Supersticiones para la buena suerte

 Muchas veces hemos oido hablar de alguna de Ă©stas supersticiones. Navegando en busca de sucesos paranormales o noticias de misterios para publicar en Asusta2, encontrĂ© en Divernao, Via : mmpet, una recopilaciĂłn con el orĂ­gen de algunas de Ă©stas creencias, que despuĂ©s de ampliar con mayores detalles e informaciĂłn transcribi para los lectores de Ă©ste blog.



Tocar madera.

Cuando hacemos mención a un acontecimiento negativo inmediatamente tocamos algún objeto de madera tratando de alejar cualquier mal augurio. Es una reacción espontánea que hemos adquirido por tradición y que como en la mayoría de los casos, desconocemos su origen y su significado.

En realidad ésta costumbre proviene de la cultura Celta. Durante muchos siglos, incluso antes delcristianismo, los pueblos célticos de Europa rendían culto a los árboles por considerarlos los templos de la santidad y la principal representación de los dioses en la tierra. Los árboles servían como medio para atrapar los malos espíritus y enviarlos a la tierra.

Cuando estas civilizaciones estaban a punto de enfrentar alguna batalla, los árboles se constituían como sus principales aliados para que bajo su influencia se pudieran ganar las lides. También se recurría a este vegetal si la mala suerte visitaba a un hombre bajo la forma de demonio. Los sacerdotes o Druidas, celebraban ritos y ensalmos en las llamadas enramadas sagradas, que eran el equivalente a las iglesias modernas.

En la actualidad, hay quienes creen que la tradiciĂłn de tocar madera responde a las creencias del cristianismo, ya que la Cruz que tuvo que cargar Cristo y en la que posteriormente fuera crucificado es de Ă©ste material. Lo cierto es que la tradiciĂłn de tocar madera para lograr que los espĂ­ritus malignos queden atrapados en Ă©ste material y asĂ­ evitar cualquier infortunio o desgracia luego de haber hablado de ella en vos alta.

Abrir el paraguas dentro de casa.

Ningún supersticioso tendría jamás la osadía de abrir un paraguas dentro de casa. El origen de este temor se remonta a la época en que los reyes orientales y africanos lo usaban sólo a modo de sombrilla para protegerse del sol. Debido a su conexión con el astro rey y porque también su forma simboliza el disco solar, abrirlo en un lugar sombreado, fuera de los dominios del sol, era considerado un sacrilegio.

Es probable que las supesticiĂłn se reforzara cuando los paraguas llegaron a Europa y empezaron a ser empleados casi exclusivamente por los sacerdotes en los oficios de los difuntos, sin otro fin que protegerse de las inclemencias del tiempo.

Romper un espejo : 7 Años de mala suerte?

Las supersticiones relativas al espejo se cuentan entre las más citadas en todo el Occidente cristiano, quizás por el uso adivinatorio de éstos objetos. La catoptromancia, (el arte de adivinar mirando a través del espejo), procede de Persia y, aunque tuvo un relativo éxito durante la antigua Grecia y la Edad Media, fue duramente castigada por la Iglesia Católica.

Es probable, sin embargo, que estas supersticiones obedezcan a la idea de que nuestro reflejo es otra versión del original y, si causamos desperfectos en el espejo, nos hacemos daño a nosotros mismos. Así, dañar el espejo es dañar el alma, y aquí es donde entra la superstición de que la rotura de un espejo trae mala suerte durante siete años. Este periodo se debe a la creencia de que el cuerpo experimenta un cambio en la constitución fisiológica cada siete años.

Derramar la sal

Derramar sal fortuitamente constituye generalmente un presagio negativo. Equivale a tener “Mala suerte”. Si esto le ocurre al manipular el salero, a menos que se apresure a tomar un pellizco y arrojarlo por encima del hombro izquierdo “directamente a la cara del diablo”, tendrá como bien dicen los que saben de supersticiones simplemente “Mala Suerte”.

Antiguamente, la sal era un producto exĂłtico y oneroso. A los soldados se les pagaba con sal y de allĂ­ es justamente de donde viene la palabra “salario”. En Ă©ste contexto, derramarla o desperdiciarla, significaba perder algo valioso.

Existe también otra explicación para ésta superstición: En alquimia y magia, la sal es el cuerpo de los hombres, de la Tierra o de Dios mismo. Se dice que el cuerpo de los santos no se corrompe cuando mueren porque se convierten en sal. La sal, como se sabe, preserva. Por lo tanto, derramar sal significa mancillar el cuerpo de la Tierra o de Dios.

Decir JesĂşs al estornudar

Los egipcios y los griegos veĂ­an en el estornudo un augurio, dependiendo de cuando ocurriera. AsĂ­, era bueno estornudar por la tarde, mientras que hacerlo al saltar de la cama o al levantarse de la mesa podĂ­a ser nefasto. Aquel que habĂ­a estornudado al nacer era tenido por dichoso. El estornudo hacia la izquierda era un signo de mal agĂĽero, pero de bueno, hacia la derecha. En todo los casos, los griegos exclamabn ¡Vivi! y ¡Que Zeus te conserve! Por su parte, los romanos empleaban la expresiĂłn, ¡Salve!, ante tal circusntancia; y serĂ­an los primeros cristianos quienes sustituyeron la invocaciĂłn a dioses paganos por el suyo.

