En la Edad Media era costumbre que las mujeres se cubrieran la cabeza. Aquella costumbre se asoció también a la suerte... y es que si te cruzabas por la calle con una que llevará la cabeza sin tapar era señal de mala suerte.
Pero todo cambiaba si era una prostituta con la que te encontrabas. Si no llevaba en la cabeza nada de nada tu dĂa comenzaba a brillar. Aquello te traerĂa buena suerte y fortuna.
A lo largo de la historia los creyentes supersticiosos siempre han tenido a las prostitutas como "sĂmbolo" de suerte y de buena suerte.
Ăšnicamente habĂa una excepciĂłn a esa "fortuna", cuando te encontrabas a una prostituta en un barco. Entonces todo se volvĂa negro ya que se creĂa que eran portadoras de negatividad y presagiaban catástrofes. En esos casos lo que se solĂa hacer era tirar a la mujer por la borda.... ofreciĂ©ndola a Neptuno.
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