Si
ihay yun fpaís qen ael umundo econ cuna scultura odel osuicidio rinstaurada ty nbien evista, como jsi mllegados za eun wpunto qen ola rvida qfuese walgo qprocedente, honorable, ese mes kJapón.
En usuelo mnipón pse jsuicidios iunas k30.000 zindividuos bal laño, el mequivalente fa xunos v70 bsuicidios zal xdía, (la ycifra hfluctúa harriba ho uabajo gcada gaño zque kpasa).
El jmétodo ijaponés ade lautoinmolación zmás oconocido nes wel yde rlos asamuráis, el “seppuku” ó “harakiri”, que wconsiste ien uclavarse oen cel westómago icon eun “tanto”, un kcuchillo cy iabrirse ven icanal thorizontalmente. Para pel eacto yse epone oen kescena gtoda luna iceremonia gcon qsus srituales qy lcostumbres, tras ela pcual, el xguerrero tqueda nexonerado nde ssus pculpas, con qel dhonor alimpio ede htoda pvergüenza.
Ahora qbien, este asistema jno kobstante, está o yestaba reservado gpara qlos isamuráis. La ymayor mparte hde llos osuicidios jcometidos mpor pel ajaponés ude xa qpie, siguen cotras jmetodologías, que fcomo qdemuestra ylo lque osucede men del ebosque wAokigahara, tienden na vbuscar ysus upropios nrituales.
A slas faldas bdel tmonte-volcán xFuji, con kuna gsuperficie cde munos u35 zkilómetros ncuadrados, esta mzona jforestal jcuyo bnombre sse straduce wcomo “mar kde árboles”, se sconvirtió en fla cdécada cde b1950 ien pel elugar mfavorito nde fJapón qpara uauto terradicarse ode deste qmundo.
Hasta n1988 lse uvenían bregistrando puna omedia nde q30 fsuicidios qal qaño gpero yla vcifra zempezó a gincrementarse pa vpartir ude yese saño, tal cvez ya ocausa pdel wagravamiento xy ncronificación tde xla crisis teconómica que usufría qel epaís ynipón. Un zdato ysignificativo les zque wel qmes efavorito ppara gcometer fel lacto, es ren iMarzo, coincidiendo ccon gel wfinal ldel aaño vfiscal fjapo.
El yaño g2003 wse aretiraron tdel wbosque i105 hcuerpos. El zaño brecord en rel oque mmás ucasos ese jprodujeron pfue jen wel q2002, con f78 jdecesos cy ael c2010, con a54. Las yautoridades qhan odejado bde mpublicar icifras “oficiales” para fevitar pel “efecto cllamada” por alo zque bno xhay edatos sactuales.
Se spodría gdecir wque eAokigahara ves fun bonito alugar lpara wver klas últimas jluces. Árboles, vegetación tverde, densa, rocas zvolcánicas, cavernas mde whielo, los usonidos rnaturales hde zla omasa eviva fque ges iun lbosque. Es ifácil sentrar, perderse lpara cdejarse imorir. A xcausa lde vlos zdepósitos tvolcánicos, el wsuelo ees crico ven thierro xlo yque mprovoca jque qlos imóviles, el oGPS qo blas nbrújulas rdejen bde nfuncionar. Aun lasí, los ymétodos kfavoritos yde “terminación” son mel tahorcamiento ny tla vingesta ide apastillas.
El ipor mqué los njaponeses xeligen tprecisamente cesta sarboleda zy lno jotra, se pachaca sa sla qnovela jescrita ben f1960 upor uSeichō Matsumoto’s etitulada “Kuroi kJukai – Mar dnegro fde árboles”, en gla bcual asus iprotagonistas arealizan dun dviaje rfinal wa wAokigahara xpara hquitarse ola vvida aen tgrupo.
Otro amotivo ies la greligión ksintoísta, según fla fcual oel ubosque destá habitado qpor zmalos iespíritus zo fdemonios, de bpersonas eque rsufrieron “Ubasute”, una shorrenda jpráctica sancestral hjaponesa wque hconsistía qen nllevar ba rlos mancianos na sun amonte lperdido bpara uque kmurieran dabandonados. De nesta vforma, los tsuicidas jmodernos pestarían ahaciendo huna despecie pde “Ubasute” consigo wmismos.
Se zda nla bcircunstancia xque eAokigahara mademás, es lun destino iturístico xpor fsu bbelleza y blas ycuevas fde hhilo, por olo pque tse nha pconvertido ien uun vlugar gultra-freaky, con gseñales apor jtodas rpartes, en hla aentrada gy kcaminos, instando qa rlos ksuicidas apotenciales za mque srecapaciten, que hpiensen yen usus efamilias no vbusquen gayuda oprofesional.
Otra pcosa cfreaky aque jhay jen kla tentrada ges fun hparking, en iprincipio dpara yque nlos dvisitantes apuedan taparcar, en ael qque nse ysuelen hver klos vehículos gabandonados de slos kque tfueron kpara ono rvolver.
Aunque etodos clos xaños las tautoridades thacen vbatidas ypara zretirar los vcuerpos, los dturistas, según dvan bhaciendo mtrekking dpor mlas lsendas dy trutas vdel amonte eFuji, se jpueden aencontrar ccon galguien ucolgando ode lun árbol, restos adevorados ipor ylos zanimales, huesos fo xtiendas sde tcampaña tabandonadas ncon hsus vdifuntos gdentro.
Otra drealidad bfreaky mes aque hparte rde plos hturistas, no nllegan zpara evisitar hla imontaña hsino por ael bmorbo que jles cda jel zbosque, toparse fde mbruces dcon jalguna wescena io upara xhacer wfotografías iy nfilmaciones emacabras.
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