
Lo
mejor para el eterno presente.
FABIO
ZERPA
DEFINICIONES
EN
SU LIBRO Diccionario OVNI (edición de
autor, Argentina, 1981), la investigadora Ruth Gerstel, de la FAECE (Federación
Argentina de Ciencias Extraterrestres), expresa su versión sobre los Hombres de
Negro:
"Presuntos personajes que suelen acercarse a testigos
de encuentros cercanos OVNI y a investigaciones del fenómeno, para intimarlos y
amenazarles, para que no hablen sobre sus vivencias o sus descubrimientos. Generalmente aparecen de a tres y visten de
negro, de ahí su denominación".
La astrólogo española Sara Cavallé, en su Enciclopedia OVNI (Editorial Protusa
Art. Divino, España, 1995), define así a
estos seres extraños, los H.d.N.:
"También llamados 'M.I.B.s' (abreviatura de "Men
in Black"), forman parte de la historia y la leyenda del fenómeno OVNI,
como elementos perturbadores de la investigación por esclarecer casos reales de
avistamiúentos y contactos.
El comandante Harold Dahl, guardacostas de Puget Sound
(Estados Unidos), logró fotografiarlos, luego de recibir su visita en la que le
aconsejaban olvidar los más de 60 platillos que vio cuando se dirigía con su
embarcación a la Isla Maury.
El halo de misterio que crearon en torno a ellos sigue
vigente. Para algunos, no es más que un
grupo de prepotentes. Para otros,
enviados de los servicios de inteligencia norteamericanos que desalientan a
testigos potenciales, coordinados por la agencia AFOSI y NSA (Agencia Nacional
de Seguridad)".
Charles Bowen, escritor de la Flying Saucer Review de Inglaterra, que sigue siendo para muchos
investigadores del mundo la mejor revista de la especialidad, expresó:
“¿Estos testigos, tan dispersos, tuvieron experiencia con
criaturas sólidas de otro mundo o de otra dimensión de la realidad? ¿O
sufrieron alucinaciones de clase parecida, donde las criaturas pudieran ser una
especie de Proyección física? Hay notables cualidades de este tipo en los
numerosos incidentes descriptos".
El investigador Gray Barker finalizaba su libro They knew too much about flying saucers
con un terrible presentimiento:
“Tengo la sensación de que algún día llamarán a mi puerta
los Hombres de Negro. También lo harán
en la de ustedes, a menos que todos lleguemos a ser más sabios y descubramos
quiénes son estos tres hombres, tan enigmáticos y raros".
Antonio Ribera, ese gran buceador español y mi gran amigo y
hermano, comentaba:
"Son los que han hecho callar a tanta gente que sabía
cosas. Esos caballeros ¿quiénes son?,
vuelvo siempre a preguntarme. 'No lo
sé', me respondo". Aquí se refería
a esas raras "visitas" ocurridas en la superficie de la piel de toro.
Por su lado, el excelente periodista norteamericano James
Moseley, de Saucer New, publicó estos
conceptos en su revista:
"Según la información que nos ha llegado de fuente
fidedigna, durante los últimos meses, los investigadores principales, así como
los testigos ordinarios de los OVNI(S) de todo el país, están siendo sometidos
a una serie de increíbles y complejos actos de terror. Entre algunos, se citan actos de silenciamiento
con relativo éxito- por parte de misteriosos seres que usualmente van vestidos
de negro. Llamadas telefónicas o cartas
fantásticas y amenazadoras, la aparición de automóviles con placas de matrícula
inexplicable, o sin placa alguna, que han seguido a ciertos estudiosos de
OVNI(S) en el curso de su trabajo, así como otros hechos inverosímiles que
dudamos en publicar".
Evidentemente, el misterio de los Hombres de Negro se
mantuvo vigente durante los últimos cincuenta años de investigación ovnilógica.
Todo indica que "Ellos" están aquí, entre
nosotros, cumpliendo con una tarea amenazadora.
Esta organización que alberga en su seno a seres poseedores de poderes
"asombrosos" sigue impune.
Nosotros pensamos que los H.d.N. están más allá de los OVNI(S) y de sólo
perseguir a investigadores y/o testigos de ese fenómeno, como ya lo veremos.
Las afirmaciones de distintas personas responsables, de
individuos de nivel, son muy coincidentes; pero veamos ahora, en apretada
síntesis, las distintas versiones sobre su identidad que he escuchado en el curso
de mi larga actividad investigativa.
VERSIONES SOBRE SU IDENTIDAD
LAS
VERSIONES que hemos recogido luego de investigar en dieciséis países de América
y Europa en estos últimos cuarenta años indican nada menos que casi una
treintena de posibilidades con respecto al origen de los H.d.N. Veamos algunas
de ellas:
v
Agentes de la CIA norteamericana para
desprestigiar a los ovnílogos.
v
Un grupo de científicos que intentan explorar el
impacto social de sus descubrimientos, antes de proyectarlos hacia la sociedad.
v
Una organización de psicólogos de carácter
nacional e internacional que están realizando una estadística sobre el
encuentro con alienígenas.
v
Una comisión nombrada por el Pentágono para
saber sobre los OVNI.
v
Miembros de la Sociedad Teosófica para hacer
conocer sus ideas.
v
Miembros de inteligencia del gobierno soviético
para orientar a la opinión pública occidental hacia temas extraterrestres, desprestigiando así a la
ciencia y cultura de los países capitalistas.
v
Convenio internacional de las organizaciones
ovnilógicas para prestigiar sus puntos de vista ante la opinión pública.
v
Experiencias de naves o aviones secretos con el
propósito de inducir al gran público y a los testigos de esos vuelos a que
crean se trata de aparatos de procedencia extraterrestre.
v
Una comisión patrocinada por la UNESCO para
sondear a la opinión pública en torno al mito de los OVNI(s).
v
Una asociación de intelectuales que intentan
inquietar a investigadores OVNI, con gran sentido del humor.
v
Un consejo mundial integrado por
"Supercerebros" para dominar al mundo.
v
Una organización de espionaje, de la mafia, o
tráfico de drogas.
v
Los Rosacruces o grupos sectarios similares.
v
Un grupo tibetano de lamas para dominar a
Occidente.
v
Grupo de brahamanes intentando dominar a
Occidente.
v
Las autoridades del Principado de Mónaco con el
fin de incrementar la corriente turística.
v
Para ciertos políticos, la utopía extraterrestre
puede servir como un vehículo para publicitarse.
v
Universitarios sádicos y bromistas.
v
Una secta cósmica que encuadra los mejores
cerebros de la Tierra.
v
El sionismo Internacional en combinación con el
gobierno de Israel.
v
Países capitalistas y militaristas, que intentan
provocar un clima psicológico de terror justificando la producción masiva de
material bélico.
v
Un poderoso grupo financiero que brinda ideas de
un planeta imaginario para que sean copiadas por "terrestres" y
fomentar, de ese modo, sus propios proyectos.
v
Un consejo de alquimistas en lucha con entidades
comerciales.
v
Extraterrestres, que encubren sus verdaderos
fines.
v
La NASA norteamericana, para comprobar posibles
reacciones frente a una hipotética invasión extraterrestre.
v
Una organización de espionaje comercial, para
introducir ideas antimarxistas y totalitarias.
v
Propaganda religiosa encubierta.
v
Productores de cine y televisión que lanzan
publicidad para difundir una película basada en un imaginario planeta, o de
ciencia ficción.
v
Un grupo de científicos paranoicos que se creen
realmente
"alienígenas".
v
Periodistas inteligentes que, asesorados por
científicos, pretenden desarrollar una serie sensacionalista de artículos,
basándose en un rumor previamente creado por ellos mismos.
Como verán, hay para todos los gustos. Nosotros pensamos que los H.d.N. son una
sinarquía, y en adelante analizaremos sus características.
¿Comenzamos juntos la investigación?
¡Adelante!
LA MISTERIOSA SINARQUIA
UNA
EXTRAÑA RAZA vigila la evolución de la Tierra: son los hombres vestidos de
negro, los "Men in Black", los "Messieurs en Noir".
El tomarlos como un mito es una actitud poco
feliz. Negar su presencia y existencia
es como negar los platillos volantes, que en pleno siglo XX nos están
preparando psicológicamente para el próximo milenio.
Puede parecer una fantasía, pero la existencia de los
hombres vestidos de negro es una realidad.
Entre otros, el comandante Harold Dahl, guardacostas de Estados Unidos
de Norteamérica, pudo comprobar con su tripulación estas presencias y
proporcionó el dato al Servicio de Informaciones Militares de Estados Unidos.
Hay ciertos aspectos en el accionar de estos personajes
que, si bien parecen terribles tal vez por el desconocimiento que se tiene de
ellos, son reales y auténticos, y no solo atentan contra los testigos e
investigadores OVNI(S) sino que han extendido su accionar a otras redes del
saber oculto.
Es conveniente aludir a ellos como una "raza";
las comillas, sin embargo, los definen como aquellos seres que, si bien
pertenecieron al planeta Tierra en la remotísima antigüedad, pudieron ser
descendientes de extraterrestres.
Según nuestros datos, la dinastía de los Hombres de Negro
pudo gestarse en las profundidades de las Pirámides. Su finalidad sería el servir, tanto en el
pasado como en nuestros días, a las fuerzas oscuras negativas, no permitiendo
el conocimiento de los fenómenos del ocultismo.
Entre sus objetivos se encuentra hacer desaparecer libros y toda fuente de
información al respecto. Los Hombres de
Negro llaman a esos libros informativos a los que nos referimos "libros
condenados". Entre estos libros se
encuentran, por ejemplo, Las estancias de
Dzyan, El Documento Voynich, Die Rosenbrenzer, La Magia Negra (Inédita),
Escalibur, Zur Yeschichte Tiner
Reformation, Los estudios de los Mahatma, y muchos otros, de los cuales
muchas veces existe información histórica aunque sus textos originales han
desaparecido. Habría que preguntarse
dónde guardan los Hombres de Negro esta literatura.
Hay quienes aseguran que ese material se encuentra en un
extraño barco de perpetua navegación.
Según esta postulación, la nave guarda el secreto profundo del ocultismo
milenario. El misterioso barco toca
determinados puntos, donde colegas esperan la "clave", el código, que
les indicará adónde llevar el libro condenado.
Según informes recogidos por diversos testigos (guardacostas,
pescadores, veraneantes), los puntos que toca en su derrotero son
principalmente el golfo de San Matías y Bahía Blanca (en el sur de nuestra
Argentina), las inmediaciones de las costas de las Islas Canarias, Brasil y
Costa Rica, y pequeñas islas del mar Caribe.
El continente europeo es su centro de operaciones, regido,
aparentemente, desde Egipto. También España, Alemania y Gran Bretaña. No aceptan que se los investigue, y quienes
han intentado hacerlo han desaparecido o muerto en un accidente poco claro.
El hombre común, que camina por las calles del mundo y cuya
existencia se encuentra limitada a crecer, desarrollarse y morir, no es
consciente ni conocedor de la e3dstencia de esta extraña “raza”. Sin embargo, es importante que sepa que está
expuesto a ser visitado, amenazado o incluso atacado por ellos. En muchos casos hasta han dado muerte a este
individuo poco advertido, en especial cuando se convierte en testigo de algún
acontecimiento extraño. Entre esos sucesos se encuentra el avistar un OVNI,
efectuar hallazgos culturales, difundir conocimientos esotéricos y/o ocultos,
desarrollar ingenios desconocidos, observar raras apariciones lumínicas, o
influir en la creación de fuertes entidades espiritualistas.
Es menester alertar a la raza humana sobre la presencia de
estos inconfundibles señores. No es
momento de poner en tela de juicio su existencia, ni echar mano a la dicotomía
mito o realidad. Su existencia es un
hecho.
Sin embargo, es preciso conocer que la denominación
“Hombres de Negro” (H.d.N.) o “Men in Black” (M.I.B.) no es del todo
correcta. En el grupo al que pertenecen
estos personajes, se los llama de una manera completamente distinta. En el mundo en el que nos movemos, ellos
responden al calificativo de "Hombres de Negro" debido a su
vestimenta: sombrero, chaleco, chaqueta, pantalón, abrigo; todo de color negro.
Según mis investigaciones, pertenecen a una gigantesca
organización que posee bases a lo largo y a lo ancho del planeta. Responden a un jefe o director general, cuya
dirección central no se encuentra instalada en un lugar determinado, sino que
cada tres años traslada su punto de referencia.
Así, recorre todo el continente europeo y, algunas veces, también el
americano. Nunca asienta sus reales en
pleno corazón de una ciudad, sino que se establece en los alrededores, en casas
rodeadas de extenso terreno. Los agentes
responden a tres nombres distintos, según hemos compilado: Arbime Klaptis,
Fredrich Winhusz y Burt Star.
Su presencia pasa inadvertida salvo por el atuendo,
extremadamente cuidado y siempre de etiqueta, traje negro, corbata al tono,
camisa blanca, zapatos negros; tiene una altura entre 1,87 y 1,90 m, contextura
estilizada y apariencia de perfecto caballero inglés. Suele concurrir a reuniones sociales muy
selectas, por ejemplo en Embajadas o Cancillerías. Puede tener apariencia de un individuo
sumamente culto; acude a conferencias o charlas de la esfera científica, en
especial si el tema de ellas es el desarrollo cultural del hombre, la física
cuántica, los nuevos descubrimientos arqueológicos, los OVNI(s), la
parapsicología, el esoterismo, etc.
Suele retirarse antes de finalizar el acto científico; en la esquina del
lugar donde se ha llevado a cabo el acto, espera casi siempre, un gran coche de
dudosa marca, o simplemente se esfuma.
Durante los intervalos del acto científico no habla con nadie y, si
alguien se dirige a él, simula no entender lo que le dicen, alegando ser
extranjero.
Parece ciencia ficción... pero no lo es. Cuando el señor Klaptis, Weinshusz o Star es
avistado en alguno de estos centros se debe a una sola razón: el tema ha de ser
muy candente o puede tratarse de algún descubrimiento importante. El conferenciante que llevó a cabo la charla
debe entonces comenzar a pensar en el peligro que corre, tratar de ocultarse, o
bien, en olvidar su investigación en absoluto, algo así como una amnesia sobre
su descubrimiento.
Les voy a contar un caso particular. Durante una conferencia que realicé en el
Teatro Municipal de Bahía Blanca, había un hombre vestido de negro, de ojos
grises enormemente escrutadores, en la tercera fila, primer asiento, pasillo;
me llamó mucho la atención "su presencia" durante todo el desarrollo
del evento.
Finalicé y abrí el diálogo con el público, para lo cual
bajé la escalerilla hacia ese pasillo, ubicado hacia mi izquierda (en la platea
de ese teatro hay dos pasillos); se encendieron las luces de la platea y hete
aquí que el lugar del extraño estaba vacío.
Es más, un amigo mío tomó distintas fotos de esa conferencia y, en una
de ellas, cuya perspectiva era el escenario, fotografió al público mientras las
luces estaban aún apagadas (trabajó con una Asai Pentax y con un buen
flash). En primer asiento del pasillo de
mi izquierda, en la tercera fila, salió una mancha blanca, mientras que la
señora que estaba sentada a su lado salió perfecta. Ese hecho me inquietó; fue muy extraño, pero
sucedió.
En lo que respecta a los "secuaces" o
copartícipes del jefe de la organización de los H.d.N., el terreno en el que se
mueven es el mismo que el de su capitán general, con una sola diferencia:
reciben órdenes de él; ellos son los que “ponen manos a la obra”, destruyendo
todo aquello que implique un peligro para su existencia y sus fines.
¿Qué tipo de vida llevan los H.d.N.? ¿Qué actividades
desarrollan? Por lo que sabemos, es una
organización que posee una extensa red de colaboradores y H.d.N.(s) propiamente
dichos. Se encuentran distribuidos, como
ya se ha dicho, a lo largo y a lo ancho del planeta; en grupos de tres,
realizan diversas misiones que les encomiendan, pero siempre, invariablemente,
dicha misión tiene una sola faceta: Silenciar a todo aquel que haya buscado
demasiado profundamente en aquello que he denominado "el conocimiento
oculto".
La "Organización H.d.N." cuenta con
individuos a los que se les puede llamar "espías". Los espías no visten de negro, y aparentan
ser personas normales; lo único que los diferencia de los demás seres humanos
es que acusan un coeficiente de inteligencia escandalosamente alto.
Son cuidadosamente seleccionados, pero no conocen a sus
"patrones"; la comunicación entre ellos es epistolar. Reciben la paga a través de giros postales o
bancarios.
Ahora, para sumergirte aun más en esta investigación y que
puedas abonar tu propio criterio, hagamos un poco de historia.
INCIDENTES EN EL MUNDO
EN
LO QUE SIGUE, veremos algunas incursiones de estos misteriosos personajes en la
vida de personas que se han dedicado, o se dedican, a la investigación de la
problemática OVNI y las ciencias paralelas.
También individuos que han sido testigos visuales de los OVNI(s) han
sufrido extrañas consecuencias, que son dignas de hacer notar.
CASO COMANDANTE HAROLD DAHL
Este hecho es el más antiguo que hemos rastreado, porque
sucede en 1947, el año de iniciación de la Historia Contemporánea OVNI: luego
de producido el hito "fundador" del empresario Kenneth Arnold, que el
24 de junio de ese año, mientras volaba en su avioneta sobre el Monte Rainer,
estado de Washington, en los Estados Unidos, vio nueve discos voladores en
perfecta formación. Fue justamente
Arnold quien bautizó al objeto con el nombre de “plato volador”: en su
comunicación radial con el aeropuerto de Yakima, dijo: “Y see flying nine coffee saucer” (Yo veo volando nueve tazas de
café, nueve platos voladores).
Volviendo al comandante Dahl, su historia está
protagonizada por tripulantes del guardacostas Puget Sound (Washington),
quienes no solo avistan sino que fotografiara a los H.d.N. Esto es lo que
sabemos:
Un día sin viento y muy soleado, el comandante Harold
Dahl se dirigía en su embarcación hacia la Isla Maury, cuando desde cubierta
alzó la vista y vio, con gran sorpresa, sobre la superficie marina, sesenta
objetos ovales con ventanillas en forma de ojo de buey.
De inmediato, profundamente impactado por la visión,
procedió a tomar fotografías. La
tripulación también se sintió impresionada.
Rápidamente tomaron fotografías de estos extraños objetos, pero las
"naves" se pusieron en movimiento para intentar la retirada, y una de
ellas, en veloz maniobra, rozó ex profeso a otra, de la que se desprendió una
lluvia de metales incandescentes, que cayeron sobre la embarcación y también
sobre la cabeza del atónito Harold Dahl.
Dahl y su tripulación buscaron de inmediato refugio en uno de los
acantilados cercanos. Las naves
desaparecieron de la superficie marina como por arte de magia. Cuando los metales que había sobre la
embarcación se enfriaron, el comandante y su tripulación los recogieron y los
transportaron en la nave hacia el puerto costero.
Al día siguiente, de mañana, Harold Dahl recibió la visita
de un "señor de negro" que muy correctamente le aconsejó olvidar lo
sucedido en la Isla Maury. No haciendo
caso a la advertencia peligrosa, el comandante Dahl se presentó ante sus
superiores para dar cuenta del suceso, mostrar el material fotográfico y el
hallazgo de los extraños metales. Tales
superiores de Dahl dispusieron que el capitán Dawson, del Servicio de
Informaciones Militares, fuera designado como custodio para transportar el
hallazgo de Dahl en la isla Maury a la base norteamericana de Hamilton
Field. Ni el capitán Dawson, ni su
avión, ni los restos del metal, llegaron jamás a destino. En el viaje, a veinte minutos de despegar, el
capitán Dawson se estrelló con su avión en Kelson (Washington).
Integrantes del Servicio de Informaciones Militares
estadounidenses indicaron a Dahl que olvidara el acontecimiento, dando ellos
por cerrado el caso en su departamento de investigaciones. Pero Harold Dahl, que había tomado
fotografías, que los recordaba vivamente, que no podía dejar de encontrar
sospechosa la muerte accidental del capitán Dawson, resolvió investigar por su
cuenta. Al poco tiempo, el capitán
Harold Dahl desapareció sin dejar rastro: nunca más se supo de él.
CASO BENDER
Albert K. Bender, un observador civil del centro UFO
(Objetos Voladores no Identificados), fue motivo de curiosidad y controversias
cuando clausuró sorprendentemente su gabinete particular de investigaciones,
con el cual colaboraba entusiastamente con ese Centro Investigativo.
Ante la insistencia de investigadores y periodistas
especializados en este tipo de noticias, Bender se encerró en un grave
hermetismo que rompería siete años después, explicando que había sido visitado
por tres Hombres de Negro que se presentaron, materializándose en forma
corpórea en su propia casa, para advertirle que concluyera sus investigaciones,
pues, de no hacerlo, su vida correría riesgo.
Albert K. Bender, siete años después, hizo referencia
del caso mostrando, además, un dibujo hecho por él mismo, de estos extraños
seres capaces de corporizarse en la forma que lo hicieron. Otra incógnita más de los fenómenos
paranormales.
CASO CHARLES MUNDT
Mr. Charles Mundt, de Flaxton, Arkansas, sufrió y aún sufre
una de las más espantosas consecuencias por haber sido testigo involuntario de
un fenómeno OVNI y a la vez de la presencia de un Hombre de Negro en el lugar
de los hechos.
Fue a mediados de agosto de 1977, Mundt había regresado de
su oficina a su casa a las nueve y cuarto de la noche, y antes de dirigirse a
descansar decidió ir a cerrar las ventanas de su coche, que había estacionado
en la puerta de su casa. Cuando regresó,
observó unas luces que zigzagueaban a la altura de las copas de los
árboles. El movimiento era tan rápido
que parecían relámpagos; al principio pensó que podría tratarse de bichitos de
luz o luciérnagas, pero repentinamente aumentaron de tamaño; entonces Mister
Mundt advirtió que esas luces eran unos extraños ingenios volantes.
Era tal la luminosidad que despedían, que iluminaba tanto
la vereda como el jardín de la casa de Charles Mundt, como si fuese de
día. En un principio, el testigo ocular
del fenómeno creyó encontrarse solo ante tan insólito espectáculo, pero de
inmediato advirtió que no era así. Dos
hombres vestidos con trajes negros se encontraban justo bajo el árbol, sobre
cuya copa habían aparecido las extrañas luces.
Mundt quiso dirigirse a ellos, pero algo lo paralizó; uno de los hombres
lo miraba fijamente, de una forma fría, casi glacial y plena de
indiferencia. De pronto, como
respondiendo a alguna orden remota, los dos hombres a la vez giraron dando la
espalda a Mundt y se perdieron en la oscuridad de la noche. Fue en ese preciso instante cuando Mundt tuvo
la sensación de que un rayo lo atravesaba de la cabeza a los pies y comenzó a
sentir una vibración intermitente que le recorría todo el cuerpo.
Luego comenzó a invadirle un extraño hormigueo. Mundt describe esa sensación de la siguiente
manera: "No era desagradable, tampoco me producía terror o pánico,
simplemente sentía como si no fuese yo mismo, algo alteraba mi ritmo
biológico".
Luego sobrevino lo peor.
En cuanto Charles Mundt se vio libre de las vibraciones y la
luminosidad, corrió apresuradamente dentro de su casa, ansioso, a contarle a su
esposa Liza lo que le había ocurrido.
Ella, en vez de prestar atención al relato de su marido, lo miró como si
nunca lo hubiese visto en su vida y le preguntó quién era y qué quería; actuaba
de la misma forma en la que actuaría ante un desconocido que se introduce en su
casa a horas imprevistas dando grandes voces.
Acto seguido, Liza Mundt se dirigió a la puerta de calle y
comenzó a llamar: "Charles, Charles, ven", "un hombre ha entrado
en la casa". Como si la persona que
estaba frente a ella fuese cualquier otro, menos el verdadero Charles Mundt.
El testigo ignoraba la razón por la cual su esposa actuaba
de una manera tan extraña. No le cupo
duda de esa actitud cuando pudo mirarse a un espejo; en ese momento sufrió un
tremendo shock, y aquí Mundt dice textualmente: "Pongo de testigo a Dios
de que el rostro del espejo no era mi verdadero rostro".
"En la actualidad, a meses del suceso, me he dado
cuenta de que la composición de mis moléculas ha sido cambiada y alguien ha
ocupado mi lugar físico. Mi cara y mi
cuerpo son la cara y el cuerpo de otro hombre.
Por alguna razón me han forzado a asumir una nueva identidad. Mi esposa no me acepta como su marido, como
el verdadero Charles Mundt; sé que soy Charles Mundt, pero nadie me cree.
He perdido todo: afectos, amigos, y lo más triste es que he
perdido mi identidad."
Otra víctima de los peligrosos e inescrupulosos “Hombres de
Negro”, una organización cuyos alcances científicos van más allá de lo
imaginable.
CASO REVISTA OFFICIAL UFO
Un día la revista norteamericana Official UFO fue "asaltada" por tres hombres que vestían
trajes oscuros. Buscaban material
confidencial y casi dejan sin vida a un hombre en su intento. Veamos cómo relatan el episodio los
directores de Official UFO:
"Al igual que mucha gente, nosotros tampoco creíamos
en aquellas historias escalofriantes en las que se habla de organizaciones
secretas que no obedecen a ningún gobierno conocido y cuyas intenciones suelen
ser destructoras. Hasta ese momento
creíamos que la gente suele echar a volar su imaginación y crear personajes
cuya realidad es nula, pues son producto de la fantasía.
Pero algo nos ocurrió.
Aquellos a quienes se llama H. d. N. (Hombres de Negro), nos ´visitaron´
personalmente y robaron nuestro archivo secreto: ahí realmente comenzamos a
creer en todas aquellas extrañas historias que circulan en toda la extensión de
nuestro territorio.
Eran las seis de la tarde, nuestras oficinas ya estaban
cerradas y la gente se había retirado, a excepción del editor, Jeff Goodman,
quien se había quedado trabajando hasta tarde en un proyecto especial. Sonó el teléfono, desde el otro lado de la línea
un hombre habló con voz profunda; decía: 'Por su seguridad personal le hago
esta advertencia: no indague demasiado a fondo en lo que usted denomina
fenómeno OVNI. Evidentemente, usted
desconoce la profunda seriedad de lo que investiga. El precio que puede usted llegar a pagar por
sus indiscreciones dentro de este campo es mucho más tremendo de lo que
imagina'. No dijo más, un ligero click
indicó que mi interlocutor había dado por finalizada la comunicación. 'Una patraña más -pensé- de las tantas que
ocurren a diario en la redacción'. Fui
escéptico, no creí en esta amenaza.
Actualmente puedo decir, que ser demasiado escéptico, puede resultar muy
peligroso.
A partir de esa llamada comenzaron una serie de
acontecimientos que pusieron a prueba el sistema nervioso de nuestro grupo de
trabajo. Todos notamos ligeros cambios
en la redacción. Los teléfonos sonaban
sin que nadie respondiera al levantar el auricular. De pronto emitían ruidos sordos, sin motivo
aparente; el tono de marcar a veces cambiaba por un molesto zumbido. Pensamos que habrían sido intervenidos. Nuestro editor asociado, Charles Cowley, dijo
que había reparado durante varios días consecutivos en un automóvil Sedán negro
estacionado frente a su residencia de Long Island. Luego de dos semanas de silencioso
estacionamiento, el coche había desaparecido misteriosamente.
A la vez, el mismo coche que estaba estacionado frente
a la casa del editor asociado había sido visto estacionado, pero... frente a
las oficinas de la revista Official UFO,
en pleno Nueva York.
Cuando Cowley advirtió algo tan insólito como esto, algo
así como un caso de bilocación, pensó que estaría sufriendo algún ataque de
paranoia debido al exceso de trabajo; pero luego se dio cuenta de que todo lo
que él no había querido hacer era enfrentarse con la verdad, la realidad total
y absoluta. La llamada telefónica había
sido efectuada con la finalidad de hacemos una advertencia, y la amenaza se
estaba cumpliendo; nosotros éramos continuamente vigilados y esa vigilancia se encontraba
a cargo de personas que pertenecían a una organización muy bien equipada e
informada, puesto que sabían quiénes éramos cada uno de los que formábamos el
grupo de trabajo del Official UFO. Asimismo sabían a qué lugares llamarnos a
diferentes horas del día o de la noche; conocían perfectamente a qué tipo de
información teníamos acceso.
Durante el transcurso de estos acontecimientos ocurrió algo
interesantísimo. La sección Departamento
de Arte de nuestra revista había tomado esos días a un nuevo asistente. Su nombre era Ron, su apellido era muy
difícil, al punto que jamás logramos recordarlo. Ninguno de nosotros, en un principio, notó
algo extraño en él. Parecía ser un buen
compañero de tareas, nada en él daba lugar a sospechas, era de altura mediana,
delgado, pelo rubio, ojos grises verdosos, su voz era agradablemente
profunda. No hablaba mucho con nadie,
pero cuando lo hacía demostraba poseer una información muy completa sobre la
temática OVNI; naturalmente esto no llamaba nuestra atención, pues todo el
personal de la editorial conocía e inclusive era aficionado al tema.
Lo que nos resultó harto extraño fue que el tal Ron tenía
acceso a información secreta dentro de la editorial. Dos de los miembros del grupo de la redacción
notaron en él extrañas actitudes cuando tenía que actuar social y no
laboralmente. He aquí un ejemplo: una
vez salió a almorzar con una de las secretarias de redacción, cuando llegó el
momento de comenzar a comer dio muestras evidentes de no saber usar los
cubiertos, luego cambió de opinión y pidió un sandwich, lo comió con las
manos. La secretaria le preguntó qué le
ocurría, él no respondió, pero la miró de una forma glacial.
Al día siguiente de este incidente, el editor Cowley
recibió desde su despacho otro mensaje telefónico. La misma voz grave de la vez anterior. Sus palabras fueron: 'Escuche con
atención. Usted no se imagina cuán cerca
suyo se encuentra la muerte. Se le
advirtió por su propio beneficio. Usted
está siendo vigilado. Todo movimiento es
cuidadosamente monitorizado. Tenga
cuidado, pues tiene usted en su poder unas fotografías tomadas por un fotógrafo
de la editorial que so n extremadamente secretas. Si llega a publicarlas, sería un
suicida'. Luego hubo un silencio
prolongado y el conocido click.
