La Tierra es un planeta "experimental". Ensayan las enfermedades, las guerras, el odio, los desequilibrios sociales, la injusticia y hasta las catástrofes naturales. Estas "lecciones" son trasladadas después al resto de los mundos del tiempo y del espacio, evitando asà sucesos y situaciones que no deben registrarse en los planetas "normales".
La ley del contrato.
El Libre AlbedrĂo lo tenemos en el momento de elegir, digamos que en el instante "cero" de tu existencia antes de partir de la casa del Padre antes de que Él te imagine, se te da a elegir: una vida "sin tropiezos" en un planeta "normal" o un experiencia extrema en un planeta "experimental".
Tu eliges un planeta "experimental" o un planeta "normal".
Tu eliges vivir por una semana o por cien años. Tu eliges el triunfo o la mediocridad.
Tu eliges la soledad de un monasterio o el tumulto de una metrĂłpoli.
Tu eliges la esclavitud de la ignorancia o la brillantez del genio. Tu eliges incluso, hasta el momento y la forma de morir.
En otras palabras : yo elijo, yo "firmo", yo doy "sĂ" a lo que será mi vida en la carne... Al aparecer en la Tierra, esa valiente decisiĂłn queda borrada. Si lo recordaras, si lo supieras, tus acciones no serĂan las mismas y quedarĂan "descafeinadas". Es el valor quĂmicamente puro.
Eres un (voluntario). Acepta lo que el Destino te marque. No lo rechaces. Recuerda que lo has (firmado)
No te rebeles contra ti mismo y mucho menos contra Él. VIVE a tope la experiencia que has seleccionado. Si el triunfo no llama a tu puerta, olvĂdalo.
Señal de que no lo (firmaste). Si vives en el desamor, acéptalo. Eso fue lo (pactado). Si tu trabajo es árido, no desfallezcas. Contémplalo desde esta nueva perspectiva. Estás experimentando. Si la pobreza te acompaña como un perro fiel, no maldigas tu suerte.
Si la fortuna, en cambio, duerme a tu lado, no te vanaglories. Despierta y utilĂzala como palanca para mover el mundo.
Si ves morir a los tuyos, no clames a los cielos.
Ellos también fueron (voluntarios).
Si la enfermedad te consume, bendice al Padre y resiste. Tu (elecciĂłn) fue. ( hasta el lĂmite de tus fuerzas).
Si vives, en fin, en la oscuridad, sà ni siquiera sabes por qué vives, deja que la oscuridad te cubra. De ahà saldrá la luz.
¡Hazte (socio) del Destino!
Si lo miras asĂ, tendrás que reconocer que la vida y el mundo sĂ tienen sentido .
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