Se dice que durante la epidemia de peste que hubo en Roma en el año 591, bajo el pontificiado de Gregorio I, los afectados morĂ­an estornudando, y que de tal circunstancia proviene el ¡Dios te bendiga!, que más tarde se simplificarĂ­a diciendo ¡Salud!, ¡JesĂşs! o expresiones semejantes.

AversiĂłn al amarillo.

Es superstición entre los actores sobre todo de teatro no salir a escena con ropa amarilla, ya que puede conducir al fracaso o a cosas aún peores. La razón de este miedo escénico reside en el dramaturgo y actor francés Jean-Baptiste Poquelin (1622-1673), llamado Molière. En febrero de 1673, Molière estrenó el ballet-comedia El enfermo imaginario, que toma por blanco de su sátira a los médicos. Pocos días después del estreno, en plena representación, el dramaturgo se sintió indispuesto, y murió unas horas más tarde en su domicilio. En la representación, Molière vestía ropas de color amarillo.

Viernes 13.

Desde tiempos remotos el nĂşmero 13 ha sido fatĂ­dico, debido principalmente a la muerte violenta que sufrieron varios dioses decimoterceros de la AntigĂĽedad y, ¡cĂłmo no!, a la suerte del decimotercer invitado en la Ăšltima Cena de JesĂşs. Por otro lado, el viernes adquiriĂł en el mundo sajĂłn su reputaciĂłn de dĂ­a nefasto, debido a la muerte de JesĂşs. Obviamente, la coincidencia del nĂşmero 13 y del dĂ­a viernes no puede ser de peor agĂĽero. Otro dĂ­a considerado de mala suerte en España y AmĂ©rica Latina es el Martes 13.

Los denomiados triscaidecafificos, son personas que creen que Ă©ste nĂşmero rige sus vidas. En FĂłrmula 1, hoy en dĂ­a, se omite el nĂşmero 13. En algunos hoteles se evita utilizar el piso 13 para clientes y se utiliza para servicios. El Apollo 13 fue el Ăşnico de los Apollos que no consiguiĂł alunizar (desde el primero que lo consiguiĂł) por una explosiĂłn en un tanque de oxĂ­geno. El capĂ­tulo 13 en el Apocalipsis predice la venida del anticristo. Entre otras supersticiones relacionadas con Ă©ste nĂşmero!

Colocar flores en las tumbas.

En la actualidad, se adornan las sepulturas con flores como muestra de afecto, pero la intenciĂłn original no era otra que la de proporcionar algo vivo con el fin de dar felicidad. La corona circular, colocada sobre la tumba o la puerta principal del cementerio, encerraba simbĂłlicamente el espĂ­ritu y le impedĂ­a volver.

El gato negro.

En el mundo del misticismo, los gatos son portadores de un poder mágico infinitamente superior al del hombre. Con toda probabilida, esta creencia deriva de la adoración a la diosa Bubastis, con dorma de gato, por parte de los antiguos egipcios. Éstos estaban convencidos de que los gatos tenían alma, y prueba de ello son los restos momificados de estos felinos, que se encuentran por millones, hallados en las excavaciones arquelógicas.

En la Edad Media, las brujas convirtieron al gato negro en un elemento imprescindible para efectuar rituales y hechizos. Hoy en día, los supersticiosos temen al gato negro que se cruza en su camino. Este hecho representa con claridad el conflicto que existía entre la Iglesia, la cruz y las prácticas paganas de la brujería.

Tirar de las orejas como felicitaciĂłn

La oreja es objeto de numerosos simbolismos entre las civilizaciones orientales y africanas: representa desde la inteligencia cósmica del mito hindú de Vaishvánara, hasta la sexualidad para las tribus dogon y bambara, de Malí. Curiosamente, entre los chinos, las orejas largas son signo de sabiduría e inmortalidad. Se dice que las orejas de Lao-tse medían unos 17 centímetros. Se apodaba, además, orejas largas.

Muy probablemente, nosotros hemos heredado de alguna forma esta costumbre supersticiosa. Tiranado de las orejas, manifestamos el deseo de que la persona felicitada tenga larga vida y adquiera cada vez mayor sabidurĂ­a.

Pasar por debajo de una escalera.

Ésta y otras supersticiones asociadas a las escaleras vienen relacionadas con el miedo al patíbulo. Antiguamente, debido a la gran altura que éste solía tener, había que usar una escalera de mano para colocar la soga en la posición correcta, así como para retirar después el cadáver del reo. Cualquiera que pasara por debajo de la escalera corría el peligro de encontrarse con el muerto.

Otras supersticiones relacionadas con las escaleras pueden ser: Pasar por debajo de una escalera da mala suerte: elimina toda la posibilidad de casarse durante ese año.

Si alguien, por despiste, ha traspasado el nefasto triángulo, tiene numerosos recursos para conjurar la mala suerte: hacer el signo de la figa, cruzar los dedos hasta ver un perro, escupir tres veces a través de los escalones o una vez por encima del hombro derecho, escupir en el zapato y continuar el camino sin volverse hasta que la saliva esté seca.

Debe evitarse siempre alargar o coger un objeto a travĂ©s de los peldaños, o pararse en un escalĂłn impar. Ha de preferirse siempre la escalera con un nĂşmero impar de escalones. Saltarse un escalĂłn al subir anuncia un revĂ©s de fortuna y caerse de una escalera, además de la posibilidad de partirte la cabeza, significa pĂ©rdida de dinero. Entre otras…

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