Cowley quedó estupefacto, sus manos temblaban cuando colgó
el receptor. Ignoraba de qué fotografías
se le estaba hablando. Muy pronto lo
supo; uno de los fotógrafos independientes de nuestra editorial, sin
proponérselo, había logrado fotografiar una extraña figura humanoide que
parecía ser de aire, por lo transparente; detrás de esa forma y suspendido en
el aire aparecía una forma oval, plateada.
La foto fue casual; él había ido a tomarle una a un médico psiquiatra
que estaba atendiendo a una persona que decía haber tenido un encuentro con
seres extraterrestres y se pensaba en una alucinación, pero cuando estaba
llegando a la casa del profesional en Petulie (Ohio) vio lo que acabo de
narrar.
El fotógrafo Jack Blakekey fue llamado a nuestras Oficinas,
acudió con las fotos en cuestión, todos las vimos, de inmediato las guardamos
en la caja fuerte que es donde se encuentra el archivo confidencial; luego nos
fuimos a nuestras respectivas casas.
Al día siguiente nos encontramos con una gran sorpresa.
Tres hombres vistiendo trajes oscuros y gafas de sol irrumpieron en la
redacción, se dirigieron al despacho del editor.
Le preguntaron dónde las había guardado. Jeffrey Goodman aparentó no saber de qué le
hablaban. Sólo uno de ellos
hablaba. 'Usted sabe muy bien a qué me
refiero', y comenzó a empujar suavemente pero en forma firme a Goodman hacia el
enorme ventanal, en el piso 12 sobre Park Avenue. 'Si no me dice dónde están las fotos, en dos
minutos ya no estará vivo; cada segundo lo acerca más y más a su propia
muerte'. Sus cómplices lo revolvían
todo, destrozaban, forzaban cerraduras.
Nosotros, junto al editor asociado Jack Cowley, tratábamos de abrir la
puerta en vano, estaba muy bien asegurada.
De pronto, silencio total, sólo escuchamos: 'Usted, Mr. Goodman, es un
tipo de suerte'. Habían encontrado las
fotografías comprometedoras. Luego se
retiraron como habían llegado, ignorando a todo el mundo. Extrañamente, la Policía que había sido llamada
en el instante en que los “Hombres de Negro” irrumpieron en nuestras oficinas,
apareció cuando ellos ya habían desaparecido.
La sospecha de quién puede ser esta gente no da lugar
a muchas suposiciones; evidentemente, el Pentágono acoge en su seno a una
organización no sólo formada por seres humanos, sino también humanoides."
Hasta aquí el relato de uno de los integrantes del grupo de
redacción del Official UFO; este
mismo artículo fue publicado en la edición de enero de 1978 por la revista en
cuestión.
Evidentemente y luego de lo expuesto no cabe dudas que una
organización paragubernamental actúa a escala mundial oprimiendo y amenazando a
todo aquel que se arriesga a develar misterios que nos darían la pauta de
muchos orígenes desconocidos de nuestro planeta.
La CIA conoce la existencia de los "Hombres de
Negro", sin embargo y contrariamente a lo que se cree, no alberga en su
seno a esta organización.
EL CORONEL GEORGE FREEMAN
(USAF) OPINA
En 1966 un portavoz del Pentágono, perteneciente al fallido
proyecto "Blue Book" (Libro Azul) -Coronel George P. Freeman-, hizo
una sorprendente declaración:
"Misteriosos hombres vestidos con uniformes de la
Fuerza Aérea Norteamericana y llevando credenciales de diferentes organismos
oficiales de los EE.UU. han tratado de silenciar a testigos oculares de
avistajes de Objetos Voladores No Identificados. Sin embargo, hemos verificado en algunos de
estos casos, que tales personas no pertenecían en modo alguno a la USAF (Fuerza
Aérea de los EE.UU.) o al gobierno americano".
Con agentes del FBI y la CIA lanzados en su persecución,
los misteriosos seres extraños decidieron que el uniforme estatal ya se había
"quemado". Fue cuando
adoptaron sus atuendos negros. En lugar
de llamarse oficiales de las Fuerzas Aérea o Armadas, los "Hombres de
Negro" comenzaron a presentarse de otra forma; operarios telefónicos,
inspectores de compañías de seguro, incluso agentes de la mismísima CIA o el
FBI.
En todos los casos, una vez introducidos en la residencia
de los ocasionales testigos, desviaban lentamente la conversación hacia la
cuestión de loa OVNI(s). Luego, el
aviso. Nada de comentarios sobre el
tema... por lo que les pudiese suceder.
Cundió la alarma y muchos testigos callaron. Las más disparatadas versiones fueron de boca
en boca. Hasta que el mismo gobierno se
vio mezclado hasta tal punto en el asunto que tuvo que actuar.
Así, lanzó a sus propios investigadores detrás de los
perturbadores "Señores de Negro".
Fue imposible. Siguieron
apareciendo.
EL HOMBRE DEL CABLE VERDE
En su libro Visitantes, Ivan Sanderson narra una extraña visita nocturna.
"Ante la puerta de una familia que había sido testigo
de la aparición de un OVNI, se presentó la persona más singular que pueda
imaginarse. La noche era muy fría, el individuo
llamó a la puerta y se anunció como agente de seguros. Tendría una estatura de 1,75 metros, cabeza
pequeña, piel blanquecina, miembros muy delgados denotando una fuerte
constitución. Dijo buscar a un caballero
que tenía el mismo nombre que el dueño de casa, ya que podría haber heredado
una fuerte suma de dinero. Llevaba,
además, un gorro de piel con visera y un traje negro. A pesar de la bajísima temperatura, no tenía nada
encima del traje. Al entrar mostró una
tarjeta de tipo oficial (aparentemente) y la guardó en un santiamén. Al cabo de un rato, mientras charlaba, dejó
ver debajo de su ´americana´, sobre la camisa, una placa oficial, que
inmediatamente cubrió con la mano quitándosela.
Pidió exactamente cuarenta minutos para formular preguntas. Cuando se le dijo que sí, pasó treinta de
ellos refiriéndose a una cicatriz que el dueño de casa tenía en el pecho,
desarrollando detalles que ni siquiera eran conocidos por los mismos
familiares. Luego, se levantó para
irse. Los diez minutos finales los pasó
facilitando a los asombrados interlocutores, un largo e intrínseco acertijo,
pidiendo ayuda para resolver el enigma. Acto seguido, se fue.
Mientras duró la entrevista, la hija mayor de la casa
sintió viva intriga porque -al resbalar uno de los pantalones del extraño
visitante hacia arriba- por las huesudas piernas divisó un cable verde, que le
salía por debajo de los calcetines y ascendía por la pantorrilla, hasta
incrustarse en la carne, en dos puntos separados por una cicatriz de dos o tres
centímetros de largo. Como consecuencia
de ello, la chica se ocultó en la parte trasera de la casa y observó la salida
del hombre. No había luces y el lugar
estaba oscuro. Sin embargo pudo apreciar
un coche negro, que salió de un camino cercano proveniente del bosque
lindante. Había más de dos hombres en su
interior. El individuo subió y
desaparecieron en la ruta."
Este fue el relato.
Nunca se supo quién era el misterioso personaje. Pero el testigo calló la boca. El efecto de aquella "aparición" no
se hizo esperar y el caso fue cerrado. Nunca más habló.
EL HOMBRE DEL EXTRAÑO LENGUAJE
Este caso fue descripto de manera viva en
el Saucer News de James Morley.
"El ladrido de los perros despertó a Joseph Henslik,
en Greenland, Long Island (Nueva York), una mañana de octubre. Al mirar hacia afuera quedó visiblemente
sorprendido: un extraño objeto circular revoloteaba por el edificio de Correos,
cercano a su casa. Apresurado, tomó su
máquina fotográfica y corrió hacia el patio.
Descargó un rollo de película contra el disco luminoso, que llevaba una
torreta en la parte superior. En ella, se
divisaban ventanas. Como el objeto se
hallaba a poca altura, fácil fue suponer que las fotografías resultarían
excepcionales. Pero lo que Henslik no
tuvo en cuenta apareció luego dos días después que le fueron devueltos los
negativos (que eran realmente nítidos): fue visitado por una pareja de hombres
desconocidos. Cuando regresó a su casa
-a una hora imprevista, como las 3 de la mañana- se encontró con que lo estaban
esperando.
Eran de estatura mediana, cabello negro y tez profundamente
morena. Ambos vestían ajustados
pantalones negros, suéters del mismo color (hasta el cuello) y una campera que
según el dueño de casa semejaba la chaqueta negra de un smoking o pijama.
'Queremos hablar con usted', interpeló uno de ellos en un
idioma singular, con ligero acento escandinavo; 'pertenecemos al gobierno'.
Sigue el testigo diciendo que no le mostraron absolutamente
nada, pues 'pertenecían a una agencia secreta del Estado'. Más tarde, se explayaron en detalles sobre la
vida íntima de Joseph que éste quedó francamente impresionado. 'Sabemos que usted ha tomado fotografías que
pueden ser consideradas como auténticas.
Y en nombre de su familia, el gobierno, le pedimos que nos las entregue'. Los visitantes recibieron como respuesta una
confusa explicación. Prometieron
regresar al día siguiente. Fue cuando Henslik examinó con una lupa los
negativos y descubrió algunas marcas muy claras en el OVNI (pero la copia
estaba muy borrosa para permitir una lectura clara).
'Si hubiera hecho yo las copias, habría conseguido más
sombra alrededor de las ventanillas del artefacto. Pero lo que más me preocupaba era el retorno
de aquellos personajes. Fue exactamente
a las 3 de la mañana del día posterior de la primera visita, que
aparecieron. No dos, sino tres. Todos vestidos de negro. De nuevo me amenazaron vagamente cuando negué
las copias. Pero les di los
negativos. Los revisaron inmediatamente
con una linterna. Luego, se marcharon advirtiéndome que no hablase nunca ni
mencionase las fotos'.Para sorpresa del testigo, no alcanzó a ver vehículo que
los transportase, pese a que vivía en las afueras y hubiesen necesitado uno.
¿Cómo salieron de aquel lugar? Nunca se
supo, sin embargo las misteriosas maniobras de los Hombres de Negro siguieron
impunes y contradictorias explicaciones acerca de su origen van desde el
adjudicárselas origen divino hasta connotaciones que incluyen posibles
supervivientes de una raza extinguida de seres extraterrestres".
EL MISTERIO DE JESSUP
El libro que escribiera Morris K. Jessup, El caso de los OVNI(s), también fue
envuelto en las "redes" de los Hombres de Negro.
Poco después que el libro saliera a la venta, un ejemplar
de él fue enviado a F N. Furth (Jefe de Investigación Naval en el verano de
1955) donde al borde de las páginas existían unas anotaciones, que al ser
estudiadas y analizadas por funcionarios de la Oficina de Proyectos Especiales
y de la de Proyectos Aeronáuticos, se comprobó que fueron escritas por tres
personas diferentes; esto lo reveló el estilo al escribir, la tinta y otros.
Esas anotaciones evidenciaban todo el conocimiento
(historia, origen, técnica, etc.) de los OVNI(s).
El prólogo de la edición de la Oficina de Investigación
Naval decía lo siguiente: "Las anotaciones implican un íntimo conocimiento
de los OVNI(s), sus medios de movimiento, origen, pasado, historia y costumbres
de los seres que los ocupan y constituyen un valiosísimo material para la
investigación. Fueron encontradas en un
ejemplar del libro de Jessup. Debido a
la importancia que otorgamos a la posibilidad de descubrir pistas que conduzcan
hasta la naturaleza de la gravedad, ningún posible motivo, por desacreditable
que sea el punto de vista de ciencia clásica, debe ser descartado".
Sobre estos acontecimientos, se los hace
responsables a los H.d.N.
Cuando Jessup revisó el volumen, notó que la letra
correspondía a su misterioso corresponsal Carl M. Allen (conocido también como
Carlos Miguel Allende). Al intentar
localizar a Allen (o Allende) por la dirección del remitente de sus cartas,
nunca se lo halló.
Morris K. Jessup (que dedicará mucho tiempo al suceso del
Experimento Filadelfia), lo mismo que su misterioso "corresponsal"
que le brindaba tantas informaciones, había acordado ir a cenar el 20 de abril
a la casa del Dr. Valentine, donde Jessup le brindaría aportes vinculados con
el experimento, en un borrador que tenía preparado.
Sin embargo, ésta no llegó a realizarse. Antes de las 6:30 de la tarde, Jessup se
"suicidó" en el parque Matheson's Hammok, en el condado de Dade
(Miami), el 20 de abril de 1959, "inhalando monóxido de carbono, tras
haber acoplado una manguera al tubo de escape e introducido al otro extremo en
el interior del vehículo".
Un testigo informó al Dr. Valentine que no fue encontrado
ningún "borrador" en el interior de su coche.
LAS MUERTES SOSPECHOSAS
Después de este incidente recién relatado ha habido también
"Muertes sospechosas", como esa del Dr. Morris K. Jessup ocurrida el
20 de abril de 1959, en el parque de Matheson´s Hammock, en el condado de Dade,
en los Estados Unidos. Hay varias más,
como crímenes no resueltos nunca:
El repentino cáncer que le produjera la muerte el 25 de
julio de 1967 al joven investigador británico, Richard Tunner, que contaba sólo
21 años de edad y era Presidente del Grupo Investigador de UFOS de la
Universidad de Cambridge (nada menos), cuando acababa de realizar un muy buen
trabajo sobre las misteriosas ruedas fosforescentes que aparecieron en
distintas oportunidades en el Golfo Pérsico.
El "accidente" que le costara la vida, a
principios de 1968, al general francés del Estado Mayor de Francia, Monsieur
Alleret, cuando viajaba en un avión a retropropulsión, estrellándose el aparato
en la ladera de una montaña en Magadascar, cuando el general erró en su viraje
(a pesar de ser un experto de la aviación), al doblar hacia la derecha, en vez
de doblar al lado opuesto y dirigirse al mar libre, exactamente después de
haber anunciado públicamente sobre la creación de un Centro Oficial de
Investigación de los MOC
(misteriosos objetos celestes).
El supuesto "suicidio" del gran investigador y
amigo James Mc. Donald (de quien
editamos su excelente libro Los
OVNI. El último desafío, que tuvo
gran acogida en la Argentina y países limítrofes), ocurrido en 1971, en el
desierto de Arizona, cerca de su Tucson natal.
Con otro amigo, el Dr. Joseph Allen Hynek, hablamos tanto sobre este
asunto porque él lo había visto por última vez en el día anterior a su
"repentina decisión", quien olfateara algo realmente raro, muy raro.
De pronto también vinieron una seguidilla de muertes de
cáncer, además de la de Tunner, como la de Waveney Girvan, director de la
excelente Flying Saucer Review de
Inglaterra; la del capitán Edward Ruppell, de la Fuerza Aérea Norteamericana,
que tanto hizo desde su puesto militar por esclarecer el asunto OVNI; el
ingeniero canadiense Wilbur Smith, creador del Proyecto Magnet, que tuvo tanto
que ver también en dilucidar la propulsión de las naves extraterrestres; la de
otro amigo el doctor brasileño Olavo Fontes, el primer investigador científico
de una Abducción extraterrestre, que sucedió en Brasil 1957 y que hiciera el
primer gran análisis para estos casos, que siempre siguen llamando tanto la
atención; mi compañero en tantos Congresos, el mayor de la Fuerza Aérea de
Dinamarca Hans Petersen, presidente de Scandinavian UFO Kontakt, disertante en
la Cámara de los Lores de Inglaterra.
Y la lista es más larga.
Estos supuestos suicidios o accidentes raros o muertes
extrañas pensamos que no fueron tales, sino que ellos fueron asesinados por
esta misteriosa sinarquía, según datos fehacientes que insistentemente hemos
investigado desde hace cuatro décadas.
LA MUJER DE BUENOS AIRES
(ARGENTINA)
Cuando editaba la revista Cuarta Dimensión, en la
década del 80, una señora apareció en la redacción narrando un hecho muy
insólito. Ella escribió esta nota:
"Quizá la primera vez que vi a un Hombre de Negro fue
en un país limítrofe. Habíamos ido con
mi esposo en viaje de bodas; era fines de agosto de 1981. Descendimos del micro
y decidimos contratar un taxi para trasladarnos con nuestro equipaje a la casa
de mi madre, donde nos alojaríamos por un mes; caminamos hacia la explanada que
está ubicada en la parte trasera de la terminal, para tales efectos. El día era, como casi siempre en esa época
del año, muy frío en esa ciudad sureña.
Había un atenuado sol. Y hete
aquí que de repente advertimos que un hombre de estatura enorme, como de unos
cincuenta años de edad, totalmente vestido (traje y sobretodo) de negro,
moreno, nariz aguileña (algo así como el apéndice nasal que se le dibuja a
algunas representaciones populares del Diablo), mirada escrutadora, estaba de
pie, fingiendo leer un diario (atención a esta pauta, porque se repetirá). Nos observaba, vigilante, a unos quince
metros de distancia. Diría que en una
torpe actitud de disimulo. Como para que
nos diéramos cuenta de ello.
Mi esposo estaba en ese tiempo -sin siquiera saberlo o
presentirlo en una sensacional pista sobre el origen de los OVNI(s). Tan es así que, pocos días después, conocería
personalmente a un hombre muy importante (un diplomático) que le daría una
increíble 'punta del ovillo' sobre el tema.
El intuyó enseguida que algo extraño había en ese individuo. Yo me reí, pero debo reconocer que era para
llamar la atención la actitud de ese hombre, porque asumía la forma más
insólita e incómoda para concentrarse en la lectura del periódico; además al
aire libre, soportando la ,ventisca helada, cuando bien podía haberse guarecido
en el vestíbulo sentándose en alguno de los asientos que allí había,
desocupados... ¿Por qué tenía que estar allí, de pie?
En el mes que estuvimos en la ciudad, mi esposo comenzó a
investigar: iba todos los días más o menos a la misma hora a la terminal
porque, habiendo vivido durante toda su vida en un pueblo de 600 habitantes,
sabía por experiencia que la gente de los conglomerados humanos no muy grandes
tiene hábitos repetidos. Pero nunca más
vio al extraño ser de rarísimo aspecto.
Después vinieron los imborrables episodios del 20 de
febrero de 1984. Se había grabado un
programa de TV sobre el tema, hacía apenas un par de días. No sé porque, pero el día 10 discurrimos que
'algo' nos podía suceder. ¿No nos vendrán a buscar aquí a casa? -comenté en
broma, pero con una extraña preocupación.
Mi esposo me contó una vez más su experiencia del 2 de
enero de 1977, cuando dos H. de N. le estuvieron 'pisando los talones' y creyó
que había llegado su hora final.
Rememoramos también el caso de la terminal de ómnibus, pero yo no quería
creer; dije, 'es una posibilidad, nada más'.
Desde hacía tiempo, con un grupo de personas amigas
estábamos investigando mucho sobre el mundo esotérico, de cosas primordiales
para todos los tiempos, pero muy especialmente para éstos que vivimos. Un día nos dimos cuenta que realmente
transcurrimos en un gran ocultamiento de lo que es la verdadera Historia. Estábamos llegando muy lejos en las
investigaciones, yo sentía que el asunto 'podía traer cola'. Lo que no imaginaba ni siquiera eran las
persecuciones, y que me iba a asustar tanto.
Pero vayamos a los hechos: yo concurría ese día (20/2) a mi
semanal cita acostumbrada al consultorio de Acupuntura del profesor CJ, ubicado
en la Avenida Cabildo, casi en su intersección con Santa Fe. Debía hacer cambio de colectivo en Puente
Saavedra. Cuando bajé del primero, ahí,
en Av. Maipú, me llamó la atención la
presencia de un señor de aspecto común, barbado, que estaba supuestamente
leyendo el diario; enseguida el individuo comienza a caminar al lado mío. Pensé que era una persona más que pugnaba por
subir al colectivo de la línea 59 al que yo iba a ascender. Pero luego comprendí que no era así. Quiero señalar antes de proseguir que él no
estaba para nada vestido de negro (así que ahora sabemos que también se
disfrazan).
Bueno; luego el tipo subió al mismo vehículo que yo, y se
sentó delante mío; continuaba fingiendo leer el diario. Ya entonces 'sentí' que no era una
persecución con propósito de robo o galanteo.
Entonces finjo como que me adormezco, para vigilar sus actitudes sin que
él lo advierta. Lo que más me llamó la atención es que nadie se sentaba a su
lado, en un transporte lleno de gente apretujada de pie. Mi terror en esos momentos ya es enorme. Al cruzar General Paz, ya en jurisdicción de
Vicente López, al bajar, en la parada... ¡ahí vuelve a estar él, otra vez, como
esperándome! No sé como ha podido llegar
antes, si lo he dejado 'con un palmo de narices' y no lo vi subir a ningún
colectivo. Además ningún colectivo nos
superó mientras recorríamos Cabildo.
Aterrada, ingreso en el local de Academias OLI pensando que
era la única manera de eludirlo, que no se atrevería a entrar ahí ni podría
hacerme daño alguno en presencia de la gente.
Para justificar mi presencia, pido que se me haga un lavado de cabello;
hay un desentendimiento de la gente que me atiende y ni siquiera me cobran. Concluyo yo misma con el servicio y salgo a
la calle: por fortuna el sujeto ya no estaba más.
Regreso a casa, me baño, cambio de vestimenta y, ya más
tranquila; con un buen margen de tiempo, tomo el colectivo 127 y después el
subterráneo de la línea B en Federico Lacroze para concurrir al encuentro de
Pedro. En el subte vuelvo a estar
nerviosa; se me ocurre que todo el mundo me observa... Llego a la estación
Florida, donde debo descender. Cuando
desciendo el tipo lo hace también detrás de mí, casi corriendo. Entonces, ya muy asustada, cruzo Cabildo
zigzagueando entre los automóviles.
Cuando ingreso en el edificio donde entonces tenía su consultorio el
profesor CJ, ya me siento segura. Me
hago atender, y cuando salgo tengo la gran sorpresa: al entrar en un bar
atendido por unos señores españoles a comprar fichas para el teléfono, veo que
el tipo está otra vez allí, en un sector de la barra, como esperándome. Me atiende amablemente un señor, diciéndome
'ya estoy con Ud., espéreme un momento'.
Luego, va hacia donde está el individuo, regresa, y ya no me quiere
vender las fichas, atendiéndome, ahora, de muy malas maneras. Hasta me agrede verbalmente; prácticamente me
echa del negocio.
Entonces cruzo Cabildo, compro fichas en un local de
enfrente, vuelvo al bar para telefonear a mi marido, para decirle que volveré a
casa y luego iré a encontrarme con él a la salida de su empleo, pues habíamos
decidido unos días antes ir a ver la película El Día Después, que acababa de estrenarse. Cuando voy a ascender a un colectivo para
regresar a Puente Saavedra advierto que el hombre me sigue espiando. Había bastante gente en la parada: aprovecho
el tumulto y, en lugar de subir a ese colectivo, subo a otro, que llegaba y
estacionaba inmediatamente detrás. El
sujeto se queda como despistado, yo voy hacia la escalera mecánica. Era un día de intenso calor, así que me llama
la atención un individuo muy formalmente vestido con pantalón gris, saco negro
como de terciopelo y debajo una camisa celeste con un pullover también celeste
sobre ella. Hacía 35 grados de calor.
Por eso llamaba la atención tanta indumentaria.
Las personas que descendieron subieron por la escalera; la estación
quedó solitaria. Quedamos sólo 'él' y
yo.
El hombre fumaba un cigarrillo en actitud de espera, no
subía. Cuando coloco un pie en la
escalera mecánica el individuo gira rápidamente y se ubica detrás de mí. Murmura, masculla algo entre dientes que no
logro entender.
Su actitud era de clara persecución, igual
que el otro.
Aunque estoy muy cerca de la plaza Roberto Arlt, donde
habíamos convenido encontrarnos con Pedro, decido tomar un taxi para ver si
puedo poner distancias. Hago señas para
detener a uno que pasa por allí, Corrientes y Florida. El taxista me mira y no quiere llevarme; me
pregunta: “¿Le pasa algo? ¿Se siente mal?" Me dice: “No puedo llevarla, no
puedo hacerme responsable de lo que pueda ocurrirle dentro de mi taxi”. Le digo que no tema, que se quede tranquilo,
que me siento bien, nada más un poco cansada.
Me deja subir, mira por el espejuelo
retrovisor y entonces me dice:
-Mire, señora, usted me va a decir qué le pasa y en qué
cosa anda, porque a nosotros nos vienen siguiendo...
-¡No! ¡No puede ser! -casi grito aterrada
ya.
-Y, sí esos que vienen detrás usted los
debe conocer...
Entonces giro la cabeza y miro, y veo que viene otro taxi
con ese individuo en su interior. El
taxi se nos aparea y comienza a chocamos de costado. El conductor de mi taxi dice:
-Mire, señora: yo no creo que usted esté en nada malo,
pero que nos están siguiendo es indudable.
Mi colega parece haberse vuelto loco. ¿Qué pasa? ¿Por qué le hacen esto?
¿Usted... con ese tipo...? ¿Usted conoce a este tipo?
-No -le respondo.
Como el otro lo insultaba, me preguntó “si estaba loco”. Entonces le comenté más o menos cómo era la
persecución. El me dijo:
-¡Qué raro! Yo no
entiendo nada, señora. Y si usted no
entiende, menos yo...
El conductor aprovecha la situación (en esos momentos el
otro taxi está detrás y se produce el cambio de luces en el semáforo) y me
dice:
-¡Buenol ¡Ahora los vamos a perder para que
nos dejen en paz!...
Arrancamos.
Surge la luz roja. El otro taxi
se ve obligado a quedarse. Damos una
vuelta manzana a la inversa para alejarnos y despistar. Esa fue la experiencia, que espero que no se
repita nunca más.
Cuando a la noche le relato los increíbles hechos a mi
esposo, él me manifiesta que si creo que se debe levantar el programa hablará
con su conductor para pedirle que no lo difunda. Le pido que no, porque La fuerza de ellos es
el temor de nosotros.
El programa sale al aire pocos días después. A la semana, mi esposo recibe una muy amable
carta de un telespectador quien era evidente que había obtenido el domicilio
por la guía telefónica (por la forma en que está redactada la dirección). Hay un nombre al pie, con una mención de una
casilla de Correo Central. Manifiesta
que es entusiasta seguidor del tema OVNI, y del particular costado que de él
mismo enfoca mi marido, y dice -o, mejor dicho, pide- que se haga un programa
de mayor duración para volver sobre el tema.
Indica que es colaborador de un conocido Instituto de
Investigación (posteriormente hicimos las correspondientes averiguaciones: ahí
jamás se conoció a una persona de esa filiación). Dedujimos que lo que quería era saber si
Pedro tenía mayores datos sobre el tema...
Desde aquel día sé más que nunca que “ellos” nos están
vigilando, pero que con cautela y prudencia debemos continuar el camino de la
investigación y el conocimiento porque -cuando lo merecemos- una fuerza
superior bloquea sus designios, y les impide hacer todo el daño para el que están
instruidos y/o programados. ´Ellos´, los
Hombres de Negro".
La nota de redacción que agregamos a lo
expresado decía:
"Cuarta
Dimensión suscribe este relato en toda su dramática veracidad, habiendo
investigado fehacientemente a su protagonista.
Por su naturaleza, debe guardar la identidad de la misma. Quizá sirva de 'piedra de toque' para que
otras personas que pueden haber sido testigos o partícipes de episodios
similares también quieran hacerlos públicos.
Ese es nuestro deseo y el motivo de la publicación de este relato. Hay que seguir investigando si fue realmente
un H.d.N., o el factor psíquico de la protagonista influyó decisivamente. Para analizar, para ahondar, para
investigar".
Este suceso aún me hace reflexionar.
¿Verdad o sólo psiquismo?
CASO HEFLIN
El 3 de agosto de 1965, Mr. Rex Heflin logra
fotografiar tres documentos OVNI cerca de Santa Ana (California). Ese mismo año, un "ser" visitó a
Heflin pidiéndole los negativos originales, ya que el "personaje"
pertenecía al NORAD. Heflin accede al
pedido.
Más tarde se comprueba que ese personaje no pertenecía al
NORAD y, por supuesto, los negativos nunca fueron devueltos.
DESAPARICIÓN EN CANADÁ
En un poblado esquimal de Anjiku, a 1200 kilómetros al
Norte de Churchill, en Canadá, se desarrollaron los siguientes acontecimientos:
El 16 de noviembre de 1930, los 50 habitantes del pueblo
mencionado desaparecieron abruptamente.
En sus chozas se hallaron recipientes que contenían comida sobre el
fuego, rifles colocados detrás de las puertas y hasta prendas de vestir
atravesadas por agujas que interrumpieron para siempre su labor. Por una razón quizá nunca sabremos, hombres,
mujeres y niños abandonaron sus viviendas, sus alimentos, sus perros, sus
embarcaciones, y atraídos por algo fascinante, se esfumaron sobre la tundra
helada.
Surge así mi hipótesis de trabajo: estos hombres fueron
secuestrados por seres inteligentes, mucho más avanzados tecnológicamente que
nosotros, para ser convertidos, por medio del "lavado de cerebro", en
perfectos androides humanos con el objeto de que cumplan una misión
específica. Recordemos que a los Hombres
de Negro, se los describe como seres de raza nórdica, de rasgos parecidos a los
esquimales. Y quiénes mejor que ellos,
seres humanos, no tendrían ningún problema en infiltrarse entre nosotros, sin
llamar absolutamente nuestra atención...
Esta hipótesis de trabajo es corroborada por el
investigador George Smith, quien sospecha que "ellos" pueden venir
del Círculo Polar Ártico, y pertenecer a unas tribus primitivas de indios que
evidentemente están controlados por seres espaciales mucho más inteligentes que
nosotros.
CASO INGENIERO CB
Esta investigación la realizó otro excelente colaborador
mío en la revista mensual Cuarta
Dimensión, Héctor Antonio Picco.
Estas son sus palabras.
CB, un auténtico ingeniero metalúrgico sin título, 66 años
de edad en la actualidad, industrial de autopartes de automóvil desde hace 38
años, un día concibe la idea de lo que podría ser el motor impulsor de los VED:
un mecanismo accionado por electromagnetismo o radiación cómica de primera y
segunda magnitud. Lo denomina motor
"fuellels" y decide pedir colaboración a la Comisión Nacional de
Energía Atómica, a organismos de las Fuerzas Armadas, etc., para realizarlo, ya
que él no dispone de las aleaciones de metales indispensables para
hacerlo. Las barreras que halla son
infranqueables: nadie le responde que no en forma terminante, pero lateralizan
el asunto, solicitándole hasta antecedentes políticos de su tatarabuelo para
poder dar curso a su pedido. Se fatiga
oyendo siempre una frase: está ocupado no lo puede atender, repetida hasta el
hastío.
