Es un sĂmbolo muy antiguo formado por dos triángulos equiláteros superpuestos que forman una estrella de seis picos y un hexagrama en su centro. (Esto si vemos la estrella en dos dimensiones). En tres dimensiones, este sĂmbolo está conformado por dos pirámides superpuestas que al girar forman un campo de luz contra-rotatorio llamado MĂ©rkaba, que afecta simultáneamente a nuestro espĂritu y nuestro cuerpo fĂsico. TambiĂ©n es un vehĂculo de luz que nos permite acceder a otros planos de realidad potenciales en nuestra vida. Es un sĂmbolo que representa el equilibrio tanto espiritual como fĂsico. La uniĂłn del Macrocosmos con el Microcosmos, del cielo con la tierra.
A partir del Medioevo, la estrella tetraédrica es llamada "Maguén David" que significa "escudo de David", usada por el rey David, rey de Israel (Esto es de debatir ya que hasta la actualidad no hay pruebas que la haya usado). Luego, fue adoptada por la cultura Juedo-árabe, donde recibió el nombre de "Sello de Salomón", sucesor del rey David.
El triángulo que apunta hacia arriba representa el cielo y el que apunta hacia abajo a la tierra, también representa dos polos, positivo y negativo, masculino y femenino. El balance de estos dos puntos.
A parte de ser un sĂmbolo representativo principalmente del JudaĂsmo, tambiĂ©n ha sido usado por muchas otras culturas, filosofĂas y religiones por todo el mundo, tanto en la antigĂĽedad como en la actualidad.
Aparece en la Biblia, Ezequiel 1:4-26, para referirse al trono-carroza de Dios, como un vehĂculo de cuatro ruedas conducido por cuatro Querubines, cada uno de los cuales poseyendo cuatro alas y cuatro caras: de un hombre, un leĂłn, un buey y un águila.
MÉRKABA
(Nombre dado al hexagrama en tercera dimensiĂłn)
Mer: Luz
Ka: EspĂritu
Ba: Cuerpo o realidad
MER-KA-BA es el vehĂculo de luz de nuestro ser.
El tĂ©rmino Merkaba o Merkabah procede del hebreo y significa “carro” o “carroza”. En las enseñanzas esotĂ©ricas modernas el Merkaba se define como un vehĂculo interdimensional bajo forma isomĂ©trica compuesto por dos tetraedros de energĂa con un centro comĂşn y colocados en sentido inverso, es decir, un tetraedro apunta hacia arriba y el otro hacia abajo. Cuando se aprende a activar el MĂ©rkaba, se entra en un estado Ăłptimo.
HEXAGRAMA DE SALOMĂ“N
En este sĂmbolo actĂşan los siete principios planetarios, cada uno de ellos con su acciĂłn, positiva y negativa, para crear de este modo el vĂ©rtice de la vida. El Sol está en el centro del sello, y en el convergen las energĂas de los planetas. Guarda relaciĂłn con los siete dĂas de la semana: seis dedicados a la creaciĂłn y el sĂ©ptimo, al descanso. A cada planeta corresponde una actividad distinta. En el triangulo del macrocosmos: Mercurio = Inteligencia. Marte = SabidurĂa. Saturno = Juicio. En el triángulo del microcosmos: JĂşpiter = Padre. Luna = Madre. Venus = Amor. El Hexagrama representa tambiĂ©n la cruz, el equilibrio ideal. Los cuatro elementos se funden, se unen, para crear la vida material que permite al hombre la purificaciĂłn.
El Hexagrama sirve para elaborar un amuleto de protección, para trasmutación energética, meditación y transporte de nuestro cuerpo energético.
También el hexagrama está presente en el 2do pentáculo de Marte y el 2do pentáculo de Júpiter, de Salomón.
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