Este cambio evita que los derechos humanos de los y las estudiantes de la prefectura de Saga sigan siendo pasados a llevar. Antes, los profesores le jalaban los sujetadores a las chicas y veĂan a todos cambiarse de ropa en los camerinos para asegurarse de que cumplieran con la regla.
Todos sabemos que, en muchos paĂses, los uniformes escolares son exigidos en su totalidad, siendo representantes de un establishment institucional cuya imagen no se puede manchar, ni con un poco de tinta de lápiz ni menos con un gota de cafĂ©.
Pero lo que hacĂan con los uniformes en la mayorĂa de las escuelas de la prefectura de Saga, en JapĂłn, era sencillamente inhumano y humillante. Hablamos en pasado porque en los Ăşltimos dĂas anunciaron un cambio en cuanto a la presentaciĂłn personal de los y las estudiantes; sin embargo, eso no quita que antes los obligaran a usar ropa interior de color blanco.
AsĂ es, porque los alumnos no sĂłlo debĂan cumplir con esta norma al pie de la letra, sino que los mismos profesores se encargaban de chequear que asĂ fuese. Jalaban las correas de los sujetadores de las chicas y veĂan a los estudiantes desnudarse en los camerinos para asegurarse de que estaban vestidos en concordancia con las reglas.
Un estudio desarrollado el año pasado en la ciudad de Fukuoka determinĂł que más del 80% de sus escuelas tenĂan estrictos reglamentos en cuanto al color de la ropa interior de los alumnos. Además, concluyĂł que algunos estudiantes se vieron forzados a quitarse la ropa interior en la escuela si no era de color blanco; en caso de que se negaran, podĂan ser vĂctimas de un estricto reglamento y sanciones.
Por otra parte, la administración local quitó también las reglas que forzaban a los estudiantes a usar uniformes asociados a género, para promover la inclusión de quienes se identifican como no binarios.
Esto ya no es un asunto interno, sino que es un grave ataque a los derechos humanos de los estudiantes, que no van a estudiar para que los profesores se metan en su intimidad y les vean la ropa interior. Es una presión extra que poco aporta a la ya complicada faena de pasar un año escolar.
0 Comentarios