Un día alguien le advierte en forma muy
directa:
-Si usted lleva adelante este invento,
desaparecerá...
Pero un hombre de la Armada Argentina intenta ayudarle. Y comienza una nueva faz de su increíble
aventura.
El hombre se llama Velázquez; CB no recuerda su grado, y
palabra va, confesión viene, un día le refiere un caso extraordinario, jamás
revelado a la prensa:
-...Estaba en una dotación de la Antártida (Marambio o
Belgrano; CB no recuerda cuál) cuando tuvimos un “plato volador” de unos 300
metros de diámetro estacionado durante 48 horas a un kilómetro de distancia,
más o menos. Fue en 1958, y nadie se
animó a salir afuera hasta que el VED se fue... ¿Me deja sus planos, a ver qué
puedo hacer con ellos?
-Con las situaciones que se presentan me estoy dando cuenta
de que si se lleva a cabo este motor después será adosado a algún vehículo de
guerra para matar a más gente. Los
planos se van conmigo... -recuerda haber respondido más o menos nuestro hombre.
Velázquez, un poco "bicho raro"
en ese medio, sonríe y decide:
-Le voy a dar una tarjeta de presentación, para el
astrofísico Dr. Weber, agregado científico de la Embajada de los EE.UU., a ver
qué pueden hacer por usted....
Y CB concurre a hablar con el Dr. Weber. Allí comienza la parte más inverosímil de su
historia, avalada por todo el soporte documental de las pruebas que se exijan.
El astrofísico Weber contempla los planos con suma
atención, abre sus ojos con desmesura y dice:
-Quiero invitarlo a un Simposio de Investigaciones
Espaciales que se realizará el 26 de noviembre al 3 de diciembre (1960), porque
es muy posible que venga Werner von Braun, Director General de la NASA, y deseo
que usted le presente esos planos...
Y el atribulado CB concurre al Simposio. Von Braun no ha podido venir, pero envía en
su reemplazo a un "segundo hombre" de la NASA, John Mengel, cuyo
cargo oficial se denomina Assistan Director Tracking and Data Systems. Expondrá sobre "rastreo de
satélites". Y se convertirá en el
eje fundamental de todo el asunto, como veremos después.
Mientras espera para ingresar en el recinto del Simposio,
se encuentra con el ingeniero Teófilo Tabanera, quien le espeta, sorprendido:
-¿Quién lo invitó?
La respuesta (con vergüenza, según comenta
ahora CB)
-Vengo invitado por la Embajada de los EE.UU. y por mis
compatriotas, como debería haber sido...
John Mengel habla brevemente con CB, intérprete de por
medio; comprende la seriedad e idoneidad de este humilde inventor argentino que
tiene enfrente y le formula una invitación inesperada:
-Me alojo en el Cambridge Hotel. Venga, por favor, a verme allí, así
conversaremos más detenidamente.
CB va al Cambridge y allí está durante dos horas y
media con el jerarca de la NASA, explicándole su proyecto de motor
"fuellels". Recuerda que el
científico yanqui abría los ojos con asombro y le inquiría:
-¿Cómo sabe usted esto? Nosotros hace 20 años que lo venimos
buscando.
Y usted: ¿de dónde lo sacó?
El inventor, ante la solicitud de Mengel, pero
presintiendo algo anormal en la actitud del hombre de la NASA, le proporciona
tres o cuatro sectores intermedios de los planos (referidos en forma concreta a
la fabricación de un OVNI).
Recibe alguna respuesta sobre el particular y cinco años
después, el 26 de marzo de 1965, decide escribirle a Mengel pidiéndole que
"tenga a bien devolver dichas copias de planos, si no han despertado su
interés". El 22 de julio de ese año
recibe respuesta del citado con una explicación inaceptable por lo elemental:
"Con el cambio habitual de empleados, en mi oficina
una de las chicas destruyó evidentemente el material que usted me envió, sin
darse cuenta de su importancia..." (?)
Ahí comienzan los tiempos difíciles para CB; unos 10 o 15
días después de recibida la misiva de la NASA.
El lo relata así:
-Casi siempre había, cerca de mi casa, gente que no era del
barrio; eran una o dos personas, y tuve que cambiar cuatro veces de
domicilio... (Nos pone a la vista pruebas concretas de sobres de
correspondencia recibida en distintas direcciones, que avalan lo manifestado.)
-¿Cómo eran esas personas? -inquirimos.
-Bueno... Unos hombres bien vestidos que no hablaban con
nadie, sino estaban parados ahí, fumando, comiendo caramelos, fingiendo que
leían un diario o anotando algo en una libretita, y yo comencé a tener miedo,
por la familia más que nada...
-¿Qué tipo de vestimenta llevaban?
-Vestían todo oscuro, Negro. Y no obstante que hubo cambio de estaciones,
ya que estuvieron varios meses, nunca mudaron de ropas, que continuaron siendo
de invierno aun en la parte más tórrida del verano...
-¿Venían en algún vehículo?
-No sé, porque yo no los vigilaba a ellos, sino ellos a mí.
A veces me levantaba a las siete de la mañana y ya estaban ahí...
-¿Lo siguieron alguna vez?
-No, jamás. Yo tenía
un jeep en ese tiempo y a veces salía a las nueve de la mañana a hacer mis
labores y regresaba a las seis de la tarde, y ellos no se habían movido del
lugar. No sé si iban a almorzar o no, porque
como eran dos, quizá se turnaran para ello.
En el penúltimo domicilio que proporcioné a Mengel (nos continuamos
escribiendo, enviándonos mutuos deseos de felices años nuevos, salutaciones, en
fin) ya no viví más ahí: tenía un negocio, pero di ese domicilio puesto que a
esa altura de los acontecimientos ya comprendía que el problema venía por el
lado de la correspondencia que mantenía con ese señor. Ahí los Hombres de Negro siguieron
apareciendo... Cuando me mudé a la casa donde vivo actualmente rompí mi
contacto epistolar con la NASA. Y
entonces ya nada raro ocurrió...
EL "AFFAIRE" DE LAS FOTOS CAMBIADAS
Durante el desarrollo de todos los hechos relatados hasta
ahora un nuevo elemento irritativo viene a sumarse a la cuestión CB-NASA: el 28
de noviembre de 1964 se envía hacia Marte la sonda espacial Mariner IV, que
deberá fotografiar la Luna "de pasada", pero su verdadero objetivo
era tomar imágenes de Marte a una distancia de unos 10.000 kilómetros de su
superficie. Un mes después que ha pasado
frente a la Luna ya la prensa argentina publica fotografías de Marte
proporcionadas por la NASA. Pero dejemos
al inventor relatar su experiencia:
"Ahí ya le escribí directamente a la NASA, diciéndoles
que tengo telescopio, estudio el cielo, sé dónde está Marte en una latitud o
cómo cambian los planetas también (no con exactitud; con erraticidad, por
supuesto) pero, más o menos, y haciendo cálculos de la velocidad del Mariner IV
(30.000 km/h), jamás puede llegar en 30/35 días a 270.000.000 de kms.
Entonces le dije directamente estar extrañado de que la
NASA hiciera una cosa de ésas, puesto que en realidad las fotos difundidas como
de Marte eran de la Luna. Ahí ellos me
remiten un esquema del viaje del Mariner IV, indicando que las fotos eran
correctas, pero comprobándolas con las fotos de la Luna dadas a la prensa noto
que los cráteres son los mismos. Desafío
a cualquiera a verificarlo en los archivos de los diarios de la época; ahí
hallará toda la comprobación de lo que afirmo".
CB, un humilde inventor argentino, "mete el dedo
en la llaga" en la información manejada; derriba esquemas
pseudocientíficos y técnicos sobre la realidad de la superficie marciana, ese
desierto de rojos cascotes que nos han mostrado oficialmente, pero sabemos que
tienen pirámides y un rostro (ver Anuario 1981 de Cuarta Dimensión), y los
resultados están a la vista. Un párrafo
de más de 30 hojas de correspondencia mantenida con la NASA lo ratifica. Y de las pruebas materiales no se puede
dudar.
Ponemos punto final, con dolor y asombro. Y desde ahora, si alguna vez nos dijeran la
verdad sobre las investigaciones espaciales ya no podremos creerla. Y eso, como
hombres de investigación, nos resulta sumamente adverso.
Así termina su análisis el redactor Héctor
Antonio Picco.
LOS H.d.N. MAS ALLA DE LOS OVNI(s)
HOMBRES
RAROS, misteriosos, extraños, son descriptos en muchos libros de nuestra
historia cultural y no siempre vinculados con la problemática OVNI.
Los sucesos de vampirismo que asolaron a la humanidad
durante la Edad Media europea guardan descripciones generales muy similares a
los hechos H.d.N. de la actualidad.
Hombres de piel oscura, rostros angulares, con rasgos
caucasianos, similares a los orientales, eran asiduamente mencionados en muchos
relatos de esa época, y también se los representaba en pinturas demoníacas de
afamados pintores medioevales.
En muchas pinturas, han aparecido estos seres con dedos
desmesuradamente largos, como si fueran garras; la mitología de los Kappas en
Japón y Oriente efectúa numerosas descripciones de esos seres fantasmales, que
casi siempre presagiaban algo malo, algo trágico.
En el milenario vudú africano, hoy religión corriente en
Haití, eran muy comunes las apariciones con una obsesión destructivo realmente
impresionante; mitos como el de la Mala Segadora son también significativos.
El hoy popular Malcolm X, puesto en onda a través de la
película del mismo nombre, vivió una experiencia que él mismo la relata en un
libro.
El famoso dirigente de milicias negras estadounidense
escribía: "Cuando estaba cumpliendo sentencia en una prisión estatal, y
descansaba en mi cama, de repente, me di cuenta de que un hombre estaba sentado
junto a mí, que había surgido de la nada.
Llevaba puesto un traje negro y podía verlo tan claramente como puedo
ver a cualquier otro; no era negro ni blanco.
Era de un extraño color moreno, de raza asiática, con el pelo negro y
lustroso. De pronto miré directamente
hacia su rostro. No me atemoricé. Sabía que no estaba soñando. No podía moverme, no podía hablar y él no lo
hizo. No podía situarlo racialmente, aunque
sabía que no era europeo. No tenía ni la
más mínima idea de quién era.
Simplemente estaba allí y había surgido de la nada.
Entonces, tan repentinamente como había
venido, se fue, se esfumó".
Increíble, pero cierto.
Malcolm X pensó que esta aparición era un fantasma de la
religión de los Musulmanes Negros, habituados a este tipo de sucesos extraños y
macabros.
También en los Estados Unidos, una persona de tez oscura,
con capa negra y capucha, le entregó a Thomas Jefferson un diseño para colocar
en la moneda de esa nación -que hoy perdura como excepcional hecho, en el uso
común monetario-, el famoso dólar. Allí,
en el billete de un dólar, aparece lo que se llama el Gran Sello de los Estados
Unidos, que permanece inalterable a través del tiempo.
La célebre Madame Dubarry, amante del rey francés Luis XV,
escribió en sus memorias los repetidos y frecuentes encuentros con un
enigmático hombre joven vestido de negro, que siempre con artilugios se
acercaba a ella para darle mensajes de futurología.
Una tarde de 1774, del mes de abril, Dubarry y Luis iban en
carruaje hacia el Palacio de Versailles, cuando de pronto el extraño hombre
volvió a aparecer. Ella sabía que ésa
sería la última aparición de él y era anunciante de un gran cambio en su
vida. Ella escribió: "Mecánicamente
dirigí mis ojos hacia la verja de hierro que conduce al jardín. Sentí que la sangre abandonaba mis mejillas y
un grito de horror salió de mis labios.
Allí, contra la reja, estaba mi enigmático hombre. Llamé a mis guardias, haciendo detener el
coche; se revisó todo el lugar minuciosamente y no pudieron encontrar al
personaje así como ningún rastro suyo.
Una vez más se había desvanecido en el aire". Después de ese hecho, se produce el gran
cambio para Madame Dubarry; las controversias palaciegas hacen que ella parta a
su definitivo exilio, y nunca más será influyente en la corte francesa.
Otro personaje que fue visitado por un hombre vestido de
negro que entró en su palacio en Roma, cuando gobernaba, fue Julio César; le
vaticinó que moriría en tres días y que sería apuñalado por la persona que él
menos sospechaba. El hecho histórico se
produjo exactamente en el lapso previsto.
Napoleón Bonaparte, estando prisionero, tuvo la visita en
su cárcel de un hombre alto, robusto, vestido de negro, con gran capucha del
mismo color, que le expresó que volvería a Francia para tener poder, pero que
él sería efímero porque un hombre inglés, W (sólo la inicial), lo destruiría
definitivamente. También el hecho
histórico se produjo, y la W era, evidentemente, del héroe de Waterloo, el
general Wellington. Para mayor
entendimiento, dos W en el suceso.
Los hechos de Napoleón y Julio César nos recuerdan los
contactos del quinto tipo de los OVNI(s), también denominados Los visitantes de
dormitorio, en los cuales testigos son despertados en su cama por una extraña
luz o una voz llamativa, para que, al abrir los ojos, al pie de la cama
encuentren a un personaje que, luego de mostrarse o decir alguna frase,
desaparece rápidamente.
Esa invisibilidad propia de los Hombres de Negro, que
veremos en un capítulo aparte de este mismo libro, es un común denominador, muy
repetitivo, en todos estos sucesos OVNI.
Uno de los libros sagrados en que relatos de invisibilidad
son muy frecuentes es la Santa Biblia: y
dentro de ella, están los Libros que un tiempo fueron Malditos, después
Apócrifos para la religión católica y que hoy son usados en muchas ceremonias,
como el bautismo, el matrimonio y otras.
Fue extraño para mí, en el bautismo de uno de mis ocho
ah4ados cuzqueños (todos bellísimos e increíbles chicos y adolescentes), en la
Iglesia del Señor de Torrechaio, en Urubamba (Perú), escuchar del sacerdote
joven que realizaba la ceremonia bautismal mencionar el libro de Ezequiel, que durante muchos años estuvo
en esa categoría maldita o apócrifa.
Recordemos que cuando uno lee el Libro de Ezequiel, en una de sus partes, la descripción de los
seres que lo visitan en determinado momento hacen de él, quizás, el primer gran
testigo ocular de una presencia extraterrestre, a la luz de los acontecimientos
actuales.
Otro apócrifo es el Libro
de Enoc, profeta que relata su viaje hacia otros mundos, donde encontró
seres maravillosos que le dieron información para que la distribuyera entre los
hombres; el parecido con el episodio de la Zarza Ardiente de Moisés es muy
notorio.
El profeta dice: "Cuando Enoc había hablado con la
gente, el Señor envió oscuridad a la Tierra, y hubo oscuridad, y cubrió a los
que estaban con Enoc y lo llevaron a los más altos cielos, donde está el Señor
y lo recibió y lo sentó ante su rostro y la oscuridad desapareció de la Tierra
y la Luz brilló de nuevo. Y la gente vio
y no entendió cómo había sido llevado Enoc y glorificaron al Señor. Y encontraron un rollo en el cual había sido
trazado 'el invisible Dios'; y todos se fueron a sus hogares. Y Enoc caminó con Dios y no estaba, porque
Dios se lo llevó".
Para muchos, la otra cara de Dios, es el Sin Nombre Oscuro,
que funciona en lo negro, como la Luz funciona en lo blanco y positivo.
Escritores y pintores, en muchos relatos, narran su
desesperación por la persecución de supuestos ángeles, en la cual no podían
distinguir entre lo bueno y lo malo. Se
mueven en una zona oscura de presencias superiores, en que no saben distinguir
si han estado con un ángel, un demonio o un fantasma, o simplemente con Dios.
En sueños profundos, de gran trance, muchas veces sucede
esta especie de fragmentación; hay momentos, encuentros, en que se pasa de la
gran alegría al tremendo terror; trances del todo y la nada, donde se logra el
convencimiento de estar viviendo una experiencia muy profunda, tal vez sagrada,
fuera de nuestra conciencia común y corriente.
La interminable genealogía, como las fábulas de todos los
tiempos, funciona en esta realidad de los Hombres de Negro, los visitantes
misteriosos de todas las épocas, acentuados en presencia en estos tiempos por
la aparición de un Gran Cambio que, quizá, para muchos protagonizan los
OVNI(s), esos "aparatitos" extraños, raros, desconocidos, que no
sabemos de dónde vienen y que rompen estructuras científicas y sociales, como
producto de la gran apertura de conciencia de la Humanidad toda.
Hoy nadie está insensible o fuera de contexto de la
problemática de la Ovnilogía; se discutirá, se negará, se afirmará, se conocerá
o desconocerá, pero allí está.
Y lo mismo sucede con los Hombres de Negro; son tantos los
hechos acumulados a través de la Historia en que han aparecido estos
"señores" con su extraña vestimenta, que el motivo para la polémica
existe, para indagar sin hacerse los distraídos ni los tontos; sólo hay que
estar con la mente atenta para no amilanarse y saber recepcionarlos. Hay que sentirse libre de hacerlo y olvidarse
de la peor cárcel que tenemos: el miedo.
MIS ACERCAMIENTOS A LOS H.d.N.
DESPUÉS
DE LOS ACONTECIMIENTOS del caso San Luis (Argentina, 1978), en donde ante un
contacto del tercer tipo se promovió una Declaración oficial de w esa caminata
extraterrestre (véase Ellos, los seres
extraterrestres, Ediciones Florentinas, Argentina, 1997), y antes de que yo
llegara a investigar, se acercan "al caso" dos extrañas mujeres, que
mencionan mi nombre a nuestro representante de ONIFE en San Luis, el señor Hugo
Quiroga, pidiendo todos los detalles de lo que había ocurrido. Sus movimientos llamaron la atención a
Quiroga, ex policía, y quizás advertidas por ello, las dos desaparecieron sin
dejar rastro, luego de haber averiguado todos los hechos. Cuando yo llego al lugar, Quiroga me pregunta
por esas supuestas enviadas desde ONIFE Central, y se alarma al enterarse de
que yo no las conocía. Terminada nuestra
investigación, desde San Luis me escriben una carta alertándome que en días
posteriores se habían alojado en un hotel céntrico de esa ciudad dos caballeros
“vestidos de negro” que se movilizaron hasta el dique La Florida, y durante dos
días estuvieron indagando en ese lugar los hechos sucedidos anteriormente. En el Hotel el Volcán, situado cerca de allí
y en un lugar paradisíaco, la dueña nos narró (meses después) que también
habían estado en ese sitio y que les había llamado mucho la atención sus
actitudes.
Cuando a principios de 1974 aún estábamos investigando el
caso "Operación Bordeu" (que narro en el libro citado antes y
conocido por el público por nuestro documental que lleva el mismo nombre, y que
ha sido visto en 16 países de América y Europa), en la ciudad de Bahía Blanca
(Argentina), epicentro de los hechos, aparecieron dos pseudoperiodistas cuyos
misteriosos movimientos llamaron la atención de uno de los médicos
participantes en la investigación, el doctor Eduardo Mata, quien me avisó
rápidamente. Cuando llegué al lugar ya
habían desaparecido abruptamente.
Aun más, en 1964, cuando estaba investigando el famoso
"Caso Trancas" (Tucumán, Argentina), sucedido el 21 de octubre de
1963, también se acercan a mis oficinas de Buenos Aires tres señores muy
elegantes vestidos de negro, que para la estación estival de aquel tiempo era
algo sumamente extraño. Me interrogaron
durante cerca de dos horas, muy intensamente (todavía yo no estaba alertado de
estas presencias misteriosas), siempre en forma muy cortés; pero yo presentí
"un halo de misterio" en sus actitudes. En aquel momento, presentándose como
"periodistas norteamericanos", dejaron una dirección en Nueva York,
que luego resultó falsa.
En el año 1973 se realizaron tres robos en mis antiguas
oficinas, que llamaron mucho la atención a la Policía Federal Argentina,
participante en esos casos, fundamentalmente porque no habían sustraído dinero,
ni máquinas de escribir o calcular (de buen valor), sino documentación de
OVNI(S) (diapositivas, fotos, estadísticas, expedientes).
También en el primer robo dejaron tirado en el suelo un
papel blanco, de tamaño grande, con inscripción en rotulador negro, muy grueso
y firme, una leyenda con la palabra: "Volveremos". Y de verdad que cumplieron.
Estando en Punta Arenas (Chile), una de las ciudades
más australes del mundo, donde han vuelto a aparecer los famosos Kappas,
también estuvieron "ellos", en el hall del teatro donde realicé una
de mis disertaciones.
En el Congreso Mundial de Acapulco (México), en abril de
1977, aparecieron en dos oportunidades, durante las sesiones, siendo observados
por mi esposa, quien disimuladamente me anunció su presencia; en la primera de
sus "apariciones" estaba disertando William Spaulding, de Estados
Unidos, y sigilosamente traté de acercarme, ya que estaban en el fondo del
Salón de Conferencias del Palacio de Congresos, bastante a oscuras (estaban
pasando diapositivas) y cuando llegué al lugar, después de distinguirlos desde
lejos, ya no estaban. En otra
oportunidad, también los vio el ingeniero Enrique Castillo Rincón, de Colombia,
y en un instante de gran silencio en el recinto, ante la disertación del doctor
Joseph Allen Hynek; no pudimos levantarnos al verlos, me miraron muy fijamente,
otra vez desde el fondo de la sala, se quedaron unos minutos allí y me pareció
recordar (no estoy seguro de ello) el rostro de "aquel periodista
norteamericano" del año 1964, en Buenos Aires.
EL CASO DEL PSICÓLOGO
Una tarde invernal del mes de agosto, en la ciudad de
Buenos Aires (República Argentina), un hombre de 40 años, licenciado en
Psicología y asesor científico de mi Fundación, recibe en su consultorio
particular a un paciente muy singular.
Los sucesos ocurrieron de la siguiente forma: al entrar el paciente en
el consultorio del psicólogo, le dice a modo de presentación: "Señor, yo
no vengo a consulta con usted; sólo vengo a advertirle que deje de investigar
sobre algo que, si bien es poco comentado aquí en la Argentina, puede resultar
peligroso para usted, a la organización de la que forma parte e, inclusive, su
familia. Me refiero a lo que ustedes
llaman los ´Hombres de Negro´".
El profesional, un buen observador del exterior e interior
humano, estudió en silencio a su interlocutor, llamó a su secretaria, pero,
cosa extraña, ella se había retirado antes de lo acostumbrado, sin
avisarle. Entonces descubrió que tampoco
había otro paciente en la sala de espera; resumiendo, se encontraba a solas con
alguien que podía ser un "Hombre de Negro".
La figura que tenía frente a sí presentaba un aspecto
pulcro, cuidadosísimo; vestía de gris muy oscuro, camisa blanca, corbata
negra. Su aspecto físico era el de un
hombre de 1,85 o 1,90 m de altura, delgado, tez blanca, cabello castaño, manos
de artista, delgadas finas, pero muy fuertes.
Rompió el silencio nuevamente el extraño personaje:
"Usted guarda los manuscritos producto de su investigación privada, en el
segundo cajón del mueble que se encuentra a su derecha (y así era, en
efecto). Quémelos, olvídelos; como amigo
suyo que no soy, se lo advierto. Le
abonaré sus honorarios, ¡ah!, tal vez su secretaria regrese enseguida; la envié
a comprar cigarrillos; los suyos se acabaron, ¿verdad?".
Luego procedió a abonar la consulta, la que entregó en un
sobre cerrado; se levantó y se retiró no sin antes repetir:
"Olvídelo".
A los pocos minutos regresó la secretaria del profesional;
de inmediato mi asesor preguntó: "¿Dónde fue, señorita?". Obtuvo la siguiente respuesta: "Licenciado,
usted me envió a comprar cigarrillos, ¿no recuerda?". El psicólogo dijo: "Claro, lo había
olvidado".
Evidentemente poseen una capacidad de traslación y
ubicación que nosotros desconocemos, o, ¿tal vez hipnosis a distancia? En este caso la secretaria de mi colega
habría sido víctima de una orden hipnodirigida.
Es menester aclarar que el licenciado en cuestión fue
comisionado por mí para detectar en mis conferencias, proyecciones e
investigaciones, la posible aparición de estos personajes, pero él, a su vez,
también era vigilado. He omitido en este
caso el nombre del profesional a su expreso requerimiento.
EL EXTRAÑO INGENIERO PÉREZ
El ingeniero OA es un hombre de una inteligencia
excepcional. Me asesoraba en el área de
la psicotrónica y la física. Su
actuación dentro de mi organización me resultó inestimable.
Alrededor de 1976, OA monta definitivamente su laboratorio
de investigación psicotrónica y energética humana.
Trabajaba allí los días sábados y domingos. En la mañana de un sábado lo llama por
teléfono un hombre que se identificó como el "ingeniero Pérez", le
dijo que sabía de las investigaciones a las que estaba dedicado y que él, a su
vez, también se dedicaba a lo mismo; que le gustaría mucho colaborar.
El ingeniero aceptó, complacido; quedaron en que Pérez iría
esa misma tarde al laboratorio.
Alrededor de las 17:00 horas apareció este ingeniero, un hombre delgado,
de estatura normal, vestido con un traje oscuro, corbata y camisa. Su tez era oscura, como bronceada por el sol,
y su cabello, negro. Comenzaron a hablar
sobre psicotrónica; el ingeniero Pérez demostraba verdadera erudición.
Se impuso de todo lo que se investigaba y quedó en regresar
al día siguiente, a fin de colaborar activamente.
Casualmente, OA en esa época se estaba ocupando de reformar
o innovar la máquina Kirlian; su afán en ese momento era la kirliangrafía, o,
dicho en otros términos, la fotografía de las energías humanas -no visibles al
ojo desnudo- mediante técnicas psicotrónicas.
Al día siguiente, Pérez comenzó a trabajar en el asunto y
empezaron a ocurrir cosas extrañas. El
aparato Kirlian quemaba sus bombas con insistente frecuencia; la fotografía se
velaba, hasta hubo un principio de incendio dentro del laboratorio y...
desaparecieron valiosas pruebas inéditas de la fenomenología Kirlian.
El ingeniero estaba dispuesto a abandonarlo todo; se sentía
desanimado, me comentaba que si bien Pérez conocía la temática, había algo que
no le permitía confiar, pero que, como era tan amable, le daba pena
decírselo. En efecto, Pérez parecía ser
humilde, silencioso y tal vez dadivoso, pues le ofrecía a mi asesor, sin cargo
alguno, películas, rollos fotográficos y piezas de electrónica que,
inevitablemente, fallaban.
Le propuse a OA la idea de que cerrarse el laboratorio por
un tiempo y le avisase que se encontraba desanimado, que la investigación había
llegado a punto cero. Así lo hizo. Pérez se alegró, aduciendo que en realidad a
él le ocurría lo mismo y que, casualmente, una empresa de electrónica
importante le había ofrecido un puesto en... Perú, de manera que, en una
semana, se encontraría fuera del país, aunque pasaría a despedirse. Así fue.
Pero la aparición del señor Pérez para la despedida fue
espectacular; era un verdadero gentleman: traje negro, zapatos negros, corbata
negra, camisa blanca, cartera de mano negra y... un largo Sedan negro de marca
irreconocible, con un chófer, vestido al mismo estilo de él, en la puerta. Al despedirse cordialmente del ingeniero en
electrónica, le dijo: "Veo que has cerrado el laboratorio; bueno; después
de todo, nuestra labor fue fructífera, adiós".
Durante 1978 pudimos corroborar que, en efecto, Pérez se
encuentra en Perú, pues dos veces llamó desde ese país para averiguar cómo
estábamos.
Agradecemos al ingeniero Pérez la lección que nos dio. Indudablemente la investigación a la que nos
hemos consagrado debe de ser de suma importancia.
Tal vez "ellos" estén entre nosotros, pero son ya
minoría porque hay mayoría de los que ven salir la luz.
Muchos de mis colaboradores y científicos de nuestra
Fundación Disciplinas de Apertura han tenido alternativas diversas con ellos,
los "Men in Black", los Hombres de Negro.
Sólo para no agobiarles con tantos sucesos similares,
quiero referirles un hecho sucedido en Córdoba (España), que mucho me impactó y
cuyos testigos que pueden ser entrevistados en cualquier momento. La que narraremos es una investigación
exclusiva hecha en el lugar de los hechos.
UN HECHO PARA PENSAR
EL CASO CÓRDOBA (ESPAÑA)
Cambios en la personalidad de los testigos.
Nuevamente los Hombres de Negro.
Extrañas implicaciones de hechos posteriores al principal suceso.
Testigos: Pedro Muñoz y Francisco (Paco) Jurado.
Profesión: Altos empleados bancarios.
Fecha: 26
de diciembre de 1975.
Lugar: Carretera Córdoba-Granada
(España), a 5 kilómetros de Córdoba.
Hora: Entre
las 5:25 y las 6:05.
Consecuencias: Hechos raros posteriores ofrecen pautas de
comportamiento señalables.
EN
1976 REALICÉ este interrogatorio a dos excelentes e importantes empleados
bancarios españoles; los hechos insólitos habían quedado en el archivo ONIFE,
porque las implicaciones posteriores "eran extrañas, muy extrañas".
Me había enterado del suceso en Madrid, a poco de ocurrido
el hecho principal. Lo comenté con otros
investigadores españoles, lo dejé en carpeta para investigar en la primera
oportunidad en que me acercara a Córdoba.
En marzo de 1976 estuve allí; me presentan a los testigos, los interrogo,
conozco su probidad y calificación moral, pero... los hechos posteriores me
indican mesura en la información.
Pasados tres años, se producen dos hechos muy similares en
la República Argentina y otro en Chile, y me animo a publicarlo. La actuación de los extraterrestres es
coincidente con este "caso Muñoz-Jurado". Y los hechos posteriores, que es lo más
señalable de este contacto del primer tipo, hacen que se transforme luego en
contacto del tercer tipo. En estos
sucesos aparecen nuevamente los Hombres de Negro, que tanto dan que pensar.
Escuchemos a los protagonistas y pensemos
en todo lo vivido por ellos. Algunos de los seres extraterrestres que nos
visitan actúan así.
FZ: ¿Tú cómo te llamas?
T:
Francisco Jurado.
FZ: ¿Qué edad tienes?
