LEVIATAN, LA SERPIENTE INICIÁTICA

 Leviatán representa el comienzo universal mismo, las fuerzas cósmicas originales que dieron origen al universo. No accidentalmente, los gnósticos antiguos creían que esta Serpiente primordial es el "Anima Mundi", el alma del mundo, el principio y el fin eternos, el elemento del caos interior, el potencial divino latente en los recovecos oscuros de la psique humana.



Leviatán es la Serpiente Interna y la Serpiente Exterior, la fuerza primordial de toda la creación y toda la destrucción en el equilibrio eterno, la fuerza interna de la divinidad: lo que nos conecta con la Serpiente de Ébano de la Iniciación, la chispa del fuego divino que en el Sendero Siniestro se convierte en la Flama Oscura de Lucifer.
Leviatán es lo que une los cuerpos astral y físico. Él representa el autocontrol y el dominio del Ser a través del cambio dinámico. Él es ambos "lo de arriba" y "lo de abajo" - la fuerza interna y externa, el alma del mundo y la chispa divina.
Él es la existencia eterna, el principio que activa y une la esencia del Ser. Puedes encontrarlo sumergiéndote en las profundidades del inconsciente, en sueños y visiones a través de las cuales los impulsos de lo desconocido y lo oculto son llevados a la luz de la conciencia. Este proceso es parte integral del Sendero Siniestro, donde el Iniciado gradualmente alcanza la esencia de la conciencia por la inmersión en la Oscuridad Interna, en la búsqueda de un potencial que le permita al mago moldear la realidad, tanto interna como externamente.
Al caminar por el sendero de Leviatán, como Serpiente Iniciática, nos volvemos como él: la Serpiente de Ébano, el ser divino, separado de todas las estructuras cósmicas, poderoso e independiente.



El nombre de esta mítica serpiente acuática y abismal deriva del hebreo y significa "aquel que se enrolla así mismo" o "aquel que es infinito". El nombre aparece principalmente en las fuentes cristiana del Antiguo Testamento (Libro de Job, Libro de Isaías, Libro de los Salmos) y en los libros apócrifos (Libro de Enoc, Libro de Esdras), donde se refieren a una serpiente, un dragón, un cocodrilo, una ballena o, en general, una bestia marina.
Leviathan también se menciona en la literatura rabínica y en varios relatos gnósticos antiguos.
El Antiguo Testamento describe al Leviatán como el monstruo más peligroso que YHWH tiene que enfrentar. Además la literatura apócrifa y rabínica mencionan dos monstruos: un macho y una hembra. La hembra es Leviathan, el macho es Behemoth (plural de "behamah" = "bestia"). Se dice que YHWH creó un Leviatán macho y una hembra, entonces mató a la hembra y la dio de comer para los honestos, ya que si los leviatanes llegaran a procrear, entonces el mundo no podría interponérseles". Jastrow traduce la palabra "Taninim" como "monstruo marino, cocodrilo o gran serpiente".
Leviatan habita en los mares. Su cuerpo tiene 300 millas de largo, y cuando tiene hambre, el calor de su boca hace que todas las aguas hiervan. También son característicos los ojos del Leviathan: brillan con una luz extraña, son "como los párpados del amanecer".
En la enciclopedia medieval del arte bíblico, el llamado Liber Floridus, podemos ver a Leviatán como una bestia llevando sobre su espalda al Anticristo. Leviatan se presenta aquí como una bestia que se asemeja a un dragón, con ojos negros y dientes afilados. El dibujo implica que el Anticristo saca su fuerza de la bestia en la que viaja. Esta imagen también se refiere al papel de Leviatan en el Sendero de la Mano Izquierda: Leviatán es el intermediario entre Lilith y Samael / Lucifer, la pareja infernal que gobierna el Lado Siniestro.
El símbolo de estas tres fuerzas unidas es Baphomet, la representación de la unión de los opuestos, la conciencia plenamente integrada del Iniciado en el sendero iniciático.

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