T: 23
años.
FZ: ¿Qué profesión tienes?
T:
Empleado de Banco, gerente.
FZ:
¿Soltero?
T:
Sí.
FZ:
¿Y tú?
T:
Pedro Muñoz.
FZ:
¿Edad?
T:
31 años, casado y empleado de Banco,
gerente.
FZ: ¿Tienes hijos?
T:
Una hija de tres años y otra de dos años.
FZ:
¿Las dos nacidas en Córdoba?
T:
Sí.
FZ: ¿Por qué
iban ustedes a Granada?
T:
A incorporarnos al trabajo, como lo hacíamos diariamente.
FZ: ¿Por qué
iban a Granada, trabajando en Córdoba?
T:
Estábamos allí, en el mismo Banco donde trabajamos, porque dada nuestra
categoría nos necesitaban allí.
FZ:
¿Qué Banco es?
T:
Antes era el "Banco de Córdoba", ahora es el "Banco
Comercial Occidental".
FZ: ¿Y estaban
en funciones bancarias ahí entonces?
T:
Sí, habíamos pasado las fiestas navideñas en Córdoba. Había quedado con
Paco en reunimos a las cinco y media para ir a Granada juntos y estar a las
ocho en el Banco, ese día 26 de diciembre.
Yo me levanté temprano, justamente a las cinco menos cinco me duché, a
las cinco y cuarto terminé, me arreglé, me vestí y como veía que tenía tiempo
suficiente, me fui despacio a buscar a Paco a la esquina de su casa.
FZ:
¿Y tú qué hiciste antes del encuentro?
T:
Yo me levanté a las cuatro y media, me lavé, tomé el desayuno, que yo
mismo había preparado.
FZ: ¿Vives solo?
T:
Aquí en Córdoba, sí.
FZ: ¿Cómo hiciste para encontrarte con
Pedro?
Las casas están cerca una de otras, nos quedamos en encontrar en la
esquina que está a 20 o 30 metros de donde vivo yo, cuando llegué, él me estaba
esperando.
FZ: ¿Qué hora sería?
T:
Eran justo las cinco y veinticinco.
FZ: Y tú, ¿a qué hora llegaste?
T:
A las cinco y cuarto, más o menos.
FZ: El coche, ¿era tuyo?
T:
Sí era mío (dice Muñoz).
FZ: ¿Y estaba en la calle?
T:
Sí, estaba en la puerta de mi casa.
FZ:
Sacan el coche y salen por la carretera 423 entre Córdoba y Granada.
T:
No hablamos nada en el trayecto.
FZ:
¿Hasta qué momento?
T:
Paco rompe el silencio cuando dice: la luz.
FZ: ¿Estaba hacia tu izquierda?
T:
Sí (dice Pedro).
FZ: ¿A qué distancia?
T:
No sé calcular la distancia, porque es muy difícil calcular una luz de
noche.
FZ: ¿Más de un kilómetro, por ejemplo?
T:
Sí, seguro.
FZ: ¿Estaba detrás de un monte o encima de
un monte?
T:
Detrás de un monte; en el terreno hay ondulaciones y se veía la luz
perfectamente; luego se situó sobre los árboles.
FZ: ¿Y qué es lo que viste desde el
principio?
T: Al principio vi
una luz brillante; le dije a Pedro que la mirara; entonces él me dijo que era
muy extraña, que no podía ser una luz a esa altura.
FZ: ¿Y tú viste lo mismo?
T: Yo vi un tipo
de foco en forma de riñón y una luz blanca azulada. Nosotros nos acercamos más y se puso de color
naranja, después empezaron a moverse unas luces rojas que estaban en la parte
superior. La sensación que daba era como
una cosa blanca grande con lucecitas que paulatinamente se acercaba.
FZ: ¿La noche, cómo era?
T:
Totalmente estrellada. Sin luna,
pero clarísima.
FZ: ¿A qué velocidad estimabas que ibas,
más o menos?
T: No
tengo idea, porque no miré
en ningún momento el cuentakilómetros; pero iría a unos 80 o 90 kilómetros por
hora.
FZ:
Y al verlo por primera vez, ¿cuántos kilómetros se había separado de
Córdoba?
T:
Unos cinco kilómetros.
FZ:
Habían pasado esa cuesta de Lobatón y después de la primera
visualización, tú compruebas que es algo raro.
T:
Sí, por supuesto.
FZ:
¿Siguió rodando el auto y esa luz se acercó al camino?
T:
La sensación que me daba era que esa luz nos cortaba el camino.
FZ:
¿Tú tenías las luces puestas?
T:
Sí. Llevaba los cuatro focos encendidos; las de posición y las largas.
FZ:
¿Qué es lo que ven después?
T: Nosotros
empezamos a desplazarnos, Paco me dijo que era un OVNI. Iba aumentando de tamaño; entonces llegó un
momento en que me impresionó bastante, tuve miedo y rezamos los dos. FZ: ¿Qué rezan?
Rezamos un Padre Nuestro; no nos dio tiempo para terminarlo, pues nos
asfixiaba el miedo que teníamos.
Terminamos de rezar, y no sé por qué pensé en apagar los focos, pero con
los nervios, encendía la luz de situación (o de posición) y me quedé sin luz en
la carretera, y cuando hice el cambio de luces fue cuando el aparato se me echó
encima.
T: |
¿Cuándo bajó a la
carretera? |
T: |
No, flotaba sobre la
carretera. |
FZ: |
¿Flotaba sobre la
carretera? |
T: |
Sí, seguro que flotaba. |
FZ: |
¿Por qué dices que flotaba?
|
T: |
Porque estaba suspendido, se balanceaba sin hacer ruido ni
ningún |
sonido.
Estaba suspendido como una hoja de papel, frente a nosotros; entonces
veo que me voy a estrellar contra el objeto, y Paco me dice: sigue, sigue.
FZ: ¿Por qué decías sigue, sigue, sigue?
T:
No sé, la verdad es que yo empecé a tener miedo; no sé muy bien expresar
lo que sentía en esos momentos. Yo
empecé a sentir algo raro.
Fue cuando se puso sobre la carretera,
frente a nosotros.
FZ: ¿A qué distancia tenías el aparato?
T:
Más o menos unos 200 metros.
Entonces di la vuelta en mitad de la carretera y tiré para Córdoba otra
vez, y entonces ya no vi nada, porque quería conducir lo más rápido
posible. Paco empezó a decirme que
estaba a unos 50 metros, que se desplazaba a la izquierda.
FZ: ¿Tú qué
viste?
T:
Vi que venía detrás nuestro, que nos
seguía.
FZ: Quizá se quedó detenido el OVNI atrás y
la luz te dio la impresión de que se venía sobre ti; o el miedo que tenías en
ese momento te hizo pensar que se te venía encima. ¿Veías físicamente que se te
venía encima?
T:
No puedo afirmar lo que pasó
realmente.
FZ: ¿Sacabas
la cabeza por fuera de la ventanilla?
T:
Sí, me asomé varias veces.
FZ: ¿Y te daba
la impresión de que había levantado vuelo?
T: Sí, por lo menos se había elevado,
porque al regresar cuesta abajo y con los desniveles del terreno se habría
perdido de vista, y, sin embargo, no lo perdimos de vista en ningún momento: No
lo veo, entonces miré a la izquierda (una fuerza me mandó mirar hacia ese lado)
y allí estaba en lo alto.
FZ: ¿A qué
altura?
T: A tres o
cuatro metros del coche.
FZ: ¿Ahí lo
perdiste de vista?
T:
No, lo perdimos, justo a la entrada de Córdoba. Hay un trayecto del camino que no recordamos;
lo único que nos acordamos es del barrio Los Vikingos.
FZ:
¿Hay un trecho de kilómetros que ustedes no recuerdan haberío vivido?
T: Sí, uno o
dos kilómetros.
FZ: Y después,
cuando llegaron al barrio Los Vikingos...
T. Vi un coche que estaba detenido; era un
"Simca 1200"; paré el coche automáticamente y grité si iban para
Lara.
FZ: ¿Te
bajaste?
T:
No, me asomé por la ventanilla. Y
aquel señor estaba sentado en el asiento del coche, con una pelliza, echada
sobre la cabeza. FZ: ¿Una especie de capuchón?
Sí. Entonces le pregunté: "¿Van ustedes para Lara?", y el
señor dijo: "Los sigue un OVNI".
Entonces yo saqué la conclusión que él también había visto el objeto.
FZ: ¿Ese
hombre estaba solo?
T:
No, al lado había otra persona, pero no sé si era un hombre o una mujer.
FZ: ¿Te
acuerdas de los rasgos fisonómicos de él?
T:
No.
FZ: ¿Cómo fue
la conversación con él?
T:
La conversación fue muy rápida, yo me acuerdo que arranqué el coche y no
hablé con él. FZ: Pero, ¿por qué
arrancaste?
T:
Porque él me dijo la palabra OVNI.
Cuando él me dijo la palabra OVNI, yo arranqué el coche, fue algo
intuitivo, o el subconsciente mío me dijo que sí. Si él me dijo OVNI fue que también lo vio, entonces
para qué se lo voy a contar.
FZ:
Tú, ¿qué pensaste de ese señor, Paco?
T:
No, yo no hablé nada con él, lo único que me extrañó fue cuando dijo que
nos seguía un OVNI; todo fue tan rápido, él arrancó en seguida y no comentamos
nada más.
FZ: ¿No se les
ocurrió mirar por el espejo retrovisor qué hacía ese auto? T: No, lo único que pensé yo después fue que
posiblemente este coche se estaba preparando para ir de cacería o algo así.
FZ: ¿El "Simca 1200", es muy
común aquí?
T: Sí, porque son
para meterse por los terrenos, por los caminos, es un coche que tiene espacio
atrás donde se pueden meter cosas, bultos, lo que sea.
FZ: Cinco puertas, ¿no?
T:
Cinco puertas.
FZ: Llegan entonces ya a Córdoba...
T: Sí, llegamos a Córdoba, paramos el coche
y miramos por la ventanilla y nuevamente lo vimos ahí, muy alto, pero se veía
perfectamente.
FZ: ¿En qué ángulo estaría?
T:
45 grados.
FZ:
La primera vez que vieron el OVNI allí sobre los árboles, ¿a qué grados
estaba más o menos?
T:
Más o menos, 45 o 50.
FZ: ¿Y al llegar a tu casa?
T:
Sí, hablamos con mis suegros y pasa
algo curioso.
Elvira, mi mujer, me dijo que esa noche había presentido
algo, que nos iba a pasar alguna cosa en la carretera, y cuando yo llamé al
portal, no se había acostado todavía; cuando me vio, pensó que había tenido un
accidente, porque yo estaba muy nervioso, totalmente distinto de cuando me
había ido de casa.
Estuvimos allí, hablando, nos
tranquilizamos.
FZ: ¿En el
Banco hubo algún problema?
T:
No.
FZ:
¿Qué es esa sensación que me explicaste anteriormente, de volver otra
vez a la carretera; es decir, tú cumpliste con una obligación de avisar a tu
mujer y a tus suegros que habías tenido esa experiencia tan extraña, pero luego
sentías una imperativa necesidad de volver.
T:
Yo sentía una fuerza enorme, como una obligación, como una llamada; yo
estaba seguro de que si volvía a la carretera, me pasara lo que me pasara, no
iba ser nada malo. Tenía que ir a la
carretera por la fuerza.
FZ: ¿Tú tenías la misma impresión?
T:
Sí, yo por mí no hubiese ni vuelto a Córdoba; él sí.
FZ:
Tú le decías, sigue, sigue, como para enfrentarte a eso; ¿para ti era un
aparato, no una luz?
T:
Sí.
FZ:
¿Qué diámetro tendría para ti; más o menos que el ancho de la carretera?
T: Sí, 20
metros más o menos.
FZ: ¿Y de alto?
T:
Cinco o seis.
FZ: ¿Abajo también veías luces rojas?
T:
Sí, abajo o más en el medio; yo me di cuenta casi desde el primer momento
que tenía una parte oscura por las luces rojas.
La parte oscura se confundía con la noche.
FZ: ¿Cómo eran las luces adentro de la
parte negra?
T:
Eran rojas.
FZ:
¿Redondas o cuadradas?
T:
Como las luces de un semáforo.
FZ:
¿Qué sentiste en ese momento, cuando le decías a tu amigo que te
acercabas a ese aparato?
T:
Sentía unas ganas tremendas de acercarme, de "tocarlo" aunque
tenía miedo.
FZ:
Y durante el regreso a Córdoba, ¿sentiste esa necesidad de volver?
T:
Sí, todo el camino.
FZ: ¿Estabas inquieto e intranquilo, Pedro?
T:
Sí, por mi mujer y nú hijo, por eso tenía ganas de volver a casa.
FZ: Me cuentas que has estado muy
intranquilo este año, ¿cuál es el primer acontecimiento raro que te sucedió?
T: Llegamos a Granada; trabajamos en el Banco;
dormimos aquella noche fenomenal, y la otra, y las siguientes, hasta 12 o 14
noches; estábamos solos allí, cada uno en su pensión; pero después del suceso,
Paco dejó la pensión en que estaba y se vino a casa a dormir. Una noche dormíamos perfectamente, sin tema
OVNI ni nada; pero a las cinco y media de la madrugada, salté de la cama y,
cuando me levanté, vi a Paco que estaba en el pasillo, ambos teníamos una
sensación de terror, de miedo horrible; ambos esperábamos ver a alguien o algo,
no sabemos qué. Luego nos sentamos con
todas las luces encendidas, porque teníamos un miedo terrible.
FZ:
Tú me dijiste también que en el momento después de la experiencia del 26
de diciembre, cuando llegaste a casa teníais los cabellos imantados. T: Sí, porque los demás nos tocaban el cabello
y parecían como los pelos de un cepillo, en punta. Desde ese momento nos notamos más sensibles a
las cosas, incluso al frío y al calor.
Yo me acuerdo que una vez -esto es extrañísimo- dormimos los dos en el
mismo cuarto, cada uno en una cama y vi como todo el cuerpo de Paco se elevaba;
yo sentí también que mi pierna se elevaba, y entonces vi levantarse a Paco, más
o menos unos 30 centímetros del colchón y le grité y cayó el cuerpo dentro del
otro, que había quedado sobre la cama.
Otra noche, Elvira (mi mujer) me despertó y vi una luz blanca azulada
que pasaba por su vientre, luego por el mío, salió por el pasillo, entró en el
cuarto de Paco y desapareció.
FZ: ¿Cómo era esa luz?
T:
Tenía el diámetro de un plato sopero, quizá más grande. Además con la misma luz que el OVNI que
habíamos visto aquella noche.
FZ:
Paco, ¿qué fue lo que viste tú esa noche cuando entró la bola luminosa a
tu cuarto?
T: Lo primero que vi fue la luz a mi
derecha, redonda como la de una linterna, pero blanca. Una luz blanca muy brillante; la vi en los
pies de la cama, moverse a mi alrededor, acercarse a la ventana y
desaparecer. Yo sé que me incorporé, me
senté y que la vi perfectamente moverse y creía que era una broma de Pedro con
la linterna; pero supe que no. Yo le
había dicho también que íbamos a ver el OVNI otra vez; también se lo comenté a
dos amigos míos; serían las seis de la mañana cuando llegué justamente al punto
donde nos dejó el OVNI el 26 de diciembre, a unos 500 metros de casa; miré
hacia arriba y había una circunferencia o una bola de medio metro de diámetro,
brillante, blanca azulada, en el cielo; la vieron todos.
FZ:
¿Encima de tu cabeza? ¿Un ángulo de 90 grados?
T:
Sí, 90 grados justos. Lo vieron
todos perfectamente y salimos cada uno sin decir ni una palabra; por supuesto,
corriendo.
FZ:
Además de ti, Pedro y de tu mujer, ¿quiénes más lo vieron?
T: Dos matrimonios más.
FZ:
Después vinieron los sucesos de Granada.
Sucedió lo del plano luminoso. ¿Era de color blanco?
T:
La misma luz, blanca azulada.
FZ: ¿Un poco más grande que una pelota de
fútbol?
T:
Sí, y además redonda como una luz de una linterna-, yo la veía sin nada
que mantuviera esa circunferencia; veía esa circunferencia en el suelo,
moviéndose y siempre flotando. Una
noche, nos sucedió también una cosa curiosa.
Serían las once de la noche en Granada y los dos, Paco y yo, veníamos
para casa, estaba sola la calle.
FZ: ¿Qué calle de Granada?
T:
La calle Carrero Blanco. Yo venía
caminando con Paco, hablando de un tema del Banco y viene una señora con una
apariencia e unos 37 años, a vestimenta era negra; seguramente un traje oscuro,
cabellos rubios.
FZ: ¿Esbelta? ¿Qué altura?
T: La altura, un poquito más que yo; yo
mido 1,81 metros, la mujer, 1,85 metros, aproximadamente.
FZ: Alta, entonces.
T: Para mujer, bastante alta. La cara no la recuerdo, sólo recuerdo que los
ojos eran grandes, verdes o azules. Sí,
sé que eran ojos claros y el pelo era rubio.
Esta mujer venía con una manzana en la mano; pero... no era manzana,
era...
FZ:
¿Cómo que no era manzana?
T:
No. Era una chirimoya, o algo así; esa mujer venía echando la chirimoya
para arriba, y a mi me llamó la atención la forma en que la estaba echando para
arriba; además los pasos que daba eran muy grandes, y entonces resulta que
cuando yo pasé al lado de ella, dije: "Paco, mira qué manzana lleva esa
señora", di dos o tres pasos, nos pasamos y miramos para atrás; la mujer
estaba de pie a unos cuatro metros, sonriendo; se acercó a nosotros, y me dijo
con una voz de acento extranjero, en castellano, pero voz extranjera. FZ:
Extranjera, ¿tipo sueco, alemán?
T:
Sí, algún idioma europeo, raro; dijo: "No ser manzana". Me puso la mano en la frente, y el pulgar me
lo hundió en la sien. Me hizo un daño
horrible. No sabía qué hacer, me dio un
dolor en la frente que casi me desmayo.
Cuando reaccioné, miré para atrás y la mujer ya no estaba.
FZ: |
¿En la calle Carrero
Blanco? |
T: |
Una nueva avenida de
Granada. |
FZ: |
¿No había nadie alrededor? |
T: |
Cuando pasó eso, no había nadie. |
FZ: |
¿Eso cuándo fue? |
T:
En enero o febrero, al cabo de un mes o algo más del episodio del OVNI.
FZ: ¿Cómo iba
vestida esa mujer?
T:
De negro. El pantalón era oscuro,
un chaquetón también oscuro, y de pómulos anchos, labios delgaditos.
FZ: ¿Frente
amplia?
T: Sí, porque el pelo lo tenía atrás y era
más bien corto y lacio. FZ: ¿Sin
pintura?
T: |
No, nada de eso. |
FZ: |
¿A qué raza te recordó su
cara? |
T: |
Raza nórdica. |
FZ: |
¿Cómo los vascos? |
T: |
No, sueco o noruego, más
bien una raza del Norte. |
FZ: |
¿Salieron corriendo después que no la vieron a ella? |
T: |
Sí, sí. Después nos sucedió otra cosa tremenda. |
FZ: |
¿En qué fecha fue? ¿Se
acuerdan? |
T: También
enero o febrero; fue al poco tiempo, un día una cosa, a los dos días otra. Fuimos a un médico.
FZ:
¿A un médico?
T: Fuimos a verlo porque le interesaba el tema
OVNI.
FZ:
¿Le contaron al médico lo del OVNI?
T:
Sí, de regreso íbamos por la carretera y vimos a un hombre muy alto
caminando por la misma carretera.
Pasamos al lado de él y de pronto el coche se detuvo.
FZ: ¿Cómo era el hombre ese?
T:
Como de dos metros de altura, con una nariz muy larga, una melena larga
y vestido de negro.
FZ: ¿Qué llevaba puesto?
T: Un pantalón
negro y una cazadora negra.
FZ: ¿Estaba parado en mitad de la
carretera?
T:
Iba por la cuneta, caminando en la misma dirección que nosotros, cuando
pasamos nosotros, se quedó quieto.
FZ: ¿Por qué se detuvo el coche?
T:
Quizá fue coincidencia; pero cuando pasamos cerca de él, se averió.
FZ: ¿No vieron ninguna luz por allí?
T:
No, nada.
FZ: ¿Qué pasó con el coche?
T:
El coche se me quedó sin motor.
Sin fuerza alguna, se quedó parado.
FZ: ¿Tuvieron que empujar el auto?
T:
Sí, lo empujamos en punto muerto, el hombre nos miró, se sonrió y siguió
caminando, desapareciendo rápidamente.
Al otro día, vimos al tipo en el Banco, cambiando moneda extranjera,
dólares precisamente. Al cajero, como a
nosotros le impresionó la figura de este hombre. En determinado momento mostró una sonrisa
sarcástica.
FZ: ¿Tuvieron alguna otra experiencia?
T:
Sí, en Granada. Fui a hablar con
un camionero, y le conté lo que me había pasado. Me explicó que un día, a las cinco de la
mañana, yendo para Málaga, vio a un hombre vestido de negro en medio de la
carretera; fue a tomar un café, porque tenía mucho sueño. A los tantos kilómetros le volvió a pasar lo
mismo; puso gasolina y cuando se fue, estaba el hombre otra vez en la esquina;
entonces se le paró el motor del camión y al bajarse, estaba el hombre alto en
la puerta de la cabina.
FZ:
¿Has tenido un sueño repetitivo después de esas experiencias? T: Sí, yo he soñado varias veces que estoy en
un sitio que me es conocido; en el campo, hay un árbol, voy caminando con
miedo, llego al sitio detrás del árbol y veo como una forma de persona, sin ser
una figura humana; digamos como una llama grande blanca, como una zarza
ardiente, y siempre lo mismo, siempre lo mismo. FZ: ¿Tuviste algún otro sueño
también, Paco?
T: Recuerdo que iba hacia algo, que era un
objeto desconocido, una nave, más bien redonda; sentía miedo porque iba hacia
un objeto, me acompañaba alguien, no sé si era Pedro, pero me despierto cuando
estoy cada vez más cerca del objeto.
FZ:
¿Es un campo también?
T:
No sé dónde está detenido eso; sólo sé que todo es muy brillante. Nunca sueno, pero la vez que sueño, sueño lo
mismo, teniendo la sensación de que me elevo.
FZ:
¿Estás sentado en este sillón y sientes que te elevas?
T:
Sí, cierro los ojos y siento que subo.
Yo mismo me asusto por las noches, porque creo que me voy a caer de la
cama; pero pienso que me pasa eso por los nervios.
FZ:
¿Lo sientes más cuando estás acostado o cuando estás sentado?
T:
Cuando estoy acostado.
FZ: ¿Tuvieron
después algún otro sueño?
T:
Sí, pero no recuerdo.
FZ: Pero, ¿te
despiertas después de haber soñado?
T: Sí, y siempre a las cinco y media.
FZ:
¿Antes de la experiencia del 26 de diciembre o posterior?
T:
Después.
FZ: ¿Te
despiertas y después te vuelves a dormir?
T:
A veces me ocurre que presiento cosas.
Por ejemplo, el otro día estaba con mi mujer y le digo: "Va a venir
Antonio", y a los cinco minutos Antonio toca la puerta. Tengo un amigo llamado Pepe Ibarra, él no
sabe dónde vivo; ayer le dije a mi esposa: "Va a venir Pepe Ibarra";
ese mismo día se presentó en mi casa.
Eso me está pasando muy a menudo.
FZ: ¿A ti
también te pasa ese tipo de fenómeno, Paco?
T:
Sí, también.
FZ: ¿Has
cambiado tu forma de actuar?
T:
Sí, totalmente. Ahora me-siento
distinto; estoy estudiando la Biblia v me interesa mucho. Tengo la certeza de que Cristo es Dios, que
es él, el coordinador del Cosmos; todos debemos tener una elevación espiritual
y también mental. Siento que he
cambiado, el cambio lo tenemos que vivir en nosotros mismos. Sé que yo tengo que dar, quiero cada vez más
ayudar a la gente, porque ésa es la única verdad. Ahora tengo ganas de hacer algo, de ayudar a
los demás. Necesito superarme, y no
puedo hacerlo si no ayudo a los demás.
FZ: ¿A ti te pasa lo mismo, Paco?
T: No tanto como a Pedro, pero también he
tenido un cambio, me encuentro más tranquilo, a las cosas les hago frente de
otra forma. Ahora soy más pacífico. Afronto la vida de otra forma. Me siento más seguro. Me siento libre.
Así dejamos a Pedro Muñoz y a Paco Jurado; los hemos vuelto
a ver en tres oportunidades más; siguen muy, pero muy cambiados. Tienen premoniciones. Aceptan con naturalidad los hechos extraños,
paranormales. ¿Será una preparación para el gran encuentro?
Hasta aquí hemos analizado muchos hechos, muchas
circunstancias; no soy proclive a las fantasías, trato siempre de examinar y
analizar el justo medio para encontrar el Sí o el No.
He ido atando cabos en los últimos años, pensando que
debemos poner las cartas sobre la mesa, definitivamente, para seguir
investigando.
Ahora contamos con elementos suficientes de ataque o
evaluación, que nos permiten pisar un terreno bastante firme.
Quizás a ti, amigo lector, y a otros, que leen estas
palabras mías se les pueda aclarar el panorama.
Desde ahora, estaremos alerta tanto de los informes OVNI como de los
Hombres de Negro. Tal vez alguno de
ustedes pueda incluso brindar muchas alternativas investigativas.
Hoy, más que nunca, los nuevos parámetros culturales, la apertura
mental de nuestro tiempo, indican el comienzo de una nueva era, que ha venido
para quedarse por mucho tiempo, los 2600 años futuros.
LAS MISTERIOSAS ANTENAS CONTACTANTES
LES
HABLARÉ AHORA de unos hechos que mucho me impresionaron cuando los conocí. Ellos me llevaron a iniciar una extensa
investigación, que hoy cuenta con un gran dossier documental. Veamos los hechos.
El comandante del "Boeing 737", Bruce Cathie,
perteneciente a la "Línea Aérea Nacional Neocelandesa", estaba
preparando un plan de vuelo de cabotaje en Auckland (Nueva Zelanda) una mañana
de febrero de 1968, cuando el copiloto de una nave que acaba de regresar de otro
vuelo le comenta una observación singular que había hecho durante el
aterrizaje.
Había llamado su atención una extraña antena que se
encontraba en la parte superior de una casa cercana a la pista de
aterrizaje. La orientación de dicha
antena no correspondía a la de un radioaficionado común, su extremada altura no
era normal, y el material con el que estaba construida la antena era muy
costoso.
Conocedor de que el comandante Cathie era un estudioso de
la fenomenología OVNI, el copiloto, sospechando que la antena escondía un
misterio, se lo comentó a éste.
Por entrenamiento y experiencia, los pilotos son muy buenos
observadores, capaces de elaborar informes concisos, exactos e imparciales.
Paralelamente al comentario de su colega, el comandante
Cathie había observado en sus múltiples vuelos sobre Nueva Zelanda que, en más
de una oportunidad, al comunicarse por radio desde su avión en vuelo con torre
de control se producían extrañas interferencias entrando en su banda de
comunicación conversaciones en un código extraño, no convencional al
establecido para la navegación aérea. No
obstante, nunca le prestó la debida atención a ese detalle dado que esto se
producía precisamente cuando la aeronave se encontraba dentro del área de los
aeropuertos recibiendo instrucciones para el aterrizaje; momento clave en
aeronavegación.
Intrigado el comandante Cathie ante la existencia de
semejante antena, pidió al copiloto que la dibujase; la orientación que parecía
tener difería totalmente de la que utilizan los radioaficionados.
Esa misma tarde llamó a Mr. Peter Temm, su amigo y
colaborador en la tarea investigadora y a la sazón periodista del Washington Star de Estados Unidos, del Sunday Times de Londres y el Melbourne Herald de Nueva Zelanda. Le comentó el posible hallazgo y lo
comprometió a encontrarse al día siguiente por la mañana para investigar la
delirante antena.
Provisto de una cámara fotográfica con teleobjetivo se
dirigieron al lugar en cuestión, localizaron la antena que pertenecía a una
casa que se encontraba en medio de un extenso jardín, tomaron una serie de
fotografías y retornaron a sus hogares en Auckland.
El revelado (realizado por Temm en su laboratorio privado)
arrojó el siguiente resultado:
El mástil tenía 10 metros de altura y era de acero inoxidable. Los soportes de los alambres que servían de
antena eran de forma de pequeña caja cuadrangular e insertado en cada una de
dichas cajas emergía un alambre.
Eran ocho alambres antenas en total y su
longitud era de tres metros.
Luego de haber observado detenidamente el extraño aparato,
Bruce Cathie se dirigió a la oficina de Correos para averiguar si existía algún
reglamento en lo referente al tipo de construcción y orientación de antenas de
radioaficionados. La respuesta fue negativa;
más aún, le mostraron un modelo de antena que difería totalmente de la
fotografiada por él mismo. A partir de
ese momento, Cathie comenzó la tarea que él denominó "caza de
antenas".
Supuso que, por algún motivo oculto, dicha antena se
encontraba en ese lugar. Decidió revisar
su archivo personal y buscar las líneas de ortotenia que marcaban el paso de
fenómenos OVNI(S) en las zonas del planeta, y... en el plano correspondiente al
distrito de Auckland observó que, precisamente sobre la casa poseedora de la
antena, se habían producido varios avistamientos.
Siguiendo la dirección que marcaba el trazado determinó un
barrio que se encontraba delimitado por las calles Inverary Road, Epsom y
Rutland Street, en Auckland.
Una vez dispuesta la ruta a seguir para su "caza de
antenas", se volvió a comunicar con el corresponsal Temm y se pusieron de
acuerdo en comenzar la denominada "Operación caza de antenas".
Los resultados excedieron todo tipo de especulación. Un sorprendente número de misteriosas antenas
surgieron de su anonimato.
Cathie regresó a la oficina de Correos a recabar
información, al presentar la dirección de las propiedades donde vivían
radioaficionados que figuraban en el libro de "Registro de
radioaficionados".
Al pedir datos sobre el aspecto físico de los propietarios
de las antenas, el empleado de Correos le dijo que él deducía que serían
parientes, dado que todos eran altos, delgados, de tez pálida, con dificultad
para expresarse en idioma inglés y que cuando acudían a pagar sus impuestos
invariablemente vestían de... negro.
Cathie se sintió profundamente impresionado, había
descubierto algo quizás impresionante y fantástico: evidentemente, los
ocupantes de las naves extraterrestres tenían estratégicamente colocadas sus
"torres de control" en toda la superficie del planeta y los
"radio operadores" eran... los Hombres de Negro.
Bruce Cathie levantó el plano de líneas ortoténicas de
aeronavegación extraterrestre de todo Nueva Zelanda y así detectó que toda la
isla estaba cubierta por las misteriosas antenas precisamente en los puntos
donde se habían producido avistamientos o contactos.
Esta misma información le fue entregada al gobierno de
Nueva Zelanda en la figura de su Primer Ministro.
Pero el último descubrimiento de Cathie fue una antena que,
en el centro superior de su mástil, ostenta una bola maciza de piedra pulida y
su brillo, al ser bañada tanto por los rayos del sol como por la luminosidad de
la luna, es visible sólo desde los 4.000 metros de altura en adelante; dicho
espejo en forma de bola gira continuamente, y su diámetro es de 30 cm. La esfera o bola está trabajada en forma de
prismas que multiplican miles de veces los reflejos que recibe. La razón por la cual la esfera se encuentra
alojada en la zona superior central del mástil de la antena sería la siguiente:
la esfera es un transductor o transistor que recibe la señal por encima de la
antena propiamente dicha, la envía a la antena la que, a su vez reenvía esa
misma señal a la consola de operación radiofónica existente dentro de la
casa. De esta forma la esfera-espejo
hace las veces de bloqueador de onda, evitando así que algún verdadero
radioaficionado logre captar la señal OVNI que se aproxima creando
interferencias en todo tipo de emisores que emitan o reciban en ese momento en
la misma frecuencia.
Evidentemente, todo este descubrimiento permitía pensar que
experimentos de tipo totalmente secreto se estaban llevando a cabo no sólo en
Auckland, sino en vastas áreas del planeta.
Luego de haber detectado cientos de "antenas
misteriosas" solamente en Nueva Zelanda, el comandante Bruce Cathie
(previa investigación de la forma de vida y personalidad de quienes habitaban
esas propiedades) llega a las siguientes conclusiones:
1.
Los platillos volantes son controlados por extraterrestres
cuyo avance tecnológico es inmensamente superior al nuestro.
2.
Los científicos extraterrestres ya han descubierto los
secretos de la antigravedad y han construido vehículos antigravitacionales con
finalidad de investigación.
3.
Los platillos volantes se encuentran a cargo de
inteligencias extraterrestres y su actividad está dedicada a evitar que los
investigadores terrestres puedan llegar a profundizar en sus investigaciones
sobre el fenómeno propiamente dicho.
4.
Un grupo de alienígenas venidos del espacio han vivido
entre nosotros en épocas pasadas y continúan haciéndolo en el presente. Controlan todo tipo de experimentación
avanzada en el campo de las ciencias como física nuclear, física, química,
electrónica, etc.
Luego de haber hecho públicas estas premisas, Bruce Cathie
fue llamado telefónicamente y avisado de que su integridad física corría
peligro. Las palabras con las que lo
amenazaron fueron las siguientes: "El grupo es muy poderoso, es
invencible, abandone toda investigación. ¿Ignora lo que le ocurre a la gente
que sabe demasiado?".
No obstante, Cathie continuó con sus investigaciones;
fotografiando antenas y casas a las que pertenecían las antenas, hasta que
descubrió una antena de mayor tamaño aún que las demás, pero situada en la base
norteamericana de Kaurá-Poin en la costa Norte.
Las líneas de ortotenia señalaban este lugar como punto de
oleadas de naves extraterrestres.
Por medio de la lógica y de su facilidad de sobrevolar
zonas vedadas dada su condición de piloto nacional, descubrió que otra antena
"misteriosa" debería estar implantada en la base norteamericana
"Woodbourne RNZAF", cerca de Blenheim, en las islas del Sur. Sobrevoló la zona, y... así fue. Continuó su
viaje por América del Sur a la “caza de antenas misteriosas”; le llamó la
atención la existencia de tres antenas dispuestas en forma de triángulo
isósceles en una base militar en un puerto de este continente. Logró, entonces, tomar fotos de todas las
antenas pertenecientes a bases militares utilizando teleobjetivo. Reprodujo varias copias de ellas y las guardó
en lugares sumamente seguros; a salvo de sus perseguidores, los Hombres de
Negro.
Tomó tales precauciones, que, aunque un juego de
fotografías lograse ser descubierto, cientos de ellas estarían a salvo, pues,
tal vez, alguna humilde ama de casa de los suburbios de Buenos Aires, o Río de
Janeiro o Huelva (Andalucía), tenga guardadas dentro de las fotografías del
álbum familiar, reproducciones fotográficas de unas extrañas antenas que poseen
una esfera espejada en su parte central.
La pregunta surge, ineludible, ¿quién provee los fondos
necesarios para contribuir a la construcción de una red de “antenas llamadoras”
del fenómeno OVNI?
Una "raza" que surge de la noche de los tiempos y
es tan negra como su origen: los Hombres de Negro.
LOS HOMBRES DE NEGRO ACTÚAN
SOBRE BRUCE
CATHIE
En la noche del 16 de marzo de 1968, nuestro comandante,
Bruce Cathie, fue enviado a llevar un avión de pasajeros a la isla sur de Nueva
Zelanda. El plan de vuelo registraba una
escala, haciendo noche en la capital de dicha isla, Wellington, y al día
siguiente volar a Invercargill, el punto más austral de Nueva Zelanda, para
regresar el día 18 de marzo, tocando en el regreso varios puntos del interior
de aquélla.
Conociendo el comandante Cathie el valor y significado de
las fotografías de las que era propietario las llevó con él en el viaje,
considerando que podía ser peligroso dejarlas en su casa. Durante su estancia en Wellington, tomó
contacto con el representante de las Fuerzas Aéreas norteamericanas en esa
isla. Le comentó toda la historia de su
descubrimiento; agregando que las fotografías tomadas a las "antenas
misteriosas" obraban en su poder.
Bruce Cathie realizó este contacto con la finalidad que el
mundo conociese sus investigaciones. Lo
guiaba una única meta: dar a conocer el misterio de los OVNI(s). Es un hombre valiente e inteligente.
Después de su estancia en Wellington, partió Cathie
comandando el avión rumbo a Invercargill.
Aquella noche, luego de dar aviso a su Embajada de que obraban en su
poder las famosas fotografías, se alojó, para pernoctar en el Grand Hotel de
Invercargill.
Lo que ocurrió aquella noche dio lugar a que Bruce Cathie
pensase que había gente, dentro de Nueva Zelanda, que estaba demasiado
interesada en las fotos de las antenas.
Luego de haber comido una cena frugal, el copiloto de
Cathie y él mismo se dirigieron a la sala de estar del hotel, con la finalidad
de tomar un café y charlar un poco.
Aquella noche, se alojaba allí la tripulación de dos vuelos
procedentes de otros puntos del mundo.
Por alguna extraña razón que Bruce Cathie no alcanza a explicarse, pero
que evidencia la poco inteligente maniobra de los Hombres de Negro, se le dio
orden al comandante de cambiar el copiloto que había viajado con él desde
Auckland por uno especialmente enviado desde Wellington y que no pertenecía a
su tripulación. Al copiloto de Bruce
Cathie le gustó la idea.
Viendo que la maniobra de cambio de hombres era absurda,
Cathie telefoneó a Wellington desde donde se le informó que eran "órdenes
superiores".
Aceptando tal cambio, no habló más del
tema.
El copiloto enviado desde Wellington se mostró interesado
en las investigaciones de Cathie y lo instó a que le enseñase las fotografías
de las antenas aduciendo que conocía la temática.
Luego de observarlas le dijo a Bruce Cathie que esas
antenas eran las normales de radioaficionados.
De pronto fueron interrumpidos en su conversación por dos individuos muy
altos, de extraña indumentaria oscura, que habían estado sentados a dos mesas
separadas de la que ocupaba el comandante.
Justo en ese momento fue cuando Cathie introducía las
fotografías dentro de un sobre, de forma tal que era imposible que los
desconocidos que se le habían acercado hubiesen podido ver lo que contenían
esas fotos. Las colocó sobre su regazo y
esperó.
Uno de ellos habló con una voz gutural y le preguntó si le
interesaba la caza deportiva de patos.
Ante una pregunta tan fuera de lógica, dada la forma en que se había
producido el encuentro, Cathie le respondió que nada más lejano a su actividad
que la caza de patos volantes. A la
pregunta de Cathie de si se alojaban en ese mismo hotel, el absurdo desconocido
le respondió que sí, puesto que, si bien era granjero, se encontraba allí para
celebrar junto a su esposa (de quien no había ni señales) su aniversario de
bodas. Todo le pareció harto extraño a
Cathie; el hombre tomó una silla y se sentó a la mesa del comandante y el
copiloto.
Bruce Cathie lo observó; tendría entre 45 y 50 años, 1,90 m
de estatura, sumamente delgado, cierto tipo de quemadura en la mejilla derecha,
cabello gris claro, muy fino, ojos claros, vivaces, profundos. Manos largas, dedos finos, cuidados, no
precisamente pertenecientes a un granjero.
Traje negro, zapatos negros, camisa blanca, corbata negra.
Luego de hablar durante un largo rato de patos, el
desconocido giró la conversación hacia el hobby de los radioaficionados y las
antenas con las que trabajaban. Le
preguntó a Cathie si le interesaba el tema.
Cathie respondió que no era aficionado a ese tipo de entretenimientos.
En un momento de la conversación, el copiloto enviado desde
Wellington que se encontraba junto a Cathie se disculpó, alegando estar muy
cansado, y se retiró del lugar, dejando solo al comandante con el desconocido,
quien continuaba hablando sobre radioaficionados y antenas.
Bruce Cathie logró desembarazarse de él de una forma casi
brusca, pues se puso de pie, guardó el precioso sobre en el bolsillo y le dijo
al extranjero personaje que debía descansar.
Se dirigió a la recepción, en donde luego de asegurar el sobre portador
de las importantes fotos con cinta adhesiva transparente, escribió su nombre
tanto en el anverso como en el reverso y luego se lo entregó a la recepcionista
indicándole que lo guardara en la caja de seguridad del hotel; la mujer le
entregó un recibo por su depósito.
A continuación telefoneó a su esposa en Auckland y le
explicó la extraña situación que había vivido, preguntándole si había ocurrido
algo anormal en su casa; la respuesta fue negativa. Al dirigirse nuevamente a la sala donde había
tenido el extraño encuentro, el supuesto granjero había desaparecido junto con
el colega que lo acompañaba.
Preguntó a tripulantes de otra compañía de aviación en qué
momento se habían retirado los extraños seres.
La respuesta fue altamente impresionante: en ningún momento hubo gente
que no fuera de la tripulación dentro del recinto; nadie había entrado ni
salido.
Los Hombres de Negro continúan, en su ya casi imposible
tarea de silenciar a aquellos cuyas aptitudes científicas les permiten
descubrir un mundo maravilloso de inimaginados adelantos científicos. Misterios que giran en tomo al Conocimiento
Oculto, tan accesibles a la lucha de los singulares Hombres de Negro.
Emulando la labor del comandante Bruce Cathie, hemos
investigado con otros colegas, misteriosas antenas localizadas en Canadá,
Estados Unidos, Londres y Argentina.
Sólo en Canadá se han encontrado cerca de 50 de las "misteriosas
antenas"; proliferan cerca de Quebec en lugares como: Stantoine de Tilly y
Saint Agapitville, ValléJonction y Leeds Village. En Estados Unidos de Norteamérica se las
puede detectar en: Pennsylvania (Huntingtdon Valley), Salt Lake City (Utah),
VernalThorasville; también son numerosas.
En Londres: sobre Bayley Street, Store Street y Windmill Street. En Argentina: Bahía Blanca, Buenos Aires en
la zona correspondiente a las localidades de Martínez, San Isidro, como cerca
del aeropuerto Camet y la ciudad de Mar del Plata.
Y hay muchas más; el planeta está cubierto
de ellas.
Ahora somos muchos los investigadores que desafiamos a los
ya tristemente célebres Hombres de Negro o Men in Black o les Messieurs en
Noir.
El Conocimiento Oculto está saliendo a la luz; su brillo
divino descubre y quema a los enemigos de todo un legado superior, esa
sinarquía tan especial como "negra", oscura y misteriosa.
LOS H.d.N. Y LAS SOCIEDADES SECRETAS
PARA
MUCHAS PERSONAS, los H.d.N. tienen que ver con adherentes a lo secreto y
misterioso. Como deseamos ilustrar al
lector, haremos una síntesis de esas sociedades secretas, tengan o no que ver
con nuestros investigados.
El con unto de los ritos altamente guardados y secretos es
tan importante en la iniciación, como en los fines mismos que proyecten las
sociedades secretas. Es necesario que
exista una señal o signo que permita el reconocimiento de los miembros del grupo
entre sí.
A desdén de las muchas y variadas fantasías que encierra el
denominado "rito de iniciación", justamente la mayoría de los relatos
no son nada más que fantasías. Pues si
es preciso tal acto, debemos obviar el espectro de lo truculento, no porque no
exista, sino porque lo que aquí interesa es sólo un concepto sobre tal rito: la
iniciación sólo busca o procura la muerte del profano y el nacimiento del
adepto o iniciado.
El mundo actual, dominado por la tendencia monoteísta,
ortodoxa, plena de despliegue de poder temporal, inmediatamente interviene en
el universo místico para imponer su expresión ante lo que considera ¡legítimo y
fuera del orden dado.
El con unto de personas que profesan igual doctrina forman
una sociedad secreta. Podrían ser vistas
como una contraposición al Dios único que se nos ofrece cada día. Ellas han surgido o surgen ante la
displicencia de las iglesias oficiales y la esterilidad en los argumentos que
ofrecen para lograr satisfacer al hombre de este milenio, hastiado,
individualista y profundamente desconsolado.
Este hombre, sin embargo, vive y está a nuestro lado: íntimamente su
unión con Dios le viene desde su comienzo. Sea cual sea su Dios, el hombre el
siglo XX necesita creer, como creyó desde el origen, en un Creador, en un
Hacedor.
Aunque consideradas así, las sociedades secretas podrían
parecer frágiles o vacías de contenido, su razón de ser es muy clara, pues la
forman esos hombres cuyos espíritus necesitan la creencia y la fe. Y allí, supuestamente, las encuentran. Veamos algunas.
LOS GNÓSTICOS
De origen cristiano, esta escuela estuvo formada por
hombres de Oriente y Occidente. Sus
ideas centrales apuntaban contra la ortodoxa cristiana, afirmando el sentido
oculto que encerraban los Evangelios.
Las tradiciones esotéricas de Oriente impregnaban sus
conceptos; para ellos, la resurrección de Jesucristo fue solamente
simbólica. Deseaban encontrar la
perfección por medio de la Gnosis (conocimiento) y de allí deriva su nombre,
suplantando de ese modo el concepto de Fe.
Creían que el alma surge de Dios, y luego de sucesivas reencarnaciones,
ella se desliga del cuerpo material para emprender el camino hacia Dios.
El fundador fue Simón "El Mago"; sus seguidores
habrían tomado enseñanzas de cristianos y judíos, de doctrinas egipcias y
griegas. Fueron combatidos por el poder
de la Iglesia oficial.
EL SUFISMO
Dentro de lo que se considera mística oriental, encontramos
el sufismo. Mientras que otras doctrinas
del mismo origen preparan al adepto para vivir un mundo beatificado, más allá
de su muerte, y éste accede durante su vida a una realización por medio de la
comunicación y participación de verdades divinas, el sufismo tiene un fin que
consiste en guiar el pensamiento hacia el conocimiento inmediato de lo eterno.
Ésta sociedad está delimitada al conjunto de musulmanes que
practican el ascetismo. Tiene su origen
en el Corán, en el budismo e hinduismo.
El estado espiritual al que aspiran sus miembros es el de
liberación de la individualidad, algo así como la abolición del yo para llegar
a la subsistencia pura. Este estado es
similar al Nirvana.
La iniciación es la entrega de una influencia espiritual y
ésta será dada por otro iniciado. El
sufismo se rige plenamente por la ley islámica.
Un importante representante de esta secta fue DIN RUMI, uno
de los grandes maestros del sufismo.
Los caracteriza la idea del misticismo, la creación por
medio del arte y la noción del amor como el alma universal.
LOS KRISHNA
Para muchos es una sociedad aún secreta.
Toma el nombre místico de Baghavad-Guita; y está extendida
hacia los confines de Occidente, aunque fue fundada en la India.
Su fundador fue Swami Prabhupada. El iniciador propagó y ordenó que la doctrina
fuera conocida y emprendida por Occidente, pues esta zona era considerada como
“zona de fragilidad mental".
Esta sociedad postula una armonía entre el Hombre y la
Naturaleza; por consiguiente, predican el retorno a lo natural.
Su origen se remonta a las pequeñas comunidades, donde
además de una tranquila convivencia de los miembros, ellos podían hallarse en
perfecta armonía con todo el Universo.
LOS TEMPLARIOS
La Orden del Temple nació en 1118 en el poderoso contexto
políticoeconómico del feudalismo teocrático.
Al constituirse dispusieron una finalidad: vivir en
obediencia, castidad y pobreza, además de defender al cristianismo y de
consagrar su obra a Dios.
Diez años después eran personajes importantes. Habían conseguido posesiones feudales
estratégicas, bienes, tierras y hasta vasallos.
En definitiva, se convirtieron en la sociedad feudal más enriquecida.
Participaron en batallas contra los sarracenos en Tierra
Santa. Es muy probable que en base a
engaños y ardides hayan logrado su fortuna.
También se dedicaron a luchar contra los moros en Valencia, Tolosa y
Calatrava.
En el 1307 fueron perseguidos; acusados de traición,
lujuria, pactos diabólicos, etc.; fueron exterminados, a pesar de la inmediata
mediación del Papa Clemente V.
A desdén de todo lo que se sabe de los Templarios, siguen
siendo un enigma histórico, una suerte de mezcla de herejías, riquezas y
ambición.
EL SATANISMO
El cristianismo y el satanismo han formado un concepto
interdependiente a lo largo de los siglos.
Las iglesias han propuesto manifestar, desde siempre, el esquema
teológico dual y contrario: Bien y Mal; Dios y Demonio.
En la India, Vishnú encarna la vida y el nacimiento y Shiva
las potencias maléficas o negativas.
También aquí son dos ideas inseparables.
El sabbath (profanación del Dios), las misas negras, los
ritos diabólicos actuales son las formas más significativas del culto a
Satán. Tal vez, bajo estos ritos, las
personas intenten alcanzar el conocimiento, las experiencias paranormales, la
ampliación de sus conciencias, para penetrar en el mundo de lo
sobrenatural. Esta sería una forma de
asir por medio de la magia la otra dimensión paralela , distinta y normalmente
oculta.
LAS SOCIEDADES DE RAZA NEGRA
Comprende ritos, cultos y canciones, originarios de África
y mezclados con las ideas cristianas. En
su acepción, el vudú es sinónimo de espíritu.
Es un lenguaje místico, llegado a América alrededor del 1500.
Tiene forma de una religión popular. Se forman danzas rituales en las que se
entonan y marcan ritmos. Así se busca
una comunicación personal entre los dioses y los iniciados en el culto a través
de los momentos de trance y posesión de los participantes.
La MACUMBA está también enclavada en el tráfico negro
África-América, en el siglo XVI. Las
colonias portuguesas necesitaban mano de obra para lograr sus asentamientos:
los negros fueron esa mano de obra. La
ciudad de Bahía fue la que mejor aceptó esta duplicidad; allí se instalaron
fácilmente los nuevos cultos como la macumba, candombé, umbanda y kimbanda .
Estas desarrollan rituales semejantes al vudú de América Central. También proliferan los fetiches, los dioses
paganos, entrecruzados con las nociones cristianas que vinieron como
consecuencia de la colonización.
LOS FRANCMASONES
Es una característica predominante en las sociedades
secretas iniciáticas el desarrollo y enseñanza de los altos valores de los más
antiguos iniciados: sumerios, egipcios, hebreos y hasta griegos.
Intencionalmente buscan los conceptos de libertad y
tolerancia, abiertos ya del fanatismo religioso o político.
La idea de la divinidad se desenvuelve en el marco vital:
la muerte, la vida, el crecimiento, el sufrimiento, el bien y el mal.
La Iglesia católica dedica largos esfuerzos en combatir a
esta sociedad, ya considerada como refugio del hombre librepensador y casi
siempre ateo.
Los orígenes están dados por constructores cristianos
practicantes de su religión y de la tradición que de ella emana. Al albañil libre, entre los constructores de
la Edad Media, se le llamaba francmasón.
Se reunían secretamente para realizar sus ritos y sus miembros se
reconocían entre sí. En esta época se
revelan signos esotéricos, debido a la influencia de los alquimistas medievales. La seguridad de los miembros del grupo se
resguarda hasta el cansancio. Tienen un
sistema de grados también relacionados con el oficio de albañil: aprendiz,
oficial, compañero, maestro de obras y Arquitecto.
A través del tiempo se produce una honda transformación en
la Orden. Es el momento en que se la
considera refugio de los ideales de reivindicación social, valores morales y
espirituales, desembocando finalmente en la crisis francesa de 1789.
Sus símbolos son el "delta luminoso", que
representa las nociones de la divinidad y la luz. "La estrella" es el centro de las
irradiaciones de influencias benéficas y por lo tanto representa la fuerza
cósmica que envuelve al Universo. La
"letra G" es la geometría, la gravitación, la generación, la gnosis y
Dios. Finalmente, el "Sello de
Salomón" es la representación del bien y del mal, lo constructivo y lo
destructivo, el espíritu y la materia.
En la masonería, se llama profano al individuo que aún no
ha sido iniciado en la Orden. El hombre
deberá pasar de un estado de ignorancia profana a convertirse en masón,
sometiéndose a pruebas y a un simbólico y complicado ritual; luego el nuevo
miembro podrá despertar claramente ante su nuevo estado. Será un adepto.
LOS ROSACRUCES
Esta sociedad ha dejado de ser secreta, dada la cantidad de
adeptos que tiene en el mundo entero, aunque su origen sí lo fue. Hay muchos estudios sobre los Rosacruces u
Orden Rosacruz, que han sido realizados por sus propios miembros o por personas
que un día pertenecieron a la Organización; todos ellos discrepan sobre el
origen, si bien la mayoría apunta que esta Orden debió nacer durante la época
de la Reforma Protestante y el Renacimiento intelectual de los siglos XV y XVI.
Los Rosacruces, sin embargo, no dudan en atribuir su origen
al faraón Tutmosis III, de Egipto, padre del gran reformador religioso Amenofis
IV, que fue uno de sus principales adeptos y formadores.
La mayor polémica se origina en la figura de un tal
Christian Rosenkreutz (El Cristo de la Rosa y la Cruz, símbolos actuales del
rosacrucismo), a quien se le atribuye o bien la creación de la Orden o bien su
refundación, por cuanto, para unos, se trata de un seudónimo de un personaje
real, un alemán no identificado, que habría vivido entre 1378 y 1884, siendo
para otros un personaje simbólico que pertenece a la leyenda.
Pero por sus características actuales, el rosacrucismo no
pertenece o no tiene la forma de sociedad secreta. Sin embargo, debemos mencionarla dado su
régimen iniciático.
LOS ILUMINISTAS O ILUMINADOS
Una de esas agrupaciones esotéricas que convirtieron
"su secreto" en un mito que aún perdura, fue la de los
Iluministas. Fue fundada en 1776 por
Adam Weishaupt, profesor de Derecho Penal de la Universidad de Ingolstadt
(Baviera). Weishaupt estudió con los
jesuitas, matriculándose posteriormente en la Facultad de Derecho, donde fue
profesor de Derecho Canónico. La Orden
aprovechó el esquema de organización jesuítico para ilustrar a los hombres y
difundir la sabiduría con las más elevadas prácticas espirituales, lograr así
la total transformación de la Humanidad y un mundo ideal, liberado de
injusticias y autoritarismo, y con un pensamiento globalizador terráqueo, no
cósmico.
En un principio, la asociación de los Iluministas no
pertenecía directamente a ninguna logia; pero su iniciador, junto con otro de
sus seguidores, ingresaron en la Francmasonería para lograr su control interno
y transformar sus esquemas, reglamentos y objetivos, utilizando a los más
valiosos militantes dentro de esa sociedad secreta.
Los grandes enemigos de Weishaupt fueron los jesuitas, quienes se valieron de todo
tipo de artilugios para desenmascarar esta corriente secreta, que tuvo como fin
la desaparición de los principados, y más personalmente, de los Príncipes,
tentativa que también hicieron los francmasones, que para muchos son seguidores
de los Iluministas.
Fue también conocida como la Orden de los Perfectibilistas,
cuando después de su oficialización, el 1 de mayo de 1776, toman gran vigencia
las ideas del profesor de Derecho de la Universidad de Ingolstadt, exactamente
el año de la Independencia de los Estados Unidos de Norteamérica.
La influencia de esta sociedad secreta funcionó en toda la
historia de la civilización de Occidente durante los siglos MX y XX. Se conoce que otras sociedades herméticas
adoptaron las ideas Iluministas, como la italiana, nacida en 1808 en Nápoles,
que se llamó de Los Carbonarios, a la cual pertenecieron los conocidos Guiseppe
Garibaldi y el otro Giusepe, Mazzini, editor de La joven Italia, un periódico netamente revolucionario, que después
formara otro movimiento, que se llamó La Joven Europa.
De allí, también van a surgir las Logias PI y PII, esta
última de gran conocimiento público en los últimos años del siglo XX.
Para muchos, el gran corso Napoleón Bonaparte llegó al
poder por su cargo de Gran Maestre de la Orden de los Iluminados o Iluministas,
cuando él tenía otro cargo también importante en la sociedad masónica
Fraternidad Hermética.
Allí en Francia, los gestores de la Revolución Francesa,
Georges Danton y Jean Paul Marat, fueron Iluministas, actuando a su vez en otra
logia masónica, de gran predicamento en los finales del siglo XVIII, como fue
la Sociedad de las Nueve Hermanas, conocida también como San Juan.
En Alemarjia, la influencia de las ideas Iluministas tuvo
lustre a través de Mestre Ekart, orientador de tantas mentes a lo largo de todo
el siglo XX.
Dos grandes amigos, talentosos ambos, pertenecieron a esta
corriente secreta: uno de ellos el maravilloso creador de Fausto, Johan Wolfgang
Goethe (nada menos), quien arrastró al filósofo Johann Herder a practicar, en
muchos de sus escritos, las ideas Iluministas.
En los Estados Unidos, cuya independencia fue generada por
los más conspicuos francmasones de aquellos tiempos, recibieron influencia de
Gilbert Lafayette, que llevó con sus ideas a realizar una moneda, prácticamente
única en el mundo por su durabilidad o intemporalidad, que es el dólar
americano, que tiene en su diseño figuras netamente esotéricas. Un Washington, un Jefferson, fueron
Iluministas, como ya en el siglo XX un Woodrow Wilson, y el paralítico que puso
en primer plano al país del Norte, Franklin Delano Rooselvet. Este último también formó parte de una
sociedad secreta que abrigó a muchos poderosos, como fue la Antigua Orden
Arábiga de Nobles y Místicos; ¡qué nombre!, nada menos.
Hay autores, como René Alleau, que afirman que la
influencia iluminista vuelve a Comentarse en los primeros años del siglo XX,
luego de un lapso de pérdida en jerarquía para los últimos 50 años del siglo
anterior.
Adam Weishaupt murió en 1830, y es cuando se
"afloja" la influencia iluminista; para muchos, ese rebrote de esta
sociedad secreta se da a través de Engel, otro francmasón, que puso en carpeta
otra vez esas ideas, con muchas reminiscencias templarios.
Un gran amigo, Andreas Faber Kaiser, lamentablemente
fallecido a causa de una repentina enfermedad incurable, muchas veces me
expresó que los dos secretos iluministas mejor guardados siempre fueron la
fecha de nacimiento del fundador y la de la sociedad.
Al operar misteriosamente y trabajar en los hilos ocultos
del poder, hicieron que sus seguidores estuvieran siempre presentes en los
momentos fundamentales de la Evolución Occidental, léase Revolución Francesa,
forzamiento del Industrialismo, nacimiento de los EE.UU., Primera y Segunda
Guerra Mundial, etc.
A pesar de ellos, el creador del Iluminismo murió en las
sombras, desprestigiado por sus propios discípulos; increíble, pero cierto: sus
ideas están hoy aún vigentes, porque individuos que responden al clásico
arquetipo del "triunfador" llegan a ocupar lugares claves por
pertenecer a esta sociedad secreta; y muchas veces, arriban al poder gracias a
disposiciones no muy éticas. Lo has
sospechado muchas veces, ¿no es cierto, amigo lector?
Ellos tienen un poder que está por encima de los propios
gobiernos democráticos y actúan con una solidez tal que es obvio que algo los
apoya.
Los nombres y los hombres son muchos y
variados. ¿Son realmente H.d.N.?
Sus características de acción hacen pensar mucho y los vuelven
dignos de ser investigados seriamente.
Si bien es difícil el hacerlo, se puede; sólo hay que intentarlo.
Un hecho. El 4 y 5
de mayo de 1996 se realizó en Barcelona (España) el 1 Congreso de Expedientes
X. En ese país la exhibición de la serie televisiva tuvo una extraordinaria
repercusión y rozó la conmoción pública.
Mis amigos españoles se toman apasionadamente todo lo que sucede en la
pantalla chica, la famosa caja boba.
Mi amigo Joseph Guijarro, que representaba a la
investigación OVNI (algo que hace muy bien, dicho sea de paso), comunicó al
público que los organizadores del evento habían recibido amenazadoras llamadas
telefónicas. "¡Mucho cuidado con lo
que hablan!", les habrían dicho.
Por ello invitó al conferencista Pepe Rodríguez a no referirse al señor
Mario Conde como vinculado a la masonería y a la Orden de los Iluminados.
Buen investigador de sociedades secretas y de todo lo
sectario, Rodríguez hizo caso omiso, restándole total importancia al suceso, y
expresó sus dudas sobre la actual existencia de los Iluministas.
Hay quienes piensan totalmente lo contrario; se sabe que
universidades como la de Oxford y la de Yale son “suministradoras” de
Iluministas; de allí han salido muchos presidentes norteamericanos y dirigentes
británicos. Uno de ellos es George Bush,
quien en muchísimas oportunidades habló de la idea de un nuevo orden mundial,
como lo había hecho antes Nelson Rockefeller, el hipermillonario que surgió de
las calles de Nueva York luego de ser un perfecto mendigo. Este Nuevo Orden Mundial tiene que ver mucho
con las ideas del Iluminismo, por las cuales fue también muy atraído John
Fitzgerald Kennedy, proveniente del famoso Clan Kennedy, de raigambre
secretista, y miembros de la francmasonería.
Actualmente, este Iluminismo tiene una central dirigente
formada por 13 miembros procedentes de varios países, que funcionaría como un
Tribunal Global, donde están en el tapete permanente de decisión los hechos
claves de nuestro planeta Tierra, que, como ya se sabe, cada vez más se orienta
hacia una globalización cuyo eje fundamental son los Estados Unidos de
Norteamérica; también los tigres asiáticos están a la expectativa: China (la
gran incógnita para el siglo XXI), Japón, Corea, Singapur, Indochina, que
forman un Cónclave Financiero más allá de la competencia comercial cotidiana;
ellos también estarían representados en ese Tribunal Global. Este tribunal se reúne en un rascacielos de
Manhattan, en plena Nueva York (la capital del mundo, para muchos), así como en
Building, un casino de San Antonio (Texas).
Otro conocido investigador español, Elíseo Bayo, afirma que
existe en la actualidad un "Programa de crecimiento cero poblacional y
tecnológico contracultural y profeudal", que está presente en el Club de
Roma, la Comisión Trilateral, el Club Bildeberg, la Fundación Aspen, el
Proyecto 1980, etc., todos relacionados con el Iluminismo. Allí se planifica,
desde hace 30 años, la Historia del presente y del futuro de nuestra
humanidad. Hay varios testimonios que
indican esta realidad; lo saben perfectamente los gobiernos del Tercer Mundo,
de los cuales algunos luchan por independizarse, mientras otros se entregan
cada vez más. Tema para investigar; un
buen acicate.
Desde España me llegó una información que me hizo pensar
bastante. Las redes de los Iluministas
llegan a periódicos famosos en el mundo, que influyen así como
"hacen", la efectivización del gran primer plano norteamericano en
estos momentos y no son otra cosa que el fundamento de su hegemonía. Los diarios Walt Street Journal, Financial
Times, The Economist, Fortune, y
nada menos que Time y Life, propugnan
el Nuevo Orden Mundial, con la ideología Iluminista y una red de poder
decididamente increíble. Personas como
Margaret Thatcher, George Bush o Giscard d'Estaing, supuestamente retirados de
la política, siguen influyendo en forma total en el accionar de los gobiernos,
sea del país que sea. Grandes
empresarios como Rotschil, Agnelli, Dupont, Morgan, Rockfeller, todos
Iluministas, son representantes de las grandes firmas multinacionales que
mueven los hilos de la economía y la política mundiales.
Las conclusiones son obvias, pero tenemos que formularlas,
para el razonamiento, para el análisis y, fundamentalmente, para la
investigación.
Estas sociedades secretas que en un principio tenían ideas
altruistas y espiritualistas se fueron deformando a través del tiempo, hasta
convertirse en grupos de poder con influencia decisiva. Esta supuesta conspiración en las sombras,
con distintos rótulos, lleva una larga historia de muchos años, con un
estandarte público de "Ayuda filosófica, espiritual y de fraternidad". Sin embargo, el objetivo de lograr hombres
más perfectos y solidarios con la Naturaleza ha llegado a plasmarse como el fin
último de tener poder para sojuzgar. Por
eso, todo lo que aporte cultura, educación, menos hambre y salud, para todos los
pueblos del mundo, debe aniquilarse, de cualquier manera.
Los OVNI(s), al haber provocado un gran impacto en la
conciencia del ser humano haciéndolo pensar en que "algo" hay fuera
de nuestra cultura, de nuestra civilización y nuestra tecnología, deben ser
tratados con sorna, o expresar de ellos que "son rumores",
"cosas locas de la gente", "invenciones",
"pavadas", etc.
Lo mismo sucede con la Parapsicología, en donde el hombre
descubre que puede producir 67 fenómenos más allá de lo normal: la mente puede
extender sus sentidos (Fenómenos Psigamma o Percepciones Extrasensoriales) o se
pueden mover objetos materiales solamente con la mente (Fenómenos Psikappa o
Poltergeist) o producir energía curativa que realiza la sanación del semejante
a la manera del bramanismo (Fenómenos Psibetta o sanación paranormal).
Los estados modificados de conciencia (no alterados, como
expresa la psiquiatría clásica y ortodoxa), que pregona el esoterismo o el
bramanismo desde hace milenios, tienen que ser considerados científicamente
"fenómenos sin asidero".
Esta organización del accionar de las sociedades secretas
tiene muchos puntos en común con los Hombres de Negro, nuestros Men in Black, o
les Messieurs en Noir.
Quizá tenía razón nuestro querido Andreas Faber Kaiser; él ya
no está entre nosotros, pero sus ideas están en sus libros, en los números
editados de su maravillosa Mundo desconocido, la revista que a fines de los 70
yo dejé en sus manos para que él la editara.
Sus palabras, sus investigaciones, sus escritos, serán siempre un Norte
para reflexionar, algo que lamentablemente pocos seres humanos hacen en este
convulsionado mundo, sumergidos por las banalidades de la caja boba, el mal
periodismo o la locura informática de Internet; lamentablemente, vivimos
endiosando a pobres, pobrísimos, ídolos con pies de barro.
¡Qué hermoso poder "parar la pelota" y
meditar! Hemos cambiado el verdadero
pensar de René Descartes del Cogito Ergo
Sum a un "Pienso, luego existo", cuando lo que expresó y
fundamentalmente sintió el gran filósofo fue "Medito, luego existo";
Descartes rezaba, para existir; meditaba, se concentraba en el uno mismo para
vivir, iba para el adentro y no para el afuera.
No te olvides que el verdadero poder está dentro de ti,
querido lector. Allí mora una pequeña
parte del Grande, del ese que en verdad tiene poder.
Todos, en mayor o menor medida, buscamos poder. Y así somos también educados. Vivimos en pos del poder económico
("compra primero tu casa y tu automóvil"), el social ("búscate
un chico o una chica de posición"), el político ("hazte amigo del
juez")... Pero ninguno de ellos sirve; el único, importante y definitivo,
es el poder espiritual: tu seguridad interna, tu sonrisa sentida desde adentro
y no la hipócrita; el dar, sin esperar recibir; si hay reciprocidad, el aini de los quechuas, mejor; pero si no,
siéntete feliz dando, porque es la gran manifestación del Amor.
Y pensar que en sus orígenes, las sociedades secretas
pregonaban quizá lo mismo...
Ahora, sigamos nuestra ruta de
investigación.
LOS
LIBROS MALDITOS Y LOS HOMBRES DE NEGRO
LOS
HOMBRES DE NEGRO representan una sinarquía que tiene como base (abominable, por
cierto) hacer desaparecer los libros del gran saber universal, los libros que
hablan de los secretos de la Naturaleza, del lenguaje de los animales, de las
fuentes de saber desconocidas que se encuentran latentes en el hombre.
Permanentemente la conspiración continúa de un modo
silencioso e irreversible; sus huellas las podemos encontrar tanto en Oriente
como en Occidente.
Libros tales como Die
Rosenkreuzer; Zur Geschichte einer
Reformation; La magia negra, de
Estanislao de Guatia; Estudios de los
Mahatmas, sus misterios y sus
soluciones, de Saint Yves d'Alveydre, desaparecieron sin dejar
rastros. No obstante, he podido tener
acceso a otros libros que se encuentran dentro de la categoría de los
"prohibidos". Los más
interesantes son, según mi criterio, El
papiro Voynich; Nefer-Ka-Ptah y el
libro de Toth, y Las estancias de
Dzyan.
EL DOCUMENTO VOYNICH
Las Islas Británicas se destacaron durante los siglos XVI
al XVIII por su soberanía marítima y la hegemonía de su Armada. Fue un país que dio al mundo los más avezados
"Lobos de Mar".
La idea de lanzarse a los mares y a su conquista fue de un
solo hombre, de origen inglés: su nombre es John Dee. Fue él quien concibió la idea de un meridiano
básico: el de Greenwich, así como también fue él quien introdujo por primera
vez dos globos terráqueos, que trajo desde Lovaina junto con los instrumentos
de navegación marítima. Un solo hombre
conquistó la fama que incluso hoy tienen las Islas Británicas como soberanas
del mar. Pero, ¿quién era John Dee? Nació en Londres en el año 1527 y falleció en
1608. Era notorio por sus
extraordinarios conocimientos de matemática y también por ser un destacado
científico inglés.
Cursó estudios en la Universidad de Cambridge y se
distinguió por su elocuencia e inteligencia.
Inteligencia que, si bien lo llevó a ocupar posiciones destacadas,
también fue la que lo condujo a la expulsión directa de la mencionada
Universidad. John Dee era amigo de
fabricar desde muñecos mecánicos hasta extrañas computadoras. Fue un cerebro excepcional, pues en 1540 nadie
había pensado en construir algo así.
Durante el mes de junio, en la Universidad, se efectuó una
representación de teatro de Shakespeare, a la que asistió lo más selecto de la
sociedad británica. Para esa
oportunidad, John Dee fabricó un enorme escarabajo mecánico, que provocó el
pánico y causó que se suspendiera la función.
Ello supuso que se procediera a la expulsión definitiva de este
inquietante hombre de la Universidad de Cambridge. Los jueces dictaminaron que Dee había
cometido... brujería. Para finalizar
este breve comentario, el 23 de mayo de 1581 fue una fecha especialísima para
John Dee, pues, tras varias tentativas en el terreno de la física y de la
química, logró crear el "espejo mágico", un espejo de color negro,
construido con antracita.
Este espejo se conserva intacto en el Museo Británico. La fórmula para mirar en él y descubrir
mundos dimensionales se la llevó John Dee a la tumba.
John Dee dedicó gran parte de su vida a recorrer el mundo y
coleccionar extraños escritos, que, por lo general, eran de papiro muy
antiguo. Nunca se supo de dónde los
sacaba, o quién se los conseguía.
Durante el reinado de Enrique VIII, el duque de
Northumberland se dedicó a quitar de circulación todo escrito cuyo contenido
fuese poco claro o tocase el tema de la brujería; para ello requisó todos los
monasterios del reino, que eran los lugares por excelencia donde se guardaba
por siglos semejantes obras.
El duque era amigo de Mr. Dee; en una oportunidad,
realizando requisas, encontró en una pequeña abadía en el Condado de Essex un
manuscrito cuyas páginas semejaban papiro.
El texto estaba escrito en forma cifrada y había sido copiado del
original (según rezaba el Prólogo) por Roger Bacon, considerado el gran mago de
su siglo.
El Prólogo decía lo siguiente: "Esta es copia fiel del
original que se encuentra guardado bajo las montañas que corren sobre la costa
Oeste de un lejano lugar situado en el extremo sur del planeta".
Teniendo en cuenta que el "copista" del
manuscrito, el científico Roger Bacon, había nacido en 1214 y dejado de existir
en 1294, queda bien claro que no se había descubierto América, y sin embargo,
de acuerdo a la mención del Prólogo, ese "lejano lugar" que tiene una
cadena montañosa que corre sobre su límite Oeste: la Cordillera de los Andes,
sería un país del extremo Sur de América.
Como ya se ha dicho, el Duque de Northunberland y John Dee
eran amigos; cuando el primero encontró en Essex el manuscrito de Roger
Bacon. Luego de leer el Prólogo y ver
que las páginas interiores estaban escritas de forma cifrada, recordó que Mr.
Dee era aficionado a coleccionar papeles extraños y se lo regaló.
John Dee trató de descifrarlo, pero no pudo. Sólo logró establecer que la primera parte
del escrito decía que ese libro contenía "los secretos de los mundos
olvidados y subyacentes".
En 1586 John Dee regala al emperador Rodolfo II el famoso
libro-papiro. A partir de 1666 el
misterioso documento pasa de mano en mano y recorre el mundo gratuitamente;
nadie logra descifrarlo; hasta que en 1962 llega a Estados Unidos, y se
encuentra a la venta hasta nuestros días.
Su valor sobrepasa el millón de dólares; un tal Kraus, alemán residente
en Nueva York, es quien lo tiene, esperando un posible comprador.
La historia del manuscrito, denominado en la actualidad Documento Voynich, es la siguiente:
Luego de la desaparición de Dee en 1608, nadie se ocupa del
Documento Voynich hasta el año 1666,
en que el doctor Marcue Marci, rector de la Universidad de Praga, envía el
escrito al jesuita Kircher, experto en criptografía y codificación, para su
interpretación; fue inútil, no logró desentrañar el misterio.
Se pierde el rastro del Documento hasta 1914, en que se lo
vuelve a encontrar en el pueblo de Frascatti, Italia: era propiedad de unos
jesuitas que allí tenían un convento, lugar donde se guardaba el Documento.
El famoso e indescifrable escrito tomará el nombre que
actualmente lleva: Voynich, a causa de que el editorialista, W. Voynich, es
quien compra a estos jesuitas el extraño documento en ese año. Se lo lleva a Estados Unidos. En 1916, un caballero de los tantos que
habían sido consultados con la finalidad de descifrar el documento, el señor
Adolph Cyrus Roidingereht, pide poder hacerlo, pues uno de sus antepasados
había sido amigo de Roger Bacon y regaló a su pariente una guía de traducción
de un código secreto que utilizaban los habitantes protohistóricos del extremo
Sur del planeta y que actualmente obraba en su poder por derecho de legado.
Al poner el señor Roidingereht manos a la obra descubre que
el libro hablaba de una civilización desaparecida cuyos integrantes eran seres
de no más de un metro de altura, y que dominaban la fuerza de gravedad, que
poseían máquinas que les permitían horadar la roca construyendo grandes
ciudades subterráneas y que intercomunicaban con el resto del planeta por debajo
de la Tierra; inclusive nombra una máquina llamada "Nilotrosa"
(¿alguna relación entre el río Nilo, los egipcios y sus avanzados conocimientos
de psicotrónica?).
Asimismo muestra un mapa celeste de un sector desconocido
del firmamento donde aparentemente figuran dos lunas y dos soles.
Cada página del Documento está pintada de un color
diferente, todos ellos muy vivos y brillantes, semejantes a los del aura
humana. Sobre una de estas páginas hay
una especie de diccionario de botánica con plantas dibujadas, que son muy
singulares: algunas de ellas parecen tener ojos; son especies desconocidas en
nuestro planeta.
Hasta aquí lo que pudo descifrar Roidingereht del Documento Voynich, pues el 22 de enero
de 1917 desapareció misteriosamente sin dejar rastro: daba la impresión de
haberse visto obligado a huir precipitadamente, pues su pipa aún humeaba sobre
el cenicero; sin embargo, el indescifrable libro había quedado abierto en una
de las partes donde figuraban los planos de una extraña máquina semejante a la
de las turbinas de los modernos jets... a un costado de una hoja un modelo a
escala de lo que sería en la actualidad el avión Concorde...
Posteriormente, en 1919, el decano de la Universidad de
Pennsylvania, William Newbold, se dedicó a la tarea de continuar descifrando el
Voynich.
En 1921, ante una rueda de prensa dijo haber descifrado
cosas interesantísimas en el Documento y se dispuso a dar una serie de charlas
sobre el particular, pero extrañamente, no pudo llevar a cabo esta tarea; luego
se contradijo y cada vez fue más difícil llegar a él.
Los Hombres de Negro comenzaron su tarea de contraofensiva,
el mundo no debe enterarse de que existen famosos "agujeros negros"
en nuestra galaxia, ni tampoco la fuerza energética que en ellos se acumula.
Newbold comienza a recibir amenazas, algunas de ellas
escalofriantes; muere en 1926 y, al igual que Bacon, se lleva el secreto a la
tumba.
Sin embargo, aún hasta nuestros días es ardua la tarea de
estos "conspiradores contra el conocimiento oculto"; somos muchos los
que poseemos fotografías de las páginas del extraño documento. Es preciso que el mundo conozca el verdadero
contenido del Voynich. Una pequeña
parte del protohistórico documento dice así:
"Posee el ser humano una energía muy especial que se
gesta en la parte superior del cerebro y su medida es la del “volucielo”. Esta es la tercera organización cerebral
independiente, cuya sede se encuentra en la columna vertebral. Cada zona intervértebra tiene relación
particular con el conocimiento asequible por el ser humano y actúa a modo de
archivo o depósito. Las zonas
intervértebras están relacionadas íntimamente con el "conjunto
sonomedular", que tiene, al igual que el volucielo, su centro de actividad
en la parte superior de la cabeza".
Esto es una llamada de atención al mundo y a los Hombres de
Negro. Al mundo porque el Documento Voynich habla de una “Tercera
Organización Cerebral", que es aquella mediante la cual las civilizaciones
desaparecidas lograron sus impresionantes conocimientos, dado que sabían poner
en funcionamiento ese "sonomedular" cuya utilización significa
descubrir nuestra identidad divina.
Ya es demasiado tarde para que los Hombres de Negro puedan
rescatar la enorme cantidad de copias del Documento
Voynich que circulan alrededor del planeta, y si seguimos descifrando el
famoso pero no menos temible Documento, tal vez descubramos la verdadera
identidad de este grupo cuya misión es implantar el "Reino de la
Ignorancia" sobre nuestro viejo y querido planeta... Tierra.
NEFER-KA-PTAH Y EL LIBRO DE TOTH
El Tarot es denominado "la Clave Universal". Es una llave perdida de una cerradura
encontrada. Eliphas Levy dice al
respecto:
"Era un alfabeto numeral y jeroglífico manifestado
mediante caracteres y números una serie de ideas universales y absolutas;
luego, una escala de diez números multiplicados por cuatro símbolos y unidos
junto por doce figuras representando los doce signos del zodiaco, más cuatro
genios, los de los cuatro puntos cardinales".
El nombre "Tarot" deriva de Toth, personaje
mitológico anterior a los egipcios. El
esplendor, la gloria y el tecnicismo conservado en la civilización egipcia
tiene como base las enseñanzas del Libro de Toth. La antigüedad de ese libro es de 10.000 a
30.000 años.
Toth, su creador, era un escriba atlante; se le representa
como un ser humano con cabeza de ibis.
Su morada era Hermópolis, ciudad a la que se accedía por túneles
secretos, y se la sitúa subterráneamente; su entrada principal estaba bajo la
Gran Pirámide o quizá bajo la Esfinge.
Las cartas de Tarot que corresponden a las láminas del
Libro de Toth aparecen por primera vez en China en el año 1120. Luego su aparición se va extendiendo a lo
largo del planeta con la siguiente cronología:
1227: En Italia aparecen las cartas de
Tarot bajo el nombre de carticellas.
1240: El Sínodo de Wercester declara al
Tarot "juego prohibido".
1329: Alemania, el obispo de Wurzburgo condena las “páginas
y figuras del Tarot".
1332: En España, Alfonso XI ordena
abstenerse del juego del Tarot.
1390: Aparecen los gitanos en el cuadrilátero de
Bohemia. Llegan a España en 1427, siendo
portadores de extraños mazos de naipes que utilizan como "método
predilecto".
1546: Se produce el primer intento de referirse al Tarot
como símbolo esotérico. Guillaume Postel llega de Oriente donde realiza
estudios que lo llevan a la conclusión de que TARO-ROTA y ATOR son las cuatro
letras del Tetragrammaton, que significa "nombre del Señor".
1868: Se encuentra el papiro de Turín, que es publicado en
París. Al ser descifrado se puede leer
en él la historia de una conspiración contra el Faraón y sus consejeros con la
finalidad de asesinarle sin que medie ninguna actitud humana; la forma de
llevar a cabo la macabra tarea se encontraba escrita en un extraño libro que obraba
en poder de los Sumos Sacerdotes de la Gran Pirámide; al ser descubierta la
conspiración sus autores se suicidaron, pero el libro no apareció.
Entrando en la época de la civilización egipcia sabemos que
el Faraón Ramsés II poseía el verdadero Libro
de Toth. Kaumás, su hijo, es
depositario del libro del conocimiento oculto, que le enseñaba cómo descifrar y
dominar los secretos de las tierras, el mar, el aire y los cuerpos
celestes. Asimismo confería la facultad
de asimilar el idioma de los animales, devolver la vida a los muertos y obrar
sobre mentes distantes y cercanas. Sin
embargo, aunque poseer estos prodigiosos conocimientos podía ser algo
maravilloso, Kaumás no soporta, por alguna razón misteriosa, la presencia de
este libro cerca de él y decide quemarlo.
No obstante, el libro no logra ser pasto de las llamas; había una razón
mágica pero coherente, al ser hijo del fuego, era incombustible. Entonces lo guarda en un lugar secreto donde,
una vez colocado, ni él mismo podría tener acceso.
Sin embargo, alguien tuvo acceso al tan bien escondido
"libro prohibido".
Nefer-Ka-Ptah, hijo de faraones, era devoto adorador de sus dioses y
tenía como maestro y guía a un antiguo sacerdote de la Gran Pirámide. Dicho sacerdote conocía la existencia del Libro de Toth y sabía también el lugar
exacto donde lo había guardado Kaumás.
Pocos días antes de abandonar este mundo y sabiendo que su
vida tocaba fin, el sacerdote llama a Nefer-Ka-Ptah y le pide que recupere el
libro que se encuentra sumergido en el fondo del río, el Nilo, aunque en
perfectas condiciones, pues estaba dentro de tres recipientes que encajaban
perfectamente uno dentro del otro; el peso del "Portalibro de Toth"
ascendía a varias toneladas.
El cofre era permanentemente custodiado por escorpiones,
serpientes venenosas y una serpiente inmortal cuya procedencia se decía era
interplanetario y había sido depositada allá por los "Eternos Custodios
del Libro de Toth”.
Ante la imposibilidad de realizar él solo la tarea,
NeferKa-Ptah, se dirigió por ayuda a un sacerdote de Isis que era mago, y el
que le proporcionó (según reza el papiro de donde fue extraída esta historia)
un aparato mágico para elevar objetos muy pesados. Y pensamos nosotros, en pleno siglo XX, ¿cómo
podían poseer los egipcios una grúa hidráulica que logró sacar del fondo del
río la caja, que había reposado durante años en su líquido lecho, y cortó la
serpiente inmortal en dos; cuidando de destruir una de las dos mitades para que
no se uniera nuevamente, formando así una nueva serpiente inmortal?
Se dirigió con el Libro
de Toth a palacio y, una vez allí, abrió la primera página; un extraño
destello que emanaba del libro hirió su visión, no obstante continuó leyendo;
aprendió a través de sus enseñanzas el lenguaje oculto de los números; la forma
de comunicarse con aquellos seres que habitan galaxias muy lejanas; métodos de
clarividencia por medio del estado puro de la conciencia; la situación exacta
de las entradas a los mundos dimensionales y a los mundos subterráneos; pero
aprendió una ciencia que lo llevaría irremediablemente al fin de sus días por
medio de la destrucción: a construir el espejo mágico que no devuelve la imagen
del que se mira en él, sino las horrendas entidades que suelen dominar los
pequeños y grandes actos de aquellos que no han adquirido unidad de
conciencia. Desde aquel momento,
Nefer-Ka-Ptah no pudo mirarse más en ningún espejo que no fuera ése, pues
ningún otro reproducía su imagen. Enloqueció
y una noche se quitó la vida. Cuando lo
encontraron, su cabeza se encontraba apoyada sobre un extraño espejo que
reproducía fielmente la imagen del faraón Nefer-Ka-Ptah; su mano derecha
aprisionaba "el libro prohibido".
Toth se había vengado desde su país "más allá del
río" y lo había hecho de la manera más sencilla, a decir de su libro:
"Obrando sobre la mente distante o cercana de otra persona".
En el año 300 a.C. reaparece nuevamente Toth, pero con otro
nombre, el conocido Hermes Trimegisto, creador de la alquimia. Comienza entonces la etapa de los magos, más
conocidos como alquimistas, cuyo conocimiento, según ellos mismos afirmaban,
les había sido transmitido por medio de un libro que poseía Hermes; sin
embargo, aquellos "alquimistas" que decían poseer el saber oculto por
medio de un libro hermético, que no era otro que el Libro de Toth sufrieron accidentes fatales.
Dentro del Corpus
Hermeticus, hay un texto, el "Asclepius", en el que se comenta el
poder casi absoluto que poseían las civilizaciones desaparecidas. Dice así:
"Nuestros antepasados construyeron estatuas y,
mediante un libro desconocido y de una sabiduría inexplicable, lograron
establecer contacto con la civilización que los precedió y éstos le enseñaron a
crear almas; luego las estatuas sin vida se convirtieron en sus grandes
dioses".
Luego continúa: "Estos señores que estaban presentes y
en actividad en los tiempos en que Jesucristo vino a la Tierra se retiraron
durante la decadencia de la civilización egipcia hacia su morada eterna e
inmortal que se encuentra situada más allá de las montañas de Libia".
Sin embargo, nos preguntamos nosotros, que vivimos en pleno
siglo XX, ¿cómo circulan en este momento barajas de naipes denominadas
Tarot? Se sabe que son copia bastante
fiel de aquellas láminas que llevaron al desastre a Kaumás y a Nefer-Ka-Ptah.
La historia de la difusión de los Tarots
comienza en los albores del siglo XV.
La Orden del Temple tuvo acceso en una oportunidad al ya
famoso y temido libro de Toth: todo lo que hizo fue copiar las imágenes que
ofrecían unas láminas y luego realizó un fichero de ellas, que llegan a
nuestros días bajo el nombre de Barajas de Tarot.
Según Christian Pitois, funcionario de la época de Napoleón
III, estos Tarots encierran el verdadero conocimiento oculto del Libro de Totk pero al ser en este
momento accesibles a cualquiera resulta mucho más fácil de lograr que sus
secretos no sean revelados que si aún se lo catalogase de Libro Prohibido. Una ágil y estratégica maniobra de los Hombres
de Negro para lograr mantener el verdadero secreto del Libro de Toth es permitir su natural circulación.
Evidentemente el ser humano aún no ha llegado a comprender
que, cuanto más simple y puro es el conocimiento, es cuando verdaderamente
encierra el gran secreto, el cual no se advierte por estar a la vista.
Se sabe que el Libro
de Toth reposa tranquilo y custodiado por seres inmortales; sin embargo, no
habrá de encontrarse nuevamente hasta el momento en que se logre penetrar en
las cámaras subterráneas que aún permanecen inaccesibles para los
investigadores. De él hablamos en otro
libro (cuya reedición está en trámite), El
reino subterráneo y también motivó la realización de un documental que ya
ha sido visto por infinidad de personas.
LAS ESTANCIAS DE DZYAN Y MADAME
BLAVATSKY
Uno de los libros más temidos y escondidos por los
ocultistas, debido a su origen extraño e ignoto, es, sin lugar a dudas, Las estancias de Dzyan.
A finales del siglo XVIII y en los albores del MX el
astrónomo francés Bailley hace alusión a un libro llegado de la India, pero
cuya procedencia era... venusina.
Ya en pleno siglo XX, Louis Jacolliot da al enigmático
libro el nombre al que se hace referencia en esta parte.
Como uno más de la larga lista de libros cuyo contenido
parece poseer dinamita, también éste determina que aquellos que lo poseen
sufran extraños accidentes, por lo general fatales.
Sin embargo, es Madame Helena Petrovna Blavatsky quien por
primera vez introduce Las estancias de
Dzyan en lo que solemos llamar "nuestro planeta".
Extraña mujer, Madame Blavatsky. Una breve historia de su vida nos llevará
mejor a encaminarnos por los peligrosos senderos de Las estancias de Dzyan.
Nació el 30 de julio de 1831, bajo el signo de Leo. Era una niña precoz que solía llamar la
atención de cuantos la rodeaban. Se
rebelaba contra toda rutina exigida. Era
exclusiva, original, agotaba la paciencia de aquellos que fueron sus maestros
de escuela; pero asombraba su enorme capacidad para aprender lenguas
extranjeras, así como su facilidad para asimilar los conocimientos.
El secreto de su magnetismo residía en sus innegables y, a
la vez, extraordinarios poderes psíquicos.
Los elementos naturales innatos de los que se valía Helena Blavatsky
para producir sus extraños fenómenos eran los siguientes:
1.
Un enorme bagaje de conocimientos mágicos, sumados a su
contacto con maestros ocultos.
2.
Su formidable intuición en relación con los problemas
filosóficos, el origen de las razas, los fundamentos de las religiones. Su enorme facilidad para descifrar símbolos
cabalísticos sumamente primordiales.
3.
Las circunstancias que rodeaban a su persona. Incendios voraces cuyas llamas no quemaban;
aparición de dibujos y escrituras en papeles en blanco; materialización de
objetos perdidos; campanas que sonaban sin que nadie las tocase, etc.
Madame Blavatsky tiene acceso al libro Las estancias de Dzyan de una forma misteriosamente dramática. El enigmático Libro de Dzyan (así lo llamó nuestra protagonista) se encontraba, y
se encuentra aún en nuestros días, en la "Gran Biblioteca Universal"
cuya "sede central' está situada en una enorme estancia de algo más de 250
m de profundidad bajo el cordón de la vertiente del Himalaya, y es propiedad
del Rey del Mundo. Nadie, absolutamente
ningún ser humano tiene acceso al Gran
Libro de los Misterios
Develados. No obstante, Helena
Blavatsky tuvo acceso a él por 'imposición" de su maestro.
Una tarde, encontrándose Madame Blavatsky en El Cairo, ve
materializarse, ante sus acostumbrados ojos a este tipo de fenómenos, un libro
que no poseía tapas sino que eran tablillas labradas de símbolos. Como comprendía todo tipo de simbología,
comenzó a notar las enseñanzas que le brindaban esas tablillas y así tuvo acceso
al conocimiento más extraordinario que puede tener el ser humano.
El coronel Olcott dejó de existir el 17 de febrero de 1907,
en la India. Tuvo oportunidad de leer en
varias ocasiones manuscritos que él dejó a su amigo, Mr. Jefferson Crew, y cuyo
hijo, a su vez, es en la actualidad uno de mis amigos.
Obran en poder de Jefferson Crew (hijo) aquellos papeles
arriba mencionados, que son una especie de Diario que comienza el día 17 de
febrero de 1879, día en que el coronel Olcott pisó por primera vez tierra hindú
y donde permaneció hasta el día de su muerte.
Olcott era un gran amigo de Helena Blavatsky, al punto de
haber recorrido el mundo a su lado, como amigo, protector y colaborador.
He ojeado el diario de Olcott muchísimas veces y se puede
decir que, durante 28 años, este señor recopiló asuntos realmente interesantes
sobre Blavatsky. En el capítulo que se
refiere a Las estancias de Dzyan se
lee lo siguiente, tomado directamente al dictado de Madame Blavatsky:
"La palabra 'cainismo' significa 'Religión-Sabiduría',
una antigua religión, de más de 85 siglos, que fue patrimonio y fuente de
enseñanza de aquellos seres que habitaban el planeta bajo el nombre de
'Iniciados', seres venidos de las estrellas.
La raza de los hombres venidos de las estrellas,
'Iniciados' de orden sumo, se denominaban: CAINA o INCA, que regían en aquel
momento los pasos de la Humanidad y que luego volvieron a sus refugios
subterráneos para seguir rigiendo, hasta nuestros días, los vacilantes y
temerosos pasos de un mundo en decadencia que es la Tierra. Los cainas habitaban junto al Rey del Mundo.
Las palabras Dzan, Djan, Dzyan, Jana o Dhyana, no son otra
cosa que la forma en que los cainas o incas denominaban a su
'Religión-Sabiduría'.
Algunos de los pasajes de Las estancias de
Dzyan son los siguientes:
1.
El Eterno Padre,
envuelto en sus siempre invisibles vestiduras, había dormitado una vez más por
Siete Eternidades.
2.
El Tiempo no
existía, pues yacía dormido en el Seno Infinito de la Duración.
3.
La Mente
Universal no existía, pues no había vehículo para contenerla.
4.
No había Desdichas
porque no había quien la produjese.
5.
Sólo había Tinieblas.
6.
No había Silencio.
7.
No había Sonido.
8.
El Uno es Cuatro
y los Cuatro toman para sí los Tres y su unión determina el Siete.
El Libro de Dzyan
contiene, entre otras cosas, la construcción de armas que funcionan por energía
atómica. Quien pueda tener acceso a este libro excepcional creerá estar leyendo
una novela de ciencia-ficción.
Los ocho pasajes que he mencionado nos dan la pauta de que
hace ya cientos de siglos la energía atómica era utilizada y había
desencadenado una catástrofe de enorme magnitud".
Hasta aquí lo expuesto por el coronel Henry Steel Olcott en
su diario particular.
El hecho de haber tenido en su poder el famoso libro fue la
causa de las vicisitudes vividas por Helena Blavatsky y que paso a enumerar:
Año 1852: Madame Blavatsky se dirige a la India, allí
obtiene, se desconoce por qué mediación, un ejemplar completo del Libro de Dzyan; lo lleva con ella a
todos lados y jamás se desprende de él.
Es en esa época cuando es más notoria su predisposición paranormal;
indudablemente era poseedora por ese entonces del "Secreto de la Gran
Magia".
A partir de 1855, encontrándose en Calcuta, comienza a
recibir avisos. En éstos se le dice que
"si no devuelve a su verdadero dueño el Libro corre serio
peligro". Ella hace caso omiso de
estas amenazas y continúa utilizando el conocimiento oculto del libro.
En 1860 cae gravemente enferma, desconociéndose el mal que
la aqueja, por no poder establecer los médicos un diagnóstico clínico acertado
a causa de los extraños síntomas.
Hasta 1863, con el libro y la enfermedad a cuestas, huye de
un lado a otro por Europa y Asia; la persiguen.
En el año 1870, cuando regresaba desde Oriente a bordo de
un barco que cruzaba el Canal de Suez, se produce una explosión demoníaca que
termina con el barco y sus ocupantes; sólo una persona y un objeto se salvan
milagrosamente del atentado, Madame Blavatsky y el libro Las estancias de Dzyan.
En 1871 se dirige a Londres para dar una conferencia de
Prensa. Alguien en medio de esa reunión
dispara contra ella, cuando se logra apresar al presunto asesino, éste
atestigua que no sabía lo que hacía; su mente fue teledirigida y no pudo
resistir la orden. ¿Quién poseía o conocía en esa época poderes capaces de
influir en la mente humana? ¿Tal vez ondas emitidas por una sensible maquinaria
que funcionara con energía atómica?
Temerosa de que le roben el "Libro" que aún
obraba en su poder, decide guardarlo en la caja fuerte de un moderno hotel
inglés; el manuscrito desaparece sin dejar rastro.
Madame Blavatsky no cede en su intento de continuar dando a
conocer el contenido del Libro.
Reaparece nuevamente en público, pero esta vez asombra a todos: ha
logrado, se desconoce por qué medios, otro ejemplar de Las estancias de Dzyan, otra vez escrito en un idioma desconocido
para aquella época y aún para la actual, el "senzar"; según ella,
idioma intergaláctico. Decide traducir
parte del texto al inglés, y así lo hace; prueba de ello son los fragmentos que
el coronel Olcott escribió en su Diario.
El presentar en un idioma conocido el perseguido libro da
lugar a que sus Enemigos Desconocidos comiencen una acción despiadada que
sumirá a Madame Blavatsky en un deplorable estado físico y mental.
Las estancias de
Dzyan, escritas en senzar y traducidas al inglés, desaparecen
misteriosamente de su lado.
Helana Petrovna Blavatsky deja de existir en Londres en el
año 1891; antes de su muerte, muy poco tiempo antes, escribe lo que pasaré a
transcribir fielmente, obtenido nuevamente del diario del coronel H.S. Olcott,
y cedido gentilmente por mi amigo Jefferson Crew (hijo):
Yo, Madame Blavatsky, que pronto habré de morir, visto que estoy
injustamente condenada, manifiesto que los fenómenos que son causa de mi
prematuro fin continuarán por siempre jamás.
Pero, muerta o viva, imploro a mis hermanos y amigos que no los den a
conocimiento público para satisfacer la curiosidad de la gente que alega
pretensiones científicas.
Sobre mi lecho de muerte, en Adyar, el 5 de febrero de 1885.
Una vez más encontramos a los Hombres de Negro en acción;
en este caso, en particular a partir de 1855: consiguieron derrotar a Madame
Blavatsky en 1891 y recuperar otro de los tantos libros cuyo contenido abriría
las puertas de un mundo desconocido.
La conspiración contra el conocimiento oculto continúa; tal
vez nunca acabe: el hombre del siglo XX perdió su capacidad de lucha por lograr
la evolución perdida; aquella de la que nos habla o nos enseña a recuperarla el
libro por el cual los Hombres de Negro llegan a... asesinar: Las estancias de Dzyan.
EL CONTENIDO DE LAS ESTANCIAS DE DZYAN
Entre los numerosos libros prohibidos con los que contaba
Madame Blavatsky en su oculta biblioteca, se encontraba el enigmático Las estancias de Dzyan, del que recién
hablábamos.
De origen desconocido y extraterrestre, su contenido era
terrorífico y exquisito a la vez.
Enseñaba la fuerza mágica que contenía el oro. Al hablar de los planetas aclara:
"Mercurio, como planeta astrológico, es más oculto y
misterioso que el propio Venus, e idéntico al Mithra Mazdlita, el genio Deva
establecido entre el Sol y la Luna, y el compañero perpetuo del Sol de la
Sabiduría. Es el áureo Mercurio a quien
los Hierofantes prohibían nombrar. Es el
Argos que vela sobre la Tierra. Mercurio
y el Sol son uno; Mercurio se halla tan cerca de la Sabiduría y de la Palabra
de Dios (el Sol) que con los dos fue 'confundido'”.
Luego habla de las Matemáticas que conocemos y de aquellas
que desconocemos. Al respecto dice
textualmente en Las estancias de Dzyan:
"Cuando la ciencia oficial entre por la senda de la
tolerancia, los hombres llegarán a abarcar la armonía del conjunto del
Universo. Esa tolerancia sólo se
encuentra en su totalidad en las Matemáticas, las cuales degeneraron en simples
pruebas numéricas que invariablemente siempre acusan un error, admitido también
por la ciencia oficial bajo el término 'tolerante'. Pero el significado de esta palabra es
'exactitud'; cuando la 'tolerancia' en términos matemáticos sea introducida
dentro de la ciencia actual, las Matemáticas, cuna no de todas las ciencias
sino de toda la energía que generó el planeta, serán mejor conocidas y
comprendidas por la Humanidad. El mundo
invisible está unido por una inextricable red matemática con el visible. Todo el secreto de la Tolerancia Matemática
se encuentra alojado en el Principio de la Razón Inversa, o sea, el producto de
dos variables, creciente la una y decreciente la otra. La fórmula pitagórica nos da la pauta de la
'no tolerancia' en Matemáticas; el original es:
X x Y = K
fórmula en la que X e Y son las dos
variables, vale decir la dúa pitagórica
y el K el valor constante de la siempre incognoscible Mónada, valor que tomado como sistema ecuacional para conocer la
'fórmula tolerante matemática' que descorre los hilos que separan lo visible de
lo invisible, debería ser tomado así: X2 = K. Al eliminar Y y
quedarnos con X nos da la pauta de los 'agregados' que se le han hecho a las
matemáticas actuales para mantener secreto y oculto aquello que la Humanidad
debe conocer.
X2 = K significa 'Como es arriba es
abajo"'. Se trata de una de las
leyes universales de El kybalion,
creado por Hermes.
EL FUNCIONAMIENTO PSIQUICO DE LOS H.d.N.
ATENCIÓN....
ATENCIÓN, ese hombre se va a comunicar con un agente enemigo. En este momento
piensa tomar un taxi rumbo a la plaza Jorge Washington. Debemos detenerlo. ¡No puede escaparse!"
El agente Psi reaccionó rápidamente y llamó por su pequeña
radio al grupo de operaciones más pró3dmo.
Ellos se encargarían de terminar el trabajo, él había concluido el suyo.
¿Pero, cuál fue la misión del agente Psi?
Una profunda y pertinaz guerra psicológica libraron los
agentes secretos de Rusia y Estados Unidos.
Su afición a descubrir nuevas situaciones de espionaje movieron a que
grupos de personas minuciosamente entrenadas se enfrentasen en los puntos más
estratégicos del continente. Se conocen,
saben de la capacidad de cada uno de ellos y tratan de destruirse.
La persecución fue, y quizás es, tenaz. Si bien no hay pruebas contra el que aparenta
ser un turista y que se pasea por la ciudad buscando algo, tratando de
descubrir alguna pista, sin embargo en la mente del agente Psi de
contraespionaje surge un indicio, sospecha de algo.
Así siempre se los ve a los H.d.N.
Un equipo entrenado
Para responder a esta pregunta debemos remontarnos a
algunos años atrás. Primero comenzarán
los alemanes a practicar con varios hombres que posean poderes hipnóticos y
telepáticos superiores. Se quería
organizar un equipo de agentes especializados en adivinar las intenciones del
enemigo mediante un gran desarrollo telepático.
Pero la guerra absorbió a muchos científicos y el experimento quedó
trunco, hasta que un agente del contraespionaje militar encontró en los archivos
nazis rastros de este experimento. Con
gran atención estudió todo el asunto y elevó un informe a sus jefes. Estos comprendieron el problema y crearon un
grupo especializado en telepatía.
Al mismo presidente Truman se le ofrecieron varios
experimentos de transmisión y adivinación de pensamientos. El entonces mandatario de Estados Unidos
comprendió el valor que tenían y, con el consentimiento de Truman, organizó un
curso de telepatía que fue desarrollado por un departamento secreto del
Pentágono. En él, durante horas, semanas
y meses, los hombres reciben en un lugar muy secreto, rodeado de bosques,
lecciones de telepatía. Son ejercicios
basados en el sistema tibetano de meditaciones continuas sobre objetos
cercanos. Luego, estos objetos son
alejados hasta que la mente los va ubicando a pesar de las distancias.
Pero así como Estados Unidos prepara y entrena a sus
hombres, Rusia no le va en zaga. Por el
contrario, ubicaron al grupo de agentes Psi y decidieron enfrentarlos mediante
un doble juego. Por un lado sus
científicos, todavía con obstáculos políticos, se lanzaron a la búsqueda de
bases fundadas para el estudio de la parapsicología. Encontraron a muchos individuos dotados. Con gran sorpresa advirtieron que la mayoría
de ellos provenían de los lugares más alejados de Moscú, especialmente de
Siberia, donde al parecer las condiciones más primitivas han logrado el
desarrollo de telépatas. Además, los
parapsicólogos de la URSS recuerdan que un día Stalin recibió a un alemán
Messin-, quien demostró que podía hipnotizar a los mismos guardaespaldas del
dictador rojo y leer sus pensamientos.
Ante esta perspectiva, un nuevo mundo se abría para los sabios
materialistas rusos, porque la guerra contra el mundo libre exige nuevas armas
y medios.
Hoy en día, caída la URSS, la KGB sigue en
pie.
Nuestro hombre en Praga
Praga, la ciudad medieval, con barrios de casas pequeñas,
de misterios, fue donde los alquimistas realizaron sus primeros
experimentos. Allí trabajaban distintos
agentes Psi. Los ojos de los agentes de
la CIA se han fijado sobre un profesor de mediana edad y estatura, de ojos
claros y de pelo abundante y ondulado.
¿Quién es este hombre de apariencia normal, pero
considerado como el hombre más peligroso por la CIA?
Su ficha -de color amarillo y negro, que significa hombre
muy vigilado-, dice así: "Dr. Milan
Ryzl, bioquímico, nacido en Praga en 1928, se recibió de doctor en Ciencias en
la famosa Universidad de San Carlos de Praga.
Sus mejores experimentos los realizó mediante la hipnosis, tratando de
desarrollar las capacidades extrasensoriales de sus alumnos. Hasta el momento se mostró sumamente
eficiente logrando que muchos de ellos puedan leer en las mentes de otras
personas sus más íntimos pensamientos.
Otras investigaciones arrojaron que Ryzl tenía contactos oficiales con
centros de parapsicología norteamericanos y que muchos de sus mejores alumnos
habían visitado los Estados Unidos.
Hombre inteligente, audaz, es constantemente vigilado por los agentes
secretos de la CIA”.
Hace tiempo se han perdido las pistas del Dr. Ryzl. Sólo se sabe que está a salvo y que su
escuela fue tomada secretamente por un grupo de agentes rusos de la sección
parapsicología de la KGB.
El equipo Psi de los Estados Unidos trató de acercarse a
los militares rusos en la época de la guerra fría, disfrazados de diplomáticos,
periodistas, artistas, turistas. Vagaron
y vagan por las calles de Moscú en busca de direcciones especiales, luego se
ubican cerca y se concentran en leer los pensamientos de algún mariscal
soviético. Así en todo el mundo, en la
actualidad, la guerra psicológica ha comenzado.
Tú también puedes estar vigilado en este presente. Los H.d.N funcionan así, sin ninguna duda.
GUERRAS PARAPSÍQUICAS Y EL GRUPO "SB"
Los Hombres de Negro desarrollan una guerra secreta, fría,
que procede de la noche de los tiempos.
Ellos son los encargados de desencadenar un conflicto bélico cuando los
puntos de mira de potencias tales como Estados Unidos, China, Rusia o Alemania
se dirigen hacia nuevos descubrimientos nucleares o avances tecnológicos tal
vez demasiado peligrosos para sus intereses personales; como dijimos, esta
problemática supera los hechos OVNI y parapsicológicos, como han analizado
frecuentemente otros autores.
El secreto de la guerra nazi no se basó solamente en una
campaña de apogeo logística sumamente importante, sino que gran parte de su
desarrollo estuvo asentado en el estricto seguimiento de las normas de un libro
secreto que obraba en poder del III Reich y que había llegado a sus manos por
medio de un anciano desconocido cuyo origen era judío. Dicho desconocido exigió en pago del libro la
suma de setecientos mil millones de francos, dinero que nunca llegó a sus
manos, pero en cambio el libro sí salió de sus manos. Da la casualidad que el anciano judío exigía
en pago una suma que era idéntica al monto total del capital del que era
propietario Adolf Hitler. Adolf Eichmann
fue el último en saber dónde se encontraba el diabólico libro; y por expreso
encargo del Fuhrer enterró francos y libro en el Blan Alm. A partir de ese momento comenzó la acción
simultánea del espionaje, los Hombres de Negro y la organización
"SB".
Nunca se pudo descubrir el lugar exacto donde yacía el
tesoro, pues Adolf Eichmann nunca dijo dónde lo había escondido; y luego, como
es de conocimiento público escapó a la Argentina y se perdió dentro de ese
enorme país hasta que lo encontraron y lo llevaron a Israel para juzgarlo con
posterior muerte, guardándose así el gran secreto.
Pero hubo alguien que sabía dónde estaba el secreto del III
Reich, que no eran precisamente los setecientos mil millones de francos, sino
el famoso libro, un libro que hablaba de una guerra táctica en donde se daba
conocimiento del uso y montaje de máquinas minúsculas con potencial de
elevadísimo magnitud mortífera. Pero ese
libro estaba maldito; la leyenda decía que era un libro con el que jamás se
podría comerciar; ese libro no se vendía ni se compraba, simplemente se entregaba,
y Adolf Hitler quiso comprarlo.
El "Shin-Beth" israelí es, en la actualidad, uno
de los servicios secretos más célebres y más temidos en todo el mundo. La sigla "SBI, es temida por aquellos
cuyas actividades de contraespionaje puedan ser detectadas por el
"Shin-Beth".
Primitivamente, el "Shin-Beth" estaba formado por
un pequeño puñado de hombres que no llegaban a 20 personas; luego, comenzó a
crecer la organización y hoy son cientos que se encuentran situados
estratégicamente por todo el mundo; entre sus filas militan unos extraños caballeros
vestidos de negro.
Adolf Eichmann fue detenido por esa organización e
interrogado exhaustivamente; el motivo, además de las muertes y atrocidades que
realizó, era averiguar la ubicación exacta del tesoro del III Reich:
setecientos mil millones de francos, y el misterioso libro cuya turbia historia
inquieta a más de uno, y sobre todo a aquel que sabe dónde está escondido.
Las averiguaciones no llegaron a ninguna parte y mediante
la implantación de sensores de mando en determinadas y específicas áreas cerebrales,
entre otras el hipotálamo, se comenzó a "crear" lo que Adolf Hitler
llamó equivocadamente “la nueva raza".
Estos agentes secretos, poseedores de cerebros teledirigidos realizaron
acciones macabras; pero cuando el III Reich murió, los hombres con sensores
implantados quedaron sin control. No
obstante, cumplieron una última misión que les había sido encomendada desde un
principio: esconder en un lugar inaccesible pero determinado toda la fortuna de
Adolf Hitler; el manuscrito y los setecientos mil millones de francos.
Hacia 1946, un austríaco llamado Bernard Klinger se
presentó ante las autoridades del Deuxieme Bureau francés alegando saber el
lugar exacto donde se había escondido el fabuloso tesoro; se refería al lago
Toplitz, en pleno centro de los Alpes austríacos. ¡El gran tesoro Nazi!
Si bien los agentes franceses tomaron buena nota de la
información, el hecho no trascendió hasta que en el año 1952, durante el mes de
agosto, desaparecieron dos jóvenes alemanes, quienes antes de partir de sus
respectivos hogares manifestaron a sus familias que salían de pesca hacia el
lago Toplitz. Sus nombres eran Kurt
Gerens y Hans Keller; el cuerpo del primero fue encontrado sin vida,
decapitado, y al fondo de un precipicio; al segundo, nadie volvió a verlo
jamás.
Dos alegres alpinistas, Helmut Maym y Ludwing Pichler
partieron una clara mañana de mayo de 1958 a escalar la ladera oeste de una de
las montañas que protegen el lago Toplitz.
Los encontraron asesinados; en la mano de uno de ellos se halló un trozo
de tela de lana negra; los Hombres de Negro continuaban en su lucha contra el
conocimiento oculto; pero la organización de los H.d.N. no sabía que no era
precisamente ése el lugar donde los "agentes secretos electrónicos"
del III Reich habían ocultado el tesoro.
Lo sabía Adolf Eichmann y otro personaje, el sucesor de
Hitler, que también se llevó a la tumba el secreto: Martín Bormann, para muchos
el esperado formador del Cuarto Reich.
Durante mucho tiempo, en las páginas de Cuarta Dimensión, se publicaron extensos
y pormenorizados artículos sobre "El Nazismo Mágico", escritos por un
talentoso periodista, hoy profesor de inglés, Juan Norberto Comte, donde se
mostraron hechos que conmocionaron a nuestros lectores por la excelencia de la
fuente investigativa. ¡Hoy es primera plana periodística el famoso Gran Tesoro
Nazi!
ELUSO DE LA INVISIBILIDAD
Sospecho que es uno de los sueños más acariciados por la mayoría de los hombres. ARTHUR C. CLARKE
EL
"HOMBRE INVSIBLE" es una fantasía que no ha dejado de inquietar a la
ciencia, pues en términos generales, no constituye una flagrante violación de
las leyes de la naturaleza. De hecho,
existen elementos que no pueden ser vistos.
La mayoría de los gases son invisibles, también lo son algunos líquidos
y bajo determinadas circunstancias unos cuantos sólidos son tan difíciles de
ver como el aire.
Sin embargo, la idea de la invisibilidad objetiva del
hombre pertenece naturalmente al ámbito de la fantasía científica. De todos los creadores que han abordado el
tema a partir de Cyrano de Bergerac, el más difundido y celebrado ha sido sin
duda, H. G. Wells, cuya novela El hombre
invisible puede considerarse como un clásico del género fantástico.
"Aunque esta confesión me haga aparecer algo ridículo
o atrasado -ha escrito Arthur C. Clarke-, considero que uno de los grandes
momentos del cine fue cuando Claude Rains (que encarnó en un film memorable al
personaje de Wells) se quitaba los vendajes de la cabeza... y dentro de los
mismos no había absolutamente nada."
A pesar de su argumento lineal, demasiado simplista para
nuestra época sofisticada, la novela de Wells aportaba algunos conceptos de
interés sobre la fabulosa transmutación.
La invisibilidad -comentaba el protagonista-, depende de la acción de
los cuerpos visibles sobre la luz. Un
cuerpo, o absorbe la luz o la refleja o la refracta.
Si se coloca una lámina de vidrio ordinario en algún
líquido más denso que el agua, se desvanecerá totalmente, por cuanto la luz que
pasa del agua al vidrio sólo es reflejada y retractada muy débilmente. Si se rompe una lámina de vidrio y se reducen
a polvo los fragmentos, el vidrio se hace mucho más visible que antes, se
convierte en un polvo claro, opaco. Esto
se explica porque la pulverización multiplica las superficies del vidrio en que
se produce la refracción y reflexión. En
la lámina de vidrio sólo existen dos superficies; en el polvo, en cambio, la
luz es reflejada o retractada por cada grano que hiere, mientras que muy poca
lo atraviesa directamente. Pero si el
vidrio blanco pulverizado se introduce en el agua, desaparece en seguida, pues
tienen poco más o menos la misma característica. Una cosa transparente se hace invisible
cuando se la coloca en cualquier medio de la misma condición refractivo.
El papel, por ejemplo, está hecho de fibras transparentes y
sólo es blanco y opaco por la misma razón que el polvo de vidrio. Si el papel blanco se aceita, llenando con el
líquido los intersticios entre las partículas, de modo que no haya refracción o
reflexión sino en las superficies, se hará transparente como el vidrio. Y no sólo el papel: sucedería lo mismo con la
fibra de algodón, la fibra de cáñamo, la fibra leñosa, los huesos, la carne, el
cabello, las uñas y los nervios. Todo el
organismo humano, excepto el rojo de la sangre y el pigmento negro del pelo,
está formado de tejido transparente, incoloro.
EL HOMBRE INVISIBLE SERÍA CIEGO
Estas apreciaciones, tal vez superficiales, pero no exentas
de audacia, resultaron un buen prólogo para el extraordinario suceso. Griffin -el personaje de Wells- agregó al
hecho de ser albino un supuesto descubrimiento en fisiología referente a la
decoloración de la sangre y el cuadro quedó de esa manera hábilmente
compuesto. Luego, con un misterioso
aparato completó la obra, rebajando la característica de refracción de su
cuerpo. Hasta aquí los recursos
imaginativos de uno de los escritores más notables de nuestro tiempo.
Sin embargo, más allá del dominio de la fantasía se han
realizado numerosos esfuerzos por arribar a tales resultados. Se trató especialmente de otorgar al cuerpo
humano un índice de refracción semejante al del aire. Pero dicho índice varía con el lugar y en un
mismo lugar, con el tiempo.
Particularmente, depende del vapor de agua contenido en la atmósfera.
¿Cómo conseguir entonces que las diferentes partes del cuerpo -diferentes desde
el punto de vista óptico- puedan adquirir en cierto momento un índice de
refracción igual al del aire y seguir fieles a las variaciones de ese
índice? Todo parece indicar que la
invisibilidad, aunque Perfectamente lograda en un instante preciso, no podría
permanecer sino en condiciones excepcionales.
Existe aun otra objeción, más seria todavía. Mauricio Renard la señaló en su obra El hombre que deseaba ser Invisible, y
dentro del ámbito de la fantasía destruye también las pretensiones del famoso
profesor Griffin. El hombre invisible es
esencialmente un ser cuyos tejidos dejan pasar los rayos luminosos como si no
e3dstieran. Los tejidos de los ojos no
escapan a esa regla. Son incapaces de
absorber la luz para convertirla en sensaciones luminosas, por lo cual,
lógicamente, un hombre invisible es también un hombre ciego. Ese es el triste epílogo del héroe de
Renard. Privado del uso de sus ojos al
terminar su experimento, se imagina realmente invisible, creencia en la que lo
mantienen piadosamente sus padres.
LA VIBRACIÓN Y LA HIPNOSIS
Otro de los métodos posibles para lograr la invisibilidad
es de las vibraciones. Aunque altamente
improbable, es algo más plausible que la ingenua operación química ideada por
Wells. Se basa en una analogía familiar;
todo el mundo sabe cómo se desvanecen las aspas de un ventilador eléctrico
cuando el aparato está en marcha a gran velocidad. Supongamos ahora que todos los átomos de
nuestro cuerpo pudieran vibrar u oscilar a una frecuencia lo bastante alta como
para tornar el cuerpo invisible. La
analogía es apasionante, pero engañosa, pues no vemos a través de las aspas,
sino por detrás de ellas. Además existe
otra complicación más desafortunada. La
vibración significa calor y nuestras moléculas y átomos trabajan ya lo más de
prisa que podemos resistir. Antes de que
un hombre lograse la invisibilidad quedaría incinerado.
Como se ve, los caminos parecen cerrarse, pero aún quedan
sorprendentes vías de acceso, por ejemplo, hacia la invisibilidad
subjetiva. Un hipnotizador experto puede
persuadir a un sujeto de que no ve a cierta persona y es tal el poder de la
mente humana que el sujeto se convence totalmente de ello. Esto es casi tan sorprendente como una
invisibilidad genuina, y sugiere que, en las debidas circunstancias y bajo las
influencias adecuadas, una persona u objeto podría efectivamente quedar
invisible para un grupo de personas que estuvieran seguras de hallarse en plena
posesión de todos sus sentidos.
Al margen de esta invisibilidad subjetiva, restan aun dos
posibilidades. La primera podría ser la
del "hombre que atraviesa los muros", y la última, ubicada en plena
fantasía, el acceso de un ser al mundo de la cuarta dimensión. Y sin los trucos de David Copperfield.
SÓLIDOS QUE SE INTERPENETRAN
El escritor de anticipación Murray Leinster ha hecho
diversos aportes sobre el tema de la interpenetración de la materia. En una de sus obras señala que los cuerpos
“sólidos" son prácticamente espacio vacío... únicamente puntos de
electricidad en un enorme vacío. Los
espacios internos de los átomos son, en proporción, tan grandes como los
existentes entre los planetas y las estrellas.
Igual que dos sistemas solares, o incluso dos galaxias pueden pasar, una
a través de otra, sin que tenga lugar una sola colisión física, así dos sólidos
podrían interpenetrarse si supieran cómo hacerlo.
Al respecto, Leinster emplea una ingeniosa analogía. Dos juegos de cartas pueden ser pasados uno a
través de otro, sin resistencia alguna, si se mantienen bien paralelos. Mezclémoslos de forma que las cartas apunten
en todas direcciones y ya será imposible.
Lo que se necesita es un campo polarizante que oriente todos los átomos
de un cuerpo; si eso se consigue, dos sólidos podrán deslizarse uno a través de
otro como los juegos de cartas paralelos.
Es cierto que el sistema solar y las galaxias pueden
interpenetrarse sin ninguna colisión física, pero la experiencia deja una marca
indeleble en el conjunto de ambos sistemas.
De igual forma, si dos objetos pasan uno a través del otro, las fuerzas
entre sus átomos y moléculas producirían tantos cambios que quedarían alteradas
las materias hasta ser irreconocibles.
Los gases y los líquidos pueden interpenetrarse porque casi no tienen
estructura interna; son amorfos y ningún cambio en la disposición de sus átomos
causa en ellos la menor diferencia. Pero
los sólidos poseen una estructura interna muy compleja que es mantenida por
diversas fuerzas energéticas; si éstas se alteran, el cuerpo se convierte en
otra cosa y el proceso no puede ser cambiado.
Cualquiera que lo dude puede tratar de reconstruir un huevo roto, y esto
no sería sino un problema pequeño en comparación con la restauración de dos
sólidos que se hubiesen interpenetrado.
Existe finalmente una ruta -por ahora prácticamente
desconocida- que podría eventualmente conducir a la cuarta dimensión. Pero aquí llegamos al área brumosa de la
hipergeometría y de las limitaciones sensoriales. Todo se desvanece en especulaciones
ingeniosas mientras el hombre se debate frente al muro de sus condicionamientos.
La historia del joven profesor Griffin cuyos "miembros
se hacían cristalinos, los huesos y las arterias se desvanecían, los pequeños
nervios blancos eran los últimos en volatilizarse..." quedará por mucho
tiempo, y tal vez para siempre, como la del héroe de una proeza imposible. Sin embargo, sólo el futuro con sus
imprevisibles avances científicos podrá decir la última palabra sobre la
realización de esta ambición extremada del hombre.
Esta es otra técnica que usan los H.d.N. ¿Recuerdan Bahía
Blanca? Ya se conoce el avión que el
radar "no puede ver". En el
futuro será una realidad la última gran teoría de Einstein: la teoría de los
Campos Unificados, utilizada en el famoso Experimento Filadelfia.
Con toda seguridad, se llegará a la
invisibilidad...
LOS SIN SOMBRE:
PODEROSOS SEÑORES,
DUEÑOS DE LA TIERRA
DESDE
LA MÁS REMOTA antigüedad se habla de ellos con respeto y temor. Son voluntades Superiores que condicionan el
curso de la historia conforme a enigmáticas finalidades sólo por ellos
conocidas. Pueblos e individuos son
señalados para cumplir destinos y así el devenir humano no es un ciego
acontecer del azar sino un camino predeterminado.
Gustavo Mayrinck, en su obra El dominico blanco, los define
como un grupo de hombres que rigen los destinos humanos para evitar el caos y
orientar a la sociedad hacia un plano de justicia accesible a todos.
Este gobierno oculto se serviría de emisarios que actuarían
en el seno de la sociedad humana, sirviendo ciegamente a los Desconocidos en el
cumplimiento de sus objetivos. Provistos
de excepcionales poderes, los emisarios se ubican cerca de los grandes
conductores y líderes, influenciando su voluntad o imponiendo directamente
sobre su mente las directivas que se desean alcanzar. Benjamín Disraeli, estadista inglés, y el
mismo Lenin, lo dejaron entrever al afirmar que por encima de lo conocido,
existían hombres enigmáticos que eran quienes verdaderamente imprimían las
determinantes históricas.
No obstante sus altruistas declaraciones, los Superiores
superponen sus objetivos a cualquier consideración humanitaria, ya que el fin
justificaría, según su filosofía, los medios, y si es necesario se echará mano
de cualquier recurso para el cumplimiento de sus designios.
Un personaje de la historia, para el juicio humano, puede
haber sido nefasto, pero para ellos útil.
Entonces lo dimensionarán con un poder increíble. Por ejemplo Atila o Hitler. Sobre este último se sabe bastante acerca de
la influencia que sobre él ejercía la dominación invisible.
Thimothee Ignaz Trebitsch Lincoln, en 1919 fue consejero
del general Ludendorff, el hombre que inyectó a Alemania, desde aquel entonces,
odio ciego a los judíos y masones. Y de
él se sabe que estaba muy complicado con la Orden Iniciática Ordo Templi Orientis, fraternidad oculta
que sostiene la creencia de los Superiores Desconocidos. Más tarde se constituyó en la eminencia gris
del partido nazi durante los primeros años.
En la década del 20, viajó al Tibet según parece a concertar un pacto
con altas jerarquías del poder invisible.
Se menciona el nombre de El Lama
de los Guantes Verdes, misterioso designatario que serviría de enlace entre
los humanos y los Superiores. Por él
quedaría acordada la utilización de Hitler, irrefrenable megalómano, pero
poseedor de una notable mediumnidad, con capacidad para recibir con facilidad
órdenes y directivas mentales del mundo invisible. No creemos que Hitler sirviera
conscientemente a ningún tipo de directivas esotéricas, se lo hubiera impedido
su tremendo orgullo y vanidad; pero las fuerzas que sobre él pesaban, ejercían
influencia, sutilmente, por inserción de tendencias e inclinaciones en el nivel
subconsciente.
Pero lo que aterra son los propósitos que inspiraban este
plan. Otorgaban poder y victoria sobre
los pueblos del mundo con el compromiso de implantar una filosofía de selección
y discernimiento racial, con exterminio de los inadaptados e inadaptables.
No conocemos en detalle la urdimbre política de los tiempos
muy viejos de la historia, pero ciertos episodios delatan ocultos
designios. Hace más de 3500 años reinó
en el Alto y Bajo Egipto, el faraón Akenatón.
De él podrán decir lo que quieran algunos historiadores egiptólogos,
pero lo cierto es que fue el gran reformador religioso de la antigüedad. Lo que resta aún averiguar es si la Gran
Reforma que impuso en la religión fue inspirada o producto de su propio
discernimiento. Las fechas de su vida y
su muerte son inciertas, y según la destacada historiadora Desroches Noblecourt
¡existiría la posibilidad de que hubiera preparado su reforma a la edad de
nueve años! Esto es inadmisible y debe
admitirse una vez más la existencia de un personaje cercano a su trono como
fuente de inspiración. Tal vez alguien
llamado "Padre Divino Ay", personaje de un exagerado misticismo,
quien a la muerte de Amenofis III, el rey hereje, había desatado una
persecución contra las imágenes de los dioses, rompiéndolas, y asesinado
cruelmente a su sacerdotes, hasta el punto de que le llamaban "el Gran
Perverso". En fin, un verdadero
Hitler de la remota antigüedad, tal vez conectado a un poder invisible superior.
Más cerca de nuestros tiempos, durante los dos últimos
siglos, existieron varias eminencias grises, surgidas de un ignorado trasmundo,
que desempeñaron un papel demiúrgico en el curso de la historia moderna.
A Cagilostro se le atribuye participación ideológica en la
preparación subterránea de la Revolución Francesa, y el conde de Saint-Germain,
entre 1752 y 1762, participa de las intrigas diplomáticas y es servidor,
consejero y hasta espía de Luis XV. Ambos,
Cagilostro y Saint Germain, pertenecen a logias secretas esotéricas. De ellos se dice que si bien aparentemente
parecían responder a los intereses de algún rey o príncipe, en verdad no
actuaban para nadie terrenal y respondían plenamente a potencias invisibles,
quienes deseaban el desarrollo de una política de revoluciones en Europa que
debilitara el poder de las monarquías, permitiendo el surgimiento de ideas
renovadoras. La otra cara hace de Saint
Germain un maestro ascendido, posiblemente, en otra encarnación.
De los Superiores se menciona como natural residencia
lugares subterráneos desde donde ejercían su gobierno sobre la Tierra. Shamballah, El Agartha, cavernas bajo los
Andes, o tal vez el fondo de algún océano.
Pero los grandes iniciados saben que estos sitios sólo cubren parte de las
posibilidades multiubicadas de estas potencias invisibles. Lo que sí parece cierto, es que escogen a sus
emisarios entre destacados miembros de sociedades iniciáticas, algunas
tradicionales y otras casi desconocidas, pero de viejísimo data. Rosacruces, Masones, Teósofos, las más
conocidas (pero no las más importantes de las sociedades esotéricas), que
imparten enseñanza a sus discípulos sobre la base que constituye la parte
visible de un gobierno oculto, integrado por aquellos que han alcanzado los más
altos grados de la iniciación. (Véase mi libro El reino subterráneo.)
Hay registros, claros y terminantes, de la participación,
directa o secreta, de estas sociedades en hechos de trascendencia
histórica. Especialmente a la Masonería
se la ha señalado infinidad de veces como ejecutara ideológica de revoluciones,
guerras y movimientos sociales de significación. Hasta tal punto es clara esta actividad que
unas veces se lo ha declarado y otras denunciado públicamente con aporte de
pruebas inobjetables. El reciente caso
del juicio seguido en Europa a destacados hombres de gobierno por su
integración masónica es índice claro de la profundidad de la penetración en
esferas oficiales de sus miembros.
Yves d'Alveydre, por muchos conceptos notable y extraño
esoterista, define como ideal programado por los Superiores Desconocidos en
materia de gobierno terrenal la constitución, por encima de las naciones y sus
estructuras, de un superestado, en
manos de iniciados, el cual regularía, sobre bases místico-filosóficas, el
curso global de las sociedades humanas fijando las finalidades y límites de la
civilización en lo tecnológico y cultural.
La interpretación de este pensamiento es clara, no así su
filosofía. Cada pueblo, país, estado o
núcleo humano, se daría libremente el gobierno acorde con su estilo de vida,
determinantes históricas, culturales, raciales, religiosas y las
socioeconómicas que impongan el medio telúrico con su riqueza o su
pobreza. Pero las líneas esenciales,
aquellas que hacen al destino del Ser Humano como criatura cósmica, serán
impuestas por el Gobierno de los Superiores Desconocidos.
Para lograrlo, el colegio oculto viene actuando, en la
historia humana, interviniendo en los grandes eventos que transforman y
orientan su curso. No importa si se
desata una revolución o una guerra, o si se debe eliminar algún personaje
político que dificulta sus planes o encumbrar a un semidemente para que sea una
pieza útil en su juego. Los valores morales
quedan rebasados por las grandes finalidades perseguidas.
Las Sociedades Iniciáticas tienen como función de esta
política sinárquica, la organización y preparación de sus miembros
proporcionándoles conocimientos, gradualmente, hasta constituirlos en los
grados altos, en adeptos integrados e identificados con sus enseñanzas. Estas sociedades actúan, casi siempre, como
una organización, dando fuerza con el respaldo global de sus integrantes a la
acción ideológica. Sin embargo, los
Desconocidos utilizan a menudo a individuos, sin ninguna preparación ocultista,
para llevar a cabo hechos que hacen a sus propósitos. Es que ellos poseen condiciones que los
constituyen en sujetos especiales para ciertos actos que consideran útiles a su
causa. Prescinden entonces de emisarios
y establecen una conexión directa. Se
presenta a los elegidos en forma impactante.
Si es necesario, por ejemplo, avivar el fuego místico religioso, su
presentación reunirá la majestad y pureza de todo aquello que el receptor o
elegido considera como santo y digno. En
ese marco impartirá un pedido o una orden para que se cumpla, misión que dejará
a la responsabilidad y esfuerzo del privilegiado con el milagro.
Pero muchas veces se prescinde de toda espectacularidad y
se recurre a la vía telepática o auditiva. Un líder político, social o
religioso, debe ser eliminado porque con su muerte se enaltecería ciertos
valores que ellos consideran valioso o simplemente porque los dificulte. Después los ejecutores declararán que han
sido impelidos a efectuar su crimen por una fuerza u orden que no podían
resistir.
Juana de Arco escuchaba constantemente "voces"
que le indicaban su misión de liberar a Francia del dominio inglés. Pero también las escuchó el asesino de
Kennedy, y muchísimos hombres más que mediante actos violentos interfirieron el
curso normal de la historia.
Lo que es incomprensible para nuestros sentimientos y forma
de comprender es la aparente despreocupación de las fuerzas superiores, por la
suerte que les pueda caber a sus servidores luego de cumplir sus pedidos. Juana de Arco, presa para ser juzgada, se
lamenta del silencio. Ya no escuchaba a
quienes antes la guiaban y es abandonada a un cruel destino de muerte por
fuego. Parecido camino siguieron todo s
aquellos que actuaron bajo la presión y mandato de seres invisibles.
Existe tanta discrepancia en el procedimiento de las
fuerzas ocultas, que nos obliga a pensar que no responden a un solo centro
causal, debe existir un poder igual, pero distinto en sus métodos. Aunque los dos tuvieron por objetivo una misma
meta de superación para el ser humano, estarían en pugna permanentemente entre
sí, en cuanto a la forma de alcanzar por los humanos una condición más elevada.
De la Fraternidad Blanca, sólo se sabe que está integrada
por Grandes Iniciados. Se presume que
algunas grandes figuras de la historia religiosa pertenecen a ella: Krishna,
Cristo, Buda, y muy lejos en los tiempos Akenaton, pero en verdad nada se
sabe. Constantemente se encarnan y su
cuasidivinidad no les impide sumarse como simples mortales, orientar en lo
individual y colectivo a la Humanidad.
Han renunciado a ejercitar propósito alguno en relación con el curso
histórico y no pretenden orientarnos hacia destinos prefijados. Sólo nos ayudan a consumar nuestra
experiencia vital y velar por la permanencia del plano manifestado en que nos
toca vivir. Únicamente intervienen con
hechos y circunstancias excepcionales, para advertirnos sobre peligros que
pueden representar el fin de la experiencia humana, o para corregir nuestro
camino cuando el desvío en que nos hemos introducido amenace muy seriamente la
razón misma de nuestro estar en el Orden Cósmico.
Disfrutan y padecen con nosotros, cuando voluntariamente
encarnan en nuestro mundo para ejemplo y orientación. Se oponen a la creación de organizaciones
religiosas o místicas, que puedan significar muros que separen a los seres
humanos, por ello, cualquiera haya sido la dimensión de su obra, no dejan
escritos que sirvan como base para la fundación de organización alguna.
Como ha sido expresado, no se sabe a ciencia cierta si
Jesús perteneció a la Fraternidad Blanca, pero si lo juzgamos en sus palabras y
hechos, así debió ser. No dejó nada
escrito, no organizó formalmente a sus seguidores.
Se presentó en este mundo para ofrecerle su cálida palabra
de amor, ofreciendo a todos los que lo necesitaban la visión de su
grandeza. Quiso señalar para los hombres
un camino de igualdad, paz y fraterna comprensión.
He ahí las diferencias fundamentales que separan a los
Grandes iniciados de la Fraternidad Blanca con los Superiores Desconocidos, aunque
ambos posean iguales ideales de progreso humano; los primeros jamás intervienen
activamente, sólo lo hacen como excepción, para evitar males irreparables,
mientras que los otros estiman que es necesaria su constante gestión para
impedir que se llegue a esos extremos no reparando en medios para lograrlo.
Como sentenció Hermes Trimegisto, arriba es igual que
abajo. Las diferencias de criterio
dividen a los hombres. ¿Ocurrirá lo mismo con los Dioses?
Para pensar.
EL MUNDO DEL FUTURO
HERMAN
KAHN -el eminente futurólogo, autor de Pensando lo impensable- ha decidido
autodefinirse como “un alegre pesimista".
Su visión del mundo en el siglo XXI no sólo incluye la amenaza del
Apocalipsis nuclear, sino también un mejor nivel de vida para quienes
alcancemos a disfrutarlo y para nuestros hijos.
La naturaleza que rodea el Hudson Institute rebosaba cuando
recibió a los periodistas en uno de los acogedores hogares que un día
albergaron a millonarios alcohólicos.
-¡Mis críticos dicen que este lugar comenzó siendo un asilo
de insanos y que aún lo es! -comenzó a manera de bienvenida el genio
norteamericano.
-Nuestros hijos tendrán aire y agua limpios -aseguró-. Pero como todos trabajarán menos, no habrá
suficientes áreas de recreación si no empezamos a preocuparnos ahora. Posiblemente existirán enormes parques privados,
y habrá que pagar para ingresar a ellos... Aún no sé si nos volaremos en
pedazos unos a otros. Pero el que se
produzca una guerra a gran escala es mucho más difícil de lo que piensa la
gente. Un enfrentamiento atómico inspira
demasiado terror como para lanzarse a él, tendría que producirse en forma
forzada; por eso es improbable. También
es posible recuperarse de catástrofes más tremendas de lo que se cree.
De las Usinas de
Pensamiento norteamericanas están surgiendo sorprendentes adelantos científicos,
así como también predicciones.
En el Centro de Inteligencia Artificial del Stanford
Research Institute vimos la primera generación de "máquinas astutas"
que -a juicio de los expertos- reemplazarán al uno por ciento de la fuerza
laboral del mundo, que hoy desempeña labores, simples o repetitivas.
Ante una voz de mando, una de estas máquinas empezó a
recoger y a separar nueces y nísperos de un canasto. Su interventor, el doctor Charles Rosen,
expresó: "Esta es una de las predecesoras de las máquinas que en el futuro
próximo comprenderán y responderán no a palabras o frases simples, sino a
planteamientos en idioma inglés fluido.
Estarán en funcionamiento de aquí a un año".
Otra de las "máquinas astutas" de Stanford es un
lapicero que delata a los falsificadores proyectando un VERDADERO o un FALSO en
una pantalla. Una vez que sus sensores
electrónicos han captado el "toque" de una firma individual, ningún
imitador la puede sorprender.
También en Stanford, el doctor Leonard Hayflick cree estar
en la pista de los secretos de la célula viviente que pondrá fin a las miserias
del envejecimiento. Experimentando con
embriones de pollo, tuvo éxito en desacelerar el proceso que conduce a la
vejez. Y está convencido de que la
expectativa de vida podrá alargarse a siglos.
Pero no todos los cerebros preocupados por el futuro
auguran un mañana dorado.
El System Dynamic Group (SDG) del Instituto de Tecnología
de Massachusetts alimentó a una computadora con una serie de datos y recibió la
siguiente advertencia:
"El mundo debe cambiar radicalmente en los próximos 25
años o se enfrentará a lo siguiente: EL HAMBRE de millones; LA GUERRA por el
petróleo y otros productos escasos; EL CAOS POLITICO en la forma de
revoluciones internas en las principales naciones industrializadas; y EL
CERCAMIENTO DEL CAPITALISMO y posiblemente su destrucción; la llegada del
COOPERATIVISMO, no CORPORATIVISMO".
El director de este Instituto, doctor Jay Forrester,
advirtió que nuestra sociedad moderna ha llegado a un tamaño y una complejidad
límites antes de sucumbir a la anarquía.
-El futuro puede estar cerrándose sobre nosotros
-dijo-. El crecimiento de la sociedad ya
ha llegado a límites que provocan "descargos" tales como la adicción
a las drogas, el secuestro, el sabotaje, la revolución y la amenaza recurrente
de la guerra nuclear. La complejidad
aumenta la frustración y el desencanto.
Y también aumenta la vulnerabilidad a las interferencias, sean éstas
espontáneas u organizadas.
En la Rand Corporation, el doctor Brian Jeankins, que es
frecuentemente consultado por el departamento de Estado como la máxima
autoridad mundial en terrorismo, declaró:
-Los instrumentos bélicos con los que antes sólo contaban
los ejércitos están llegando hoy a manos de grupos cuyo resentimientos, verdaderos
o imaginarios, no será posible satisfacer.
Los terroristas ya se están
equipando con misiles teledirigidos capaces de destruir aviones de pasajeros. No pasará mucho tiempo antes de que
tengamos que hacemos a la idea de que poseen armas nucleares. Por otro lado, los países pueden usar a los
terroristas o adoptar sus tácticas como una forma de hostigamiento a otras
naciones.
Gran parte del pensamiento que proviene de estas
“usinas" es acerca de proyectos clasificados del gobierno
norteamericano. Y éstos van desde los
efectos de los rayos mortíferos en la ciencia militar, hasta las probabilidades
de una guerra por los alimentos y/o las materias primas.
Muchos de los cerebros son ex planificadores oficiales que
hoy desafían la sabiduría de sus antiguos colegas.
Entre ellos está el doctor Dale Tahtinen, del Instituto
Norteamericano de investigaciones de Empresas y Políticas Públicas. Antes de
convertirse en ente pensante puro, trabajó para la ultrasecreta Defense
Intelligence Agency (Agencia de Inteligencia para la Defensa).
A juicio de Tahtinen el secretario de Estado Henry
Kissinger pudo comprometer al mundo en una guerra por el Medio Oriente:
-Abriéndoles a Egipto y a los otros países árabes
expectativas imposibles de satisfacer, el doctor Kissinger fue creando
situaciones llenas de explosivas frustraciones para los años venideros. Yo diría que las posibilidades de conflicto
en el Medio Oriente son ahora muy altas.
Por mi parte, yo lo refirmo.
PREDICCIONES ANTIORWELLIANAS
He aquí algunas otras predicciones de los hombres que
tienen sus antenas y sus cuentas bancarias- puestas en el futuro.
HORT FEISTEL, del Centro de Investigaciones de la
International Business Machines (IBM):
-Estamos trabajando en una computadora que reconocerá voces
de manera que será posible, por unos 500 dólares, agregarle al teléfono privado
un dispositivo que dejará pasar sólo las llamadas que se deseen. En primer lugar; esto resolverá el problema
de los llamados telefónicos obscenos.
JOEL STUDEBAKER, colega del doctor Feistel:
-Estamos produciendo enzimas que harán posible en el futuro
obtener alimento de papel de desecho y aceite.
También intentaré dividir el agua de manera que el hidrógeno pueda ser
utilizado como combustible en forma barata.
GUSTAVE SHUBERT, vicepresidente de la Rand
Corporation:
-La guerra nuclear sólo sobrevendrá como un accidente. No veo otra posibilidad.
Han pasado muchos años desde que Eric Blair, utilizando el
seudónimo literario de George Orwell, predijera la debacle total para
1984. Sin embargo, el mundo no sucumbió
a la pesadilla orwelliana.
Siempre tenemos esperanzas.
LA CUARTA GUERRA MUNDIAL
HACE
POCO TIEMPO, llegó a mis manos una información que se repartió entre muy pocos
periodistas y me llenó de asombro, pero, por supuesto, fue acicate h.
investigativo para saber si era verdad o no.
Las fuentes informativas eran inmejorables, nada menos que
la agencia rusa NOVOSTI, siempre muy severa y muy poco proclive al
sensacionalismo, y la excelente revista estadounidense NEW SCIENTIS. Mis
informantes también habían analizado esta propuesta noticiosa y llegamos todos
a la misma conclusión: esa información era verdad. Igualmente, hice lo que hago siempre: no
anuncié la noticia por algún tiempo.
Nunca he anunciado nada que no hubiese sido debidamente chequeado con
anterioridad.
El anuncio, tan secreto como macabro, hablaba del
pensamiento político norteamericano actual, que no considera (como lo cree todo
el mundo) la Tercera sino la Cuarta Guerra Mundial. Tremendo, ¿no?
El quid de la cuestión pasa por el Documento Secreto del
Pentágono, circulante, como dijimos entre muy pocos periodistas, científicos o
políticos, donde se revelan las condiciones posteriores a la posible Tercera
Guerra, que todo el mundo discute, comenta y delibera.
Los nuevos planes pasan por el después del lanzamiento de
las 50 mil ojivas nucleares, como lo previene en sus convenios la OTAN
(Organización del Trabajo del Atlántico Norte) y el Tratado de Varsovia.
El pensamiento norteamericano está ubicado en una compleja
táctica de resurgimiento, en la cual los estadounidenses restablecerán, después
del enfrentamiento nuclear, todas las comunicaciones ejerciendo un control de
los armamentos estratégicos.
La posibilidad nace en la hipótesis de que la supuesta
Tercera Guerra sea limitada; suceda esto o no, siempre queda la esperanza de
reagruparse y prepararse para el GOLPE FINAL (sic).
El documento, conocido como Dirección de la Defensa
1984-1988 (anotar los años con el inicio y terminación del “crac"
económico 1988 para los dólares), señala varios mecanismos defensivos y
agresivos, para que, cualquiera fuera el resultado del primer enfrentamiento
nuclear (la llamada Tercera Guerra), el país del Norte tenga la capacidad
militar suficiente, con gran despliegue y a gran escala, para un segundo choque
(la Cuarta Guerra Mundial), con la aspiración de que quede un solo vencedor.
(sic). Lo insinúan en la película El día de la Independencia.
Ya se sabe que para garantizar esta hipótesis y estos
mecanismos se están instalando Guardias de Misiles Nucleares en todo el
planeta, y fundamentalmente en el Polo Norte; los submarinos serán (como en la
Segunda Guerra Mundial) un punto clave para esta estrategia.
Para la administración del gobierno norteamericano, esta
preparación bélica puede llegar a los 200 mil millones de dólares contando
solamente (nada más ni nada menos) con 18 mil millones para los sistemas de
comunicaciones (una gran carta son los satélites-espía), que deberán seguir
funcionando, a pesar de los demoledores ataques "del enemigo",
también dueño de un gigantesco armamento nuclear (sic).
Evidentemente, enseguida pensamos: ¿dónde habrá un refugio
seguro en este mundo en llamas para dirigentes o elegidos dirigidos?
Cuatro gigantescos aviones se convertirán en Postas Aéreas,
inexpugnables, que tendrán el nombre de Mando Nacional. En el supuesto que esos Boeing fueran
atacados se moverán en la superficie planetario cerca de un millón de vehículos
de 18 ruedas, que funcionarán como Mandos Nacionales Móviles. Tanto en tierra como en aire, estarán
supercomunicados con los satélites, que cada vez aumentan geométricamente en
derredor de la esfera aplanada.
¿Y si se destruyen los satélites actuales? Se lanzarán entonces pequeños satélites desde
aviones caza y submarinos nucleares, que serán la gran reserva para el cuarto
fatídico enfrentamiento bélico. ¿O para cualquier momento del siglo XXI?
Desde mediados de 1986, se han puesto en marcha todos los
mecanismos gubernamentales para el cumplimiento de los planes de la Dirección
Federal para la movilización.
Estos planes bélicos a largo plazo norteamericanos, y quizá
también chinos (estos últimos sabemos que andan en algo parecido),
evidentemente hacen que La guerra de los
mundos, de H. G. Wells, o la más fantasioso novela de ciencia ficción pasen
a ser un cuento de hadas.
El hambre de poder, la ambición de lograr el pináculo
máximo, tiene una larga historia a lo largo de todo el desarrollo de la
Humanidad. Todo comenzó con aquel mono
que pintaba Arthur Clarke en 2001 Odisea
del Espacio, que usó el hueso de un animal muerto a modo de herramienta y
arma contra su semejante, y que después se irguió en sus dos patas, esgrimió el
hueso con su brazo en alto y lo tiró hacia el espacio. El hueso se convirtió en la nave que miles de
años después está haciendo un viaje interplanetario. Todo en un segundo, todo en un instante de
vida, todo un símbolo, el afán de dominio, el éxtasis del poder, la locura de
las tinieblas del intelecto y la emoción, razón de ser, hace del caminante
planetario el animal más depredador que tiene esta cápsula espacial, llamada
Tierra.
Y la gran pregunta: ¿Quo
vadis, homo sapiens? Pensamos que va
hacia el cambio, la transformación, la mutancia. La Hora Cero está llegando; el Arca de Noé de
la Gran Mutancia está construyéndose en miles de hombres, que están cambiando
desde adentro hacia afuera. El Gran
Norte, la Gran idea, está dentro de cada uno.
Tienes que salvarte tú, querido lector, tienes que cambiar, porque en
ese cambio, en esa transformación, no estarás solo, te acompañarán millones de
seres cósmicos que te quitarán tu soledad actual.
En la gran sinfonía del acompañamiento
cósmico, tienes que transformarte tú, no pidas a los extraterrestres lo que
tienes que solicitarte a ti mismo.
Para eso existe el camino de la realización humanística, en
que el Oriente se fusiona con el Occidente, y el Oriente toma lo mejor de
Occidente; y el Norte le pide al Sur lo que tiene y le puede dar; como el Sur
tomará del Norte lo mejor de su cultura y de sus etapas de transformación.
El planeta no volará
por los aires. Si tú lees los libros
sagrados -toma al azar un Popul Vuh,
o un Mabaharata o incluso nuestra Biblia-, hallarás: APOCALIPSIS igual a
CAMBIO, revelación, el revelar el mundo nuevo.
Tú tienes que cambiar; tú tienes que dejar de ser violento;
tú tienes que tener el pensamiento y el accionar de un Gandhi, de un Jesús o de
los grandes profetas.
Para tu cambio, para tu realización interior, tienes
nuestra mano extendida; que los planes bélicos habidos y por haber te sirvan,
no para atemorizarte, sino "para perdonarlos, porque no saben lo que
hacen".
De lo que hay que cuidarse es de los falsos profetas de los
tiempos contemporáneos. Abundan, y
¡cómo! De modo que hay que saber
discernir, como decía el gran Krishnamurti.
El Hacedor Supremo, Dios, el Creador, la Energía, como tú
quieras llamarlo (según tu creencia), te dio un destino de grandeza; pero
también te dio el libre albedrío.
Los violentos, los supuestos duros (llenos de una gran
debilidad), no tendrán nada que hacer en el futuro. Los Cobra, los Rambo, los Swarchenegger,
serán una minoría, como cada vez más lo son.
EPÍLOGO
TÚ,
QUE ME SIGUES a través de tantos libros, de mis distintos artículos
periodísticos o mis reportajes televisivos o radiales, sabes que he tratado de
entregarte una investigación, una posible realidad, cercana a la verdad última.
Las incógnitas van a
continuar. Los señores sin nombre, oscuros, seguirán estando entre nosotros, sólo que ya la
luz está empezando a desnudar las fuerzas del oscurantismo. La otra cara de lo blanco es lo negro, frente
a lo positivo está lo negativo; es una de las leyes universales del KYBALION,
la ley de los opuestos, y es inexorable.
Tenemos la convicción que la luz, lo blanco, triunfará
sobre lo oscuro y sobre la nada; el todo siempre será el principio y el
fin. El arco iris se une para dar la
potencia, la fuerza, el gran colorido del blanco, de la luz.
En nuestro tiempo el Gran Cambio se está produciendo; y no
por obra del fin del siglo o el Apocalipsis de la Destrucción, sino porque el
hombre ha hecho una gran apertura.
Cuando en la década del 60 empecé a hacer gimnasia yoga,
mis amigos me decían: "¿Gimnasia qué?". Hoy, ya no queda barrio de ciudad o pueblo
que no tenga su instituto donde se enseña esa disciplina fabulosa. Hablar de filosofía hermética, de esoterismo,
de chamanismo o psicología transpersonal o parapsicología es algo tan común
como ir al mercado. Las ideas
espiritualistas, las nuevas corrientes educacionales, la unión de las
filosofías occidentales con las orientales son cosa de todos los días. Y aunque muchos no se den cuenta del cambio,
los sucesos se producen; el Tao corre inexorablemente, el cómo ocurren las
cosas.
Los temas que he abarcado en este nuevo hijo de papel
seguramente te harán reflexionar. Mi
intención es invitarte a tener la mente atenta -como el hombre oriental-, y
también a que te emociones -la dos orillas del río caudaloso de nuestra vida-,
pero; fundamentalmente, a que tomes el partido del justo medio, que no es
pensamiento racional ni emoción desbordada, sino la maravillosa sensibilidad. Ella está asociada a la intuición, la que nos
hace vivir verdaderamente, opera más allá de nuestra existencia actual (la
corta vida física) y nos abre a los estados modificados de conciencia. Debemos abrir las puertas chamánicas.
En estos tiempos de cambio, hay que encontrar, segundo a
segundo, en el gran batallar de la vida cotidiana y física (materialista), la
RAZON A LA SINRAZON; buscando los granitos de trigo en el gran pajar de la
información. En este zapping diario que
vivimos, quedan bellas lucecitas. Son
las luces del paisaje idílico de los valles y montañas de la sensibilidad, que
confundimos tanto con el sentimiento y la emoción; esta última, una agazapada
traidora. El justo medio conduce a la realización espiritual.
Para comunicarse con el autor:
Fundación Disciplinas de Apertura
Piedras 1324 (1140) Buenos Aires
República Argentina
Teléfono (00541) 3077620 - Telefax
(00541)3077963.
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